CAPITULO 8

Mordor.

De nuevo aquel sueño.

Ese dulce sueño que siempre le reconfortaba.

Pero ahora era diferente.

La luz.

La Luz era más deslumbrante que la primera vez, era una reconfortante sensación, ahora no estaba solo, un emoción emanaba de el, dulce y calida, casi podía tocarla.

Oscuridad.

La oscuridad alrededor también se hacia mas fuerte, tan oscura que ahogaba todo. Tan profunda que todo lo llenaba.

E irónicamente, su luz solo hacia que la penumbra se tornara más fría y negra.

Legolas sintió horrorizado que el calor en su vientre se iba tornando indiferente, fría… fría como la oscuridad que ahora lo envolvía…

Legolas despertó con un grito de terror, el dulce sueño que tanto le reconfortaba, se había tornado en una horrible pesadilla.
Llevando temblorosas manos a su cara, Legolas trato de controlarse.

Se hallaba en la nueva habitación que Sauron le había ordenado permanecer. No recordaba cuanto tiempo llevaba dormido, lo último que recordaba era una discusión con Sauron… algo sobre un… bebé… ¡Valar!...

CERCANIAS DE MORDOR.

-Esto va ser mas difícil de lo creí- murmuro Aragorn con voz muy baja

-No desesperes Estel, vamos, este es el camino - respondió Elladan

-¡Hey elfo¿Estas seguro que este es el camino?- gruño Gimli.

-Mi señor enano, estamos seguros del camino¿O quieres decir que la Dama Galadriel esta equivocada?- respondió retadoramente Elrohir, solo para divertirse con Gimli.

-¡A callar ustedes tres!- ordeno Haldir.

-Gimli- señalo Aragorn -Nadie como tu para guiarnos por estos oscuros caminos-

-Que estemos entre la piedra, no significa que conozca el camino- murmuro entre diente Gimli al adelantarse al grupo.

-Llevamos horas caminando en estas cavernas, Elladan¿Cuanto falta?- pregunto momentos mas tarde Aragorn

-De acuerdo a estos viejos mapas, no mucho, solo un par de horas, debemos cubrir toda la distancia desde Udún… hasta Mordor, y estas cavernas son muy intricadas- respondió Elladan observando un viejo pergamino

-¡Por Elbereth¿Desde hace cuanto que tiene este mapa la Dama, parece que va deshacerse en pedazos en cualquier momento- exclamo Haldir al ver junto con Elladan los enredosos pasajes subterráneos cuidadosamente descritos.

-Al parecer fue recabado poco después de la Batalla de la Última Alianza- respondió Elrohir

-¿Qué¡Pero eso significa que tal vez las cavernas ya no sean las mismas que en aquel entonces!- suspiro Haldir

-Es por eso que no lo había mencionado antes la abuela, no estaba segura, pero ahora debemos correr el riesgo- respondió Elladan.

-¿Qué demonios están esperando?- pregunto Aragorn- había tenido que regresarse algunas decenas de pasos al ver que sus hermanos y Haldir ya no lo seguían.

-Nada…nada. Ya estamos en camino Estel- respondió apenado Haldir.

-No tenemos tiempo que perder- reclamo Aragorn mientras regresaba a la punta del grupo con Gimli.

Los tres elfos restantes se limitaron a asentir con la cabeza como elfitos regañados y apresurar el paso para alcanzar los dos mortales.

Mordor.

-¿Un bebé?... eso había dicho Sauron… ¿Pero era esto posible, aun si fuera verdad sobre su fertilidad, todos los elfos sabían que un bebé solo puede engendrarse con…-

-Amor verdadero- respondió Sauron entrando en esos momentos .Y tú sabes que tengo razón mi dulce elfo. Me alegra mucho que hayas despertado, hubo un momento en que me preocupe mi pequeño Príncipe-

Ignorando por el momento la primera afirmación de Sauron, Legolas se incorporo un poco de la cama - ¿Preocupado¿Cuánto tiempo llevo dormido?-

-Tres días, tres largo días en que no he podido disfrutarte mi pequeño-

-¡Tres días!...-

-No te preocupes, es normal en tu estado - respondió Sauron- ven, te ayudare a tomar un baño, debes tener hambre también-

El estomago del elfo respondió con un leve gruñido. Apenado, Legolas se incorporo de la cama para seguir a Sauron que ya le señalaba la mesa espléndidamente servida.

Entre bocado y bocado, la mente de Legolas le recordaba las palabras de Sauron.¿Seria posible que fuera amor verdadero¡No, no era posible, pero entonces… ¿el bebé?... ¡Oh, Valar,… ¿Qué diría su Ada?-

-No temas mi dulce elfo, no permitiré que nada te pase- respondió Sauron dulcemente, tomándolo por la mano que descansaba temblorosamente sobre una copa- ni a ti, ni a nuestro hijo-

Legolas levanto la mirada, era momento de enfrentar la verdad, y lo que vio lo dejo atónito, Sauron lo miraba con ternura, y solo por un instante, solo un instante, el amor cruzo los bellos ojos de Sauron.

¿Pero cuales eran las verdaderas intensiones de Sauron¿Y que tenia que ver el y su hijo con esa Profecía que había mencionado antes?

-¡Ha, veo que recuerdas bien mis palabras pequeño- respondió Sauron incorporándose de la mesa. Ven mi dulce Príncipe, te contare mientras tomas tu baño.¿De acuerdo?-

Ansioso por conocer la verdad acerca de la Profecía, justifico su mente, Legolas se apresuro a seguir a Sauron, cuando entro, ya lo estaba esperando.

-Vamos mi dulce elfo, entra en la tina antes que el agua se enfrié- señalo Sauron mientras tomaba unas toallas.

Muy a su pesar, tres días sin un baño para un elfo, era demasiado. Aprovechando que Sauron le daba la espalda, Legolas se desvistió rápidamente de la sencilla túnica y pantaloncillos que llevaba, y se sumergió en la vivificante agua.

Sauron solo sonrió ante la actitud del elfo. Agrego un poco mas de agua caliente y un poco más de aceite de jazmín. Se desvistió de su oscuro ropaje y se unió al elfo en la tina, ignorando los asombrados ojos de Legolas.

-Como dije antes, hace tres días que no disfruto de tu presencia-

Legolas no respondió, tomo el jabón y comenzó una rápida limpieza.

-Permíteme, mi pequeño- interrumpió Sauron. La tina no era profunda, pero si lo suficientemente grande para permitirle maniobrar al elfo.

Cuando Legolas se vino a dar cuenta, ya esta de espaldas a Sauron, su cuerpo se tenso en anticipación, una suave mano comenzó a acariciarlo con jabón en la blanca espalda, Sauron sintió como el elfo se fue relajando ante esta simple acción, así que comenzó a extender sus caricias hacia el frente, tomándose su tiempo en tocar muy suavemente, sintió que el elfo recostaba la cabeza en su hombro, casi dormido, permitiéndole a Sauron besar su fino cuello y su sensible oreja.

-En verdad que me has robado el corazón mi dulce elfo- susurro Sauron a su puntiaguda oreja.

Legolas, con ojos medio cerrados y borrosos, no quiso darse cuenta de las implicaciones de estas palabras, y tampoco quería escuchar a su propio corazón en esos momentos. En verdad, nada importaba. Y mucho menos cuando Sauron comenzó a bajar esas jabonosas manos hacia sus muslos, comprobando con pequeños roces que el elfo ya estaba firme.

-Prometo no dañar al bebé- murmuro de nueva cuenta la bella figura a sus espaldas.

Legolas se tenso de nuevo al sentir la virilidad de Sauron¿En que demonios estaba pensando¿En que momento se había consentido volverse un instrumento de placer de Sauron¿En que momento había fracasado¿Y su bebé¿Que seria de el? Y la peor pregunta de todas¿En que momento había entregado el corazón?

Lleno de ira y vergüenza, trato de salir de la tina.

-Te juro que nada les pasara- escucho decir a Sauron a sus espaldas mientras alcanzaba una toalla- y si no quieres arriesgar al bebe, por el momento puedo respetar eso-

-La oración "por el momento" mando unos escalofríos al elfo- pero no por menos giro para enfrentar a Sauron de frente.

-Claro que puedo enseñarte a complacerme con esa hermosa boca tuya- sugirió maliciosamente Sauron desde la tina.

Ignorando de nueva cuenta el ultimo comentario de Sauron, y el vuelco en su estomago, Legolas se apresuro a secarse.

-Lo que quiero es que dejes de estar en mis pensamientos y que dejes de decirme que me amas- respondió Legolas.

-No puedo evitarlo-Respondió inocentemente Sauron jugando con el agua- Pero puedo intentarlo si significa tanto para ti- agrego rápidamente- pero no me pidas que no de diga cuanto te quiero, eso no puedo prometértelo y tu lo sabes ¿O no mi dulce elfo?-

Legolas comenzó a ponerse su ropa limpia, muy ligera, pero al fin ropa con que poder cubrirse de los ojos hambrientos de Sauron, que no dejaba de verlo de arriba abajo.

-Aun no me has dicho nada de esa Profecía, y que tengo que ver yo y mi bebé en esto- pregunto Legolas, recordando las palabras previas de Sauron.

-Mi dulce elfo, impaciente como siempre- respondió Sauron mientras salía de la tina.

Legolas no pudo evitar ver la bella figura cuando paso delante de sus ojos para tomar una toalla y salir del cuarto desnudo frotándose el húmedo cabello.

-"Nuestro bebe", mi dulce Príncipe, nos ayudara a reinar en Arda- alcanzo a escuchar Legolas cuando Sauron ya salía por completo del cuarto.

A Legolas no le quedo otro remedio que seguir a Sauron nuevamente, y estaba seguro que eso era lo que quería, pero si deseaba saber algo sobre esa tonta leyenda, no podía dejar que su orgullo interfiriera, no ahora que el futuro de su bebé dependía de el.

-¿Qué quieres decir con eso?- pregunto Legolas calmadamente, tratando de ocultar su ansiedad.

-Lo que quiero decir- respondió Sauron mientras palmoteaba la cama, indicando a Legolas sentarse junto a el, cosa que hizo- es que la vieja Leyenda como tu la llamas – aquí se detuvo Sauron un poco para observar la reacción del elfo- augura que tu y yo gobernaremos Arda y que "nuestro" bebé es la clave, el nos ayudara a gobernar La Tierra Media, bueno el o ella- concluyo Sauron con una risita- ¿O ya sabes si es selde o seldo?-

Legolas no respondió¿selde o seldo, ni siquiera había tenido tiempo de pensar es eso, y ahora que Sauron lo mencionaba¿su bebé seria un elfito normal¿tendría la luz de los Eldar con el¡Oh, Valar, antes no se había preocupado, pues solo era el que sufría de la oscuridad en su corazón¿Pero su elfito, luego, recordó su pesadilla, la oscuridad y la indiferencia…¿Podría amarlo?...

-Nuestro hijo será el mas perfecto de Arda- escucho decir a Sauron mientras lo tomaba de la cintura y le besaba en oreja- claro que no mas encantador que tu mi hermoso elfo. Y lo amaremos grandemente-

-Prometiste respetar mis pensamiento- acuso Legolas tratando de zafarse del brazo de Sauron, viendo nerviosamente que solo tenia la toalla sobrepuesta.

-Lo siento, solo que me es muy difícil- ofreció Sauron mientras que abrazaba más al elfo-

-¡No, prometiste no dañar al bebé- dijo Legolas levantando un poco la voz, se sentía fatigado, toda esa conversación con Sauron, el baño y el bebé habían mermado sus fuerzas.

-Dije que por el momento- respondio Sauron mientras ya enterraba las manos debajo de la suave túnica del elfo- además no puedo dejar de verte desnudo y tembloroso ante mi, ese simple hecho me da gran placer-

-Mentira. Todas son mentiras. Tus palabras, tus promesas- dijo Legolas inconsolable mientras sentía la mano de Sauron deslizarse dentro de sus pantalones.

-¡No!- respondió enérgicamente Sauron, tan fuerte que Legolas dejo de respirar un momento- No vuelvas a decir eso mi dulce elfo, mi amor por ti es verdadero, es solo que no puedo dejar de sentirte temblar bajo mi mano, pero si una prueba es lo que deseas, entonces me detendré- termino de decir Sauron mientras se retiraba poco a poco Legolas.

Legolas no supo lo que lo llevo hacer lo que hizo, pero en cuando abrió los ojos, sus labios besaban esa dulce y caliente boca. Sorprendido, se retiro de golpe de Sauron, el cual sonreía radiante.

-Yo también te amo Legolas-

Legolas. Sauron nunca lo llamaba por su nombre.

Antes que Legolas pudiera contestar nada, un sonido a lo lejos llamo la atención de los dos.

Un llamado de cuerno… un lírico llamado elfico a la batalla…

Nuevo nombre para el fic y nuevo capi, gracias !

Udún- s. Infierno: planicie circular de Mordor.
Selde-seldo- s. Niño, niña.
Eldar- q. Pueblo de las estrellas

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