Capitulo 7º

Después de una larga media hora; House pudo sentirse liberado de toda la presión que tenía en su cuerpo. Había estado narrando con pelos y señales todo lo que había pasado con Cameron en los dos últimos años.

-Interesante historia- dijo Helen que lo miraba sonriendo- no me lo esperaba de ti.

House hizo una mueca de disgusto. Durante la media hora que había durado la narración, Helen no le había interrumpido en ningún momento y había estado atenta a todo lo que él le decía.

-¿Sólo vas a decir eso?- preguntó- ¿Qué es interesante la historia?

Helen se colocó de nuevo mirando al frente y se frotó los ojos.

-Bueno, es que la verdad no se que decirte, Greg, que aclares tus sentimientos y que la dejes de tratar como si fuera...

-Una muñeca de trapo- terminó House

-Exacto, ¿por qué te niegas a aceptar lo evidente? Es obvio que te gusta y no haces nada, si sigues así las vas a perder.

House gruñó. Eso ya lo sabía, pero si abría su corazón a Cameron correría el riesgo de que pudieran volver a hacerle daño y no estaba dispuesto a pasar por eso otra vez.

-Eso...

Pero se vio interrumpido por la llegada de la persona de la que estaban hablando; venía con unas enfermeras, preparadas para pincharla.

-Hola, ¿cómo estás?- preguntó Cameron sonriendo dulcemente.

Los ojos de Cameron se posaron unos segundos en los de House.

-Bien, sigo estando cansada, supongo que el calmante que me han dado es muy fuerte ¿no?- respondió Helen mientras sacaba el brazo para que la pudieran pinchar.

-Probablemente, Foreman y Chase no saben muy bien tratar con pacientes- dijo Cameron mientras le ponía la gomilla y le limpiaba la zona a pinchar- esto quizás te duela un poco.

Cuando Cameron puso la aguja dentro de la carne de Helen, esta emitió un leve bufido, haciendo que House se riese por lo bajo.

-Bueno, esto ya está- dijo retirando la aguja y poniendo un algodón en la zona- me ha dicho Wilson que vaya con él a hacerte la prueba que quiere hacerte, para que estés más tranquila.

House levantó la vista hacia Cameron y la miró extrañado, "¿qué se proponían esos dos? ¿Qué me diese un infarto?"

-Creo que voy a ir yo también- dijo de repente.

Cameron puso una mano en la cadera y suspiró.

-Lo siento, pero Cuddy me ha dicho que vayas a pasar consulta...

-¿Cómo pretende que vaya a pasar consulta, teniendo a Helen así? Ni hablar.

-No lo hagas más difícil, ya esta enfadada contigo de por sí, si no vas a pasar consulta es capaz de anunciarte por megafonía y ya sabes lo que dicen los demás- contestó Cameron poniéndose a los pies de la cama.

House se levantó de la silla y se puso al lado de Cameron, intimidándola...

-Me da igual lo que digan los demás, como si dicen que Cuddy y yo nos hemos acostado juntos.

"Pero a mi si me importa que digan eso de ti" pensó Cameron mirándole a los ojos.

-Greg- interrumpió Helen- es mejor que vayas a pasar consulta, todo estará bien, te lo prometo, estaré con Cameron y con James.

House la miró, no quería marcharse de su lado; cometió ese error seis años atrás; pero entendió que si no iba Cuddy se transformaría en una bestia que lanzase fuego por la boca.

-Vale- gruñó- pero esta noche me quedo contigo.

Helen desvió la mirada y sonrió.

-Bien- House desvió su mirada hacia Cameron- y tú, mas te vale tener tus cuatro ojos en ella, ¿vale?

Cameron iba a replicar, pero recordó lo que House le había confesado una hora antes y asintió.

House se fue por la puerta, intentado olvidar que allí estaba su ahijada y que podría tener cualquier enfermedad y que él era incapaz de descubrirla. El TRC había dado negativo y ahora iban a hacerle una prueba para ver si tenía un tumor en la zona del brazo...y él comprendía que Wilson hubiera entendido antes que él que los moratones y el sarpullido podría estar causado por un tumor en la zona del hombro o de la espalda... menos mal que estaba Wilson para darle un poco de sentido común a todo.

Pulsó el botón del ascensor y las puertas inmediatamente se abrieron, maldijo por lo bajo, hubiera preferido esperar unos minutos para ver salir de la habitación a Helen. Se subió al ascensor y pulsó la planta baja.

James Wilson llegó al cabo de diez minutos con una silla de ruedas a la habitación de Helen.

-Hola, ¿te puedes levantar sola o llamo a una enfermera?

Helen se incorporó demostrando que no estaba invalida, aunque lo cierto es que se sentía agotada...se levantó a duras penas y Cameron le sujeto uno de los brazos, lo que agradeció enormemente con una amplia y calida sonrisa.

Wilson se acercó a ella y le puso los brazos alrededor de cintura que hizo que ambos sintieran un cosquilleo en el estomago. Wilson la sentó rápidamente en la silla y empezó a empujar en dirección a la sala de resonancias.

-¿En qué consiste la prueba?- preguntó a Cameron que seguía a su lado.

-Bueno, vamos a escanearte todo el tronco, pero le daremos más importancia a la zona de la espalda y de los hombros- contestó- quizás encontremos algo.

-Y ese algo ¿es bueno o malo?- volvió a interrogar.

Wilson puso cara de circunstancia y se agachó levemente hacia la cara de Helen que se tornó de un fuerte color rojo.

-Espero que sea bueno.

Helen desvió la mirada y se sonrojó aún más al oír la respiración tan cerca de James. Cameron encontró graciosa la situación y se sonrojó al pensar que algún día podría estar así de cerca de House.

Al llegar a la sala de resonancia, colocaron con cuidado en la camilla a Helen y se marcharon por una puerta contigua hacia una sala donde controlaban todo. Allí, Cameron se armó de valor y le preguntó a Wilson:

-¿Por qué nunca dijo que tenía una ahijada?

James la miró y levantó una ceja, haciéndose la misma pregunta.

-Muy poca gente sabe que tiene una ahijada, él es muy cerrado en esos aspectos- dijo Wilson mientras Cameron le miraba con interés- al principio derrochaba confianza en todo el mundo, pero después mucha gente le dio la puñalada por la espalda, se aprovecharon de él y lo pasó mal, muy pocos supieron entenderlo.

Cameron empezó a mover la pantalla del escáner de arriba abajo.

-¿Eso ocurrió después de la pierna?- preguntó.

-No, fue mucho antes, cuando él todavía estaba en la facultad- respondió; sin embargo, se abalanzó hacia la pantalla del ordenador al ver algo extraño en el costado derecho de Helen- creo que lo hemos encontrado.

Cameron miró la pantalla y lo vio, algo que sobresalía de lo normal estaba allí.

-Es benigno- concluyó Wilson.

-¿Cómo lo sabes, aún no le hemos hecho la prueba para saber si lo es- replicó extrañada Cameron.

Wilson giró la cara hacia ella y sonrió

-Soy oncólogo ¿no?