Elizabeth respiró hondo, cerró los ojos para tranquilizarse, y asintió. Darcy le soltó el brazo, y mirando un punto fijo comenzó a hablar.

"No quiero que haya ningún secreto entre los dos, por eso voy a decirte varias cosas de mi pasado de las cuales me arrepiento, y si pudiera volver el tiempo atrás las haría de otra manera. Te pido solo que me escuches sin interrumpirme ya que es muy difícil lo que voy a decirte. ¿Estás de acuerdo?"

Elizabeth asintió.

"Me costó mucho tiempo aceptar que habías tenido razón en rechazar mi propuesta de matrimonio. En aquel entonces era un hombre muy orgulloso y arrogante que creía que era superior a ti y que casarme contigo era una degradación. Incluso traté de convencerme que había sido afortunado de que me rechazaras, y traté por todos los medios de olvidarte."

Elizabeth apretó fuertemente los puños, y respiró hondo, Darcy continuo, "Meses más tarde, me enteré del incendio de Longbourn, y pensé en ir a Hertfordshire, pero finalmente lo descarté. Georgiana entró en sociedad y comencé a participar mucho más en la temporada social. A pesar que aún pensaba en ti con frecuencia, decidí que debía casarme con una señorita de los primeros círculos de Londres para producir un heredero. Lady Maria reunía todas las condiciones que en aquel entonces creía eran importantes para ser la Sra. Darcy; era la hija de un conde y pensé que tenía una buena dote."

"¿Por qué me estás diciendo todo esto?"

"Ya vas a entenderlo, por favor, déjame terminar." Elizabeth asintió, "Comencé a cortejarla, y aunque para ser franco aún inconscientemente pensaba en ti, finalmente le propuse matrimonio." Suspiró, "Después de eso me enteré que su dote no eran 30.000 libras sino 10.000, pero ya no había nada que hacer. Con mucha vergüenza te confieso que uno de los incentivos que tenía para casarme con ella era reponer en las arcas de Pemberley el dinero de la dote de Georgiana que acababa de casarse… Después que nos casamos, me di cuenta que había cometido un gravísimo error. A Lady Maria no le gustaba la vida en el campo, se aburría y no teníamos absolutamente nada en común. Éramos dos extraños viviendo en la misma casa que nos veíamos una o dos horas al día, y a veces ni siquiera eso. Unos meses más tarde, en setiembre, recibimos una invitación para la boda de unas de sus 'amigas' en Londres. Yo no podía ausentarme de Pemberley en ese momento, y honestamente tampoco tenía deseos de ir a Londres. Después de varias discusiones con ella accedí a que fuera y cuando terminara mis tareas nos veríamos en Londres. Estuvimos unos meses separados, y después que fui a Londres asistí con ella a algunas fiestas y a la ópera." Respiró hondo, y cerró los ojos, "Unos meses más tarde me dio la noticia que estaba embarazada. Estaba muy feliz con la noticia; pero unos días más tarde vino Bingley muy nervioso a visitarme, y me dijo que había visto en una fiesta y corroborado posteriormente que mientras yo estaba trabajando en Pemberley, mi esposa tenía un romance clandestino con el prometido de su hermana, y que aún continuaban el romance."

Elizabeth abrió muy grande los ojos por la sorpresa, y en un susurro con voz temblorosa le preguntó, "¿no eres el padre de Anne Darcy?"

"Es muy probable que no." Hizo una pausa y respiró hondo, "Al principio Lady Maria negó las acusaciones, pero sabía que Bingley no mentía. Después de pensarlo seriamente decidí que debía irse a Escocia a tener ese niño…, no podía correr riesgo que fuera varón y heredara Pemberley sin tener la certeza que era mi hijo… También decidí que iba a divorciarme de ella; no podía seguir casado con una mujer de baja moral que no respetaba sus votos matrimoniales."

"Te entiendo, y estoy de acuerdo contigo, pero ¿Qué hay de tus votos matrimoniales?"

Darcy negó con la cabeza, "´Nunca rompí mis votos matrimoniales. A pesar que estoy profundamente enamorado de ti, jamás me acercaría a ti si estuviera casado. Estoy en total desacuerdo con la infidelidad en el matrimonio."

Elizabeth sonrió débilmente, y Darcy continúo hablando, "Como ya sabes Lady Maria murió poco después que nació Anne. A pesar que es muy probable que no sea mi hija, decidí darle mi apellido…" suspiró, "Sé que ella no tiene la culpa, pero me cuesta considerarla mi hija y quererla como tal…, pero estoy haciendo un esfuerzo."

"¿y la Sra. Smith?" susurró.

"Mucho tiempo después fui a Londres a una ceremonia donde a Richard por su valentía en Waterloo le dieron el título de barón. Fuimos a White's a festejar, y nos encontramos con unos caballeros. Nos invitaron al establecimiento de Madame Dupree ya que había mujeres nuevas que estaban empezando ese día. ¿Sabes al lugar que me refiero?"

"Si, Sr. Darcy. No soy tonta; sé que es un establecimiento exclusivo para caballeros con dinero." Dijo con censura en la voz.

"Antes de seguir con esta triste historia, quiero asegurarte que son contados con los dedos de una mano las veces que fui a ese establecimiento, y no quiero volver nunca más."

Elizabeth asintió, y Darcy continúo, "Madame Dupree nos recibió efusivamente y nos llevó a una sala privada donde estaban las mujeres 'nuevas' y para mi sorpresa vi que estaba la Sra. Smith entre ellas…"