PROBANDO MILAGROS:

Ya saben lo que va aquí…


Capítulo 11: Jugando con fuego:

Aquel día era un poco más brillante de lo acostumbrado. Estaba sentado sobre aquel instrumento que lo había acompañado desde su infancia. No tocaba nada, solo estaba ahí, mirándolo, como si quisiera encontrar respuestas sobre sus teclas.

Ese día, era el día libre para él. No tenía muchas actividades 'recreativas' para un alumno promedio. Lo que él consideraba recreativo, eran sus estudios, sus clases, leer o su tan adorado pasatiempo: medir el tiempo.

Pero ¿Qué era lo que media? No se sabía bien. Para algunos, era una total molestia, que anduviese con ese cronometro por todas partes, cronometrando Dios sabe que cosa. Lo cargaba como si se tratase de un aditamento más a su ropa.

Talvez esa era una de las razones por la que no tenía novia. Él pobre muchacho cargaba el cronometro como si se tratase de una novia. Cronometrando el tiempo en que se demoraban en hablar las demás personas, el tiempo en que se demoraba en hacer un examen, el tiempo de…lo que sea.

Pero aparte de eso, su pasión y lo que más lo tranquilizaba era el piano. Aquel instrumento que había aprendido a tocar desde niño. Aquel instrumento que lo acompaño durante toda su corta vida y que, ojala, lo siguiese acompañando durante muchos años más. Aquel piano con el que podía robar un pedazo de cielo junto con su hermana…

Su hermana…

Por alguna razón, estaba preocupado. Siempre lo había estado, pero ahora era más que nunca. Él se preocupaba por ella que siempre le sacó en cara que era un cobarde o un inútil. En realidad, aquella huraña chica no merecía ni una preocupación por parte de él.

Pero no podía evitarlo.

Era su hermana, después de todo…

Colocó sus manos sobre las teclas del piano. Sintiendo el poder que emitían ellas, comenzó a tocar una melodía. Era hermosa, pero sin duda era algo melancólica. Mientras tocaba, se ponía divagar. Pensaba en el pasado y en el presenta. Nunca pensaba en el futuro. No creía mucho en el.

Mientras tocaba, cerró los ojos, dejándose llevar por la melancólica melodía del tema.

"Es una canción muy triste".-se escuchó.

El muchacho se asusto un poco, pero no dejo de tocar. Ya conocía esa voz perfectamente

"No es común en ti tocar esas melodías".-se volvió a escuchar, acompañados por unos pasos que se acercaban a él y se sentaba al lado de la pequeña banca, pero mirando al otro lado.

El no contestó nada, solo siguió tocando, sin perder el ritmo. Su acompañante simplemente se quedo ahí escuchando, ligeramente reclinada sobre el asiento, cerrando los ojos. A pesar que la melodía era triste, ella parecía disfrutarlo. Sin duda era una buena composición.

"Pareces preocupado"-le dijo.-"¿Pasa algo?".

Ahí fue cuando se detuvo.

No quería hablar de eso, sin embargo tenía que hablar con alguien al respecto. A pesar que sus preocupaciones la involucraban a ella, no tenía a alguien más de confianza. Además, era la perfecta oportunidad para preguntárselo¿verdad?.

"Capitán".-comenzó.

La mujer de cabellos naranjas abrió los ojos rápidamente. El tono que utilizaba su pupilo para dirigirse a ella, era muy formal, que de costumbre.

"Has estado muy cerca de mi hermana".-comenzó con una una oración poco lógica, para el momento.- "¿Son amigas?".- dijo esto ultimo esperando que fuese cierto, la verdad esta opcion no era agradable, pero era mejor que cualquier otra cosa.

"¿A qué te refieres?".-le preguntó con cierta incredulidad. Sabia perfectamente a lo que se refería, sin embargo, quería darle cabida a la duda…

"He estado pensado…"-comenzó, lo cual colocó un poco más incomoda a la esgrimista.

"Que talvez mi hermana a buscado refugio en ti, para…no lo sé…"-dijo esto algo nervioso mientras se encogía de hombros".-"Amistad?".

"Bueno, la verdad es que…"-comenzó, mientras se acomodaba y se preparaba para decírselo.- "Es que estamos entablando una nueva amistad".- no se lo dijo. Trato de esquivar el tema, dándole otra excusa. No sabía si lo que había hecho estaba bien o si estaba mal, pero sin duda alguna, esto le salvaría la amistad que había entre ellos dos, hasta un buen tiempo.

En cuanto al chico de cabellos azules, solo pudo soltar lentamente el aire que tenia contenido mientras esperaba la respuesta de la esgrimista. Para su suerte (según él) no había sido lo que había pensado. Agradecía ahora que de se haya equivocado.

Después de eso, siguió tocando. Esta vez, la melodía había cambia de manera radical.

Juri no se inmuto ante esto. Estaba tranquila al notar que su amigo no siguiese sospechando. Miki era un bueno chico, pero talvez muy ingenuo para su propio bien. Felizmente, esa ingenuidad le había sido muy útil para entonces.

"Tengo que irme"-dijo la esgrimista.-"Tengo que hablar con un profesor para pedirle un favor".

"Esta bien".-contestó simplemente el muchacho mientras se detenía.

"Nos vemos"-dijo esta despidiéndose y saliendo del salón.

En realidad, no tenía que ir a hablar con un maestro, solo quería salir unos momentos de tan acústico lugar y evitar cualquier otro interrogatorio por parte de su amigo.

Dado que el sol, estaba emitiendo sus rayos hacia otro ángulo (distinto al de ella) se detuvo en uno de los muros para observar la gente que se encontraba en un piso más abajo que ella (en el jardín). A pesar que el sol no le daba en su totalidad, podía sentir el calor que este emitía.

Estuvo por unos instantes ahí. Dejándose llevar por los rayos del sol. hacía tiempo que ella no sentía tanta calidez. Talvez su humor se hubiese desvanecido con las preguntas de su 'pupilo', no lo sabía, pero el punto era que después de salir de la sala de musica, comenzaba a recuperar su bueno humor.

Mientras miraba hacia las persona, pudo notar algo interesante. Escuchó a su lado, lo que parecía ser un trío de chicas. ¿Qué no eran esas amigas de Shiori?.

Claro, decía a que 'eran' amigas, porque la chica de cabellos violetas, después de su ultima 'escenita' con Ruka había quedado como una vulgar y simple 'mosquita muerta'.

No comprendía bien lo que decían, pero pudo notar de qué hablaban de la que antes, era una amiga…

"Oíste, la última".-dijo una.-"Esa Shiori si que se pasa!"

"Así?".-dijo la sengunda, interesada-"¿Qué paso? Cuenta cuenta!"

"Dice que esta saliendo con el capitán del equipo de Fútbol".-le informó.-"Ese cuerazo. Qué suerte!".

"Pero esa Shiori".-dijo esta vez la tercera.-"Pesé que era toda una mosquita muerte, pero ya ven…".-dijo esta mientras ladeaba un poco su cabeza.

"Claro, Claro".-dijeron sus otras compañeras.

"Además, después de ese escándalo que ocurrió con Tsuchiya-senpai, nada más se ha ganado nombres no muy agradables".-dijo esta vez la primera.

"Sí, es solo una resbalosa".-dijo la tercera mientras daba una carcajada y sus otras dos compañeras le seguían.

¿Habría oído bien? Que Shiori andaba con un…tipejo que jugaba fútbol! Eso era algo que no entraba aún en su mente. Ni siquiera había prestado atención a la palabra que le dijeron (ustedes saben la 'p' palabra).

Ella trató de pensar positivo. Talvez se trataba de alguna cotilla barata y de que todo eso no era cierto. Talvez habría escuchado mal (eso era mas posible que el primero) o quizás su mente le estaba haciendo algunas jugarretas.

Se rió ante esta 'falsedad' y comenzó a caminar. Parecía que lo que había recibido no le había afectado. Estaba con una sonrisa de oreja a oreja! El día era hermoso, los pájaros cantaban, las chicas seguían con sus cotilleos y blah, blah, blah, en fin, era un día perfecto…

Fue cuando la vio…

Estaba caminando con quien parecía ser el tan mencionado muchacho. Alto, ojos azules, cabellos oscuros y sin duda alguna, atractivo (vamos! El que le guste Shiori no quiere decir que no le gusten los hombres). No sabía bien el nombre del muchacho, la verdad ni lo conocía! Solo sabía que era un buen deportista y de que era un cero a la izquierda con respecto a su nivel académico (muchos músculos, cero cerebro).

Los vio caminando. La muchacha estaba ligeramente apoyada en el brazo del muchacho, quien no dejaba de disfrutar la sensación de sentir a una chica de tal magnitud, cerca de él. Se detuvieron en uno de los pilares, ahí la chica aprovecho para jalarlo hacía ella y obligarlo a agacharse para que la besara.

El beso, fue lo de menos, lo que no le agrado en lo absoluto, fue que el muchacho se pasase de listo…

Había puesto una de sus manos en las posaderas de Shiori…(ustedes saben…para sentarnos).

Su sangre comenzó a hervir. Eso era lo más desgraciado que podía hacer la mujer cruel. Y para colmo, parecía disfrutarlo, y le 'insitaba' a más.

Juri no lo soportó…

Regresó por donde había llegado (donde estaban las chicas) y cuando se alejó lo suficiente, comenzó a correr. Bajó escaleras, corrió pasillos, chocó con algunos alumnos, pero no le importo ya que su mente estaba nublada por aquel 'show'.

Llegó, finalmente a su hogar. Ahí cerró de un azote la puerta y se recargó en ella. Dado a que había corrido más de lo que se pensó, respiraba de forma muy agitada. El cansancio y las imágenes de Shiori con ese tipo estaban matándola.

Cuando recupero finalmente el aliento, caminó hasta la ventana, que estaba casi al frente de la puerta principal. Ahí dio un golpe al marco de la ventana mientras colocaba su frente en los cristales de esta.

Aún trataba de recuperar sus fuerzas…

Esa Shiori, estaba jugando sucio.

La esgrimista, comenzó a reírse en su momento de cansancio y desesperación.

Bien, si así lo quiere...

"Estas jugando con fuego Takatsuki".-decía mientras se miraba en el cristal.

"…y te vas a quemar".


Duran17-Roar18:

Sí, ya! Me demore, pero comprendan. He tenido muchas cosa que hacer últimamente

Espero que me perdonen

Actualizare pronto…No se lo pierdan. Comienza…la guerra de las damas. Espero sus reviews

Nos vemos :-D