Capitulo 11: El Ángel de la Muerte.
Perdido y roto
Sin esperanza y solo
Sonriendo por fuera
Herido por dentro
Danny comenzó a despertar de nuevo, pero no veía nada, todo era oscuridad total…
Mis ojos están cansados
Mi alma esta sangrando
Yo trato que todo parezca estar bien
Pero mi fe esta perdida
Se puso de pie y abriendo los ojos a más no poder seguía igual de oscuro.
-Hola… ¿Hay alguien aquí?
Silencio.
Yo solo quería ser normal,
Yo solo quería ser feliz,
Yo solo quería la vida que había soñado
"¿Dónde estoy?" pensó.
Su mano derecha resplandeció al momento que hizo una bola de energía ectoplasmatica, pero a pesar de la luz que emitía no se lograba ver nada a lo lejos, ni si quiera algo cerca, estaba en medio de la nada.
Y ahora mi mente es un libro abierto
Y ahora mi corazón es una herida abierta
Y ahora mi vida es un alma abierta para que todas la vean
-¡Hola!-esta vez gritó más fuerte, pero al igual que al principio nadie le dio respuesta, estaba solo.
"Que tonto soy, estoy solo, nadie me va responder…"
-¿Quien dijo que estabas solo?
Una voz cerca de su oído, casi en su mente, le interrumpió de repente, haciendo que Danny se sobresaltara. Giro de inmediato, pero no había nadie detrás de él.
-¿Quién eres?
-Adivina…
La voz parecía venir de su propia mente, la escuchaba tan cerca de su oído que pensó que comenzaba a volverse loco.
-No estas loco
-¿Dónde estas?
Danny giraba en todas direcciones y avanzaba a lo largo y ancho del lugar, pero seguía pareciendo estar solo…
-Hola Daniel
De repente, apareció un niño frente a Danny. Este flotaba a su altura y parecía no tener más de diez años, tenía el cabello blanco y los ojos rojos, llevaba puesto una especie de capa negra y cargaba un bastón negro con una punta roja al inicio. Danny pensó en atacarlo, pero había algo en ese niño que se lo impedía, a pesar de haber aparecido tan de repente, tenía una mirada tranquila, sin intensiones de hacerle daño.
-No te hare daño-dijo como si le leyera la mente.
-¿Quién eres?
-¿Aun no lo sabes?-al ver la cara de duda de Danny el niño solo suspiro-Soy Mortis, el Ángel de la Muerte.
-¿Qué?
-Ya se que estas pensado, que como alguien como el Ángel de la Muerte puede ser como yo. Bueno, te tengo noticias, las apariencias engañan.
Danny estaba sorprendido, él siempre había imaginado a la muerte como una calavera con una capa negra y que daría terror, pero ahora estaba frente a un niño de aproximadamente 10 años que decía ser el Ángel de la Muerte.
-Lo dudas ¿Cierto?-Mortis sonrió-No importa, no estoy aquí para convencerte de eso, supongo que ya sabes a que vengo ¿O me equivoco?
Danny salió de su asombro y luego miro su mano derecha, el anillo seguía ahí.
-Bien. Entonces, vámonos
-Espera, yo… Yo…
-¿Te estas arrepintiendo?
-¡No! Es solo que… Tengo que hacer unas cosas antes de ir contigo…
Mortis solo lo miró con cierta duda, parecía que esta vez no había leído su mente.
-Tengo que asegurarme que mi familia este bien-dijo Danny al fin.
-Ellos estarán bien
-No, pero… -Danny dudo-Esta vez quiero asegurarme que él se vaya… Para siempre
-Entiendo… -Luego con su bastón abrió una especia de portal que los llevo a la tierra de nuevo-Escúchame bien Daniel, no lo repetiré-Luego en su mano izquierda apareció un reloj de arena-Tendrás una hora antes de que esto acabe. Serás una fantasma mientras luchas con tu yo futuro, pero conservaras una pizca de humanidad, pues eso te hará distinguir entre el bien y el mal, pero después de que pase la hora y si tu no has entrado de nuevo al mundo de las sombras por el portal, ni tu mayor sacrificio será suficiente para salvar a la gente que amas…
-¿A que te refieres con lo que si no entró en una hora?
-Los fantasmas no son amigables ni buenos, tu mismo lo sabes, y si tu tiempo pasa y no estas al mundo al que ahora perteneces, serás un fantasma por siempre, y todo por lo que luchaste se vendrá abajo…
Danny lo medito un momento. Significaba que tendría que actuar rápido, de lo contrario su futuro terminaría alcanzándolo y todo sería en vano.
-¿Y bien? ¿Correrás el riesgo?-dijo Mortis extendiendo su mano como quien cierra un trato.
-Si, lo hare, pero primero ¡Transformación!
Un aro de luz paso por todo su cuerpo dejando ver su lado fantasma. Luego de eso miro a Mortis y tomo su mano. Tuvo un sentimiento extraño.
Era como perder todo el aliento pero sin sofocarse, como si el corazón dejare de latir, pero sin morir, fue lo más extraño que había sentido. Y tan pronto empezó, termino.
Danny exhalo tratando de tomar una bocana grande de aire, pero fue diferente, sus pulmones estaban vacios, sus venas secas y su corazón marchito.
-¿Qué… Que es esto? ¿Qué paso?-cuestiono mirando sus manos, seguía en modo fantasma, o al menos eso pensó.
Mortis apareció un pequeño espejo y se lo dio a Danny. Tenía su cabello negro y sus ojos azules, su rostro lucia pálido, casi blanco, pero seguía con su traje de fantasma.
-Estas muerto-le dijo Mortis-No tan literalmente por que aun hay un fino hilo de vida en ti, por eso tus ojos y tu cabello son los de tu forma humana-Luego desapareció el espejo-Tengo que irme, pero recuerda lo que dije, tienes solo una hora, aunque no importa cual camino tomes, al final el destino será siempre el mismo…
-¿Qué signi-?
Pero Danny no pudo terminar la pregunta, pues Mortis desapareció dejando a Danny más confundido que al principio.
