Capitulo XVII
¡Curse¡ ¡curse¡ ¡curse¡
¡Estaba al borde de un colapso nervioso¡
Maldije este mundo, maldije mi existencia y el día en que nací.
No sabia que hacer, esa era mi absoluta verdad.
Estaba totalmente perdida.
Lleve mi mano a la sien, la cabeza me iba a estallar, aun permanecía en Acuario, pretendía que quizás por el frió, mis pensamientos se irían.
Tristemente no fue así.
Al contrario, me mataban, me apuñalaban. Estoy en contra del suicidio pero ahora….
Definitivamente no estaba pensando coherentemente
Salí de acuario y baje como una bala hasta Virgo, en mi mente solo pensaba en Shaka, era el UNICO caballero que no se veía perdido en su esencia. Lo contrario a mí.
Entre en el jardín de templo y sin pensarlo dos veces me arroje encima de Shaka, al borde de las lagrimas, para mi mala suerte no me fije si estaba solo, había OTRO caballero el cual hubiera deseado no ver jamás.
Mu de Aries.
El me miro desconcertado y yo sin poder ocultar mis lagrimas. Al parecer Shaka le dijo algo mentalmente ya que después de darme una mirada salio del templo dejándonos a solas.
-Lo siento no quise interrumpir- le dije y Shaka me sonrió
-No te preocupes, ahora dime ¿Qué te atormenta?- me pregunta y yo suspiro.
-Si te cuento nunca termino- hable sonsa –Simplemente estoy harta de este mundo-
-¿segura?- me dijo
-ya me conoces…. Esta bien no es el mundo… son los humanos…- hable levantando mis manos –son unos estupidos, cegados por el placer… otros arrogantes, sabios… ¡los odio¡-
-Creo que vuestro problema no es con todos los humanos, sino con los hombres- me dice y yo enmarco una ceja.
-¡No es cierto¡ Son todos- le retracto
-¿Incluyéndome?- El sabia como sacarme la verdad y eso no me convenía.
-ummmm… esta bien, tu ganas, la verdad es que estos hombres me tienen totalmente confundida- le argumente –En mi vida jamás me había pasado esto…. Todo era normal, siempre hacia lo mismo pero ahora…
-¿Ser la muerte es normal?- me sonrió –Elisa vuestro problema esta en que deseáis controlarlo todo-
-¿Y no se puede?- le pregunto y el sonrió
-No- me dice rotundamente -¿Queréis que te cuente algo?- me pregunta y yo asentí -Una vez le preguntaron a Buda que es lo que a él más le sorprendía de la humanidad, y ¿sabéis que respondió?- me pregunta y nuevamente niego con la cabeza.
-No se-
-"... Los hombres, que pierden la salud para juntar dinero, y luego pierden el dinero para recuperar la salud y por pensar ansiosamente en el futuro, olvidan el presente de tal forma, que acaban por no vivir ni el presente ni el futuro, viven como si nunca fuesen a morir, y mueren como si nunca hubiesen vivido..."-
-¿Queréis decir que estoy tan preocupada por mi futuro que no estoy viviendo mi presente?-
-Me alegra que comprendas-me dice –No puedes controlar nada Elisa, de ser así, ¿Qué seria del futuro?
-No me gusta cometer errores- le confesé –Soy la muerte…. No puedo caer en pequeñeces, ni mucho menos en grandes problemas-
-Tristemente has caído en el peor problema del mundo- me dice – "El no aceptar las cosas por el simple hecho de ser"-
-…..- no sabia que decir, mis lágrimas ya habían cesado pero aun sentía un nudo en mi garganta.
-Tenéis tres grandes enemigos Elisa- me dice enumerándolos con la mano –El miedo, la duda y la soledad-
-Ellos me bloquean ¿no es así?- le pregunto y el asiente –Quizás deba meditar durante un largo tiempo…- y de repente recordé algo –Shaka debo irme- le digo y me levanto del suelo.
-recuerda que no puedes correr y aprender al mismo tiempo- me regaña y yo sonrió y desaparezco en el umbral.
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Recode que mucho antes de ser una consejera era la muerte y como profesión debía de cumplirla. Preferí hablar con Milo y luego visitar a mi futura alma.
¡Eso estaba mal! Me reclame.
Shaka tenia razón no debía preocuparme por el futuro ni mucho menos por el pasado.
¡¡Despierta!.Me grite en mi interior.
Tengo 206 huesos y más de 700 músculos esperando. Sólo falta mi decisión, mis ganas de jugar como nunca.
Pide la pelota, exígete más; vive sin domingos.
Corre cada día un poco más lejos. Salta cada día un poco más alto.
Conviértete en tu propio ídolo. Súmate a dar vuelta el marcador.
Cuando no esperes nada de los demás.
Cuando sientas que cada tanto depende de vos, tu espíritu se fortalecerá.
Y poco a poco, las voces se convertirán en ovación.
Tus respiros se llenarán de logros y tu vida de sentido.
Si señor, de ahora en adelante no me preocuparía por el pasado..
Porque aun cuando la noche sea totalmente oscura siempre habrá un mañana. Cada vez que sienta que mis fuerzas me abandonan recordare de aquellos que siguen corriendo cuando les tiemblan las piernas. Los que siguen jugando cuando se les acaba el aire. Los que siguen luchando cuando todo parece perdido. Como si cada vez fuera la última. Convencidos de que la vida misma es un desafío, sufren pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa, el sudor se seca y el cansancio termina. Pero hay algo que nunca desaparecerá: la satisfacción de haberlo logrado. En sus cuerpos corre la misma sangre. Lo que los hace diferentes es su espíritu, la determinación de alcanzar la cima; una cima a la que no se llega superando a los demás, sino superándose a sí mismo.
Tiempo sobra para los mediocres, pero tiempo falta para realizar tus sueños!
Y con mis pensamientos optimistas llegue a Aries, donde me encontré a Mu sentado en las gradas, quise sentarme a su lado y declararle todo lo que ocultaba, pero recordé mi vida, mis prioridades, y decidí hacer algo.
-Mu- lo llame y el volteo a verme
-¿Cómo te sientes?- me pregunto con serenidad
-Depende de tu respuesta- le dije y el me miro con desconcierto -¿Queréis salir conmigo esta noche?- le pregunto y me pareció que se sorprendió
-¿Y puedo saber porque me invitas?- me dijo lo mayor cortes que puedo.
-No puedes, solo espérame- le guiñe el ojo y baje las escaleras –Así sea tarde, yo vendré por ti- le grite ya en los últimos escalones.
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Mis prioridades estaban claras, así decidí ir al hospital, de camino pensé en cosas simples pero de gran significado.
Pensé en la soberbia, en cuantas veces mi orgullo me alejo de mis sentimientos, de las personas a quienes amo. Cuantas veces quise decir "te quiero" y me lo calle por miedo o vergüenza.
Y prometí algo, si volviese a nacer, recordaría que:
Si el presente fuera el pasado, tantas piedras esquivaría y tropezaría con las que en mi soberbia no alcance a reparar.
Si el presente fuera el pasado, sería más útil y menos dejada, escucharía los consejos del sabio, aunque reiría de los errores procurados.
Si el presente fuera el pasado, principios serían sinceridad y paciencia mas no cabría tanto capricho y vanidad, leyes solo de la adolescencia.
Si el presente fuera el pasado, pondría muchos te quiero en los labios, que guarde, en un corazón avergonzado.
Si el presente fuera el pasado, salvaría a todos mis muertos, por el egoísmo, de solo tenerlos un rato mas largo.
Si el presente fuera el pasado, pediría a los ricos la formula del éxito; y le regalaría a los humildes, la fuente de la ambición. Para ver cuantos dejan la convicción, por la tentación.
Si el presente fuera el pasado, volvería a sentir la pasión del amor; pero esta vez recordaría vivirlo con más exceso y sin tantos cuestionamientos.
Si el presente fuera el pasado, volvería a perder la cordura, para recobrarla en algún puente, al borde de la desaparición.
Si el presente fuera el pasado, no podría ser quien soy más bien, sería siempre lo que fui; viviría en un tramo sin avance, en el medio de la desilusión, por lo que pude ser, no ya por lo que fui.
Si el presente es presente, es porque hubo algo, que permitió llegar a lo que soy HOY..."
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Me detuve frente al hospital y suspire, era mi destino, y allí dentro de aquel quirófano se encontraba aquel hombre, aquel hombre que se quería bajar del tren, que la vida le había dado duro, pero que continuaba; era triste el pensar que con una mirada le quitaría el aire, con un suspiro perdería todo.
Y así camine hasta llegar al quirófano, donde un hombre de unos treinta años, convulsionaba, los médicos hacían hasta lo imposible por traerlo de regreso; nuevamente mi corazón se acogió, no importaba cuanto Optimismo le colocara a la vida, al ver esto, al ver mi realidad, mi alegría caía mas rápido que una piedra bajo la gravedad.
Y aun
resignada me senté en una silla, no quise entrar pero sabia
que debía hacerlo, en ese instante una niña de ocho
años corrió hacia el quirófano pero no le
permitieron entrar, ella lloraba a mares y gritaba "Papi"… los
médicos ante la frustración le decían que todo
estaría bien, que papa regresaría…
¿Qué
pensaría esa niña al saber que su padre moriría?
El solo pensamiento me daba escalofrió, pero eso no dependía
de mi, dependía de Dios, si quieres una vida plena CREE
EN DIOS y veras que a la hora de tu muerte, no la veras
como un hecho trágico sino como una recompensa a tus buenas
acciones
Me levante de mi silla y di unos pasos, deteniéndome en la puerta del quirófano
-Que descanse en paz- fueron mis palabras, y pude sentir un frió aire pasar a mi alrededor, era extraño, ¡era la primera vez que me pasa esto¡ De repente mi cabeza dio vueltas, y nuevamente sentí una sacudida a mi corazón, era otra alma pero… ¿Quién era?... Sabia que venia pero no tenia ni idea en donde buscarla…. ¿Y estos escalofríos?
Tuve miedo, ¿estaba perdiendo habilidad? ¿Por qué no sabía quien era?
Después de unas horas caminando en circulo por el hospital, me resigne, no sabría ni ahora ni después quien seria el alma, pero aun permanecía ese escalofrió, ya eran las 11:00 p.m, y recordé que iba a salir con Mu, así que dando una ultima ronda me fui de aquel sitio.
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Cuando llegue al santuario, me encontré con un Mu en la entrada de Aries, yo sonreí y me acerque a el.
-Tarde pero volví- y el asintió, no sabia cuales eran mis planes, pero quería aplicar una nueva metodología, me incline y me aferre a su brazo -¿Vamos?- le dije sin soltarlo, el solo suspiro y bajamos las escaleras, yo llevaba un vestido azul sencillo y mi caballo sostenido con una cinta blanca.
-¿A dónde vamos?- me pregunto cuando salimos del santuario
-ummmm…. Vamos a la playa- le pedí y lo jale de la mano, llevándolo a la orilla del mar.
De noche era hermosa, pero a la vez daba miedo. Las olas rompían en las rocas y se veía totalmente oscuro a la lejanía, pero la luna, que brillaba en todo su esplendor y las estrellas, era totalmente increíble.
-¿Hermoso no?- me dice Mu y yo asiento
-Esto es lo mas hermoso que halle en el mundo-le digo y dejo que el frió de la noche acaricie mi piel
-Elisa… ¿puedo preguntarte porque estabas….-
-¿Por qué estaba llorando?- me le adelante a la pregunta y el asintió –Por muchas cosas Mu- le dije y me senté en la arena, junto a el a mi lado.
-¿Entre cuales?-
-Lo que soy- le respondí –Tengo tres grandes enemigos: El miedo, la duda y la soledad- le digo –pero todo saldrá bien… después de todo siempre hay una salida-
-Menos para la muerte- me dice y yo sonrió
-Yo soy la muerte, eso quiere decir que mi único impedimento esta totalmente eliminado-
-Cuentas conmigo- me dice y yo sonrió
-lo se- respondo recostándome en su hombro. –Necesito a alguien como vos- le cuento por lo bajo y siento cuando el me abraza.
-¿sabes que pienso?- me dice
-Dime-
-Cuando Dios creo la mujer, pensaba que el Universo, no se llenaría de estrellas ni la tierra de veneros; ni los arroyos y ríos recorrerían los senderos, ondulados de las sierras en torrentes de misterio. Cuando Dios creo la mujer, pensó que serías el verso, que escribirían los poetas en la nostalgia de un sueño; recibiendo la dulzura de los arrullos y besos, llenos de gozo y ventura y fragancia de tu aliento.-no lo pude evitar una sonrisa se formo en mis labios al pensar que quizás el se refería a mi -Cuando Dios creo la mujer, pensó que sólo tu cuerpo sería poesía en el aire, y sensación de deseo que los hombres al mirarte; añoran con sentimiento en una noche de ensueño, los besos que puedas darle. Cuando Dios creo a la mujer, ¡Sólo pensó en admirarte!- me dice y siento que mis mejillas se ruborizan, esa era la diferencia entre Mu y Milo, eran tan opuestos, Milo era coqueto y siempre decía mejores versos pero no del corazón, lo contrario es de Mu quien en sencillas palabras te decid lo que oculta su alma.
-Nunca me dejes- le pedí y me abrigue en el, y solo bajo testimonio de las estrellas y de Dios, fui mujer para el.
