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Disclaimer: Ni Harry Potter ni Naruto me pertenecen, de lo contrario el Dramione y el NejiTen serían oficiales.

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Disfruten la lectura.

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Capítulo 5. Pociones

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Inhaló profundo y despacio, sosteniendo la respiración por varios segundos antes de exhalar de forma lenta. No quería hacer eso, pero tampoco es como si tuviera algo mejor que hacer y solo por eso había aceptado estar allí una mañana de sábado. Inhaló profundo de nuevo, iba a esperar unos minutos más y si la persona a quien esperaba no llegaba se iba a ir, que no tuviera nada mejor que hacer no implicaba que fuera a estar esperando a alguien que llegaba tarde.

Debió haber dicho directamente que no le interesaba cuando el profesor de pociones le comentó que una estudiante estaba buscando asesorías extraclase para mejorar su promedio, él no tenía paciencia para estarle enseñando a un alumno revoltoso de primer año, como si hubiese leído su mirada el profesor le aclaró que se trataba de una compañera suya del mismo año. Ese dato no hacía que su paciencia aumentara, pero al menos sería alguien menos inquieto que los estudiantes de los primeros años, aunque tampoco se había fijado mucho en sus compañeros para hacerse a una idea de quien podría tratarse.

Aclaró que no estaba seguro, además porque no quería abrir la puerta a que eso significara que iba a pasar sus horas libres danto tutorías a cualquiera, era su último año así que no solamente se avecinaban sus exámenes normales sino que los ÉXTASIS estaban a la vuelta de la esquina. Y nuevamente como previendo eso, el profesor le dijo que solamente sería para esa estudiante y que si aceptaba hacerlo lo eximiría de todos los exámenes de su materia, a fin de cuentas él era el mejor estudiante de la clase.

En ese momento le dijo al profesor que le contestaría en la siguiente clase, no era una decisión para tomar a la ligera. Al salir del salón se dirigió a su siguiente clase y posteriormente a la biblioteca, hablaba en serio cuando decía que al ser su último año esto significaba que así como en quinto año presentó los TIMO, ahora eran los ÉXTASIS los que lo aguardaban y debía crear una estrategia tanto de estudio como de las posibles habilidades propias que debía mejorar para garantizar que su nota mínima en todos fuera un "Supera las expextativas", una nota inferior a eso no sería aceptada ni por su tío ni por él mismo.

Cuando dio por concluida su jornada de lectura en la biblioteca se fue a las escaleras y hacia la que era su última parada cada día antes de ir al Gran Comedor para cenar, es decir el espejo. En el momento que giró en uno de los pasillos pudo ver a Sasuke y a Hidan del otro lado, que tan solo lo vieron de arriba a abajo antes de continuar su camino, ni ellos lo habían saludado ni él a ellos. Ese último año tenía el suficiente estrés en su vida para sumarle el tener que soportar a diario a sus "amigos" y por eso directamente había optado por empezar a pasar de ellos.

Dicha decisión había sido impulsada en gran parte por lo que le esperaba ese año, como por la reunión que había tenido lugar en la mansión de los Ōtsutsuki en las vacaciones al finalizar el sexto año. Una reunión a la que personalmente hubiera preferido no asistir, pero su tío les dijo que era una reunión muy importante y que no podían faltar, incluso Hiashi le habló a Hinata para decirle que ella también iría y que más le valía no hacerlo quedar en ridículo. Ellos tres, incluyendo a Hanabi, habían mantenido juntos la mayor parte del tiempo mientras Hiashi los exhibía con orgullo de lado a lado, "¡el futuro de la familia Hyūga!" porque Hufflepuff o no Hufflepuff, su prima mayor seguía teniendo el apellido.

En el lugar también habían estado los Uchiha, que presumían a Sasuke y lamentaban la ausencia de Itachi. Kakashi se encontraba allí junto al resto de los Hatake, lo que significaba que Hidan estaba de mal humor y no se estaba comportando de acuerdo a la etiqueta esperada. Lo peor es que entre peor se comportaba Hidan, más énfasis hacían los padres de los hermanos en mencionar los grandes logros del mayor, diciendo incluso que a ese paso esperaban que pronto Kakashi fuera promovido a jefe de alguna de las casas.

Era literalmente estar en un nido de víboras, y por la forma en que hablaban casi hasta se podía ver el veneno que corría de un lado a otro. Allí también estaban los Mitarashi, los Shimura, los Shiranui, los Madoka y los Tsumiki, todos apellidos de familias que todavía mantenían su sangre pura. Aunque no era solo eso, no se trataba de una reunión en la que hubieran coincidido familias que conservaban aún su linaje, se trataba de una conflagración de familias que creían en la superioridad de tener una sangre pura y pretendían que su árbol genealógico se mantuviera de esa forma. Mencionando más de una vez que el mundo mágico se estaba yendo a pique por la cantidad de sangresucias que pululaban por ahí impunemente y que cada vez hubiese más mestizos ante tantas familias sin principios que manchaban sus apellidos al permitir que sus integrantes se revolcaran con estos.

Había disimulado su hastío a medida que las horas avanzaban y el tema nunca dejaba de ser el mismo, personalmente creía que era una ridiculez tener que estarle pidiendo el árbol genealógico a alguien el día que decidiera tener una cita, si es que algún día decidía tal cosa. Porque sí, ese era el otro motivo por el cual había decidido que no estaba dispuesto a tolerar más la presencia de Sasuke y Hidan a su lado cuando andaba por el castillo.

La última semana de su sexto año había sufrido una emboscada, sí, una emboscada era una buena palabra para definir el hecho que sus "amigos" decidiesen llevarlo junto a la fuente en donde lo esperaba otra compañera de su misma casa pero un año inferior. Sasuke le dio un empujón para que se acercara a la chica y luego de eso lo dejaron solo, él iba a dar media vuelta e irse al ver que ella no le decía nada, pero justo cuando se fue a girar ella agarró la manga de su túnica y sin pronunciar palabra se estiró para darle un beso.

Se separó de inmediato molesto, primero por la invasión a su espacio personal, y segundo porque no le hubiese preguntado si podía hacerlo. Le dijo que no estaba interesado y se fue, encontrándose nuevamente con sus supuestos amigos que habían visto la escena y le habían preguntado si es que acaso tenía otro tipo de preferencias para haber rechazado a la joven. No, no tenía otro tipo de preferencias, simplemente no le interesaba esa chica en particular. Ni ninguna en ese momento de su vida para ser más exacto.

Si lo que le esperaba para su séptimo año eran más conversaciones sobre la pureza de la sangre mientras estaba en el colegio, además de escuchar a Hidan y Sasuke sisearle palabras ofensivas a cuanto sangresucia se cruzaran por el castillo, la verdad es que pasaba. Peor si iba a incluir algún nuevo intento porque hacerle una emboscada similar, simplemente su paciencia no daba más, iba a explotar si añadía más presión a su vida y por eso ahora mantenía solo.

Buscó su reloj de bolsillo, viendo molesto que faltaba solamente un minuto para que se cumpliera el tiempo que había dicho que iba a esperar a la estudiante a la que le iba a dar tutoría, decidiendo que recogería el cuaderno con sus apuntes que había llevado porque tal vez le fuera útil, junto a algunos ingredientes que había preparado previamente. Había accedido que desde el tercer sábado de su séptimo año iba a ayudar a esa alumna, quien quiera que fuera ella, pero eso no significaba que se iba a quedar perdiendo el tiempo en ese salón hasta que se dignara aparecerse. Si bien iba a tener esas horas libres prefería irse al espejo y tratar de meditar allí un rato, de recargarse a sí mismo como hacía sin falta todos los días.

Y en ese momento la puerta se abrió, dejando ver a una estudiante que él había visto antes, la recordaba porque Hidan parecía tenerle cierta manía por su origen y por las clases de apariciones que habían tenido lugar el año anterior. Recordaba perfectamente la cara estupefacta del profesor cuando ella había aparecido de repente con un plato de pastel de chocolate, sonriendo victoriosa al decir que había ido hasta su casa en el mundo muggle. ¡Y sin perder ni una sola pestaña!

Todos habían quedado estupefactos, técnicamente eso que había hecho ella estaba prohibido, sin embargo había sido toda una hazaña que lo lograra y finalmente el profesor no le llamó la atención al respecto, ella había sido la alumna estrella durante esa clase extracurricular. Y ahora estaba allí, eso era lo otro por lo que la recordaba vagamente, era una chica completamente torpe con las pociones y era todo un milagro que nunca hubiera hecho explotar su caldero, un milagro casi tan grande como que siguiera en la clase luego de los TIMO que de alguna forma inentendible había aprobado con un "Aceptable".

Los dos se quedaron en silencio, ella se había quedado inmóvil junto a la puerta, sus mejillas revelaban que había llegado corriendo. Él por su parte tan solo esperaba que entrara, pensando que aunque el profesor le había dicho que era una estudiante con bajas notas, no esperara que fuera ella específicamente y que jamás se había planteado cómo sería su tutoría. Menos ahora que sabía quien era y que probablemente tendrían que empezar por pociones más básicas de lo que él había creído. Respiró profundo una vez más mientras esperaba.

- ¿Te vas a quedar ahí? — preguntó finalmente al ver que ella seguía en el mismo lugar

- N...no, lo siento — pareció que la castaña por fin se descongelaba — buenos días, siento llegar tarde — él asintió en respuesta, sin duda esos sábados iban a ser eternos.

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Ella escuchaba hablar al Slytherin junto a ella y lo único que pasaba por su mente era la pregunta de si tal vez golpeándolo en la cabeza conseguiría que hablara con palabras más entendibles o por lo menos que dejara de asumir que ella le estaba entendiendo algo. Algo así como cuando era niña y tenía un viejo radio que había sido de su abuela al que cada tanto debía darle un golpe, muy ligero, para que sintonizara correctamente la emisora que le gustaba. O justamente ese viejo televisor también de su abuela que ni siquiera tenía control remoto, pero que la mujer insistía en conservar, enviándola a ella a cambiar el canal directamente del aparato o justamente a golpearlo cuando no quería funcionar.

Ni siquiera tenía que ser un golpe fuerte, solo en el lugar ideal y todo volvía a funcionar correctamente. Pero no lo iba a golpear, no porque no debiera golpear a las personas sino porque se trataba de él, del hombre que se supone le estaba dando las tutorías para poder cumplir la promesa hecha a sus padres el año anterior sobre nivelar su nota de pociones. Se suponía, porque a ese paso y con la forma en que él le explicaba la verdad es que no creía que fuera a mejorar, y ni hablar de intentar presentar el ÉXTASIS correspondiente a esa materia.

No quería rodar los ojos mientras lo seguía escuchando hablar, al fin y al cabo era su propia culpa, ella misma había pedido dichas tutorías. Debía aclarar que el día que se atrevió a pedírselo al profesor no había pasado por su cabeza que el hombre le delegaría tal tarea a otro estudiante, mucho menos a ESE estudiante específicamente. Pero también debió preverlo cuando le hizo dicha aclaración, a fin de cuentas el Hyūga era el mejor estudiante de la clase.

Recordaba que esa mañana había olvidado su tutoría asignada y por eso no se había levantado a tiempo, teniendo que correr mientras se vestía a prisa y luego ni siquiera detenerse a desayunar porque ya era la hora en la que debería estar en el salón, quien quiera que fuera ya debería estarla esperando y no quería causar una mala impresión al llegar tarde, ella no solía ser impuntual.

Se había quedado congelada en el momento que abrió la puerta al descubrir que se trataba de él, nada más y nada menos que un Slytherin le iba a dar las tutorías. ¿Se trataba de una broma? ¿Saldrían de algún lugar escondido las otras víboras que siempre iban con él? ¿Era algún tipo de castigo para él? Dejando de lado el hecho que tenía hambre por haberse saltado el desayuno no podría decir con total seguridad que para ella misma no sería un tipo de castigo, incluso pensando que había muchos tipos de tortura en el mundo tanto mágico como muggle que podrían ser usados y que posiblemente serían menos dolorosos para una serpiente que estar junto a una sangresucia.

- Entonces... — empezó cuando escuchó que él se quedaba callado — Es cómo seguir una receta para cocinar ¿no? — él parpadeó lentamente y no le contestó — ¿nunca has cocinado?

- No — ahora fue ella la que tuvo que quedarse en silencio ¿cómo alguien de su edad nunca había cocinado? — en la mansión también hay elfos domésticos

- Bueno, para cocinar también sigues una receta — aclaró

- Entonces podrías decir que es similar a cocinar

- Pero algunas personas cuando cocinan no siguen ningún tipo de instructivo ni receta, mezclan ingredientes a su gusto — le pareció verlo inhalar profundo

- No, no puedes hacer eso con una poción

- ¿Por qué no? Acabas de decir que sí es similar a cocinar

- Porque no obtendrás el resultado, las pociones tienen medidas y tiempos exactos que deben ser cumplidos o podrías terminar con una poción que tenga otro efecto, o incluso con un brebaje cualquiera que no sirva para nada

- Creo que por eso odio esta clase — dijo más para sí misma — otra pregunta — comentó de una vez al notar que él iba a seguir explicando

- Cual

- Si solamente se deben seguir las indicaciones respetando las cantidades y tiempos, ¿significa que cualquiera puede hacer una poción?

- En teoría

- ¿O sea que un muggle puede hacer pociones?

- No — contestó él automáticamente — ¿No prestaste atención a la primera clase que tuvimos de esta materia? Eso lo explicó el profesor cuando estábamos en primer año

- Creo que la clase pasada quedó claro que no recuerdo mucho de esta clase en general — su tono irónico fue imposible de ocultar

Se había sentido algo torpe en la primera clase porque justamente él se había dedicado a hacerle preguntas como si fuera un examen, tanto sobre el nombre de los implementos a usar, los ingredientes, su clasificación y lugares para encontrarlos. Ni siquiera en sus vacaciones mientras hacía su curso de conducción se había sentido tan pérdida, le había costado bastante entender lo que el instructor le explicaba sobre lo relacionado a la mecánica y el funcionamiento de un auto.

- Para poder realizar una poción el componente más importante es la magia, sin magia simplemente no conseguirás el resultado

- ¿Qué pasaría entonces si un muggle intenta hacer una poción? — ahora estaba curiosa

- Nada, o bueno, tendrá una sopa de mal sabor ¿puedo seguir explicando o quieres seguir hablando de cosas inútiles? — ella abrió la boca, pero finalmente la cerró y asintió con la cabeza

Desde su primer año había desarrollado la teoría que los Slytherin eran de una forma cuando estaban en grupo, cuando se respaldaban entre ellos, en esos casos actuaban como las víboras que eran. En cambio cuando se encontraban a solas cambiaban, ya no se mostraban tan prepotentes ni mucho menos se atrevían a hacer sus usuales comentarios cargados de veneno, como si temieran que al estar solos alguien pudiera darles la lección que se merecían.

Eso había sido algo que también surcó su mente por un segundo cuando descubrió que su tutor sería alguien de esa casa, al descubrir que estaba solo se había adentrado en el salón. Sabelotodo o no, era un Slytherin que se encontraba a solas por lo cual no tenía mucho que temer y sabía que la lengua viperina que los caracterizaba a casi todos no haría presencia, además ella era una Gryffindor y debía hacer honor al coraje que definía a su propia casa. Lo que la había sorprendido y ahora le empezaba a causar curiosidad es que con Neji no se trataba del hecho que fuera diferente, no es que fuera una serpiente cobarde que se encuentra sola y sin respaldo.

No, ahora que podía verlo sin los dos compañeros con los que siempre estaba se daba cuenta que realmente él no tenía ninguna de las características de las otras serpientes con las que se había cruzado hasta el momento. Le recordaba muchísimo más a las veces que se había juntado con algunos Ravenclaw a estudiar.

¿Acaso el sobrero seleccionador se había equivocado de casa con él?

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¡Feliz año nuevo! Espero este 2022 venga cargado de éxitos y mucha inspiración para todos.

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Att: Sally K