Metropolitan Police Love Story 0
(o Historia de amor de la policía metropolitana 0)
8º Cap. – Reflexiones, recuerdos…¡Declaración de guerra!
¡No nos podemos ir¡Él todavía está dentro! Matsuda todavía no ha salido…
Matsuda-kun…
Todavía recuerdo cómo lloré al ver que la noria quedaba entre las llamas. Y tú aún estabas ahí. Era imposible sobrevivir. Pero yo me empeñaba en ir a buscarle… en buscar a alguien que nunca encontraría…
Sato-san, ya es demasiado tarde. Ya está…muerto.
Después de aquel duro golpe, recibí un mensaje en mi móvil. Era Matsuda-kun. Lo que más me sorprendió no fue la pista que nos dio de la próxima bomba sino lo que ponía en la posdata. Realmente me gustabas.
Eso sí que me dolió. Él también me quería…
Estuve semanas y semanas sin parar de llorar, hasta me puse enferma por primera vez y estaba en mi casa todo el día, sin ir al trabajo.
Mi madre no paraba de lamentarse de mi situación. No tenía idea de lo que me pasaba pero pensaba que había recibido un descenso del salario en el trabajo y me había deprimido. No quise explicarle nada, no quería hablar con nadie.
Me pasaba horas, días y semanas pensando en él y en todos mis momentos junto a él. Y, cada vez, recordaba la imagen de su muerte… y lloraba…
Muchas veces venían Yumi, Shiratori y Megure a visitarme. Intentaban consolarme pero sólo conseguían que me deprimiera más.
Recuerdo que casi cada día soñaba con su muerte o con calles oscuras, al final de las cuales me encontraba el cadáver de Matsuda. Después me despertaba sudando a mares y no conseguía conciliar el sueño.
Nunca llegué a entender cómo pude llegar a querer tanto a una persona que sólo estuvo 7 días con nosotros. Debió ser porque me entendía bastante bien y sus valores eran similares a los míos…¿o sino qué? Porque nunca llegamos a tener nada… pero me marcó de forma definitiva.
Al cabo de dos semanas volví al trabajo. Ya había conseguido asimilar su muerte aunque me seguía doliendo pero hablaba de él con Yumi y ya no me sentía tan triste. Pensaba en él como una muerte heroica, murió para salvar a un montón de gente inocente que hubiera muerto a manos del terrorista.
Eso es, él se convirtió en el que yo consideraba el héroe del cuartel.
Así pasaron tres años y llegó un chico nuevo al cuartel, concretamente a mi departamento. Era un chaval menor que yo y parecía ser despistado pero tenía un aire a él, además era muy amable y servicial aunque algo torpe.
Desde lo que pasó con Matsuda, Shiratori intentaba cortejarme. Siempre me invitaba a lujosos restaurantes y a salidas pero yo siempre me negaba. La verdad es que no me gustaban los aires de superioridad que se daba ni sus actitudes. Cuando pensaba que no sería capaz de enamorarme de nadie más nunca, descubrí que empezaba a sentir algo por el recién llegado al departamento. No sé si fue su cara infantil, su torpeza o su amabilidad pero… sentía que con él si podría volver a querer a alguien como a Matsuda e incluso más. Además, también me di cuenta de que a Matsuda le veía como alguien alcanzable, es decir, un amor platónico. Siempre le había idealizado mucho. En cambio, con Takagi era diferente. Lo veía más humano y más alcanzable. Sin embargo, no estaba segura de esos sentimientos.
De todas formas, creo que he empezado a enamorarme de este chico… Yumi parece que quiere emparejarnos pero la verdad es que no quiero que pase lo que con Matsuda…
Tengo miedo de apreciar a alguien, tengo miedo de amar. Ser policía es un oficio peligroso y puede pasarte cualquier cosa. Eso es, tengo miedo… Prefiero que las cosas sigan así.
- ¡Miwako¡Miwako!
- Yumi.
- ¿Qué haces? Hace un rato que te llamo.
- Lo siento.
- Era para decirte que ha venido alguien a verte.
Me sorprendí. ¿Quién sería?
- Buenas…
- ¡Eres tú!
Era Serika, la exnovia de Takagi. No me apetecía hablar con ella pero…
- Quería hablar contigo, Sato-san. A solas.
En ese momento, miró fijamente a Yumi. Obviamente, quería una conversación de mujer a mujer y seguramente para hablar de su exnovio.
Yumi se fue de mala gana (parecía que ya había preparado la oreja para escucharnos y meter cizaña) y nos quedamos solas Serika y yo en la sala.
- Bueno, quería dejarte claro que Takagi será mío y no podrás hacer nada para impedirlo. Me voy a quedar todos los días con él en casa y de hecho, duermo en su casa. Le cuidé cuando se puso enfermo, vine a verle, y pienso acompañarle a donde vaya. Estoy segura de que volverá enamorarse de mí. Una mujer mayor que él y que no es para nada decidida como tú tiene las de perder contra mí.
Parece que la chica se quedó a gusto con el discursillo. A mí la verdad es que me tocó la moral.
- ¿Eso es una declaración de guerra?
- Depende desde que ángulo lo quieras ver. Si no estás interesada en él, no. Pero si le quieres, podría decirse que sí. ¿Tú le quieres?
Me quedé en blanco. ¿Yo le quería realmente? O simplemente¿era un sustituto de Matsuda?
- Piensa sobre ello. Yo sí le quiero y no pienso dejarlo ir más. Volveremos a nuestro noviazgo de instituto.
- Nunca podrás volver en el pasado. Los recuerdos son únicos y no puedes revivirlos. Además él no salió contigo porque le gustaras y lo sabes. Así que no intentes hacerme creer lo contrario.
- ¿Y tú qué sabes? Si lo acabas de conocer. Yo sé mucho más de él que tú y él me preferirá a mí al final. Ya sabes que todos los hombres se mueren porque una chica les vaya detrás y les cuide…Takagi no es una excepción.
Por un momento, esas palabras retumbaron en mi cabeza. Es verdad, Takagi es un hombre por mucho que tenga cara de niño o parezca inocente. Y ciertamente, los hombres que había conocido en el karaoke, en el bar, o incluso en el cuartel eran todos iguales: babeando detrás de chicas con falditas cortas o intentando ligárselas. Pero Matsuda era diferente¿por qué Takagi no también?
- ¿Serika¿Sato-san¿Qué hacéis aquí?
Era Takagi. Habíamos olvidado completamente que estábamos en el cuartel de la policía. El chico iba con un montón de papeles, seguramente informes de casos, hacia el departamento de investigación.
- Bueno, me parece que me voy ya. Takagi, te tendré preparada la cena así que no te enredes después del trabajo. Hasta luego.
Así, se fue Serika.
- ¿Quieres que te ayude, Takagi-kun? Pensaba que te ayudaría Shiratori-kun.
- Es que estaba hablando con Mamo-san y un chico más que no conocía y parecían muy entretenidos así que no quise molestarlos…
- ¡Serás tonto! No pueden estar hablando en horas de servicio. Ven conmigo, que ahora verán lo que es bueno.
Justo cuando Sato abrió la puerta, los tres chicos que habían estado hablando se pusieron a trabajar e hicieron como si no pasara nada.
Será posible…
- Bueno, debéis saber todos que en horas de servicio no se puede hablar. Quien lo haga y yo le vea, se las verá conmigo.
- Sí, señora.
Durante toda la jornada, Sato no se pudo quitar de la cabeza la declaración de guerra de Serika. Tenía una buena idea. Hacer como que salía con Takagi para que ella le dejara en paz pero la verdad es que no se atrevía a proponérselo. Le daba demasiada vergüenza.
En cambio, por su parte, Takagi pensaba que si Serika iba a seguir cuidando tanto de él tendría que hacer algo para que dejara de hacerlo porque sabía que con él no maduraría nunca. Además, a él no le iba ese tipo de chicas. También estuvo valorando la posibilidad de hacer de supuesto novio de Sato, ya que Serika pensaba que salían.
Pero le pasaba lo mismo que a Sato: no tenía el valor necesario para pedírselo.
Cuando finalizó el día, sólo quedaban Sato y Takagi terminando los informes del día (ya que ambos habían empezado más tarde). Había un gran silencio, sólo interrumpido por los bolígrafos de ambos.
La verdad es que ambos no se atrevían a mirarse pensando que sus pensamientos llegaran a ser escuchados por el otro de tan fuertes que creían que eran.
Al cabo de un rato, el silencio finalizó.
Yumi irrumpió en el departamento.
- ¿Cómo va la cosa, chicos?
- Yumi. ¿No habías acabado tú también? – preguntó Sato visiblemente sorprendida.
- Es que también he entrado tarde. Además, he tenido una buena idea para acabar con la insistencia de Serika.
- ¿En serio? – preguntó Takagi rápidamente al oír a Yumi.
Sato también estaba impaciente pero no dijo nada.
- Pues sí. Veréis. Haceros novios.
Hubo un momento de silencio en la sala.
- ¿QUÉ! – dijeron los dos al unísono.
Ambos se miraron sorprendidos. La verdad, es que los dos habían pensado en lo mismo.
- Pues eso. Sería una buena idea. No importa que seáis de verdad novios. Simplemente simuladlo y a lo mejor conseguimos que Serika se dé por vencida. ¿Qué os parece?
Yumi miró interrogativamente a los dos policías.
Después de meditar un poco, Takagi habló.
- A mí me parece bien pero no quisiera importunar con mis problemas a Sato-san…
Takagi miró de reojo a Sato y ésta le sonrió.
- No hay ningún inconveniente por mi parte. Estoy de acuerdo.
- Pues nada, genial. Ya sabéis que tendréis que simular ser novios, por lo menos, delante de ella.
- Sí. Bueno, pues gracias por tu buena idea, Yumi. Espero que dé resultados y pronto se vaya de mi casa. La verdad es que me incomoda mucho tener una chica viviendo en casa que constantemente me llama "cariño".
Yumi se rió por el comentario de Takagi y Sato también. Le hizo gracia lo cursi que podía llegar a ser aquella niña que fue novia de Takagi.
- Ey, dejad de reíros de mí…
- Jajajajajaja...xD
Así acabó aquel día tan largo de los dos policías y empezaba su noviazgo que, quién sabe hasta cuándo duraría ni si tendría éxito, pero todos confiaban en ello.
¿Serika se creerá la farsa montada por los tres y se dará por vencida¿Qué pensará Shiratori¿Qué pasará con Takagi y Sato?
Todo esto y más…en el próximo capítulo de Metropolitan Police Love Story 0.
Fin del capítulo 8
¡Saludos a todos los lectores asiduos de este fanfic y de otros que he escrito!
Espero que haya sido de vuestro agrado este 8º capítulo. Como siempre, me vuelvo a disculpar por mi tardanza. La verdad es que tenía pensado acabar el fanfic este verano pero he tenido nuevas ideas y creo que lo alargaré un poco más.
Por cierto, la primera parte de este capítulo eran recuerdos de Sato, de la muerte del chico que le gustaba anteriormente. Además, ya supongo que os habréis dado cuenta de que la mayoría de este capítulo estaba visto desde el punto de vista de Sato.
Quiero agradecer una vez más a la gente que escribe reviews (aunque ahora ya no hay mucha por lo que parece) y sigue el fanfic. Aunque supongo que es normal que cada vez haya menos gente que lo siga si tardo tanto en actualizar --
Hasta la próxima!
