Capítulo XXX:
La Separación, tercera parte.
Siempre es difícil decir adiós.
Hipnos llegó donde nos encontrábamos, la verdad es que aun estaba anonadada ¿escuche bien? La música se había detenido hacía un buen rato.
Acacia me miraba con aprensión, Athenea por su parte solo me miraba con lástima, jamás me habría imagina que él diría algo así, sin embargo me quede prendada de él a pesar de todo. ¿Podía seguir actuando tan estúpidamente? A veces me quiero auto-castigar.
"Querido Hades, si necesitas que te presente bellas doncellas será un placer. Pero por favor no le gastes malas bromas a Deméter, sabes que no le gusta. Sigue dolida con lo que le hiciste." Seguían conversando más tranquilamente. Zeus gentilmente apoyaba uno de sus brazos sobre el hombro de Hades quien parecía no inmutarse a lo que había dicho.
"No es necesario, la verdad es que no estaba dentro de mis planes, sólo fue una casualidad." Y ahí estaba él, negándome. Hipnos se puso entre nosotros, él me miraba afligido sin comprender la situación y la verdad es que yo tampoco podía explicarla bien sin antes querer llorar o gritar, pero por primera vez mi orgullo me lo impidió, seguí con la cabeza en alto.
"Señor…" El dios del sueño interrumpió la conversación de los 2 grandes dioses.
"Hipnos, por favor. No me interrumpas, estoy ocupado. Dame unos minutos y luego haces lo tuyo." Decía aburrido. Hipnos solo asintió pero esta vez tenía una sonrisa algo torcida, como si tramara algo, aunque a estas alturas ya parecía que imaginaba cosas.
"Me encantaría rebajarte un poco el castigo pero no quiero parecer blando, ya sabes. Por los maravillosos favores que me hace la madre de una señorita presente." Decía con desatino el dios que era capaz de superar a la misma Afrodita con todas las amantes que tenia.
"Pero dime Zeus, ¿Qué ocurriría si por esas cosas deseara visitarte? ¿O también se me ha prohibido ver a mi hermano menor?" Zeus rio ante tal comentario.
"Claro que no está prohibido, hace tiempo que no nos juntábamos, pensaba que me evitabas, la próxima vez juntémonos también con Poseidón, hace rato que me anda cobrando sentimientos por no ir a su reino, pero aquí entre nosotros… ODIO el olor a pescado, sé que son hermosas las sirenas, pero ¡Por todas las diosas! Aun no tengo idea por donde se pueden reproducir, es como si Poseidón las hubiese creado anti… ZEUS, ese maldito de Poseidón se las ha arreglado para que me mantenga alejado de ellas…" Se aclaro la garganta y nos miro a todas las presentes. La diosa de la sabiduría lo retaba con su mirada.
"Y poniéndonos en el caso de que volviera al Olimpo, solo por mera casualidad. ¿Qué ocurriría?" Vi el brillo en sus ojos, la verdad es que no seguía ya la conversación de los dos dioses. Sin embargo intuía que algo se traian entre manos, Hipnos me alejo levemente de Acacia mientras me agarraba gentilmente por los hombros, la ninfa ni se dio cuenta de este pequeño interludio que hizo que me deshiciera de sus abrazos protectores.
"¡Pero hermano! Absolutamente nada, ya sabes tú castigo es cosa de palabra pero aquí entre tú y yo, en vista de que no pretendías nada serio con la pequeña, que por cierto no me imagine que te gustaran así… ¿No es, acaso, solo una cría?" Preguntaba con sus mejillas hinchadas de la vergüenza, a pesar de que él había andado con muchachas mucho más jóvenes que yo.
"Sí, lo es." Dijo él y Athenea al unisonó. Ambos se miraron con cierta complicidad.
"Señor…" volvió a interrumpir Hipnos.
"Sí, ya es hora. Mi querido hermano ha sido una velada excepcional, creo que te lo terminaré agradeciendo en un futuro no muy lejano."
"Hades ¿de qué hablas…? ¿Qué…?"Preguntaba el padre de los dioses, sin embargo no se había percatado que al igual que yo. Hipnos sonrió ampliamente y en cosa de segundos todos los dioses habían caído al piso a excepción de Hades, Hipnos y yo. ¿Qué había pasado? ¿estaban todos muertos? Me acerque a Acacia pero parecía estar dormida solamente. Miré por el rabillo del ojo y vi como Hipnos se regodeaba con la vista de todos los dioses en el suelo.
"Kore…" Dijo Hades, quien alargo su mano para alcanzarme.
No comprendí que había pasado ¿eso era lo que planeaban? Dejar a todos durmiendo ¿era eso?, ¿Y yo por qué seguía despierta? Solo sabía que nada bueno podían venir de sus palabras por lo que salí corriendo de la habitación. Él me llamaba pero la verdad es que había oído lo suficiente, desgraciadamente me tope con Minos y Radamanthys quienes frenaron mi huida pero no se interpusieron mayormente. Corrí hasta que no pude sentir mis propias piernas, me senté bajo un puente que atravesaba un pequeño arrollo hundí mi mirada entre mis brazos y me abrace en busca de confort. Pero a pesar de mis intentos, él había llegado a mi lado.
"Kore." Me volvió a llamar, no tenia ánimos de moverme, me quedé quieta.
"Kore." Insistió, tenia los pensamientos perdidos. ¿Todo había sido una mentira? Y yo había caído en su trampa inocentemente, pensé que había algo especial. A pesar de que Mint me lo había advertido, pequé de ingenua.
"Anda a buscar a otra. Que yo ya no volveré a caer en tu juego." Escupí finalmente con el poco orgullo que me quedaba.
"¿De qué estás hablando? Lo que le dije a Zeus no es verdad." Trate de quitarme el anillo para lanzárselo pero no quería salir de mi dedo, aplique más fuerza y nada.
"Pues a mí me pareció bastante convincente, además convenciste a todos con tus risas, después de todo, parecías satisfecho." Me lancé al arrollo y camine entre las aguas tratando de alejarme.
"Kore, sube."
"No soy nadie para ti, además no me vengas a dar órdenes. Así que si no tienes nada más que decir ándate y espero que cumplas con tu castigo, no te quiero ver jamás. ¡Me has humillado! Hasta Athenea sentía lástima por mí. Ahora, verte hace que mi estomago sienta asco." Me miró dolido más no dijo nada. Él salto sobre el pequeño puente y bajo, el agua salpico por todos sus ropajes, y el barro se metía entremedio de sus pies. Se acerco a mí, pero yo retrocedí hasta toparme con unos juncos, estaba atrapada. Él tomo mi mano y la acerco a su pecho.
"¿Sientes esto?" Me preguntó Hades, la verdad es que aun no podía articular palabra estaba demasiado aterrada ante las declaraciones de aquel dios, él me miraba de manera intensa, que buscaba una respuesta y pronto. Yo en mi memoria recorrí la habitación con la mirada fugazmente, Zeus estaba demasiado serio para su personalidad tan jovial, podía ver como se desdibujaba la alegría y como sus cejas se tomaban otro ángulo más severo y acorde a su expresión, los otros dioses mantenían una postura similar a la de Zeus, aun recordaba sus palabras: 'no pretendía nada serio', sino fuera porqué Hipnos hizo de las suyas quizás esas serian las últimas palabras de él que habrían quedado grabadas en mi memoria.
"No sé si pueda creerte." Le dije, estaba dolida. Estaba avergonzada de mi misma, sabía que estaba traicionando a mi madre, sabía que Athenea me lo había prohibido, sabia tantas cosas, sin embargo fue lo más lógico que se me ocurrió decirle después de todo, era probable que nunca más lo viera debido a las circunstancias en qué todo ocurrió, me sentí extremadamente culpable pero a la vez sentía que ya no tenía que seguir mintiendo después de todo al parecer el que me había mentido todo este tiempo había sido él.
"¿Puedes sentir realmente esto?" Preguntó firmemente mientras agarra mi mano llevándola hasta donde debería encontrarse su corazón.
"Sí…" Le respondí mientras atrapaba sus ropas en mi puño y mientras arrugaba la tela llevaba mi otra mano hacia su torso.
"No podría soportar perder todo lo que ha ocurrido en este tiempo que he compartido contigo." Confesó mientras las lágrimas comenzaban a aflorar por mis mejillas.
"¿Es que no comprendes? Para mí, tú has sido un sueño. Sabía que vendría el día donde las mentiras se romperían fácilmente, pero aún así, las cosas no cambiaran. Este será el secreto que siempre guardaré. Por favor, vete ahora que puedes." Le dije como despedida, después de todo a esto me había comprometido con Athenea. Sí, ese era el pacto, pero se me hizo tan difícil, pero al menos él lo comprendía. Que no lo hacía porque no lo quisiera, sino porque no podíamos estar juntos.
"Te estás comportando más responsable." Dijo un poco más calmado mientras alejaba mi mano y me acercaba hacía él. Un último abrazo.
"No quiero más problemas, seguro que todos se enteran de esto." Le comente esperando que comprendiera que finalmente quien lidiaría con eso sería él.
"Da igual." Contesto tajante.
"¿Por qué? ¿Por qué no te importa?" Pregunte sorprendida con su respuesta.
"¿Debería? Sólo me interesa que tú sepas la verdad."
"¿Ha sido obra de Hipnos, no? Ya lo tenían planeado…. ¿Por qué no me lo mencionaste?" Pregunte un poco dolida, si me lo hubiese dicho no me abría molestado con todo lo que habló con Zeus.
"No podía, no estaba seguro si pasaría algo así, pero debía ser precavido, además ¿crees que Zeus no se hubiese percatado de tus reacciones? Lamento haber dicho eso, pero la única manera de protegerte."
"Señor… debemos partir antes que despierten." Le informaba Hipnos a Hades. Se le veía agotado quizás por el hecho de tener que dormir a todos los que se encontraban presentes en las dionisias.
"Aún no." Tanto él como yo no nos queríamos separar, sabíamos que esta era nuestra despedida.
"Pero, mi señor…" insistió.
"Te he dado una orden." Sentenció finalmente, él sabía que tan mal estaba Hipnos, se reprochaba a sí mismo, lo podía ver.
"Cómo usted diga…"
"Volveré por ti." Me susurra.
"No, no lo hagas. Después de todo, no era nada serio ¿recuerdas?" Y mientras retiraba el anillo de mi dedo, el cual por cierto al fin comenzaba a ceder. Yo me disponía a devolvérselo, él me detiene y me mira con amargura.
"Quédatelo. Por cierto, de no haber sido algo serio, jamás te habría dicho que quería estar contigo toda la eternidad, y eso es algo que pretendo lograr."
"No digas cosas que … No me des esperanzas." Le rogué. Hades me toma en sus brazos, sentía como mis vestidos que goteaban lo empapaban, y sin embargo me sostuvo en sus brazos hasta que mis ojos estaban a su altura. ¡Por Zeus! ¿Por qué tenía que amar esos ojos? Me besó, yo trate de resistir, pero eventualmente cedí.
"No pensé que creerías lo que le dije a Zeus. Era la única manera de que no te encerraran a ti también."
Y mientras me besa por última vez, tome el peso de la realidad, él se iba a ir y yo me quedaría sola comprendí que debía resistir, y que si realmente creía en él volvería por mí, mientras tanto me había decidido en convertirme en una diosa digna del dios del inframundo, basta de llantos que si quería que dejaran que me trataran como una cría debía dejar de comportarme como una, esa fue mi última resolución mientras veía como todos los que habitan el inframundo se iban. Hipnos se veía exhausto, lo cual me preocupó un poco. Pero la verdad es que tenía otras cosas por las que ocuparme, como por volver rápidamente a mi habitación.
Al llegar a mi habitación me acuesto y me quedo dormida observando el anillo, y sin darme cuenta siento un gran alivio, ya no debía esconder nada, por primera vez sentí que no tenía nada más que perder, claro que quería volverlo a ver, no quería pasar toda la vida con mi madre, jamás llegaría a cumplir sus expectativas, mucho menos con Artemisa, no quería ver a Apolo porque verlo solo me traería los recuerdos de cuanto he tenido que ocultarle. Pero tal y como había decidido era hora de hacerme cargo de lo que yo quería para mí.
Notas de la autora:
Ya… si no estaba muerta ni andaba de parranda, estoy en las últimas, digo exámenes finales, trabajos, disertaciones, etc. Así que como verán ni he podido agarrar el pc para nada más que estudiar y sería, estoy hecha una ratón de biblioteca ¡Solo me faltan los anteojos!
Y ¿qué tal les ha parecido este capítulo? Creo que Kore finalmente ha madurado un poco. ¡Por todos los dioses amo a Hipnos… y a Thánatos …
Por cierto, un tema totalmente aparte a esto ¿han visto/leído bleach? Si es así… *-* yo voy por el IchigoxRukia. Nada sólo quería expresarlo. (Sí sé que es algo totalmente random…)
En fin, les dejo muchos besos y abrazos a todos los que me leen y me aguantan. Pero ahora que tengo vacaciones me pongo las pilas duracell (y andaré saltando como los conejitos!) que tengo demasiadas cosas pendientes; dibujos y capítulos sin terminar *cough*faltadetiempo*cough*.
Mil gracias a todos los que leen. ¿Ya saben que adoro sus reviews? Así que no sean malas/los y déjenme un review que son mi fuente de apoyo.
