Capitulo IX
-Señorita Elisa- me abrazo kiki al verme entrar al templo de Aries -¿Dónde habías estado?-
-Estoy bien Kiki, y vos?- pregunto con una sonrisa, al ver pasar a mi lado el santo de Aries, Mu.
-Muy bien, maestro..-
-Kiki porque no le traes un vaso de agua- pidió Mu y el niño tras darme un fugaz beso en la mejilla salio corriendo
-No era necesario correrlo así, ¿no creéis?- le pregunto
-desapareciste por varios días-
-Cuando un alma se encuentra aturdida, no es mejor dejar que se tranquilice- sonrió –Vos estáis pensando mal de mi- le acuso
-Yo no he dicho nada-
-Los ojos son el reflejo del alma Mu, vos lo sabéis- le digo al momento que Kiki llega con el vaso –Gracias Kiki pero tu maestro y yo queremos hablar, ¿me permites?- le digo mientras le acaricio la cabeza, el sonríe
-bien, luego sales conmigo?- me dice el niño con una sonrisa traviesa despareciendo.
-Ves, es muy sencillo, no existe la necesidad de dar una leve mentira- le digo
-hay cosas que Kiki no comprende-
-Como todo ser humano, sin embargo el decir la verdad no daña la travesía-
-¿Puedo saber…-
-Ya lo sabéis, solo queréis confírmalo, pero dejadme decirte que no tengo planes en llevarme el alma de vuestro antiguo maestro-
-¿Eres la muerte?-
-¿Qué ocultáis bajo esa serenidad?-
-Responde por favor- me pidió Mu, demasiado caballeroso para gritar, yo solo sonreí
-Y… ¿que sucedería si digiera que si?- le interrogo y no hay sorpresa en sus ojos solo resignación, dando un suspiro se sienta en las escalinatas, yo solo le sigo.
-Ya lo sabia- murmura por lo bajo
-Por esa razón te consideran el segundo mas sabio del santuario-
-tercero- me corrige y yo sonrió
-Si me hubiera llevado el alma del maestro, serias el segundo- le aclaro y me envía esa extraña mirada. -¿nuevamente eh?- el no entiende mi pregunta así que la repito –Es… esa mirada Mu, esa serenidad que te rodea la que me confunde-
-Prefiero tomar las cosas con calma- me dice tratando de justificarse
-Mu, vos sabéis que somos?- le pregunto
-¿Que somos?-
-Mortales Mu, seres humanos no comunes pero lo somos-
-Eso lo se- me dice
-A veces el conocimiento de que somos no nos hace mejores- le digo bajando mi mirada, mis cabellos dorados caen como cascada en mis espaldas.
-Eso me lo dijo mi maestro hace tiempo- recordó Mu
-Pero no comprendiste Mu, al igual que mas de una persona- sonrió –Mu, somos humanos y como tales debemos expresarnos, si te escondes bajo esa mascara nadie llegara a ti nunca- le digo –El conocimiento es conocimiento si lo llevas a practica, vos te has estado escondiendo bajo esa serenidad y quizás no exista caballero que te derrote, pero en tu interior Mu tu batalla ya la estas perdiendo-
-No comprendes- me dice y por primera vez le siento incomodo con mi presencia
-Mu sabiendo el peso de mi espalda, ¿creéis que no comprendo?- me bufo –He conocida a mas personas que vos y no sois la primera en comportarse de ese modo…..- suspiro -
En el camino aprendí que llegar alto no es crecer, que mirar no siempre es ver, ni que escuchar es oír, ni lamentar es sentir, ni acostumbrarse es querer.
-Quizás tengas razón, pero ¿Cómo pretendes que una persona cambie de un solo segundo a toda su vida?- me habla y de modo altanero.
-¿Vos creéis?- le sonrió –Es muy fácil cambiar, mira tu aura- y es verdad cuando comencé a hablar con Mu su aura era serena y en estos momentos ha cambiado totalmente
-Elisa…- me dice tratando de tranquilizarse, pero en esos momentos llega otro caballero
-¡Mu!- saluda y luego me mira con sorpresa –pe... Pero… ¡Elisa!- me saluda
-¿Cómo estáis caballero?- le saludo con una sonrisa.
-Muy bien ¿Cuándo llegaste?- me interroga Milo de Escorpión
-Ummm… creo que hace unos diez minutos-
-Eso quiere decir que nos has comido nada ¿te invito?- me dice de manera coqueta y no puedo evitar reírme
-Esto nunca cambia- murmura por lo bajo Mu
-Son las cinco Milo, te parece si me invitas a cenar?- le pregunto guiñándole el ojo
-Claro, a las 8:00- me dice
-En tu casa y más te vale que seáis buen cocinero- le digo
-Lo soy- dice con orgullo
-Bien, Mu- el me mira nuevamente esa aura lo rodea –Sabes, necesito hablar mas tiempo con vos- sonrió –Mañana yo te haré el desayuno- le digo levantándome y dándole un beso en la mejilla, provocando que Milo refunfuñara
-Oye- me dice el escorpiano y yo sonrió
-No te preocupes, subiré a tu templo a las 8:00 espero que estéis listo- le digo bajando las escaleras y dirigiéndome a el coliseo.
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Es muy difícil convivir con todos estos hombres, lo que me gusta es que cada uno posee personalidades distintas y eso los hace interesante, y claro no discrimino su fisico, en fin Sali del templo de Mu hacia el coliseo donde cierto niño de cabello rojo me esperaba, al parecer cuando llegue estaba molestando a los caballeros arrojándoles piedras.
-kiki- le regaño parándome detrás de el, el da un pequeño salto y me sonríe dándome un abrazo
-Elisa- me dice con alegría
-Kiki estos caballeros están entrenando deberías dejarlos tranquilos-
-Es que me aburro- me dice –Pero ya estas aquí vamos a divertidos- me dice jalándome de un brazo y transportándome a lo que seria la playa
-Hermosa- digo pues un atardecer se esta haciendo presente y el naranja, amarillo y rojo se unen en un solo matiz creando una bella obra de arte
-¿verdad que si?-
-Gracias Kiki- le digo y el niño recoge unas piedras y a arrogarlas al mar
-Cuando crezcas Kiki, procura no perder estos valores- le digo
-Yo siempre seré divertido, así como Seiya-
-No kiki, lucha por lo que tu quieres ser, pero no intentes ser igual a otra persona, eso no trae nada bueno-
-Ummm Esta bien- me dice dándome unas piedras para que las arrojáramos
-Puedo saber ¿Qué hablaste con mi maestro?- me pregunta algo tímido
-No te preocupes no te voy a quitar a tu maestro- le sonrió –El esta muy solo y quise ayudarlo pero es algo muy difícil- murmuro
-Entonces quédate a nuestro lado, así cuidaras de mi maestro para que no se sienta solo- me dice inocentemente
-No kiki, yo no puedo permanecer con ustedes, no es mi destino-
-El destino se puede cambiar-
-No siempre Kiki, hay cosas a las cuales es muy difícil escapar- le digo con tristeza en mis ojos pero con una sonrisa en mis labios
-Ummmm… no entiendo- dice el –Hablas como si fuera… ummm… algo malo pero yo te veo feliz
-Kiki las personas que más sonríen son las que mas sufren, las que son frías son la que tienen miedo y las que lloran son la que mas aman-
-Entonces debes de sufrir mucho pues siempre te veo sonreír- me dice Kiki con una sonrisa y los brazos en la espalda, el no se dio cuenta pero me dijo la verdad en mi cara
-Cuando seas mas grande lo entenderás- le digo para mirar mi reloj las 7:30 –Debo irme Kiki- (¬¬ Si, aquí el tiempo vuela)
-Ah…. – se lamento –Mañana seguiremos jugando
-Esta bien- le digo y así juntos nos transportamos al coliseo, un beso en la mejilla y parto al templo de libra para así arreglarme lo que mi amigo Milo cree que es una cita.
Estoy feliz no creí que mi fic fuera a causar tanta conmoción, gracias a todos por sus comentarios, y no se preocupen vienen mas Capítulos.
Y perdónenme la ortografía, y la equivocación ya arregle los capítulos si están confundidos lean nuevamente desde el seis.
Saludos
Lyra-acuario
