Ruta Musical

Por Kary

Capitulo III

Porque después de la lluvia… hay que hacer cola

Cuando Kaoru se despertó se sentía… realmente mal. En vez de sentirse descansada se sentía más cansada de lo que recordaba y tenía mucha más hambre que antes, tanto que le latía la cabeza y le dolía el estómago. Observó por la ventana que la lluvia había menguado y que ahora brillaba un sol matutino y alegre.

La enfermera que la había despertado le ofreció un vaso de agua con azúcar y le dijo que podía entrar a ver a Misao que estaba en la habitación de recuperación.

- ¡Kaoru!- exclamó Misao alegremente al verla entrar en la habitación. Era grande y había muchos cubículos que estaban separados por cortinas azules, había una cama en cada cubículo y en cada cama un paciente. Misao estaba en el tercer cubículo, tenía puesta una bata de hospital y se veía diez veces mejor que ella aun con su cabello rosa.

- ¿Cómo te sientes Misao?- preguntó Kaoru dejando su bolso y la guitarra en el piso para luego sentarse en la cama, que aunque no era cien por ciento cómoda era mucho mejor que el sofá en el que había dormido toda la noche.

-¡Me regalaron un broncodilatador! Y me siento muy bien - dijo sonriendo alegremente alzando el inhalador en su mano y luego bajo la voz en un murmullo cómplice – Y mucho mejor que el tipo de al lado, ¿sabes? Tiene una contusión en la cabeza del tamaño de China, se lo hizo su esposa con una taza de té ¿puedes creerlo?-

Kaoru se rió entre dientes acostándose en la punta de la cama – En realidad si puedo creerlo. ¿Y por que te dejaron aquí toda la noche?-

Misao se encogió de hombros – El doctor dijo que podía darme pulmonía así que decidió mantenerme en observación hasta hoy – de repente sonrió - ¡Y ya me van a dar de comer!-

Kaoru sonrió - ¿Comida de hospital?- dijo haciendo una mueca.

- Es mejor que nada- dijo Misao encogiéndose de hombros - ¿No vas a comer conmigo?- preguntó Misao extrañada cuando Kaoru se levanto de la cama y fue hasta su bolso.

- Iie- dijo negando con la cabeza – Voy a hacer unas llamadas, vuelvo en un rato. No te vayas a ir de aquí, quédate con mi celular- dijo Kaoru lanzándole el aparato que cayó en las manos de su amiga y corrió alejándose, Misao gritó su nombre llamándola pero la pelinegra ya se había apresurado de la habitación hasta la salida del hospital.

Si, había sido tonto lo que había hecho, ella lo aceptaba pero su acción altruista tenía motivo: Misao aunque mostrará la sonrisa de oreja a oreja y la energía de mil pilas, solía ponerse muy débil y malícienla después de un ataque de asma, y ella no iba a comerse el alimento de su mejor amiga aunque estuviese a punto de desmayarse.

Las calles de Tokio se veían mucho mejor sin la lluvia y Kaoru subiendo la cabeza pudo diferenciar de los otros al enorme edificio donde sería la audición. Decidió caminar hasta el sin pensar mucho o se sentaría a llorar, aun tenía la ropa húmeda, el cabello pintado, hambre, sed, mal humor, dolor de cabeza, susto, incertidumbre, hambre, mal humor… ¿ya había mencionado hambre?

Al cruzar la calle vio a su salvación brillar en toda su expresión.

Un billete algo roto, sucio y húmedo estaba en mitad de la acera llamándola, Kaoru se apresuró empujando a algunas personas sintiéndose de repente muy feliz ¡Dinero! ¡¡Iba a comer algo!!

Felizmente Kaoru agarró la punta del billete sin pensar en las miles de bacterias que tendría, pero el billete le fue jalado bruscamente. Un gato del tamaño de una rata grande tenía el billete entre sus dientes y le maullaba amenazadoramente.

- ¡Esto es ridículo!- exclamó Kaoru al cielo ¿alguien estaba jugando con su vida o que? - ¡Y tú enano del demonio! ¡Dame eso!- le gritó al gato, este se dio media vuelta y comenzó a correr entre las personas.

Quince minutos después una muy sucia, llena de rasguños y desgreñada Kaoru entraba en una panadería donde todo el mundo se le quedó viendo, Kaoru los ignoró y se acercó a un vendedor.

- Quiero un odango ya- dijo ella lentamente, el muchacho la miró asustado pero cumplió su orden y de inmediato le trajo el bocadillo envuelto en una servilleta de papel.

- Son cincuenta yens- le dijo el muchacho sudando, su sudor aumento cuando ella le entrego un billete de cincuenta yens que estaba sucio, mordido, baboso y con un líquido amarillento goteando – Etto… señorita ¿tendrá otro billete?- le preguntó él amablemente, pero la mirada prometiente de muerte de Kaoru lo dejo helado, con una sonrisa nerviosa él cobró el dulce y le deseo un buen día.

Kaoru caminó alegremente por la calle buscando un lugar donde sentarse y comerse su dulce muy bien ganado y luchado, pero no había ninguno y su estómago estaba gruñendo terriblemente así que abrió su odango y se dispuso a comerlo con una enorme alegría inundándole el alma.

- ¡Sayonara Tae-san!-

¡¡PAST!!

- ¡Oro! ¡Gomen nasai! ¿Se encuentra bien señorita?-

Kaoru no respondió.

Estaba demasiado ocupada en ver a su dulce y fresco odango tirado en el piso frío y sucio. Su única comida en dos días estaba tirada en el suelo… y ella ni siquiera había llegado a probarla…

- ¿Se encuentra bien?- preguntó nuevamente la persona que estaba frente a ella, con su voz y sus ojos preocupados.

¿Qué si se encontraba bien? ¡¿Estaba bromeando?! Algo se prendió de repente dentro de Kaoru y se extendió por todo su cuerpo hasta convertir su aura en una gran llama andante.

- ¡¡¿Qué si me encuentro bien?!! ¡¡¿Acaso le parece que estoy bien?!!- gritó Kaoru a todo pulmón, el cabello carmesí del hombre que tenía en frente se movió con el aire de su grito - ¡¡La respuesta es no!! ¡¡No estoy bien!! ¡Tengo el cabello de un espantoso color amarillo! ¡Tengo la misma ropa de hace dos días y estoy sucia y empapada porque decidió llover! ¡Tengo frío y lo más probable es que esta semana termine muerta por bronconeumonía o por alguna enfermedad infecciosa! ¡Una loca me robó todo el dinero que tenía y tuve que dormir en un terrible sofá del hospital donde mi mejor amiga está internada! ¡Tuve que correr doce calles detrás de un gato por unos míseros cincuenta yens! ¡¿Para que?! ¡Para comprar un insignificante dulce que sería mi única comida en dos días! Y tú… tú… cretino… tú… ¡¡Tiraste mi comida al piso sucio!! ¡¡¡BAKA!!!- gritó ella histérica sintiendo los ojos llenárseles de las lágrimas que no había derramado desde que salió de su casa, con un ágil movimiento estampó su bolso blanco y anaranjado, que ya estaba bastante sucio, en la cara del hombre que salió disparado hacía atrás con la fuerza del golpe y cayó al piso.

- ¡Por Kami-sama! ¿Qué paso?- preguntó una mujer saliendo del lugar de donde había salido el hombre pelirrojo. Tenía el cabello castaño oscuro acomodado en un moño bonito bajo la nuca, sus ojos eran finos y parecía como si los tuviera cerrados dándole un aspecto joven, Kaoru calculó que no tendría más de cuarenta años.

- Nada, nada- dijo el hombre pelirrojo sentándose en el piso. Calmándose un poco Kaoru pudo notar que tenía el cabello largo y amarrado en una cola baja, que sus ojos eran de un malva muy suave y que si no fuera por la cicatriz en forma de cruz en su mejilla izquierda y por su voz lo suficientemente gruesa, ella podría haberlo confundido con una mujer.

Una mujer muy atractiva de hecho.

Pero por más atractivo que fuese ella no le pediría perdón por golpearlo y gritarle ¡Él había terminado de arruinar su aventura! ¡Era su última desgracia!

- Siento mucho lo que paso señorita- dijo el hombre sacando a Kaoru de sus pensamientos – ¿Hay alguna forma en que pueda enmendar mi error?-

Kaoru pensó fugazmente en decirle que le consiguiera dos habitaciones de hotel y un buffet todo pago, pero un celular comenzó a sonar fuertemente.

- Es tarde…- murmuró el muchacho viendo su celular, ágilmente agarró unos lentes negros que probablemente habían caído al suelo cuando ella lo golpeó – Onegai Tae-san, atiéndala y déle todo lo que necesite, yo me hago responsable de sus gasto- dijo él rápidamente y la mujer llamada Tae asintió con una sonrisa, Kaoru por su parte se quedó estática en su puesto ¿Acaso ese tipo estaba loco?

- Bueno… lo siento mucho- le dijo él nuevamente dándole una inclinación bastante exagerada, se colocó los lentes y Kaoru no pudo dejar de pensar en lo bien que se le veían – Sayonara – Y tan inesperadamente como había aparecido, de repente, había desaparecido.

-------------

- Así que te llamas Kaoru Hayase, es un lindo nombre – le dijo la mujer llamada Tae Sekihara viéndola con una sonrisa – Creo que tú apellido me suena conocido- dijo murmurando, su expresión se puso pensativa y luego de un momento su rostro se luminó - ¡Ya sé! Una vieja amiga se casó con un hombre de apellido Hayase, creo que era policía–

Kaoru tragó lo que estaba comiendo algo sorprendida, si estaban hablando de la misma persona… definitivamente el mundo era un pañuelo.

- Mi padre es policía, su nombre es Hajime Hayase- dijo Kaoru moviendo sus palillos nerviosamente, preferiría comer primero y luego hablar.

- ¡Hai! Ese era su nombre- dijo Tae sonriendo felizmente – Hajime Hayase, prometido de Kanna Kamiya ¿tú madre ne?-

- Hai- respondió Kaoru suavemente, era extraño encontrarse con una amiga de su madre en una situación como en la que se encontraba.

- ¡Oh que alegría Kaoru-chan! ¡Me encanta saber que eres la hija de una amiga tan querida como Kanna!- dijo vehementemente Tae. De repente Kaoru se dio cuenta de que Tae la veía con un cariño caluroso con el que no la había visto antes, también se dio cuenta de que no le molestaba que la llamara utilizando el sufijo de '-chan', a pesar de ser una recién conocida - ¡Y te le pareces tanto! ¡Pero dime querida ¿Cómo esta Kanna?!-

- Muerta – respondió secamente Kaoru y el rostro de Tae se blanqueó a la vez que su energía y alegría se apagó de golpe. Kaoru sabía que había sido muy brusca, incluso se reprendió internamente pero ¿Qué podía hacer ella? Así era como había aprendido a responder a esa pregunta después de trece años de escuchar a su padre responder del mismo modo.

- Oh lo siento mucho Kaoru-chan, yo nunca lo supe, luego de que se casó con tú padre y se fue a vivir a Hiroshima dejamos de hablar con frecuencia- dijo Tae tristemente.

- No hay problema- dijo Kaoru viendo su comida, se sentía más mal por haberle dado esa noticia a esa amable mujer que por recordar a su madre muerta, y eso la hacía sentirse peor. Y todavía tenía hambre, no quería ser mal educada al comer en un momento así pero no podía evitarlo, tanto el sushi como la sopa de miso parecían manjares que no había probado en siglos.

- Se ve que tienes hambre, puedes comer todo lo que quieras- dijo la mujer nuevamente sonriendo tan amablemente que Kaoru no pudo evitar sonrojarse.

- Arigatou gozaimashita - dijo dejando los palillos a un lado y arqueando su cabeza en agradecimiento – Tengo casi dos días sin probar nada, una anciana me robó todo el dinero que tenía y pase toda la noche en un hospital-

- ¿Una anciana? Ya veo, en esta ciudad se puede ver de todo pero no te preocupes Kaoru-chan- dijo Tae y Kaoru sonrió agradecidamente.

Akabeko era el nombre del lugar donde estaba, era un restaurante-café muy lindo y moderno con paredes de vidrio que daban vista a la calle, las mesas eran cuadradas y blancas y en vez de sillas, había asientos dobles y acolchonados de color negro. Tae Sekihara era la dueña del lugar y según la humilde opinión de Kaoru, era un ángel salvador que había caído de ningún lugar para ayudarla.

- Ahora que comiste ¿puedes contarme que haces aquí? No viniste con tú padre ¿ne?- le preguntó Tae amablemente cuando una mesera recogió los platos de Kaoru. Ella por su parte soltó un suspiro satisfecho.

- No, no vine con él- sonrió culpablemente - Y creo que uno gana todo lo que he pasado cuando desobedece las ordenes de su padre- dijo Kaoru frustradamente. Tae se rió ligeramente. La morena comenzó a contarle a la amable mujer la historia de su aventura frustrada.

- Así que tú y tu amiga van a participar en ese casting, mi sobrina también se inscribió, tiene una linda voz pero es muy tímida – dijo Tae sonriendo suavemente, luego hizo una seña con la mano llamando a alguien y Kaoru evitó darse la vuelta para ver sólo por cortesía.

Una muchacha de tal vez quince o catorce años que había estado sentada en una mesa alejada rodeada de muchos libros, se acercó hasta ellas. Tenía el cabello castaño oscuro y corto sobre los hombros, sus ojos eran de un color miel oscuro y tenía una expresión muy tímida en realidad. Estaba vestida con una falda azul corta de jeans y una camisa manga larga blanca con una flor extraña y azul en el pecho.

- Tsubame-chan, ella es Kaoru Hayase, es la hija de una muy buena amiga que tenía- dijo Tae cuando la muchacha la miró con preguntas – También va ha participar en la audición de mañana-

- Es un placer conocerla Hayase-san- dijo Tsubame inclinándose levemente, Kaoru se levantó del sofá y se inclinó también.

- Ella tropezó hace un rato con Himura-san- comenzó a explicar Tae pero algo cogió la atención del ojo de Kaoru y por muy intrigada que estaba de saber quien era aquel hombre que había terminado de arruinar su día pero que le había dado paso a uno mejor, no pudo dejar de saltar de su asiento.

- ¡¡Misao!!- gritó cuando vio por el vidrio a su amiga caminar por la calle, se apresuró a buscarla antes que se le perdiera.

- ¡¿Dónde estabas Kaoru?!- preguntó Misao abrazándola alegremente cuando ambas se encontraron.

- Te dije que me esperaras en el hospital- le reclamó Kaoru cuando ambas entraron al Akabeko.

- ¿Y que pensabas?- preguntó Misao frunciendo el ceño - ¿Qué te esperaría toda la vida allí? Son las doce del medio día Kaoru, creí que te habías perdido y salí a buscarte –

Kaoru se sorprendió de lo rápido que había pasado el tiempo.

Tae les ofreció amablemente que se quedaran en su casa esa noche, principalmente porque no tenían ni dinero ni un lugar donde quedarse, y también porque así Tsubame no iría sola a la audición ya que ella no podría acompañarla, cuando Kaoru se negó amablemente Tae insistió diciendo que no dejaría que la única hija de una vieja amiga pasara la noche nuevamente en la calle.

Kaoru sintiéndose enormemente apenada terminó por aceptar, ya que la idea de volver a pasar una noche como la anterior le daba dolor de todo. Misao también aceptó apenada por la gentileza que demostraba tener esa mujer que ni siquiera las conocía, si de acuerdo, Kaoru era hija de una amiga de ella pero ¿Y si ellas eran ladronas o asesinas? ¿Y si estaban mintiendo? Tal vez era más tontería que bondad de su parte pero Misao no estaba a punto de volver a dormir en un hospital.

Tae y Tsubame vivían juntas y solas en una casa a dos calles del Akabeko, era bonita y sumamente pulcra, tanto que Kaoru y Misao se sintieron terriblemente culpables al entrar pero Tae les dijo que no se preocuparan.

Luego de un refrescante baño y de ponerse su pijama (que Tae amablemente secó en su secadora) Kaoru se sentía mucho mejor de lo que podría haber pensado.

La casa tenía tres pisos y varias habitaciones, Misao y Kaoru se quedaron en la habitación de huéspedes ocupando un futon cada una.

Como todas habían cenado en el Akabeko antes de ir a casa no tenían nada mejor que hacer que sentarse a ver la televisión en la sala mientras platicaban cosas tan triviales.

La sala tenía un televisor pantalla plana de veinticuatro pulgadas que estaba frente a dos sofás blancos con cuadros negros, las paredes tenían diferentes cuadros muy abstractos que Misao trató de descifrar sin éxito por más de dos cuartos de hora, y también habían muchas fotografías por todos lados.

Kaoru y Misao descubrieron que Tae era la hermana menor del padre de Tsubame y que tanto él como la madre de ella habían muerto dos años atrás en un accidente aéreo en su viaje de aniversario de bodas; luego de sus funerales la muchacha había pasado bajo la tutela de su tía Tae y había vivido con ella hasta ahora.

Para sorpresa de Kaoru, Tsubame tenía dieciséis años y no catorce como ella había pensado en un principio, luego meditando en la comodidad del futon ya a mitad de la noche, pensó que no tendría que haberse sorprendido ya que Misao jamás en la vida aparentaba tener diecinueve años.

-------------

Cuando la alarma del celular de Kaoru zumbó a lo largo de la habitación oscura, el sol aún no había salido en la ciudad de Tokio.

Misao gimió molestamente desde su futon, refunfuñó algo incomprensible y volvió a dormirse nuevamente; Kaoru quiso hacer lo mismo pero recordar a las cientos de personas que habían salido en la televisión la noche anterior, mientras hacían una interminable cola a las afueras de Japan Mitsurugi Corporation NHK, logró despertarla por completo.

Los nervios en la boca de su estómago también hicieron lo suyo.

Después de varios minutos la pelinegra logró despertar a Misao y ambas terminaron de arreglarse mientras se movían de un lado a otro como zombis.

- Veo que ya se despertaron- dijo alegremente una Tae muy despierta mientras servía café caliente y humeante en tres tazas de porcelana blanca en la cocina que era amplía y limpia.

- Ohaaaiiiiyo- saludó Misao bostezando abiertamente.

- Ohaiyo gozamaisu- saludó Kaoru tomando la taza de café que le ofrecía la mujer mayor. No le gustaba el café pero tenía mucho sueño y sabía que eso la mantendría despierta.

Buscó luego su suéter azul entre sus cosas, pero no lo encontró por lo que lo dio por perdido y tuvo que conformarse con la camisa de mangas larga que tenía puesta, era blanca con varias líneas negras verticales, llevaba puesto un blue jeans ajustado con un cinturón blanco y sus zapatos deportivos azules que aun estaban algo húmedos. Y no podía olvidar su hermoso cabello que aún conservaba un tono repugnantemente amarillo, con una cinta blanca se lo amarró en una cola alta.

Misao como no había logrado llevarse nada de ropa se había puesto una de las camisas que ella había guardado en su bolso, era de tiras y de un color cereza; como el cuerpo de Misao era mucho menos desarrollado que el suyo la camisa le quedaba un poco grande al igual que el pantalón blanco que también le había prestado. Cuando la muchacha había comenzado a quejarse de que todo le quedaba muy holgado Kaoru la consoló diciéndole que por lo menos, lo que traía puesto le combinaba con los mechones rosados que aún conservaba su cabello.

Tsubame se acerco a ellas retorciéndose las manos tímidamente, tenía puesta una falda larga azul y una camisa blanca. Murmuró los buenos días en voz baja y se sentó en la mesa de la cocina.

Todo el caminó a la corporación Kaoru se lo paso agradeciéndole a Tae la hospitalidad que había tenido hacía ellas, la mujer simplemente sonrió y le dijo que dejara de agradecerle y que cuando salieran de la audición fueran o al Akabeko o a la casa, dependiendo la hora, claro.

El viaje en el automóvil Toyota rojo fue corto y callado con la presencia del sueño aún presente en todas las mujeres. La ciudad aún estaba sombría y las luces de las calles todavía estaban prendidas cuando llegaron a la estación de Japan Mitsurugi Corporation NHK.

- ¡Por todos los dioses!- exclamó Misao al ver la enorme cola de personas que se extendía desde la puerta del edificio hasta tres calles a la redonda.

Misao se despidió de Tae y corrió apresuradamente por la calle empujando a algunos transeúntes para llegar hasta el final de la fila, Kaoru y Tsubame llegaron un momento después y ya habían aproximadamente treinta personas detrás de la muchacha de ojos verdes.

El repertorio de personas que ocupaban la larga fila era enorme, había desde muchachas súper emperifolladas y llenas de maquillaje hasta jóvenes de cabellos pintados con grandes crestas de colores. Kaoru notó que las edades estaban mayormente comprendidas en quince años hacia adelante pero que la cantidad de hombres y mujeres adultos era impresionante.

El sol había salido y todo el mundo permanecía en el mismo lugar, pero la fila ahora se extendía mucho más y Kaoru ya no podía ver el final.

Frente a donde ellas estaban paradas había una panadería que ya estaba abierta y Tsubame junto a Misao fueron a comprar algo para desayunar.

Un par de horas después varias personas habían imitado a Misao, que cansada de estar de pie se había sentado en el suelo, Kaoru había suspirado interiormente por su pantalón blanco.

- ¿Cómo elegirán al ganador?- preguntó luego de un rato Misao, la fila había avanzado unos metros pero ya tenía rato sin moverse, así que la mayoría de las personas habían vuelto a sentarse en el suelo a pesar de que los policías habían dado advertencias de no hacerlo.

- ¿No saben?- preguntó asombrada Tsubame, Kaoru y Misao negaron con la cabeza – Bueno, tengo entendido que un jurado especial va a elegir a los diez ganadores-

- ¿Diez ganadores?- preguntó Kaoru con los ojos grandes - ¡¿Por qué tantos?!-

- Pues… tengo entendido que el concurso durará un tiempo en el que los concursantes competirán entre ellos para ganar – explicó Tsubame.

- ¿Algo así como un concurso de obstáculos?- preguntó Misao frunciendo el ceño.

- ¡Claro que no!- exclamó una muchacha pelirroja que estaba sentada cerca de ellas, tenía los ojos azules y muchos collares. Las miraba como si estuviesen hablando en algún idioma alienígena - ¿Acaso no saben nada de nada?-

Kaoru frunció el ceño molesta y Misao abrió la boca para reclamarle pero la muchacha tenía una voz chillona y hablaba muy rápido, Kaoru se preguntó si una voz así pudiera sonar bien cantando.

- Sólo las diez mejores voces de entre las ocho mil que se inscribieron podrán pasar a la ronda final, que al parecer consistirá en varias audiciones aparte o algo así, aun no lo han dicho porque los productores prefieren mantenerlo en secreto por ahora- dijo la muchacha rápidamente – Pero sí se sabe que el concurso durará un tiempo en el que cada participante tendrá que demostrar que es el mejor-

- Ya veo- murmuró Kaoru - ¿Cómo harán para elegir a diez personas de entre tantas en tan poco tiempo?-

La pelirroja se encogió de hombros – No se, pero los nombres de los ganadores los darán mañana –

- Que rápido- dijo Tsubame.

- ¿Que hacen aquí si ni siquiera saben cuales son las reglas de elección?- preguntó la muchacha con una mueca desdeñosa.

- Gracias por la información- dijo cortantemente Misao dándose la vuelta en el piso y dándole la espalda a la pelirroja que se volteó ofendida. Kaoru se rió entre dientes.

- Bueno por lo menos ya sabemos algo interesante- dijo alegremente Misao.

Cerca del mediodía una periodista y un camarógrafo se acercaron grabando a todas las personas que estaban en la fila, Kaoru se escondió como pudo pero Misao comenzó a hacer señas para que la cámara se acercara y le mandó saludos a las mil quinientas personas que conocía y que había conocido a lo largo de su vida. Kaoru no tuvo otra opción que esconderse en una tienda de antigüedades que estaba frente a ellas en esos momentos hasta que el camarógrafo con su cámara se alejó.

- ¡Misao no hagas eso de nuevo!- le recriminó Kaoru molesta.

Misao la miró alzando una ceja - ¿Por qué no? Cuando ganemos saldremos todo el tiempo en televisión –

Kaoru vio la interminable cola de personas y rodó los ojos… ó Misao soñaba demasiado ó ella era demasiado realista.

-------------

- Creo que mi cumpleaños va a pasar y nosotras todavía vamos a estar aquí – dijo apagadamente Misao cuando el sol de la tarde comenzó a caer.

Kaoru suspiró también abatidamente, por lo menos ahora veían el edificio que estaba a unas quinientas personas de ellas.

- Ella también salió llorando- murmuró Tsubame viendo tímidamente a una muchacha de unos veinticinco años que caminaba llorando mientras un hombre a su lado trataba de consolarla.

- Pobre tonta- murmuró Misao – Algunas personas se han salido de la fila, mejor, así caminaremos más rápido- Ella asomó la cabeza sin éxito por encima de la multitud. Los policías que habían estado custodiando las filas desde tempranas horas, ahora se habían reducido en cantidad ó por lo menos eso le pareció a Kaoru.

- ¿Ya saben que es lo que van a cantar?- preguntó Tsubame tirando en el cesto de basura que estaba ahora frente a ellas un envase vacío de agua.

- Estaba pensando en cantar algo de Ayumi Hamasaki - dijo Misao cerrando los ojos y recostando su cabeza en el hombro de Kaoru completamente agotada.

- Aún no estoy muy segura de que cantar- Kaoru subió los ojos al cielo viendo como éste se oscurecía lentamente y sintiendo el cansancio de tantas horas bajo el sol y en la calle.

La noche había caído fuertemente sobre ellas y Tsubame de repente estaba parada frente a la puerta de hierro azulina que estaba custodiada por dos enormes hombres de seguridad, ambos vestían de negro y llevaban walkie-talkies en las manos.

- Mucha suerte Tsubame-chan - le susurró Kaoru apretándole confortadoramente los hombros. La muchacha asintió con la cabeza incapaz de decir algo.

- Vas a salir bien, nos vemos en la salida ¿ne?- le dijo Misao alegremente. La muchacha asintió con la cabeza otra vez y le mostró su carnet con el número seiscientos treinta y dos al guardia que se lo pidió. Dándoles una mirada asustada Tsubame atravesó la puerta y se perdió tras ella.

- Ahora Kaoru- dijo seriamente Misao agarrándola por los hombros y mirándola a los ojos – Vas a entrar ahí y vas a demostrarle a esas personas que eres la mejor, nada de miedos, nada de vergüenza. Recuerda TODO lo que hemos pasado para llegar hasta aquí y NO podemos regresar a Hiroshima con las manos vacías ¿verdad?-

Kaoru asintió con la cabeza algo asustada, no sabía bien si era por la mirada tan determinada de Misao ó por que estaba a punto de entrar en el edificio.

- Carnet- pidió secamente el guardia de seguridad. Kaoru tardó casi medio minuto en entender que era lo que le pedía aquel hombre y cuando lo hizo le mostró el número siete mil setecientos ochenta y ocho que estaba colgado de la cinta en su cuello – Adelante – dijo el hombre abriendo la puerta cuando confirmo que el carnet era real.

Kaoru vio una luz muy fuerte proveniente del edificio y oyó muchos murmullos inentendibles. De repente quiso salir corriendo de allí y esconderse, regresar a su casa y cantar sólo las canciones junto a la radio. Dio un paso hacia atrás sintiendo un vacío en el estómago.

- ¡¡Suerte!!- dijo con alegría Misao empujándola enérgicamente por la espalda, Kaoru tropezó hacía adelante internándose en la luz blanca y fuerte que la cegó por un momento…


Nota de la autora:

Hmm… ¿Qué puedo decir? Ya es el turno de Kaoru y Kenshin ya apareció… ¡No me miren así! En el próximo capítulo también saldrá y con suerte Aoshi también. Bueno por razones de los múltiples exámenes que tengo que presentar está semana no podré sentarme a escribir así que tal vez me tarde un poco en actualizar. Muchísimas gracias por todos los mensajes que me han dejado, no tienen idea lo que me animan a escribir ¡¡GRACIAS!!

Shadir: jaja si y en realidad ese iba a ser el titulo del capitulo anterior, pero al final lo cambié :P ¡Gracias!

naoko L-K: jaja si bueno, Misao es multifacética :P

Megu-chan1: Si pobrecitas, pero yo creo que todo comenzará a mejorar, en esté capitulo pudieron dormir mejo por lo menos ¡Gracias amiga!

Hitokiri Himura 20: jaja Saki no es tan mala, al final las llevó a la estación :P Y Kenshin, pues no, no tiene nada de malo que sea mayor, en realidad eso es lo menos importante.

Y-Yukiko-Y: Pues todavía nadie me lo ha preguntado, pero quizás en el próximo capitulo se den cuenta. Jaja bueno ya sobrevivieron una noche gracias a Tae, veremos como hacen cuando terminen la audición si ganan porque si pierden tendrán que volver a casa Y Kenshin y Aoshi pues si lo digo no hay emoción. Por ahora tengo pensado que en el próximo capitulo pasaran muchas cosas, pero ya sabes como soy :P ¡Muchas gracias!

Mer: Hola amiga!! Pues tal vez si… ó tal vez no…

Misao Shinomori-12: Tranquila!! Aoshi aparecerá pronto y habrá romance si, pero despacio… no tanto :P

Roxy: jaja si.

gaby (hyatt: jaja si aunque tal vez no hay que hacerles mucho caso ¿o tal vez si?

kaoru himura: Pues ya apreció Kenshin, no tanto como creo que todos esperaban pero lo hizo ¡Muchas gracias!

mikomi shinomori: jaja ¿en serio? Pobrecita… Pues ¿los padres? Te aseguró que ya saldrán por ahí… ¡Gracias!

Ruouni andrea: jaja gracias!! Pues tengo pensado que aparezcan la mayoría de los personajes si puedo.

Aska ishida: jaja bueno gracias, y la concentración creo que se debe más a mis pruebas de lo que me gustaría.

Serenity: Bueno, de cierta forma Kenshin ayudó a Kaoru, la hizo molestarse pero terminó ayudándola. ¡Gracias!

Kaoru Himura14: jaja es verdad. Yo con la mitad de lo que les pasó a ella habría vuelto a mi casa, ó tal vez no, depende. Pues no creo que se muera por ahora, la historia se acabaría muy rápido :P

Dark Shadow: Que lástima lo que te pasó, pero me alegro mucho que puedas de alguna forma, sentirte identificada con mi historia. Y si, bueno la personalidad de Misao siempre se ha destacado por ser el punto alegre y optimista, y si, puedo asegurarte que si no fuera por Misao, Kaoru estaría ahora dándole de comer a su perro :P Si piensas bien, tal vez puedas acertar quien es esa mujer. Y la prima de Misao, ella no es tan mala en el fondo, simplemente se divierte con las 'pequeñas' jeje. Pues ya viste como se encontraron Kaoru y Kenshin, Aoshi y Misao pronto también. ¡Gracias por tú mensaje y espero que te siga gustando mi historia!

Elena: Sip, claro que Aoshi va a aparecer!!!

Marie Shinomori: Jeje. Si, el asma se puede fingir en ciertas ocasiones, cuando uno se encuentra con personas que no poseen un conocimiento especifico de está enfermedad no es difícil fingir un ataque de tos y falta de aire, y yo lo digo porque yo sufro de asma y más de una vez e fingido un ataque… errr… como decía el asma puede ser provocado por varias razones: Alergias, Ejercicio, Hiperventilación, Infecciones, Emociones, Medicamentos, Reflujo gastroesofágico e incluso por la Menstruación ó el embarazo. En el caso de Misao ella se encontraba en una situación nerviosa extrema, estaba a punto de quedarse en la calle bajo una lluvia increíble, había sido robada, no tenía dinero y no había comido nada, todo este tipo de emociones puede desencadenar el asma, ella sólo tuvo que fingir un poquito al principio provocándose una hiperventilación para luego desencadenar un ataque de asma ó disnea respiratoria. Y Aoshi tal vez salga en el próximo capitulo aún no estoy segura. Y el fic de Slayers, pues no tengo pensado abandonarlo pero no he tenido tiempo de seguir, mi problema es que no he podido desarrollar una situación del capitulo que estoy escribiendo y eso no me ha dejado seguir, pero trataré de ver que puedo hacer ¡Gracias por tus mensajes!

EVA: ¡GRACIAS GRACIAS!

Sumire-chan: ¡gracias! No te prometo nada pero puede ser que Aoshi aparezca en el próximo capitulo…

Ahora espero que me den su opinión de este capitulo porque es muy importante para mí. ¡Gracias a todos lo que leen mi historia! ¡¡Y déjenme mensajitos!!

Kary

Ja ne