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HERMANOS

por Liluel Azul

Capítulo 15

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Hyoga encontró aquellos documentos de los que Adrik tanto le ha hablado y eso le partió el corazón en pedazos. Realmente hasta el último segundo el cisne mantuvo la firme esperanza de que la historia no fuera como Adrik se la contó y que Natasha jamás hubiera averiguado quien era Mitsumasa Kido en realidad.

Pero esos papeles le rebelaron que no fue así. Su madre sabía la verdad del señor Kido y a pesar de ser dejada atrás, ella seguía escribiéndole cartas, diciéndole que no le importaba que él no la amara, que ella ya había tomado su decisión y esa era la de amarlo. Estaba convencida que Mitsumasa no podía tener corazón de piedra y que en cuanto tuviera a Hyoga entre sus brazos, su pequeño milagro de rubios cabellos lo llenaría de dicha como lo llenaba a ella y por lo tanto lo cuidaría y amaría como los padres aman y cuidan a sus hijos con toda las fuerzas de su ser.

Y al cisne le duele en verdad que ella lo haya amado tanto y que él jamás la hizo sentir amada. Porque sus cartas rebelan, no esperanzas de amor para ella, sino para su hijo. Y con eso ella era la más feliz de las mujeres.

Por eso las lágrimas no pueden parar de brotar de sus orbes celestes.

Herido de muerte necesitaba refugio y no podía volver a la mansión Kido, al contrario, sentía la necesidad de huir, pues cualquier rastro de la existencia de ese hombre le quemaba. Incluso su sangre, sentía que quería expulsarla de sus venas para no estar marcado por él.

Totalmente derrotado fue que llegó al hotel donde se alojaba Adrik. El único lugar donde sintió que podía esconderse de los Kido, y aunque sabía que sus hermanos estarían preocupados buscándolo, no podía encararlos. No tenía fuerzas.

Pasaron los días y Adrik por fin tenía a su Luka. En esos momentos Seiya y los demás mueren de angustia por no saber su paradero y no cesan de buscarlo. Por lo que aquello que tanto anhelaba se le ha cumplido. Pues los Kido ya conocen la impotencia y la desesperación que se anido en los corazones de Alexander y Anastasia, por no poder hallar a Luka.

Adrik sólo contaba con la verdad, decírsela en partes era el único método que tenía para que Luka volviera una y otra vez a buscarlo y así, convencerlo poco a poco de irse, de desaparecer de la vida de los Kido.

Cada que ha venido a entrevistarse con él, Adrik no ha parado de decirle que tiene que dejar la maldición de los Kido, alejarse de la enfermedad e infección que padecen todos los que viven bajo el apellido de ese malnacido, renegar de ese nombre infernal y aceptar el de Luka Ivanov poniendo tierra de por medio, volviendo a la casa materna, sin voltear atrás.

Esa ha sido su lucha con Luka, pues terca y tenazmente no ha querido renunciar a los Kido.

Y ahora parece que se le ha cumplido su deseo, pues Luka no quiere regresar a esa maldita mansión. Sin embargo, el corazón de Adrik no es feliz de todo. ¿Cómo hacerlo si las lágrimas no han parado de brotar de los ojos de Luka? Pareciera que el dolor lo está matando. Sabía que lloraría, pero siempre pensó que serían lágrimas de rabia contra Mitsumasa y todos los de su sangre; y que con ello en su corazón, podría abandonar Japón para siempre, renunciando al apellido Kido, para ser un Ivanov.

La rabia le sería pasajera, ya sabía que Kido era un bastardo infeliz que engañó a su madre y a muchas otras. Con el tiempo su corazón se calmaría en casa de los Ivanov, pues estaría rodeado de cosas de Natasha y vería que Alexander realmente amó a su hermana. Fue cruel que le quitara a uno de sus hijos, pero lo hizo por proteger a los de su propia sangre, los hijos de su hermana que amaba como si fueran suyos. Pues aun a Luka a quien no pudo conocer, Alexander siempre lo amó y lo buscó con desespero para protegerlo.

Pero, las lágrimas de Luka no son de rabia, por lo que Adrik se siente perdido, habría podido lidiar con la rabia, con ella sin duda seguiría con su plan de presionarlo con sus palabras para marcharse, pero con el dolor no sabe cómo reaccionar. Sobretodo hoy, ha estado llorando incluso más que el día que encontró aquellas cartas. Allí está en un rincón, sentado en el suelo, abrazando sus rodillas, escondiendo el rostro. Estuvo toda la mañana leyéndolas todas y cada una pese a que cada palabra lo hace sentir la muerte. Le han destruido el mundo y ahora parece que no habrá consuelo que lo ayude a seguir adelante.

Iba a decirle que se fueran a Rusia a la casa de los Ivanov, esa es su casa, lo mejor es partir y protegerse allí del mal de los Kido. Eso ha hecho los días anteriores al descubrimientos de estas cartas, pero por más que le ha insistido, Luka no ha aceptado. Sin embargo ahora la situación es diferente Todo es cuestión de presionarlo un poco más. De aprovechar este momento en el que está totalmente vulnerable.

Si presionará un poco más en la herida, esta misma noche ya estarían partiendo hacia Rusia. Luka no tiene más fuerzas, está tan adolorido que se ha rendido y no tiene voluntad. Todo es cuestión de tomarlo del brazo y sacarlo a rastras de este país. Y si se resistiera, bastaría con recordarle las cartas, repetirle todo lo que hay en ellas para que terminara de romperse y lo obedezca totalmente.

Irse ahora mismo a Rusia será la terminación de este calvario, tanto para Luka como para él.

Hay que irse se repite Adrik, mientras sujeta a Luka obligándolo a levantarse. Tiene que aprovechar esta oportunidad, porque quizás no haya otra. Ha dado un paso y Luka lo sigue. Realmente este es el momento de la victoria, tiene que encaminarlo hacia la puerta y subirse a un taxi que los lleve al aeropuerto, ya tiene los documentos falsos para los dos, sólo tienen que abordar el primer vuelo que abandone este país y después será fácil llegar a Rusia. Pero esos planes no son más que castillos de naipes que se derrumban en cuanto contempla el celeste arrasado de los ojos de Luka. En lugar de llevarlo afuera para subirlo a un taxi que los aleje para siempre de los Kido, lo encamina a la alcoba y lo mete a la cama, lo arropa con una suave frazada y se sienta a su lado, acariciándole los cabellos mientras le narra los cuentos que la abuela le relataba.

Eso le alivia un poco el dolor, se le ocurrió, porque es muy lógico pensar que Natasha le contó a Luka los mismos cuentos que la abuela le narró cuando era niña y que también le contó a él cuando se fue a vivir con ella y aunque considera que Luka era muy chico para recordar a cabalidad lo que Natasha le contaba, algo se quedó en su inconsciente porque le pone atención a cada una de las palabras. Como si escuchara la voz de su madre.

Después cuando lo ve más calmado lo convence de comer un poco y saca una caja de chocolates para el postre. Para que la dulzura le alivie un poco la amargura de la vida.

Sin embargo para cuando anochece, las lágrimas vuelven a surgir en los celestes de Luka.

Desde que lo vio en el torneo galáctico, se había imaginado a un Luka poderoso e insensible. De actuar frío y calculador. Había escuchado de las batallas a muerte que sostienen los caballeros de Atena y pensaba que por haber sido criado en ese mundo, se había vuelto una persona hosca y violenta, además, las manos de Luka deben estar manchadas de sangre porque lo educaron a matar para sobrevivir y por los reportes médicos era evidente que muchas veces peleó por su vida, por lo que había perdido esa inocencia de quien no ha cruzado la línea de herir físicamente a alguien. La abuela temió mucho por su estado emocional pues siendo niño convirtieron a Luka en un soldado. Por todo ello a Adrik le intimidaba y no quería enfrentarse a él, pues le producía miedo. Luego, conforme le fue vigilando se dio cuenta que no era como se presentó en ese torneo. Lo había visto jugar con los niños de aquel orfanato que visitaba a menudo por su interés en aquella chica rubia y lo llenó de confusión, pues verlo reír en ese lugar contrastaba demasiado con la imagen que se había formado de él.

Ahora que lo contempla tan triste, se da cuenta que realmente es demasiado frágil. De a verlo sabido no lo habría encarado así. Quizás le habría mentido. Por lo que considera una fortuna el haber pensado que era fuerte e insensible. Habría caído en muchas contradicciones por quererle ocultar la verdad, pero eso no sería justo para su padre, él es el único que hizo lo correcto en toda esta historia. Y Luka merece saber que hubo alguien que no paró de buscarlo, que intentó por todos los medios traerlo a una la vida pacífica y familiar, libre de carencias y llena de mucho amor, vida que los Kido le arrebataron.

La abuela por sus creencias de sociedad aristócrata, fue cruel con Natasha y la misma en su amor por Kido no se daba cuenta de cómo era realmente ese hombre, expusó a Luka al dolor del rechazo. Alexander fue el único que hizo lo correcto y decírselo a Luka, lo consideraba como compromiso de honor que tenía con a la memoria de ese hombre que lo crió como si fuera su hijo y no un sobrino recogido por caridad.

Luka deja escapar un largo suspiro, y Adrik lo contempla maravillado. Físicamente se parecen mucho, pero no considera que tengan los mismos gestos. Hay dulzura en las expresiones de Luka y no puede creer que él se vea igual de tierno cuando suspira. Quizás sea la edad, Luka aun es adolecente, casi cumple los 18 años, así que la candidez de niño aún no ha desaparecido por completo.

Y más hoy que está increíblemente triste. Cuando llegó a esconderse con él, lloró hasta quedarse dormido y no se sintió tan mal como ahora.

-Adrik…

-Dime

-Vámonos.

-¿¡Qué dices!?

-Vámonos, volvamos a Rusia.

-Lo dices en serio. -Los ojos de Adrik lucen confundidos y expectantes

-Sí.

Lo logró, finalmente lo logró. Luka volverá a casa.

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Notas de la autora

Autora: Yo sé que todo mundo dice que Shun debería ser actor pero Hyoga, tú ya eres actor de telenovela.

Hyoga: Sé que soy galán pero que yo sepa no he salido en alguna telenovela.

Autora: Quizás tú no pero tu voz en Latinoamérica sí. Di el grito en el cielo cuando vi a Rene García en la telenovela de "La impostora" que por estas tierras, Mexico DF y Área Metropolitana (no sé dónde más) pasa por canal 9, a las 2:00 de la tarde. Quien lo viera, paseándose en Acapulco por las grabaciones, dichoso él. Su personaje se llama Domingo, casi no sale aunque es un personaje algo importante, pues es el padre impostor de la impostora. Así que Hyoga, eres un impostor.

Hyoga: Anda tú.

Autora: Por otro lado pido una disculpa por publicar tan tarde, lo que pasa es que entre en un concurso de la Cafebreria el Péndulo, con un escrito sobre Sherlock Holmes y quería pedirles que entren a la página y voten por mí. El cuento se llama "Sherlock Holmes y el profanador de tumbas" y trata de un encuentro entre Holmes y el dr Frankenstein. Son sólo mil caracteres, así que es realmente pequeñito.

Sólo tienen que entrar en la pagina Pendulo punto com, en el menú escoger cafebreria, luego juegos culturales, luego concursos culturales y ya de allí buscan mi cuento.