Capitulo XIX
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Baje lentamente las escaleras de piscis pensaba en tantas y como había cambiado mi vida en los últimos días, si hacia la cuenta ya casi cumpliría el mes en el santuario y eso me entristecía ya que sabia que tarde o temprano debía partir. Solo suspire y sentí el frió tenaz de acuario al entrar.
-Ah…. Al fin te encuentro- exclame al ver el santo de acuario, el me envió una mirada fría
-¿Y que quieres?-
-Nada solo ser vuestra amiga- le respondí simplemente y el me miro de pies a cabeza, para luego pasar a su habitación.
-¡Hey! No me dejes hablando sola- exclame nuevamente y dirigiéndome a su habitación pero…
-Lárgate- me dijo y me cerró la puerta en la cara
-Sois un patán, ¡no me cierres la puerta mientras te hablo!- grite golpeando la puerta con mi mano derecha –ummmm…. Tonto- murmure, al parecer el no me abriría la puerta. Guarde unos minutos de silencio esperando pero el parecía no cambiar de opinión así que tuve una idea, claro que me haría comportar como una loca, pero eso daba igual, comencé a hablar sola
-"No podemos elegir muchos aspectos de nuestra vida. Pero nada ni nadie es lo bastante poderoso para impedir que escojamos nuestros pensamientos y nuestras emociones."- hable –Sabes mi madre se llamaba Elisa por eso ese es mi nombre- sonreí al recordar y me senté en frió suelo –La perdí… y no sabes cuanto la extraño… ella me decía que "La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista, la inteligencia detrás para ver." Siempre me dijo que las personas mostraban muchas facetas que no era la verdadera, solo cuando estamos solos y nos vemos al espejo vemos como somos, que somos…. La extraño, si ella no hubiera muerto quizás y no estuviese aquí hablando con la pared- suspire –ella murió en un accidente…. Junto a mi padre… el era un buen hombre, siempre reía conmigo y jugamos al caballito…- sonreí –Yo era bailarina, sabes, cuando ellos fallecieron no volví a bailar… porque al igual que vos, tuve miedo…. Creí que todo estaba perdido… llevaba una mirada fría a todos lados, ahuyentaba a quienes querían ser mis amigos…. No sabes cuanto me arrepiento… quizás y si hubiese tenido a alguien, la realidad hubiera sido más fácil de aceptar… Perdí y comenzó mi viaje hasta que llegue al inframundo… - mire la puerta pero esta no se abría así que continué hablando –una vez mi maestra me dijo "Escucha, pero no sólo con los oídos, también con el corazón." Ella era muy fuerte… vivía en Asgart ¿Lo mencione? Bien desde mis dieseis viví en Asgart por eso el frió de vuestro templo no me afecta… A partir de allí comencé a ser la muerte…. En realidad lo era mucho antes pero en esos momentos entrenaba… para ser más fuerte…. Maivel, ella era rubia ¿Queréis un secreto? mi cabello era negro y mis ojos miel, pero… aquella mujer me enseño como confundir al enemigo… me dijo que una sonrisa es mas poderosa que una mirada fría y calculadora- Pude sentir unos pasos en la habitación- Cuando conocí a Hades dude ser la muerte… pero era joven e inexperta… acepte…. Sin embargo después de un tiempo aprendí que "Tomar decisiones no es difícil. Lo difícil es asumir sus consecuencias." Muchas veces he llorado por lo que soy… y sin embargo sonrió… porque uno nunca sabe quien te observa…. –volví a suspirar -Si te parece que algo es muy difícil, divídelo en trocitos más pequeños. Las cosas fáciles no cuestan tanto hacerlas… Eso pensaba,… creí que al dividir mis tristezas serian mas fáciles de olvidarlas…-me acomode el cabello –Tienes miedo Camus- lo nombre por primera vez ese día –Tanto miedo que te ocultas bajo esa fría mirada… pero te sientes solo y tu miedo en ves de desaparecer esta aumentando… porque al principio temías que las personas te hirieran… pero ahora temes a la soledad… Todas las emociones son beneficiosas, incluso las más dolorosas. Todas las emociones son como llamadas de atención. Las emociones negativas nos indican que algo debemos cambiar en nuestras vidas… Te lo digo yo, que creí que estando sola nadie me lastimaría…. Pero sabes desde que los conocí a vosotros ya todo no es oscuro… hay luz, aquel rayo que se cuela por la rendilla de vuestra ventana… Comprendí que "La relación más importante de nuestra vida es aquella que mantenemos con nosotros mismos." Yo ya no hablaba con mi interior, al contrario siempre lo culpaba de mis desdichas… pero un día entendí que las lágrimas son la sangre del alma…. Mi alma lloraba porque la lastimaba…. No eran los demás… era yo, con mi actitud arrogante y egoísta- suspire –Quizás hable mucho… una vez un sabio me dijo "se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar."- reí –Creo que necesito esos setenta años para callar… -me levante del suelo -¿Vos creéis que todo seguirá igual?- le pregunte –Tarda pero se logra camus…. Cambia como lo hice yo y veras que un día miraras al futuro con esperanza y al pasado sin dolor- camine a la salida –y recuerda que "Las mentiras más crueles son dichas en silencio." Tu mirada dice lo que tu alma guarda, los actos son los frutos, las palabras las hojas. Tu mirada, tus ojos son el reflejo de vuestra alma… y así como yo la he visto, más de uno ya te conoce-
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Baje resignada las escaleras, Camus no se digno ha abrirme la puerta sin embargo estaba segura que me había escuchado, solo deseaba que lo hubiera hecho con el corazón… había tantas cosas por hacer pero el tiempo… entre en capricornio y recordé que con este santo no había hablado, nuevamente guiada por la estatua de Atena me detuve a contemplarla en el instante en que Shura entraba.
-buenas Tardes- me saludo eran alrededor de las cinco
-Buenas tardes a vos- le respondí con una sonrisa -¿No es hermosa?- le pregunte
-Esa estatua simboliza la lealtad de los caballeros a Atena- murmuro con tristeza
-y ella esta orgullosa. Le dije –Porque sabe que no importa cuantos errores cometan sus caballeros, si miras el perdón todo saldrá bien…-
-el perdón- murmuro el y yo sonreí
-El Perdón: Camino de Sabiduría y Felicidad- le dije –No se trata de perdonar o que te perdones, es aceptar que como humanos nos equivocamos…. Lo importante es salir adelante-
-Atena ha perdonado a mas de un caballero que no merece el perdón- Shura no quería decir que Atena no debía perdonarlo.
-Sabes, el perdón es como la vida… Cuesta pero se logra- le sonreí –Aceptar es algo difícil pero piensa en cuantas cosas has hecho, cuanto perderás solo por orgullo… El perdón no es un simple mecanismo para liberar de culpa a quien nos ofendió, el perdón es un mecanismo para que yo sea libre de la amargura que dejó esa acción en mi corazón. Yo puedo decidir perdonar a alguien, que no está arrepentido de verdad de haberme dañado, por que mi intención al perdonar, no es que esa persona quede libre de culpa, si no que yo quede libre en mi interior, que yo tenga paz, que yo pueda vivir bien, que haya desatado la amarra que me tenía detenido en el puerto. Es muy importante saber, que el perdón no exime de culpa al ofensor, sino que libera al ofendido. Vos y yo necesitamos decidir perdonar, para ser libres de las heridas del alma-
-…-
-Perdónate Shura- le dije después de unos momentos -porque a Atena no le duele el que la hayas ofendido, le duele verte y ver la tristeza en tus ojos- lo mire – Recuerda que quien vive en el pasado no puede vivir en el presente ni mucho menos mirar al futuro-
-Yo no he dicho que no me haya perdonado- me dice intentando cambiar de tema
-Recuerda que por orgullo perdemos muchas cosas y que la lucha más grande en la vida es luchar con uno mismo... el día que dejes de hacerlo, el mundo te gobernará.-Le dije mientras me daba la vuelta y salía del templo, yo solo les doy la pista, vosotros decidir si queréis encontrar la salida.
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Ya casi serian las seis de la tarde, así que baje corriendo hasta llegar a libra, me di cuenta de que escorpión no había nadie, y me dolía que Milo no me hablara. Al entrar a Libra me encontré con Docko.
-¿Cómo estáis?- le pregunte
-Celoso de que mi amiga se haya enamorado de un lemuriano- yo me sonroje y reí nerviosa
-Pero que cosas dices- me di la vuelta dispuesta a visitar a mi amado lemuriano, pero de repente volví a sentir la sacudida en mi corazón con más fuerza… era un apretón tan fuerte que sentí que mi corazón se partía. Doble mis rodillas y caí al suelo
-¿estas bien Elisa?- me pregunto Docko ayudándome, era la primera vez que sentía un ataque tan fuerte… era un alma la que me llamaba a gritos… ¿pero quien era? ¿PORQUE NO SABIA QUIEN ERA, DONDE ESTABA? –Elisa, Elisa, Elisa- me llamaba mi anciano, al reaccionar lo mire confusa…
-es.. estoy bien… es solo que…. Debo irme- le dije levantándome y corriendo escaleras abajo.
-¡Cuidado te caes!- le escuche gritar a lo lejos.
Baje veloz y llegue hasta Aries, no sabia porque corría pero tenia miedo… tenia miedo de algo que desconocía, al entrar me encontré con Mu y Kiki quienes entrenaban, relaje mi respiración y camine hacia ellos, sonriéndoles y guiñándole el ojo a mu, ya que kiki aun no sabía lo nuestro.
-Hola Elisa- me saludo Kiki y yo asentí para mirar encima del comedor una rosa blanca, era la que la niña me había obsequiado. La tome con delicadeza y mire la flor.
-¿Cómo estas?- pregunto Mu y voltee a verlo, y sin querer apretando la flor
-estoy bien, y vos?- le sonreí de repente sentí ardor en mi mano, voltee a ver la rosa blanca y me di cuenta que esta convirtiéndose en roja, la deje caer y pude observar como gotas de mi sangre caían encima de ella dañando su blanco puro y transformándola en un rojo vivaz
-Permíteme- me dijo Mu tomándome de la mano y con su cosmos sanando mi herida -¿Elisa?- me había quedado mirando la rosa, Mu se inclino y la recogió para entregármela, yo la mire y la tome en mis manos, ahora lo comprendía todo, suspire y abrace a Mu, olvidándome de Kiki.
-Ahhhhhhhhhhhhhhhh- exclamo Kiki separándome de Mu -¿Estas con mi maestro?-
-Kiki- regaño Mu aun desconcertado por mi actitud, yo me adelante a la situación.
-Así es Kiki, ¿estas de acuerdo?- le pregunte y el se arrojo encima mió abrazándome
-¡Claro!- yo sonreí con tristeza
-kiki ¿Queréis ir conmigo a la playa?-
-pero entramos en temporada de invierno, ya estamos en diciembre- me dijo
-Es solo un ratito, deseo ver el atardecer- le dije
-ummmm… Esta bien- me sonrió y yo voltee a ver a Mu
-Y vos tendréis que cocinar para vosotros- me acerque y le di un beso para tomar a Kiki de la mano.
-Adiós maestro- grito kiki mientras nos tele transportábamos.
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Kiki y yo llegamos a la playa justo cuando ya anochecía, se sentía el frió en el aire y a lo lejos en lo mas alto de cielo, podía ver las futuras bolitas de nieve que caería. Me senté en una roca aun con la rosa roja en mi mano.
-Oh ya anocheció- hablo triste Kiki y yo sonreí
-la noche es tan hermosa como el día- le dije y saque una libreta con unas hojas blancas
-¿Qué haces?- me pregunto
-Deseo escribir unas cartas, ¿podéis acompañarme?-
-¡Claro¡- exclamo el, y tomando mi pluma y colocando la rosa en el suelo comencé a escribir.
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-Estuvo delicioso- le dije a Mu, ya hacia unas horas que habíamos llegado a Aries
-Me alegra que te haya gustado- me dijo y yo sonreí.
-Ahora tengo sueño, yo me voy a dormir- hablo Kiki levantándose de la mesa y dirigiéndose a su habitación –Buenas noches-
-buenas noches- repetimos a dúo Mu y yo. Ya una vez que Kiki se fue, nos sentamos en un sillón, yo recostada en su pecho y mirando hacia la salida donde se veía algo nublado.
-¿Seguro estas bien?- me pregunto Mu y yo sonreí dándole un beso en la mejilla, ya eran las nueve de la noche.
-Estoy feliz de haberte conocido- le dije
-No hables como si te despidieras- me regaño yo sonreí y lo abrace
-Siempre te amare, todos los días, hasta que juntos vayamos al Yotmosu- le dije y el me miro para luego besarme. Unos minutos después el me así suya.
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Ya eran la una de la mañana y por la ventana podía ver los copos de nieve caer, me levante, deslizando la sabana sobre mi desnudo cuerpo, a mi lado el hombre a quien mas amo en este mundo. Lo mire y lo bese en la frente para levantarme y vestirme. Disminuí mi energía para que el no notara cuando salía de la habitación.
Ya afuera, tome la libreta donde unas cartas aguardaban, llevaba una falda lila y una franela blanca. Baje los escalones de Aries y camine sobre la blanca nieve, el santuario estaba nublado y sentía el frió de la noche, camine y llegue al sitio donde recibían el correo, deje mis pendientes y Salí del santuario.
No recuerdo cuanto camine, solo sentía un nudo en mi garganta y un vació en mi pecho.
-Cuanto tiempo- escuche una voz tras mis espaldas.
-tarde en comprenderlo, no quería pero esa rosa me hizo comprender todo- voltee para ver un joven de cabellos negros y ojos azules, apuntándome con una flecha –creí tener tiempo, creí que por ser la muerte jamás me ocurriría-
-Que equivocada estabas- me dice
-esos apretones, era mi alma la que me decía que faltaba poco- unas lagrimas bajaron por mis mejillas
-esto no ocurriría… pero porque cambiaste tanto- murmuro por lo bajo el y yo sonreí
-No podía seguir siendo yo- le dije –Ahora soy feliz, porque lo logre, porque no veo a la muerte como una tragedia sino como una recompensa a mis actos-
-lo lamento mucho- me dijo
-No te preocupes, que ya hice lo que debía hacer-
Recuerdo como aquella persona vestida de negro soltó una de sus flechas clavándola en mi pecho, el dolor, la frustración, la tristeza mezclados con la alegría y la agonía, un vació y una luz, en ese instante fue como ver mi vida transcurrir en un segundo, los puntos rojos que nublaban mi vista era la sangre que cubría la blanca nieve.
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-Elisa- murmuro un joven de cabellos lilas, levantándose precipitadamente de la cama. Mu miro con tristeza hacia la ventana y al ver el vació en su cama temió lo por.
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Nunca te detengas!
Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco,
Los días se convierten en años...
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida.
Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés viva, siéntete viva.
Si extrañas lo que hacías, vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas...
Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en ti.
Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota.
Cuando no puedas trotar, camina.
Cuando no puedas caminar, usa el bastón.
¡¡¡ Pero nunca te detengas!
En memoria de Elisa Black de Balrog
El gran aprendizaje de la vida es asumir que las cosas no son como quisiéramos que fueran.