Capitulo Uno
Los años no pasan en valde
-Chiqui! cuidado, CUIDADO, vale te va pasar por encima!- decía un muchacho con el pelo marrón oscuro, de ojos color caramelo. De muy buen cuerpo, gracias al deporte.
-¿Qué crees? Tengo cinco años jugando futbol!- gritó la chica, era una chica de pelo negro azabache, lo tenía a la cintura, pero como en esos momentos esta jugando lo tenía recogido en una dona. Con unos ojos azules muy bonitos.- No soy tan gafa, como para que me pase la pelota por encima.
-Tranquila chama...que genio!- gritó el muchacho.
-¿Por algo te gustó no?- dijo pícaronamente.
-Eh..no si se se han dado cuenta, pero estamos en un JUEGO DE FUTBOL, dejen la conversación para después- reprendió un hombre canoso y con bigote.
-Okey- dijeron al unísono.
-Pero cabe aclara que fue él, el que me estaba haciendo conversación!- replicó la morena.
-OLVÍDATE! y atiende el juego- dijo el hombre. Que de tanto gritar (ya que estaba en el banco del albitro, y ellos en el campo) para que lo escucharan se estaba poniendo rojo, y se le estaba notando mucho la cién.
La chica lo miró algo intimidada, pero tomó fuerzas y dijo:
-SI ME SIGUES GRITANDO DEJARÉ QUE ME ANOTEN UN PAR DE GOLES!-En ese momento la bola pasó muy cerca del aro, de hecho si la muchacha no le hubiera dado un manotazo, para que pasara por encima del arco, la bola hubiera entrado, hubiera sido gol por donde quiera que lo miraras.-¿Ves? Estoy pendiente!.
-Más te vale!.
-Y tú, estate más pendiente a la bola!- reprochó al muchacho que estaba cerca de ella, con él cual estaba hablando segundos atrás.
-Perdóname por no querer ser acribillado por los mastodontes que me quitaron la bola- dijo irónicamente.
-Miedoso...-masculló ella por lo bajo.
-CONCENTRENSEN EN EL JUEGO!.
Auhhh!- dijo la portera.- La muchacha estaba arrodillada en el piso, a causa de un pelotazo que había recibido en la nariz. Pero le alentó un poco, que por lo menos la había parado- Por lo menos, no?- dijo ella lágrimeando por el dolor.
-¿Estás bien?- preguntó el muchacho preocupado, al verla sangrar un poco por la nariz.
-Si, si- dijo con los ojos aguados, pero ya incorporada.
-¿VEN¿VEN LO QUE PASA CUANDO NO ESTAN PENDIENTE?.-La cién de aquel hombre, ya mismo le explotaría de el pique por el que estaba pasando.
-Ya, ya...deja de gritarme, que me pones histérica!- dijo la muchacha sacada de quicio.- Ya va a ver ese estúpido de William.- Le pasaron la bola, ya que había sido falta del equipo contrario. Tomó la pelota y la tiró...pum! le había pasado por el lado a el rubio llamado William, no le dió por qué el muy zorro se había movido.
-Ja, ja- rió irónicamente.- Eres una buena portera, pero en puntería, eres un asco.
-Ya verás, ya verás.-murmuró ella. Rato después le pasaron la pelota, para que la tirará lejosde la porterías. Y ahi se vengó del rubio. Ya que el estaba de espalda a la portería de ella y la bola le dió de lleno en el trasero. El muchacho duró unos segundos en asimilar el dolor, que subía a cada segundo.
-¿No que no William?- dijo riendo con sorna.-¿No que no?.
-Después de diescisiete años de docencia como auror profesional, el mago más famoso del siglo y ocho veces ganador de la sonrisa más bella en "Corazón de Bruja". El niño que sobrevivió, Harry Potter es elegido como el Ministro de Magia. Ante la fatiríca muerte de el antes ministro, Eulaish Loon. Este fue asesinado por dos mortífagos, mientra arreglaba su detector de enemigos. Loon dejó un legado casi insuperable en la comunidad mágica.
El nuevo señor ministro, se propone agarrar de una vez y por todas al señor tenebroso. Y asi vengar la muerte, de todos los inocentes que han perecido por el señor tenebroso. Esperemos que sí- dijo una voz de una mujer con una voz angelical. Era una mujer en los treinta, con el pelo rojizo y ojos verdes azulados, impactantes, aunque algos ojerosos.
Ella acababa de leerle un recorte del periódico, a una muchacha de menos de 17 años, que yacía en una cama de una clínica. Era una muchacha con el pelo zanahoria, lo tenía corto. Con un semblante pálido. Demasiado pálido. -Cádiz corazón, me tengo que ir tengo que ir a comprar las cosas, para la celebración del nombramiento de tu papá.- La señora le dió un beso en la frente y se dispuso a irse.-Pero trataré de venir por la noche, si?.-decía ella en la puerta. Como si aquella chica le fuera a responder. O como si la escuchara.
Ginny se apareció en el portón de su mansión, digo casa. La casa de Ginny y Harry era inmesa, casi una mansión de tres pisos. Era de color verde lima con blanco. Simplemente espectacular. Con un jardín inmeso y bello, y unos rosales muy bien cuidados.
-¿Mari¿Mari?- dijo Ginny entrando a su casa con unos paquetes, y dejandolo todo en la mesa del recibidor. La casa por dentro, era todavía más impactante, había miles de fotos de sus hijas, de sus hermanos y demás amigos.-¿Marijó?-. Al no oír ningún ruido, salió al patio trasero, donde había una especie de casita negra, donde por los pequeños orificios que esta tenía se veía a una muchacha de pelo rojo intenso, recogido en una trenza de lado izquierdo y ojos verdes azulado. Sumamente bella. Tenía un mameluco mahón con una camisa manga larga y guantes violetas.
-Hay Marijó¿que voy hacer contigo?- respingó la mujer, mientras la miraba severamente.
-¿Qué pasa?- preguntó la chica al ver la actitud de su madre.
-Qué, se supone que me ibas a ayudar con lo de tu padre. Y en vez de hacer eso, estás aqui tirando tierra, a tus benditas flores.- regañó ella.
-Primero que todo. Si te ofrecí mi ayuda, pero como no te dignaste a venir, me cansé de esperarte, y me acordé que necesitaba hacer algo aqui. Segundo no es "hechar tierra" es ponerles abono.- dijo ella sacudiendose el abono y parandose para irse.
-Lo siento. Es que estaba por San Mungo, haciendole compañía a Cádiz. Y se me pasó el tiempo, además le estaba informando de los ultimos acontecimientos, y pues se me fue el tiempo volando. Lo siento de verdad.- Pero la chica ya había salido de la casita y iba rumbo a la "casi" mansión.
-¿Marijó a donde vas?- gritó enojada, saliendo de la casita y dirigiendose también a la casa.
-Pues a quitarme toda esta "tierra"- hizó una comillas con las manos.- de encima, para asi poder ayudarte con la dichosa celebración.
-De verdad no sé porque eres así. Eres la que con mejor suerte corrió, pero sin embargo estás en el queje y queje TODO el santo día.
-Hay mamá, dejame tranquila- dijo subiendo las escaleras.
Las dos mujeres se pusieron a arreglar todo, con la ayuda de Dobby y Lula, sus elfos domésticos. Lo pusieron hermoso, aunque terminaron casi en la noche, ya que se pusieron a limpiar, a sacar la vajilla, a decorar, a cocinar, etc.
-Nos quedó muy bellísimo- exclamó Dobby brincando de la emoción de ver el resultado de sus esfuerzos.
-Bueno ustedes dos.- dijo mirando a los elfos.- Dencansen, que hoy tenemos mucho que hacer. Ah! y vigilen la comida, por favor.- Los dos obedecieron y se fueron a la cocina.- Respecto a nosotras, vamos a cambiarnos.
Perdonenme, por haberme tardado tanto, pero es que no sabía como empezarla!. Pero espero que le haya gustado el comienzo. Francesca 85 y Amy Black-Nilrem, gracias por sus reviews!. Espero que lo sigan leyendo, y que me dejen reviews!. Y a lo que no dejaron, gracias tb .
