3er cap. – Noche de karaoke
La oscuridad asomaba por las ventanas de todas las casas. Anunciaba la noche, la juerga para los jóvenes y el descanso para los mayores y los niños.
Takagi, dentro de lo que cabe, era joven. De hecho, parecía más joven de lo que realmente era.
En aquel momento, el recién miembro del departamento de investigación se estaba arreglando para ir a su primer karaoke, tal como había quedado con Yumi.
Estaba nervioso, tenía que admitirlo. Era la primera vez que salía por la noche. No le gustaban mucho las juergas nocturnas y, cuando sus amigos del instituto se iban, él se quedaba en casa. No sabía cómo debía comportarse y menos con compañeros de trabajo con los que sólo había estado dos días.
Pero debía ser optimista. Todo saldría bien y sabría cómo tenía que comportarse. Sí, así sería.
Takagi se pasó una vez más el peine por el pelo. Después cogió la chaqueta del armario.
Salió de su casa y cerró con llave. Miró a su alrededor. No había nadie en la calle. Todo estaba oscuro. Sólo se podía ver la luna creciente y unas estrellas que brillaban en el cielo. Comenzó a encaminarse a la calle donde habían quedado.
Y, finalmente, llegó. Allí ya estaban Yumi y Sato esperándole.
- ¡Hola! Yumi-san, Sato-san. ¿Me esperabais hace mucho? – preguntó Takagi mirándolas dubitativamente y rascándose la cabeza con su gesto habitual.
- No. Hace sólo dos minutos que llegamos. Bueno, ¿preparados para arrasar en el karaoke? – dijo Sato mirando a su compañeros con ojos chispeando de emoción.
- Vaya preguntas, Miwako. ¡Por supuesto que sí! – contestó Yumi.
- Emm...claro. – dijo Takagi no muy seguro.
Los tres se dirigieron al karaoke.
Lo cierto es que no estaba lo que se podía decir totalmente vacío. Había bastante gente que cantaba y gente que escuchaba o que intentaba bailar al son de la canción. Incluso había gente que era miembro de la polícia y que Takagi había visto anteriormente.
Shiratori y Mamo también estaban.
- ¡Hola, Sato-san! ¡Qué placer verte aquí! Parece que la suerte me ha sonreído esta vez. El destino quiere que nosotros acabemos juntos...- dijo Shiratori con tono soñador al ver a Sato.
- Sí, sí, claro. Yo creo que es una casualidad que nos hayamos encontrado. De hecho habíamos quedado Yumi, Takagi-kun y yo. – resolvió Sato dirigiéndose a Shiratori.
Entonces Shiratori miró con mala cara al nuevo.
- ¿Tú, también? ¿Takagi-kun? ¿No deberías estar descansando para tu próximo caso? – dijo en tono de sorna.
- Déjale en paz. – dijo en tono cortante Sato.
- Oh, vaya. Así que la popular policía del cuartel tiene que proteger al nuevo subordinado...qué divertido...
Shiratori le volvió a mirar y Takagi le echó una mirada de "cállate ya".
- Bueno, no hemos venido a discutir Shiratori-kun. Vamos un rato a cantar allí, que está vacío. – comentó Yumi, intentando relajar el momento.
De esta manera, Yumi, Sato y Takagi se fueron hacia aquella zona.
Dejaron sus cosas sobre los sofás que había y se dispusieron a cantar. Bueno, Sato se dispuso a cantar. Ella había estado insistiendo para empezar primero. Quería cantar la de "Anata ga iru kara" sin falta.
Yumi y Takagi se sentaron en sofá, junto a sus pertenencias y observaron cómo cantaba su compañera.
- Moshi kono yo ni kegare ga nakereba
Sugata o kaezu ni aishiaeta noni
Doushite toki wa shuu o wakatsu no
Ne- soba ni ite ima
Anata ga iru kara watashi wa tsuyoku naru
Chikai no yubiwa kirakira kirei ne
You will relize chiisa na yume mo
You are the one kokoro mitasareru
Yoru no haiuei baiku o tobashite
Hashaida jiyuu o moteamasu kurai
Kono me de mite furete wakaru
Tashika na mono ga atta ne
Su voz era suave y melodiosa. De eso se pudo percatar Takagi. La verdad es que cantaba muy bien. Se dio cuenta de que, aunque ella fuera policía, seguía siendo una mujer. Y parecía que cantaba con sentimiento. ¿Qué cosas podían haberle pasado a esa mujer que fueran tan tristes como la canción sonaba?...¿Quizá habría roto con su novio hace poco? Durante un rato, Takagi sintió el impulso de abrazarla y consolarla de aquello que fuera lo que le atormentaba...pero después volvió a pensarlo. Al fin y al cabo la acababa de conocer, no estaba bien que...pensara de ella así sin conocerla apenas.
Yumi, por su parte, miraba a los dos, a Takagi y a Sato. Miraba a Takagi porque se fijó en que él miraba a Sato con concentración, pareciendo entender todo lo que Sato quería expresar...sus sentimientos. Vio que eran el uno para el otro. Entonces fue cuando lo decidió. Ella, Yumi, sería la que haría de cupido con los dos, aunque no se gustasen. Al fin y al cabo, Sato tenía muchos admiradores pero no chicos que la comprendieran y fueran agradables con ella y Takagi parecía ser capaz de todo, el hombre adecuado.
- Ano hi no futari ni subete modoserunara
Hizamazuki ishi ni naru made inoru you
We can still be free hyaku made kazoete
Never wanna stop kokoro tokihanatsu
Anata ga iru kara watashi wa tsuyoku naru
Chikai no yubiwa kirakira kirei ne
You will realize chiisa na yume mo
You are the one itsuka kannaerareru
Y, la canción llegó a su fin. Takagi y Yumi le aplaudieron con ganas. Y Sato dio las gracias un poco roja.
Entonces llegó el turno de Yumi pero su canción no tenía ni punto de comparación con la de Sato. La de Yumi era muy marchosa, alegre, de discoteca. Se notaba que Yumi era una muchacha sin preocupaciones y muy alegre.
Sato, al parecer, estaba pensativa. Su mirada se dirigía a Yumi pero parecía que sus ojos estuvieran distantes, ausentes. Otra vez, eso le dio qué pensar al chico y quiso poder ayudarla en algo pero nuevamente se resistió. Decidió traer bebidas para los tres para dejar de pensar en eso.
Y, en donde se vendía las bebidas, estaba Shiratori, mirando hacia el lugar donde estaban Yumi y Sato. En concreto, él estaba mirando a Sato, de eso se dio cuenta Takagi.
- ¿Eh? Hola, novato. Estabas aquí. ¿Te has perdido? – dijo Shiratori al ver a Takagi, con tono de burla.
- ¿Estás molesto conmigo por alguna cosa? Que yo sepa no te he hecho nada. Y siempre me tratas mal. ¿Por qué, si se puede saber? – preguntó Takagi ya cansado de él.
- Verás...no es nada que te incumba.
- Entonces, ¡deja de molestarme!
- Takagi-kun... – ahora Shiratori se acercó al oído del otro policía y le susurró – Sato-san es mía...no me gusta que haya un novato a su lado todo el tiempo...
Entonces, Takagi lo entendió. ¡Shiratori estaba enamorado de Sato-san! Y seguramente era su novio. Claro...ahora lo entendía todo. Pero, si era así, ¿por qué Sato estaba triste?
- Lo siento. No sabía que eras su novio...De todas formas, no pensaba quitártela, tranquilo.
- Mmm...
Takagi recogió las bebidas y después de despedirse de Shiratori, volvió con Yumi y Sato.
- Tomad, he traído bebidas.
- Gracias, Takagi-kun.
Yumi y Sato comenzaron a beberlas. Takagi también.
- Está muy buena...voy a pedir otra...
Así, los tres ya llevaban 7 vasos de bebida alcohólica...
- ¡HIP! Otra más...
¿Qué pasa cuando alguien está borracho? ¿Qué puede suceder?
Bueno, lo sabréis en el próximo capítulo.
- ¡Un vaso más!
Fin del tercer capítulo.
Hola!! Ya sé que me he retardado un poco con este tercer capítulo pero preferí sacar primero el tercer capítulo de mi otro fic "Resurrección definitiva" porque lo tenía más claro como quería que fuera. También empecé otro "¿Celos, yo?" pero lo he borrado porque no me terminaba de convencer. De todas formas gracias a quien lo leyó y dejó review . Quizá más adelante lo rescriba. Bueno, ¿qué tal os ha parecido este tercer capítulo? En el siguiente se descubrirán cosas del pasado de Sato y Takagi...jeje...ya se sabe que los borrachos dicen la verdad...xD
Seguid dejando reviews, y gracias a los que lo hacéis. En principio seguramente será un fic de 5 capítulos aunque como quiero poner muchas cosas quizá sea más largo...ya veremos.
Aunque lo que sí que haré serán un par de one-shots (fanfics de un capítulo) sobre pensamientos de personajes en determinadas escenas de la serie o del manga....¡eso me encanta!
Hasta la próxima!!
