¿Una copa de sake…?
Capitulo 2: Volviendo a la "cruda" realidad
Por: Okashira janet
Aoshi pestañeo y volvió a cerrar los ojos, volvió a pestañear y un dolor de cabeza lo invadió, no recordaba exactamente que le había pasado, veía un poquito borroso y una vena le palpitaba en el fondo de su cerebro (traducido al español, sentía que su cabeza iba a estallar). Con un desgano total apoyó sus manos en el piso para poder levantarse, pero ¡Que rayos!, esa no era su habitación ¿Dónde estaba?, unas mantas lo cubrían así que enfadado por no saber que ocurría las aventó a un lado.
El joven negó con la cabeza y gruñó veía un montón de Aoshicitos con alitas que rondaban alrededor de su cabeza diciendo disparates, si tuviera sus kodachis a su lado ya les hubiera quitado la razón para sentirse felices.
Arrastrándose llego hasta la puerta ¡Moría de sed!, sentía una sensación amarga y desagradable en la boca, solo quería cerrar los ojos, que nadie le hablara, que nadie lo interrumpiera estaba "meditando".
En ese terrible estado de animo se encontraba cuando de pronto alguien en el Aoiya creyó que era buena idea darse un baño, el agua caía y los oídos de Aoshi que tronaban ¿Que no sabían que a los Oniwabanshu les enseñaban a agudizar el oído? El aturdido joven se tapó las orejas mientras soportaba la tortura, cuando el sonido por fin cesó se recargó pacíficamente en la pared "Al fin silencio", o al menos eso era lo que creía él porque lo que era Okina tenía las ideas un tanto diferentes. El viejo se había levantado temprano y barría la entrada del Aoiya muy alegremente, sus muchachos se encontraban bien, no tenía enemigos por los cuales preocuparse, era en definitiva un buen día.
-Soy un romántico viejo- lentamente empezó a cantar, tararear algo le hacía más llevadero el trabajo -Tan lleno de tiempo pero la quiero- empezó a ponerle más pasión a la tonada -Es una rosa que ríe en aquel jardín- ¡Oh si!, esa tonada era perfecta para él, empezó a cantar entonces a voz en cuello -Donde nace el amor, ¡Y ella se dejo atrapar por miiiiiii!-
¡¡¡CHARRACUATAPLAZ! Okina quedo tirado en medio de "su jardín", un zapato negro aventado ex – profeso por un Aoshi furibundo desde la ventana descansaba en su frente.
¡¿Que nadie podía entender que le dolía la cabeza?!, él era un muchacho tranquilo, un joven que procuraba no darle problemas a nadie, es más, hasta a veces daba la impresión de que ni existía, se la pasaba en el templo, ¿Por qué entonces cuando se encontraba en tan precaria situación todo el mundo buscaba molestarle?, si alguien volvía a hacer un ruido escandaloso de nuevo entonces él…
-¡KIKIRIKI!-Era obvio que el gallo no conocía los pensamientos de Aoshi, ¿que culpa tenía la pobre ave?, estaba amaneciendo y ese era su deber.
-¡KIKIRIK……PUAJ!- Asunto terminado, Aoshi tendría que comprar zapatos nuevos.
Alejándose de la ventana respiró hondo y se sentó en medio de la habitación, quizás si se ponía en posición de loto y se concentraba se sentiría mejor.
Después de 1 hora…
No, definitivamente eso no lo haría sentirse mejor ¿Y si se daba un baño? sí quizás eso si funcionaría, se relajaría dándose un baño, no calentaría agua, lo mejor sería un baño frió para despejar su mente, aunque… aun no sabía donde estaba, bueno eso no importaba, salió despacio de la habitación y camino hacia el tocador, un relajante chapuzón despejaría su mente.
Aoshi abrió la puerta del baño y... si hubiera sido otro hombre la sangre se le hubiera salido de la nariz y hubiera empezado a decir frases incoherentes (Pero como los hubieras no existen y Aoshi es Aoshi ), solo pudo quedarse como un idiota parado con los ojos de hielo viendo a Okon en la bañera, pero las cosas no acababan ahí, de pronto una voz lo hizo reaccionar.
-Hijo, ¿Pero como has estado? ¿Ya tengo nietos Shinomori?, porque tu ya vas a tener un hermanito- El siempre apuesto Hiko le sonrió a un paralizado Aoshi (que en su caso no era raro porque siempre parecía estatua) y abrazó bajo el agua a Okon.
-Hijo, que maleducado eres ¿No te enseñe a no espiar a las personas?, ¿Donde están tus modales he?- el maestro sonrió alzando una ceja aunque por dentro se moría de la risa, sin pensarlo Aoshi le dio un portazo a la puerta que retumbó en todo el Aoiya y se fue a paso rápido al cuarto de donde había salido.
"Creo que se asusto" pensó Hiko con una gran gota resbalando por su frente, pero bueno él no estaba para preocuparse, sino para disfrutar… ya quería ver la cara que pondría ese tonto del cabeza de gallo cuando se enterara de que él, el gran Hiko Seijuro había logrado cumplir su apuesta.
Pero por otro lado lo que era Aoshi se metió al cuarto y se dejo caer en el futón, cabe decir que todo dolor de cabeza había desaparecido, se sentía abrumado. Si la imagen de su compañera del Aoiya y el maestro de Kenshin juntos en la bañera había resultado perturbadora más inquietante había sido el hecho de que el hombre lo había llamado "hijo" un montón de recuerdos confusos empezaron a llegar a su mente, el maestro que le decía que tenía una crisis personal, un montón de sake que bailaba en su interior, el recuerdo vago de andar descalzo por el bosque y muy perdido en las tinieblas de su mente la sensación de haber usado unas kodachis de madera.
Así que se había emborrachado, eso lo explicaba todo, con frustración se llevo ambas manos a la cara y giró la mirada poniendo la cabeza de lado y entonces sintió algo suave… tibio… reconfortante… como movido por un resorte se incorporó para ver de lo que se trataba, una tierna mano descansaba sobre la almohada, casi con pánico por lo que pudiera hallar retiró las cobijas que él mismo había aventado para descubrir a una linda chica de largas pestañas, una chica que no era otra más que su protegida.
Se levanto aterrorizado ¿Que hacía ella dormida a su lado?, ¿Qué le había hecho a Misao? como un susurro las palabras del maestro Hiko flotaron en su oído "¿Ya tengo nietos Shinomori?".
No podía ser ¡¿Qué había hecho?!, el joven ninja no era de los que pierden la cabeza fácilmente pero… ¡Se había acostado con su protegida!, era un degenerado, un abusivo, no debía vivir, es más, se mataría, agarraría sus kodachis y…. un momento ¿donde estaban las espadas? fue en ese momento que el joven descubrió que solo traía puesto el pantalón (y muy mal puesto si cabe), volteó a mirar a Misao, su cabello estaba revuelto y su traje mal cerrado dejaba ver un poco de su blanca piel, eso solo afirmaba sus sospechas.
Sin saber que hacer Aoshi se dejo caer en el suelo sentado al lado de la chica, era tan linda, si tan solo lograra recordar que había pasado, con un gran esfuerzo de su mente volvió al día anterior, lo ultimo que veía con claridad era el momento en que Misao salía de la oficina de Okina y él caía sobre el viejo y se quedaba dormido, pero ¿y después? Aoshi hizo otro esfuerzo ¿Qué había pasado en la noche?, no lograba recordarlo ¿En donde estaba?, esa era la respuesta ¡Estaba en el cuarto de Misao!.
Si bueno, era entendible, seguramente la muchacha se había ofrecido a cuidarlo porque se encontraba muy mal, él estaba dormido, bueno… eso al principio, como un rayo los recuerdo de lo sucedido la noche anterior llegaron a su cerebro ¿Cómo demonios podía haberse parado sin recordarlo?.
Cuando de madrugada él había abierto los ojos la había visto ahí, arrodillada a su lado poniendo un paño húmedo sobre su frente.
-¡Señor Aoshi, ya despertó!- recordaba su voz alegre, sus mejillas sonrojadas, su blanca piel aterciopelada, ¿Por qué la estaba viendo tan bonita?, ¿Por qué algo en su interior lo impulsaba a tomarla entre sus brazos?
-Señor Aoshi ¿Se encuentra bien?- ante su mirada persistente la chica había retrocedido un poco observándolo intrigada.
-Mejor voy a estar contigo- ¿Por qué lo había dicho?, sus palabras salían como si su cerebro no pudiera hacer nada por evitarlas y peor aún, su cuerpo se movía casi con voluntad propia arrojándose sobre ella.
-¡Señor Aoshi!, ¿Qué esta haciendo?- recordaba también que ella se había encogido asustada.
-Algo que he querido hacer desde hace mucho tiempo Misao, pensaba que no era posible porque yo soy tu tutor y soy como tu padre ¿Pero sabes que?-
-¿Qué?- pasando saliva ella lo había visto fijamente al tiempo que Aoshi la tomaba de las manos para que no pudiera escapar y le besaba el cuello.
-Pues… ¡Que no lo soy!- recordaba haberlo gritado victorioso mientras saboreaba los labios de la hermosa joven. Y después de eso… el joven jefe de los fallecidos Oniwabanshu no pudo más que sentir un ligero rubor agolparse en sus frías mejillas.
¡¿Que había hecho?! ella no quería, estaba asustada, él la había obligado, él había sido el hentai, y todo por tomar sake, era su culpa por inconsciente, ahora ¿que haría? ¡¿Qué haría! . Aún no decidía si hacerse el sepukku o tirarse de cabeza por la ventana cuando tuvo que dejar de lado todas sus dudas y reproches; Misao se estaba levantando.
-¿Ah?- la muchachita se había incorporado frotándose un ojo –Buenos días señor Aoshi ¿Ya se siente mejor?- ¿Cómo demonios podía levantarse después de lo que había pasado y darle los buenos días tan fresca?
-Misao yo…- enrojeció como un colegial, no había estado en una situación más vergonzosa en toda su vida.
-¿Si señor Aoshi?- en honor a la verdad la chica se había sorprendido enormemente ¿Por qué estaría el joven Ninja tan rojo?, ¿Le habría dado fiebre?
-Pues yo quiero que sepas que lamento mucho lo que paso y que no te preocupes porque te voy a responder y me haré cargo de todo lo que me corresponda- habló rápida y firmemente con la vista clavada en un punto arriba de la cabeza de Misao, respondería como un hombre, se responsabilizaría de sus acciones y…
-¡Ah!, sí es por eso no se preocupe, lo hago todo el tiempo- la joven Ninja contestó sonriendo y cerrando los ojos al tiempo que alzaba un dedito explicativo así que no pudo ver los ojos de sorpresa que puso el joven.
-¿Como que... lo haces todo el tiempo?- aunque intentó que su voz surgiera lo más impersonal posible la verdad es que le surgió con cierto aire rencoroso desde la garganta.
-Sí, casi siempre me toca hacerlo con Shiro y no me quejo porque cuando lo necesito él también me responde, así que no se preocupe Señor Aoshi que si alguna vez necesito de ese favor, se lo pediré a Shiro y así me cobrare todas las que me debe- Después de esta declaración Misao se volteó a verlo con una radiante sonrisa, mientras tanto Aoshi planeaba como era que iba a ahogar a Shiro en escabeche, lo iba colgar de donde más le dolía y lo iba a torturar con sus kodachis, sin embargo…
-Misao yo nunca pensé que fueras capaz….yo pensé que a ti…solo te importaba yo- el joven apretó los puños, el rencor, los celos y la desilusión haciéndose uno con sus fríos ojos, ella por su parte se quedo completamente quieta viéndolo y luego pestañeo sorprendida.
-Pero señor Aoshi, no creo que cuidar a Shiro cuando se enferma sea…- En ese instante el ninja dio un paso gigante hasta quedar a escasos centímetros de ella y se agachó hasta que su barbilla se emparejo con la de ella.
-¿Qué has dicho?-
-Yo-yo dije que no creo que cuidar de Shiro cuando se enferma sea malo, yo no sabía que usted se molestaba se-señor Aoshi- tartamudeó enrojeciendo por completo ante la cercanía del muchacho, sus ojos azules a escasos centímetros, su perfecta boca apretada casi en una línea oscura.
-No, no me molesta pero yo hablaba de lo que sucedió ayer… -
-¿Ayer?- había tal grado de confusión en la pregunta de la chica que tuvo que pasar saliva cerrando los ojos ¿Que acaso iba a tener que explicárselo?
-De cuando estaba dormido y me desperté y me arroje sobre… ti- aclaró carraspeando mientras desviaba la mirada para que Misao no notara su turbación.
-Ah… de eso…- como por arte de magia sus mejillas parecieron incendiarse y para Aoshi fue un alivio y un desconsuelo ver que seguramente ella lo recordaba –Pues después de eso usted…-Aoshi inhalo profundamente, necesitaría valor para escuchar las recriminaciones de Misao.
-Usted…- la chica pareció dudar un momento pero luego se decidió -Usted se echó sobre mis brazos y empezó a babear como un bebe y a decir cosas muy extrañas sobre padres y tutores y obis que resbalan, pero después se quedo dormido y yo me quede a cuidarlo toda la noche, pero no creí que quisiera recordarlo- lo observó tímidamente aún con cierto rubor en sus mejillas y él abrió la boca como un reverendo tonto ¡¿Qué?!, ¡Pero aquello no era cierto!, él recordaba perfectamente cada segundo que había transcurrido a su lado, su piel blanca bajo sus dedos, su sedoso cabello entre sus manos, a menos… a menos… ¡Que todo hubiera sido un sueño Hentai!, el sake le producía esos efectos y por eso no lo acostumbraba, ahora se sentía estupido y Misao lo veía con unos ojos bastante confundidos ¿Y como no después de todas las tonterías que había hecho?, sin demora se levanto, se dio la vuelta murmuro un "Gracias poratenderme"y salió como si en ello se le fuera a la vida hacía el templo para pagar mentalmente por un pecado que en realidad no había cometido.
Misao con una cejita alzada hasta su máxima expresión lo vio alejarse, que raro, jamás se hubiera imaginado que a su tutor le molestara que cuidara de de Shiro, con el ceño fruncido se quedo un ratito pensativa y luego dándose una vuelta y sonriendo alegremente juntó ambas manos con felicidad.
-¡Vaya, después de todo, quizás si le gusto un poquito al señor Aoshi!-y corriendo con su larga trenza ondeando en el aire se fue a lavar platos al Aoiya.
FIN
Notas de okashira janet: Mil gracias por los reviews a Arcasdrea, Randa, Monika dono, Jirarudenu Yukishiro, Aome, Gabyhyatt y x-misao-x.
Y en especial a Yukiyasha por agregar mi historia a sus favoritos (a ver si después de leer esto no te enojas y me eliminas jajaja) y a Sara Lain por leer todas mis historias, gracias amiga. Y por favor YA ACTUALIZEN!.
Me tarde un poco en subir esto porque el reportaje que tenía que hacer en la prepa no me dejaba vida y leí un fic que me deprimió un poco, pero ayer hice un viaje con mis amigos y ahora me siento mucho mejor, por favor díganme que les pareció, estoy consciente de que no es tan graciosa, pero es que Aoshi ya no estaba borracho y pensaba (mas o menos normal). Cuídense
(Por cierto la canción que canta Okina es de Diego Verdagueti, me encantan sus canciones).
RE-EDICION: Bueno, ya esta aquí la edición del segundo capitulo, me ha costado un montón de sonrojos ver los horrores que escribía, los diálogos en negritas, repetía nombres y para acabarla no cerraba los signos de exclamación ¿Por qué demonios hacía eso?, en fin, espero que esta presentación les parezca más pasable, no es una obra de arte porque no se puede hacer mucho con los desvaríos de una chiquilla de 14 años pero bueno, se intenta, de verdad muchas gracias por leer y comentar.
15 de Octubre del 2009 Jueves
