Metropolitan Police Love Story 0

(o Historia de amor de la policía metropolitana 0)

Resumen de lo ocurrido...

Ha llegado Serika, la exnovia de Takagi y parece dispuesta a conseguir que él se enamore de ella. Sato parece mosqueada y Yumi parece divertirse de lo lindo con la situación. ¿Qué pasará?

7º Cap. - ¡No me rendiré!

- Yumi...¿crees que esa chica podría ser la exnovia de la que nos habló? – preguntó Sato distraída mientras tomaba la 8ª copa del día.

- ¿Quién sabe? Quizá sí...

Entonces Yumi adoptó una postura más pícara y sonrió maliciosamente.

- Tal como pensaba. Estás preocupada...o sería mejor decir, ¿celosa? Jejeje...

- ¡Yumi! No empieces otra vez. Me preocupa que no haga su trabajo como toca por problemas sentimentales. Ya sabes que el inspector Megure me lo ha dejado a mi cargo...

- Ya, ya... De todas formas, lo de que ella fuera su prometida me extraña mucho. Sus padres murieron, entonces, ¿qué sentido tiene seguir prometidos? A no ser que...ambos estén enamorados...

- Él dijo que nunca se había enamorado de verdad...

- No te preocupes, Miwako. Aún tienes oportunidades de ligártelo.

- Mira, ya me estás enfadando, ¿eh? Déjame en paz y búscate a un chico, ¿vale?

Mientras tanto, Serika ya había vuelto a casa de Takagi...

- ¡Cariño! Ya he vuelto – dijo gritando alegremente Serika.

- Serika...¿te importaría no llamarme así? – contestó Takagi ligeramente sonrojado.

- ¿Por qué? ¡Así te demuestro mi amor!

Takagi puso cara de resignación.

- ¡Ah, por cierto! Cuando salí me encontré con dos compañeras tuyas de trabajo. Me parece que venían a verte pero les dije que necesitabas descansar...

Serika hizo una pausa y observó la reacción de Takagi. Parecía haberse alegrado.

- Me imagino que te alegra saber que vino a verte Sato-san...¿es tu novia? ¿Tenéis algo más allá de ser compañeros de trabajo? ¿Eh? – preguntó Serika inquisitivamente acercándose más a Takagi.

- ¿EHH? No...si ella ya tiene novio... – contestó Takagi levemente rojo y quizá algo afligido al recordar las palabras de Shiratori: "Sato-san es mía".

- Mmm...ya veo. Menos mal . Me tengo que asegurar de no tener rivales por en medio. ¡Me gustas tanto! – dijo Serika abrazando a Takagi.

Entonces, Takagi vio una silueta que se alejaba de la ventana de la habitación. Él no lo sabía pero era Sato, que después de haber estado bebiendo y de que Yumi se hubiera ido, había vuelto para verle pero al ver la escenita no tuvo valor y se fue, algo triste.

- Ya vale, Serika.

- ¡Seguro que si fuera Sato-san no me soltarías!

- Ya te he dicho que tiene novio.

- ¿Y qué? Tú estás enamorado de ella, ¡te oí decir su nombre en sueños! – acusó Serika a Takagi mirándole con rabia.

- ¿Qué dices? Lo habrás imaginado...

- ¡No!

- Bueno, vale, lo que tú digas. Bueno, voy al cuartel. Ya me encuentro mejor.

- Quédate conmigo.

- No. No has cambiado nada, eh, ¿Serika?

- ¿Por qué lo dices?

- Por nada. Bueno, hasta luego.

Takagi cerró la puerta tras de sí y suspiró profundamente.

- Sigue siendo igual de egoísta y caprichosa que una niña... – murmuró Takagi para sus adentros.

Mientras Takagi comprobaba si llevaba todos los documentos, se le cayeron unas llaves.

- ¿Y estas llaves? No son las mías...Quizá son de Serika. Bueno, ya se las daré a la vuelta.

En el cuartel...

- Takagi-kun, ¿ya estás mejor? – preguntó el inspector Megure a su subordinado.

- Si, señor.

- Bueno, pues ves a tu sección.

De camino a su departamento...vio a Yumi y Sato hablando en el pasillo en un tono íntimo. Seguro que hablan de sus respectivos novios, pensó Takagi pero lo cierto es que hablaban de Takagi. Entonces, Yumi le vio.

- ¿Takagi-kun? ¿Ya te has mejorado?

- Sí...

- Parece que no estás muy acostumbrado a beber. ¡Miwako tuvo que llevarte hasta tu casa! Y después llegó más tarde de lo normal a casa... Jejeje

- ¿Eh? ¿De verdad Sato-san me llevó hasta casa? – Takagi estaba sorprendido pero sonrió para sus adentros. – Gracias, Sato-san. Y lo siento. – dijo Takagi sonriéndole.

- No fue nada... – contestó Sato un poco ruborizada ante el comentario de Yumi y esa sonrisa tan amable.

- Pero, ¿cómo sabíais que estaba enfermo?

- Nos lo dijo tu querida prometida. – contestó Yumi, son una doble intención: saber quién era esa chica y hacer que Sato dejara de preocuparse.

- ¿Mi prometida? ¡Es una amiga de mi hermana! Nos conocemos de cuando íbamos al instituto...

- ¿Ah, sí? ¿Podría ser que ella fuera tu exnovia?

- Yumi, ¿cómo sabes que...? – dijo Takagi muy sorprendido.

- Nos lo dijiste cuando estabas borracho...xD

- Ah...pues sí, es ella.

Entonces, llegó el inspector Megure.

- Sato-san, ¿puedes venir un momento?

- Sí, señor.

Se quedaron solos Yumi y Takagi.

- Pero, ¿a qué viene ese interés?

- Es que me parece que Miwako está preocupada...creo que le gustas un poco...

- ¡Qué dices! Pero si ella está saliendo con Shiratori-kun, ¿no? – dijo Takagi muy sorprendido.

- ¿Bromeas? Miwako siempre le da calabazas a Shiratori-kun. No salen juntos.

Takagi suspiró aliviado para sus adentros. De repente, se dio cuenta de esa emoción y pensó que se estaba volviendo loco. ¿Me gusta Sato-san? No puede ser... Takagi parecía estar en shock. Yumi se dio cuenta.

- No te preocupes. Puedes enamorarte de ella. Creo que si te esfuerzas podrás conquistarla. De todas formas, tendrás muchos rivales...

Entonces Takagi recordó la cara de Sato cuando cantó aquella canción en el karaoke. Volvió a sentir lo mismo que aquella vez: ganas de protegerla y consolarla. Sin casi percatarse de ello, había comenzado a enamorarse de ella...

- Yumi, gracias. Ahora me voy al departamento. Hasta luego.

Takagi salió corriendo hacia su departamento.

Gracias a Yumi, parece que Takagi consiguió comprender sus sentimientos: había comenzado a enamorarse de Sato. Cada vez lo veía más claro: quería estar con ella, quería estrecharla entre sus brazos, consolarla...quería amarla, en definitiva.

Serika tenía razón. Me gusta Sato-san y estoy dispuesto a luchar por ella.

Por su parte, Sato había terminado de hablar con el inspector Megure y después de estornudar múltiples veces (¿Quién estará hablando de mí?), se dispuso a volver al departamento.

Mientras Takagi iba hacia el departamento, se le volvieron a caer las llaves de Sato.

- ¿Otra vez?

Takagi se agachó para cogerlas. Pero...se topó con la mano de Sato, que había reconocido sus llaves y las iba a recuperar.

- ¿Sato-san?

- ¿Takagi-kun?

Sato se dio cuenta de que todavía tenían la manos juntas.

- Lo siento...Sato-san. – Takagi apartó su mano. - ¿Son tuyas estas llaves?

- Sí...es que me parece que se me cayeron en tu casa...te las quería pedir pero como las he visto en el suelo pensaba que se te habían caído...

- Ya veo...

- Siento que tuvieras que cargar conmigo después de la borrachera...De verdad, muchas gracias.

- Ni lo menciones ;) . Bueno, vamos hacia el departamento.

- Sí, vamos.

Serika, que había seguido a Takagi al cuartel y había observado la escena (quién sabe cómo se escondió para que no la viera nadie), apretó los puños con fuerza mientras murmuraba... ¡No me rendiré!

Fin del capítulo 7º

¡Hola! ¡Cuánto tiempo, ¿verdad? Lo cierto es que he estado sumamente ocupada. Espero que hayan disfrutado este capítulo (si aún hay alguien que lo siga el fanfic) y que pongan reviews. Ya se acerca el final del fanfic (creo).

Bueno, nos vemos!