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HERMANOS

por Liluel Azul

Capítulo 9

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Flash back

Una pena embarga el corazón de Alexander Ivanov y es que su pequeña hermana, su adorada princesa está embarazada.

La ira y la frustración nacieron en el joven al ver deshonrada a Natasha. Día tras día le preguntó quien es el padre de la criatura que lleva en el vientre, pero ella jamás quiso responderle.

Sólo una cosa es segura, Natasha ama a ese hombre con todas las fuerzas de su ser.

Alexander la contempla. Aún le parece un ángel que no conoce el mal. Aún es bella y pura. Los seis meses de embarazo la han cubierto con una luz nueva. Ella no se ha convertido en mujer, sino en una diosa de esperanza. Y pese a los maltratos de su madre, Natasha sonríe desde el fondo de su alma. Porque está esperando un hijo del hombre que más ama en el mundo.

Alexander se traga su orgullo. Si ella por amor a ese hombre y al niño que lleva está soportando ser el humillada y señalada. Él por amor a ella, buscara a ese, lo traerá y hará feliz a su hermana dándoles su bendición.

Tras mucho averiguar, el nombre de Mitsumasa Kido al fin apareció. Alexander no quería creerlo pues aquel hombre bien podría ser el padre de Natasha. Nuevamente se tragó su orgullo. Si él era la felicidad de su hermana no se interpondría.

Acompañado de su empleado Sasuke, Alexander viajó a Japón, mas Kido jamás quiso entrevistarse con él. Aun así Alexander no cejaba en su intento de hablar con él. Le mandaba cartas en donde pedía por su hermana y le explicaba la situación en la que vivía. Lo único que Kido le hizo saber por voz de Tatsumi es que, si se comprobaba que el niño era suyo, le daría su apellido e incluso le pasaría una pensión, pero no estaba interesado en casarse con Natasha.

Es más, la mujer no le interesaba, si no querían al niño, podían entregárselo y Tatsumi se encargaría de contratar o ponerle a alguien del personal a criarlo.

La rabia de la humillación se alojó en el corazón de Alexander. No sólo por la falta de interés hacia Natasha, sino porque se referían a ella como una aventura más, como una mujerzuela del montón. Y el niño, ni siquiera seria criado bajo la tutela paternal de Kido, sino como una posesión más. Algo que le traerían cuando el chasqueara los dedos. Cuando tuviera ganas de hacerle caso.

Jamás se sintió tal ofensa cuando un día, encontró a Mitsumasa con una muy joven mujer de verdes y sedosos cabellos, y unos ojos azul intenso, que llevaba del brazo con gran orgullo.

Si no hubiera sido por Sasuke, Alexander hubiera matado a golpes a Mitsumasa, y los guardaespaldas de Mitsumasa hubieran matado a Alexander.

Furioso Alexander contrató a un investigador privado, que pronto averiguo que aquella era la favorita de Kido. Una chica de 17 años, huérfana de nombre Himeko. A la que Mitsumasa le había puesto un departamento. Posiblemente aquella chiquilla igual que Natasha ignoraba completamente que había otras. Porque Kido tenia muchas mujeres, muchas de las cuales ya estaban embarazadas y otras ya tenían hijos suyos.

Todas ellas japonesas, todas sacadas de los arrabales, a todas les había puesto departamentos y a todas les pasaba una pensión. A todas las visitaba, de todas estaba pendiente. Y esa chica de verdes cabellos era su consentida, Kido siempre estaba a atento de sus necesidades a diferencia de Natasha que fue dejada atrás. A pesar de saber que está embarazada Kido no ha movido un dedo.

Su hermana Natasha no era como esas pobres mujeres sacadas de la calle. Su hermana era una mujer formada en la clase alta, educada en las mejores escuelas, fina, recatada, bella tanto física como espiritualmente, excelente pianista. Cualquier hombre en Rusia la habría llevado del brazo lleno de orgullo.

Era un mundo de diferencia entre su hermosa Natasha y esa tal Himeko. Cierto que también era hermosa, pero se veía que era una pueblerina. Alexander comenzó a odiarla porque a ella Kido la llevaba del brazo, y luego se enfado consigo mismo, pues aquella era una del montón, una chiquilla sin padres, que de seguro anduvo vagando en las calles y para la cual, ser la amante de Kido le sería la única manera de salir de la pobreza, por ello muy diferente a Natasha.

Estaba convencido que esa chica se prostituye por techo y comida. Por ello Kido puede hacer lo que quiera con ella, no tiene que darle su apellido, ni rendirle cuentas, la saca para presumir cuando quiere. Eso nunca podría ser con Natasha, siendo ella hija de una familia noble, le exige a Kido darle lugar de señora.

Aun pensando así, entendiendo la triste situación de esa chica, el fuego de la humillación le quema las entrañas a Alexander pues Kido trata a Himeko como una princesa, mientras a su hermana la tiene abandonada en Rusia.

Con el corazón destrozado Alexander regresó a casa para hablar con su hermana de la verdad de Kido.

Nunca había visto el odio en los ojos de Natasha. Lo acusó de mentiroso. Mitsumasa Kido sería incapaz de tener otra. Las fotos de aquella otra chica japonesa de cabello verde no la amedrentaron. Era más probable que su hermano mintiera a que eso fuera verdad.

Y aun si lo fuera, amaba a Kido más que a su vida y su hijo, la prueba de su inmenso amor llevaría el apellido Kido. Si era necesario que ella o su hijo fueran unos más del montón lo serian.

Incluso si ella no fuera más importante que aquella de cabello verde. Ella y su hijo vivirían esperando a que Kido tuviera tiempo para dedicarles.

Alexander no quería creer lo que ella decía. A sus ojos su hermana se hallaba bajo un hechizo. Trató de hacerla razonar, qué vida llevaría ese niño como un bastardo.

-Ese niño que esperas no vale nada para él. No significa nada para Mitsumasa Kido. Piensa en ese niño, le será una vergüenza llevar el apellido Kido.

Natasha explotó. Le dijo que nunca jamás en la vida lo quería volver a ver.

Tiempo después, sucedió el accidente en las escaleras y Anastasia se deshizo del niño dejándolo en un orfanato.

Alexander se horrorizo y casi maldijo a su madre por haber abandonado a ese niño que sin importar quien era el padre, tenía la sangre de los Ivanov corriendo por sus venas.

Hubiera invertido su fortuna en encontrarlo, había pasado casi un mes cuando por fin lo halló.

Realmente su madre no había sido tan malvada. Lo había dejado en un orfanato auspiciado por varias familias ricas y religiosas del país. Con mojas que le daban todo su amor a esos niños y cuya mayoría era adoptada por gente acomodada. Aun si no lograba ser adoptado allí hubiera tenido una infancia tranquila y feliz.

Si pudo encontrarlo fue por que la misma Anastasia se encargaba de mandarles dinero y darse sus vueltas para asegurarse que el niño estaba bien y que caería en una buena familia religiosa.

Pero eso no era suficiente para Alexander, que de inmediato movió influencias para adoptarlo, pese a la negativa de su madre.

Por un momento pensó en devolvérselo a Natasha. Pero ella, cegada por su amor por Kido era capaz de entregárselo a ese maldito.

Así que se quedo con el niño, porque lo amaba con todas sus fuerzas.

Cada día se lo dedicaba a su pequeño Adrik. Su más grande orgullo. Decía que pese a su origen en el niño se notaba la sangre Ivanov. Porque todo el porte de la nobleza rusa lo había heredado. No hubo un día en que Alexander no le dijera que lo amaba.

Cuando se enteró que Natasha había dado a luz a otro niño, la alegría y la angustia se anidaron de nuevo en el corazón de Alexander. No quería herir a su hermana pero no iba a permitir que le entregara ese niño a Mitsumasa.

La busco con afán por toda Rusia. Contrató detectives, dio dinero a todo aquel que le diera informes. Era por él que Natasha vivía huyendo.

El tiempo pasaba y el pequeño Adrik veía la angustia consumir la felicidad de su padre. No entendía por qué siempre le decía que pronto le traería a su hermano Luka. Todos los días Adrik pedía que la espera llegara a su fin. Pero también se sentía un poco relegado. Se frustraba por no ser suficiente para hacer feliz a Alexander y aunque ya quería a ese hermano que no conocía también lo odiaba.

Cuando Alexander se enteró que Natasha murió en el naufragio lloró por días, se encerró en su habitación. No era sólo la muerte de su hermana, si no también saber que Luka había caído en manos del maldito Kido.

Aún demasiado pequeño para entender las cosas, sobretodo porque nadie se las había explicado, Adrik entró a la habitación de su padre y con lagrimas le pidió perdón por no ser Luka.

Alexander, que en esos momentos contemplaba la foto de aquella mujer peliverde, no pudo contener las lagrimas.

Tomó a Adrik y lo sentó en sus piernas.

-Perdóname Adrik, te hago sentir mal por no explicarte las cosas. Te amo con todas mis fuerzas. Eres mi hijo. Y honestamente a veces eres lo único que me mantiene con vida, por ser la razón de mis alegrías. Adrik nuestro amado Luka está en algún lugar con gente muy mala. Es por eso que el no encontrarlo me angustia mucho. Es mi deber traerlo sano y salvo a esta casa. No importa el costo te lo voy a traer, por que es tu hermanito, tuyo y de nadie más. Porque todo su amor debe de ser para ti. Porque una vez que lo tengas la soledad nunca formara parte de tu vocabulario. Luka es parte de todos nosotros, es nuestra familia, nuestra sangre. Lo recuperaremos de esas personas malas.

Cuando Luka vuelva a esta casa Adrik todo tu mundo y el suyo van a cambiar. Ya no serán uno sino dos. No volverás a sentir temor, incluso te volverás más fuerte, porque tendrás a alguien aparte de mi que te amara con amor incondicional y tú lo amaras sobre todas las cosas, incluso aún más que a mí.

-Eso no es cierto, yo siempre te voy a querer a ti.

-Ay Adrik, créeme cuando tengas a Luka en tu regazo, veras que la luz de un milagro te va a iluminar. Por eso es importante que lo encuentre y te lo entregue.

Meses después una enfermedad se llevaría a Alexander. El pobre se consumiría en medio de la fiebre. Delirando llamando a Luka y maldiciendo a Mitsumasa Kido, a esa otra mujer que era la favorita de Mitsumasa, y que siempre contó con su apoyo y protección. E incluso a todas las otras por las cuales Natasha fue una más.

Se fue suplicándole a Adrik y a Anastasia, encontrar a Luka y rescatarlo de la maldad y perversión que eran los Kido.

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Notas de la autora

Y sigue el drama tipo telenovelero. ( o_o) Aunque el ave fénix está incendiando su cosmos amenazándome la siguiente declaración no la hago por miedo a él, claro que no, ¡LA HAGO POR MIEDO A SAKURA!

La mamá de Shun e Ikki amo mucho a Mitsumasa Kido, pero para Adrik y para Alexander ella es una … como decirlo … bueno pues que se acostaba con el por su dinero. Alexander entiende que por ser Himeko una chica pobre y sin familia para Kido fue fácil engatusarla pero Kido estaba con ella y no con su hermana y por eso, viendo a Himeko tan feliz y a Natasha tan desgraciada pues le agarro odio. Odio que le paso a Adrik, pues su padre se fue maldiciendo a Himeko, a todas las amantes y por su puesto a Kido.

Himeko no sabía que había otras, para ella, Kido era su príncipe azul y lo amaba con locura. No lo pueden evitar, el corazón y las entrañas le ganan a la razón y como esta parte la de historia está narrada desde la perspectiva de ellos pues por eso se expresaron así.

Ahora saben por que Adrik vio con especial odio a Shun. Si es igualito a su madre. Lo vio y de inmediato supo que era hijo de esa mujer. Y los otros hijos de esas otras. Es tanto su odio que Adrik se paró frente a Shun y lo maldijo con la mirada en el primer capítulo.

Tanto para Alexander como para Adrik todo lo que tenga que ver con los Kido es corrompido y sucio. Todos ellos son personas pecaminosas que han tenido secuestrado al pequeño Luka a quien juraron rescatar.

También pensé que la mamás de Shun y los demás tenían que ser chicas muy jóvenes, sin familia y pobres pues al morir sus hijos fueron a dar a la calle u orfanatos. Ninguna habló de su padre con ellos, creó que con ninguna se caso, ninguno sabía que tenían padre, salvo Hyoga. En el manga al morir la madre de Hyoga este paso directamente a manos de su padre, el señor Kido por eso era el único que sabía que ese canijo era el padre de todos. Para fines de la historia Natasha tenía que tener una familia acomodada.

Himeko, no se bien que significa, solo se que Hime es princesa. Y dado que Shun es Andrómeda, pues su madre también tenia que ser una princesa.

Hace muchísimo tiempo leí un fic titulado "Espejos rotos" escrito por Daga y en un apartado del primer capítulo trataba de Natasha en casa de la mamá de Ikki y Shun; y es que en cuanto supo que Kido tenía a otra, Natasha se fue a Japón a agarrar a Kido del cogote y hacerlo cumplir su promesa de matrimonio y a esa (la mamá de Ikki) agarrarla de los pelos por haberse metido con su hombre. No me acordaba de esa historia hasta ahora. Creo que inconscientemente me inspire un poco allí así que le doy su crédito. La historia es muy buena pero no gira en los bronce sino en Saga, Kanon y la mamá de estos.

De este fic, esta es la segunda entrega de este año ¡Wiii! A ver si podemos hacer cuatro, digo ya llevo dos. Este fic salió muy retrazado pues debió salir a final de enero para festejarle a mi patito pero todavía no me recupero del incidente de mi computadora que hizo ¡pum! (TToTT). Así que le doy gracias a mi hermano por rescatar este archivo del disco duro porque sin él no hubiera podido subir un fic este mes.