Capítulo XXXVI

En el inframundo.

A veces no basta con tener la disposición.

"¿Ha.. Hades?" Pregunte mientras me acercaba y yo agarraba su rostro, debía ser verdad… Al menos parecía serlo, puesto que no recordaba que el jabalí me alcanzara. Él simplemente asiente. Mientras estira sus brazos hacia mí yo por supuesto le respondo el gesto y nos fundimos en un abrazo. Por todos los dioses del Olimpo ¡Cuánto lo he extrañado! Mi corazón palpitaba mil por hora, ya se me había olvidado lo cálido que se sentía estar con él, no tenía intenciones de liberarme de aquel roce tan cálido y que me hizo tanta falta durante los largos años de espera, pero como todo este llego a su fin, me libero para que me posara sobre un cojín verde de tréboles que se encontraba al lado de una roca, me deposita ahí mientras me observa críticamente. Seguía igual a como lo había visto hace unos años atrás, la inmortalidad podía ser un beneficio, sus ojos azul grisáceo que siempre me hipnotizaban estaban de vuelta frente a mí, y como de costumbre utilizaba su toga de un color purpura, que tan bien le quedaba. No me fije mas allá tenia la vista algo nublada, debía de ser el cansancio, me lleve una mano a mi cien para tratar de apaciguar el incesante golpeteo que sentía en mi cabeza, fue inútil.

"Para tu suerte te he encontrado antes que aquel jabalí." Dijo con esa voz profunda que hacía que mi corazón se acelerase. Mientras envolvía mi mano con la suya, yo seguía sin comprender muy bien, ¿había pasado todo esto? ¿Me había rescatado? ¿No me habré desmayado y haciendo de esto un mal juego de mi imaginación? Después de todo, había tenido con anterioridad sueños donde nos encontrábamos, quizás mis sueños no eran tan vividos, sin embargo me dejaban con el mismo gusto amargo, no quería, me negaba a admitir esto como un vulgar sueño. Me pellizque la mejilla y había dolido, ¿Entonces no es un sueño? Me alegre finalmente, porque al ahí estaba yo, frente a él tras 4 años sin verle.

¿Me habría extrañado? ¿Sería la misma persona de la cual me enamore? ¿Estaría él también feliz de verme tanto como yo lo estaba por verlo? Tenía tantas preguntas que no tendrían respuesta a menos de que se las hiciese saber, pero me sentía agotada de correr tras ese enorme jabalí, jamás en toda mi vida me había sentido tan cerca de algo parecido a la muerte, si es que en algún momento los dioses pueden sentir una sensación así, pero fue lo más cercano a lo que lo puedo relacionar.

Yo me encontraba en el suelo completamente sucia, tenía tierra y barro por todas partes, me quise levantar pero mis extremidades cansadas no obedecieron. Cuando vi que él se levantaba trate de seguirle pero no podía. Vi como su túnica blanca era mecido por la suave briza mientras que él se alejaban de mi, estire mi brazo y la agarre entre mis dedos y le digo en un susurro: "No sabes cuánto te he esperado…" Él me captura con sus largos y finos dedos antes de que dejase caer mi brazo, este escocía, no sabía que me había lastimado, más bien ahora que comienzo a observarme a mi veo que estoy hecha un desastre y lo peor de todo es que veía mi túnica blanca con manchas rojas por doquier. No me había dado cuenta de lo lastimada que estaba, debía de haber sido por la adrenalina que hizo que no sintiera las heridas hasta haber pasado el efecto de esta. Me espante y Hades lo noto.

"No es momento para hablar" Fue lo que dijo, sentí que mi confesión era pisoteada y lanzada muy lejos de ahí, quizás si habían cambiado las cosas, y yo como niña seguía con aquella ilusión. O quizás simplemente quería asegurarse de que no estuviese seriamente lastimada, aunque me inclinaba por la primera opción, desgraciadamente el tiempo había hecho que mis inseguridades incrementaran y no me podía ni quería arriesgarme a que mi pobre corazón fuera desgarrado finalmente. Me bastaba con haberlo perdido una vez, a causa de eventos ajenos a nosotros, pero me dolería mucho si fuera que él se hubiese olvidado por completo de mi, bueno. Por completo no, ya que si estaba ahí y me había ayudado significaba algo ¿cierto? Pero también pudo ser compasión. En fin, creo que me he golpeado fuerte la cabeza, debería simplemente descansar y esperar a hablar con mi Hades. Quizás no era el minuto para hablar las cosas.

Pero como bien saben, a veces soy un poco testaruda e de igual forma intente aclarar algo "¿Cómo…?" Iba a preguntar, pero me calló, me pidió que simplemente descansara, se aseguro de tomarme firme entre sus brazos y me llevo a su carruaje tirado por cuatro enormes caballos negros, al subirme ahí me pidió que simplemente tratara de dormir y que no hablara que para eso ya tendríamos tiempo de más, pero que en este momento era importante que descansara que nos esperaba un largo viaje, me pregunte internamente si me llevaría directo a mi casa, preocupada me quede dormida pero había hecho de manera obediente lo que se me dijo.

Al despertar me doy cuenta que me encuentro en una habitación totalmente desconocida para mi, una vela se encontraba encendida en el velador, me levante torpemente. Curiosamente me habían vendado, me ruborice al pensar que había sido examinada por un extraño en mis sueños, por supuesto el rubor aumento al imaginarme que el mismo Hades haya hecho aquel meticuloso trabajo, me sentía muy avergonzado pero por otro lado también lo agradecía. Aunque quizás no debía darme esperanzas, después de todo siempre se mostro muy cortes, seguramente fue obra de alguna laboriosa ninfa. –Sí, Kore, vuelve a tus cabales. Déjate de armas fantasías— Fue lo único que me dije. Trate de asegurarme de que no estaba en el Olimpo, no podía decir ciertamente si estaba aun en el Olimpo o si Hades me había traído al inframundo, la infraestructura de la habitación era como todas las del Olimpo, llenas de pilares, quizás la oscuridad que rondaba por la habitación me daba una leve pista de que me encontraba muy pero muy lejos de mi llamado hogar.

Intente dar una vuelta por la habitación, quise salir a observar por una enorme ventana que daba hacia una terraza, pero fue inútil no pude abrirla al parecer mis fuerzas aun no se recuperaban, me pregunte si acaso Artemisa o Ares sufrirían de lo mismo tras una batalla, aunque Artemisa parecía tener fuerza y vitalidad suficiente para ir días y días de lucha sin si quiera sudar una gota.

Observe nuevamente la habitación, vi una enorme puerta que se encontraba alejada cerca de unos pilares que resguardaban la privacidad de esta enorme pieza. Me pregunté si sería la habitación de Hades o si era simplemente una habitación para recibir visitas. Al no ver nada con que podría pasar el tiempo decidí volver a sumergirme en un letárgico sueño, pero en cuanto me subo a la cama, escucho un estruendoso grito.

Corrí hacia la puerta, ¿estaría Hades bien? ¿Qué fue ese enorme ruido? Sin pensarlo dos veces me acerco lo suficiente para comenzar a oír unas voces provenientes de afuera de la habitación.

"Con todo respeto, señor pero no podemos permitirnos el tenerla acá, hay que llevarla de inmediato al Olimpo, antes de que Zeus se entere. No es seguro ni para ella ni para el inframundo el que ella esté aquí, no pertenece a este lugar." Trataba de razonar con Hades. No quería irme, no después de haber llegado hace… ¿unas horas? ¿Cuánto habré dormido?

"Thánatos, comprendo tu preocupación. Pero agradecería que me dejaras manejar este asunto. Por lo demás Zeus no tendría porque enterarse" Solicito Hades sin entrar en la pelea.

" Pero… Señor…con todo respeto pero creo que está cometiendo un gran error ¿Tiene idea de los problemas que va a haber con solo hecho de haberla traído hasta acá?" Gritaba una voz, no podía decir de dónde provenía, pero me acerque lo suficiente a la puerta para oir con claridad lo que hablaban, sé que es feo oír tras las puertas, pero parecía que estuviesen hablando de mi, intente abrirla haciendo el menor ruido posible y por allí me senté en el suelo frio. Me sentí algo culpable, sabía que lo que estaba a punto de hacer no era correcto sin embargo, no creía que fuera pertinente ir a presentarme por lo que decidí que lo más sensato en ese momento era…espiar lo que decían.

"¿Qué es lo que escucho afuera? ¿Los espectros?" Preguntaba Hades. Podía verlo sentado a lo lejos.

"Desde su llegada han estado bastante inquietos." Respondió rápidamente Hipnos quien hacia un reverencia mientras entraba al gran salón donde se encontraban, sin embargo se quedo cerca de una de las puertas que daban a dicho lugar, yo podía verlos en una planta más baja, con un corredor grande en redondo dejando esa sala enorme sola con el trono de Hades.

"Señor, como su consejero al menos deberías escuchar, no creo es mi intención molestarlo, pero dejarla en el Olimpo, donde ella pertenece hubiese sido la mejor opción, pero no, la ha traído acá, al inframundo…"

"Basta, Thánatos, he sido lo bastante claro contigo, no tolerare mas insolencias de tu parte. He tomado una decisión y debes respetarla." Finalizo.

"¿Es que acaso sus encantos son mayores que los de la mismísima Afrodita?" Preguntaba este enfurecido, ¿hablaban de mí? No entendía bien sobre quien hablaban pero si sé que no hay muchos dioses que visiten el inframundo, lo sé debido a que durante los 4 años me dedique a investigar todo lo posible sobre el inframundo. Si mal no recuerdo hablaron de que el inframundo era conocido por un fruto tan nutritivo como el néctar y ambrosia. Al menos eso se rumoreaba, nadie lo había probado puesto que estaba prohibido. Pero señalaban que tenía características especiales.

"Señor… Creo que Thánatos tiene razón, no debiste haberla traído, Zeus…" trato de intervenir Hipnos, sus pasos se escuchaban lejanos, pero se venían acercando con celeridad. Al parecer todos estaban enterados.

"No quiero escuchar más, y Thánatos, espero que la próxima vez te dirijas a mí con el merecido respeto. Comprendo tu molestia, pero no tolerare faltas." Decía hastiado, a lo lejos podía ver como se posaba en su mano, lo hacía con tal elegancia, podría observarlo todo el día.

"Mis disculpas… pero sinceramente creo que ella atraerá el caos hasta el mismo inframundo sino es que el Olimpo completo termina involucrado… ¿de verdad no se podría conformar con los encantos de alguna ninfa?" insistía aquel dios del inframundo. ¡Por las faldas de Afrodita! Quería ir a discutir, ciertamente no me gustaba tal consejero, menudo descaro de venir a ofrecerle ninfas. ¡Qué furia! En estos momentos son en los que me arrepiento de no haberle prestado atención a Artemisa en sus clases belicosas. Y hablando de Artemisa… bendita la hora la que se me viene a la cabeza.

Ay, por todos los dioses del Olimpo ¡Artemisa y Acacia me han de estar buscando! Tengo que avisarles que me encuentro bien. Trate de moverme pero se me había dormido la pierna, me quede quieta con el hormigueo repiqueteando.

"Señor… el inframundo lo necesita, tenerla acá más tiempo solo traerá consigo la ira de aquella diosa y con ello..." Hubo una pausa como si temiera decirlo "Y lo peor de todo es que usted lo sabe. Simplemente es un capri.." Hipnos lo interrumpe."Contrólate de una buena vez. ¿Es que acaso no los escuchas?" Preguntaba, yo trate de ampliar mi sentido de la audición, sin embargo en aquella fortaleza no se escuchaba nada más que el eco de sus voces.

"… Hipnos creo que estas siendo irresponsable al no querer hacerlo entender, no podemos darnos la importancia para que el mismísimo Zeus venga y termine con todo de una buena vez." Dijo el dios de la muerte, quien por cierto estaba perdiendo los estribos. "A menos… claro de que tu ya la conocieses y estuvieses de acuerdo con esto. ¿No es así, Hermano?" Intuyó, ciertamente era un dios que no se le iba una, tenía un sentido muy afilado.

A lo lejos se escuchaba una risa que provenía desde la entrada, el eco de su risa llegaba con mas fuerza, hasta que finalmente se detuvo para hacer gala de la enorme puerta que comenzaba a abrirse a su paso. Era una hermosa mujer que llegaba con una túnica oscura, no podría decir si era de un color negro o un azul muy oscuro, pero si podía decir que ella con cada paso que daba sus joyas sonaban estridentes al igual que sus pasos.

"Creo que estas exagerando mi querido Thánatos, por lo demás ¿no hubieses ayudado a otro dios de haberse encontrado malherido? ¿no?..." Preguntaba una bella mujer, al no ver respuesta de Thánatos ella agrega. "No es que me importe, pero deberías oír a los espectros… ellos aclaman por una Reina, no sería justo ¿no crees? Después de esa llegada casi nupcial. Con un Hades, tan galante…" Decía con una voz melosa mientras alargaba las palabras y paseaba como una serpiente alrededor del trono de Hades llegando a sus brazos. "Hace que me sienta algo celosa, aunque más celosa se ha de sentir otra diosa, que ha de estar incendiando su maravilloso jardín de la rabia que ha de tener." Decía coquetamente mientras mordisqueaba una de sus uñas.

Hades, quitándose a la mujer de encima. Quien me tenía por cierto casi con lagrimas en los ojos de la furia de poder venir a tocarlo así con tanta libertad, sinceramente no lo había visto tan cercano a ninguna otra mujer aparte de Athenea… y no quiero recordar aquello.

"Eris, ¿a qué se debe tu visita?" Pregunta Hades entre suspiros.

"Es una lástima que no puedas oír con claridad lo que gritan afuera. Aclaman por una reina." Tarareaba la diosa que en mi vida había visto, mucho menos había oído hablar de ella. "Solo pasaba a visitar y miren con lo que me encuentro… Nuestro ¡oh, todo poderoso y magnánimo Hades! ha traído a una criatura que encanta a todo el Olimpo y os ha robado el corazón." Cantaba como si de una canción de cuna se tratara, sentía que se burlaba de Hades pero este parecía no percatarse o simplemente la ignoraba, no podía decir cuál de las dos era.

"No empiezes, Eris." Amenazó Hades. "Aunque he de reconocer que fue descuidado de mi parte traerla." ¿Es que acaso el comenzaba a ceder? Esperaba que bajo esa resolución no me enviara de inmediato al Olimpo.

"¿Descuidado? No, descuidado es encontrarte con ella por casualidad y ser visto por alguna que otra ninfa chismosa… Esto… fue pura estupidez." Suspiro para dar una pausa. "De no haber escuchado los gritos de Thánatos no lo habría creído, pero tal parece que también posees un punto débil al igual que el pobre de Aquiles. Pero jamás me hubiese imaginado que era una criatura tan dulce. ¿Es que pretendes marchitarla y quitarle la vida que tiene para que forme parte de esta cárcel? O es simplemente con la intención de fastidiar-a-tu-sabes-quien, para ti mi querido Thánatos el dios de los rayos, en caso de que no entendieras la indirecta." El dios de la muerte no respondió, solo miro a Hades en busca de respuesta.

"No veo cuál es tu punto, creía que lo único que te interesaba era crear discordia." Dijo un tanto avergonzado, mientras apoyaba su cabeza en su mano, dejándola descansar como si estuviese harto de oír tantas quejas.

"Oh, mi querido Hades, me conoces bien. Pero no creo que te lo merezcas, sin embargo no he venido a ayudarte. Ya me conoces, solo quería puntualizar lo obvio." Comenta mientras se sienta en uno de los brazos de la butaca que tenia incrustaciones de piedras preciosas. "¿Le harás una a su medida?" Pregunto finalmente.

"¿A qué te refieres?" Pregunto sorprendido.

"Tú sabes, no te hagas el inocente conmigo. ¡Por todos los mortales victima de Afrodita! Se me ha hecho tarde, ya está por comenzar una guerra y no me lo puedo perder. Ya sabes, vivo para ello." Dijo mientras saltaba rápidamente alejándose con el bamboleo de sus caderas. "Vendré cuando me necesites, al paso que vas, mi próxima visita será inminente. ¿Entiendes lo que digo, no? Y por más que me gustaría ayudar mi naturaleza es lo primero. Pero mis apuestas van contigo ¿eh?" Se despide mientras le lanza un beso con un suave gesto de su mano.

Hubo un silencio incomodo, yo quería ir a recostarme había entendido poco y nada de la conversación, lo único que pude dilucidar fue aquella alegoría en cuanto a mi madre quemando a su jardín de rabia… Espero que no estén muy preocupados…

"Es suficiente. Hipnos llévatelo, deberían estar haciendo rondas."

"Señor… ¿es que acaso pretende…?" Pregunto Hipnos mientras se acercaba a Thánatos, no podía distinguirlo bien pero su cabello grisáceo brillaba, no distinguía bien su cara, de hecho parecía que esta estaba cubierta con algo, un parche en su ojo derecho o bien una máscara, no podría decirlo.

"Antes de ir a hacer las rondas, me preguntaste si sabia como le llaman. Sí lo sé, tal y como dijo Eris. Ellos aclaman por Perséfone, la nueva diosa del inframundo."

Terminando de oír eso me voy a mi cama, me preguntaba inocentemente a que diosa se referían ¿será posible que Hades trajera a otra diosa mientras yo dormía en su regazo? Finalmente decidí que hacerme estas preguntas no me llevarían a ningún lado por lo que volví a la cama y apenas cuando había completado de acomodarme entre las sabanas ingresa a la habitación con un ruido sordo de las puertas tras él. Hades me miro, venia con su toga violeta atada, la habitación estaba oscura, con el abrir de las puertas una corriente entro apagando la vela que era la única que me proveía de luz. Él a paso acelerado llega a mí, al cruzar nuestras miradas y sonríe satisfecho.

"¿Llevas mucho tiempo levantada? ¿Te sientes mejor?" Preguntaba mientras se acercaba y llevaba sus manos a inspeccionar mi rostro. Solo atine a asentir, la verdad es que estaba lo suficientemente avergonzada para decir algo. A pesar de todo sentía que con el rubor de las mejillas podría encender la habitación sin necesidad de un candil.

"Pareces estar mejor." Termina afirmando mientras suelta un suspiro, al parecer estaba aliviado de que no fuera nada grave. No es que podamos morir, ya saben, somos inmortales sin embargo podemos ser dañados y debilitados a tal punto de incluso ser como un mísero mortal. O al menos eso dicen, nada ciertamente que pueda ser comprobado por cierto.

Él agarro fuerte mi mentón haciendo que lo mirara, pero luego me libera rápidamente como si se arrepintiera de haberlo hecho. "No quisiera molestar más de lo que ya lo he hecho…" Dije apenada tratando de no ofenderlo, después de todo es lo menos que podría hacer, al ver todas sus atenciones iban hacia mi persona. Me sentía extasiada, estar ahí, en aquella habitación con él, a sabiendas de que no estaríamos con el tiempo contado, quería saltar de alegría.

"Por cierto, es un mal habito el escuchar tras las puertas" comento, intente refutarle de que no había sido mi intención pero antes de que alcanzara a responderle dice: "Debes preocuparte de mejorar tus heridas, no son serias pero desgraciadamente no poseo conmigo Ambrosia ni néctar para apresurar tu recuperación." Se disculpó.

Quería brincar a sus brazos pero sentía que había puesto una barrera entre nosotros… Él siguió inspeccionando las demás heridas que habían sido tratadas.

"¿Hades…? Necesito preguntarte algo…" Trate de gesticular, cosa que era muy difícil teniendo las manos de Hades sobre mí tratando de quitar las vendas que cubrían gran parte de mi cuerpo. Me sentí avergonzada al pensar que él fue quien me las puso.

"Adelante." Respondió sin apartar su mirada de su tarea.

"¿Tú… me… has olvidado?" Pregunte dubitativa, solo escuche una carcajada de su parte, hacia mucho que no lo oía, se sentía bien incluso si hubiese pasado de mi.

"¿A qué se debe esa pregunta? No creo que mi memoria vaya tan mal." Respondió evitando llegar al punto que yo iba.

"No era la respuesta que esperaba." Me defendí seria, no hallando graciosa su respuesta.

"No. Puedo decir claramente que algo ha cambiado en ti." Hubo una pausa. "Creo que es todo." Respondió mientras terminaba de envolver mi brazo. Aparto sus manos y finalmente se puso de pie, era tan alto… yo había crecido al menos unos centímetros hasta la fecha sin embargo no parecía llegar a alcanzarlo jamás.

"¿No vas a responder?" Insistí.

"¿Mi respuesta no ha sido satisfactoria?" Pregunto. Se acercaba a la cama y se sentó a mi lado como dando a entender que iba a arropar a una niña pequeña, me enfureció. Quiso tomar mi mano pero lo aparte, no quería que me calmaran como si de una niña se tratara. Quería a mi Hades, del cual me enamoré, ¿Por qué estaba comportándose tan difícil? ¿Para qué me salvo si se iba a portar distante? ¿Por qué me abrazo con tanta fuerza como yo lo hice cuando me vio? ¿Por qué, por qué, por qué?

"No, no lo ha sido, ¿es que esta situación es graciosa para ti? ¡Pues para mí no lo es!" Chille con rabia. Me sentí como la cría mimada que había estado evitando ser.

"No lo es, pero sabemos a lo que nos llevara. Debo regresarte donde perteneces. Tú no perteneces acá, deberías saberlo." Confesó.

"¿De verdad… prefieres hacer como si yo no estuviera acá?¿En qué quedo tu promesa? ¿Eran mentiras acaso? ¿O es que temes a que tu propio consejero? Si tanto mal causo, no deberías de haberme traído acá desde un primer momento." Pregunte al aire más que a Hades. Pues no esperaba respuesta de él, ya había sido lo suficientemente claro.

"Sí, prefiero eso. No tienes idea de lo egoísta que deseo ser en este momento, pero no debo." Su rostro mostro finalmente lo difícil y lo doloroso que es, lo abrace con fuerza.

Sonreí, tenía razón. "¿No te vas a arrepentir? Aunque sea solo por hoy, ¿podríamos olvidarnos del Olimpo, de Zeus, de mi madre… de que eres el amo y señor del inframundo y de que yo soy una cría?" En efecto… aspiraba a decirle cuanto lo quería, que mi corazón da vuelcos cada vez que lo veo… si tan solo pudiera decírtelo… Pero solo sé que eso empeoraría las cosas, yo debería haberme quedado con sus constantes rechazos.

"Kore… no entiendes" dijo mientras soltaba otro pesado lamento. Tomo mis manos "Si creyera que es lo mejor para ti, te dejaría raptada acá en el inframundo para no dejarte ir nunca más, pero eso no va a suceder. No es algo que pueda suceder." Finalmente me llamó por mi nombre, amaba como lo decía, quería derretirme, solo él podía hacer esto de mí, solo él podía causar estragos en mi. Y yo estaba dispuesta a dejarlo todo por él.

Sus cabellos caían sobre sus hombros, su semblante ensombrecido me daba pistas de que estaba analizando la situación, yo tentadoramente vengo y poso mi mano en su rostro, levanta su cara y lo beso. Fue corto, pero lo suficiente para quedar con el sabor a sus labios.

"A veces me pregunto si realmente no pueden jugar con los hilos del destino." Afirma mientras me sonríe.

"¿Eso qué significa? ¿Es que acaso me vas a raptar? Pensé que me irías a dejar a mi dulce hogar, para no volver a vernos jamás." Trate de puntualizar lo discutido con anterioridad, vi en sus ojos cierta ira hacia mis palabras pero luego tras un bufido su semblante cambio a uno más suave. Esperaba oír que lo que había dicho no eran más que falacias, mentiras y que de verdad el me quería aquí con él. Solo necesitaba oírlo y yo lo haría.

"Pensé que ya lo había hecho." Mientras se acerca a mí y me toma por la cintura y me atrae a su cuerpo para volver a besarme, lo hace suave y tiene sumo cuidado de no tocarme para evitar abrir las heridas, me toma por el cuello y mientras sigue la curva de la mandíbula besa mi cuello, ante eso solté un leve gemido. Avergonzada cubro mi rostro, pero Hades agarra mis manos y las aparta por sobre mi cabeza para volver a besarme esta vez fue un poco más brusco, sin querer muerdo su labio, la verdad es que ya poco me importaba mis heridas, me levanto hasta pegar bien mi cuerpo contra él, arrojo su toga por sobre la cama. Sus manos recorren mis hombros, mientras las mías pasan por su torso.

Me beso durante tanto tiempo que casi había quedado sin aliento, él estaba ahí recostado a mi lado abrazándome y acariciando mi cabello.

"¿Por qué tienes que hacer las cosas tan complicadas?" Pregunto, no sabía si me preguntaba a mí o más bien a él mismo.

"Discúlpame" Le dije, el simplemente rió. "Solo necesitaba verte, desgraciadamente no me había dado cuenta de que no me podía conformar con el solo vuelto a ver y luego irme." Le dije.

"Entiendo lo que dices, supongo que es lo que ha ocurrido conmigo, sabía que no era una buena idea el traerte al inframundo. Pero más difícil se me hacia el saber que no te volvería a ver si te dejaba en casa de tu madre." Confesaba mientras me rodeaba con sus brazos haciendo que me acerca a él, deje descansar mi cabeza sobre su pecho.

"Esto quiere decir que… ¿Me has extrañado?" Pregunte aun con las mejillas sonrojadas. Él se voltea y me mira.

"Lo suficiente para crear el caos en el Olimpo." En ese momento no comprendí el poder que tenían sus palabras en ese momento. No era algo que sospechara.

Notas de la autora:

Como verán, este capítulo es algo más largo de lo normal, y es debido a que… bueno comienzo de nuevo con la etapa de exámenes y pruebas, así que es probable que no me vean por una o dos semanas, intentare actualizar pero no les prometo nada ya que en verdad debo enfocarme a los estudios. Así que están avisadas y avisados ¡No es que vaya a desaparecer ni nada! No se alarmen, es una cosa temporal, espero que me puedan disculpar ¿ne?

Agradecimientos como de costumbre a todos los que me leen y por supuesto déjenme reviews ya saben que soy adicta a ellos *-*.

Muchos saludos y bendiciones a quienes suelen dejarme reviews (a quienes me leen también, claro está):Darkalma, Lily Yavetil, Rukia1, kimy, princesa tsunade, Yupi Yahoo Feliz Happy (Lallen y Nina) , Chibi Hades, angel de acuario, Yad-Sol, SAINT LOVE MOON, LuCiFeR's AnGeL-ScArLeT Mcr77, Sairen Tensa, Juliet-whitlock, blerak-princess, Ktaina109, Dlkg, Silentforce666, Niernath, Ktaina109, nadia, yad-sol, Jibriru, Otanimanga, Aki no hikari, La critica de Vickie, yesimar, Gregoriana, Mouxe ,K.I.M.T.E.C.K A.I, lila, Amary22 y miri.

Así que nos vemos en una o dos semanas más, deséenme suerte con las pruebas que nunca esta demás C:

Besos a todos y a todas.