Este capi dedicado a Hikaru, con cariño.
Feliz cumpleaños!
Perdón, un poquito de retraso.
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Legolas pasó un par de semanas en la más confortable tranquilidad. Habían llegado noticias que Estel seguiría su viaje con los hobbits y el resto de la compañía.
Haldir, por su parte, había decido quedarse un poca mas, mientras según el, veía "que Legolas quedara en buenas manos". Aunque para el rubio elfo, era claro que era solo un pretexto para acompañarlo, cosa, que secretamente, le agradecía.
Todo iba bien, Legolas poco a poco se había hecho a la idea de que su embarazo seria mas corto de lo normal y Lord Elrond era un elfo que le inspiraba confianza, aunque no se permitía que su guardia cayera completamente. Los vértigos habían, si no desaparecido, si cedido a un nivel tolerable gracias a los cuidados de Elrond. Ahora podía enfocar todas sus energías en proteger el Fëar de su bebe.
Sauron no había dado señales de su presencia de nuevo, y Legolas se preguntaba se era por el poder del anillo que portaba Lord Elrond, cuya magia protegía el valle o por que simplemente Sauron tenia otro planes por el momento. De lo que si estaba seguro, era que lo extrañaba, pero temía perder la confianza de Elrond si lo llamaba, aun en sueños.
Un barullo llamo su atención, asomándose a la ventana de su habitación, pudo ver con sorpresa la llegada Elladan y Elrohir.
Retirándose un poco de la ventana para no ser visto, vio como los gemelos desmontaban graciosamente y que eran recibidos por Lord Elrond y Lord Erestor, poco después, los perdió de vista a medida que entraban al recinto.
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-Sentimos mucho todo lo que ha pasado Ada- empezó a decir Elladan
-Estamos apenados por nuestro comportamiento, nunca pensamos en los sentimientos de Legolas- continuo Elrohir
Elrond escuchaba pacientemente a sus hijos, no habían parado de hablar desde su llegada, sobre todo, de su compartimiento hacia el Príncipe.
- No es conmigo con quien tienen que disculparse- respondió por fin Elrond – pero esto ya lo saben ustedes, solo les pido que sean muy cuidadosos en sus palabras. Legolas esta…tranquilo por ahora, y quiero que siga así-
Los gemelos asintieron – Entendemos Adar, no tendrás queja de nosotros – prometieron El y Ro.
Elrond solo arqueo una ceja en respuesta, sus hijos siempre prometían lo mismo cada vez que se salían de un lío, pero confiaba esta vez de la buena fe de sus retoños.
Buscando sus habitaciones para asearse y descansar, los gemelos pasaron por la habitación designada a Legolas, encontrando la puerta abierta e intercambiando una rápida mirada, entraron mientras se anunciaban.
-¿Legolas, podemos pasar?- pregunto Elladan, seguido de cerca de Elrohir, cuando dieron vuelta para entrar al pequeño recibidor, se toparon de frente con un alto rubio elfo , Elladan tuvo que levantar la cabeza para hacer contacto visual, pero pronto se arrepintió cuando miro un par de fríos ojos azules.
-No recuerdo haberlos hecho pasar- reclamo Thranduil - ¿Que se le ofrece Elrondions?-
-Rey Thranduil, disculpe nuestro atrevimiento, solo queríamos visitar a Legolas unos momentos- respondió Elrohir al ver que su hermano se quedaba mudo.
-El Príncipe Legolas –recalco Thranduil – esta descansando por ahora-
-Por favor Rey Thranduil, es solo un momento – suplico Elladan con brillantes ojos.
-Le debemos algo mas que una disculpa, por favor Rey Thranduil, permítanos hablar con el- rogó ahora Elrohir con los mismos ojos lagrimosos de su hermano.
Con un respiro de derrota, Thranduil les dio el paso – Solo tened cuidado con sus bocas, si me entero que Legolas ha pasado un mal momento, no querrán encontrarse de nuevo conmigo- amenazo Thranduil mientras se retiraba a sus habitaciones.
Quedando mudos de nuevo, los gemelos solo afirmaron con la cabeza.
Cuando consideraron que Thranduil estaba fuera del alcance de sus voces, comenzaron a susurran entre si.
-¿Crees que hablaba en serio?- pregunto Elrohir mientras buscaban ya la puerta de la habitación principal.
-No lo dudes hermanito, de todos modos nuestra intención no es lastimar a Legolas- respondió Elladan
Pronto tocaron sutilmente la puerta, esperando respuesta.
-Adelante- escucharon una suave voz al otro lado, animados, porque seguro que Legolas había escuchado toda la conversación con Thranduil, entraron.
-Mae Govannen Legolas- saludaron juntos los gemelos.
-Mae Govannen viejos amigos- respondió Legolas sin dejar de ver por la ventana, la brisa jugaba con sus cabellos, y la luz de sol bañaba sus facciones, haciéndolo ver más delicado.
-Legolas, nosotros… ejem…. Queremos decirte que lo sentimos mucho… sentimos mucho la forma en que actuamos- empezó a decir Elladan bajando la tierna mirada.
-Pero tienes que admitir que tus palabras nos tomaron por sorpresa, nos tomo tiempo entender tus palabras y sus implicaciones- continuo Elrohir
-Y cuando nos dimos a dar cuenta, tú ya habías partido con tu Adar-
Legolas no dijo nada, solo giro un poco la cabeza para tomar más atención a las palabras de los hermanos.
-Nosotros no sabíamos nada de la abuela… de la Dama Galadriel… estamos muy apenados por todo- continuo Elladan mirando de frente al rubio elfo.
-No queremos perder lo que tenemos juntos Legolas, sabes que puedes contar con nosotros¿verdad?- finalizo Elrohir con la misma mirada sentida que antes había funcionado tan bien con Thranduil.
-Esa mirada de cachorro no te servirá de nada ahora Elrohir- dijo de pronto Legolas con una sonrisa.
Sorprendidos por este cambio de actitud, los gemelos solo atinaron a arrojarse sobre el elfo en un fuerte abrazo.
-Lo sentimos mucho mello nin, en verdad- susurro Elladan con lagrimas, esta vez de verdad, en sus oscuros ojos.
Legolas sabia que Elladan no se refería a su altercado en Lorien, si no a su futuro.
-Lo se Elladan, lo se. Pero en verdad no hay nada por que lamentarse ahora- animo Legolas con una sonrisa a los asombrados elfos.
Thranduil escucho atento cada palabra, complacido con los resultados, pensó que era buen momento para ir a almorzar, y tal vez llevarse de paso a Haldir que se encontraba un poco mas allá también.
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Pasaron algunas semanas mas, los gemelos ya se habían hecho a la idea del pequeño bebe de Legolas, aunque dudaban también de las verdaderas intensiones de Sauron, en verdad, no habían hablado mucho al respecto , por el simple hecho, que Legolas no había dicho gran cosa.
Pero confiaban en el rubio elfo, y en la decisión de Elrond, así, que por ellos estaba bien. No habían atravesado todo Mordor para ahora solo dar la espalda a quien consideraban como otro hermano.
Elrond revisaba periódicamente el avance de Legolas, y salvo una que otro malestar propia de la situación, todo parecía ir bien, solo le preocupaba el hecho que Legolas se veía siempre cansado, no importaba cuanto descansara o comiera, siempre se veía pálido y somnoliento, y de alguna forma… como extinguido…
Confiaba que la reciente llegada de sus hijos ayudara un poco al Príncipe.
La aparente tranquilidad de la Casa de Elrond se vio interrumpida una mañana, cuando, ante la mirada atónita de todos, Aragorn y Gandalf, llegaron a Rivendell.
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-¿Estas seguro de lo que dices Estel?- pregunto de nuevo Lord Elrond a su cansado hijo.
-Es verdad Ada- respondió con paciencia Aragorn, sabia que esta seria la respuesta de su Adar a las nuevas noticias que traía.
– El Anillo ha sido destruido, y como puedes ver, nada ha pasado… Frodo y los demás se encaminan ahora mismo a La Comarca, quieren estar un tiempo de nuevo en sus hogares antes de ser convocados, si es necesario, de nuevo ante tu presencia. Boromir se ha quedado a cargo de Gondor mientras yo te he traído estas noticias, y a su vez, organiza a su armada por si fuera necesario algún otro plan de ataque. Gimli ha regresado también a la Montañas Azules a llevar noticias y convocar a su gente. Y Como puedes ver, Gandalf ha regresado con nosotros-
Como respuesta a esto, un fino anillo de humo salio de la arqueada pipa del mago, vestido de blanco y sentado al lado de Aragorn, no había pronunciado palabra aun, pero Elrond sabia, que en cuanto lo hiciese, no le gustaría.
Estas eran malas noticias en verdad, Elrond había puesto sus esperanzas en la destrucción del Anillo, y que todo el asunto con el Príncipe había sido parte de un plan del Oscuro para otros propósitos, pero ahora… ¿Galadriel tenia razón?-
-¿Ada?- pregunto por tercera vez Aragorn
-Perdóname Estel, es que estas noticias…-
-Entiendo, yo he pasado por lo mismo Ada… Legolas… ¿el…el esta bien?-
-Tan bien como puede esperarse dadas las circunstancias- respondió pensativo Elrond.
-¿Y el bebe?- hablo por fin Gandalf entre el humo de su pipa.
-Legolas esta haciendo lo mejor que puede por protegerlo, me temo que toda su energía la canaliza al bebe. El cree que es la única forma de salvar su Fëar, Y temo sea verdad, esto lo esta llevando a su limite, de seguir así, no se si tolera el nacimiento del bebe-
Aragorn se agito nervioso en su asiento.
-¿Thranduil lo sabe?- pregunto de nuevo el mago.
-Lo sabe, no en balde es su padre, pero no quiere expresar sus temores, con nadie me temo-
Gandalf afirmo con la cabeza –Los recientes eventos ocurridos con Galadriel, me temo- dijo Gandalf.
-¿Cuándo podré verlo Ada?- pregunto por fin Aragorn.
-Descansa primero Ion nin, toma un baño y come, mañana podrás visitarlo, y eso es una orden Estel- dijo Elrond al ver que Aragorn estaba a punto de protestar.
Con una respetuosa despedida, Estel salio del pequeño estudio.
-Ahora dime viejo amigo ¿que es tan importante, que te han permitido regresar?- pregunto Elrond por fin.
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-¿Legolas, estas dormido?-
-Lo estaba, con esas pisadas has despertado a medio Rivendell- respondió Legolas a la oscuridad, luchando por definir la figura de Estel.
-Já, tu Adar no me ha escuchado-
Ubicando por fin la figura de Aragorn, Legolas se acerco un poco a la mesita de noche para prender un candil.
-Mi pobre Adar- suspiro Legolas- esta exhausto, no ha parado de vigilar a tus hermanos y a Haldir-
-Una tarea difícil, créeme- rió Aragorn mientras se sentaba en la cama.
-¿Malas noticias¿Frodo esta bien?- pregunto por fin Legolas tras un breve silencio.
-Frodo esta bien, también Sam, Merry y Pipin- respondió Aragorn
-¿Y el tonto del enano?-
Aragorn no pudo evitar otra risita – Gimli esta bien-
Legolas suspiro aliviado, no tanto por el Gimli, si no por hecho que no estaba ahí para hacerle la vida imposible, conociéndolo, no iba parar de hacer barullo por el asunto del bebe.
-No paso nada- dijo Aragorn
-¿Perdón?-
-EL Anillo… fue destruido y no paso nada… Mordor sigue ahí… imperturbable…-
Legolas paso saliva. Sabía que esta era la razón por la que Estel había regresado.
-Todo era un engaño…- susurro desconcertado Aragorn- siento mucho lo que paso en Lorien, yo… no puede acompañarte, mi juramento para con Frodo…con la misión…-
-No tienes que disculparte Estel- interrumpió Legolas- yo…entiendo. No podías dejar a Frodo y los demás. Lo demás ahora no tiene importancia-
Silencio.
-¿Por qué no me lo dijiste antes?- hablo por fin Aragorn –pensé que nos conocimos lo suficiente… que nos queríamos lo suficiente-
-Yo… lo siento Estel, temía en lo que tú y los demás pensarían de mi- contesto por fin Legolas apretando las sabanas y bajando un poco la mirada –me sentía… avergonzado…-
-Mellon nin, tu sabes que yo te hubiera ayudado con todo lo que estuviera a mi alcance y mas allá si fuese necesario-
Legolas no dijo nada, -¡Valar¿Dónde estaba su Ada cuando lo necesitaba, no estaba listo para enfrentar a Estel-
-Lo se Estel… lo hiciste en verdad, fuiste a Mordor por mi…es solo que…- comenzó a explicar Legolas cuando sintió que su cama se hundía mas por el cambio de peso y que dos labios lo besaban sin premura.
-Estel, espera, creo que no es lo oportuno ahora…yo no quiero esto- dijo Legolas cuando por fin Estel se retiro un poco.
-¿Por qué me rechazas Legolas¿Por no te vez cuanto me interesas?- reclamo con tono de enojo Aragorn mientras sujetaba la nuca del elfo.
De un tirón, Legolas se levanto de la cama, un dolor en el vientre casi lo hace doblarse en dos - En verdad aprecio tus atenciones Estel, pero entiende que no es lo que deseo en estos momentos- continuo Legolas, una extraña sensación empezó a invadir todo su ser, una sensación fría y oscura, pero lo que mas lo angustio fue que esta brisa fría parecía provenir de el, de su ardiente vientre…
Aragorn impulsivamente tomo una mano del elfo para besarla. La realización lleno los ojos del Príncipe.
-Lo siento Aragorn, yo… no puedo…-
La oscuridad se fue cerrando más… y más…
-¿Qué te ha prometido Legolas¿Tan bueno fue que me rechazas?-
-¿De que demonios estas hablando Estel?-
-¡Lo amas¿no es así¡Te ha hechizado, ese moustro, es la única respuesta posible…-
-Yo no desee esto… yo no planee que esto pasara así…-
Legolas no podía respirar, la oscuridad lo sofocaba, lo atrapaba…
-¡Te desconozco Legolas, mira en lo que te has convertido!-
-¡Estel, por favor, llama a Elrond… por favor…!- suplico Legolas al sentir algo húmedo y caliente recorrer sus piernas.
Pero Aragorn ignoro el ruego del elfo, sus grises ojos opacados por la oscuridad… por las tinieblas… siguió gritando cosas sin sentido…
-¿Esto es lo que querías, no, lo que buscabas¡convertirte en su puta!-
La delicada forma del elfo no pudo mas, con un grito angustiante, Legolas se desvaneció en la interminable oscuridad.
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