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Autora: Amigos deben de haber visto esta serie de anime: Ruronoi Kenshin o Samurai X, bueno dentro de esta serie existió una joven que le llamaban Santa Madalia su verdadero nombre era Sayo. Bien ella me sirvió de inspiración para este fic, así que búsquenla y véanla.
Capitulo XIII
Había tomado una decisión, debía irme, no debía rodearme de sentimentalismos ¡Yo era la muerte! No podía enamorarme, no como en el pasado…. Mi vida esta sujeta a mi trabajo, mi existencia estaba sujeta a la realidad; Huir no era lo correcto, lo sabía pero en mi mente era el único deseo que se encontraba.
Irme, no ver no oír, solo seguir como todos los días, trabajar y regresar a casa con la esperanza de que todo esto fuera un sueño.
Pero los días de mi vida pasaban y aquella pesadilla seguía en mi, todo el tiempo a cada instante, agotando mis energías, destruyendo mis sueños.
Subí las escaleras de géminis, aun sin olvidar la conversación en Aries, estaba cansada solo deseaba llegar a Libra y dormir, olvidar mis problemas por un instante, solo por esta noche.
-¿Quién eres?- me pregunta una voz gruesa al entrar en Géminis, alzo mi vista para darme cuenta de que no es kanon sino su hermano
-Soy Elisa Black- le digo mientras le extiendo mi mano, el solo se limita a mirarme –Bien ya veo que no te quieres presentar- digo mientras bajo mi mano –Mucho gusto Saga
-¿Cómo sabes que soy Saga y no Kanon?- Yo solo sonreí
-El que seáis gemelos no implica que tengan la misma esencia-
-bien puedes pasar- me dice dándose la vuelta y caminando hacia una habitación.
-Dios mió, ¿Por qué no puedo evitarlo?- le pregunto al vació y resignándome a mi descanso camino en dirección a la habitación de Saga, quien estaba muy cómodo acostado en la cama mirando el techo –Saga- aclaro mi garganta fingiendo tos, el se sienta y me mira
-¿Qué quieres?- me responde altivo y yo sonrió
-Nada, solo quería preguntar si kanon logro vencer sus ilusiones- le digo de manera natural
-¿Ilusiones?- me pregunta desconcertado
-El miedo y la duda son ilusiones- le digo
-no he hablado con el sobre esos temas- me dice
-lo se, a veces la solución mas sencilla es la mas difícil- sonrió y centro mi mirada en el –Vos estáis igual a el- me acerco y me siento a su lado –la mayoría de la gente esta atrapa en armaduras- le digo y el me mira desconcertado
-¿Qué quieres decir?-
-No me refiero a vuestras armaduras de Atena- le digo levantando mi mano y colocándola en su pecho –Me refiero a la armadura del corazón- Suspiro -Ponemos barreras para protegernos de quienes creemos que somos, pero un día despertamos y nos damos cuenta de quedamos atrapados tras esas barreras y ya no podemos salir-
-no acostumbro a hablar con desconocidas, así que…- yo le interrumpo quitando mi mano de su pecho
-Como puedes conocer lo desconocido si te aferras a lo conocido- le pregunta y el enmarca una ceja
-A veces es mejor dejar las cosas como están- me dice seriamente
-¿estáis seguro? ¿Creéis que dejar las cosas solas de por si se solucionaran?- le pregunto -En el camino aprendí que la humildad no es sumisión, la humildad es ese don que se puede confundir: no es lo mismo ser servil que ser un buen servidor.
-Te he escuchado ya hablar, y se que tiendes a decir palabras para que la gente reflexione… pero conmigo eso no funcionara- me dice y yo sonrió
-En ese caso déjame hablar, decid que no vas a creed nada de lo que digo, entonces solo escucháis-
-No quiero- me dice rotundamente
-¿No queréis? ¿O tenéis miedo de que diga algo que llegue al fondo?-
-No, simple no tengo tiempo- me dice mientras se levanta
-El tiempo no es un problema, existen situaciones en las que debemos detenernos y contemplar que no estamos solos. No se puede correr y aprender al mismo tiempo-
-Me irritas ¿sabes?- me dice –No quiero oírte, odio las personas que creen saberlo todo-
-No soy un sabio, solo digo lo que mis ojos ven- le digo
-Pues no me interesa-
-Uno no puede ver realmente hasta que comprende- le sonrió –Cuando aprendáis a aceptar la vida esta será mas pasable-
-Pues no puedo- me dice con furia visible en sus ojos, y con sus puños apretados -NO acepto la vida tal como es-
-Entonces aun tenéis mucho que aprender- sonrió y me acerco a el tomándolo de las manos y desasiendo esa fuerza –Cuando aprendáis a Aceptar en lugar de Esperar, tendréis menos decepciones-
-he pasado toda mi vida decepcionándome y defraudando a las personas a quienes amo- me dice con tristeza
-¿Habéis confundido la necesidad con el amor?- le pregunto y el me suelta las manos y piensa unos instantes.
-Ya da igual, kanon se marcha mañana- me dice
-Kanon es muy importante para vos-
-es mi hermano- me dice de manera natural
-Y dices amarlo pero ¿era realmente amor o necesidad?- le vuelvo a preguntar
-¿por…- lo interrumpo
-¿Te amáis Saga?- le pregunto
-Intente matar a Atena en mas de tres ocasiones- me dice dándome la espalda -¿Cómo puedo amarme después de las atrocidades que he cometido?-
-Solo podéis amar a otros en la medida en que os amáis a vos mismo- le digo –Si te odiáis no pretendáis querer a los demás, ya no podrás-
-¿quieres decir que en mi vida nunca he amado a alguien?- me responde alzando la voz
-Confundiste la necesidad con el amor- le respondo –Necesitaste del amor Kanon porque no te amabas a vos mismo-
- ¿y como hago para empezar a amarme?- al fin había podido entablar una conversación con el sin que me huyera y eso me dio felicidad.
-Ya habéis empezado, al saber lo que ahora sabéis- me acerco y lo beso en la mejilla –Comprendiste la verdad, y la verdad es amor- le digo mientras salgo de la habitación, pero el me llama cuando ya casi llego a la salida
-Kanon se va mañana a las 7:00, por si deseas despedirte- me dice entrando nuevamente en la habitación, yo sonriendo
-No te preocupes-
Saga, no solo me recordó algo, sino lo valioso de tener alguien a tu lado, aquella persona que limpia tus lagrimas cuando la pena es muy dura.
Eso necesitaba, no un amante pero si un amigo, estaba confundiendo la necesidad con el amor, por unos momentos perdí el hilo de la sabiduría, pero el estar con aquel caballero recordé que muchas veces uno no sabe cuando pedir ayuda. No sabía y me estaba ahogando entre mis propias lágrimas.
La vida me ha golpeado de manera insaciable con una indescriptible y feroz crueldad, terrible e intenso dolor, sólo comparable al que se siente cuando tú no estás... Cuando ustedes no están, cuando el reloj de arena se detiene.
Tenía miedo de estar sola.
Pero comprendí que no puedo deshacer estas barreras que he creado con alguien, si debía tomar una decisión, seria por mi conciencia, por mi alma, las lágrimas de autocompasión no me podrían ayudar, pero me harían más fuerte.
Reconocía que el miedo y la duda era lo que realmente sentía, pero a la vez supe que el conocimiento de uno mismo podría vencer el más grande de los obstáculos, lucharía por que así es la vida, una lucha de intrigas y sorpresas, de deseos y de pasiones, de altibajos y condenas.
