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HERMANOS
por Liluel Azul
Capítulo 11
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Desde antes de que el cisne hiciera su aparición en el torneo galáctico, Tatsumi se había encargado de que se le negara a los Ivanov acceso a Japón, y les bloqueaban cualquier intento de comunicación con el cisne. Incluso meses después de la muerte de Anastasia, Adrik había hecho un viaje de negocios a China y eso había encendido las alarmas de la fundación Graude que parecía siempre vigilante a sus movimientos, le fue muy evidente que los Kido habían movido influencias para evitar que comprara acciones de una empresa que potencialmente los acercaría a Japón. No había sido la primera vez, cada que los Ivanov intentaron hacer negocios en Asia, los Kido aparecían como una maldición.
Si había algo seguro es que Tatsumi es el más fiel sirviente de Mitsumasa Kido, aun después de su muerte le sigue cumpliendo sus órdenes al pie de la letra, y lo último que le ordenó con respecto al cisne fue mantener alejado a los Ivanov para que nunca descubriera su pasado, así que Tatsumi uso todo el poder de la fundación Graude para mantenerlos a raya.
Por lo que Adrik invirtió meses de planeación y de estar pagando sobornos para llegar a Corea con documentos falsos que lo acreditaban como turista Ucraniano y de allí viajar en barco pagando una fuerte suma para entrar a Japón sin pasar por inmigración y así pasar inadvertido.
A base de trabajo arduo logró establecer en Japón contactos seguros que lo ayudaron a investigar a Luka sin que el siempre vigilante Tatsumi se diera cuenta. Después fue esperar la oportunidad y la ocasión por fin se le presentó ese día en aquel restaurante, ciertamente era arriesgado, ante cualquier sospecha los Kido pondrían a las autoridades a buscarlo y se habría visto en serios problemas por su documentación falsa. Así que tenía que hablar con Luka sin que nadie se diera cuenta y convencerlo de que no dijera nada. Y ese día, cuando Luka se separó de Eri para ir al baño vio su umbral de oportunidad.
Luka iba tan feliz y distraído, que ni se percató de su presencia hasta que lo llamó, en la única vez que lo ha llamado Hyoga. El caballero del cisne se asombró demasiado al verlo, el parecido entre ambos es innegable. Adrik sonrió un poco, realmente eran como dos gotas de agua y supuso que esa fue la misma cara que debió poner cuando lo vio en los periódicos que narraban la participación del cisne en el torneo galáctico.
-Tenemos que hablar, pero nadie debe saber que me has visto. –Le dijo.
Ante esas palabras Hyoga salió de su estupor, de inmediato frunció el ceño, la sorpresa dio paso a esa aura altiva con la que suele enfrentar todo. –Lo que tengas que decir lo puedes hacer ahora. ¿Quién eres y por qué me conoces?
-Soy alguien cercano. –Contestó Adrik sacando su cartera para buscar una foto. –Es una larga plática la que tenemos pendiente y no creo que quieras dejar esperando a la señorita que te acompaña. Es necesario que ningún Kido sepa que me viste o se encargaran de que me echen del país. Así que no digas nada, no hables con nadie de esto. – fue entonces cuando le extendió la foto.
Hyoga se quedó sin aliento, una pareja había allí, a él no lo conocía, pero la joven mujer, no podía ser otra más que Natasha su madre, cuando era una adolecente. El caballero estaba tan asombrado que no reaccionó cuando Adrik le quito la foto.
-Esta es la tarjeta del hotel en el que me hospedo, pregunta por el señor Nathan Tokarev. Te espero en una hora y recuerda, que nadie sepa que me has visto.
-Nada de esperar, ¿Por qué tienes esa foto?
-Es una foto de mi padre y mi madre, supongo que con eso ya tienes para entender.
El cisne retrocedió ante aquella respuesta.
Adrik salió tranquilamente, pero Hyoga impactado por la revelación espero un par de minutos tratando de calmarse, cosa que no logró. Cuando regresó junto a Eri, esta notó que algo le había pasado. Sin más explicaciones la llevó de regreso a su casa y de inmediato partió hacia el hotel.
Hospedado en el penthouse un hotel bastante elegante, Hyoga por fin pudo entrevistarse con aquel.
-Y bien, que tiene que decir señor Tokarev.
-Nathan Tokarev no es mi nombre, tuve que entrar con documentos falsos a este país porque los Ivanov no tenemos permitido entrar a causa de los Kido. Como ya debes saber, son una familia poderosa en este país, que va, del continente. Así que realmente espero que no hayas dicho nada o ellos se encargaran de mandarme a todo su ejército de abogados para que me expulsen de Japón.
-No he hablado con nadie.
Adrik sonrió un poco, Luka estaba a la defensiva. Por primera vez se sintió un poco superior a ese Luka que siempre estuvo en un pedestal. Así que saco un álbum de bodas.
-Está un poco roto, mi padre solía descargar su frustración en él. Mi nombre es Adrik Ivanov, este que está aquí, es mi padre, bueno quien me crió, Alexander Ivanov, aquí está su hermana, nuestra madre. Todas son fotos del día en que mi padre contrajo nupcias.
Hyoga repasó el álbum, muchas de las fotos son de Natasha, le parece increíble verla tan joven, feliz y radiante. Sin embargo pronto se llenó de extrañeza, estas fotos revelaban una clase alta. Simplemente contemplar el vestido de su madre contrastaba con sus recuerdos. Ella apenas si adquiría cosas para sí y cuando lo hacia lo compraba de segunda mano. Vivian al día y muchas veces la vio remendar la ropa. Además ella nunca mencionó que tuviera familia y menos una tan acomodada.
También le extrañó que algunas fotos hayan sido arrancadas.
-Uno de los invitados a la boda fue Mitsumasa Kido. Así que ese es el día que Natasha lo conoció.
-Espera un momento, -Dijo Hyoga atando cabos. – ¿Qué edad tenía aquí?
-Acababa de cumplir los 16 años. Era una niñata ingenua a la que Kido embaucó y se la llevó a la cama.
-¡No hables así de ella!
-Es la verdad, en cuanto logró llevársela a la cama Kido dejó Rusia. Nunca quiso nada más que sexo con ella. Y claro la tonta salió embarazada.
-¡Basta, no voy a permitirte que la insultes! ¡No creo en tus palabras, todo lo que dices son mentiras!
Adrik se rio. –No te basta mi rostro para darte cuenta quienes fueron mis padres. Has cuentas, soy tres años mayor que tú, y nuestra madre te tuvo a los 19, por lógica tenía 16 cuando me trajo al mundo ¿¡Donde estuvo Kido durante esos años!?
-¿Por qué nunca supe nada de ti?
-Porque mi padre y la abuela me arrancaron de sus brazos apenas nací. No le permitieron que se acercara a mí ni que me educara.
-¿¡Qué!?
-Fue lo mejor.
-¿Cómo pudieron hacerle eso?
-¿Y que más podían hacer si ella estaba loca?
Hyoga enfureció, tomo a Adrik del cuello de la camisa y estaba a punto de plantarle semejante puñetazo en la cara, sólo que su mirada tan llena de amargura y dolor lo detuvo.
-La verdad duele. –Dijo Adrik.
-¡Ya cállate!
-Prefiero creer que estaba loca a creer que no tenía dignidad.
-¡Basta!
-¿Sabes lo que fue para ella quedar embarazada tan joven? En una sociedad tan clasicista y tan cerrada como la nuestra se volvió vergüenza, tuvo que abandonar la escuela, fue señalada por todos, la abuela casi la mata a golpes queriéndole sacar el nombre del tipo y ni aun así ella soltó el nombre. No te imaginas el dolor que tuvo que aguantar mi padre cuando se enteró que precisamente había sido el maldito Kido. Él tenía 40 años. Eso había sido una violación, era para meterlo a la cárcel y acusarlo de pedofilia. Y aun así, pese a que se burló de ella, Natasha lo amaba más que a su propia vida. Mi padre viajo a Japón a suplicarle a Kido que se casara con ella, pero para ese "señor", ni ella ni yo éramos importantes, que va, si tenía cientos de amantes. Natasha sólo fue una del montón, y ni siquiera era su favorita. ¿Cómo iba a casarse con ella si no la amaba como a las otras? Porque a sus otras amantes les puso departamento mientras que nuestra madre la abandonó sin el menor remordimiento. Y aun así, a pesar de que mi padre le confesó la existencia de todas las otras, ella seguía amándolo, diciendo que no le importaba ser una más. Claro que estaba loca, poseída por una demencia inexplicable.
Hyoga lentamente lo soltó, Adrik comenzaba a reírse.
-Ella estaba loca, ni siquiera le importo saber que existían otras. Ella seguía amándolo. Limosneando unas migajas de atención. Si eso tenía que ser, estaba loca. Él la enloqueció al grado que maldijo a mi padre, a su propio hermano, y todo por decirle la verdad acerca de Kido.
Sencillamente Hyoga ya no podía soportar más. Salió corriendo. No era capaz de enfrentar la verdad rebelada. Claro que sabía que Kido era un maldito, pero su madre le habló de él con tanto amor que siempre pensó que ella no supo de la existencia de las otras.
Su madre vivía en un mundo de sueños completamente enamorada de Kido. Para ella Kido era el mejor hombre y daba gracias a dios por haberlo conocido.
Aún recuerda las palabras de ella describiéndole a su padre, su mirada llena de amor por él. Y sus deseos de que él llegara a ser un hombre tan bueno y digno como lo era Mitsumasa Kido. Las lágrimas inundan los ojos del caballero, apenas puede ver por donde corre. Le dolió tanto que ella muriera, le dolió tanto llegar a Japón y encontrarse con que Mitsumasa no lo quería, jamás lo trato como a un hijo, ni siquiera en esos momentos en que llegó a él desamparado por haberla perdido en ese naufragio. Sólo tenía siete años cuando enfrento la realidad de que Mitsumasa Kido no era ese hombre extraordinario y justo que su madre le describía. No era ese hombre que lo amaría por ser su hijo. Kido era un mal nacido que abusaba de su poder y su dinero, un hombre que jamás fue capaz de amar a nadie.
Tantas amantes, tantos hijos, no importa lo que diga Saori, de que él también sufrió por tener que sacrificar a sus hijos en nombre de la diosa Atena. Él nunca quiso a ninguna de las mujeres a las que enamoró.
Y siempre se consoló pensando que su madre murió sin conocer la verdad.
Saber que no fue así, le robo toda alegría. Tenía la tristeza tan metida en el alma que Seiya y los demás se alarmaron y se llenaron de preocupación al verlo volver tan abatido. Y por más que trataron de consolarlo y de hablar con él, nada lograron, Hyoga se encerró en su silencio.
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Notas de la autora
Si hubiera una canción que definiera la vida de Natasha en este fic, sin duda sería "Me siento tan sola" de Gloria Trevi, y bueno le sigue "Con los ojos cerrados" también de Gloria Trevi.
Para todos los fanáticos de los bellos caballeros de bronces, los mejores, los únicos y los más bellos de toda la serie –Sí, ellos son a los que ama mi corazón- hay una autora llamada Yunuen -o que ha sacado unos fics verdaderamente espectaculares y de esos que se quedan en el corazón y cuyos protagonistas son Hyoga, Seiya, Shun, Ikki y Shiryu. Se los recomiendo mucho y les pido que los lean y que dejen reviews para que las musas la sigan inspirando (TToTT) plis! Quiero más fics así de maravillosos, porque de verdad fue una delicia leerlos "Un breve instante" "Un dulce desastre" "Soportando tu ausencia" "Allá afuera" y "Druc"
¡SantaManíaCaballeresca!
18 de Marzo del 2014
