Silencio… eso era todo lo que reinaba en la tensa habitación. Ninguno de los dos se animaba a hablar, era demasiado doloroso.
Porque todo tenia que ser tan complicado? Porque simplemente no podían estar juntos? Esas preguntas rodeaban la cabeza de la chica pelirroja, pero las respuestas no las podía encontrar. Ya estaba cansada de tanto llanto, de las promesas sin cumplir, del sufrimiento. Ya no lo aguantaba más. Y sin embargo ahí estaba nuevamente. Sentada al borde de la cama, conteniendo las lagrimas que luchaban por salir. Pero no demostraría ningún tipo de debilidad. Ya no era esa niña tímida y callada. Frente a él se encontraba una madura mujer de 22 años.
Del mismo modo se encontraba su novio. No tenía palabras para explicar todo lo que sentía. Lo único que deseaba hacer era abrazarla y hacerle saber que las cosas estarían bien.. que muy pronto serian felices y que la pesadilla acabaría. Si tan solo las cosas fueron tan simples.
Se mantenía de espaldas a ella… sin el valor de mirarla a los ojos. Sabia que decía aclarar la situación, pero mientras mas tiempo pasaba mas difícil se le hacia articular las palabras.
Finalmente Ginny rompió el silencio. Ya no podía esperar más... Necesitaba saber la verdad y necesitaba oírla de él.
-Y que pasara con nosotros?-
Harry suspiro y se volteo. Esperaba mirarla a los ojos, pero ella mantenía la vista fija en la pared. Con paso lento comenzó a caminar por la habitación, mantenía las manos en los bolsillos y miraba hacia el piso.
-bueno…. Supongo que no podremos vernos por un tiempo-
- esa es tu solución?-
- Ginny… por favor... entiende que yo no quiero esto- El chico morocho se acerco rápido y se arrodillo enfrente de su novia.
Lentamente una lágrima comenzó a correr por el rostro de la pelirroja….Se levanto bruscamente alejándose de él. Abrió la puerta de la habitación como esperando a que Harry se marchara. –Creo que debes irte… ya escuche suficiente-
-No... no me voy a ir hasta que hablemos sobre esto- se acerco a ella dejando escasos centímetros entre sus cuerpos, buscaba su mirada, quería verse reflejado en esos hermosos ojos miel que lo volvían loco. Pero en lugar de amor lo único que vio en ella fue frió. Un frió que le provoco estremecerse. Y comprendió que era tarde. Ya la había perdido.
-Adiós Harry… espero que seas feliz-
Sin más que decir.. el joven salio de la habitación…. Y en ese preciso instante Ginny sintió como una parte de su ser moría. Grandes lágrimas comenzaron a amenazar sus ojos. Cerro rápidamente la puerta y se hecho a llorar. Apoyada en la puerta comenzó a deslizarse hacia abajo.. para encontrarse con el frió suelo. Su cabeza entra sus rodillas y solo el dolor. Ahora el dolor era su único compañero.
