Capitulo 20

En cuanto Legolas recobro un poco de aliento, lo primero que salio de su boca fue un grito de angustia y lamento. Sentía como el Fëar de su bebe se le escapaba de entre las manos, sin poder evitarlo, sin poder hacer nada…con un grito ahora de furia, intento alcanzarlo una vez mas, la oscuridad retrocedió ante la potente áurea de Legolas. A lo lejos, el elfo pudo distinguir una figura que se acercaba, alta y soberbia

-¿Sauron, eres tu? – pregunto el elfo acercándose a su vez e iluminando todo alrededor.

La oscura figura sostenía un pequeño bulto en los brazos.

La figura no contesto, se limito a mirar al elfo con una risa burlona en la cara, una cara que no decía nada… una cara vacía…

Con un súbito escalofrió, Legolas supo que ese pequeño bulto era su bebé, y que aquella oscura figura, la oscuridad, la verdadera oscuridad que era Sauron, la verdadera oscuridad que lo había corrompido…

El momento había llegado.

-Entrégame a mi bebe- dijo Legolas con voz clara y firme, acercándose un poco mas, la sombra retrocedió solo un poco – ahora- ordeno Legolas

-¿En verdad creíste que te lo concedería?- contesto Sauron agitando un poco la mano, haciendo el aire mas pesado y la oscuridad mas cerrada

Legolas no se perturbo ante esto, al contrario, avanzo un poco más desafiante.

-No dejare que lo dañes – dijo Legolas avanzando mas.

Unos pocos paso mas y podría tocar la blanca manita que ya salía entre el oscuro ropaje.

-¿Qué acaso no lo vez Legolas, este elfito es la clave para dominar Arda, con el, habrá uniformidad, habrá una sola ley… la mía-

-No voy a permitirlo, no me iré de aquí sin el-

-¿Tanto lo quieres dulce elfo?- dijo Sauron con sarcasmo – ven por el –

Legolas no lo pensó dos veces, con paso firme se acerco a Sauron solo para recibir un golpe tan frió, que le tomo varios segundos levantarse metros mas allá donde había caído.

-Es inútil- escucho decir a Sauron -¿Por qué no te rindes, quédate a mi lado, podrás disfrutar del bebe y yo de ti-

Limpiándose la sangre que ya escapaba de un labio partido, Legolas arremetió de nueva cuenta pero esta vez lanzando su brillante espíritu contra Sauron, con la esperanza de poder arrebatar a su bebe en la distracción, adivinando sus intenciones, Sauron giro un poco, provocando que Legolas se detuviera en seco en el ultimo segundo, no queriendo lastimar a su bebe; con la guardia baja, otro brutal golpe mando a Legolas al suelo.

-Estas en desventaja- rió Sauron mientras caminaba rodeando al elfo caído- además tu luz se hace mas débil…estas muriendo…-

Legolas sintió un estremecimiento en su corazón¿muriendo?... ¡No!…no podía morir así y ahora¿Qué seria de su bebe?.. De Arda?-

-Puedo salvarte- volvió a decir Sauron – podrás vivir y estar con tu hijo¿no es acaso lo que quieres?-

Legolas no contesto, trataba de ganar un poco de aliento.

-¡Creí en ti, en verdad creí en cada una de tus palabras maldito!- grito Legolas incorporándose del piso.

-Ahora podemos estar juntos, tu, yo y el bebe, junto con el Caos podemos hacerlo todo-dijo Sauron ignorando las palabras de Legolas

-¡Nunca!- grito Legolas y con un rápido movimiento arranco el bultito de entre los brazos de Sauron, pero para su horror este solo se desvaneció de entre sus temblorosas manos.

Sauron solo rió mas ante la mirada de asombro del elfo –Te vez tan hermoso cuando estas confundió… perdido…-

-¡Entrégamelo!- rugió Legolas cuando se hubo recuperado.

-Encuéntralo- respondió con voz cansada Sauron – esta por aquí… en algún lado…-

-¡Maldito seas!- grito Legolas con todas sus fuerzas, no dándose por vencido, Legolas cerro los ojos buscando la fuerza que no podía encontrar.

Por unos breves segundos pudo sentir que no estaba solo… alguien… algunos… estaba con el…

Escuchando un llanto perdido en la lejana oscuridad, Legolas se levanto de golpe, enfocando su luz interna lo más que pudo, allá a lo lejos, un pequeño suplicaba con sollozos. Loco de alegría, Legolas hecho a correr hacia el pequeño que ya levantaba las manitas.

Con un ruido sordo, Legolas fue arrogado nuevamente al suelo, pero esta vez un dolor lacerante en la espalda no lo dejo levantarse. Sauron se acerco con pasos firmes y lentos, cuando el elfo estuvo a su alcance, se inclino hasta sujetarlo por el fino cuello, levantando a Legolas de golpe, apretando con la clara intención de hacer daño.

-No importa mas tu luz y quienes te estén ayudando- dijo Sauron acercándolo para susurrarle a su puntiaguda oreja – yo tendré lo que me pertenece-

-Entonces tendrás que romperme el cuello- respondió Legolas mirando a Sauron fijamente en los ojos -o el corazón- finalizo Legolas, esperando lo peor…

Silencio.

Angustia.

Segundos después, Legolas sintió que la presión en su cuello desaparecía así como la oscuridad a su alrededor, como miles de fragmentos de un negro espejo que se quiebra…luego un grito tan atormentado que Legolas tuvo que llevarse las manos a los oídos…

-Debes irte antes que regrese… ella siempre regresa… debes irte-

Cuando Legolas giro para ver de donde salía esa suave voz, no pudo evitar una exclamación de asombro, Sauron estaba justo detrás de el, la cara hermosamente tranquila, los ojos brillantes…

-¿Sauron?- pregunto Legolas confundido, segundos antes todo era ira y odio, sombras y amenazas.

-Soy yo Legolas- respondió Sauron abrazando muy fuerte al elfo – pero ahora debes irte…encuentra a nuestro bebe y sal de aquí-

Este era Sauron. El maia antes de que Melkor y la oscuridad lo corrompieran.

-¿Dónde esta, donde?- pregunto Legolas alzando la cara del firme pecho que lo cobijaba.

-Sigue su Fëar y podrás salir de aquí, yo la detendré lo mas que pueda, ella nunca esta satisfecha… ella seduce…arrebata-

-¿Quién, dime Sauron¿a quien detendrás¡por favor, ayúdame a entender!-

-La oscuridad mi pequeño, esta aquí, justo aquí, rodeándonos, susurrándonos…. Pero no te preocupes, no dejare que los tome a ustedes también-

Legolas no acababa de comprender, si este era el verdadero Sauron librado de las sombras¿Por qué no podía quedarse así?

-Porque alguien debe detenerla- respondió Sauron con un tierno beso – Yo estoy acostumbrado a su fría presencia, es parte de mi, pero tu mi dulce Legolas, no podrías soportarlo-

Con un sutil empujón, Sauron se separo del abrazo – ahora búscalo y sal de aquí, no hay mucho tiempo-

-¿Estas loco¡No pienso dejarte aquí, no después de que te he encontrado- protesto Legolas.

-Debes. Si no, los tres sucumbiremos a la oscuridad, y el caos reinara Arda-

-Pero debe haber alguna manera… no puedes ser mas esclavop de la oscuridad-

Sauron no respondió, solo una leve sonrisa ilumino su cara – eres tan inocente Legolas. Pero ahora debes irte-

-¡No te dejare aquí!- respondió firmemente Legolas – No puedes rendirte así… tienes que luchar…. No me iré…-

-Te prometo que iré a buscarte -dijo Sauron dando un ultimo beso – ¿Sabes?- la Profecía tenia razón en todo, eres la luz, eres mi todo, y nuestro bebe traerá el equilibrio a la Tierra Media, no caos sino armonía… ahora lo entiendo, luz y oscuridad… armonía-

Legolas se quedo sin palabras, una tibia lagrima ya rodaba por su mejilla, Sauron, con una tierna caricia, la retiro lentamente - Antes de amarte, tenía miedo de vivir en el olvido, de morir en el olvido… ahora, moriría por ti…-

Un fuerte viento frió baño a la pareja tiernamente abrazada.

-Debes irte -apresuro Sauron- se hace mas fuerte cada vez-

Tomando aire, Legolas ase aparto de la calida figura.

-La encontrare y regresare por ti-

-Encuéntralo y sal de aquí – contradijo Sauron – ni pienses en regresar, sino, ninguno de los tres lo hará-

Legolas no respondió., con parte de la fuerza que le había dado sus amigos – estaba seguro que eran ellos- se enfoco en encontrar a su bebe, mientras el viento se hacia mas frió y el ambiente mas pesado. Con un grito de jubilo, hecho a correr a donde tenues colores despuntaban en la ahora, poco a poco, mas oscura nada.

Sauron sonrió. Por primera vez, desde que fuera creado por los Valar, era feliz.

Ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

Mientras Legolas corría, no podía parar de pensar en la Profecía. Cierto que siempre supo que su bebe no traería caos a la Tierra Media, pero¿Cómo ser armonía, sin la mitad de su corazón?

Cuando por fin llego-después de lo que pareció una eternidad- al sitio donde se desprendían todos esos suaves tonos, todos esos suaves colores, un pequeño bultito lloraba desconsoladamente, y a Legolas le dio un vuelco en el corazón, todo por lo que había luchado, estaba aquí, cuando por fin lo alzo de entre la nada, noto con sorpresa que los suaves colores venían áurea del bebe, como si fuera un cristal que dispersa mil y un formas y colores. Colores que necesitaban luz para nacer y… oscuridad para sobresalir… ahora Legolas entendia en verdad.

Sauron en verdad era oscuridad que su luz necesitaba para trasformarse en algo mas hermoso… en los suaves colores del áurea de su bebe… y aunque la oscuridad era necesaria, no debía prevalecer…

Pero no había tiempo.

La nada se hacia penumbra y la penumbra oscuridad.

No había tiempo.

0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Solo escasos segundos después.

-¡Debemos hacer algo Ada, no podemos permitir que Legolas muera así!- grito Estel. Legolas no había despertado del procedimiento, y su rápida respiración y palidez preocupan de sobremanera a Aragorn.

-¡Elladan!- grito Elrond alarmado- asísteme con el bebe, no respira…. ¡Estel, ayuda a Legolas, comprime con fuerza y comienza a cerrar la herida!-

Con temblorosas manos, Aragorn se lavo rápidamente, para comenzar a cerrar la sangrante herida, mirando nerviosamente como su Ada y hermano luchaban para darle un halito de vida al pequeño.

00000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000

Legolas descubrió al pequeño bebe de entres los oscuros ropajes- la túnica de Sauron-pensó Legolas. Así pudo ver dos hermosos ojos viéndolo con la misma admiración y curiosidad. Asegurándolo de nuevo en los tibios ropajes, lo afirmo junto a su pecho.

-Ahora debemos encontrar a tu Ada, no lo dejaremos solo¿verdad?-un balbuceo fue su respuesta.

Cuando Legolas ya se levantaba de nueva cuenta buscando de entre la oscuridad a Sauron, sintió que sus piernas no lo sostenían mas, rápidamente tuvo que bajar un brazo para no caer de bruces con el bebe.

Jadeante, trato de levantarse nuevamente, con dificultad avanzo uno pasos.

-Un último esfuerzo – pensó Legolas – un último esfuerzo y estaremos juntos- Legolas casi llora cuando sintió que su luz disminuía lentamente.

-Ada, saes…- imploro Legolas mientras buscaba la salida a esa interminable oscuridad.

Un aliento cálido lo envolvió como respuesta, tomado fuerzas de esta tibia sensación, regreso sobre sus pasos – ni creas que me iré sin ti – murmuro entre dientes.

-Olvídalo- fue la respuesta

Winters lies be for me

Now you are so far

In the darkness of my dreaming

The light of will you say

May be a Im falling down

Tell me should I touch the ground?

Maybe I won't make a sound

In the darkness all around

The silence of a winter night bring memories I hold inside

Remembering a blue moon night

Upon a fallen snow

Enya