Esta historia es un AU, contiene embarazo masculino, lemon, (lo de lemon aun puede variar.. v-v) y en ciertas partes toques de angst. Los personajes pueden estar un poco OOC pero solo es para dar una mayor fluidez a las escenas.
Yuki x Shuichi – leve mención por el momento de Ryuichi x Tatsuha
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El rubio noto de inmediato como el chico a su lado trataba de evitar su mirada y hacia lo posible por apagar el rubor furioso de sus mejillas. Hizo más ligero el agarre en su brazo dejando que este pudiera estar más cómodo.
Shuichi tomo este
acto como un gesto de rechazo, como tantas otras personas le habían
dado por su condición, dejando que un lágrima de
vergüenza recorriera su mejilla limpiándola
inmediatamente para que el rubio no la notará.
Acto fallido
ya que el otro hombre no quitaba la mirada dorada de él.
-No deberías estar avergonzado de tu condición- murmuró tendiéndole un vaso de agua viendo como el pelirosa se mantenía en silencio total escuchando sus palabras.- Vergüenza deberían sentir las personas que asesinan una vida inocente que no tiene aun la fuerza ni el conocimiento de defenderse... ¿no es tu caso verdad?
El pelirosa negó de manera rápida y violenta con una mueca determinante en su rostro, mostrándose cansado al pasar por tantas emociones de forma tan rápida.
-Nunca haría algo así por más que duela seguir.. de verdad no lo lastimaría – susurró con voz baja acariciando lentamente su vientre. El rubio le observó unos momentos en silencio antes de volver a preguntar.
-Y el otro padre del niño?- El chico siguió con la mirada clavada en el suelo del tren, moviendo sus labios más por inercia.
-Yo soy el único padre que tiene.
El rubio entendió de inmediato la indirecta por lo que ya a sabiendas de lo que sucedía decidió dejar el interrogatorio de lado, el viaje era largo y podría enterarse de todo con más calma y sin presiones.
-Entonces será mejor que duermas un poco, la comida es servida a determinadas horas por lo que te despertare cuando sea necesario
-Prefiero estar despierto...
El rubio se encogió de hombros retomando el libro ya olvidado diciéndole con leguaje corporal que podía acomodarse como más le complaciera.
Shuichi suspiró bebiendo un poco del agua que le habían dado, cerrando los ojos por intervalos de tiempo relajándose después de semejantes impresiones. Mientras el rubio leía él se dedicaba a inspeccionar cada rincón del vagón y de las afueras, con ojos de niño curioso, no dejando resquicio del cual no hubiese investigado. Pero pronto toda la curiosidad que mostraba en su alrededor se fijo en el hombre rubio.. momento.. ni siquiera le había dicho su nombre.
Suspiró tomando aire para preguntar rápidamente.
-¿Como se llama?- El rubio despegó un poco la vista de su lectura para fijar su mirada en el chico pelirosa.
-Yuki Eiri.-respondió volviendo a su lectura
-Ya veo... mi nombre es Shindou Shuichi mucho gusto!- Eiri asintió tratando de no perder el ritmo de su lectura cosa imposible cuando Shuichi siguió con su charla tratando de romper con el silencio molesto que se había formando entre ellos.
Luego de algunos minutos el rubio no tuvo de otra que bajar el libro y tomar atención de la platica un poco más animada del pelirosa enterándose de cosas que comúnmente tardaba en conocer de otras personas. Se entero por ejemplo, de que al chico le emocionaba el mundo de la música, que tenía una familia numerosa y al parecer estricta sobre todo su padre, también que su pueblo natal era el mismo al que él se dirigía y que aun era menor de edad.
Pero por más que el chico
le comentaba sobre su vida obviaba a lo que se refería su
estado, y ni pistas de que tipo de hombre podía ser el padre
del niño.
El rubio entonces se perdió en los
detalles del rostro de Shuichi, cosa que no había hecho en
todo el rato que el chico se había presentado ante él.
Tenía unos ojos violetas expresivos que en ese mismo momento
se notaban apagados aunque intentaba no parecerlo. Su cabello rosa
brillante cubría un poco sus ojos y llegaba hasta su nuca; y
su rostro era el mismo reflejo de un adolescente mientras su figura
era aun delicada. Pensó entonces que lo de su embarazo debía
ser reciente.
Shuichi por mientras seguía con la conversación hasta que noto como el rubio no mantenía atención a sus palabras sino por el contrario parecía que le analizaba. Sintió un poco de incomodidad cuando sus mejillas se colorearon al ser observado de forma tan fija.
Pero él mismo, rato después se encontró analizando al rubio quien al parecer seguía perdido en sus pensamientos. Sus ojos curiosos analizaron toda la figura de Eiri hasta que sin notarlo ambas miradas chocaron.
Dorado se sumergió en amatista por un lapso de tiempo eterno y agradable leyendo en ambas miradas cosas que solo se podían saber a través de los ojos, espejos del alma.
Pero ambos volvieron su mirada rápidamente a la puerta cuando esta fue golpeada sin mucha fuerza pero insistentemente.
-Ponte detrás de la puerta- Ordeno Yuki a Shuichi, a lo que este obedeció de inmediato mientras el rubio observaba el lugar seguro de que no se notara que tenia compañía. Abrió la puerta y por ella entró un mesonero con una carreola de comida dejándola en mitad de la estancia. Con una reverencia se retiró del compartimiento sin dejar de inspeccionarlo, acción que dejo en claro que además de llevar la comida su misión también era verificar que el rubio se encontrara solo.
Eiri cerró nuevamente con llave e invito a Shuichi a comer junto a él.
-De verdad?... gracias!.. aunque..digo... no puedo aceptarlo ya ha hecho mucho por mi, esto seria aprovecharme.
-Te digo que comas, el viaje es largo y de seguro pasaremos días antes de que lleguemos al pueblo.
-Es que...
-Tómalo como un préstamo.. además no lo hago solo por ti, tienes una vida que alimentar y no quiero sentir nada de culpa si la criatura nace desnutrida.- Shuichi entonces se regaño. El rubio tenia toda la razón, debía preocuparse en ese momento de la salud del bebé.- Y otra cosa...
-Si?
-Deja de tratarme de usted y esas cosas, solo tengo 22 años ¿estamos?- Shuichi asintió contento sentándose frente a Eiri, agradecido al sentir como su estomago le pedía también un poco de consideración
-Itadakimasu!
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Eiri
miraba ansioso su cajetilla de cigarrillos sobre la mesa, jugando
inconscientemente con el mechero.
Estando en un tren en marcha y
viajando con una persona embrazada le era terminantemente prohibido
fumar, aunque el solo lo hiciera en consideración al chico y
no a las leyes de viaje en trenes, después de todo él
hacia lo que quisiera.
Por mientras Shuichi observaba por la ventana más dormido que despierto, cabeceando contra el cristal que reflejaba su propio rostro.
-¿Tiene familia?-preguntó de pronto a Yuki con voz adormilada, tratando de reiniciar una nueva conversación y alejar así el sueño
-Si, mi padre y dos hermanos, la mujer es mayor que yo y el varón menor.
-Waaaaa yo solo tengo una hermana! Aunque siempre quise un hermano también, hay cosas que no se pueden compartir así como así con Maiko... aunque tuve un amigo que era como un hermano, se llama Hiroshi y aun vive en mi pueblo natal, pero hace mucho que no le veo, de hecho desde que me fui... pero nuestra despedida fue genial! Él toca la guitarra así que nos acompañamos mutuamente en un dueto que tratamos de mejorar cada vez más, aunque hayan personas que dicen que debo dedicarme a otra cosa... joo! Seguro que no saben siquiera de lo que hablan ne?.. yo lo sé soy el grandioso Shindou Shuichi como no?.. eh?... lo siento... etoo... hablo de más a veces –se disculpo bajando la vista, al ver como el rubio le observaba con una ceja alzada como esperando a que este dejara de hablar.
¿Como podía salirse de un
tema tan fácilmente para llegar a otro completamente
distinto?
Eiri le quito importancia sonriéndole
calmadamente.
-Me he dado cuenta de que no hablas de tus padres.- Shuichi reacciono sobresaltándose un poco sin subir aun la mirada- ocurre algo malo con ellos?
-Mi madre falleció hace unos años, por lo que ahora mi única familia está formada por mi hermana y mi padre.. pero él.. no se si seguirá considerándome un hijo cuando yo vuelva...
-Por lo
de... –Shuichi asintió. Tener un bebé fuera de un
matrimonio era considerado un insulto y una ofensa grave hacia la
tradición familiar, por lo que generalmente estos embarazos
eran encubiertos con supuestos niños prematuros, conservando
asi el honor de la familia.. entonces.. como seria tener un bebé
siendo padre soltero?.
No solo la familia era capaz de dar la
espalda si se llegaba a esta situación, la sociedad y el medio
en el que se desenvolvían las cosas también te lo
refregaba en la cara como si aquello fuera un pecado imperdonable,
algo malo que ocultar.. algo que debe eliminarse a toda costa
-Él es muy orgulloso en cuanto a eso –siguió Shuichi a sabiendas de que el rubio entendía lo de las creencias de aquel tiempo- Cuando sepa... no se lo que ocurrirá cuando se entere que tendré un bebé.. el es capaz de .. matarnos..
-Comprendo- Corto Eiri llevándose un cigarrillo a los labios pero sin prenderlo, ahorrándole al chico las palabras dolorosas.
La situación de Shuichi era demasiado problemática
-Si al menos yo... estuviera a unos pasos de casarme.. seria diferente, pero supongo que eso es algo que será completamente imposible- Eiri tomo atención a las palabras de las que al parecer Shuichi decía sin meditarlas mucho-
-¿Por que?-preguntó en voz baja tratando de inducir a Shuichi a una respuesta no forzada
-Porque estoy solo, este bebé es solo mío y aunque tuviera una persona en la cual apoyarme sería muy difícil que mi padre lo aceptara. Él busca en la gente un medio de invertir y ganar dinero y siempre nos ha dicho a Maiko y a mi que debemos casarnos con personas que sean millonarias y cosas así.. por eso me fui de casa, para buscar mi propio destino -sonrió irónico y triste- pero quien diría que volvería de esta forma...
-Quieres decir que si estuvieras comprometido las cosas serían diferentes?
-Algo así.-Shuichi permaneció en silencio luego de musitar las ultimas palabras volteando su vista hasta la ventana por donde se alcanzaba a ver el atardecer rojizo. Eiri le imitó mientras analizaba en su mente las ultimas palabras del chico.. ¿y si...?- Usted seria de inmediato aceptado por mi padre -El rubio observó a Shuichi quien sonreía de la misma manera que hace un rato, aun sin verle a los ojos.
-Te he dicho que no me trates de usted... Aceptaría si fuera una persona como yo... ¿eso quiere decir que dejaría que tuvieras al bebé?- El pelirosa asintió unos momentos hasta que volteo rápidamente la mirada a Eiri.
Una idea había nacido en su mente y al parecer Shuichi no era el único en darse cuenta.
-Yuki... -era la primera vez que escuchaba su nombre de los labios del chico pelirosa- por favor... ayúdame
-Estas proponiéndome que...- Shuichi asintió.
-Por favor, cásate conmigo
Continuara...
