Ruta Musical
Por Kary
Capitulo VI
Cosas nuevas, cosas buenas
El Akabeko estaba completamente repleto de personas cuando Misao y Kaoru entraron ya llegada la noche. Habían tratado de llegar hasta Japan Mitsurugi Corporation NHK pero se habían distraído en una tienda de ropa y cuando salieron faltaban veinte minutos para que dieran los resultados.
Tae les hizo una señal con la mano y ellas se acercaron hasta la mesa en la que estaba sentada. La mujer adulta había llevado su televisor de treinta pulgadas y lo había colocado sobre la barra de pedidos para que todo el mundo pudiera ver y todo el mundo lo hacía; parecía ser un acontecimiento importante como el de algunas elecciones presidenciales pero no lo eran.
- Creí que no llegarían- dijo Tae alegremente. En realidad estaba tan contenta que irradiaba luz por todos lados. Tsubame simplemente sonreía nerviosamente desde otra mesa rodeada de algunas amigas.
- Es que nos desviamos- dijo Misao sentándose a su lado en la misma mesa con Kaoru en frente. La pantalla del televisor mostraba una reseña de lo que había sido día anterior, las cientos de personas que habían presentado la audición y habían hecho las colas, las opiniones de los artistas y otras cosas a las que Kaoru no le presto atención.
- Pues no puedo creer que hayas conocido a Kenshin Himura así- dijo Misao retomando el tema luego de que Kaoru le contara el 'bonito' encuentro que habían tenido la mañana en que conocieron a Tae.
Kaoru se encogió de hombros – No me imaginé que era alguien importante, ni siquiera se bien quién es –
- Eres un caso perdido- dijo Misao rodando los ojos y dándole un mordisco a una de las galletas de chocolate que estaba en un plato sobre la mesa – Kenshin Himura es el sobrino de Seijuro Hiko Himura el dueño de Japan Mitsurugi Corporation NHK, o por lo menos el accionista mayoritario – explicó Misao viendo la pantalla del televisor donde ahora había un comercial sobre jabones.
- Ha sido nombrado tres veces como el empresario más sexy del Japón por la revista FRUiTS y creo que estuvo o está casado con la actriz Tomoe Yukishiro- dijo Misao comiéndose el resto de la galleta y luego quitándose la bufanda, su voz ya estaba mucho mejor.
'¿Está casado?' se preguntó Kaoru dándose cuenta que no le gustaba el sabor de esas palabras en su boca… Entonces aquellas niñas si eran sus hijas…
- Tiene treinta y un años, estudió en la Universidad de Tokio y tiene dos postgrados en Harvard- explicó Misao agarrando otra galleta – Práctica kendo desde los seis años y formó parte del equipo nacional siendo uno de los más destacados y…-
- Ya, ya Misao- la interrumpió Kaoru - ¿Cómo sabes tanto de él?-
- Soy afiliada de FRUiTS desde hace algún tiempo- dijo Misao encogiéndose de hombros indiferentemente. Kaoru sonrió y pensó nuevamente que Misao era muy útil cuando de información sobre alguien o algo se trataba, no por nada su hermano le decía comadreja. Misao podía ser peor que la CIA, el FBI, la INTERPOL y el Kokuryukai/Genoyosha si se tratara de averiguar algo que le interesara en verdad.
Misao podría ser fácilmente parte de la policía secreta.
- Hum… parece que es una persona interesante- comentó Kaoru viendo distraídamente la pantalla una vez más.
- ¿Por qué lo dices?- preguntó Misao apartando de su boca la otra galleta que estaba a punto de comerse.
Kaoru dudó – Por nada –
Misao estrechó los ojos y la miró fijamente. Kaoru la miró también sin parpadear… Misao estaba investigándola, estaba buscando algo.
Una cabellera roja en la pantalla llamó la atención de Kaoru por un fragmento de segundo, y con eso Misao saltó victoriosamente.
- ¡¡Te gusta!!- gritó escandalosamente apuntándola como si hubiese cometido un gran delito.
- ¡¿Nani?!- preguntó Kaoru sintiéndose sorprendida, confundida y algo culpable ¿culpable? Bueno si… le gustaba Kenshin Himura ¡Kami ella tenía ojos y veían muy bien por cierto! Un rubor suave se extendió por sus pómulos.
- ¡¡Si te gusta!! ¡¡Lo sé Kaoru Hayase!- Misao comenzó a reírse locamente - ¡No puedes ocultarlo de mi!-
- Misao no es así-
- ¿Qué pasó?- preguntó Tae alegremente al alboroto de la ojiverde, después de todo la tenía al lado.
- A Kaoru le gusta Kenshin Himura – respondió Misao viendo con ojos suspicaces a su mejor amiga que comenzó a tartamudear algo.
- ¿En serio? ¡Sugoi!- respondió Tae alegremente mientras veía a Kaoru con una sonrisa – Él es un muchacho muy amable-
- No, no, no, no – dijo Kaoru firmemente negando con los brazos.
- Oh claro que si- dijo Misao rodando los ojos – A ti siempre te han gustado los viejos Kaoru-
- ¡Él no es un viejo!- gritó Kaoru más fuerte de lo que había pensado - ¡Y a mi no me gustan los viejos!-
Misao sonrió astutamente y luego hizo un gesto de memoria mientras sostenía con un dedo su barbilla – Pues yo recuerdo a cierta muchacha pelinegra con aparatos a la que le gustaba cierto sensei de treinta años cuando estábamos en quinto grado de primaria. Oh también recuerdo que a esa muchacha le gustaba también el sensei del dojo que le llevaba por lo menos tres siglos de edad ¿Quién sería? ¡Oh pero si eras tú Kaoru! –
Tae comenzó a reírse disimuladamente. Kaoru se llevó las manos a la cara sintiéndose caliente y apenada. Varias personas habían volteado a verlas.
Misao comenzó a contar otra cosa animada por las risas de Tae y Kaoru sintió que se hundía… Si, era verdad que le gustaban los hombres mayores que ella pero eso no significaba que le gustaba tanto ese pelirrojo ¡Lo había visto tres veces en su vida!
- ¡Basta Misao! – gritó Kaoru apresuradamente y roja hasta las orejas – ¡Deja de contar esas cosas o yo voy a contar que tú…! -
- ¡¡Miren!!- gritó alguien y todos los que estaban en el Akabeko voltearon a ver la pantalla del televisor.
Al estómago de Kaoru volvieron a llegar las miles de mariposas molestas que la invadían cuando estaba nerviosa. Con el simple hecho de mirar en la pantalla a la periodista anunciando que los jueces estaban a minutos de anunciar a los ganadores Kaoru se sintió vertiginosa.
Si no la nombraban… mejor no pensar en lo que iba a hacer todavía.
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El bullicio provocado por las cámaras, periodistas y fotógrafos tenía a Kenshin colgando de su último hilo de paciencia. No deberían molestarlo porque se suponía que él ya estaba acostumbrado a esto. Después de todo tenía años en este medio y tener que dar conferencias de prensa era normal para él como representante ejecutivo de Japan Mitsurugi Corporation NHKla empresa más importante como medio de Comunicación del país.
Pero aún así odiaba estar frente a las cámaras. Odiaba ser el centro de atención de todos los periodistas y sobretodo odiaba las preguntas molestas sobre su vida privada que nada tenían que ver con el tema que él estaba tratando.
Para eso eran buenas Megumi y Tomoe. No él.
Pero resultaba que ni Tomoe ni Megumi eran ejecutivas de la empresa y Makoto Shishio, recientemente uno de los accionistas importantes de la televisora, hoy había decidido que no podía estar en la rueda de prensa.
Kenshin suspiró una vez más acomodándose de nuevo el lazo de su corbata dorada que parecía querer asfixiarlo, su Armani negro impecable estaba en lugar y todos los demás miembros del jurado parecían tranquilos.
Tomó un sorbo del agua que tenía en la copa viendo el anillo de humedad que ésta había dejado en el mantel blanco cerca del micrófono.
¿A quien se le había ocurrido todo este circo de concurso? ¿Por qué no podía ser su tío el que diera las ruedas de prensa?
- Al aire en dos minutos- dijo la voz del encargado de prensa y todo el mundo se colocó en posición. La luz blanca del anfiteatro estaba empezando a causarle un dolor de cabeza al pelirrojo que suspiró cansadamente.
- ¿Todo bien Ken-san?- le preguntó Megumi que estaba sentada a su lado. Su cabello estaba amarrado en un bollo extraño a nivel de la nuca, no tenía mucho maquillaje y llevaba puesta una camisa blanca de seda y mangas largas con un modesto escote.
- Si, sólo que estas cosas me ponen un poco nervioso aún- dijo él sonriendo de forma forzada.
- Bueno, no te preocupes. La mejor voz de Tokio se encargará del resto- dijo sarcásticamente la mujer viendo de reojo a Misanagi que estaba a su lado hablando por celular, Kenshin sonrió un poco.
- Treinta segundos- dijo nuevamente la voz saliendo de ningún lugar y todos los periodistas se prepararon para realizar sus preguntas según sus turnos.
- Bien terminemos con esto rápido, tengo otras cosas que hacer- dijo mirando su reloj Kanryuu Takeda sentado al otro lado de Kenshin. Megumi rodó los ojos e hizo una mueca que no paso desapercibida para el pelirrojo.
Las luces se prendieron con más intensidad y las cámaras se prendieron todas al instante en que salieron al aire.
Kenshin sonrió lo mejor que pudo y comenzó a decir lo que había estado ensayando desde la mañana.
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- ¡¿Kami-sama por qué hablan tanto?!- preguntó Misao exaltadamente mientras se paraba sobre su asiento y medio saltaba. Algunos la mandaron a callar pero ella no les hizo caso.
- ¡¡Misao siéntate y cállate!!- gritó Kaoru cansada de escucharla y nerviosa hasta más no poder.
Misao le dirigió una mirada fría que luego se convirtió en una mueca traviesa - ¡Claro como ya viste lo que te interesaba no importa! ¿verdad?- y comenzó a reírse refiriéndose a la aparición de Kenshin hacía un momento por la pantalla.
- ¡¡Basta Misao!!- gritó Kaoru sonrojándose al comentario. - ¡Estas actuando como una niña!-
- Shhhhhhhhhh- dijeron varias personas y Misao se sentó nuevamente pero sin perder ni la alegría ni los nervios.
- Que humor- murmuró Misao viendo la televisión nuevamente y oyendo la voz de Misanagi Sanada hablar. Tenía puestos unos lentes y leía un papel que parecía tener cien mil palabras.
- Y como dijo Himura-san en un principio, existirán una cantidad pequeña de reglas que deberán ser acatadas por todos y cada uno de los participantes. Las reglas generales se les darán a los participantes y a todos los que quieran saberlas podrán encontrarlas en la página web que luego les daré – hizo una pausa y medio sonrió – Ahora, este concurso tendrá la duración completa de cincuenta y dos semanas a partir del próximo lunes. Cada participante tendrá que firmar un contrato con la empresa y únicamente podrá romperse si hay una situación trascendental que lo estipule.
Se llevará a cabo una eliminación de entre los diez participantes elegidos una vez al mes, está elección será hecha por el jurado luego de una presentación en vivo- ella se acomodó los lentes- También formará parte un j…-
- ¡¡Ya!! ¡¡Quiero saber si ganamos!!- gritó Misao histérica y Kaoru le metió una galleta en la boca para callarla. La muchacha comenzó a ahogarse.
- Finalmente el ganador será acreditado con la cantidad de diez mil dólares, la creación de un disco compuesto por doce canciones, una gira de un año por las principales ciudades de Japón. También se convertirá en la imagen de la marca Toyota por seis meses y por último será la voz de apertura para los próximos juegos Olímpicos Beijing 2008-
- Oh mi Dios…- murmuró Kaoru abriendo la boca como un pez. Eso era… mucho
- Antes de anunciar a los ganadores – dijo Kenshin formalmente – Queremos agradecerle a todas las personas que participaron en las audiciones de ayer, tanto a los participantes como a los técnicos, camarógrafos, a los ayudantes y especialmente a la policía y a los bomberos del distrito que fueron muy amables proporcionando su ayuda.
Ahora la Takani-san anunciará a los ganadores, estos serán llamados por nuestro personal para afinar detalles-
- Buenas noches- dijo Megumi sonriendo amablemente mientras sostenía un papel en sus manos – Todas las personas que participaron gozan de un gran talento pero como en todos lados siempre hay un ganador, en este caso diez y de los diez sólo ganará el mejor con el tiempo. Si alguno de los participantes no puede comenzar o decide no participar en el concurso entonces se evaluaran a los clasificados que no fueron elegidos para el concurso final.
Sin ningún orden en específico los participantes ganadores son:…-
- Ahora Kaoru- dijo Misao agarrando las dos manos de su mejor amiga con fuerza.
- Sakura Nishio- dijo la voz sensual y seria de Megumi ante el silencio de todos en todas partes – Okita Nobuyoshi. Shura Tabei. Hikaru Murasaki. Soujiro Seta. Tsubame Yume. –
Una erupción de aplausos, halagos, felicitaciones y gritos inundó el Akabeko cuando todos se apresuraron a abordar a la pobre de Tsubame que parecía estar en shock. Tae corrió a abrazarla.
Misao se apresuró hasta el televisor jalando a Kaoru ya que no podían oír nada con el griterío de todas las personas. Empujando a unas muchachas que también estaban allí tratando de escuchar, Misao y Kaoru prestaron suma atención.
- Osamu Nakamura. Enishi Yukishiro. – Megumi hizo una mueca y dijo algo relacionado a pasteles cuando uno de los periodistas hizo un chiste malo sobre gallinas. Kaoru sintió como si en su estómago algo muy pesado se estuviese formando. Solo dos personas, si eran ellas podría desmayarse y si no lo eran… también.
- Como iba diciendo, solo dos personas más están en nuestra lista. Misao Makimachi. Kaoru Hayase. Felicidades a los ganadores. Ahora podemos pasar a la ronda de preguntas- anunció Megumi Takani amable y profesionalmente. Una periodista comenzó a preguntar algo sobre Enishi Yukishiro pero Kaoru no oía. Sólo podía escuchar el ruido de su corazón palpitante en sus orejas mientras sentía lo rápido que latía.
Un único pensamiento se distinguió en el tumulto que era su mente. Le había ganado a su padre.
Sintió a Misao abrazarla y decirle muchas cosas a la vez, pero Kaoru no oyó porque de repente todo era silencioso y negro a su alrededor.
Oh si, ella sabía que se iba a desmayar.
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El teléfono celular había sonado temprano en la mañana despertando a Kaoru que tenía un terrible dolor de cabeza y unas ganas de no levantarse más nunca, sin embargo el recuerdo de lo que tenía que hacer hoy alumbró notablemente su humor.
Tae alegremente había realizado una fiesta en honor a ella, a Tsubame y a Misao por haber ganado ¡¡Tres ganadoras en un solo lugar!! La fiesta había terminado casi a las cuatro de la madrugada y ella la había pasado bien aunque prácticamente no conocía a nadie, Misao por otro lado ya conocía prácticamente a toda la ciudad.
Buscando entre las pocas cosas que tenía consigo agarró una camisa azul, su blue jeans y su cepillo de dientes. Caminó hacía la puerta en la semi-oscuridad del cuarto que compartía con Misao viendo que la muchacha aún permanecía profundamente dormida en su futon, salió calladamente y se encaminó hacia el baño escuchando los sonidos de Tae en la cocina.
El agua fría terminó por despertarla al ponerse en contacto con su piel pero no se sentía mal, todo lo contrario era un sentimiento fresco y aliviante.
En menos de dos horas irían al canal a recibir las principales instrucciones, según lo que le había informado uno de los productores al llamarla y Kaoru podía sentir los nervios nuevamente comiéndole las entrañas.
Ahora que habían ganado tenían que, tanto ella como Misao, arreglar los problemas que tenían, principalmente de vivienda y de economía. Después de todo no podían vivir por siempre en casa de Tae. Tendrían que buscar trabajo ya que dudaba con todas las fuerzas de su ser que su padre decidiera enviarle algo.
Recordó que anoche la habían llamado más personas que para su último cumpleaños.
El amor y el interés.
Kaoru suspiró peinándose el cabello pensando que incluso el último muchacho con el que había salido – y que había desaparecido misteriosamente – la había llamado para felicitarla y recordarle su número.
Oh si. Incluso Saki las había llamado exaltadamente para el malhumor de Misao.
Pero su padre no. No la había llamado y dudaba mucho que lo hiciera.
Al salir del baño se encontró con todas las demás integrantes de la casa desayunando y hablando alegremente sobre todos los planes para el día y Kaoru se sintió como pocas veces se sentía: contenta.
En verdad hoy estaba feliz.
Sip, se dijo Kaoru mordiendo la tostada que estaba en su plato, hoy sería un buen día.
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- Primero que nada quiero felicitarlos por haber llegado hasta aquí y espero que este proyecto pueda surgir sin ningún problema y que sea tan beneficioso para ustedes así como también claro, para nosotros- dijo altivamente Seijuro Hiko Himura desde su puesto en la punta de la larga mesa de caoba.
Era un hombre impresionante en todos los aspectos. Tenía un cuerpo musculoso, una cara fina, los ojos azules claros y el cabello azabache y largo, amarrado pulcramente en una cola baja. Su traje Armani negro le daba el especto de un hombre empresarial mucho más joven de lo que seguramente era, aunque nada le quitaba lo atractivo.
Kaoru miró tímidamente a su alrededor pensando en que debería haber llevado un suéter. El aire acondicionado estaba prendido y ella se estaba helando.
Estaban en la oficina de conferencias de presidencia, en el piso cincuenta y ocho de los sesenta pisos que conformaban la monstruosa instalación. Era un lugar bonito y elegante, grande y con ventanales que daban una hermosa vista a la ciudad.
Misao estaba sentada a su lado y no dejaba de morder la punta de su trenza nerviosamente ¿No se daba cuenta que eso le daba un mal aspecto?
De acuerdo. Ella también estaba nerviosa, y cuando estaba nerviosa todo solía molestarle. No debería porque ahora mismo estaba hablando sobre quizás el primer gran contrato que firmaría en su vida. Pero no podía evitarlo, sentía como si tuviese un animal extraño en el estómago y como si tuviera la garganta increíblemente seca aunque había recién tomado agua.
Quizás… sólo quizás había una mínima y diminuta probabilidad de que sus nervios también tuviesen relación con la presencia de cierto pelirrojo a pocos metros de ella.
Estaba sentado a un lado de su tío Hiko, vestido en una camisa negra de botones y mangas largas. Parecía tranquilo y feliz como siempre. ¿Acaso no tenía problemas? ¿Acaso su vida era tan perfecta que por eso tenía esa aura de tranquilidad a su alrededor? ¿O sólo eran ideas suyas?
Kenshin Himura se dio cuenta de su escrutinio y volteó sus ojos hasta ella. Oh si, tenía los ojos más lindos que ella había visto. Eran de un color malva suave y brillaban centellantemente; Kaoru estaba segura que si pudiera verlos de cerca podría distinguir el tono ámbar que se mezclaba con el color natural de sus lirios.
De repente las palabras de Misao la golpearon violentamente y ella apartó la mirada culpable y turbadamente hasta sus manos que estaban debajo de la mesa.
Oh Dios… ¡¿Por qué Misao siempre le metía cosas así en la cabeza?! ¡¿Cómo hacía siempre esto?!
Sintió el calor subirle al rostro '¡¡No te sonrojes aquí Kaoru! ¡¡Baka!!!'
- ¿Se siente bien Hayase-san?- preguntó una voz varonil bastante interesada.
Todos voltearon a verla, incluso Seijuro Hiko dejo de hablar.
'¡¡Diablos!!'
- Hum… si… estoy bien- sonrió nerviosamente ante la mirada de todos allí ¡Gran presentación Kaoru! – Creo que sólo tengo algo de calor – dijo abanicándose con una mano y riéndose tontamente.
Misao la miró preguntándole con los ojos claramente si estaba loca. Kaoru la ignoró.
- No se preocupe Yukishiro-san- dijo Kaoru suavemente en un tono de disculpa. Al instante Seijuro Hiko retomó su discurso y la pelinegra respiró para calmarse.
Enishi Yukishiro era uno de los participantes ganadores y era… ¡wow! Era un espectáculo de hombre. Era alto y delgado pero tenía un cuerpo muy bien definido. Su cabello era blanco, pero no del tipo canoso no, más bien era de un plateado brillante y lo llevaba corto y alborotado. Tenía un rostro… bonito y unos ojos ligeramente turquesas que se veían impactantes, no solo por el color sino porque reflejaban además de mucha astucia, una gran autoestima y tal vez algo de prepotencia que era más de la normal. Llevaba puesto un blue jeans y una camisa blanca de mangas cortas con las palabras en ingles "Red and Blue" pintadas en rojo y azul en el pecho. Además llevaba un arete pequeño pero brillante en su oreja izquierda.
Enishi la notó y le guió un ojo.
'¡¡Kami-sama!!'
Otra vez sintió que se estaba sonrojando con fuerza. Estaba actuando como una tonta quinceañera, se suponía que ella ya había pasado esa etapa hacía bastante tiempo. Ya era una adulta y en menos de una semana lo sería legalmente.
Agarró el vaso de agua que tenia en frente y se lo llevó a los labios sintiendo el frío líquido en su boca.
Mientras oía ahora hablar a Makoto Shishio decir algo sobre el tiempo de duración del concurso, observó al resto de las personas que estaban sentadas alrededor de la mesa.
Kanryu Takeda quien además de juez era uno de los productores del concurso, estaba sentado a un lado del pelirrojo.
La mujer que había estado también en las audiciones coordinando todo estaba su lado, y si Kaoru recordaba bien, su nombre era Magdalia Amakusa. Ella llevaba un suéter de lino blanco y su cabello castaño estaba amarrado en una cola alta.
Makoto Shishio estaba sentado al otro lado de Hiko, y si ella había entendido bien él era un nuevo accionista importante de la empresa y por eso había decidido participar en todo lo relacionado al concurso. Tal vez no tenía nada mejor que hacer.
Los demás que estaban allí eran todos participantes, y Kaoru pensó que ninguno era igual al otro.
- Sanada-san ha llegado- Anunció la voz monótona de la secretaría en el intercomunicador.
- Ya era hora- murmuró Kanryuu Takeda cuando la mujer entró expeditamente en la oficina, con su cabello alborotado rebotando suavemente sobre sus hombros.
- Buenos días. Lamento la tardanza- dijo sentándose rápidamente a un lado de Magdalia y ubicando a las personas que estaban reunidas allí. Llevaba una blusa negra de cuello en V y sin mangas y un pantalón blanco. - ¿Y Takani-san?- preguntó al no ver a la mujer.
- Takani-san llamó temprano para avisar que no vendría – informó profesionalmente Magdalia viendo en su carpeta y anotando algo a la ve – Tenía algo importante que hacer-
- Oh bueno-
- Como iba diciendo, el contrato contiene cuatrocientos cincuenta artículos que deberán leer y analizar antes de firmar. Es un contrato irrompible a menos que las causas estén descritas en el documento: Enfermedades terminales o graves y muerte son algunas de ellas. Ahora Amakusa-san les entregara una copia a cada uno – dijo Hiko cuando Magdalia les dio una carpeta blanca bastante gruesa a casa uno de ellos – Mientras pasemos a revisar las condiciones de expulsión, pueden verlas desde las páginas ciento treinta hasta la doscientos ochenta y nueve-
Kaoru suspiró viendo el gigantesco número de palabras. Sería una tarde muy larga.
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Megumi observó apáticamente como un policía joven llevó a un detenido que gritaba cosas incomprensibles.
Ella no debía estar allí, ella tenía mejores y más importantes cosas que hacer con su tiempo que estar en una estación policial.
Pero allí estaba.
- Takani-san ¿quiere tomar algo? Puedo ofrecerle un excelente jugo de ciruela, o donas de chocolate si tiene hambre-
- Arigatou pero no tengo mucho tiempo. Sólo quiero terminar de arreglar este problema para ocuparme de mis otros asuntos- le dijo amable pero formalmente Megumi al oficial encargado de la estación desde su silla frente al desordenado escritorio.
- Oh si, si claro – dijo el hombre que era muy peludo y bastante hiperactivo – La Corporación Japan Mitsurugi Corporation NHK envió a sus abogados ayer y estos retiraron los cargos contra el ciudadano Sanosuke Sagara. Su abogado también vino temprano hoy para arreglar sus papeles con respecto a este caso, si está segura que quiere retirar sus cargos tiene que firmar aquí, aquí, aquí, aquí, allí también, y aquí, y finalmente aquí- le indicó el hombre y Megumi firmó delicadamente cada papel que le había indicado. Su firma era larga y poco entendible.
- Todo listo- dijo el policía cuando ella firmo hasta el último papel- El ciudadano Sanosuke Sagara quedó libre de los cargos que tenía y ahora…-
- Oficial…- preguntó Megumi ondeando suavemente su cabello y sonriendo con dulzura fingida, pero bien fingida. Después de todo ella era también actriz, y una muy buena de hecho - ¿Habrá algún problema con que yo vea al muchacho antes de que le den la noticia?-
El oficial se extraño a la pregunta, pero cuando la vio su cerebro se convirtió en una masa incoherente. Ella era Megumi Takani así que él no podía negarle nada, mucho menos si era algo tan tonto como lo que le estaba pidiendo – Claro que no hay problemas – dijo sonriendo idiotamente.
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Sanosuke había tenido un mal día. Sus últimos tres días habían sido malditamente terribles. Pero hoy una gota más había derramado su vaso de poca paciencia.
Su hermana le había traído una manzana el día anterior. No que fuera un gran regalo, pero comparándola a las cosas sin nombre y sin nada que le daban para comer allí, era como si fuese la fruta divina caída del cielo y él se la comería esa mañana.
Y como algo divino, todos la querían.
Se formó una enorme trifulca en su celda por culpa de la manzana. Lo bueno fue que pudo desahogarse repartiendo golpes a todo el que se le parara en frente. ¿Lo malo? La manzana quedó aplastada en el piso totalmente incomible, y él terminó con un ojo morado y el labio roto.
No le dolía. Después de todo él había soportado mucho más en sus años de 'juventud', pero se veía terriblemente feo. Le habían permitido lavarse el labio que ahora estaba rojo e hinchado y su ojo derecho tenía que mantenerlo semi-cerrado, éste también estaba hinchado y púrpura con manchas rojas.
Todo empeoró cuando se encontró sentado frente a la causa de todos sus males, con únicamente el vidrio de diez centímetros de seguridad como separación.
Si el vidrio no hubiese estado, él la habría ahorcado.
Ella pareció asustarse al verlo, pero sólo sus ojos lo mostraron, el resto de su cuerpo permanecía quieto y completamente tranquilo al igual que su rostro. Tenía una camisa negra que dejaba al descubierto sus hombros y su delicado cuello pero que ocultaba de la vista sus brazos largos y femeninos, su cabello lo llevaba suelto pero impecablemente liso y perfecto. Sano estaba seguro que nunca se enredaba… aunque al él le gustaría enredárselo… si, él conocía una muy buena forma de lograrlo…
¡No, no, no, no! Se dijo Sano viéndola fijamente. Todo esto era su culpa así que él la odiaría y no tendría pensamientos… distintos al de su muerte.
Ella tenía el teléfono de comunicación en su oreja pero no dijo nada. Él tampoco dijo nada.
Simplemente se miraron.
Era una competencia y ninguno de los dos la perdería. Ambos entendieron que eran demasiado tercos para eso.
Pero lamentable la paciencia no era uno de las más grandes cualidades de Sanosuke Sagara.
- ¿Qué quieres zorra?- preguntó fríamente Sanosuke sin moverse un solo milímetro.
La ceja de Megumi tembló ligeramente. Tal vez no había sido buena idea levantar los cargos. – Estoy esperando que te disculpes, a menos que quieras pasar una temporada más aquí. Veo que te tratan bien- dijo ella sonriendo sarcásticamente.
Sano gruño.
- Mira. Hagamos esto fácil. Tú te disculpas por lo que me dijiste y yo retiro los cargos contra ti. Simple, sin ningún problema creo yo- dijo Megumi prácticamente.
- No- respondió Sanosuke encogiéndose de hombros indiferentemente.
Ella quiso gritar. Ya había firmado todo para que él saliera y ahora él no se iba a disculpar… Mala táctica Megumi.
- Escucha idiota. No hago esto por ti. No me interesas, no me importas y él que tú estés aquí me afecta tanto como que llueva en el polo norte. Única y exclusivamente hago esto por las dos jovencitas que estuvieron todo el día de ayer recorriendo Tokio para encontrarme, y que prácticamente me rogaron que retirara los cargos porque el imbécil de su hermano mayor tenía una mala tendencia de decir las peores cosas en el peor momento. Así que por ellas te voy a dar exactamente un minuto más de mi tiempo para disculparte conmigo- dijo Megumi apretando su sostenimiento en el teléfono.
Sano tragó pesadamente, no le importaba todo lo que habían tenido que pasar Misao y Kaoru para encontrar a esta mujer… pero definitivamente a ella les importaría si él dejaba pasar la oportunidad de salir. Y por todos los demonios que esas niñas asustaban cuando se enfadaban, además él ya tenía ganas de comer algo decente y de dormir con una almohada cómoda.
- Lsietomchonfeitcion- dijo Sanosuke apretando con fuerza los dientes. Esto había sido más duro de lo que pensó. Pero él lo había dicho así que satisfecho le sonrió a la mujer. Ella lo miró como si mirara una pared blanca.
- Creo que me merezco más que un murmullo sin coherencia – dijo ella sin cambiar su expresión. Sanosuke apretó más los dientes pero eso sólo logró distorsionar más las palabras – Tienes treinta segundos – dijo ella viendo su reloj dorado con tranquilidad.
- ¡Ya maldita sea!- gritó molesto - ¡Lo siento mucho! ¡No debí insultarte pero estaba molesto! ¡Y no pienso que seas para nada una mujer frígida! ¡Estúpida si, terca si, increíblemente molesta e irritante si! ¡¡Pero no frígida!!-
Megumi parpadeó… era más de lo que había esperado. Uno de los guardias que estaba detrás de Sanosuke le dirigió una mirada perspicaz. Sip, era definitivamente más de lo que ella había esperado.
Tosió y se aclaró la garganta suavemente tratando de apartar la turbación que sintió de repente inundándole en el pecho. De un golpe se paró aún con el auricular en la oreja.
- Bueno vamos- dijo ella arbitrariamente.
- ¿A dónde?- preguntó Sanosuke confundido e intrigado, pero ella ya había colgado y se estaba alejando ondeando seductoramente sus caderas.
Nota de la autora:
¡Espero que todos hayan pasados unas bonitas fiestas! Y me di cuanta que mientras uno más crece menos regalos recibe � . No es la gran noticia pero ¿tienen que hacerlo todos tan obvio que es porque uno no tiene diez años otra vez?
Este capitulo tiene casi dos semanas en mi computador, siento de verdad no haber tenido tiempo para terminar de arreglarlo y publicarlo asta ahora, perooo la universidad comenzó y vuelvo a ser una patética sirviente del tiempo. Uff.
Y antes que quieran matarme, el siguiente capitulo habla sobre Kenshin-Tomoe y su relación. Sobre los demás participantes. Sobre Megumi. Sobre Misao y Kaoru.
Megu-chan1: jeje si, lo sé, lo que sucede es que quiero mantener la evaluación en donde está porque no sé si subirá dentro de algunos capítulos. Todavía estoy pensándolo.
Hitokiri Himura 20: Sip ahora que ellos están bajo un mismo techo, las cosas fluirán como la seda : )
Shadirjajaja pues no lo dudo, Misao puede llegar a ser muy constante. Gracias!!!
gaby (hyatt: jaja Pues molesta sigue. Pero Misao-chan tiene un buen corazón y no es tonta ;)
Cristy-girl: Gracias!
Angel Nemesis: gracias!! Y ahora es que va a meterse en problemas, estamos hablando de Sano, é no es feliz sino tiene algo molestándolo. Y veremos a Katsu pronto.
Kaoru Himura Kido: jaja sip, pero el haber ganado mejora las cosas notablemente ¿no?
Mer jaja sip pasarón la prueba y ya están dentro. Y sobre Saito pues creo que tardaremos un poco en verlo, pero cuando lo veamos será muy interesante. Un beso y gracias!!
kaoru himura: Lamento la tardanza, peroo mejor tarde que nunca. Gracias por tu mensaje!!
mikomi shinomori:jajaja bueno en el próximo capitulo sabremos más sobre Megumi. Gracias por tu apoyo!!
Kaoru-Hino: jeje prometo que los veremos más juntos pronto. Pero recordemos… lo bueno se hace esperar :P besos y gracias!!
Y-Yukiko-Y: jaja yo también se la habría pagado, pero Megumi es una buena chica y al final lo soltó, pero por poco y le toca volver a demandarlo :P jeje pues Takeda… ya veremos pero Megumi le tiene repulsión por el solo hecho de existir. Jaja gracias, pues en mi casa ya creen que estoy loca así que no hay problema. Besitos y espero que te haya gustado el capitulo!
elann-chan: Que puedo decir… Roma no se hizo en un día y terminó siendo un gran imperio ;) ¡¡Gracias por tu mensaje!
Onashiru¡¡Gracias y espero que te guste este capitulo!
Sumire-chan: Nop Aoshi no canta. No es cantante, no es juez, no es productor ¿Qué hacía allí entonces? Pues lo sabremos pronto. Y dudo que Aoshi esté al principio detrás de ella, no lo veo así por más que me de mil topes contra la pared. ¡¡Gracias por todo!!
Dark-Anna-Sujimotto: jaja ya volvieron a tener el cabello normal :P ¡¡¡Espero que lo hayas pasado bien y gracias!!!
Narwen Weasley: ¡¡Gracias!! Espero que te guste este capitulo también!
Ania Gracias!! Me alegro que ahora si te guste la historia :P
Kimmy Angy: Bueno gracias por leerla!
Giuliana Perdón por tardarme pero aquí esta!!
GranMama Podríamos esperar a que cruzaran más de tres palabras antes de pensar en eso ¿no?
Gracias a todos y espero sus mensajes!!!!! Besitos!
Kary
Ja ne