Hola de nuevo a todos! Me alegro de que el primer capítulo de este fanfic haya tenido nada más y nada menos que ¡ocho reviews! Muchas gracias a todos
Como era de esperar, ha habido gente que no conoce las series CCSakura y Fushigi Yûgi. Por esto mismo al final de este primer capítulo haré las explicaciones de los primeros personajes de Fushigi Yûgi (si queréis, leedlo antes que el capítulo).
¡Bueno, os dejo ya a todos con este nuevo capítulo!
Capítulo 2: nuevas caras
Las dos primeras semanas de aquel curso ya habían pasado. Los alumnos de 1º de secundaria baja comenzaban a notar los cambios que suponía el pasar de educación primaria a secundaria. Ai y Shiuchon habían hecho buenas migas con Sakura y Eriol así como también con...
(Segundo o tercer recreo del curso)
- Tenemos unos amigos en otra clase – dijo Sakura a Ai y Shiuchon - ¿Queréis que os los presente?
- ¡Claro! – exclamaron las chicas. Shiuchon se giró hacia Chiriko, con el que también se llevaban bien, y dijo - ¡Chiri-chan, ¿te vienes!
- Sí nn – sonrió Chiriko – Por cierto ¿cuándo van a empezar los exámenes?
- Los primeros parciales son tras el puente del día del niño – contestó Ai – Menos mal...
- ¡Pues yo estoy impaciente por hacerlos! ¡Y por estudiar siete horas seguidas! – exclamó Chiriko, sonriente - ¡Es lo más emocionante de la vida del estudiante!
- Estooo... – comenzó Sakura - ¿Lo dices en serio?
- ¡Claro! ¡Adoro estudiar! – volvió a sonreír.
- ¿Cuánto sacaste en el examen de ingreso? – inquirió Eriol.
- 107 sobre 100 – sonrió el chico castaño.
- Un segundo ¡eso es imposible! – exclamó Shiuchon.
- Bueno, es que me excedí en algunas preguntas y decidieron obsequiarme con unos puntos extra – explicó la estrella de Suzaku.
- Ah... vale, vale... – dijo la chica. Por el camino recogieron a Iori, Makoto y Tomoki, al que llamaban Tommy o balón deshinchado. Finalmente fueron a la puerta de entrada al edificio, donde Sakura y Eriol ya habían quedado previamente con Xiao Lang y Tomoyo.
- ¡Hola ! – saludó Tomoyo, que era una chica de cabello moreno, ondulado y largo – Soy Tomoyo Daidôji.
- Hola – saludó Xiao Lang, un zagal de cabello castaño y ojos color marrón – Soy Xiao Lang Li – observó a Sakura y añadió, sonriendo tiernamente – Hola, Sakura /.
- Hola (suspiro)... Xiao Lang...nn
- Yo soy Shiuchon Wong – saludó la chica.
- Yo me llamo Ai Kuraga y éste es mi hermano Makoto – señaló a su hermano. Aquél saludó con la mano.
- Me llamo TT Tomoki.
- Mi nombre es Chiriko Matsuda.
- Y el mío es Iori Hida. Encantadísimo – finalizó el chico castaño (bueno, uno de ellos).
- ¡Shiuchon, Ai! – comenzó Tomoyo - ¿Os gustaría probaros junto a mi queridísima Sakura, a la que aprecio muchísimo (sí, sí, ahora lo llaman "aprecio") unos cuantos modelitos la mar de monos ? – pidió, mientras le brillaban los ojos.
- Eh... bueno, vale – sonrió Shiuchon - ¿No, Ai?
- ¡Sí, sí! – sonrió ella. Sakura las retrasó un poco con la mano y susurró:
- No sé yo si os gustarán sus trajes... están hechos con mucho cariño, sí, y las costuras son magníficas... pero hay algunos la mar de estridentes.
- ¡Oh! – exclamó Shiuchon - ¡Mejor así! ¡Me encanta ese tipo de ropa! ¿Y a ti, Ai? – inquirió, volviéndose hacia su amiga castaña.
- Sí, claro... – contestó ella, aunque no parecía demasiado segura de ello.
- Hoy es viernes – comenzó Tomoyo – ¡Venid mañana por la tarde a mi casa! – se volvió hacia los chicos - ¡Venid vosotros también! Así podréis valorar a mis modelos – rodeó con el brazo a Shiuchon, Ai y Sakura, más fuertemente a ésta última.
- Vale – dijeron a la vez Tomoki (aún TT), Iori y Makoto, ansioso por ver a Shiuchon.
- Estará bien – sonrió Eriol.
- Si no queda más remedio... – dijo Xiao Lang. Vio cómo Sakura ponía cara de cordero degollado – Bien, vale, iré.
- ¡Genial! ¡Tarde de desfile! – exclamó Tomoyo, poniéndose a dar saltitos. Desgraciadamente, aquel sábado no pudieron realizar dicha actividad, puesto que Tomoyo tuvo que irse de viaje. El sábado siguiente tampoco pudo ser: Xiao Lang, Eriol y Makoto tenían partido de baloncesto y Sakura tenía competición de atletismo. Por esto, decidieron dejarlo para el tercer sábado del curso.
-- Tras el recreo. Clase de 1º S.A. A. Asignatura: lengua y literatura –-
Mientras la profesora escribía en la pizarra varias frases para que sus alumnos realizasen su "adorado" análisis morfosintáctico, la clase parecía un campo de batalla: miles de papelitos, gomas, lápices, estuches e incluso algún que otro objeto punzante volaban por todo. Uno de aquellos papelitos, procedente de la mesa de Takuya, aterrizó en la de Davis. Éste la desenvolvió.
- (leyendo para sí) "Hola! Me aburro, me aburro mucho. Y para colmo esta tía nos está poniendo más dichosas frases de esas. ¡¡¡ESTOY HARTOOOOOOO! Q cuentas? Contéstame: hagamos que esta hora sea más amena"
Davis se sonrió, dio la vuelta al papel y comenzó a escribir la contestación por el dorso. Cuando hubo terminado, lanzó el papelito de forma certera a la mesa de su compañero.
- (Takuya, leyendo para sí) "Por suerte éste es el último año que hacemos frases. Luego seremos libres! ¿te has fijado en la chavala de los moños? Miaka, creo que se llama. El otro día vi su bocadillo: ¡¡¡DIOS, QUÉ BOCADILLO! Medía no menos de medio metro y estaba lleno de beicon, queso, lechuga, tomate... ¬ Me está entrando hambre, cosa rara en mí. ¿Te vienes luego a preguntarle dónde compra el pan? Es que tiene muy buena pinta"
Nuevamente, lanzó la nota. Takuya soltó una risa al leerla y le envió la contestación a Davis. Éste comenzó a leerla.
- "Venga, de acuerdo, se lo preguntamos. Va siempre con una chica de pelo rubio y corto ¿y si quedamos con ellas mañana x la tarde, nos vamos a merendar por ahí y comprobamos cuánto se puede dilatar la bolsa estomacal de Miaka?"
Davis contestó a la nota y la lanzó. No obstante, aquella vez, T.K., que se sentaba entre los dos chicos, la interceptó y la leyó. Davis le observaba con cara de mala uva. T.K. escribió algo y se la pasó a Takuya. Éste comenzó a leerla.
- "(davis) ¡Sí, sí! Luego se lo decimos. Espero que acepte. (T.K.) ¡Hola, Takuya! Soy T.K. ¿Os importa si voy yo también? ¿A qué hora quedamos? También podríamos ir con alguna chica más y con Ken, Kôji y Koichi ¿no? Contesta.
Takuya contestó a la nota y se la pasó a T.K.
- "Hola, T.K.! Hola, Davis! Bien, cuantos más mejor. Además, si viene alguna otra chica, es más posible que Miaka y su amiga vengan: no creo que quisiesen estar sólo con chicos. A la salida se lo decimos a Miaka y a su amiga y también hablamos con los demás. Pásasela a Davis. "
T.K. escribió algo más en la nota y se la pasó a Davis. Éste la leyó, añadió una última cosa y la lanzó hasta Takuya.
- "Hola, T.K.! Hola, Davis! Bien, cuantos más mejor. Además, si viene alguna otra chica, es más posible que Miaka y su amiga vengan: no creo que quisiesen estar sólo con chicos. A la salida se lo decimos a Miaka y a su amiga y también hablamos con los demás. Pásasela a Davis. Ok, hacemos lo que has dicho.T.K. Bien, de acuerdo. Davis"
Toc, toc...
- ¡Adelante! – respondió la profesora, girándose. La lluvia de estuches y otros útiles cesó y todos pusieron cara de angelito. Un chico rubio de dieciséis años que llevaba una cinta azul en la frente entró en la clase. Sus ojos eran azules y se trataba de una persona bastante alta y delgada.
- Hola – saludó el chico – Soy Amiboshi Ginza.
- ¡¡¡AMIBOSHIIIIIIIIIIIIII! – chilló Miaka, saludándole con la mano. El chico, con una sonrisa benevolente, le devolvió el saludo y continuó diciendo – No he podido venir antes a clase... creo que ésta es mi letra. Tengo aquí el justificante – dijo, sacudiendo una tarjeta.
- ¿Cuál era tu nombre?
- Ginza, Amiboshi – contestó él. La mujer abrió el diario de clase y comenzó a buscar el nombre del chico en la lista. Asintió con la cabeza y añadió – Sí, ésta es tu clase. Siéntate al lado de... – comenzó a buscar un sitio libre – Yûki. Bueno, parece que ya la conoces ¿no?
- Sí – sonrió Amiboshi. Se dirigió al sitio contiguo a Miaka y se sentó – Hola .
- Hola ¿y tu hermano, Suboshi? – inquirió.
- Le ha tocado en otra clase, en el B.
- ¡Ah! Entonces está con...
- ¡Silencio! – exclamó la profesora – Yûki, cállate o me veré obligada a castigarte – la profesora se volvió hacia la pizarra. Miaka le sacó la lengua – Haced estas frases – finalizó.
--- Clase de 1º S.A. B. Asignatura: historia de Japón. Los alumnos realizan un trabajo en grupos de seis personas –-
(Grupo de Kenta, Rika, Alice, Kari y Yui. Es el único en el que falta alguien)
- ¿De qué vamos a hacer el trabajo? – inquirió Kari - ¿Rika-chan?
- ¡Que no me llames Rika-chan! – se quejó Rika.
- Claro... sólo le deja a Ryo que le llame así ¬¬ - dijo Alice.
- ¡Qué va /´! – exclamó Rika.
- Venga ya, si te vi – prosiguió Alice.
Flash back
- ¡Voy a tomar un poco el aire! – anunció Alice. Se encontraba junto a Izumi, Jen y Kari en una tienda de ropa.
- ¡Vale, Alice! – contestó Jen. Alice salió y caminó unos pasos. De pronto, vio unas nucas que le resultaban familiares: eran Rika y Ryo, que se encontraban sentados en un banco algo alejado de la multitud. Alice se sonrió y se escondió sigilosamente tras una columna situada junto al banco. La pareja no la vio.
- ¿Qué tal te lo estás pasando, Rika? – inquirió Ryo.
- Bien, bien... – contestó ella.
- ¿Te aburres conmigo? – volvió a preguntar.
- No, no me aburro.
- Es que... – comenzó él, en tono meloso – si te aburrías... – rodeó a Rika con el brazo. La chica se puso roja. Alice se mordió el labio: aquella escenita le daba ganas de reírse. Ryo acercó su rostro al de Rika – podemos darle un poco más de emoción... ¿qué me dices? – Rika se quedó pensando unos instantes. Ryo tomó su cara con la otra mano y la acercó a la suya, cerrando los ojos. Alice pensaba "¡Que se líen, que se líen! Juju... esto debe de estar mal... ¡pero me lo paso bomba!" Sin embargo, en el último momento, Rika giró su cara y el beso de Ryo fue a parar a su mejilla. "Mierda..." pensó Alice - ¿Ocurre algo, Rika-chan? – inquirió Ryo, tras abrir sus ojos.
- Ahora no... Puede que otro día. Lo siento – explicó Rika. Ryo, aunque algo fastidiado, sonrió y dijo:
- No te preocupes, cuando tú quieras. No voy a forzarte a nada. Por dos razones: no quiero hacerte daño y me gustaría que considerases la posibilidad de salir juntos. Y siendo un depravado, jamás querrás ¿no?
- Es obvio que no – contestó Rika. Se levantó. Ryo también lo hizo. Alice se escondió todavía más.
- ¿Ya te vas? – inquirió Ryo.
- No – contestó ella - ¿Vamos a tomar algo?
- Sí – sonrió Ryo. Comenzaron a encaminarse hacia algún bar. Alice, sonriente, volvió a la tienda de ropa.
Fin del Flash Back
- ¡Capulla! – exclamó Rika, con enfado – No puedo creerlo ¿estuviste espiando?
- Bueno, sólo un poco, ya ves... lo siento – se disculpó.
- Ni se te ocurra volver a hacerlo ¿vale? – dijo Rika – O me enfadaré de verdad.
- Claro, claro U - sonrió Alice.
- Bien – suspiró Rika.
- Bueno – comenzó Yui – Se me ha ocurrido hacer el trabajo sobre los períodos más importantes en la historia de Japón. Podemos realizar un pequeño resumen sobre cada uno y añadir alguna foto y varios mapas sobre cómo ha ido evolucionando nuestro país ¿qué os parece?
- ¡Oh! – exclamó Kari – Estupendo, Yui.
- Es una buena idea – continuó Rika. Alice asintió.
- De acuerdo – sonrió Kenta – Perfecto.
- Bien, hay que distribuir el trabajo... ¿quién quiere escribir?
- Kenta tiene MUY mala letra – dijo Rika – Por nuestro bien, no.
- ¿Quieres escribir tú, Rika? – inquirió la joven Hongô.
- No, preferiría hacer otra tarea – contestó la pelirroja.
- Yo escribiré, Yui – sonrió Kari.
- De acuerdo – contestó la rubia, asintiendo – Bueno... necesitamos que alguien saque la información y la seleccione.
- Yo lo haré – dijo Rika.
- Bien, ¿quién hace la portada, el índice y la bibliografía? – volvió a preguntar la chica rubia.
- Yo – contestó Kenta.
- De acuerdo – dijo Yui. Rika observaba a Kenta con una cara extraña: el parecer no estaba muy segura de que su compañero de clase fuese capaz de hacer una portada decente...
- Alice ¿qué hacemos nosotras? – inquirió Yui.
- Yo ayudaré a Kari a pasarlo a limpio – contestó Alice.
- Está bien... Rika, hacemos juntas lo de la información ¿de acuerdo? – inquirió.
- Eh... bien, vale – contestó ella.
- Bueno, pues hagamos la estructura inicial del trabajo – dijo Yui, sacando un folio.
- Vaya, Yui – sonrió Kari – Se te da bien esto de hacer trabajos ¿no?
- Bueno, un poco – sonrió Yui – A decir verdad, en mi instituto de secundaria baja hacíamos trabajos prácticamente todas las semanas. Espero que aquí nos den más respiros.
- Y yo espero que Kenta no la cague – murmuró Rika. Las chicas (menos Alice) la observaron, extrañadas. En aquel momento se abrió la puerta. Sin saludar ni nada, entró un chico rubio, de ojos azules y que llevaba una cinta roja en la frente. Era bastante alto y delgado. Se dirigió a la profesora e intercambió varias palabras con ella. Mientras toda la clase le observaba, Yui seguía inmersa en su trabajo: no le gustaba distraerse.
- ¡Chicos, prestad atención un momento! – exclamó la profesora. Yui, la única que faltaba, se volvió – Tenemos un alumno nuevo – explicó – Diga su nombre a sus compañeros.
- Me llamo – comenzó – Suboshi Ginza – por alguna razón, Yui abrió mucho los ojos y murmuró "Suboshi..." – No he podido venir antes por asuntos que ahora no vienen a cuento. Voy a cursar toda la secundaria aquí. Espero que nos llevemos bien – dirigió una mirada a toda la clase y también puso cara de sorpresa cuando vio a Yui.
- Bien, Suboshi – continuó la maestra – Estamos haciendo un trabajo en grupo, así que siéntate con las señoritas McCoy, Nonaka, Yagami y Hongô y con el señor Kitagawa.
- De acuerdo – asintió Suboshi. Con una sonrisa fue hacia el grupo que le había indicado la mujer.
- ¡Hola, Suboshi! – sonrió Yui, dejando paso a una sonrisa.
- ¡Hola, Yui! – exclamó el chico, sentándose junto a ella, ya que era el único sitio que quedaba libre.
- ¿Os conocéis? – inquirió Kari.
- ¿No ves que sí? – contestó Rika, en tono aburrido. Kari no hizo caso. Yui contestó.
- Sí, sí que nos conocemos. Solo que él es de otra ciudad...
- Nos hemos mudado – sonrió Suboshi – Mi hermano va a la clase de al lado.
- ¿Sois gemelos? – inquirió Kari, con curiosidad.
- Así es – contestó Suboshi, con una leve sonrisa. Se veía que no era una persona demasiado extrovertida.
-- 1º S.A. C. Asignatura: Inglés –
- Ichijouji, Ken – dijo el profesor – Please, exercise number two.
- Yes – asintió Ken – Turn into passive the following sentences. A: They have discovered a cure for the disease. Answer: A cure for the disease has been discovered. B: Someone has stolen my bike. Answer: My bike has been stolen by someone. C: They're rep...
- ¡Hola! – exclamó una voz chillona desde la puerta. El profesor, indignado, contestó:
- In english, please!
- Hum... hello?
- Yes, hello... who are you?
- Mayumi Kitsune – Ken alzó su cabeza y la observó. Al parecer, la conocía. Se trataba de una chica morena, de pelo largo y ojos verdes. Su falda era especialmente corta - This is my first day, I've been sick. Here you have my justificant.
- Oh, my! – exclamó el profesor – It is "justification", lady!
- Lo que usted diga – contestó Mayumi, sin preocuparse de hablar inglés. Le dio el justificante al profesor. Éste contestó:
- Ok, Mayumi, you can sit in front of Ichijouji, Ken; the blue haired boy.
- Oh! Perfect! – exclamó Mayumi. Se sentó en el sitio que había frente a Ken.
- Hooola, Ken-kun – sonrió – Parece que nos ha tocado otra vez juntos ¿no, guapo?
- Sí, parece – sonrió Ken.
--- Universidad de Tokio. Una de las cafeterías. Ryo, Tai, Sora, Matt, Chichiri, Taka, Tasuki y nuestro querido amigo: "El Hoto", están comiendo para luego volver a casa. Joe también está ahí pero a regañadientes ---
- ¡Como y me voy ¿eh! ¡Como y me voy! – exclamó Joe.
- Que sí, Joe, que sí – dijo Tai.
- ¿Sabéis, chicos? – comenzó Tasuki - ¡Un amigo nuestro está dando clases aquí! – exclamó.
- ¿Quién? ¿El tal Chicago? – inquirió Tai.
- ¡Ese no es amigo! – exclamó Taka, asqueado por el simple hecho de oír el nombre de su enemigo.
- Además, su nombre es Nakago ¿sí? – añadió Chichiri.
- Bueno, que me da igual el nombre de ese tío – dijo Tai - ¿Quién es el profesor, entonces?
- Nuestro amigo Mitsukake ¬ - sonrió Tasuki – Es muy inteligente y...
- Pero no tanto como el menda – sonrió Hotohori, observándose en un espejo de mano.
- ... da clase a los de medicina.
- ¡Ah! ¡Sí, a mí me da! – exclamó Joe - ¡Es estupendo!
- ¿Qué asignatura?- inquirió Taka.
- Anatomía, pero más tarde me va a dar clase también de inmunología. Es un buen hombre – sonrió Joe.
- Chicos – comenzó Sora – he invitado a comer a mi amiga, Kourin ¿os importa? – inquirió. Todos negaron con la cabeza. Tasuki comentó:
- Mientras encuentre silla, perfecto. Tengo ganas de ver quién es...
- Y si es guapa ¿no? ¿Sí? – inquirió Chichiri.
- Bah... sí... aunque me vale con que sea femenina.
- ¡¡¡HOLASSSSSSSSSS!- saludó una voz. A Tasuki le dio un ataque – Soy Kourin Takanami – sonrió y se sentó junto a Sora. Todos sonrieron.
- Me suenas mucho ¬ ¬ - observó Taka.
- ¡Ah, qué va, qué va! – contestó Kourin - ¡Imposible, Taka, imposible!
- Entonces ¿cómo sabes que Taka se llama Taka, ¿sí?- inquirió Chichiri.
- Eh... cof, cof... he oído su nombre por ahí: las chicas hablan mucho sobre ti.
- Sigo pensando que tú y yo nos conocemos – dijo Taka.
- Yo también ¿sí?
- A mí también me recuerda a alguien esa gran belleza... – comentó Hotohori - ¡Jojojojojo! ¡Pero no tanta como la mía! ¡Soy grande, soy genial, soy inteligentísimo!
- Narcisista ¬¬ - murmuró Kourin en voz baja – Como siempre... ¡argh! – exclamó.
- O ¬ O ¡¡¡HEY, YO A TI TE CONOZCO! – exclamó Tasuki, con la cara puesta justo delante de la de Kourin. La chica parecía asustada - ¡¡¡ERES NU...
- ... EVA! – exclamó Kourin, tapando la boca de Tasuki - ¡Sí, soy nueva! ¡Qué vas a conocerme!
- Bueno, venga, dejad de atosigar a mi amiga – pidió Sora, sorprendida por cómo se estaba comportando toda la panda de Fushigi Yuugi.
- Umm – comenzó Ryo – Mi instinto varonil me dice que esa linda chica tiene algo raro...
- Tu ¿instinto varonil? – repitió Matt.
- ¡Soy un macho! – exclamó Ryo.
- ¡¡¡JOÉ QUE SI TIENE ALGO RARO! – exclamó Tasuki - ¡¡¡COMO QUE NO TIENE PERAS! – se abalanzó sobre Kourin y le levantó la camiseta – Oô ... anda... pues sí que tiene – dijo, observando el sujetador de Kourin.
- ¡Depravado! – exclamó ella, pegándole un tortazo.
- ¬ glglglglglglglglglglglgl...
- ¡Eh! Se ha caído algo al suelo – dijo Taka. Lo recogió y lo observó, confundido. Era de color carne y tenía forma redondeada.
- ¡Trae, que será un bollo! – exclamó Tai, agarrándolo.
- ¡No, Tai! – exclamó Chichiri – No es un bollo ¿sí? – observó a Kourin. Cogió el extraño objeto – Es tuyo ¿sí? Nuriko.
- / ... me han pillado...
- ¡¿NURIKO! – exclamaron Hotohori y Taka.
- ¡Pues claro que es Nuriko! – exclamó Tasuki.
- ¿De qué va esto? ¿Qué pasa con mi amiga Kourin? – inquirió Sora, confusa.
- No es Kourin, ni es amiga ¿sí? – dijo Chichiri – Es un hombre: Nuriko Takanami.
- Bueno, venga, trae eso acá – dijo Nuriko, todavía rojo, introduciendo de nuevo la curiosa "prótesis" en su sitio – Lo siento, Sora: soy un travestí. Debí habértelo dicho antes... ¿seguirás siendo mi amiga? En mi corazón soy una damisela.
- Oô... sí, claro... – contestó Sora.
- Oye, pues para ser un travestí eres guapa – observó Ryo.
- ¡¡¡ARGHHH! – gritó Tasuki - ¡¡¡ENCIMA DE PEDERASTA LE GUSTAN LOS TÍOOOOOOOS!
- ¡Que no, Tasuki! Como travestí, es guapa ¡pero no me gustan los tíos! Además, ya estoy con Rika... aunque no oficialmente, pero bueno.
- ¡¡¡¿¿¿QUE ESTÁS CON RIKAAAAA! ¡¿A QUÉ LLAMAS "ESTAR"! ¡¡¡SEGURO QUE XXXXXXXXXXXX!
- Jodeeeeeeeer, ya estamos otra vez – se quejó Ryo – Tasu, como no dejes de decir semejantes gilipolleces, no te ayudaré en tu carr...
- ¡Ya me callo, ya me callo ¬ ! – exclamó Tasuki, sonriente.
Continuaron tragando durante un buen rato más. Aquella tarde no pasó nada del otro mundo, pero al día siguiente...
--- Restaurante de comida rápida Hikaru. Distrito de Shinjuku. Sábado, 17:30 P.M.---
- ¡Hola, T.K.! – exclamó Takuya, que ya se encontraba con Davis - ¡Hola, Kari!
- Hola – sonrió Kari - ¿Quiénes más estamos al final?
- Van a venir Alice, Izumi, Koji, Koichi, Henry, Jen y Takato. Miaka y Yui, por su parte, van a venir con los gemelos nuevos que han llegado al instituto – contestó Takuya.
- ¿Y Rika? – volvió a preguntar Kari.
- La mala uva ha quedado, al parecer, con ese tal Ryo – contestó Davis – Y Ken ha quedado con Yolei (qué raro...) y con una tal Soi.
- ¡Holaaaaaa! – saludó una chica, por detrás.
- ¡Hola, Miaka! – sonrieron Takuya, Davis y T.K. Efectivamente, la chica castaña iba acompañada por Yui, Amiboshi y Suboshi.
- ¡Tengo unas ganas locas de zampar ¬ ! – exclamó.
- No hacía falta que lo dijeras, Miaka ¬¬ - contestó Yui.
- Aún falta gente, Miaka – dijo Kari – Soy Kari Yagami nn.
- Y yo Miaka Yûki - sonrió Miaka.
- ¡Hola! – exclamó una voz por detrás: era Henry, acompañado de todos los demás.
- ¡Hola! – saludaron todos. Tras hacer las presentaciones oportunas, entraron en el restaurante.
--- Playa de Odaiba. 18:00 P.M. Rika y Ryo están sentados en las rocas, con ropa normal ---
- Me halaga que hayas querido salir hoy conmigo, después de todo – sonrió Ryo.
- ¿Por qué no iba a haberlo hecho? La última vez que salimos me lo pasé bastante bien.
- Me alegro – sonrió Ryo de nuevo – Poco a poco comienzo a gustarte ¿verdad? ¬¬ - inquirió, observando de reojo a la pelirroja.
- No sueñes despierto ¬¬ - contestó Rika – Además, tú sólo quieres liarte conmigo: no te importa nada más que eso.
- ¿De dónde sacas semejante tontería, Rika? – inquirió Ryo, sorprendido.
- Déjalo – contestó ella – Los hombres sois todos iguales: pensáis que debemos estar a vuestros pies, no pensáis más que en enrollaros con nosotras y no sabéis cómo tratarnos. Y tú, por supuesto, no eres la excepción.
- Te equivocas, Rika, no somos así.
- No os enteráis de nada nunca – prosiguió ella. Observó a Ryo directamente a los ojos y dijo – Seguro que te daría igual liarte con cualquier otra chica. ¿Qué digo? ¡Seguro que ya te has liado con miles de ellas! ¡Claro, irás anotando en tu agenda con quién te toca cada día!
- ¡Deja de decir esas cosas, Rika! ¡No te he hecho nada y tú me estás poniendo a parir!
- ¿Qué pasa? ¿A caso me equivoco? ¡Te importo una mierda!
- ¡Te quiero! – exclamó Ryo. Rika se mantuvo indiferente por fuera, pero por dentro estaba sorprendida. Ryo desvió la mirada – Y no sabes cuánto. Me parece que eres tú la que no se entera. Vale, es cierto que he salido con muchas chicas y que me he liado con ellas... pero tú me importas mucho más.
- Si es cierto eso que dices – comenzó a decir Rika, cuando hubieron pasado unos segundos - ¿por qué siempre que quedamos me propones, en algún momento, liarnos?
- Tú lo has dicho, Rika: en algún momento – dijo Ryo – Para mí hay cosas más importantes que liarme contigo, como hablar, reírme, pasear o simplemente estar junto a ti ¿vale?
- Está bien... lo comprendo... un poco - contestó Rika. Ryo sonrió levemente y la rodeó con el brazo.
- Bonito paisaje ¿no crees? – sonrió a Rika.
- Sí – sonrió ella también - ¿Por qué, de repente, cambias de tema?
- Porque no quiero amargarme la tarde ni amargártela a ti hablando sobre lo cerdos que podemos llegar a ser los chicos o sobre lo distinto que puedo llegar a ser yo con respecto a ellos – contestó él - ¿Sabes? Ahora mismo me están entrando ganas de besarte... pero prefiero contenerme porque sé que no te gusta.
- No seas estúpido, Ryo. Hazlo si quieres.
- No – sonrió él.
- ¿No?
- No – volvió a decir. Rika sonrió y ella misma besó brevemente los labios de Ryo. Éste sonrió y dijo:
- Sé mi novia, Rika.
- No – contestó ella, también sonriendo. Ryo chasqueó la lengua y prosiguió:
- No seas mala... sal conmigo.
- Sabía que no me comprendías – sonrió ella.
- Ya... claro, te gusta otro.
- No me gusta otro.
- ¿Entonces? – inquirió Ryo. Rika volvió a besarle, aquella vez durante algunos segundos más y dijo:
- Vamos a tomar algo. Esta vez invito yo – le dio un último beso, más corto y se levantó.
- Es difícil comprenderte – sonrió Ryo – Pero de momento sé que no te voy a sacar nada – se levantó, sonrió a Rika y rodeó con una de sus manos su cintura mientras que con la otra tomó su rostro. Acercó sus labios a los de ella y los besó de forma algo más apasionada y durante más tiempo. Finalmente se separó de ella y dijo – Éste vale por los tres tuyos. ¿Vamos?
- Vamos – sonrió Rika.
--- Cafetería del Oeste de Shinjuku. Yolei está sentada en una silla del exterior, esperando. Son las 18:30. De pronto, llega Ken ---
- Hola – saludó él, sentándose frente a ella.
- ¡Hola, Kenny O! – sonrió ella.
- Va a venir una amiga mía ¿de acuerdo?
- Una... ¿amiga tuya? – repitió Yolei - ¿Quién?
- Se llama Ma...
- ¡¡¡¡KEN-KUUUUUUUUUUUUUUUUUUUN! – exclamó una sombra de cabello azabache, abrazando por detrás a Ken. Era una chica morena. Inmediatamente, varias venas se hincharon en la frente de Yolei.
- Vaya, vaya – dijo, entre dientes - ¿y tú quién eres ?
- ¡Oh! – exclamó la chica, sin dejar de abrazar a Ken – Soy Mayumi Kitsune.
- Así que Mayumi Kitsune ¿eh? ¿La amiga de Ken? – volvió a preguntar Yolei, nuevamente entre dientes y tamborileando con sus dedos en la mesa.
- ¡No sólo soy su amiga! – exclamó Mayumi – ¡Me casaré con él ¿a que sí!
- Bueno, Mayumi, tú y yo somos sólo amigos ¿no? – contestó Ken. Los ojos de Yolei lanzaban chispas de furia.
- Yo soy Yolei Inoue – dijo al fin – Oye, Kitsune, ¿por qué cojones no te sientas?
- Eso, Mayumi – corroboró Ken – Me estás ahogando – la chica morena observó a Ken primero, luego a Yolei y murmuró, de forma que sólo pudiera oírle ésta última – Ken es mío.
- ¡Y una mierda! – exclamó Yolei. Mayumi se sentó mientras Ken observaba confuso a Yolei.
- Hola – saludó Soi, por detrás. La chica había podido quedar con los demás puesto que aquélla tarde no tenía clases de danza.
- ¡Hola, Soi! – exclamó Yolei, sonriendo – Éste chico es Ken Ichijouji, mi mejor amigo y esa de ahí es Mayumi Kitsune, una... amiga de Ken.
- Encantada – sonrió Soi, sentándose junto a Yolei (Mayumi se había sentado junto a Ken).
- Hola, Soi - sonrió Ken.
- Hola, chica – añadió Mayumi. Seguidamente, rodeó con el brazo a Ken, cosa que hizo que a Yolei se le pusieran los nervios en el disparador y le entraran ganas de estrangular a la chica morena. Al parecer, Soi se dio cuenta de lo que ocurría con Yolei con lo cual le colocó una mano en el hombro y le dirigió una mirada que venía a decir "Estate tranquila, Yolei, esa chica no vale nada". Yolei sonrió levemente y dijo:
- Ken-sama ¿vamos los dos juntos a pedir algo para todos? – propuso, poniendo especial énfasis en "los dos juntos".
- Vale – contestó Ken. Mayumi se quedó con la boca abierta. Sin pensárselo dos veces exclamó:
- ¡Ken-kun, yo voy con vosotros!
- Va... – comenzó Ken. Yolei le cortó y dijo:
- No seas descortés, Mayumi: no vamos a dejar a Soi sola. Además, si vas con nosotros igual te rozas con alguien y se te estropea el peinado o se te rompe una uña – rodeó a Ken con el brazo, mientras Mayumi continuaba atónita y se introdujo en el establecimiento. Mayumi se quedó sentada en su silla, rezongada. Se dio cuenta de que Soi le estaba observando.
- ¿Qué miras tú? – le espetó.
- ¡Oh! – exclamó Soi – Nada, nada – desvió su vista al cielo mientras pensaba "Esta Mayumi no va a llegar a ninguna parte con esa actitud tan descortés". Entre tanto, en la cafetería...
- ¿Qué cogemos, Yolei?
- Yo quiero un té frío. Y otro para Soi, le encanta.
- Bien, yo me cogeré un zumo de naranja. Para Mayumi pediré un refresco light, no le gusta el azúcar.
- Qué fina, la niña – comentó Yolei.
- Te ha caído mal ¿me equivoco? – inquirió Ken.
- No, no te equivocas – contestó Yolei. Ken suspiró y dijo:
- ¿Por qué? Es una chica simpática.
- ¿No te das cuenta de que va a por ti como una arpía en celo? – contestó Yolei.
- Bueno... – comenzó Ken, enrojeciendo – si lo hace, no le va a servir de nada porque yo...
- Porque tú ¿qué?
- Porque tú me... – comenzó, más rojo todavía.
- ¿Qué vais a pedir, chicos? – inquirió una camarera pelirroja de aspecto amable.
- ¡Ah! – exclamó Ken, que se había quedado ensimismado – Eh... ¿cómo era, Yolei?
- Dos tes fríos, un zumo de naranja natural y una naranjada light.
- ¡Limonada! – exclamó Ken – Limonada light, en vez de la naranjada – añadió. La camarera asintió y comenzó a preparar las bebidas – Mayumi prefiere la limonada – explicó a Yolei.
- ¡Oh, vaya! – exclamó Yolei – Qué majo, qué bien se sabe los gustos de esa pequeña gran arpía. No levantará un metro y medio del suelo, pero las garras las tiene de aquí a Fukuoka – dirigió una mirada enojada a Ken y se giró para volver. Ken la sujetó por el hombro.
- ¿Qué te pasa, Yolei? – inquirió, preocupado.
- ¡Que no entiendo como puedes ser amigo de esa cosa con minifalda! – exclamó Yolei.
- ¿Qué más te da a ti? – contestó Ken –Tú y yo seguiremos siendo igual de amigos, seguiremos siendo el mejor amigo del otro.
- ¡No, si amigos no vamos a dejar de ser! – exclamó Yolei. Caminó unos pasos y añadió - ¡No es la amistad entre nosotros lo que me preocupa! ¡Pero sí su evolución ¿sabes!
- Aquí tenéis – dijo la camarera, depositando las bebidas en la barra.
- Cóbrese – contestó Ken, apresuradamente, dando un billete a la camarera – Quédese con las vueltas – añadió, cogiendo los vasos. Yolei ya estaba en la puerta – Podías esperarme ¿no?
- ¡Como si eso te importara! – exclamó la chica, mientras se sentaba en su sitio. Soi la observó, extrañada. Mayumi sonrió, mientras Ken repartía las bebidas, aún preocupado. El chico se volvió a sentar, en medio de un suspiro, y comenzó a beber su zumo mientras observaba a una Yolei con el ceño fruncido y los brazos cruzados.
--- Casa de Tomoyo Daidôji. 19:07 P.M. Habitación de la chica de trece años. Si tenéis la canción "Groovy!" de Sakura, éste es un buen momento para ponerla ---
- ¡Muy bien, público! – exclamó Tomoyo. Sus ojos brillaban, emocionados. El público estaba formado por Makoto Kuraga, Iori Hida, Tommy Himi, Xiao Lang Li, Eriol Hiiragizawa y Chiriko Matsuda, que se había traído un libro sobre Física Cuántica para matar el tiempo. Los seis chicos levantaron su mirada para atender a las palabras de su amiga morena - ¡Va a comenzar el desfile de primavera-verano de Tomoyo Daidôji, es decir, yo! – sonrió - ¡Aquí tenemos a la espectacular – señaló a unos biombos –Ai Kuraga! ¡Ai, sal, por favor! – una sombra de cabello castaño atado en un elegante moño se deslizó detrás del biombo para situarse frente al público, que la observaba anonadado. Y es que Ai estaba muy guapa - ¡Ai viste un conjunto de top rosa ceñido al cuerpo, decorado con flores de cerezo y unos pantalones piratas de color azul celeste con hibiscos! – exclamó Tomoyo, señalando el bonito atuendo que vestía la chica, mientras ésta caminaba, totalmente roja - ¡Finalmente, observad las sandalias de color rosa con una flor de cerezo en el empeine que viste nuestra amiga Ai! – finalizó Tomoyo. Ai observó por unos instantes al público. Hasta su hermano estaba medio babeando. La chica pegó media vuelta y volvió tras los biombos - ¡Muy bien, Ai! – aplaudió Tomoyo. Los otros chicos también lo hicieron, más fervientemente Iori, Chiriko y Tommy, que por primera vez no lloraba - ¡En siguiente lugar, tenemos a Shiuchon Wong! – inconscientemente, Makoto se colocó en el borde de la silla. Shiuchon, que llevaba el pelo recogido en dos trenzas enrolladas a ambos lados de la cabeza, comenzó a caminar con más alegría de cómo lo hacía su amiga Ai - ¡Shiuchon está también preciosísima! – exclamó Tomoyo, que se lo estaba pasando como un niño en un parque de juegos.
- Joder, preciosísima... ¬ - murmuró Makoto.
- ¡Viste un vestido rosa por encima de la rodilla que se anuda por el cuello, dejando la espada al aire libre como podéis ver! – prosiguió Tomoyo, mientras Shiuchon se daba la vuelta - ¡Las flores que he bordado en el vestido son de distintas plantas, pero todas son igual de alegres! ¡Además, Shiuchon lleva unas preciosas sandalias rosas de tacón con unas admirables cintas del mismo color que le llegan hasta la rodilla!
- Ahahahahahahahaaaaa... que me da ¬¬¬ - murmuraba Makoto. Shiuchon, tras dirigir una última sonrisa al público, volvió tras el biombo.
- ¡Y ahora! – exclamó Tomoyo - ¡Mi mejor modelo, Sakura Kinomoto! – anunció, pegando unos saltitos de emoción. Sakura, tras unos segundos, se deslizó tímidamente desde el biombo a la improvisada pasarela que habían montado. A Xiao Lang le dio un paro cardíaco (bonita hipérbole) y cayó redondo al suelo - ¡¡¡Nuestra adorada Sakura viste un precioso vestido por encima de la rodilla que mezcla los colores rosa, para el vestido y negro, para los bordes y el cuello! ¡¡¡Además, posee una bonita apertura en la zona de la cintura, gracias a la cual podemos observar el precioso ombligo de nuestra amiga! ¡¡¡El vestido de Sakura posee un ligero pero no obstante bonito escote y no tiene mangas! ¡¡¡Por eso lleva esos preciosos guantes largos de color negro! ¡¡¡Y, finalmente, observad las preciosas medias negras hasta el muslo que lleva Sakura y que se sujetan con un liguero al minishort que viste bajo el vestido!
- Uy, qué vergüenza – murmuró Sakura. Dirigió su vista a Xiao Lang.
- mami... y yo que no quería venir – murmuraba, con espuma (bueno, más bien baba) en su boca.
- ¡Xiao Lang! –exclamó, corriendo hasta él. Tomó su cabeza con una mano y zarandeó su cuerpo con la otra - ¡Despierta, Xiao Lang!
- Sa... sakura... – murmuraba Xiao Lang – es... estás muy guapa...
- ¡Tranquila, Sakura! – exclamó Tomoyo, sonriendo de forma benévola - ¡Está bien, no le pasa nada!
- Ah... (suspiro)... Xiao Lang... – dijo la chica.
- ¡Bueno! Pasemos a la colección de trajes de...
- ¡Silencio! –exclamó Sakura, de pronto, con los ojos muy abiertos. Se levantó y comenzó a girar su cabeza para todos los lados – Siento... – dio un paso – una extraña presencia... ¿es una carta de Clow? – entrecerró los ojos y sacó de nosedónde un manojo de llaves. Levantó una, de color rosa y comenzó a decir, mientras los demás la observaban atónitos - ¡Oh llave que ocultas los poderes de las tinieblas, revélame la naturaleza de tu auténtico poder! ¡¡¡Rompe el sellooooo! – exclamó. Se oyó un golpe seco - ¡Ah, la tengo! – exclamó Sakura, con una carta en su poder.
- ¿De qué coño va esto? – inquirió Makoto, confundido.
- ¡La tengo, Tomoyo, la tengo! ¡La carta "Clavelator"!
- Me alegro mucho, Sakura – sonrió la morena – Verás, Makoto, un día...
Flash Back
- ¿Qué es esto? – inquirió Sakura, señalando una caja.
- Son cartas de olor, unas huelen a rosas, otras a flores de cerezo, otras a claveles... – sonrió Tomoyo.
- ¡Vaya! – exclamó Sakura, abriendo la caja.
- ¡No lo hagas! – pidió Tomoyo. TARDE: SAKURA YA LA HABÍA CAGADO. Las cartas echaron a volar por todo: unas por la casa, otras salieron por la ventana (¿cómo? ¡JA! Se han visto cosas peores) y se perdieron en el horizonte... Sakura dijo:
- ¡Ay, Tomoyo! ¡Lo siento mucho!
- Tú, la niña castaña – dijo una voz de hombre. Sakura miró para todos los lados. La voz procedía de un cachorro de perro.
- ¿Hablas? – inquirió Sakura.
- Hablo, fumo, bebo...– enumeró el perrito – Esas cartas han volado, tú tendrás que recuperarlas. Toma esta llave – le tendió la llave rosita – Cada vez que notes el olor potente de una flor, ahí estará una carta. Hay diecinueve. Tendrás que decir "Oh llave que ocultas los poderes de las tinieblas, revélame la naturaleza de tu verdadero poder. ¡Rompe el sello!"
- ¿Para que? – inquirieron ambas chicas.
- Queda guay – contestó el perro – Hala, comienza la caza de las cartas de olor de Tomoyo. ¡Que te vaya bien! ¡Adiós! – y el cachorro desapareció en un extraño vórtice interdimensional - ¡Ah! – añadió el perro – Y si no lo consigues antes de fin de año, el mundo se destruirá.
- ¿En serio? – inquirió Sakura - ¡No quiero que pase!
- Bueno... no pasará eso pero, chica, Tomoyo no podrá enviar sus cartas para felicitar el año nuevo ¿comprendes? Así que busca, Roxy, busca...
- Me llamo Sakura Kinomoto – repuso Sakura.
- ¡Ah! Claro, que Roxy era el nombre de mi novia... ¡que te cunda! ¡Abur! – el vórtice y la voz desaparecieron.
Fin del Flash Back
- Tomoyo... eso del perro no ocurrió – murmuró Sakura.
- JIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIJIIJIJIJIIIII – se rió Tomoyo, de forma maníaca – Vale, en realidad un día me dio por esconder todas mis cartas de olor en cajas y le di a Sakura una llave maestra para que las buscase. ¡Lo del conjuro fue porque quedaba muy kawaii!
- Ah... – dijo Makoto.
- ¡Tomoyo! ¡Ésta era la última ¿no! – inquirió Sakura, emocionada.
- Sí - sonrió la morena – Ya se me ocurrirá algún otro jueguecito para pasar el rato... jijijijijijijijijijijijijiii – volvió a reírse.
- Tío, qué gente más rara – murmuró Makoto, traumatizado - ¿No, Chiriko? ¿Chiriko? – repitió, al ver que el chico estaba ensimismado. El castaño de coleta cerró el libro, sonrió y dijo:
- Disculpa, estaba inmerso en el maravilloso mundo de la física cuántica. ¿Sabías que cuando un electrón pasa de un nivel de energía a otro, emite un fotón con una energía determinada?
-... no, ni ganas – suspiró Makoto. Se volvió hacia Sakura y Tomoyo, a las que se les habían unido Ai y Shiuchon y añadió - ¿Y lo de carta de "Clow"? ¿Por qué ese nombre?
- Suena muy bien – sonrió Sakura – Carta de Clow...
- Carta de Clow – repitió Tomoyo.
- Carta de – inició Sakura.
- Clow – completó Tomoyo.
- Car... – comenzó Sakura.
- ta... – prosiguió Tomoyo.
- de... – continuó la castaña.
- Clow... – finalizó Tomoyo.
- ¡Carta de Clow! – exclamaron a la vez. Eriol se acercó a Makoto y le dijo:
- Están un poco locas, lo comprendo, pero son buena gente ¿vale?
- Sí – asintió Makoto – Si eso no te lo niego, Hiiragizawa.
- ¡Ah! Y Clow es el nombre de mi padre – sonrió Eriol. Makoto le observó y asintió.
--- Casa de Taka. Allí se encuentran Sora, Tai, Matt, Taka, Tasuki, Chichiri, Nuriko en mode Kourin, y "El Hoto". Son las 20:00 P.M. Suena el timbre y Taka abre: son Rika y Ryo ---
- ¡Hola, Ryo! – saludó Taka, con una sonrisa. En el apartamento del joven de diecinueve años sonaba una música muy movida y se oía hablar a todos los que allí había de punta a punta – Ésta es tu novia ¿no? ¡Hola! Soy Taka Sukunami.
- ¿Qué soy su qué? – repitió Rika, indignada.
- ¡No, hombre, no! – exclamó Ryo, rojo – No somos novios... todavía.
- ¡Ah! Entonces es la chica con la que te liabas de vez en cuando ¿no?
- Ryoooo... – murmuró Rika, enfadada.
- "Ayayayay... voy a matar a Taka" Bueno, sí... pero ante todo es mi amiga – sonrió Ryo, estrechándola contra su cuerpo.
- ¡Suelta, cerdo traidor! – exclamó Rika, apartándose de Ryo.
- Bueno... OO os dejo para que... habléis – dijo Taka, que parecía haber tomado conciencia de cómo había metido la pata – Pasad cuando queráis al salón: todos los demás están allí – añadió con una sonrisa, desapareciendo por la puerta.
- Rika, ¡te lo puedo explicar! – exclamó Ryo, preocupado.
- ¡¡¡Qué me vas a explicar! ¡¡¡No te molestes: se ve de lejos todo lo que has estado chuleándote delante de tus amiguitos de la universidad! ¡¡¡Eres como todos, Ryo! – bramó Rika.
- Yo no he estado chuleándome, Rika.
- Nooooooo.
- ¡Ellos sólo me preguntaron que si tenía novia! – trató de excusarse Ryo - ¡Yo sólo contesté que no, pero que había una chica que me gustaba mucho, o sea, tú, y que de vez en cuando pasaba algo entre nosotros! ¡Sólo eso!
- ... pues no tendrías que haber dicho ni eso – espetó Rika – Con decir que no, pero que había alguien que te gustaba bastaba y sobraba ¿vale?
- ¡Vale! ¡Bien! ¡Si quieres salgo ahí y digo: ésta es la chica que me gusta pero jamás nos hemos liado así que os he estado mintiendo todo este tiempo! ¡Si quieres hago eso! – exclamó Ryo, apresurada y nerviosamente.
- Estás de coña ¿no?
- ¡No estoy de coña! – rebatió Ryo - ¡Si quieres, lo hago! ¡Siendo por ti, lo hago!
- Anda... – comenzó Rika, sonriendo para sí – no seas imbécil. Lo hecho, hecho está. Vamos al salón: estoy impaciente por conocer a todas las personas de las que me has hablado – comenzó a caminar tras haber dicho aquello. Ryo se había quedado congelado - ¡Venga! – exclamó Rika. Como vio que Ryo no se movía, le cogió de la manga de la camisa y tiró de él hasta que comenzó a caminar por su cuenta. Finalmente, entraron en el salón, donde el panorama era, cuando menos, caótico: Tasuki parecía medio borracho, Tai, borracho completo, Hotohori no cesaba de admirarse en un espejo murmurando todo su árbol genealógico, Kourin hacía malabares con sus prótesis, Taka bailaba de forma desenfrenada... Los únicos medianamente normales eran Sora, Matt y Chichiri, que observaban avergonzados a los otros.
- ¡Hola, chicos! – saludó Ryo, que se sintió en su salsa en cuanto vio a sus compañeros de la universidad.
- ¡¡¡RYOOOOOOOO ¬ ! – exclamó Tasuki, corriendo torpemente hasta él. Rika observó al pelirrojo con aprensión - ¡¿Qué tal estás, majo! ¡¿Quieres cerveza, vino, alcohol puro y duro? – ofreció. A continuación, sus ojos se posaron en Rika - ¡¡¡ANDA! ¡Así que ésta es la chica con la que cometes pederastia! ¡Oye (a Rika) pues eres muy guapa ¬ !
- ¬¬U... gracias... – se volvió hacia Ryo - ¿Quién es éste?
- Es...
- ¡Tasuki Wasuki! – exclamó, agarrando de la cintura a Rika - ¡Para servirte en lo que quieras, pechioza!
- ¡¡¡QUITA, CACHO CERDO! – exclamó Rika, tratando de quitarse de encima al pelirrojo.
- ¡Venga, vamos a bailar ¬ !- exclamó de nuevo Tasuki - ¡¡¡LARALALARALALARALARAAAAAAAA! – tarareaba, moviendo a Rika como le parecía.
- ¡¡¡RYOOOOO, QUÍTAME A ÉSTE!
- ¡¡¡AHORA VO...
POM
- ... Y
- Ya te lo he quitado de encima yo - sonrió Taka – Son 6 yenes.
- ¡Y una mierda! – exclamó Rika, volviendo junto a Ryo - ¡¿Es que aquí nadie es normal! –exclamó.
- Shh, venga, tranquilízate – dijo Ryo, acariciando el cabello de Rika.
- ¡Tú! ¡Ni siquiera me has ayudado con el pelirrojo ese loco!
- (Tasuki) ¡ ¬ Tai, bailemos!
- (Tai) ¡Chiiiii! – los dos se pusieron a bailar... o algo así.
- Es simpático, Rika – continuó Ryo, acariciando ahora la espalda de ella – Lo que pasa es que está un poco... ebrio.
- ¡Joder un poco! – exclamó Rika - ¡¿Y quién es el otro!
- Tai Yagami... ese es así de normal, aunque también está borracho... ¿vamos con esa chica pelirroja, el chico rubio y el que está sonriendo? Esos son normales.
- Vale – suspiró Rika. Se encaminaron hacia ellos y se sentaron.
- Hola ¿qué tal estáis? – saludó Ryo.
- Hola, Ryo – sonrió Sora. Matt y Chichiri también lo hicieron. Rika, por primera vez, pareció sentirse cómoda.
- Ésta es Rika Nonaka – dijo Ryo.
- Encantada – sonrió ella.
- Yo soy Sora Takenouchi – saludó Sora.
- Yo soy Matt Ishida.
- Y yo soy Chichiri Atsunako ¿sí? – saludó Chichiri.
- De acuerdo – asintió Rika – Por cierto ¿quién es el que está venga a mirarse en el espejo? ¿Otro borracho?
- ¡No, no, ¿sí! – exclamó Chichiri - ¡Sólo es Hotohori, un - bajó la voz – narcisista ¿sí!
- Oh, ya... – asintió Rika.
- Ante todo – comenzó Ryo – no le preguntes sobre sus orígenes y si te dice que si es guapo, tú dile que sí.
- ¿Por qué? – inquirió Rika, encogiéndose de hombros – No tengo por qué decirle que es guapo cuando no es mi tipo – prosiguió. Todos observaron horrorizados a Hotohori, que se había parado en seco en la tía segunda del primo tercero de su abuelo cuarto. El moreno se giró lentamente. Mientras que las miradas de los demás reflejaban el terror, la de Rika reflejaba el "¿ein?".
- Disculpadme, señorita – comenzó Hotohori - ¿acaso insinuáis que yo, Hotohori Mizuki, no soy el más guapo del mundo?
- Claro que no – contestó Rika. Los demás se cayeron para atrás. Hotohori se mordió el labio y añadió:
- ¿Acaso no veis mi hermosa cabellera azabache, mis diáfanos ojos castaños, mi tersa piel, mis facciones perfectas, mi cuerpo sin igual... mi belleza sin límites?
- Hombre, no digo que seas feo... pero no eres mi tipo y punto. Además, eres muy narcisista.
- ¡Argh! ¡Qué puñalada! - se quejó Hotohori, agarrándose el pecho - ¡Si yo soy inteligentísimo, bellísimo, el mejor...
- Hotohori, tranquilo ¿sí? – dijo Chichiri – Es sólo una persona, no te derrumbes ¿sí?
- ¡NO! – exclamó Hotohori. Con una sonrisa tomó las manos de Rika entre las suyas y dijo - ¡Yo tengo todas las cualidades buenas habidas y por haber... pero vos sois más sincera que yo! ¡Vuestra sinceridad no tiene límites! ¡No necesito a Miaka, cásate conmigo!
- No – respondió Rika, tranquilamente.
- ¡Ah! ¡Fascinante! ¡Sé mi amiga, entonces!
- Vale – contestó en aquella ocasión la pelirroja.
- Bien – sonrió Hotohori – Pero... ¡llegará el día en que seré más sincero! ¡El más sincero del mundo! ¡Y seré aún más perfectísimo, ilustrísimo, grandísimo! ¡Ese día – exclamó, mirando a Rika fijamente a los ojos – llegará, amiga mía! – soltó las manos de Rika y comenzó a reírse solo.
- Qué tío más raro – murmuró Rika. Se giró a los demás – Bueno, ya está, le he dicho que no es el más guapo y he sobrevivido: no era tan terrib...
- ¡¡¡QUÉ VALIENTE ES MI RIKAAAAAAAA! – exclamó Ryo, abrazándola fuertemente, llorando de felicidad.
- ¡¡¡QUE NO SOY TU RIKAAAAAAA! – se quejó ella, quitándoselo de encima.
- La verdad, es que hay que tener huevos para decirle a Hotohori que no es el más guapo – dijo una voz detrás de ellos.
- ¡Kourin! – sonrió Sora – Siéntate con nosotros – Nuriko sonrió y se sentó donde pudo.
- Es Kourin Takanami ¿sí? – explicó Chichiri – Aunque su nombre auténtico es Nuriko Takanami, un hombre: es un travestí ¿sí?
- Ah... – dijo Rika, cada vez más sorprendida.
- ¿Cómo te llamas? – sonrió Nuriko.
- Rika Nonaka – contestó ella – Encantada.
- ¡Yo también! – exclamó Nuriko – Qué bueno, otra chica más para el grupo... ¡Taka! – exclamó - ¿Y Miaka? ¿No iba a venir?
- No – contestó Taka, meneando la cabeza – Se ha zampado con unos amigos de su curso siete pizzas familiares y está un poco... con dolor de tripa.
- Bueno, pero si se las ha comido con sus amigos... – dijo Nuriko, sin comprender.
- Pero el problema es que sus amigos no han comido nada: sólo ella – corrigió Taka. Nuriko soltó una risotada y dijo:
- ¡Qué típico de ella!
- Por cierto, Rika – comenzó Ryo – Antes has dicho que Hotohori no era tu tipo... ¿cómo es entonces? – inquirió, con una sonrisa taimada y guiñando el ojo.
- ¿Y el tuyo? – preguntó Rika, con la misma sonrisa astuta.
- Mi tipo de chica – comenzó, rodeando a Rika con el brazo – es sexy, tiene la piel clara y suave, una bonita figura, los ojos de un violeta precioso... y el cabello pelirrojo con mechas rubias...
- Pues mi tipo de chico es – comenzó Rika, acercando su rostro al de Ryo – alto, de cuerpo atlético, ojos azules... y cabello rubio.
- ... ¿qué? – dijo Ryo. Rika, sonrió alzando las cejas y quitó el brazo de Ryo. Seguidamente añadió, observando a Matt.
- Como tú, por ejemplo.
- Gracias... supongo – contestó Matt, con una ligera sonrisa. Sora irradiaba chispas de furia de sus ojos.
- Eh... – comenzó Ryo, confuso – voy a coger un vaso de bebida... ¿quieres algo, Rika?
- No – contestó ella. Ryo asintió y se fue a coger la bebida.
- Rubio ¬ ¬ – dijo Rika a Matt – Tú no te creas lo que te he dicho ¿eh? Iba a coña – advirtió.
- Ah, bien, bien – asintió Matt. Sora suspiró, aliviada.
- Y tampoco se lo digas a Ryo – añadió Rika. Matt asintió.
- ¡Bueno! Ya estoy aquí de nuevo – dijo Ryo, con un vaso de peché con limón en la mano. Bebió un trago y le ofreció el vaso a Rika.
- ¿Quieres probarlo?
- No – contestó Rika, arrugando la nariz. Ryo, con nerviosismo, retiró el vaso y continuó bebiendo – No me gusta compartir la bebida con quien no es mi tipo – añadió.
- Comprendo – dijo Ryo, asintiendo.
--- 21: 00 P.M. Takuya y Davis van a casa del primero a cenar y dormir ---
- Vaya tardecita – dijo Davis – Esa chica se ha endiñado siete pizzas como si nada ¡y de las grandes!
- Sí, es increíble – corroboró Takuya – Me lo he pasado muy bien esta tarde, con tanta gente: tenemos que repetirlo.
- ¡Sí, sí! – exclamó Davis, sonriente - ¡Además, Miaka y Yui tienen amigos en la universidad, podrían presentárnoslos!
- ¡Buena! – sonrió Takuya - ¡Ah, tengo una idea! ¿Y si nos vamos de viaje a alguna ciudad cercana aprovechando el puente del día del niño?
- Hum... – comenzó Davis, no muy convencido – No sé... enseguida comienzan los primeros parciales y quiero aprobar una por lo menos.
- Vamos a ver, Davis – dijo Takuya, deteniéndose y sujetando a su amigo por los hombros - ¿Realmente crees que vas a estudiar algo ese puente?
- Pues no, la verdad – sonrió Davis. Takuya le devolvió la sonrisa y añadió:
- ¡Ni tú ni nadie! ¡Vámonos de juerga entonces!
- ¡Sí! – exclamó Davis. Comenzaron a saltar por todo. De pronto.
PLOF
Davis se había tropezado con algo.
- ¿Estás bien? – inquirió Takuya.
- Sí... tío, me he tropezado con algo... – se levantó y observó el suelo – Mmm... tiene forma de... ay... ¿cómo se llama esa cosa? Se usa... mmm... para es... estu... ¿cómo era? ¡Ah, sí! – exclamó, dando una palmada - Un libro.
- ¡Guau! – exclamó Takuya, cogiéndolo entre sus manos - ¡Piazo tocho! – añadió, viendo las dimensiones del objeto - ¡No sólo tiene la forma de un libro: es un libro!
- ¡Ostras! ¡También están fuera de clase! OO – exclamó Davis, alucinando (normal: en su vida ha leído nada).
- Creo que esto es lo que lo que los intelectuales llaman "novela". Se titula... – retiró el polvo que había en la tapa – "EL UNIVERSO DE LOS CUATRO DIOSES"... ¿lo abrimos, Davis?
- ¡Quita, quita! – exclamó el castaño - ¡A ver si nos van a entrar ganas de leerlo!
- Bueno, bueno... ¡ah! Tengo una idea: se lo daremos a Yui Hongô, le encanta leer.
- Bien – sonrió Davis – Se lo daremos.
--- 303 de la Tamachi T.M. Mansion: hogar de la familia Ichijouji. 23: 57 P.M.
¡¡¡RIIING, RIIIIIING!
Aquél era el móvil de Ken. Éste, que ya estaba medio dormido, se levantó y caminó arrastrando los pies hasta cogerlo. Descolgó:
- ¿Diga? – dijo, medio dormido.
- ¡¡¡KEN, TE NECESITO! – exclamó una voz al otro lado del aparato. De la voz que pegó, Ken terminó por despertarse.
- ¿Qué pasa, Ryo?
- Siento llamarte tan tarde, Ken, es que acabo de llegar.
- Y yo acababa de meterme a la cama... – suspiró Ken.
- ¡Ay! Perdóname... bueno, necesito tu ayuda.
- ¿Ahora?
- No, ahora no... pero quiero que me acompañes a un sitio el lunes o el martes.
- De acuerdo, pero ¿qué es lo que quieres?
- Sólo te preguntaré una cosa... ¿dónde venden tinte para el pelo?
FIN DEL CAPÍTULO
¿Qué os ha parecido esta vez? Espero que al menos no os hayáis dormido XD. La verdad es que este capi me costó más que el anterior porque entraban en escena nuevos personajes y acabé toda .
¡Muchas gracias por las reviews y por vuestro apoyo ! Espero que sigáis dejándome vuestra opinión ... También os lo agradezco a los que aunque no hayáis dejado review o lo hayáis leído, por supuesto.
Ahora, lo prometido: la explicación sobre Fushigi Yûgi!
Argumento (breve) de Fushigi Yûgi:
Miaka Yûki es una chica de 16 años que un buen día, junto a su amiga Yui Hongô descubre un libro titulado el universo de los cuatro dioses que las transporta a un extraño mundo ambientado en la China Antigua. A partir de ese momento, Miaka se convertirá en la sacerdotisa del dios Suzaku y deberá reunir a sus siete estrellas para poder convocarlo y hacer sus sueños realidad (además de salvar el mundo). Yui se convertirá en la sacerdotisa del dios rival, Seiryû, lo que convertirá a las dos amigas en rivales.
Personajes (1ª parte):
Miaka Yûki: tiene 16 años y es la sacerdotisa de Suzaku. Es castaña, de ojos marrones y suele peinarse con un moño a cada lado de la cabeza. Es glotona, extrovertida, simpática y algo irreflexiva y simple. Se enamora perdidamente de Tamahome, una estrella de Suzaku.
Taka Sukunami (atención, spoiler del manga): es la reencarnación de Tamahome en el mundo de Miaka. Su pelo es de color azul oscuro, así como sus ojos. Su cuerpo es alto y fuerte. Es bastante tacaño, pero tiene muy buen corazón y haría lo que fuera por Miaka.
Yui Hongô: es la amiga de Miaka. Se convierte en su rival al entrar en el libro. Su cabello es rubio y corto; y sus ojos son de color azul celeste. Es muy inteligente y madura (vamos, el contrapunto de Miaka XD):
Tasuki: es el mejor amigo de Taka aunque muchas veces acaben a castañazo limpio. Es un bombón pelirrojo de ojos marrones, carácter extrovertido y un poco inmaduro (pero sigue siendo muy kawaii!). ¡Ah! Y es una estrella de Suzaku.
Chichiri: es una de las estrellas del dios Suzaku. Su cabello es azul y sus ojos son rojos. Es un hombre muy maduro que tiene un trágico pasado a sus espaldas.
Hotohori: en Fushigi Yûgi, es el emperador de Hong-nan (el país al que son transportadas Miaka y Yui). Es alto, moreno de pelo largo, ojos marrones... la verdad es que tiene razón en considerarse taaaan guapo . Su carácter es bastante narcisista, pero sabe reflexionar y ponerse serio cuando la ocasión lo requiere. Antiguamente estuvo enamorado de Miaka.
Nakago: es el "jefe" de las estrellas de Seiryû. Su cabello es largo, rubio; sus ojos son de un bonito color azul. Es despiadado y cruel y ansia el poder.
Soi: es una estrella de Seiryû. Es una chica de carácter fuerte y valiente que no duda en ofrecer su cuerpo a Nakago para que recupere energías cuando es necesario (como lo leéis). Su pelo es de color vino y sus ojos son de un tono rojizo.
Bueno, de momento lo dejo aquí. En el próximo capítulo seguiré adelante con los demás personajes .
Mata ne!
