Hola:
Lamento la tardanza, pero estaba en exámenes, espero que me comprendan y que disfruten de este capítulo.
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Capítulo 3- ¡¿Qué haces tú aquí!
Ya había pasado una semana y Rika empezaba a tomar sus clases de Español; la pelirroja no era nada tonta, pero ese idioma si que le costaba trabajo. Día tras día intentaba poner todo su esfuerzo para aprender y Angel estaba sorprendido con su perseverancia. El caso de Rumiko era bastante diferente, pues al parecer no había progresado mucho, ella se la pasaba viendo a su instructor y pensando en él, en vez de poner atención a las lecciones.
Rika comenzaba a superar el hecho de que su madre se estuviera enamorando, pero aún así no le simpatizaba mucho el joven castaño.
Era un día como cualquier otro, en el que Angel tocaba la puerta a las 12 en punto para seguir con las lecciones, cuando Rika tuvo que ir a abrir, pues Rumiko estaba en la ducha.
La puerta se abrió y Angel estaba ahí.
- Pasa.- le invitó la pelirroja.
- Espera, vengo acompañado... - dijo Angel.
- No importa, hazlo pasar- dijo ella sin darle mucha importancia.
Rika se volteó de espaldas para continuar doblando su ropa y escuchó una voz demasiado familiar detrás de ella:
- ¡¿Qué haces tú aquí?
Grande fue su sorpresa al descubrir a la última persona que esperaba ver, pero con la que más ansiaba encontrarse: Ryo Akiyama.
- Espera, esa pregunta la tengo que hacer yo- reclamó Rika.- ¿Qué haces tú aquí?
- ¿Se conocen?- interrumpió Angel.
Ambos se miraban con gran sorpresa y a pesar de las circunstancias, los dos se sentían felices de haber encontrado al otro.
- Sí... - dijo la pelirroja aún atónita.
- ¿Qué pasa aquí?- dijo la madre de Rika que acababa de salir de la ducha.- ¿Quién es ese joven tan encantador?- preguntó señalando a Ryo.
- Nadie- respondió ella mientras jalaba a Ryo fuera de la habitación.
- No entiendo nada de lo que pasa- dijo Rumiko confundida.
- No te preocupes, no eres la única- respondió el instructor.
Afuera de la habitación, Rika miraba a Ryo fríamente, todo estaba en silencio, hasta que Rika lo rompió:
- ¿Qué demonios haces aquí?
- Eso mismo te pregunto- le dijo Ryo seriamente.
- Yo hice esa pregunta primero- contestó Rika groseramente.
Ambos se miraban retantes, ninguno quería responder y Ryo estaba un poco irritado por la forma en que Rika le hablaba. Es verdad que ella siempre había sido así, pero en esta ocasión, pareciera como si ella lo odiara. La puerta de la habitación se abrió y Angel estaba ahí:
- Será mejor que nos vayamos.
- Luego hablamos- le dijo Ryo a la pelirroja e inmediatamente después se marchó como si nada hubiera ocurrido.
- ¿Qué le sucede a ese sujeto?- preguntó Rika bastante molesta. Entró a la habitación, no sin antes azotar la puerta.
- ¿Qué te pasa, Rika?- preguntó Rumiko un poco preocupada.
La pelirroja no se molestó en contestar y prefirió acostarse en la cama. No sabía la razón, pero se encontraba verdaderamente enojada. Era un sentimiento que la consumía por dentro. Comenzó a reflexionar, cuando se dio cuenta de algo que la asustó un poco: Estaba enojada con ella misma por haber reaccionado de esa forma con el chico que más extrañaba de todo Japón.
- Fui una tonta- murmuró.
Pero la otra parte de Rika comenzó a hacerla dudar, esa parte era su orgullo. Un orgullo tonto y sin fundamentos, que la hacía actuar y perder el control de cualquier situación.
Se encontraba pensando, cuando alguien tocó la puerta. La pelirroja se entusiasmó al pensar en que esa persona podría ser Ryo. Pero sus pensamientos comenzaron a traicionarla:
" Cómo se me ocurre pensar en esa posibilidad, después de la forma en la que lo traté ni siquiera volverá a dirigirme la palabra. Pero me lo merezco por orgullosa..."
- ¡Rika!- le llamó su madre.
- ¿Qué quieres?- preguntó con molestia.
- Aquí te busca alguien- le informó.
- ¿A mí?- murmuró la joven con sorpresa.
Cuando llegó a la puerta, se alegró al ver a Ryo Akiyama.
- ¿Por qué...?- intentó preguntar ella, pero antes de que terminara de hablar, Ryo le tapó la boca con su mano y le dijo:
- Lo siento.
Al escuchar esas palabras el asombro de la joven creció.
- ¿De qué hablas?- logró decir después de quitarse la mano de Ryo- Yo fui la que se comportó como una tonta.
Después de eso, el impresionado era el joven. No se esperaba tal declaración de parte de ella. Inclusive llegó a pensar que Rika le gritaría e insultaría. Pero todo fue totalmente diferente.
- ¿Eso significa que me perdonas?- preguntó Ryo con una gran sonrisa.
- ¡Qué optimista!- exclamó la pelirroja- Si quieres ganarte mi perdón tendrás que hacer mucho más que eso.
- Bueno... - dijo el joven- ¿Qué te parece si te invito al cine?
Rika se sorprendió al escuchar esa propuesta, pero también estaba inmensamente feliz.
- Tal vez acepte- respondió ella con un aire de arrogancia.
- Eso espero. ¿A qué hora paso por ti?- preguntó él atrevidamente.
- Todavía no he aceptado- protestó.
- ¿A las siete está bien?- preguntó con una sonrisa pícara.
- ¡Espera, no voy a ir con alguien tan presuntuoso como tú!- dijo Rika enérgicamente.
- O.K. A las siete en el lobby del hotel.- "acordó" Ryo y después se dio la vuelta y se echó a correr, no sin antes lanzarle una gran sonrisa a la pelirroja.
Rika se quedó afuera de la habitación, sin poder hacer nada, estaba tan feliz y emocionada, pero al mismo tiempo confundida después de esa "plática". Después entró al cuarto y al ver el reloj, su corazón comenzó a latir más rápido. Se dio una ducha y se arregló como solía hacerlo, no quería darle mucha importancia al asunto.
- Voy a salir- fue lo único que Rika le dijo a su madre antes de abrir la puerta.
- ¡Espera!- gritó Rumiko antes de que la pelirroja se fuera.
- ¿Qué?- preguntó ella molesta. Rika estaba a punto de cumplir los 18 años y podía hacer de su vida lo que quisiera.
- Solo quisiera saber ¿a dónde irás?- preguntó amablemente.
- Al cine.- respondió antes de cerrar la puerta.
- ¡Rika!- exclamó al mismo tiempo que abría la puerta- ¿Cómo se supone que irás al cine, si ni siquiera dominas el idioma?
Al escuchar esto, la pelirroja se quedó atónita. Su madre tenía toda la razón y esto arruinaría todo lo planeado por Ryo. Pero la joven no se desanimó y lo único que respondió fue:
- No importa, de cualquier manera me gustaría salir un rato.
Después de esto se marchó.
Rumiko se sorprendió al oír el tono de voz de su hija, era tan dulce y diferente a lo que había escuchado de parte de ella. No sabía a que se debía pero se alegraba de ver un cambio positivo.
Cuando Rika llegó al lobby, el joven ojiazul ya la estaba esperando.
- Pensé que no vendrías, ya pasaban de las siete y media- dijo Ryo con una expresión de alivio en su rostro.
- Bueno, pues aquí estoy- respondió la pelirroja con una pequeña sonrisa.
- ¿Qué película te gustaría ver?- preguntó Ryo.
- Cualquiera que tenga subtítulos en japonés- contestó astutamente.
Al reflexionar esto, Ryo se quedó sin palabras. Pero al instante otro plan llegó a su mente.
- ¿Por qué no vamos a cenar?
- Es una buena idea- convino Rika.
Fueron a un bonito restaurante de comida japonesa, pues ambos conocían todos los platillos y no tendrían que complicarse la vida intentando leer o descifrar la carta.
Cuando llegaron, cada joven pidió su comida y al instante Rika preguntó:
- ¿Ahora si me vas a decir el motivo de tu visita?
Ryo la miró fijamente.
- Claro- respondió con confianza.- Bueno... yo estoy aquí porque...
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Ojalá hayan disfrutado de este capítulo, prometo actualizar lo más pronto posible. Dejen reviews. Gracias.
