Capitulo XI

Eran las seis de la mañana aun en mi mente resonaba los momentos de la noche anterior y sin poder evitarlo lleve mis dedos a mi boca, recordando aquel beso que el santo de escorpión me había robado, y sin poder evitarlo se me escapa un suspiro.

-¿te gusto Elisa?- pregunto al vació de mi habitación para solo resignarme y levantarme de la cama he ir y darme un baño. Hoy tenía muchas cosas que hacer y entre ellas mi desayuno en Aries.

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Llegue a Aries dando las siete, llevaba un vestido azul sencillo y mi caballo sostenido con una cinta blanca.

Al llegar al templo lo primero que hice fue preparar el desayuno y aun pensando en mí encuentro.

-Buenos días- me saluda el santo de Aries y yo sonrió.

-¿Cómo amanecisteis?- le pregunto

-Muy bien, llegaste temprano- me dice mientras busca unos platos y me ayuda a servir

-nunca fallo a vuestras promesas, Mu-

-¡Elisa!- exclamo Kiki quien entraba en la cocina y me daba un abrazo -¿Cocinaste?-

-Así es, ahora esperáis un momento- le digo mientras le sirvo

-¿Y que tal tu cita?- me pregunta Mu sorprendiéndome y dejando caer un plato al suelo.

-Ah…. Bien… bien… lo siento- digo mientras me arrodillo a recoger los trozos

-Permíteme- me dice mu mientras me ayuda y no pude evitarlo pero me sonroje, los nervios se estaban apoderando de mí.

-¡Ah!- exclamo –Recordé algo importante- me excuso –perdónenme pero me tengo que ir- digo mientras arrojo los vidrios a la basura y me lavo las manos

-¿Y no vas a desayunar?- me interroga Mu, al parecer se dio cuenta de mi actitud

-Es…. Que… no tengo hambre- sonrió –Gracias, Adiós- digo y salgo corriendo del templo, solo pude sentir la mirada de Mu a mis espaldas.

¡Maldición! Yo nunca me pongo nerviosa pero es que…. Esta situación solo me ha pasado con ese superdesarrollazo escorpion. Suspiro

-me siento confundida- hablo y sin darme cuenta estoy en frente del recinto de las amazonas, justo instante donde una joven de cabello rojo iba entrando.

-¿Se le ofrece algo?- me pregunta amablemente y yo con una mano en mi pecho sonrio, estaba algo agitada ya que al salir de Aries corri a lo que dieron mis piernas

-eh…. No… solo pasaba por aquí, iba a desayunar- le dije

-Ah… eres mujer puedes desayunar con nosotras en el recinto- me dice

-Gracias- le digo y extiendo mi mano- Soy Elisa Black-

-Mucho gusto Marín, entremos- Y después de ese apretón de manos, entramos dentro del recinto, era la segunda vez que lo hacia y mi primera vez no fue grata, ya que tuve que robar el alma de aquella niña

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Flash Back

-Hola- Saludo mientras me siento en la cama, mi futura alma respira entrecortada, su mejillas sonrojadas por la fiebre y con un hilo de voz me habla.

-E…eres her…mosa- ¿Por qué siento tristeza? Es mi trabajo, además le voy a quitar el sufrimiento, tu mi niña no vas a sobrevivir, deja que mis alas te cubran; lentamente me acerco y le doy un beso, mis cabellos dorados caen en su rostro ella débilmente levanta su mano y me acaricia.

-Es hora de dormir pequeña, descansa en paz que con mis alas yo te arruchare a la muerte- Murmuro y con mi mandato, lentamente los ojos de mi pequeña pierden brillo y voluntariamente se cierran en un susurro logro escuchar un "adiós" ¿difícil?

-¡yosiko! No duermas abres los ojos! Por…por favor- Escucho quejarse a la otra joven, veo como derrama lagrimas desconsoladas y se abraza fuertemente con sus brazos -¿Por qué? Era muy pequeña…. ¡porque!- Me grita la pelo azul, yo solo sonrió y ella me arroja una bofetada la cual recibo sin protesta, porque me hace sentir mejor.

End Flash back

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Marín me guió hacia el centro del recinto, allí había una mesa de madera larga y ya mas de una amazona se estaban retirando, cada una dispuestas a iniciar sus labores.

Amablemente Marín me sirvió un poco de sopa y luego sirvió otro plato y lo coloco frente a mi.

-¡Atzu!- exclamo llamando a alguien mientras ella se retiraba no sin antes dirigirle unas palabras a la joven que apareció. –Si la joven te pide algo le ayudas, ¿de acuerdo? Iré por Shaina-

-Si maestra- dice la joven de cabellos azules y sentándose en frente mió. ¡Maldición sude frió al ver quien era!

-Hola pequeña- le saludo y recibo la mirada mas llena de odio que he encontrado

-Buenos días señora- me dice arrastrando las palabras, ella no me recuerda pero si reconoce mi presencia.

-Lindos ojos- le digo ya que fue el único comentario que logre recibir de mi cerebro.

-¿Quién es usted? Y ¿Qué hace aquí?-

-No disimules mucho odio pequeña- me bufo

-usted es Mala- me dice sorprendiéndome, ya se me fue el apetito, deje la cuchara y dirigí mi mirada verde a la joven

-En este mundo existen muchas personas Atzu, Malas, buenas y gente vacía, ya que su mirada no demuestra sentimiento- le digo

-Pues mi corazón me dice que usted es la peor persona que existe en este mundo-

-¿Eso dice? Vos seis muy buena con la mente y el alma porque de reconocerme-

-cállese- me ordena, siento una patada en mi estomago

-¿Y podéis decirme porque me odiáis?- le interrogo y veo que se queda sin palabras –Es cierto, me odias porque yo soy yo la persona que te quito lo valioso de tu vida pero a la vez soy la persona quien te enseño la mas valiosa lección-

-Usted no me ha enseñado nada-

-¿Y porque me odiáis? Tu corazón me reconoció porque en tu pasado estuve-

-No es cierto-

-Si lo es, y lo sabéis muy bien- sonrió -¿Cómo se llamaba? Ah… Yosiko- le digo y en un impulso la joven peliazul me arroja un vaso de agua en la cara

-La gente no suele percibir el sendero por el que transita- le digo mientras tomo una servilleta –No sabes que terreno estáis hurgando –me levanto –Aun así me odiáis y… con un odio tan profundo que venderías tu alma-

-Solo deseo paz y tu estorbas- me responde cerrando sus puños.

-Se ha de sembrar la paz sobre los muertos, regándola con sangre diariamente y ella florecerá tardíamente, para mostrar sus pétalos abiertos. La paz será la flor de los desiertos que arrancada del suelo impunemente, se negará a morir aunque la gente transite por caminos tan inciertos.

Entonces sonarán las campanadas por los cuatro confines de la tierra, con la siniestra voz de las granadas...

¿Pero que es paz si no podéis matarme?- le pregunto con una sonrisa

-¿Quién eres?-

-Un humano, un persona que cree tener corazón pero en el mas corto segundo levanta la lujuria de la sangre ¿eso soy?- Sonrió –un ángel- le digo mientras me marcho.

-Me ha deshonorado Marín- escucho a una mujer hablar, después de mi discusión con Atzu decidí dar un paseo por el recinto llegando a un lugar apartado donde vi a dos mujeres sentadas hablando, una con una tristeza y desesperación visible

-Pero Shaina, olvida esa ley….- Respondió la pelirroja

-¡No puedo! Seiya vio mi rostro y no puedo matarlo porque lo amo demasiado-

-Pero… no por eso tienes que irte-

-Pero no puedo olvidarlo, TRATO pero me siento débil…. Debo irme solo así podré sanar esta herida- Y sin poder evitarlo me acerco a ellas interrumpiendo su conversación.

-Hola- saludo y me siento al lado de Shaina quien me mira como un animal en vía de extinción –Perdón- me disculpe –Pero no puedo evitar pensar en tus palabras ¿por un hombre?- le digo y Shaina me mira con desprecio

-Lo se, pero en tu vida cuando tomes una decisión hazla por vos misma. No por un hombre, es cierto existen penas que secan el corazón, te lo digo yo por experiencia propia pero si creéis que con los años vas a olvidar a ese hombre te equivocas- sonrió –Llegara un momento en que sabrás que un amor no se olvida con el tiempo, el queda en tu corazón pero…. Siempre hay otra oportunidad y veras que la encontraras, aquella flama que aparece en tu corazón…. Recuerda que después de la noche viene el día-

-Elisa- murmura Marín por lo bajo y yo sonrió

-Eres afortunada Shaina, porque has vivido y amado-

-¿Quién es ella Marín?- pregunta desdeñosa la peliverde y yo sonrió he interrumpo a Marín antes de que hable

-Soy Elisa Black-

-¿Elisa? La…-

-Si Shaina, la misma en persona- le digo sabiendo lo que me preguntaba –y ahora que lo sabéis ¡escúchame¡ No tienes que irte veras que ese amor algún día en solo un segundo cuando despiertes en la mañana veras que no ha desaparecido pero que la presión que ejerce en tu pecho se va aliviar y no dolerá… -Y sin poder evitarlo recuerdo a Rafael –Comprenderás que hay penas que nunca deben ser escritas, ya que si se hiciera nunca jamás podrían ser olvidadas. Pero junta a ellas existen penas que nunca deben ser olvidadas ya que si se hiciera volveríamos a errar. Y sobre todo que como humanos somos hay errores que nunca se debieron cometer, y por los que todavía pagamos en heridas. Y hay heridas que nunca debieron ser abiertas, pues ya toda cirugía es placebo inútil contra ellas. Hay ellas (heridas) que no pueden entender, y las confundo con mis deseos. –Sin querer una lagrima baja por mi mejilla pero dando un suspiro continuo - Hay deseos que nunca se cumplirán, pero que nos mantendrán vivos toda la vida. Y a su vez existen vidas que nunca debieron haber sido vividas, y que se viven como se puede. Y por ultimo hay penas que nunca debieron ser escritas, porque las leo y me entristecen...

-¿Y como sorpotare verlo?- me pregunta Shaina mirándome fijamente

-¿Cómo es la vida?- le pregunto y ella me mira con desconcierto –Cuando la pruebas es amarga luego agradable y por ultimo deliciosa- sonrió –El amor y la vida es así, no pretendas que sea color de rosa, abra tiempos difíciles y sentirás deseos de abandonar todo pero luego veras el sol eterno, la sencillez de la lluvia, el sentir del viento-

-¿debo quedarme entonces?-

-Esa amiga mía, no es mi decisión es la vuestra- me levanto y recojo una flor del suelo -En el camino aprendí que puede un sueño de amor abrirse como una flor y como esa flor morir, pero en su breve existir es todo aroma y color.

-Deseo irme- hablo ella levantándose y recibiéndome la flor que le entrego

-Eres libre al igual que el viento pero recuerda que "Nunca te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida. Acepta la dificultad de edificarte a ti misma y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas de su error. Nunca te quejes de tu soledad o de tu suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.

-Shaina- la llamo Marín pero yo levante mi mano para que me permitiese continuar.

-No te amargues de tu propio fracaso ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como una niña. Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar. Y No olvides que la causa de tu presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.

-gracias quizás deba quedarme y no huir- hablo Shaina y yo sonreí

-Aprende de los audaces, de los fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo, piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin eliminarlos morirán. Y un ultimo consejo para las dos: "Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti misma

y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias porque vos misma eres tu destino.

-Una última pregunta Elisa- me llamo Marín –Hablas como si hieras vivido mucho-

-Cuando se esta cerca de la muerte, tendemos a convertidnos en unos filósofos de la vida, bien para mi eso es una lección, un pan de cada día-

-¿Es cierto?- me pregunto Shaina –Es cierto lo que se rumora ¿eh?-

-No hay nada mas hermoso que la luz del conocimiento- le digo –Algunos rumores son ciertos otros con el pasar se transforman pero la idea, el centro del universo es el mismo-

-Es increíble que tengas dicha personalidad- hablo Marín

-La fachada no hace a la persona, eso se los da a entender su diosa ¿esas mascaras? No simbolizan la tentación de no verles como mujeres, esas mascaras son el instrumento que las guiara por el buen camino, las hará fuerte eso es lo que quiso transmitir Atena-

-¡Shaina, Marín!- grito una joven de cabellos verdes acercándose a nosotras –las esperan en el coliseo- hablo la joven

-Enseguida vamos Izel- respondió Marín y tras darme una fugaz mirada la joven se marcho.

-¿te tienes pensado ir? O podremos hablar otro día?- me pregunto shaina

-Eso quisiera, pero no puedo irrumpir en sus mentes, a veces el ayudar puede debilitar al ser humano, si estoy con vosotras mis ideales serán escuchados día a día por vuestras mentes, las confundiré, solo me verán cuando la noche sea muy oscura-

-Comprendo- suspiro -gracias Elisa- hablo Marín y yo sonreí ambas se dieron vuelta colocándose las mascaras.

-Y si no estoy y están solas piensen- les digo y camino en dirección a la salida al lado de ellas y tras llegar a la entrada a las doce casas me despido.

Levántate y mira el sol por las mañanas

y respira la luz del amanecer.

Tú eres parte de la fuerza de tu vida,

ahora despiértate, lucha, camina, decídete

y triunfarás en la vida;

nunca pienses en

la suerte, porque la suerte es:

el pretexto de los fracasados.

Pablo Neruda

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En este capitulo me ayude de grandes poetas como Pablo Neruda, no crean que toda la musa viene de mi.

Dejen Rew