DISCLAIMER: Nada de esto me pertenece. Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a Jgaff. Yo solo me adjudico la traducción.
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Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite .fanfiction)
Capítulo 35
Seis meses después…
Bella dejó el cuchillo a un lado y puso los tomates cortados en un contenedor. Lo tapó y lo puso en la alacena. Afortunadamente, después de volver de sus vacaciones en Europa, Bella había hablado con Joe, pretendiendo renunciar a ser su mesera. Aunque el dinero en su bolsillo era increíble, su tiempo con Micah era limitado. Ningún trabajo valía el perderse ver a su hijo crecer y había que aceptarlo… no podía soportar la idea de Edward yéndose solo a la cama.
Se había sorprendido cuando le había dado a Joe Bastianich su carta de renuncia y luego que él le ofreciera un empleo como chef en entrenamiento.
¿Qué significaba eso?
Bueno, significaba llegar, cocinar y cortar diferentes ingredientes para el servicio del día. Significaba estar en casa con su hijo cuando él llegara de la escuela. Significaba ayudarlo con la tarea cuando necesitara ayuda. Significaba despertar y cocinarle el desayuno. También significaba pasar las noches en los brazos de su sexy padre, derritiéndose en las sábanas y disfrutando la satisfacción de sus horas sexys. Significaba pasar el tiempo construyendo un futuro con su familia.
Estos pensamientos pusieron una sonrisa en su rostro, la cual no parecía ser capaz de borrar. Algunas veces se sentía como una idiota caminando con esta ridícula sonrisa. Limpiándose las manos en la toalla de cocina, se estiró para desatarse el mandil. Una mirada a su reloj le dijo que tenía exactamente cuarenta y cinco minutos para recoger a Micah de la escuela e ir a casa.
Por ahora, Edward estaba de viaje en un meet and greet, lo que reducía un poco la felicidad de Bella, pero se rehusaba a pensar demasiado en su ausencia. Pronto él regresaría a casa y retomarían las cosas justo donde las dejaron.
Acomodándose un mechón de cabello detrás de su oreja, Bella colgó el mandil en un gancho y se giró para encontrarse a Joe e Irene a unos metros de ella con unas sonrisas sospechosas en el rostro. Era algo extraño ver a Joe Bastianich de buen humor y más sonriendo de oreja a oreja. Irene lucía como si estuviera a punto de explotar.
El ceño de Bella se frunció mientras estudiaba a la pareja.
—Umm. ¿Me perdí de algo?
—Nos pidieron que te entregáramos unos regalos —dijo Joe mientras se giraba hacia la encimera y tomaba un paquete. Al mismo tiempo, Irene fue hacia la esquina para sacar lo que parecía ser un lujoso vestido—. Y decirte que te cambiaras al fondo. Irene te ayudará.
—¿Huh? —Bella estaba completamente perdida mientras los miraba—. ¿Qué está pasando? ¿Por qué me pondría un vestido para recoger a Micah de la escuela?
Irene lucía bastante emocionada pero se mordió el labio para contenerse. Dejando salir un respiro, alzó la barbilla de forma obstinada.
—Bella, haces muchas preguntas. Vamos, hay que prepararte.
—¿Prepararme para qué? —Bella no tuvo tiempo de pensar en las preguntas que querían salir de su boca porque Irene tomó el paquete de las manos de Joe y cruzó la cocina. Estaba más que confusa cuando su mejor amiga se giró hacia la sala de atrás. La risa de Joe las siguió por la cocina y Bella miró por encima de su hombro para ver un sonrojo en sus mejillas—. Irene, ¿qué está pasando? ¿Por qué yo…?
—Sin preguntas, Bells —dijo Irene mientras cerraba y le ponía seguro a la puerta de la habitación de descanso—. Quítate la ropa y ponte el vestido.
Perpleja, Bella miró el vestido dorado brillando bajo las luces fluorescentes. Era probablemente el vestido más hermoso que alguna vez hubiera visto. Su dedo pasó por el sedoso tirante, mirando el corsé mientras Irene desenvolvía el paquete que Joe tenía para revelar un par de zapatos a juego. Una pequeña caja de terciopelo estaba dentro, llamando la atención de Bella.
—¿Qué es eso?
Irene sacó la caja del paquete, y con una sonrisa malvada, le dijo:
—Lo descubrirás cuando te pongas el vestido, Bella.
Bella siguió las instrucciones de Irene algo atontada hasta que estuvo en el centro de la habitación, luciendo como si fuera directo a una alfombra roja. ¿Edward había ganado un premio que no le había mencionado? Qué emocionante sería ir a un evento con las estrellas, pensó maravillada mientras acariciaba el material sobre su piel.
—¿Esto tiene que ver con Edward? ¿Algo pasó que yo no sé? ¿Irene? ¿Por qué no me dices qué está pasando? Se supone que eres mi mejor amiga.
Los ojos de Irene se humedecieron mientras estudiaba a Bella, y con un ligero temblor en los labios, susurró:
—Oh, lo soy, cariño. Luces muy hermosa. Quítate esa liga del cabello y sacúdelo.
Bella hizo lo que Irene sugirió, quedándose ahí como una princesa mientras su mejor amiga le arreglaba el cabello. Su ceño se frunció cuando Irene tomó el labial de su bolso y lo pasó por sus labios. Con instrucciones de Irene, movió los labios para aplicarlo bien mientras la mujer procedía a arreglar sus cejas. Finalmente, Bella salió del estupor que la consumía.
—Irene, ¿qué demonios es todo esto? ¿De verdad? Debería estar preparada para lo que sea que esto es.
—Bella, ¿confías en mí?
Pensó la pregunta. Irene era, sin dudarlo, su mejor amiga. Desde que llegó a Nueva York, Irene había estado ahí para aconsejarla y ayudarla a estabilizarse en una carrera que la mayoría de la gente soñaría en tener y nunca le pedía nada a cambio. ¿Confiaba en Irene? Sí, sin dudarlo.
—Sí, pero…
—Sin preguntas, Bella. —Irene tragó con fuerza, su garganta cerrándose mientras las lágrimas nublaban sus ojos. Limpiándoselas por su mejor amiga, alzó la cajita de terciopelo hacia ella—. ¿Lista para esto?
¿Cómo podría no estar lista para un paquete así? Emocionada, intentó leer lo que decía arriba, pero Irene no le dio mucha oportunidad de hacerlo cuando abrió el regalo para que Bella lo viera.
—Oh por Dios. Esto tiene que ser cosa de Edward. Oh por… ¿qué? ¿Qué está sucediendo?
Las mejillas de Bella se enrojecieron y su piel se encendió casi hasta llegar al punto donde necesitara abanicarse con la mano para aliviar el calor. Asombrada, miró el brazalete de Pandora más hermoso que alguna vez hubiera visto. Había notas musicales, diamantes, dijes con las letras B, E y M, lo que Bella asumía era por Edward, Bella y Micah. Su corazón se aceleró, y las lágrimas nublaron sus ojos.
Algo enorme estaba pasando y Bella odiaba especular, pero la intuición le dijo que no estaba equivocada. Su garganta se cerró y una lágrima cayó de su ojo, la cual limpió con rapidez. De repente, estaba eufórica y petrificada al mismo tiempo, y no estaba segura de cuál emoción ganaría. Parpadeó para alejar la humedad, una sonrisa formándose en sus labios, incluso aunque sintiera ganas de llorar de repente. Tragándose la emoción, miró a Irene mientras se aclaraba la garganta.
—¿Me ayudas a ponérmelo?
—Absolutamente —confirmó Irene, sacando la delicada pieza de la caja y acomodándola en la muñeca de Bella, ajustando el broche del brazalete—. Luces hermosa, ¿quieres ver?
Una ola de emoción envolvió con fuerza a Bella, dejándola sin habla. Entonces, asintió y, exhalando, susurró:
—Sí.
Irene guio a Bella de la sala de descanso hasta los espejos del bar.
—Estás deslumbrante y Edward es un hombre afortunado.
Bella deseó relajarse mientras estudiaba su reflejo. Su pecho subía y bajaba rápidamente contra el material de seda y echó su cabello por encima de su hombro. Mordiéndose el labio, nerviosamente se movió mientras miraba a unos sonrientes Joe e Irene. Confirmando que estaba tan radiante como Irene había dicho, se giró para mirar a dos personas importantes de su vida.
—Supongo que estoy lista. Desearía saber para qué, pero gracias a los dos por ayudarme con lo que sea que esto es.
—Estás hermosa —señaló Joe, dando un paso hacia delante y tomando sus manos en las suyas. Se inclinó y dejó un beso en su majilla—. Deslumbrante.
Irene llegó al lado de Joe, diciendo:
—Vamos, chica. Alguien te está esperando.
Bella sentía como si estuviera en una fantasía mientras Irene la llevaba hacia las escaleras, en donde Anthony y Gene la esperaban. Con los guardaespaldas siempre a su lado, dejaron Del Posto, saliendo para encontrar una limusina ocupando casi media calle. Su mirada pasó por la brillante pintura blanca mientras otra ola de emoción se apoderaba de su estómago.
Sí, algo grande, monumental estaba sucediendo.
Se movió mientras se acomodaba contra los asientos de terciopelo y casi se aferró a los brazos de Irene mientras Anthony y Gene entraban al auto. Mientras el asombro se mezclaba con la felicidad, su mirada pasó por los contenidos de la limusina. Una botella de champaña estaba en una cubeta con hielo de un lado, con las copas del otro lado. Asientos de terciopelo y cojines llenaban el otro lado del vehículo con el espacio suficiente para que entrara un ejército. En los meses desde que ella y Edward habían retomado su relación, él le había mostrado cosas en este nuevo mundo que ella solamente podría haberse imaginado, pero esta limusina era más elegante de lo que pudo haber soñado.
—¿Está bien, señorita Swan? —Anthony quiso saber, con preocupación real en su voz mientras estudiaba su pálida complexión.
—Uh-huh —murmuró, perdida mientras la limusina se alejaba de la acera. Sus dedos comenzaron a temblar y se enfocó en sus alrededores mientras intentaba comprender qué estaba pasando—. Sí, e-estoy bien. ¿A dónde vamos, Anthony?
—Pronto lo verá —contestó con una sonrisa en los labios—. Luce hermosa, por cierto.
Bella había recibido más cumplidos en la última hora de lo que lo había hecho en toda su vida. No podía no estar llena de felicidad y los nervios que sentía no le daban ninguna tregua. Manejaron por las calles de Nueva York y el pulso de Bella se aceleraba cada vez más. Cuando pensaba que no podía más con el suspenso, la limusina se estacionó en la acera y la puerta fue abierta por lo que suponía era más seguridad, pensó Bella mientras sus ojos se ensanchaban y miraba a los ocupantes de la limusina. Cuando Anthony asintió, ella se movió del asiento y salió del auto.
Las luces brillaron de lo que parecía ser un escenario a mitad de Times Square. Las pantallas que lo rodeaban tenían estrellas en ellas y el ruido llegó a sus oídos mientras los fuegos artificiales eran lanzados, cubriendo el escenario en colores plateados y dorados. El escenario estaba rodeado de vallas y miles de personas eran contenidas ahí. Sus gritos la pusieron en alerta, pero sus guardaespaldas la siguieron de cerca. Mientras salía de la limusina, una inconfundible voz llegó a sus oídos mientras la música se escuchaba por las enormes bocinas.
—Dance with me under the diamonds, see me like breath in the cold, sleep with me here in the silence, come kiss me, silver and gold. You say that I won't lose you, but you can't predict the future, so just hold on like you will never let go.
Edward cantaba con lentitud, pero ella no podía verlo. Asombrada, su mirada pasó por todos mientras miraba sus rostros. Para su asombro, algunos estaban llorando y su adoración era innegable. Las lágrimas colgaron de sus pestañas y su pecho se cerró al darse cuenta de que Edward estaba cantándole a ella, desde donde sea que se estuviera escondiendo.
Sus ojos se enfocaron en el centro del escenario mientras Edward salía para quedarse en el centro. Rodeada de seguridad, la guiaron por la multitud hasta que llegó a los escalones laterales. El brazo de Anthony se envolvió alrededor de su cintura mientras la llevaba hacia donde Edward estaba.
Mientras cantaba, se giró hacia ella cuando llegó a su lado. Tomando su mano, continuó su canción, derritiéndola por completo.
—If you ever move on without me, I need to make sure you know that; you are the only one I'll ever love. If it's not you, it's not anyone. Looking back on my life, you're the only good I've ever done. If it's not you, it's not anyone. Forever's not enough time to love you the way that I want.
Las lágrimas ahora caían libres mientras sus dedos pasaban por su rostro, acomodando su cabello. Una hermosa sonrisa adornaba su rostro mientras cantaba. Y Bella sintió como si estuviera quebrándose en mil pedazos y yendo a la deriva. Su mirada hambrienta pasó por sus labios mientras formaba las sílabas, asombrada por el contexto de sus palabras. Prácticamente estaba cantando su vida, y eso hizo que su corazón se apretara, dejándola asombrada y necesitada.
—Cause every morning, I´ll find you. I fear the day that I don't. You say that I won't lose you, but you can't predict the future, cause certain things are out of our control. If you ever move on without me, I need to make sure you know. You are the only one I'll ever love. Yeah, if it's not you it's not anyone.
Bella se las arregló para mantener la compostura hasta que una lágrima pasó por la mejilla de Edward y su rostro se contrajo de la emoción. Incapaz de mantener la distancia, apretó sus dedos y se hubiera movido hacia delante, pero la música se cortó de pronto y Edward puso una rodilla en el suelo.
—Oh… oh… oh… —Bella lloró, abanicándose con la mano libre mientras la emoción la llenaba, finalmente dándose cuenta de lo que estaba pasando, su corazón latiendo con fuerza, y estaba segura de que el mundo podía oírlo.
La voz de Edward se quebró con miles de fanáticas gritando y llorando a su alrededor mientras hablaba al micrófono.
—Isabella Swan, te conocí años atrás en clase de literatura y esos maravillosos ojos tuyos cautivaron mi corazón, demonios, creo que se robaron mi alma. Durante los años que estuvimos inhumanamente separados, una profunda parte de mí nunca, nunca te olvidó. Luego, como un pequeño petardo, volviste a mi vida y me recordaste toda la chispa que me hacía falta. Pasaré cada momento amándote y extrañándote… porque te amo tanto, no puedo soportar un segundo de separación. Te amé entonces, y te amo ahora.
Mientras Edward sostenía una mano, Bella no podía negar la intensa necesidad de tocarlo, dejando que sus dedos pasaran por su cabello revuelto. Incluso mientras su visión se volvía borrosa, y en este punto en el que estaba llorando frente a todo el mundo, intentó encontrarse con su mirada.
Edward se aclaró la garganta mientras la pesadez amenazaba con quitarle la voz.
»Quiero que el mundo sepa lo mucho que te amo. No quiero que exista duda al respecto. Quiero que todo el mundo sepa lo que significas para mí. Isabella Swan —comenzó, buscando en el bolsillo de su saco, sacó una caja de terciopelo y la abrió—, ¿me harías el honor de ser mi esposa?
Las rodillas de Bella temblaron tanto que no podía seguir de pie, así que dejó de pretender que tenía algún tipo de control. Con su ayuda, ella también se puso de rodillas frente a él y tomó un profundo respiro mientras lamía sus labios secos. De repente, las fanáticas y el mundo desaparecieron hasta que solamente estuvieron ellos. Tragando la emoción en su garganta, sus dedos se envolvieron alrededor del micrófono que Edward tenía.
—Edward Cullen, has sido una maravilla en mi vida. Sin importar lo difícil de las situaciones, has sido un hombre y un padre maravilloso para nuestro hijo. Aunque los años nos mantuvieron separados, nunca me olvidé de ti. Te amé entonces y te amo ahora. Pasaré el resto de mi vida amándote y extrañándote.
Mientras le decía sus palabras de vuelta, otra ola de lágrimas cayó por sus mejillas. Sus dedos se alejaron de los suyos para acariciar su mandíbula, dejando que su pulgar pasara por su labio inferior, susurró:
»Te amo tanto que siento que voy a explotar. Sería un honor convertirme en tu esposa.
El micrófono cayó al escenario entre ellos y Bella acunó sus mejillas. Su boca chocó con la suya cuando la encontró. Estaba encerrada en sus brazos y cautivada por todo esto cuando sintió unos pequeños brazos envolverse alrededor de los dos. Juntos, Edward y Bella se separaron de su beso para abrazar a su hijo, apretándolo con fuerza.
En ese momento, ambos supieron que nada de esto hubiera sido posible… sin Micah. En ese momento, ellos dejaron de ser seres individuales y pronto serían… Los Cullen.
FIN
Llegamos al final de esta historia :´)
Muchas gracias a todas las chicas que estuvieron al pendiente y sobretodo a las que dejaban su review capítulo a capítulo uwu
Gracias a:
Redana Crisp, Jade HSos, Maryluna, OnlyRobPatti, terewee, Cassandra Cantu, Franciscab25, jupy, ALBANIDIA, alejandra1987, Fallen Dark Angel 07, Isis Janet, Liz Vidal, bealnum, Tata XOXO, Car Cullen Stewart Pattinson, EmilyChase, Adriu, Adyel, somas, Noriitha, NanYs SANZ, nydiac10, Lady Grigori y Maribel 1925 :)
Por supuesto, mil gracias a Yani por todo su apoyo y a la autora original por darme la oportunidad de compartir esta historia con ustedes :D
No olviden dejar un último review y nos leemos muy pronto con un nueva historia ;)
