La mañana siguiente se levantó gracias a que el despertador de su celular no dejaba de sonar por toda la habitación, si no, hubiera jurado quedarse en cama hasta mediodía.

Se levanto y estiro un poco para tomar un largo baño y al salir se colocó la ropa interior, pantalones de mezclilla color negros y rotos de los muslos y rodillas, así como una blusa de tirantes blanca con detalles de encaje en el pecho y un cárdigan negro que le llegaba hasta la mitad de los muslos, se colocó las calcetas y sus botas tipo militar negras, amarro las agujetas y camino hacia la cocina mientras ponía en su bocina "Highway To Hell" de AC/DC.

Tarareando algo de su música favorita se dispuso a hacerse un par de huevos revueltos, dos rebanadas de jamón y una taza de café y lo acompaño con las noticias de la mañana, viendo que esta ciudad era muchísimo más tranquila que las anteriores, sin contar ruidosa ya que desde su piso actual podía escuchar los claxon de diferentes carros tratando de avanzar por una congestionada calle gracias a todos aquellos que se dirigían a trabajar o a sus centros de estudio.

Cuando termino, lavo los pocos trastes que utilizo, tomo un vaso de agua y se dirigió al baño a lavarse los dientes y la cara, secándose con una toalla blanca con detalles cebrados en negro que se encontraba en el gancho para la toalla de manos.

Tomo la última caja que quedaba sin abrir de la mudanza, su celular, auriculares y llaves y después de apagar y cerrar todo, se dirigió al elevador, donde al salir del lobby lo primero que se dispuso a hacer fue buscar un taxi, pues como todavía no conocía toda la ciudad, el tren era su última opción, sin contar lo congestionado que estaría en una hora pico como lo era la de la mañana ya que muchos ciudadanos como ella se dirigían a iniciar su jornada laboral.

Cuando encontró un taxi, se sentó en el asiento trasero, colocando la caja a un lado de ella y abrochándose el cinturón.

El camino fue callado, ya que mientras el chofer trataba de encontrar caminos que estuvieran más libres de lo normal, ella se encontraba escuchando música en sus auriculares mientras checaba los diferentes archivos que le habían llegado unos días atrás que contenía información acerca de los miembros restantes que conformaban el equipo, reconociendo a una de ellas pero no recordando en qué lugar había visto con anterioridad a esta persona, así como diferentes archivos correspondientes a su nuevo ascenso como teniente y papeleo restante que tenía que enviar a sus superiores para hacer valido el cambio de estación.

Después de pagar y bajar del automóvil tras llegar a su destino, observo para al cielo, tratando de encontrar la punta de la torre, cosa cual no pudo ver pues esta se encontraba fuera de su ya mayor rango de visión. No se entretuvo más y entro.

-Bienvenida a la sede de la UNSC en Reach, ¿En qué le puedo ayudar?- Hablo la IA en cuanto vio entrar al Spartan al edificio.

-Vengo por lo del trabajo con el Equipo Noble- Respondió al posarse frente al recibidor donde se encontraba el holograma de la encargada del edificio.

-¡Oh! Usted debe ser la señorita Idara, bienvenida sea, yo seré su IA durante las misiones de este, Auntie Dot. Pase por aquí por favor, le daré toda la información relacionada con el mismo- Abrió una puerta la cual llevaba a una cómoda sala con sillones para una personas más, una larga mesa, unas cuantas plantas que hacían de decoración al lúgubre ambiente y un proyector.

La susodicha apareció en un holograma más grande en medio de la larga mesa mientras nuestra soldada solamente permaneció en uno de los extremos más cercanos a la salida, observando con claridad lo que le diría su única compañía en esa sala.

-Usted ha sido llamada por el Coronel Urban Holland, uno de los altos mandos en la UNSC como para tener su propia base que envía ayuda a todo un planeta, incluyendo órdenes para desplegar al Equipo Noble, equipo en donde usted fue convocada a servir como Spartan.- Después de esto y un poco más de charla introductoria así como una corta historia de la ciudad, la mesa se abrió enfrente de la humana, viendo como incluía diferentes cosas marcadas por la UNSC, así como el emblema del equipo en el cual tenía tarjetas de identificación, panfletos y derivados.

-El comandante la espera en el piso 45 junto con el resto del equipo Noble, buena suerte y ¡Enhorabuena!- Y dicho esto, desapareció, dejando un silencio tras de ella. Nuestra peliblanca solamente atino a suspirar para después ponerse su gafete de acceso y revisar el mapa del lugar, tratando de encontrar en qué lugar se encontraban los elevadores en esa enorme primera planta.

Cuando los encontró, se dirigió inmediatamente para haya, colocándose los auriculares en el proceso y poniendo un poco de música para no ser molestada por el proceso, ya era suficiente para ella el hecho de tener que trabajar en un equipo sabiendo que ella siempre había sido alguien más solitaria que de trabajar en equipo.

Al tomar el elevador, no fue la única en él, sobrepasando al más grande de ahí por más de una cabeza, sintiendo un ambiente un poco incomodo dentro de este pero que poco a poco fue desvaneciéndose ya que mientras más se acercaba a su destino, las personas a su alrededor iban bajándose de este, quedando solamente ella al momento de llegar al piso indicado.

Al salir del elevador, solamente pudo ver salas de juntas, una sala de espera bastante amplias y algunas personas afuera de una de las tantas salas de espera lejanas a ella, reconociendo gracias a su vista modificada al intruso de su casa de unos días atrás, o como debería de reconocerlo desde ahora, su comandante.

Junto a el pudo observar a otra personas, aun no pudo reconocer cuantas eran en realidad, aunque alguna cara se le había hecho conocida de su pasado mas no sabía exactamente de donde y tampoco le importaba, lo único que le importara era ella y solamente ella.

Antes de que pudiera sentarse esperando a ser llamada, pudo observar cómo Carter se dio cuenta que ya se encontraba en el piso indicado, sintió su gélida mirada sobre ella y le indico que se acercara, mientras empezaban a entrar uno por uno lo que serían sus compañeros durante sabe cuánto tiempo, que ella esperaba que fuera poco antes de volver a su vida solitaria al ser separada del grupo por la misma persona que la designo a un cambio tan radical.

Mientras se acercaba, se quitó sus auriculares y guardo su celular, no sin antes colocarlo en modo silencio por si las dudas y para evitar algún regaño por parte de sus superiores al llegarle alguna notificación, aunque fuera algo raro para ella.

Cuando llego a la puerta, entro primero ella y después Carter, cerrando la puerta tras de sí con seguro y viendo como cada una de las personas que se encontraban con el moreno ya tenían su lugar designado, haciendo diferentes actividades mientras esperaban a lo que sería su primera misión como un equipo de siete y no a como estaban acostumbrados al solo tener seis integrantes en el conjunto.

-Pero miren quien finalmente decidió aparecerse- Escucho Idara a sus espaldas, poco le importo ya que siguió su camino al mejor lugar para ella que era un poco separado de todos.

-No empieces Emile- Ahora hablo una voz femenina con un tono pícaro en ella.

-Calmados los dos- Hablo el jefe del equipo mientras se colocaba enfrente de todos- Dot, apaga las luces y comunicanos con Holland- Idara al prestar atención, pudo ver con más claridad las caras de sus compañeros, así como el holograma de Dot desaparecerse para hacer aparecer a una persona pasados los 50, uniforme militar, cabello recién cortado y una que otra cicatriz pequeña que no pasó desapercibida por su ojo -Coronel- Ahora este se dirigió a él con una voz firme y autoritaria pero que también indicaba respeto y admiración.

-Comandante- Respondió el mismo.

-Esperamos indicaciones- Comento, colocando sus brazos detrás de su espalda y observando fijamente el holograma.

-Bien. No se les fue informado, pero ayer en la noche perdimos contacto con un grupo de ODST en el repetidor de Visegray, a unos 500 clics de aquí, que se encontraban vigilando este, pensamos que pueden ser los insurrecionistas locales tratando de sabotearnos, pero no sabemos exactamente la razón por la cual nos quieren dejar sin ojos ni oídos, menos con tanta tensión de por medio entre la tierra y las colonias humanas-

-¿La ONI ha sido informada?- Interrumpió Carter

-Si, piensan que el despliegue de un equipo Spartan de tal magnitud es un despilfarro de recursos, yo no pienso eso, Quiero ese repetidor de nueva cuenta en marcha Noble y si es posible que puedan conseguir el paradero de esos soldados, cambio y fuera- Y con esto, el holograma cambio de Holland a Auntie Dot.

-Su transporte saldrá a las 1300 horas, se les suplirá con una base temporal cercana al repetidor de Visegrad, Dot fuera- Y con esto, la IA desapareció y las luces, tanto naturales como artificiales, volvieron a la vida.

-Bien Noble, antes de retirarnos a la armería, quiero presentarles a nuestra nueva integrante, Idara Arcturus o mejor conocida como "Noble seis" desde ahora, tratemos de ser buenos con ella ya que es su primera vez en el planeta y en un equipo. Idara- Volteo a verla- Ella es Kat, Noble dos y nuestra criptoanalista- La señalo con su mano derecha- Jun y Jorge, 3 y 5- Volteo a su derecha- Los que están más atrás son Emile y Rosenda, Noble respectivamente- Volvió a dirigir su gélida mirada a la pelo blanco- No es pero más que tener a Noble en pleno rendimiento como lo llevamos haciendo desde hace tiempo, pero algo es seguro, dejemos esas cosas del "Lobo Solitario" en el pasado, ¿Bien?- La susodicha asintió- Bien, todos de camino a la armería por favor, no quiero durar más tiempo sin saber de esos soldados desaparecidos- Empezó a caminar a la salida mientras los demás empezaban a levantarse de sus sillas siguiendo el mismo camino, Idara fue la última en salir cerrando la puerta tras de si.

Para su mala suerte, le toco tomar el elevador con las otras dos féminas del equipo, sintiendo un ambiente un poco incomodo dentro del gracias a que el silencio que había entre las tres era sepulcral, los demás se encontraban bajando a los vestidores en otro de los 4 elevadores disponibles en la torre.

-Así que… ¿Es tu primera vez en Reach?- Hablo Kat intentando empezar algún tema de conversación entre las tres.

-Así es- Respondió con un tono cortante la ojos grises mientras empezaba a quitarse la camiseta gris que traía ese día.

-Al inicio cuando no conoces a nadie es un poco duro- Empezó a decir Rosenda mientras se quitaba las botas a un lado de la criptoanalista- Pero poco a poco te acostumbras- se levantó y se estiro- Si es que no mueres en el proceso- Termino su oración de manera sarcástica.

Idara solamente soltó una pequeña risa.

Cuando llegaron a la armería, las tres mujeres ya solo vestían sus trajes protectores listos para solamente instalarse las armaduras, Idara por su cuenta, debía tener el cabello recogido en un moño, pues este era el más largo de las tres, sin contar las múltiples infracciones que había pasado por omiso gracias a este.

Al salir del elevador, pudo ver como Emile estaba en la estación de instalación de la armadura especial para los SPARTAN disponibles en todo el universo, mientras que Jorge estaba con un técnico especialista ajustando su armadura ya colocada y pudo ver como Jun esperaba su turno mientras checaba su celular. Al único que no pudo ver era a la cabecilla del equipo, pensando que este ya había terminado desde hace mucho tiempo y solamente estaba atendiendo asuntos pendientes antes de retirarse por al menos dos días.

Cuando todos terminaron, se dirigieron unos pisos más abajo a lo que parecía ser una armería de gran tamaño, pues había desde diferentes tipos de armas hasta un conjunto de pelicanos como para transportar a 500 tropas a donde ellos quisieran.

Mientras todos esperaban a Carter en la bahía de despegue correspondiente, nuestra protagonista trataba de acomodar todo su rebelde cabello dentro de la malla protectora para su casco y cuando llego la hora de partida, todos tomaron un asiento en el gran avión, juntos con otros soldados, técnicos y equipamiento.

Cuando volvieron a ver la luz del sol, ya se encontraban fuera de la ciudad de Nueva Alejandría y con una extraña sensación dentro del pecho de Idara al ver como todos los demás convivían entre sí, dejándola alejada un poco del resto, aunque no le tomo mucha importancia, tomando solo la concentración necesaria para la misión que tenía por delante.