Capitulo XVIII

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…Anoche me sucedió algo y pensé en mi futuro…

Así después de esperar tanto, un día como cualquier otro, decidí triunfar...

Decidí, no esperar a las oportunidades, sino yo misma ir a buscarlas.

Decidí, ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.

Decidí, ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.

Decidí, ver cada noche como un misterio a resolver.

Decidí, ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Anoche descubrí, que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en estas, está la única y mejor forma de superarnos.

Aquél día dejé de temer a perder, y empecé a temer a no ganar. Descubrí, que no era yo la mejor, y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar, quien ganara ó quien perdiera, ahora mismo me importa mucho más simplemente saberme mejor que ayer.

Aprendí, que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.

Aprendí, que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien "Amigo".

Descubrí, que el amor es más que un simple estado de enamoramiento.

Anoche, dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados, y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente. Aprendí, que de nada sirve ser luz, si no vas a iluminar el camino de los demás.

Anoche decidí, cambiar tantas cosas...

Quizás solo sea una tonta por pensar de esta manera, pero gracias a las personas que amo, aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde anoche, ya no duermo para descansar... Ahora simplemente duermo para soñar.

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Ya habían pasado dos días, y todo parecía cambiar, o por lo menos eso quería creer, al despertar me dirigía a Aries, ya que aun dormía en libra, hablaba con los demás santos y visitaba a Shaka quien era mi mejor amigo.

Era jueves por la tarde cuando me encontraba en el pueblo, comprando las provisiones para Mu y Kiki, cuando me tropecé con una linda niña de cabellos castaños.

-Hola- me saludo y yo sonreí, inclinándome para quedar a su altura, era una niña muy hermosa, tenía unos maravillosos ojos miel que contrastaban con su blanca piel

-Hola pequeña- le dije, ella llevaba un ramo de flores en sus manos, todas rojas menos una que era blanca, ella saco esta flor y me la entrego.

-Para ti- me dijo y tome la rosa evitando las espinas

-Es la única blanca- le dije -¿Segura que me la queréis obsequiar?- le pregunte y ella asintió con la cabeza para luego dar vuelta e irse.

Motivos no tenia, pero el blanco nunca fue mi color favorito, había algo que me daba escalofrió y pensé en arrojar la rosa, pero me arrepentí y decidí quedármela, de camino allí me dirigí al santuario, encontrándome en la entrada de este a un Afrodita molesto.

-¿Cómo que no ha llegado?- exclamo el molesto

-Lo sentimos pero no ha llegado… señor- decía temeroso uno de los guardias de la entrada.

-Son unos ineficientes- grito y yo me acerque

-¿sucede algo?- pregunte y Afrodita me miro con desdeño

-Nada que te incumba- me respondió para mirar a los guardias –Cuando llegue me avisan de inmediato- exclamo

-¿Un paquete? ¿Por qué no lo buscáis vos mismo?- pregunte y me miro con odio.

-Porque a diferencia de ti, yo no tengo tiempo- me respondió –Atena me ha colocado a una aprendiz- murmuro molesto

-Bueno pero si tenéis tiempo para discutir porque mejor no lo gastáis yendo a buscar vuestro paquete, ¿si queréis te acompaño?- le ofrecí

-NO gracias- me dijo y se dio la vuelta para subir a su casa, yo solo suspire, hasta el mas hermoso era difícil.

Como llevaba paquetes iba mas lento que el, así que tarde en alcanzar a Afrodita, rápidamente deje mis compras en la cocina de Aries y corrí detrás de mi Afrodisíaco amigo, dándole un fugaz beso en la mejilla a Mu.

-¡Espera¡- le grite alcanzándolo

-¿Ahora que quieres?- me dijo

-Oye, dejad la defensiva yo solo quiero ser vuestra amiga- le dije

-No tengo tiempo-

-Oh vamos, podéis inventar una excusa mejor- el miro con desprecio –No se porque me odiáis después de todo, no te he hecho nada ¿o si?-

-Nada- me dijo –Solo que no quiero hacer amistades ¿Entiendes?-

-Igual que Camus- le dije –La diferencia es que vos si tenéis buen gusto- le sonreí -¿Queréis tomar algo conmigo?-

-No-

-Un café, un te, no se cualquier bebida-

-¿No te piensas ir, si no te digo si, verdad?- Yo sonreí y asentí –Tomemos un te

Y no tardamos mucho en llegar a Piscis que era la ultima casa, estaba algo agitada, pues aun me costaban tanto escalones, así después de preparar el te nos sentamos en una mesa frente a un hermoso jardín de rosas rojas.

-¿Vos las sembraste solo?- le pregunte y el asintió –Tenéis talento- le dije

-….-

-¿No habláis mucho?-

-¿No comprendo para que quieres venir aquí? Es mas… no se ¿Qué haces aun aquí en el santuario?- me dijo

-ummmm… afuera es muy solo- le respondí –Aquí por lo menos tengo amigos-

-Bien, creí que eras la muerte, ¿No tienes trabajo que hacer?-

-Tener tengo, pero….- recordé los últimos días en los cuales había sentido un alma y escalofríos –No se que ocurre pero mis habilidades están fallando- le respondí

-Si claro-

-Que sea la muerte no quiere decir que sea la persona mas fuerte de este mundo- le dije –Soy débil igual que un enfermo, la diferencia radica en que no importa cuanto me enferme o sufra, yo nunca muero- le respondí

-ummmm…-

-Mascara Mortal me hablo de ti, dice que son buenos amigos- le dije y el solo me miro de solazar par luego tomar de su te –Vosotros siempre están solos-

-Igual que tu-

-Ya no estoy sola-

-Si ya veo- me dijo –No creas que lo de Mu paso desapercibido, sentí que mis mejillas enrojecieron.

-No se de que hablas-

-Claro, finge demencia, igual que Mu-

-¿En verdad lo sabe todo el mundo?- pregunte y por primera vez me sonrió

-Todos los santos lo saben, incluyendo amazonas… al único que no le gusto fue a Milo- al decir su nombre mi mirada se ensombreció.

-Yo no quería lastimar a Milo- le dije –Desde entonces no me habla-

-El es así, en un mes se le pasará-

-El problema esta en que no se si dure un mes-

-¿Y Mu?-

-Tendrá que aceptarlo y mantener la esperanza de mi regreso- sonreí

-Esta enamorado, te esperara- me animo

-…Estar enamorado…- me pregunte en mi interior si ese amor era tan fuerte como para esperarme y sonreí con tristeza, siempre tuve una bendita mala suerte -¿Qué es estar enamorado?- le pregunte a Afrodita

-es encontrar el nombre justo de la vida- me respondió y me quede pensativa

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Flash Back

Una vez me encontré a un joven pintor en Paris, el pobre sufría de cáncer en la sangre y le quedaba muy poco tiempo de vida, ya sabéis para que estaba ahí.

-¿Por qué continuáis pintando?- le pregunte, yo estaba frente a el, mientras el me dibujaba.

-El arte es lo más hermoso dentro de mi vida, fueron estos pinceles los que me llenaron de amor y alegría, si voy a morir deseo gozar hasta el último instante- me respondió y yo sonreí

-estas enamorado del arte-

-Fue el arte el que me guió a conocer a la mujer de mi vida- me dijo –Fue el arte el que me robo la mujer de mi vida-

-Te dio y te robo… ¿Quién era?- le pregunte

-Era mi ángel, la más hermosa de las flores- me respondió con un brillo en sus ojos –la conocí en estas calles, ella caminaba con su hermoso vestido y de repente se detuvo… me vio…- el pintor sonreía al recordar –Fue la persona mas perfecta que he dibujado, la persona que a pesar del tiempo la recuerdo como si fuera ayer… era ella la dueña de mi corazón-

-¿Y porque la perdiste?-

-Por el arte… ella era rica y yo un vagabundo y mísero pintor, ella era distinta jamás para mi…. Me prometió que pintaría algo y lo traería a mí, vinculados por el arte…- bajo su pincel –Nunca regreso-

-¿Y el arte?-

-El arte no siempre es una pintura, el arte también es amar… la pintura que ella hizo llego a mi tiempo después, en un museo… ella se caso con otro y la pintura que seria para mi, la obsequio a el….-

-¿la odiáis?

-Puedo odiar a la persona que ame tanto…- el negó con su cabeza -Se habrán dicho muchas cosas, se habrán escrito muchos libros pero mientras tu boca no lo diga o tu corazón no lo sienta, nada sabrás del amor verdadero…. Pude odiarla pero la ame tanto, la amo tanto que hacer eso seria matar a mi alma-

-¿Prefieres perdonarla?-

-El amor es fuerza y valor, es debilidad y cobardía. Es alegría y es gozo, es tristeza y dolor. El amor es este instante y hoy, es la eternidad y siempre. El amor es ayer y es historia, es mañana y es futuro. El amor es proximidad y continencia, es distancia y es lejanía…. No importa cuanto lo piense… Cuando me pregunto ¿Qué es amar? ¿Cómo decirlo claramente? Pienso en ella…El amor es ella.

-Siento mucho que la vida sea cruel- le dije

-La vida también es un arte, no hay pintura perfecta, solo ojos que la ven perfecta… mientras temas, jamás encontraras la felicidad… recuerda que el amor es secreto y entrega, es respeto y dignidad. La vida es amarilla y es rojo, es verde y azul. El amor es sol y es flor, es luna y es estrella. La vida es cielo y tierra, es muerte y vida.

-Ella no es feliz…- le dije

-eso me partiría el alma- me dijo con tristeza

-¿Cómo podéis estar así de enamorado?- le pregunte y el sonrió

-Estar enamorado, amiga, es dar al fin con la palabra que para hacer frente a la muerte se precisa. Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva. Es levantarse de la tierra con una fuerza que reclama desde arriba. Estar enamorado… Es respirar el ancho viento que por encima de la carne se respira. Es contemplar desde la cumbre de la persona la razón de las heridas. Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira. Es escuchar en una boca la propia voz profundamente repetida. Es sorprender en unas manos ese calor de la perfecta compañía. Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.

Su pincel cayo en el suelo y solo pude ver como fallecía…

End flash Back

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-Un amigo me dijo que estar enamorado es descubrir dónde se juntan cuerpo y alma. Es percibir en el desierto la cristalina voz del río que nos llama. Es ver el mar desde la torre donde ha quedado prisionera nuestra infancia. Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de cigüeñas y campanas. Es ocupar un territorio donde conviven los perfumes y las armas. Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo recibirla de su espada. Es confundir el sentimiento con una hoguera que del pecho se levanta. Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo ser esclavo de la llama. Es entender la pensativa conversación del corazón y la distancia. Es encontrar el derrotero que lleva al reino de la música sin tasa.

-Conoces a muchas personas…-me dice y yo asiento

-En mi camino, he encontrado filósofos, artistas, sabios, científicos, caballeros….- suspire

-….-

-¿en quien te inspiras para cultivar estas rosas?- le pregunto

-El solo verlas me produce el deseo de creer mas- me respondió simplemente –Las rosas rojas simbolizan el valor y la fuerza, las negras la maldad y la soledad…-

-¿Y las blancas?-

-las futuras almas que están por ir- me respondió simple

-…por ir….- sonreí

-Quizás quieras venir un día y sembrar conmigo- yo sonreí

-me encantaría-

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Estar enamorado, amigos, es adueñarse de las noches y de los días.

Es olvidar entre los dedos emocionados la cabeza distraída.

Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las primeras golondrinas.

Es ver la estrella de la tarde por la ventana de una casa campesina.

Es contemplar el tren que pasa por la montaña con las luces encendidas.

Es comprender perfectamente que no hay fronteras entre el sueño y la vigilia.

Es ignorar en qué consiste la diferencia entre pena y alegría.

Es escuchar a medianoche la vagabunda confesión de la llovizna.

Es divisar en las tinieblas del corazón una pequeña lucecita.

Estar enamorado, amigos, es padecer espacio y tiempo con dulzura.

Es despertarse en la mañana con el secreto de las flores y las frutas.

Es liberarse de sí mismo y estar unido con las otras criaturas.

Es no saber si son ajenas o si son propias las lejanas amarguras.

Es remontar hasta la fuente las aguas turbias del torrente de la angustia.

Es compartir la luz del mundo y al mismo tiempo es compartir la noche obscura.

Es asombrarse y alegrarse de que la luna todavía sea luna.

Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea de ser hombre es menos dura.

Es empezar a decir siempre y en adelante no volver a decir nunca.

Y es además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras