PROBANDO MILAGROS:

Shojo Kakumei Utena, su historia y sus personajes no son de mi propiedad. (Pero esta historia si)

Cancion: Pet Shop Boys : 'Can you forgive her' (puedes perdonarla?)


Capítulo 8: No más...:

Estaba caminando lentamente por los pasillos del instituto. Había tenido un día cansado, después de haber pasado el tiempo con chica 'salvaje' y ahora necesitaba un momento de descanso. ¿Cómo era posible que una jovencita como ella, tuviese tanta energía? Le había invitado a cenar SOLAMENTE no ha hacer travesuras durante las horas de clase. Había molestado a algunas chicas (sobre todo), chicos, maestros y ¿por qué no? A ella misma también.

Por la tarde, Kozue le había permitido descansar por unos segundos, en aquel donde se encontraba reposando anteriormente, pero solo fue por unos minutos. Cuando comenzó a anochecer, la chica de cabellos azules se levantó de su posición y le reto a una pequeña 'carrera'. No entendía muy bien, por qué le aceptó, pero no podía negar que sintió bien al hacer un poco de 'ejercicio'.

No logró alcanzar a la 'trillada' chica, pues esta había partido muchísimo antes que ella y, sin contar que no era muy buena corredora, quedó unos metros atrás de ella. Llegaron cerca a la casa de Kozue. Esta quiso que pasara al interior de la casa, pero se negó al recordar que su amigo probablemente estaría ahí y no quería ser bombardeada por las capciosas preguntas de Miki.

Eso la hizo recordar, por un momento, que aún no le había dicho a su amigo su nueva relación con su hermana. No quería arruinar el 'orgullo' recién adquirido, al recibir su espada.

Estuvieron conversando hasta altas horas de la noche, cerca de ese jardín que tanto adoraba y recordaba Miki. Finalmente, tuvo que despedirse de Kozue, pues ya se hacia muy tarde y ella estaba muy cansada. Para su suerte, la chica 'amablemente' decidió acompañarla hasta su casa.

No conversaron mucho, pero para ella, fue el viaje más placentero que algunas ves tuvo en su vida. La chica de cabellos azules simplemente coloco un brazo de la alrededor del de la esgrimista y comenzaron a caminar. Lo que parecía un viaje de cinco a diez minutos, se volvió en viaje de 20 minutos. Caminando lentamente, sin apuros. Disfrutando de la compañía de la otra.

Cuando llegaron a los pasillos de los dormitorios, se detuvieron. La chica de cabellos anaranjados, no quería que su joven 'amiguita' estuviese lejos de casa. Ante esto, Kozue simplemente se rió. ¿Había dicho algo malo? No lo sabía, pero después de insinuársele varias veces y de 'insitarla' para que la dejase acompañarla hasta su casa, esta se marchó, pues, al fin y al cabo, un no significa no. Pero antes de irse, Kozue se despidió con un apasionado beso en los labios.

Y ahora estaba ahí. Manteniendo el mismo paso que mantuvo antes de dejar a Kozue. Por alguna razón no podía ocultar la ligera sonrisa que se le formaba al recordar el día que ya pasaba. Tal vez por eso caminaba lentamente. No quería cerrar los ojos para olvidarse de todo.

Pasó cerca a una de las tantas fuentes que adornaban el instituto. Apenas y unas gotas de agua caían en ella. Lo observó y por inercia, se acercó hacia ella. No se retiró completamente del pasillo, solo cerca de uno de los muros, de tal manera que pudiese ver la fuente. Se veía muy iluminada. La luz de la luna se posaba directamente sobre aquella monótona fuente. Se apoyó en el muro y dio pesado suspiro. Estaba cansada, no era eso por lo que se detuvo.

¿En verdad era feliz? Después de tanto tiempo de sufrimiento¿había encontrado a alguien que la hiciese feliz? No estaba segura. Era una sensación nueva para ella.

Era posible que el destino decidiera reunir a dos almas solitarias?

Solitaria…

Soledad. Era esa palabra que no le agradaba, sin embargo, era eso. Una mujer solitaria, sin rumbo alguno. Triunfaba y perdía. Ganaba en lo que no quería ganar y perdía en lo que quería ganar…amor.

El único amor que había recibido, durante su corta vida, era el de…

Shiori…

No sabía si era una pregunta o una afirmación. Ahora su rostro mostraba profundo dolor y tristeza. La niña de cabellos violetas no la hacía sonreír en ningún momento, solo hacía esto: hacerla sentir miserable. Hacerla sentirse patética.

Patética…Tal vez no.

Los últimos días habían sido decisivos. Ya no se sentía tan 'patética' como se había sentido antes. Había olvidado todo lo que la había hecho sentir mal en el pasado.

Sin embargo…

No podía olvidarla…

Dio otro suspiro pesada al reclinar su cabeza sobre el muro. Volvía a deprimirse. LA chica cruel seguía en su mente, en su corazón…y en su vida.

¿Cómo no sentirse patética, si la persona que amas te hace sentir como la peor basura? No comprendía bien. No estaba segura. Ahora que se había acordado de ella, pasaría una pésima noche. Estaría pensando en la chica de cabellos violetas toda la noche…

Dejó de pensar en eso por unos instantes y volvió a mirar la fuente. La luna seguía tan bella. Era como si se tratase de un hermosa perla…

No es mucho…pero te reconforta.

Cerró los ojos y se rió ligeramente…

¿Qué importa? Ella te hizo daño. No vale la pena ni odiarla.

Another night with open eyes

Too late to sleep, too soon to rise

You're short of breath, is it a heart attack?

Hot and feverish you face the fact

You're in love, and it feels like shame

Because she's gone and made a fool of you in public again

You're in love, and it feels like pain

Because you know there's too much truth in everything she claims

So ask yourself now: Can you forgive her

If she wants you to?

Ask yourself: Can you even deliver

What she demands of you?

You drift into the strangest dreams

Of youthful follies and changing teams

Admit you're wrong, oh, no, not yet

Then you wake up and remember that you can't forget

She's made you some kind of laughing stock

Because you dance to disco, and you don't like rock

She'd make fun of you, and even in bed

Said she was gonna go and get herself a real man instead

So ask yourself now: Can you forgive her

If she begs you to?

Ask yourself: Can you even deliver

What she demands of you?

Or do you want revenge?

But that's childish, so childish!

(But that's childish, so childish!)

Remember when you were more easily led

Behind the cricket pavillion and the bicycle shed

Trembling as your dreams came true

You looked right into those blue eyes and knew

It was love, and now you can't pretend

You've forgotten all the promises of that first friend

It's bad enough, she knows how you feel

But she's not prepared to share you with the memory

So ask yourself now: Can you forgive her

If she begs you to?

Ask yourself: Can you even deliver

What she demands of you?

Ask yourself now: Can you forgive her

If she begs you to?

And ask yourself: Can you even deliver

What she demands of you?

Or do you want revenge?

But that's childish, so childish!

Respiró profundamente el aire de la noche y luego lo boto. Una ligera sonrisa se comenzaba a formarse en sus labios. Abrió los ojos, y comenzó a caminar.

No pasó mucho tiempo hasta que llegó a su 'casa'.

Para su sorpresa alguien la estaba esperando…

"¿Shiori?"- preguntó con curiosidad mientras se acercaba y veía a la chica de cabellos violeta reclinada en la puerta de su habitación.

La chica no contestó. Solo se quedo ahí recostada. Mirando la luz de la luna que se filtraba en el edificio. Volteó a ver a la esgrimista cuando sus pasos se escucharon más cerca de ella.

"¿Qué haces aquí¿Sucede algo?"-preguntó la mujer de cabellos anaranjados mientras sostenía un paquete llaves, lista para abrir la puerta.- "Es tarde, deberías estar en tu dormitorio ya".

"Quería verte"-contestó regresando su mirada a la luz de la luna.- "¿Podemos hablar?".

"Supongo".-contestó indiferentemente, encogiéndose de hombres.- "¿Qué quieres saber?"

la chica no le contestó. Dejó de reclinarse y comenzó a caminar hacía la luz. Para cuando llegó lo suficientemente cerca, se detuvo. Se quedó, parada ahí, mirando la luna. La esgrimista estaba confundida. La actitud de la chica no era algo que se veía todo los días.

"Acércate…"-le dijo Shiori con una amable sonrisa. Ella simplemente obedeció.

"Bueno¿y qué quieres hablar?"- le volvió preguntar. Su rostro no mostraba más que frescura.

"Yo…"-comenzó, pero no concluyó la oración. Había encontrado algo de interés en el suelo, pues no dejaba de mirar hacia abajo. Su sonrisa ya había desaparecido.

"¿Tú…?"-preguntó curiosamente.

"Tu…"-comenzó nuevamente y, nuevamente, no concluyó.

"Yo…"-preguntó la esgrimista con curiosidad, quería sacar de quicio a la chica cruel. La otra chica simplemente permaneció callada, parecía muy pensativa. Como si tratase de acomodar sus pensamientos y las palabras que tenía que decir.

La chica de cabellos anaranjados, simplemente dio un pesado suspiro y comenzó a moverse, alejándose un poco de la chica, mientras esperaba que esta contestase. ¿Qué podría ser que tanto se demoraba?

"Juri…"-levantó su mirada hacía la esgrimista que estaba caminando cerca de ella.

"¿Qué?"-le preguntó acercándose rápidamente a Shiori.- "¿Qué pasa?".

Y otra vez se quedó muda. Parecía que algo en la esgrimista la hacía que callará o quizá olvidaba todo lo que iba a decir cuando llegaba el momento.

Pero tenía que saberlo…

"Juri"-comenzó, esta vez sin detenerse.- "¿Qué haces con Kozue?".

"¿eh?"-solo pudo decir. La pregunta había sido muy directa. La tomo desprevenida.- "¿Qué hago qué?"

"Tu sabes bien"-le dijo molesta.- "Te he visto con ella. Has estado con ella¿verdad?".

No podía responder a eso. El 'estado' significa 'dormido' con ella. Una pregunta muy comprometedora sin duda alguna. Pero ¿Cómo sabía?

"Lo sabía"-dijo esta vez más molesta la chica de cabellos violeta.- "¿Cómo hiciste eso Juri?".

Ja¿Quería detalles? Seguro que no, pero ¿por qué tenía que enojarse? Ella nunca lo había hecho cuando, la abandonaba después de 'estar' con ella. Nunca le había reprochado nada. ¿Por qué tenía que hacerlo ella?

"Siempre es así".-dijo la chica, al notar el silencio de la otra chica.- "No encuentras a nadie y tienes que irte con alguien más y parecieras disfrutarlo. Es como si te gustara".

"¿Y qué si me gusta?"-contestó fríamente.- "Después de todo, yo nunca me he quejado de todas las veces que me has visto la cara de idiota. No tienes derecho a decirme si me gusta o no. Por primera vez en mi vida, comienzo a ser feliz. Tú no tienes por qué reprocharme de lo que hago o quién estoy. Tú no tienes derecho. Tú no eres dueña de mi vida…no más".-dijo esto ultimo mirando directamente a los ojos de la chica de cabellos violeta, quien había quedado muda ante tal declaración.

"Y ahora".-siguió.-"Ve a casa, es tarde".-dijo esto ultimo mientras comenzaba a caminar hacía su casa, alejándose de Shiori.

Pero al dar un par de pasos, fue detenida por la mano de Shiori. Se volteó para decirle que la dejará en paz, pero antes de que pudiese articular alguna palabra, fue recibida por los apasionados y hambrientos labios de Shiori.

Juri simplemente se quedó ahí, parada. Dejándole besar, por la chica cruel. Por su niña adorada. Shiori había rodeado el cuello de la esgrimista con sus brazos, profundizando el beso. La esgrimista iba a abrazarla iba a decirle que la perdonará por lo que le dijo. Iba a decirle que la amaba y quería estar con ella...

Amargos…

El beso era amargo. Sus labios eran amargos.

Sus brazos se detuvieron en el momento en que iba a rodear a la chica. Simplemente los dejo caer a sus costados y espero a que el beso acabara.

Para la chica de cabellos violeta, ese gesto no paso por desapercibido. Esperaba que la chica de cabellos anaranjados la abrazara, se disculpara y ¿por qué no? Que la dejase pasar al a casa.

Pero nada pasó. Ella sintió que los labios de su amada eran fríos e indiferentes. Se separó de ella lentamente y miró con mucha tristeza a la joven esgrimista. Acarició con una de sus manos el rostro de ella, pero esta simplemente se apartó lentamente, dándole la espalda.

"Ve a casa"-dijo esta vez suavemente y siguió su camino. No volteó ni un segundo, no volteo siquiera para ver las lágrimas de la chica de cabellos violeta, que no pudo controlar su tristeza.

Cuando entró finalmente a la casa, se recostó sobre la puerta y dio un quejoso suspiro.

¿Había hecho lo correcto?

No lo sabía, pero de algo estaba segura, la había enfrentado (N.A: Al fin!) y lo más importante, no la había reprochado por nada.

Cerró sus ojos por unos momentos y trató de controlar sus alterados nervios.

Ahora sí me siento mejor…

Comenzó a formarse una ligera sonrisa en sus labios. Se sentía ligera. Como si ya no tuviese un peso de encima.

Abrió los ojos y vio a su alrededor. La oscuridad que invadía el pequeño hogar…

Regresé…


Dura17:

Hola a todos:

Sorry por la demora, pero los exámenes. Estoy en finales y la carrera de derecho requiere mucha lectura :-P. También no pude escribir porque me he dedicado más a mi otro fic que este, pero esta vez (ya que vienen las vaGaciones) me dedicaré a escribir este.

Espero que les guste este capitulo y espero reviews también. Gracias por todos su reviews…

Nos vemos el próximo capítulo!…