CAPITULO 21
Legolas recorrió penosamente el camino de regreso, o al menos, lo que el creía el camino correcto. No soltando al bebe de su seguro abrazo, Legolas grito a todo pulmón el nombre de Sauron.
-Olvídalo- respondía nuevamente la nada.
-¡Nunca!- contesto Legolas entre dientes -¡Sauron!- volvió a llamar Legolas cada vez mas alterado, de pronto, lleno de pánico, noto que su bebe casi no se movía en sus brazos. Legolas cayó de rodillas para ver la carita del elfito.
-¡No, no puedo perderlos a los dos, no podría soportarlo – grito Legolas mientras descubría la rubia cabecita, pero al ver los pequeños ojos entrecerrados, Legolas sintió que lo que le quedaba de corazón, amenazaba en romperse en pedazos.
-¡Sauron!- volvió a gritar Legolas con lágrimas en los ojos.
-¡Legolas!- respondió una voz a los lejos, casi perdida. Legolas hecho a correr hacia esa voz. Cuando llego, sus escasas esperanzas se acababan.
Sauron estaba tendido… su respiración jadeante y entrecortada… y muy pálido.
-¡Lo has encontrado, pero… ¿Porque sigues aquí? – Pregunto Sauron incorporándose un poco -¿No vez lo que es lo que ella quiere?-
-No podía dejarte… ¿Cómo podría?- se lamento Legolas mientras lo abrazaba.
–Pero ahora es demasiada tarde- contesto Sauron, una lágrima recorría su pálida tez.
-Aun podemos salir de aquí - contesto Legolas secando la lagrima de Sauron con un pedacito de su túnica –te necesitamos con nosotros, sin ti, nuestro bebe no sobrevivirá… ni yo...-
Legolas solo vio que Sauron abrió con sorpresa sus hermosos y cansados ojos, girando la cabeza, una ráfaga de helado aire los alcanzo. Sin pensarlo dos veces, Sauron se abalanzo sobre Legolas y el bebe, abrazándolos muy fuerte.
Legolas su vez se hundió en el tibio abrazo esperando el golpe final, concentrando todo su ser… su alma… su corazón… en lo que pudo haber sido… y nunca seria…
Con este último sentimiento escucho las últimas palabras de Sauron cerca de su oreja.
-Los amo-
Un grito de dolor, una brillante luz, luego… la nada.
000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
Una tibia brisa en la cara lo obligo a abrir los ojos.
-¡Legolas, estas despierto, gracias a Elbereth!- dijo una ronca voz.
Legolas se resistió, estaba tan a gusto donde se hallaba, no quería dejar esa sensación…
-Legolas, vamos, tithen ernil, abre tus ojos- dijo otra voz mas suave.
Con un gesto de disgusto en su hermosa cara, Legolas cumplió, -¿abrir mis ojos, no siquiera me había dado cuenta que estaban cerrados- pensó Legolas mientras levantaba una fina mano para cubrir un poco de luz.
-Eso es, muy bien¿como te sientes?- volvió a decir la suave voz.
-¿Lord Elrond?-
-Todo esta bien Legolas… ahora toda esta bien- contesto con un aire de alivio el señor de Rivendell
Legolas frunció el ceño. Con un súbito grito, trato de incorporarse de la cama, el brusco movimiento solo ocasiono que todo girara a su alrededor y cayera de nuevo en las mullidas almohadas.
-Tranquilo Legolas- recriminó Elrond – has perdido mucha sangre, es un verdadero milagro que no te hayamos perdido; a ti y al bebe-
Legolas volvió a inquietare…-Mi bebe¿Esta bien¿Dónde esta¿puedo verlo?-
-Como dije hace unos momentos- explico Elrond con paciencia-ella esta bien-
-¿Ella?- pregunto Legolas a punto de las lágrimas.
-Si, una hermosa niña- contesto Aragorn mientras le acercaba un poco de agua.
-Gracias mellon nin- contesto Legolas tomando un poco – ¿Puedo verla?... necesito verla…-
Thranduil entro en esos momentos con su nieta en brazos. Elrond y Aragorn se retiraron un poco, dándole al monarca y a su hijo un poco de espacio.
Thranduil se inclino, besando una pálida mejilla; sentándose con cuidado en el borde de la cama, le acerco la bebe al regazo.
Con el corazón encogido, Legolas recibió a la pequeña, y con temblorosas manos retiro el fino manto que la cubría. A ver aquella bendición, no pudo contener mas las lagrimas. Ahí estaba la pequeñita, tal como la había visto en sueños, piel blanca y cabecita rubia y dos hermosos ojos grises, casi plateados con el reflejo del sol de la mañana. Abrazándola muy fuerte, dirigió una mirada de agradecimiento a su Adar.
-Hanno lle Ada-
Legolas no supo si Thranduil había escuchado, por que solo se limito a abrazarlo muy fuerte y a limpiarle las lagrimas con la punta de sus dedos.
-Estoy a tu lado- dijo Thranduil muy bajito – todos estamos contigo-
-Lo se Ada. Pude sentirte… a ti… a todos… llamándome...Hanno lle-
-Ahora debes concentrarte en el bebé¿de acuerdo?- dijo Elrond a espaldas de Thranduil.
Legolas asintió con la cabeza mientras jugaba con una manita.
Legolas no se atrevió a preguntar por Sauron¿Como podría¿Que pensaría Thranduil de el?... ¿Pero no acaso el bebe esta con vida y bien?... ¿No significaba eso que Sauron también estaba bien?... ¿O se encontraba en algún oscuro lugar… sufriendo… solo…para siempre?...
Legolas se guardo todo esto para si. Suficientes preocupaciones había causado ya a su Adar y Elrond… Además estaba su bebe, que no paraba de balbucear y sonreír… si ella se sentía bien… entonces todo estaría bien.
Legolas tardo en recuperarse, pero de nuevo el brillo regreso a su ojos y el color a su mejillas. Elladan, Elrohir y Haldir pudieron visitarlo días mas tarde, claro, bajo la supervisión de Aragorn.
Esa mañana Thranduil jugaba un poco con su nieta mientras platicaba con Legolas de cosas sin importancia, cuando Gandalf solicito hablar con Legolas a solas.
Legolas accedió, había esperado a Gandalf por días…el tendría las respuestas…
Thranduil se llevo a una inquieta niña que ya jugaba con los rubios cabellos de su abuelo, mientras lanzaba una mirada inquisidora al mago.
-Recuerda que aun esta convaleciente- fue todo lo que dijo al salir.
Cuando por fin estuvieron solos, Gandalf se acerco al hermoso ventanal donde el suave viento refrescaba la habitación.
-Mordor no existe mas- dijo sin mas preámbulo- en el momento que tu hermosa niña tomo el primer aliento de vida, Mordor se desmorono en mil pedazos-
Legolas sintió que el corazón se le detuvo un instante, enfrentaba su mayor temor… ¿Significaba que también Sauron había perecido, había tratado de llamarlo… aun en sueños, pero nada… ¡Pero el había prometido!...-
Gandalf no dijo nada mas, observando cada gesto del joven elfo en la cama.
-Entonces… ¿todo ha terminado?- murmuro Legolas mas para si que para ser escuchado por Gandalf.
-Al contrario- contesto Gandalf- una nueva era empieza. Aragorn tomara pronto el lugar que le corresponde y muchos de tu raza parten a las Tierras Imperecederas, pero tu y tu linaje tienen otro destino- finalizo el mago arqueando una espesa ceja.
-Te refieres a Linúviel¿no es así?-
Gandalf asintió – has escogido el nombre correcto Legolas-
-Ella es… la armonía en mi vida…-
-Entiendo- contesto Gandalf -muchas cosas se perderán mi Príncipe, como las suaves hojas de otoño, pero su nombre no será una de ellas-
-¿Podrías hablar mas claro Mithrandir, Adar tiene razón, los magos solo hablan en acertijos- respondió Legolas con un tono de confusion en su voz.
Con una sonrisa, Gandalf solo se apoyo sobre su viejo cayado -El tiempo lo dirá, ella será el equilibrio entre lo que es y será, lo que puede ser y lo olvidado-
Legolas solo dejo salir un suspiro de exasperación, de nuevo esas respuestas estupidas, pensó. Pero ahora, una pregunta le carcomía el corazón…
-¿Crees que lo hayan perdonado? -Pregunto por fin Legolas con brillantes ojos – Los Valar… quiero decir…Sauron… ¿Tendrán compasión?-
Ahora Gandalf suspiro inquieto.
-El se sacrifico por nosotros- continuo Legolas- sin el, no estaríamos aquí ahora… en el ultimo momento pude ver… puede ver al verdadero Sauron… seguro los Valar vieron también esto-
-Eso lo se Legolas, sin el, ni tu ni tu niña estarían completos, pero la justicia de los Valar esta mas allá de mi alcance-
Legolas asintió con la cabeza y se mordió nerviosamente un labio. Al menos había una esperanza.
-No desesperes Legolas, ahora tú bebe y tu Adar te necesitan más que nunca- finalizo Gandalf con tono paternal.
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo
Semanas pasaron y la recuperación de Legolas era casi completa. La pequeña Linúviel, como la mayoría de los elfitos, crecía rápidamente en mente y habilidades.
Elladan, Elrohir y Haldir hacían su mejor esfuerzo para cuidar de ambos, claro, bajo la mirada de Thranduil y Elrond.
Pero aunque el cuerpo de Legolas había sanado, su corazón seguía sangrando y cada día sentía que estaba a punto de romperse y cada día despertaba con la esperanza de volver a ver ese rostro tan amado… solo para volver a dormir solo con el alma destrozada.
Aragorn ocupo pronto el lugar que le correspondía por derecho, el Trono de Gondor y Anor.
Con Mordor destruido, los poco orcos y bestias que aun quedaban fueron cazados y exterminados, tomo algo de tiempo, pero por fin la gente libre podía vivir tranquila en la Tierra Media, la paz se hizo por fin presente.
0000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000000
-Legolas, mellon nin- grito Haldir entre risas con Linúviel en brazos – vamos, es una hermosa mañana para salir, date prisa o nos iremos sin ti, y queremos salir¿verdad Linúviel?-
Unas risitas fueron su respuesta.
-En verdad Haldir, Linúviel es una elfita¿pero tu tienes que comportarte igual?- contesto Legolas mientras se acomodaba rápidamente el rubio cabello. A parecer la pequeña se había encariñado con Haldir, porque no soltaba su platinado cabello, señal que le agradaba.
Mientras salían a tomar una pequeña caminata por los hermosos jardines, Legolas recapacitaba, en verdad que sin el amor de su Adar y de sus amigos no habría podido sobrevivir hasta este punto… el solo.
-¿Es verdad que pronto partirán al Bosque Negro… bueno, es decir, al Bosque Verde?- pregunto Haldir mientras veía jugar a la pequeñita con unas mariposas.
-Verdad- contesto Legolas un poco triste- Adar quiere regresar a su reino, que ahora libre de la… sombra, es tan seguro y bello como Rivendell o Lorien-
-Antes que Celeborn y Galadriel ganen terreno- rió Haldir
Legolas rió al comentario.
-Me gustaría acompañarte, los bosques aun no son seguros del todo- dijo más serio Haldir después que Legolas había parado de reír, esto solo ocasiono más risas del rubio elfo.
-¡Haldir, nos acompaña una escolta real de mi Adar y otra de Lord Elrond, sin contar que Aragorn ha insistido también en acompañarnos, no podría pedirte más a ti –
Con un rubor en sus mejillas, Haldir rebatió.
-¡Entonces bien puedo vigilar a ese mortal que se comporte bien!-
Legolas rió mas- una extraña sensación- pensó, tiempo hace que no reía así, se sentía tan bien.
-Me complacería mucho que nos acompañaras Capitán Haldir- dijo Legolas inclinándose un poco.
-Será un verdadero Placer Príncipe Legolas- contesto Haldir con un saludo respetuoso.
Ambos echaron a reír.
Pero la noche siempre llegaba y con ella las penumbras… las sombras… y la tristeza del amor que no regresa del olvido
Linúviel- armonía, equilibrio nombre que tome de:
De name elven generador from:
http/www.aragorn-legolas. ernil- pequeño Principe
