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HERMANOS

por Liluel Azul

Capítulo 6

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Tú me perteneces a mí, no a ellos. Yo clamó por justicia, por recuperar lo que por derecho me pertenece. No tengo ningún recuerdo, cuando ellos tienen miles. Pase el tiempo preguntándome dónde estás, ignorando tu suerte y temiendo tu destino. Viví cientos de noches sin poder conciliar el sueño por la angustia. La frustración por no poder verte se comió las esperanzas de mi corazón. Ahora la justicia está de mi lado, ahora yo forjare hermosos recuerdos, mientras ellos se preguntaran dónde estás, viviendo la angustia. Conocerán los desvelos y la frustración hará presa de ellos.

Adrik Ivanov toma una frazada para arropar a Hyoga, sonríe, ahora sólo es cuestión de salir de este maldito país y los Kido jamás volverán a ver al rubio.

En tanto en la mansión Kido. Saori interroga a Tatsumi sobre el contenido de aquellos papeles, a lo que el mayordomo responde no saber, esos eran documentos que el propio señor Kido escondió allí.

Ikki sabe que miente y quisiera aplicarle un puño fantasma y sacarle la verdad, pero el desgraciado sabe que está bien protegido por Saori.

-Tú sabias que buscaba eso, ahora no finjas que no sabes.

-No lo sé, el señor Kido sólo me dejó instrucciones de que Hyoga nunca los viera.

Saori se quedó meditando ¿qué era lo que su abuelo ocultaba tan celosamente?

Y así pasaron cinco días sin saber del rubio. Días de desvelos y angustias.

En el orfanato, Eri y Mio están metiendo a los niños en sus camas, pero la rubia no dejaba de pensar en el joven que tanto ama. El olor a pastel inundaba el lugar y es que acababan de festejarle el cumpleaños a Makoto. Lo que tenía a Eri sumida en un recuerdo especifico.

Flash back

Era el cumpleaños de Hyoga y Eri andaba muy preocupada por la falta de fondos para comprarle un regalo.

Sobretodo porque Hyoga se había visto esplendido las dos semanas anteriores, comprándole chocolates, rosas, peluches y es que también estaban pasando dos semanas exactamente desde que Hyoga, con voz bajita, mirando al suelo y todo rojo le había preguntado si quería ser su novia. Así que de seguro Hyoga le daría un regalo.

Finalmente se resignó a que no le era posible comprarle algo. Así que esa tarde en el parque…

-Eri, de verdad que no es necesario que te preocupes por darme algo, con que estés a mi lado es más que suficiente para ponerme fe…-La rubia puso un dedo en los labios del ruso.

Ella tomó aire antes de entonar una canción.

-"Te quiero con amor sincero,

me gusta mucho como eres,

y siento que me enamore como nunca jamás me había enamorado."

"Tú eres lo mejor tú eres.

La dicha que soñaba un día.

Tú eres todo para mí y yo también quisiera ser todo en tu vida."

"Endúlzame que soy café

y cántame que soy canción.

Dibújate sobre mi piel que tengo el cuerpo de papel."

"Suspírame que soy amor,

enciéndeme que soy calor

y llévame en tu pelo en una pompa de jabón."

"Endúlzame que soy café

y cántame que soy canción.

Dibújate sobre mi piel que tengo el cuerpo de papel."

Al principio Hyoga abrió mucho los ojos sorprendido, pero después todo rojo sonrió desde el fondo de su alma.

-Eri-chan. -La llamó una de las niñas sacándola de sus recuerdos. -No quiero dormir.

-Ya es la hora.

-Déjanos jugar otro ratito.

-Al menos cántanos una canción para que nos durmamos.

-Bien. Te quiero con amor sincero…

Desde el corredor Seiya con asombro contempla a la rubia acostando a las niñas. Y es que esa canción la había escuchado previamente, tardo un poco en recordar que Hyoga la tarareaba todo el tiempo, antes de su repentino cambio de humor.

Algo le pasó a Hyoga aquella tarde que regresó tan lleno de pesar. Algo le robó toda alegría. Y ahora le angustia pensar en el dolor por el que debe estar pasando.

En tanto…

Shun no perdía las esperanzas de encontrarlo, lo buscaba incesantemente. Así pues, caminaba por los alrededores de la ciudad bajo la lluvia y cuando vio el puente por donde pasa el tren, sus ojos se llenaron de lágrimas.

Flash back

Hyoga había llevado a Seiya y a Shun a ese lugar para un picnic. Los menores tenían ganas de pasar una experiencia rusa y por eso al rubio se le ocurrió.

-¿Qué vamos hacer?-Preguntó Seiya.

-Vamos a comer té y pastelitos, porque a los rusos nos gusta comer té y pastelitos.

-Para eso nos hubiéramos quedado en la mansión. –Alegó el peliverde.

-Sí pero en la mansión no podemos beber vodka.

-Si tu idea es emborracharme para hacerme tuyo, nos podemos saltar la parte del alcohol.- Dijo el peliverde, poniendo todo rojo al rubio.

-Claro que no.

-Exactamente, eso no lo voy a permitir.- Dijo Seiya.-Hyoga es mío. Y no estoy dispuesto a compartirlo en un trío.

-Que manía la de ustedes de andar diciendo esas cosas.

Al ver a Hyoga rojo como un jitomate ambos rieron. Y todavía el rubio pregunta por qué les encanta hacerle ese tipo de bromas.

Mientras los menores disfrutaban de los dulces y el té, Hyoga les hablaba de su tierra, cosas como "Ded Moroz" Abuelo frío, que es el equivalente ruso de Santa Claus, o de la celebración del 8 marzo el día internacional de la mujer, ese día los hombres hacen regalos a las mujeres, pero cuando se celebra el día del defensor de la patria, las mujeres hacen regalos a los hombres.

A Shun le emocionó, pues es parecido que en Japón, el 14 de febrero las chicas regalan a los chicos y el 14 de marzo es el día blanco, cuando los chicos le regalan a las mujeres.

Y en eso andaban cuando Shun sin querer pisó a Hyoga.

-Ya vez lo que hiciste, ahora Seiya te va a tener que pisar.

A Seiya le brillaron los ojos ante la travesura de pisar a Shun.

-¿Por qué?

-Porque si no lo hace, la superstición rusa dice que tú y yo nos vamos a pelear. Entonces ya nunca nos llevaremos bien.

Y Shun tuvo que poner su pie para que Seiya lo pisara, y claro que el castaño lo pisó con ganas (aunque fue más gesticulación que fuerza). Aun así Shunny se quejó de sufrir un intenso dolor, hasta hizo una mirada de victima sufrida. Por lo que el rubio regañó al castaño. Así que para emparejar las cosas, Seiya pisó a Hyoga, para que Shun lo pisara a él. Pero a Shun le brillaron los ojos con una gran malignidad y le enseñó la lengua a Seiya.

-¿No me vas a pisar?

-No, porque así te pelearas con Hyoga y al fin seré el único consentido.

-Me vas a tener que pisar.

-No, Hyoga por fin será sólo mío.

-¿Te voy a tener que obligar?

-Quiero verlo.

Con qué cosa lo iba amenazar Seiya, si Shun era un caballero que había visto el mismo infierno.

-Te voy agarrar a escupitajos. –Dijo el castaño.

-Eso es asqueroso y aun así jamás te voy a pisar.

Y Seiya persiguió a Shun por todos lados, mientras Hyoga se puso a recoger todo lo que llevaron. Por fin el Pegaso atrapó a Andrómeda y por más que pidió ayuda, el patito no le hizo caso.

-Escupe todo lo que quieras, no te voy a pisar.

-Entonces vivirás con miedo, miedo a que yo llegue cuando estés dormido, y ya ni hablemos del miedo a que yo haya salivado en tu comida.

-Está bien, está bien, te voy a pisar. – Y dicho eso lo pisó. -Qué asco.

Y así los menores se reunieron con el rubio, mas, cuando llegaron junto a él, Seiya pisó a Shun. Hyoga tuvo que pisar a Seiya. Seiya volvió a pisar a Shun por lo que el rubio volvió a pisar a Seiya, dándose cuenta que esto iba para una guerra de pisotones, antes de que Shun pisara a Seiya, rápidamente lo distrajo con el tren.

-Piensen qué van a pedir de deseo.

-¿Qué?

-Si pasamos bajo el puente, justo cuando pasa el tren podemos pedir un deseo, por eso los traje hasta acá. Y apúrense que ya no tarda en pasar.

Bajo el puente pidieron su deseo.

-¿Pidieron su deseo?

-Sip.- Dijo el castaño.

-No pedí nada.- Dijo el peliverde.

-¿Por qué?- Preguntó el rubio, a lo que el peliverde extendió sus brazos alrededor de él.

-Todo lo que quiero ya lo tengo.

Y el rubio se sonrojo.

Ahora Shun se encuentra bajo ese puente y cuando pasó el tren, con todo su corazón deseó ver al rubio. El peliverde no sabía lo mágico que son los puentes con trenes, no sabía que había pedido un deseo equivocado, debió pedir que quería recuperarlo y no verlo. Pues el puente cumplió su deseo.

Escuchó un susurro y el corazón le dio un brinco al reconocer esa tonada por lo que volteó a toda velocidad.

Ahí estaba su hermoso cisne todo empapado, abrazando algo contra el pecho, caminando totalmente perdido. Tan ido está en esa melodía y en sus propios pensamientos, que ni siquiera se había percatado de la presencia de Andrómeda.

-¡HYOGA!

Cuando los ojos de ambos chocaron, a los celestes le dieron ganas de llorar. Los esmeraldas no reprimieron las lágrimas.

-¿Por qué te fuiste sin decir nada? –Le reclamó.

Ante esas palabras Hyoga retrocedió, quería echarse a correr. Y lo habría hecho pero de pronto se vio atrapado en los brazos de Pegaso. Y ante el contacto ya no pudo reprimir las lágrimas. Se derrumbó en brazos de su hermano.

-Calma.- Le decía Seiya. –Vamos a casa, vas a ver que todo se va a resolver.

-No, no puedo, yo no puedo volver a la mansión. Yo no puedo quedarme. Él dice que nos tenemos que ir, pero yo no podía hacerlo sin despedirme de ustedes. Yo no puedo volver.

-De que hablas. -Le dijo Shun asustado. -Vamos tenemos que volver a la mansión.

-No. –Dijo Hyoga. –No puedo ir, no quiero ir.

Seiya como pudo le quitó aquellos papeles que Hyoga traía fuertemente abrazados. Y con trabajos lo convenció de ir al apartamento en los muelles.

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Notas de la autora

Lo que canta Eri es un fragmento de la canción "Amor Sincero" de Marbelle cantante colombiana reina de la tecnocarrilera –¿ ¡Qué rayos es eso! ?- Por estos lares están pasando la telenovela "Amor sincero" basada la vida de esta cantante y fue allí donde escuche la canción.

He de decir que me enamoró la sencillez de su letra. La versión que puse aquí es el arreglo como la entrada de la telenovela, pues realmente dice más cosas. Quería poner una canción, divague un montón buscando la canción perfecta y cuando escuche esa me dije esa. No quería algo con palabras rebuscadas o de amor eterno, ni sensual. La quería cortita, sencillita y carismática, como esta cuyos dos primeros párrafos dicen todo lo que yo quería para este fic.

Pasando a otras cosas aprovecho para recomendar un fic bello, hermoso y cuco de Fabiola Brambila "El usurpador" La historia se desarrolla cuando mis bellos bronces eran peques y estaban en la mansión Kido antes de ser mandados a los diversos lugares de entrenamiento. Así pues la trama son los sentimientos de Ikki hacia "el usurpador" de Hyoga y es que siente que ese usurpador le está robando a Shun.

La verdad las emociones de Ikki por ya no ser el centro del universo de Shun quedaron muy bien plasmadas y adecuadas a la edad tan peque del personaje. Ikki es un niño tan lindo. Shun quedo simplemente memorable. Tan lindo que era de peque. Hyoga es tan patito, y espectacular, tan apegado a los recuerdos de su mamí y tan patito, tan fuerte y cool y sabio y espectacular y bello y tan patito. Espectacular patito.

Este fic es una monada de obra, que me está inspirando para escribir. Busquen el link en mis favoritos.

Así que si hay fan de en mis horas más oscuras denle las gracias pues la creatividad ha vuelto y pa ese fic. Hace mucho que no tenía yo tanta inspiración. La verdad los últimos tres capítulos salieron a fuerza de exprimir las neuronas pero ahora escribo sin problemas.

Recuerden estoy en campaña en pro de fics del bello patito. Si conocen alguno o si escriben uno díganme que me gusta leer del bello cisne.

Arriba Cisne Hyoga

Visiten mi profile allí siempre publico las fechas de entrega. Y bueno pa los fans de esta les diré que en septiembre saldrá el próximo capítulo.

También los invito a mi metroflog con las mejores imágenes de Saint Seiya totalmente descargables estoy como liluelazul.

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