Ruta Musical

Por Kary

Capitulo V

Si algo puede salir mal, saldrá mal

La horma de mi zapato

El día de Megumi no había comenzado muy bien. No, para nada bien.

Había tenido que tomar su café matutino sin leche porque había olvidado comprarla el día anterior. Su pez rojo había amanecido muerto y flotando sobre el agua de la pecera que estaba en su sala. Sus zapatos preferidos habían desaparecido por arte de magia y había pasado más de media hora buscando sus llaves, las cuales terminó encontrando dentro de la pecera.

Su automóvil no había prendido esa mañana, la razón: no le había dado la gana. Terminó por tomar un taxi al que se le daño el aire acondicionado mientras estaban estancados en una enorme e interminable cola.

Cuando llegó a Japan Mitsurugi Corporation NHK una manada de fans le impidieron la entrada pidiéndole autógrafos y ella no pudo ingresar al edificio hasta después de treinta minutos. Por suerte, aún no habían abierto las puertas ni comenzado la audición así que podría respirar un poco y calmarse.

Pero había un problema: Kanryuu Takeda estaba sentado a su lado y sino fuese porque ella ya había firmado un contrato, hubiera renunciado en el mismo instante en que supo que él sería parte del jurado también.

Eso definitivamente había terminado por amargar su día. Sin contar claro las interminables horas sentada en una butaca molesta mientras oía a jovencitos cantar canciones tontas. Por suerte los participantes que ellos tenían que escuchar, la mayoría, tenían una voz aceptable… aunque algunos…

Uff… soñaban demasiado y ni ella ni ninguno de sus compañeros podían dejar de notificárselo.

Y por suerte eran contados con los dedos los participantes que tal vez… tal vez podrían llegar a tener un futuro en el medio musical.

Después de casi quince horas encerrada en un teatro miniatura con otras cuatro personas, de las cuales sólo le caía bien una, la asistente de producción les dijo que la próxima sería la última concursante que evaluarían aunque aún quedaban cientos de personas en las colas.

Kenshin Himura había sugerido esperar un poco más ya que todos tenían derecho a una audición y bla bla bla… Él no volvió a decir nada después de que ella y el resto de las personas allí lo miraron, no muy amablemente por cierto.

Megumi había suspirado alegremente y había pensado que pronto podría irse a su casa, tomar un baño relajante con burbujas y dormir en su cómoda cama. Era tarde y estaba cansada.

- Misao Makimachi es la próxima- había dicho la asistente de producción. Después de todo un día oyéndola Megumi aún podía recordar su nombre.

- Gracias Amakusa-san- había dicho Kenshin terminando de tomar su café número quince ¿o dieciséis? – Dile que pase –

- Por favor Makoto-san. Escúchela y listo, no más comentarios – dijo Misanagi Sanada frunciéndole el ceño al hombre que estaba en la fila sobre ella – Quiero irme a casa de una vez y no voy a soportar otro escándalo de mil horas–

- Sin mis comentarios todavía estaríamos oyendo a ese sapo asqueroso intentar cantar – respondió el hombre de ojos carmesíes mientras jugaba ociosamente con un encendedor. Megumi pensó oscuramente que sería divertido si se quemara… sólo para ver un poco de acción. El día había sido bastante embotado y aburrido con excepción del escándalo de la niña sapo, oh el tipo que le había dicho a Misanagi 'bruja anticuada' también le había dado risa.

- No cantaba tan mal- había dicho Kenshin rascándose la cabeza mientras sonreía divertido al recuerdo.

- Para ti nadie canta mal – le había dicho ella. Kenshin le sonrió. Oh si, Kenshin casi siempre sonreía tontamente a todo lo que le dijeran los demás, si ella lo conocía bien (y lo hacía) Kenshin no era nada fácil de enfadar.

La puerta se abrió por incontable vez en el día y entró una muchachita menuda y bajita pero que caminaba como si tuviera el mundo en sus manos. Megumi le calculó unos diecisiete años tal vez, no podría tener muchos menos porque no habría podido ingresar al concurso y muchos más… era difícil saberlo porque la trenza mal pintada de rosado le daba un toque algo infantil y su tamaño dejaba mucho que desear.

- Buena noches- dijo la voz de Kanryuu Takeda y Megumi hizo una mueca de asco en su interior.

- Ya puedes empezar - le dijo seca pero amablemente Megumi y la muchacha asintió sonriendo.

- ¿Qué vas a cantar?- preguntó Misanagi anotando en sus papeles algo, ella ya se había aburrido de hacerlo.

- Ame de Moeko Matsushita- dijo Misao Makimachi mientras agarraba el micrófono.

- Puedes empezar- dijo Kenshin suavemente.

La muchacha cerró los ojos y comenzó a cantar.

Hitotsu hitotsu kiete yuku am…-

¡¡PAST!! ¡¡PUM!! ¡¡PAST!!

- ¡¡Te encontré enana del demonio!! ¡¡Ahora puedes prepararte para morir!!-

La puerta que estaba al final del pasillo entre las butacas, se abrió con un golpe estruendoso y un hombre entró por ella gritando algo que Megumi no entendió bien en un principio.

Era un hombre tal vez de su misma edad. Era bastante alto y aunque tenía una figura delgada unos músculos firmes se distinguían bajo la tela de la camisa blanca y los blue jeans que llevaba. Su cabello era castaño, corto y apuntaba hacia el cielo desordenadamente. Sus rasgos eran finos pero masculinos; en su cabeza llevaba puesta una cinta roja.

- ¡¡Estúpida Comadreja!! ¡¡¿Tienes la más mínima idea de todo lo que he pasado para encontrarte?!!- gritó el hombre acercándose a la muchacha que parecía una estatua agarrando el micrófono con fuerza, pero de repente su rostro se puso tan rojo como un tomate y ya no era la muchacha menuda que había entrado en un principio.

- ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¡¡¿Te volviste loco?!! ¡¡Idiota vete de aquí estúpido!!- gritó Misao con fuerza, y al tener el micrófono prendido en la mano el ruido se triplico haciéndolo insoportable.

- ¡¡Vine a buscarte idiota!! ¡¿Qué creías?! ¡¡Nos vamos ya de aquí enana del demonio!!- gritó Sanosuke agarrándola por un brazo y comenzándola a jalar.

- ¡¡¡¡IIE!!!! ¡¡¡NO!!! ¡¡¡SUÉLTAME IMBÉCIL!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!! ¡¡¡SUÉLTAME!!! ¡¡¡SUÉLTAMEEEEEEEEEEEE!!!- gritó histéricamente Misao dejando caer el micrófono al suelo cuando Sanosuke la cargó en su hombro fácilmente como un saco de papas.

- ¡¡CÁLLATE!!- gritó Sanosuke comenzando a caminar como si nada - ¡Ya me has causado más problemas de lo normal!-

Todos estaban callados escuchando los gritos de la muchacha…

Y ella que había pedido acción… Megumi soltó una risa seca y sarcástica que resonó más fuerte de lo que le habría gustado.

El muchacho paró en seco y le dirigió una mirada áspera y afilada, como investigándola.

- ¡¿Dónde está seguridad?!- se oyó lejanamente la voz estresada de Magdalia.

- ¿De que te ríes zorra estúpida?- preguntó él en un tono seco y frío.

La temperatura del teatro bajó como si hubiesen puesto al máximo el aire acondicionado inesperadamente, tanto que incluso Misao se calló la boca y dejó de gritar.

El cerebro de Megumi se congeló y se convirtió en un espacio blanco donde nada tenía ni coherencia ni sentido, ni nada de nada en ese instante. De repente sintió un calor subirle desde el estómago y pasar por su garganta hasta llegar a su cerebro que dio un clic y recibió cientos de ideas a la vez.

¡¡¡Le había dicho zorra!!! ¡¡¡ZORRA!!! ¡¿A ella?! ¡¡¿Acaso el muy imbécil no sabía quien era?!!

Megumi se levantó de golpe de su puesto, su blusa lila de seda moviéndose con ella al igual que su largo cabello negro.

- ¿Quieres que te sea sincera? – Preguntó Megumi en una voz helada, ella no esperó a que Sanosuke le respondiera - De lo idiota que te ves gritando como salvaje en un lugar como éste. ¿Dónde crees que estás imbécil? Porque en un bar no es. Ahora por favor retírate si no quieres que llame a seguridad, que por cierto no sé por qué demonios no ha llegado aún-

Ciertamente Sanosuke Sagara no se había esperado esa respuesta. Misao le dio una patada en el pecho y él la soltó sin un quejido. La pelinegra cayó al suelo con un porrazo.

- ¡¡¿Qué te pasa estúpida?!! ¡¡Yo grito cuando quiera y donde quiera!! ¡¡Tú no eres nadie para decirme nada!!- le gritó Sanosuke con fuerza.

- Maa, maa- dijo Kenshin levantándose y haciendo una señal de paz – Por favor joven retírese porque está interrumpiéndonos, si tiene algo que arreglar con Makimachi-san puede hacerlo cuando ella termine su asunto con nosotros-

- ¡Lo que yo haga con mi hermana no es asunto de ninguno de ustedes!- gritó Sanosuke agarrando a Misao que acababa de levantarse del suelo y cargándola sobre su hombro nuevamente. Ella comenzó a gritar otra vez.

- ¡¡Disculpa idiota tú estás ventilando tus problemas delante de todos, así que no te quejes si nos metemos!! ¡¡Además estás en un lugar privado, interrumpiendo un evento PRIVADO!! ¡¿Cómo entraste aquí en primer lugar?!-

- Ese no es problema tuyo, Zorra frígida- le respondió Sano fríamente.

Y el mundo se detuvo.

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- Todavía no entiendo, es decir, todo era muy fácil. Sólo tenías que entrar y buscar a tus hermanas, convencerlas de salir de allí y luego salir. Listo. Nadie se tenía que dar cuenta de nada. ¿Puedes explicarme como demonios terminaste aquí?- le preguntó Katsuhiro Tsukioka a su mejor amigo por medio del teléfono directo mientras lo veía fruncir el ceño por el vidrio de seguridad que los separaba.

La estación policial de Tokio tenía reglas muy estrictas para todos los detenidos. Incluso para aquellos que no estaban bajo cargos serios.

- ¡¡Fue culpa de esa mujer loca!!- respondió fuertemente Sano por el teléfono y Katsu hizo una mueca de dolor al sonido - ¡¡No le dije nada malo y mira lo que me hizo esa maldita zorra!! ¡¡Llamó a la policía!!-

Katsu se apartó el cabello negro y largo de los ojos y lo miró fijamente, ya estaban llamando mucho la atención y al él no le convenía. Si descubrían que gracias a él Sanosuke había entrado tan fácilmente al canal, podía considerarse población en desempleo, nuevamente.

- De todos modos – refunfuño Sano revolviéndose el cabello con una mano, mientras veía tristemente el espacio vacío que había dejado su Rolex Explorer en su muñeca izquierda. Estúpidos policías, todos tenían algo contra él - ¿Trajiste el dinero de la fianza? Te prometo que apenas salga te lo pago Katsu-

Tsunam suspiró… oh si, esto no sería fácil.

- Si, si lo traje. Pero hay un pequeño problema- dijo lentamente Katsu viendo a Sano que alzó una ceja intrigado.

- ¿Es más de lo normal?- preguntó Sano frunciendo el ceño.

- No. Y ese es el problema- dijo y dio un fuerte suspiro nuevamente – Estás acusado de violación a la propiedad privada, difamación y exaltación del orden público. Además Megumi Takani ha puesto una denuncia contra ti por perjuicios y daños morales-

- Y eso significa…- dijo Sano agrandando los ojos ¡¡Esa mujer estaba loca!!

- Que no puedes salir bajo fianza por ahora y si ella no retira todos los cargos, tendrás que ir a juicio-

El grito de Sanosuke resonó en todo el edificio policial haciendo temblar los vidrios y agitando los árboles en la fresca noche.

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La mañana siguiente amaneció nublada para la época en que estaban y Kaoru se despertó con un dolor de cabeza terrible. Prácticamente no había dormido nada y el hecho de que Sanosuke estuviera bajo arresto no mejoraba sus expectativas del día.

Había estado esperando a Misao junto a Tsubame en la salida de Japan Mitsurugi Corporation NHK, cuando tres patrullas de la policía llegaron escandalosamente e ingresaron a las instalaciones; unos minutos después salían cuatro de ellos llevando prácticamente a rastras a un hombre.

Sanosuke Sagara gritaba y se retorcía tan desesperadamente que ni siquiera la notó.

Media hora después salió Misao roja y con los ojos llorosos y le contó precipitadamente todo lo que había pasado.

Sinceramente Kaoru nunca pensó que Sanosuke pudiera ser tan idiota, pero agradeció que no hubiera aparecido en su audición. De otra forma lo hubiese matado.

Después del escándalo Misao había comenzado a llorar histéricamente de la rabia y gracias a eso le habían permitido terminar su audición. No había cantado tan bien como le hubiese gustado porque con los gritos y el llanto sus cuerdas vocales se habían maltratado un poco.

Hoy ella había amanecido prácticamente ronca.

Habían vuelto a pasar la noche en casa de Tae, está vez sin tanta pena quizá por el sueño y el malhumor o quizá porque no querían que Tae les siguiera insistiendo.

Los resultados de la audición no los darían hasta la noche así que podían utilizar el día para tratar de hacer algo para ayudar a Sanosuke… o simplemente descansar, ya que Misao estaba totalmente negada a ayudar de cualquier forma a su hermano.

- Que se pudra y le salgan gusanos allí. No me importa- dijo Misao con su voz ronca y desafinada en el desayuno.

- Oh vamos Misao, no fue tan grave si te dejaron presentar la audición- dijo Kaoru sonriendo para aliviar el clima.

- No Kaoru- dijo Misao con furia. Algunas personas que entraban al Akabeko la miraban extrañados. Misao llevaba puesto un suéter gris enorme y una bufanda roja mucho más grande que Tsubame le había prestado, no porque tuviese frío sino porque 'no quería que su garganta tomara aire' – Tú no estuviste ahí, no viste la mirada de Megumi Takani cuando el cabeza de pollo le dijo frígida ¡¡Kami-sama es un idiota!! ¡¿Cómo le pudo decir eso a ella?! ¡¡Sabes, la mitad de su vida se ha babeado como cerdo cada vez que la ve por televisión!! ¡¡Y le dijo eso!! ¡¡Le dijo eso Kaoru!!- gritó Misao con su voz ronca.

- Deja de gritar o te vas a poner peor- le dijo Kaoru haciendo una mueca. Misao se calló y siguió tomando su café con leche prácticamente hirviendo – De todos modos- dijo Kaoru – Hay que ir a verlo y tratar de ayudarlo, o por lo menos hay que llevarle algo decente de comer –

- ¿Para que si de todos modos se va a morir ahí? Megumi Takani jamás retirará la demanda en su contra – dijo Misa desafinada y roncamente.

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- Oye y oye muy bien idiota ¡coff! Megumi Takani retirará la demanda con una sola condición ¡coff! y por tú bien y el mío espero que no la desaproveches ¿me entiendes? ¡¡coff!! ¡¡coff!! ¡¿O la ronquera que me provocaste no te deja?! ¿O será tú cerebro diminuto quizás el que no te deja enten¡¡coff!! ¡¡coff!!? -

- ¡¡Ya deja de decir idioteces estúpida!!- le gritó Sanosuke a su hermana menor a través del teléfono mientras la veía toser fuertemente por el vidrio que los separaba. Misao le dirigió una mirada fría y luego hizo un ademán de colgar el teléfono e irse. Sanosuke se apresuró a hablarle - ¡¡Dime que tengo que hacer Imoutochan!!- (hermana menor)

Misao sonrió gloriosa cuando Sanosuke le habló tan desesperadamente – Así que el pobre niño de Okaa-san no aguantó la noche en la estación de policía… ¡uff! Y yo que creí que te traería buenos recuerdos…-

- Dime ya o voy a colgarte de un árbol por esa trenza asquerosa – dijo Sanosuke fijando la mandíbula y los dientes. Había pasado una de las peores noches de su vida y aquí estaba su hermana mayor jugando con su paciencia.

- Bueno, bueno – dijo Misao tosiendo unas veces más… algo exageradamente – Kaoru y yo fuimos a hablar con ella y nos atendió muy amablemente a pesar de lo que tú gran idiota hiciste. ¡¡¡¡¡Y te advierto que si llegamos a perder en la audición será toda tú culpa!!!!! ¡¡¿Idiota acaso no entendiste que ella era parte del jurado?!! ¡¡Arruinaste nuestras vidas para siempre!!-

Sanosuke golpeó con fuerza la pared de madera que separaba su cubículo del próximo haciendo temblar todo y miró a su hermana menor con fiereza.

- Habla- dijo y Misao hizo una mueca de dolor, tosió nuevamente.

- Solo te lo diré si prometes que no te meterás más si Kaoru o yo ganamos la audición- dijo Misao seriamente. Sanosuke la miró frunciendo el ceño.

- De acuerdo- murmuró de mala manera. La muchacha ojos verdes sonrió victoriosa.

- Ella nos dijo que la única forma en que retiraría la demanda sería si tú le pides disculpas públicamente- dijo Misao sonriendo malamente.

Sanosuke la miró fijamente tratando de descifrar si era broma o no, cuando entendió que Misao había hablado en serio se paró de su silla y habló tiesamente – Bueno, puedes decirle que se vaya a la mierda- dijo lentamente – Y dile a Okaa-san que necesito un buen abogado –

Misao lo miró con completo escepticismo, cuando Sanosuke colgó el teléfono y comenzó a irse ella reaccionó golpeando el vidrio para llamar su atención. Sano le dirigió una mirada tolerante y volvió a descolgar su teléfono.

- ¡¡¡¿¿Eres tarado o que??!!! ¡¿Qué te pasa imbécil?! ¡¿Tienes idea de todo lo que Kaoru y yo hemos pasado para conseguirte está oportunidad?! ¡¡No!! ¡Además Okaa-san dijo que no te ayudaría en nada! ¡Dijo que tú tendrías que salir de esto sólo!- Era mentira claro.

- Eso es mentira- dijo Sanosuke viéndola.

- No, no lo es- le respondió Misao volviendo a toser.

- Maldición- murmuró Sano.

Oh pobre e ingenuo Sanosuke… tan grande y tan fácil de engañar…

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Kaoru esperó pacientemente frente a la estación de policía, apoyando una pierna de la pared roja de la farmacia vieja mientras cruzaba las manos detrás de su espalda. Había estado esperando a Misao dentro de la estación porque no le habían permitido entrar junto a ella a ver a Sanosuke, pero luego de tener que escuchar los gritos de una mujer que decía haber matado a su esposo y del hombre que negaba haber iniciado un incendio que mató a seis personas… pues había preferido esperar afuera.

En realidad todas estás cosas no deberían molestarle tanto, después de todo su padre veía casos peores y ella siempre había estado al tanto de todos. Pensó en el celular que estaba en el bolsillo trasero de su jeans y que no había sonado en días… había dos opciones: ó su padre había decidido desheredarla y olvidarla para siempre ó estaba, que era lo más seguro, tramando algo grande en su contra.

Ella suspiró, tenía hambre y estaba cansada. No había comido nada desde el desayuno y ya estaba cayendo la tarde. Habían pasado todo el día buscando una forma de ayudar a Sanosuke y aunque la conversación con Megumi Takani no había durado más de quince minutos, encontrarla había sido una odisea; y eso que contaban con los contactos de Tae.

Aún así Kaoru dudaba mucho que Sanosuke aceptara las condiciones de esa mujer.

Una sombra se detuvo frente a Kaoru pero ella la ignoró y siguió viendo hacía sus zapatos azules que eran los únicos que tenía. Hoy llevaba la misma ropa con la que había salido de su casa, su blue jeans y la camisa rosada de líneas blancas.

Dos sombras más se detuvieron en frente y Kaoru frunció el ceño ¿quiénes eran tan idiotas como para 'acosarla' frente a una estación repleta de policías?

Kaoru se acomodó y caminó entre los tres hombres con la barbilla en alto alejándose e ignorando sus llamadas. Por algo era hija de su padre 'Ignora a los idiotas. No quiero idiotas cerca de ti. Si no te dejan tranquila ya sabes que hacer' y claro que ella ya sabía que hacer, pero no hizo falta porque los hombres comenzaron a caminar en otra dirección.

Los televisores de todas las tiendas tenían puesto el canal en donde darían los resultados de la audición en menos de dos horas y Kaoru estaba comenzando a sentirse nerviosa.

Otra vez llegaron a su mente las preguntas de su futuro que ahora era más incierto que nunca. Volteó a ver la vidriera de una juguetería y pensó que tenía mucho tiempo sin comprar ni jugar con algún juguete.

Estaba vieja.

Una pelota roja y pequeña salió rebotando de la puerta de la tienda y paso a su lado rodando hasta la calle llena de automóviles. Y después de una pelota siempre, siempre había un niño.

- ¡¡Noooo!! ¡Pelota!- chilló una niña pequeña saliendo a trote de la tienda, no tendría más de cinco años pero corría con rapidez.

- ¡Oye! ¡Oye!- exclamó Kaoru agarrándola por el cuello posterior del vestido lila que llevaba puesto, las dos colitas en las que llevaba amarrando su cabello castaño se movieron adorablemente según Kaoru - ¿A dónde vas?-

- Susume va a buscar la pelota- respondió la niña mirándola con ojos castaños grandes y sorprendidos.

- Creo que no- dijo Kaoru cuando un automóvil pisó la pelota, ésta explotó con un sonido doloroso y quedó extendida y aplastada sobre el pavimento.

Los ojos de la niña se llenaron de lágrimas e hizo un puchero lamentable.

- ¡Iie! ¡No llores pequeña!- dijo Kaoru agachándose y poniéndose nerviosa, ella no era muy buena con los niños y la gente ya estaba viéndola raramente – ¿Por qué no vamos y buscamos a tú Okaa-san?- le preguntó Kaoru tan dulcemente como pudo.

- ¡Susume-chan!- dijo una voz exaltada y Kaoru se volteó a ver al dueño.

Tokio era una ciudad muy grande y con un exceso de sobrepoblación, que en el tiempo en que ella se encontraba allí se hubiese encontrado tantas veces con Kenshin Himura era algo interesante que contar.

- Oh…- murmuró idiotamente Kaoru. ¿Por qué nunca podía decir nada inteligente o coherente cuando estaba cerca de este hombre?

- ¡Oro!- exclamó al verla. Bueno parecía que él tampoco tenía muchas cosas inteligentes que decir. Su cabello brillaba en diferentes tonos rojizos bajo el cielo que estaba agonizando lentamente, llevaba una camisa blanca de botones y un blue jeans. En una mano tenía muchas bolsas de diferentes colores y agarrada de la otra mano estaba una niña un poco mayor que Susume, también tenía el cabello castaño pero suelto y un vestido amarillo pollito, en su mano libre la niña llevaba una Barbie. - ¡¡Susume-chan me asustaste!!- dijo el hombre con la respiración agitada - ¿Por qué saliste así?-

- La pelota murió- dijo lamentablemente Susume con los ojos llorosos, señalando el plástico rojo en medio de la calle.

- Oh- murmuró Kenshin cuando la niña se acercó a él y abrazó su pierna. Kenshin sonrió suavemente y luego miró a Kaoru, a ella se le enredó la lengua cuando quiso saludar.

- ¿Hayase-san verdad?- preguntó Kenshin viéndola. Kaoru asintió sorprendiéndose de que recordara su nombre – Gracias- dijo el pelirrojo refiriéndose a Susume.

Kaoru tampoco supo que decir ahora.

- Bueno… Adiós- dijo él tomando de la mano a Susume.

- ¡Espere!- exclamó Kaoru alzando una mano y tocándole el hombro. Él se volteó a verla y Kaoru se sonrojo a su mirada perdida – Mmm… yo quería preguntarle algo, sobre mi hermano – dijo Kaoru, sin entender bien porque sacaba el tema en medio de la calle y justamente a él que era quién la había evaluado y con el que había cruzado un máximo diez palabras, de las cuales nueve habían sido groserías – Sanosuke Sagara –

- Oh si lo recuerdo – dijo Kenshin haciendo memoria, sus ojos lilas brillando algo divertidos – ¿Es su hermano Hayase-san? Creí que era hermano de la muchacha del cabello rosado- dijo pensativamente y Kaoru reprimió una carcajada.

- Si- respondió ella con una mueca. No tenía sentido explicar todo el rollo del papel de hermano que Sanosuke tenía sobre ella – Bueno yo quería preguntarle, si Takani-san retira la demanda que puso en su contra ¿El canal también retiraría las demandas?- Era tonto, ella era un tonta de lo peor… lo más probable es que él le dijera que no sabía, que no era su problema y que lo dejara en paz.

- No- respondió él negando con la cabeza. Kaoru hizo una mueca y se mordió el labio inferior nerviosamente… ¿Ahora que le decía? Nada en realidad si seguía a su cerebro. Ambas niñas comenzaron a estar inquietas ¿Serían sus hijas?

– Demo… – dijo el pelirrojo llamando su atención. Kaoru volvió a verlo y se preguntó como un japonés podía tener el cabello de ese color… tal vez se lo teñía… No, se dijo Kaoru, era bonito así que debía ser natural… si no lo fuera no se verí… ¡¿Por qué demonios pensaba en eso cuando él estaba hablándole de algo importante?! Además ella aún tenía el cabello medio amarillo así que no podía hablar mucho. Kaoru echó los pensamientos de cabellos a un lado y se volvió a prestarle atención.

- Si Takani-san retira la demanda – dijo el pelirrojo sin prestarle atención a Susume que estaba jalándole con fuerza la manga – le prometo que haré todo lo que pueda para que Japan Mitsurugi Corporation NHK retire los cargos también – y le sonrió suavemente.

El corazón de Kaoru se tambaleó dentro de su pecho y sonrió también inclinándose y agradeciéndole.

- ¡¡Sayonara!! ¡¡Sayonara!!- exclamaron las niñas comenzando a jalar al pelirrojo cuando éste se despidió vagamente.

- ¡¡Kaoru!!- la pelinegra oyó a la voz de Misao e instintivamente se volteó. Su mejor amiga iba hacía ella corriendo - ¡¿Por qué ti¡coff! tienes la mala manía de irte por ¡coff! ¡coff de irte por ahí sola?!-

- Lo siento – dijo Kaoru sonriendo a la ronquera de su amiga. Era cómico como Misao usaba las cosas a su conveniencia, había tenía un arranque de histeria en la audición y de tanto estrés, grito y llanto se había quedado casi sin voz, pero extrañamente no le había dado ningún ataque de asma ¿raro no? Kaoru rodó los ojos interiormente a la ironía del asunto. – Mira a quién…- Pero el pelirrojo ya no estaba, ni las niñas ni sus bolsas ni nada – Oh, bueno olvídalo ¿Qué dijo Sanosuke?-

- Ese idiota creo que va a aceptar lo que exigió Takani-san, no quería pero creo que lo conven… ¿Qué es esto?- preguntó Misao recogiendo algo del suelo. Era un llavero que tenía un cartón pintado infantilmente de amarillo en forma de cara sonriente con cuatro llaves para ser exactos. Kaoru supo de repente de quién era.

- Deben ser de Himura-san- murmuró agarrándolas de la mano de Misao. Si, tenía que ser de él, se veía que era el tipo de persona que llevaría algo así aunque tuviera el suficiente dinero como para poner un llavero de oro solido.

- ¿Himura-san?- preguntó Misao frunciendo el ceño, Kaoru hizo una mueca interna… podía ver los engranajes moverse dentro de la cabeza de Misao cuando ella sacó una conclusión - ¡¿Estas hablando de Kenshin Himura?!-

Y ya ni estaba tan ronca…

- Si – dijo Kaoru comenzando a caminar. Le devolvería sus llaves al pelirrojo, no sabía donde vivía ni donde encontrarlo pero si llevaba las llaves al canal podían hacérselas llegar.

- ¡¿De donde lo conoces?! ¡¿Por qué?! ¡¡¿Cómo?!!- gritó Misao con los ojos desorbitados.

- Es una historia larga- murmuró Kaoru suspirando.

Misao se paró en seco y Kaoru se volteó a verla. La muchacha la veía con ojos horrorizados mientras ponía una mano sobre su corazón - ¡¡Y no me la has contado!!- gritó con fuerza.

Kaoru rodó los ojos… Que drama…


Nota de la autora:

Hola!!! Pues ya estoy aquí!!! Bueno en el próximo capitulo los resultados y las consecuencias de ellos…

¡¡¡¡¡¡Dios!!!!!!! ¡¡¡¡102 REVIEWS CON CINCO CAPITULO!!!!– Kary muere de alegría - ¡¡¡¡¡¡ GRACIAS!!!!!!! ¡¡Es genial, los amo a todos!! Jamás pensé que tendría tanta aceptación ya que lleva un ritmo tranquilo, pero mil gracias ¡¡¡Espero que sigan dándome sus comentarios y sus sugerencias!!!!

Por cierto todos se dieron cuenta de quien era � ¡Que bueno que lo hice con esa intención porque sino me hubiese defraudado de mi poca creatividad para el suspenso! :)

Misao-20: jaja si era él!!! Pero no te preocupes, ya Megumi le dio su merecido por todo. Es probable que Aoshi aparezca otra vez en el próximo capitulo : )

Hitokiri Himura 20: ¡¡Claro que lo van a tener!! ¿Quién soy yo para negárselos? Jaja pues si, Misanagi no sale mucho que digamos en los demás fics, aquí si saldrá un poco más a menudo.

Kaoru-Hino: ¡¡¡¡Gracias!!!! Espero que este capitulo te haya parecido lindo también.

Cristy-girl: jaja si él es malo. Habrá mucho de ellos pronto.

gaby (hyatt: jaja es verdad. Pobre Misao, y ahora ronca además :P

mikomi shinomori:jajaja Unirlos será lo mejor su historia :P jaja ¡¡Muchas gracias!!!

Shadirjaja sip :P

Megu-chan1: jajaja :P era obvio que lo ibas a notar… si… yo también quisiera encontrarme con alguien así cuando me pierdo por ahí suspiro

Roxy jaja si voy a dejar de estudiar y voy a escribir y claro en unos años me ganaré el dinero pidiendo en las esquinas, no gracias :P

Misao Shinomori-2: jaja gracias!!! Si Misao y Aoshi tendrán lo suyo en su momento. Oyasumi nasai significa buenas noches y gozaimashita es una expresión que se utiliza para exaltar. Por ejemplo Arigatou gozaimashita es Muchísimas gracias.

Yuki-ona: jaja pues gracias :P Si jaja los hermanos son una plaga y una plaga karmita en el caso de Misao.

Kaoru Himura Kido: ¡Gracias!! Si bueno, es difícil que si estas viendo la versión traducida al español del anime de Inuyasha vayas a escuchar la misma letra de la canción. El Midi es el mismo pero la letra no, en español la tradujeron como 'Lagrimas' … sin comentarios a esto :P

Mer Es verdad el lobo no sube mucho la voz :P él… pues de él sabremos pronto ¡¡Gracias amiga!!

Sumire-chan: jaja pues un flechazo de amor entre ellos no fue exactamente :P Si M/A estarán juntos!!

Y-Yukiko-Y: ¡¡Gracias por tu email!! Disculpa si te respondo por aquí es que últimamente Hotmail anda medio llorón y no había querido ponerme a pelear con él :P Si!!! Fue Sano si y una de las suyas se puso a armar como imaginaste pero le salió el tiro por la culata porque se encontró con Megumi que es el doble de todo de él :P . jaja y esa era la intención, hacer creer que Aoshi iba a aparecer así nomás pero ¡no! Aunque apareció luego jeje. Bueno en realidad no fue un encuentro muy romántico pero… se encontraron jaja. Oh si, lo de Saito será interesante… ¡¡Muchas gracias!! Y para nada me molestas tus mensajes siempre me encantan porque me ponen a pensar :P

kaoru himura: ¡¡gracias!! ¡¡gracias!! Pues es que si los hago más largos entonces creo que cansan mucho… bueno eso me han dicho :P

Narwen Weasley: Si yo se que va lento, pero es que si pongo las cosas más rápido dejan de tener el sentido que quiero que la historia tenga ¡¡Gracias por tu mensaje!!

Demi-san: jaja aún eso no lo sabemos…

naoko L-K: : ) Sip Sano al ataque. Kaoru es algo insegura por eso siempre esta tan nerviosa. ¡¡gracias!!

Rurouni andrea: si eso fue lo que pasó con la canción, una lastima en verdad. Jaja si era Sano pero falta mucho para que todos se amen y se adoren :P jaja gracias por decirme eso, me alegra poder acercarme al carácter de los personajes reales :D Oh si, y eso que no vieron a todo el mundo.

Daniel: hey!! Gracias!

Misao Potter: Gracias!!!

Marie Shinomori: jaja siii estas en lo correcto. ¡¡Gracias!!

Serenity Pues créelo porque así fue.

Bueno no se si actualice antes del próximo año (uyy suena súper lejos) pero por si no lo hago les deseo a todos unas fiestas hermosas ¡¡Que la pasen muy bien!!.

Kary

Ja ne