Ruta Musical

Por Kary

Capitulo VII

De tratos y reencuentros


- Escucha idiota. No hago esto por ti. No me interesas, no me importas y él que tú estés aquí me afecta tanto como que llueva en el polo norte. Única y exclusivamente hago esto por las dos jovencitas que estuvieron todo el día de ayer recorriendo Tokio para encontrarme, y que prácticamente me rogaron que retirara los cargos porque el imbécil de su hermano mayor tenía una mala tendencia de decir las peores cosas en el peor momento. Así que por ellas te voy a dar exactamente un minuto más de mi tiempo para disculparte conmigo- dijo Megumi apretando su sostenimiento en el teléfono.

Sano tragó pesadamente, no le importaba todo lo que habían tenido que pasar Misao y Kaoru para encontrar a esta mujer… pero definitivamente a ellas les importaría si él dejaba pasar la oportunidad de salir. Y por todos los demonios que esas niñas asustaban cuando se enfadaban, además él ya tenía ganas de comer algo decente y de dormir con una almohada cómoda.

Lsietomchonfeitcion- dijo Sanosuke apretando con fuerza los dientes. Esto había sido más duro de lo que pensó. Pero él lo había dicho así que satisfecho le sonrió a la mujer. Ella lo miró como si mirara una pared blanca.

Creo que me merezco más que un murmullo sin coherencia – dijo ella sin cambiar su expresión. Sanosuke apretó más los dientes pero eso sólo logró distorsionar más las palabras – Tienes treinta segundos – dijo ella viendo su reloj dorado con tranquilidad.

¡Ya maldita sea!- gritó molesto - ¡Lo siento mucho¡No debí insultarte pero estaba molesto¡Y no pienso que seas para nada una mujer frígida¡Estúpida si, terca si, increíblemente molesta e irritante si¡¡Pero no frígida!-

Megumi parpadeó… era más de lo que había esperado. Uno de los guardias que estaba detrás de Sanosuke le dirigió una mirada perspicaz. Sip, era definitivamente más de lo que ella había esperado.

Tosió y se aclaró la garganta suavemente tratando de apartar la turbación que sintió de repente inundándole en el pecho. De un golpe se paró aún con el auricular en la oreja.

Bueno vamos- dijo ella arbitrariamente.

¿A dónde?- preguntó Sanosuke confundido e intrigado, pero ella ya había colgado y se estaba alejando ondeando seductoramente sus caderas.


Esto era raro.

¡Ahh!-

Así… despacio…si, si…-

Demasiado raro para ser cierto. Si alguien le hubiese dicho que estaría en esta situación con ella, él le habría gritado que estaba extremadamente loco o ebrio. Pero era real.

¡Ahh!-

Ya… deja de moverte tan bruscamente que no puedo ver bien-

¿Por qué demonios tienes que verlo fijamente¡No es tan feo!-

Si tú lo dices, pero creo que no lo has observado detalladamente. Tiene un color horrible -

¡Tienes cien años viéndolo¡Debes haber visto peores en tu vida¿Puedes terminar de una buena vez? Estoy cansado ya -

No me apresures idiota -

La puerta se abrió sin previo aviso y una mujer de mediana edad y cabello rojizo entró apresuradamente sobresaltándolo. La mujer que estaba a su lado, ni siquiera parpadeó.

Doctora aquí está su agenda completa, inclusive le agregué la llamada que tiene que hacerle a su madre. Es la quinta vez que llama en la semana y no la encuentra- dijo la mujer viendo de reojo al muchacho de mal aspecto que estaba sentado de mala gana en la camilla de revisión.

Arigatou Hara-san. Dile por favor a Kunomichi-san que en cinco minutos estoy con él- dijo Megumi Takani quitándose los guantes de látex de las manos y echándolos al cesto de basura cuando terminó de limpiarle la herida del labio a cierto hombre que había metido a la cárcel. Irónico tal vez.

La secretaria admiró un poco al muchacho descaradamente y salió del consultorio. Sanosuke Sagara murmuró algo sobre viejas verdes y Megumi sonrió ácidamente. Ella se había puesto su bata blanca médica, había colgado su estetoscopio de uno de sus bolsillos y se había recogido el cabello en un bollo despeinado que en ella se veía impecable y hermoso.

El porque él no había sabido que ella era doctora seguía siendo un misterio para el mismo Sanosuke. No es que él supiera mucho de su vida… no, para nada… él sólo había leído una que otra revista con un reportaje sobre ella pero nunca había sabido nada de su educación en medicina.

Si como actriz era sexy, como doctora era la mujer más sensual y profesional del mundo.

Sanosuke siempre se había imaginado que ella era otra de las actrices tontas que lloraban si una uña se les partía y que pasaban tres mil quinientas horas pensando para poder formar una frase inteligente, que era de las sonrisas mil y amor de verdad hacía todos. Pero no. Era absolutamente todo lo contrario.

Ella era una de las mujeres más inteligentes que Sano había conocido si, (y doblaba su puntaje al ser doctora) pero era extremadamente amargada, ácida y para su dolor de trasero, tenía la virtud de darse cuenta de todo y de tener un comentario sabor a limón al instante.

Y era más tirana y déspota que el mismo demonio. Prácticamente lo había llevado a rastras hasta su clínica.

'Loca. Por eso es que está solterona' pensó Sanosuke sonriendo abiertamente.

Ella lo miró.

¿De que te ríes?- le preguntó alzando una ceja desconfiada. Este hombre era peor que un niño. Y si tenía su misma edad entonces tenía un muy serio problema sobre sus hombros. Tal vez ella podría recomendarle a un buen psiquiatra que lo ayudara con sus traumas infantiles, adolescentes y actuales.

Nada que te importe- dijo encogiéndose de hombros. Ella estrecho sus ojos, cruzó sus brazos sobre su pecho y le habló en una voz muy tranquila para el gusto de Sanosuke.

Entonces puedes irte, espero no volver a verte. Y no te metas en más problemas cabeza de pollo- dijo ella sonriendo sarcásticamente.

Sanosuke se encogió de hombros despreocupadamente, se levantó de la camilla y caminó hasta la puerta abriéndola – Lo mismo te digo – dijo él y en el último momento se volteó y sonrió afectadamente – zorra-

Al instante en que cerró la puerta algo muy pesado chocó contra ella. Bueno… era su puerta, ella decidía si la destrozaba tirándole cosas. Guardando sus manos en los bolsillos de su blue jeans, Sanosuke Sagara abandonó la clínica bajo la mirada maliciosa de la secretaria de la sexy doctora, deseando no pisar nunca más ese lugar.

Sanosuke en realidad era muy iluso si pensaba que eso sería verdad.

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Este apartamento tiene dos habitaciones, cada una con su baño. La cocina es pequeña y está anexa al comedor, la sala es pequeña. Cuenta con un sofá, televisor, aire acondicionado, calefacción, no hay camas en los dormitorios pero hay un futon en cada uno de ellas. Aquí hay un inventario de todo lo que posee el apartamento -

¡Este es lindo Kaoru! Pero no tiene Dvd y el apartamento anterior si, y también tiene camas – dijo Misao críticamente mirando los espacios semi-vacíos del apartamento.

Aquí hay dos baños – dijo firmemente Kaoru y aunque recibió la mirada de ojos de cachorro por parte de su amiga no cambió de opinión – Aquí hay dos baños Misao – Ella podía compartir lo que fuera con Misao, su riñón, su cepillo de dientes y hasta la ropa interior. Pero un baño no. Ni por todo el dinero del mundo compartiría un baño con Misao, sólo lo haría si quisiera volverse loca.

¿Están seguras que quieren compartirlo? Aún quedan tres apartamentos más en el edificio- explicó Magdalia Amakusa viendo algunas cosas en la carpeta que siempre llevaba consigo.

No, éste está bien. Muchas gracias Amakusa-san- respondió Kaoru y Misao hizo eco de sus palabras. La castaña sonrió alegremente.

Como no todos los participantes eran provenientes de Tokio, el canal se hacía responsable de proveerles un techo por el tiempo en que estuviesen participando en el programa.

Era un edificio alto y de ventanas pequeñas que quedaba a media calle de Japan Mitsurugi Corporation y que pertenecía a ellos. Obviamente no tenían que pagar alquiler pero si tenían que hacerse cargo de los demás gastos. Estos incluyendo cuentas de luz, agua, teléfono y por su puesto la comida y los demás gastos.

Tanto Kaoru como Misao tendrían que conseguir trabajo.

Bien, tienen que firmar unos papeles de rutina, incluyendo el inventario de todo lo que hay aquí. Todo tiene que estar cuando se vayan, si se les rompe o se daña algo tienen que informarlo con tiempo – explicó Magdalia sentándose grácilmente en la mesa de madera de la cocina-comedor. Tenía un vestido verde agua que caía como líquido por su cuerpo y se ajustaba en sus caderas, un collar negro y extraño se amoldaba en su cuello y su cabello lo llevaba semi-amarrado – Bien aquí están las llaves, saquéenles las copias que necesiten y nos las pierdan por Dios – dijo arreglando los papales ya firmados – Cuando firmen el contrato del concurso pueden trasladarse aquí -

Si, ahora es el momento de buscar al idiota cabeza de pollo- dijo Misao caminando hacia la salida. Llevaba una blusa roja y de rayas horizontales negras que Tsubame le había prestado y su blue jeans – Él tiene que firmar como mi representante -

Oh bueno, todavía tienen una semana para hacerlo- dijo despreocupadamente Magdalia.

Kaoru por su parte tendría que esperar hasta el último día del plazo que sería el mismo día de su cumpleaños. Ya sería mayor de edad y podría firmar por si misma sin necesidad de rogarle nada a su padre. Padre que aún no había dado señales de vida.

Bajaron en el ascensor en silencio, todavía sintiendo como si estuviera en un sueño extraño y loco. La reunión había sido interminable y ya estaba cayendo la tarde.

Como ninguno de ellos era un cantante profesional y aún no tenían el nivel necesario para ser grandes artistas recibirían clases de todo tipo todo el tiempo y a través de todo el concurso. Clases de canto, de etiqueta, de dicción, de idiomas, de oratoria y otras miles que a Kaoru le nadaban en la cabeza. Que ya le dolía por cierto.

El living del edificio era bonito, con espejos y plantas verdes por todas partes. El lugar incluso tenía un jardín trasero con una fuente bonita que escupía agua, y las puertas eran de un vidrio cristalino.

Esto es genial. Deberíamos ir a comer tengo hambre- dijo Misao alegremente cuando las tres salieron a la calle. Cierto muchacho que compartía la misma sangre con ella pasó caminando en la acera de enfrente – ¡Sanosuke!- gritó pero su hermano no la oyó y siguió con su camino. Ella agarró una piedra pequeña que estaba en una maceta cerca de la entrada y se la tiró con una precisión increíble.

Un gemido doloroso llegó como un eco hasta ellas y en un abrir y cerrar de ojos Sanosuke estaba frente a ellas, con una cara no muy hermosa en realidad.

A… Aniki…- murmuró Misao asustada al verlo de cerca, pero luego de unos momentos comenzó a reírse con fuerza.

¿Por qué no nos avisaste que estabas libre¿Qué te paso? - le preguntó Kaoru al verlo, parecía un niño golpeado y curado por una madre experta en esos asuntos, Kaoru incluso podía ver el beso imaginario en su mejilla.

Larga historia- murmuró Sano de mala gana metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón. Sus ojos se establecieron en la mujer adulta que estaba al lado de sus hermanas.

Sanosuke podría jurar que oyó campanas en ese momento. La mujer que allí estaba era… era como un ángel, un ángel que hablaba por celular y que no dejaba de mirar el reloj. Cuando habló su voz era suave y delicada como cada uno de sus movimientos.

Tengo que irme- dijo amablemente Magdalia – Espero verlas mañana- con un movimiento elegante de cabeza se despidió de todos. Agitó la mano, un taxi se detuvo al instante y ella desapareció rápidamente.

La cara de estúpido de Sanosuke no era normal y Misao sabía como aprovecharse de eso.

Oniisan – dijo Misao con una voz muy dulce – Necesito un favor tuyo-

Hai, hai- respondió Sano sin prestarle atención. Estaba demasiado absorto en el recuerdo de las largas piernas de la mujer que había pasado a su lado para tomar el taxi.

Bueno mañana tienes que venir conmigo al canal para firmar unas cosas sin importancia – dijo Misao tratando de parecer desinteresada, como si le estuviese hablando de la nueva marca de arroz en el mercado.

No- respondió Sano aún en otro universo.

¿Cómo que no!- gritó la ojiverde jalándolo por el cuello de la camisa.

¡Que no¡¿Estas sorda o que¡¡No voy a firmar un demonio!- le gritó Sano a su vez saliendo de su estupor.

¡Claro que vas a firmar gigante estúpido¡Por mi es que estas libre¡Y si no firmas lo que vas a firmar voy a decir que me golpeaste y que me maltratas¡¡VAS A FIRMAR!- gritó Misao con toda la fuerza de sus pulmones. Kaoru suspiró y Sanosuke levantó una ceja.

Los focos de las calles se prendieron con un chasquido poco audible.

¿Cómo se llama?- preguntó Sanosuke de repente.

¿Cómo se llama quien?- Misao preguntó con ojos confundidos mientras se desinflaba. No había estado esperando la pregunta.

¡Ella¡La mujer que estaba aquí¡¿Quién más!- gritó Sano molesto.

Uhmm…- murmuró Misao soltándolo y volteándose a ver a Kaoru que sólo se encogió de hombros– Magdalia Amakusa, es asistente de producción del concurso- sus ojos se entrecerraron agudamente - ¿Por qué quieres saberlo?-

Sanosuke no contestó y ambas muchachas podían ver los engranajes de su cerebro moverse lentamente en lo que sería lo próximo que iba a decir.

Y esperaron… esperaron… esperaron…

Firmo lo que quieras con una condición- dijo Sanosuke viendo a los ojos verdes de su hermana menor con decisión. Misao lo escuchó atenta – Tienes que conseguirme una cita con Magdalia para… el viernes, si acepta ese mismo día firmo lo que quieras. ¿Trato? – Sano extendió su palma enorme frente a su hermana.

¿El viernes? Kaoru hizo una mueca burlona y rodó los ojos… era algo estúpido, Misao no conseguiría convencer a Magdalia de salir con su hermano y eso ella lo sabía, no era tan tonta.

¡Trato!- gritó Misao contenta chocando su mano.

O tal vez si lo era.

Bien, es un acuerdo comadreja. No me falles – le dijo Sano revolviendo el cabello de la muchacha como si fuese un niño pequeño. Misao comenzó a gritar histérica.

Kaoru rodó los ojos a sus bufonadas... jamás cambiarían.

La canción de U2 'Vértigo' comenzó a oírse en el ambiente y Kaoru buscó con rapidez su celular de los confines de la cartera. No conocía el número.

Moshi, moshi – contestó rápidamente. Tal vez era su padre...

¡Kaoru-chan!>>-

¿Baa-san?- preguntó Kaoru con una mezcla de sorpresa y duda. No había esperado que fuese ella.

Pero si, Kankai Hayase estaba al teléfono.

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¡Mata ashita Himura-san!-

Mata ashita -

Mata ne -

Mata ashita – respondió Kenshin a los empleados que pasaban frente a la puerta de su oficina rumbo a casa. Casas con comidas calientes, gratas conversaciones y quizás hasta uno que otro niño correteando de un lado a otro.

Él por su lado tenía una casa silenciosa y solitaria, y llegaría a comer alguna comida enlatada para acostarse a dormir en una cama que era demasiado grande y fría para él.

Patético... si y bastante, tal vez era el cansancio lo que ponía todo peor.

Ya ordené todos los pagos de este mes, tiene que firmar los cheques antes del viernes. Organicé su horario de mañana, tiene una reunión con los representantes de Ideki C.A a las nueve y un almuerzo con la presidenta de Taiyo Ken C.A a la una. ¿Carne o pollo?- preguntó una mujer de mediana edad. Había sido su secretaría desde el día que había comenzado a trabajar allí... ya ni se acordaba desde hace cuanto. Tenía el cabello muy corto y de un castaño oscuro, su piel era tan blanca que sus ojos negros se veían más negros de lo normal. Un rastro de pecas se extendía por el puente de su nariz pequeña.

Carne. Gracias Ureshii-san. ¿Mañana es el cumpleaños de Otoshi ne? – Preguntó amablemente Kenshin mientras cerraba su sesión de Windows.

Oh si, ya son seis años. Aún recuerdo como me costaba caminar hasta el archivador. El anciano que estaba en sistemas solía llamarme Kame Kyodai – dijo frunciendo el ceño a la memoria. Kenshin sonrió recordando el embarazo de su asistente y como todos evitaban hablarle cuando los chocolates de las máquinas se terminaban.

Es difícil de olvidar- le dijo Kenshin desatando el nudo de su corbata roja.

Si bueno...- suspiró la mujer – Si no se le ofrece nada más nos vemos mañana- dijo inclinándose levemente. El teléfono comenzó a sonar.

Yo atiendo, Mata ashita Ureshii-san- dijo Kenshin cuando la mujer iba a correr hasta su teléfono. Inclinándose y despidiéndose nuevamente, la secretaria salió de la oficina cerrando la puerta.

Kenshin contestó el teléfono y antes de hablar una voz gritó con fuerza por el auricular.

¡Comunícame con Kenshin ya!>>-

Kenshin frunció el ceño levemente al reconocer a la otra persona.

Soy yo ¿ocurrió algo malo Tomoe?-

Oh Kenshin eres tú>>- el tono de su voz bajó considerablemente - Sólo te llamaba para saber de ti ¿Por qué siempre piensas que pasa algo malo?>>-

Porque tú llamas gritando por mí ¿Será?- preguntó Kenshin en un tono burlón.

Como sea...>>- dijo Tomoe y él pudo visualizarla perfectamente - ¿Que haces allí todavía?>>

Ya iba saliendo en realidad ¿Por qué¿Olvidé algo?-

Tomoe rió entre diente - Iie. Pero necesito un favor tuyo. La próxima semana tengo que viajar a Madrid y no puedo llevar a Miya ¿Puedes cuidarla por mí?>>-

Silencio.

Por favor Kenshin, a Miya le caes bien, ustedes siempre se llevaron bien>>-

Si llevarse bien significaba que la mitad de sus bienes terminaban siempre destruidos, Kenshin no quería imaginares lo que significaba llevarse mal.

Onegai... ¿Ken?>>-

¿Cómo podía decirle Kenshin que no? Jamás había podido. – Está bien Tomoe, avísame cuando tenga que buscarla-

Gracias Kenshin, entonces estamos hablando. Por favor come algo bien antes de irte a dormir>>-

Si okaa-san – bromeó el pelirrojo.

Es en serio. Que estés bien anata>>- dijo y colgó. Kenshin se quedó viendo el auricular antes de agitar la cabeza y colgarlo en su base.

Las costumbres eran muy difíciles de romper...

Ya había pasado año y medio de su separación, un año de su divorcio, y aún así cuatro años de matrimonio seguían muy presentes en sus vidas. El que ella lo llamara 'anata' sin darse cuenta era la prueba.

Kenshin volvió a suspirar y se desabotonó los tres primeros botones de su camisa negra. Estaba haciendo un calor endemoniado últimamente.

La vida con Tomoe había sido buena los tres primeros años. Se habían casado jóvenes y con muchas ilusiones. Él un joven empresario, ella una joven y hermosa actriz. Todo era perfecto, bueno casi todo...

Las telenovelas, películas, obras de teatro y publicidad lanzaron a Tomoe a un estado de fama impresionante. Ella no podía asomarse por la ventana sin que alguien le gritara una declaración de amor y adoración obsesiva.

Pero esto no molestaba tanto a Kenshin, después de todo él tenia un club de fans con su propia página en Internet, donde le escribían niñas bastante obsesivas. Lo que le molestaba a Kenshin era que su sueño de familia estaba desapareciendo. Ver a Tomoe un día completo era un milagro, tener una cena normal era casi imposible y cosas tan simples como ver la televisión o escoger el nuevo sofá de la sala se habían convertido en guerras frías.

No tardaron mucho en darse cuenta que estaría mejor cada cual por su lado.

Tomoe quería lograr la fama absoluta. Kenshin simplemente quería tener una familia con muchos niños. Dos metas separadas por miles de invisibles y pedregosos kilómetros de distancia.

El divorcio fue legal mucho más rápido de lo que a Kenshin le hubiese gustado. Pero la vida continuaba y Kenshin volvió a su vida normal comprando un apartamento mucho más modesto que el anterior en el centro de Tokio y cerca de su oficina.

Con los meses se dio cuenta que él y Tomoe funcionaban mucho mejor como amigos que como pareja, bueno... después de todo habían estado saliendo solo cuatro meses antes de casarse. Sí, locos. Aunque se conocían desde hacía mucho tiempo porque sus madres habían sido amigas. Ellos no, de echo.

Y ahora pues no tenía mucho que hacer ni que decir o pensar. Mejor no pensar mucho, él podía crearse unos cuentos tan grandes como su cuenta bancaria.

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¡Bienvenidos al Akabeko¿En que puedo servirles? -

El bullicio matutino de los clientes del restaurante se mezclaba con el aroma delicioso del café y de tostadas americanas. Era una mañana cálida y la luz del sol entraba por los ventanales de vidrio que daban a la calle, las flores que rodeaban la vidriera desde la calle brillaban adorablemente y todo parecía hermoso. Todo era hermoso.

Kaoru sonrió cuando tomó el pedido de las dos señoras jóvenes y se acercó hasta Tae dándole el papel. Tenía dos días trabajando allí y no era tan malo ni ella tan mala... por lo menos había dejado de tropezar con las mesas tirando todo lo que había sobre ellas.

Era bueno, la paga no era la mejor pero era suficiente y Tae ya había acordado darle un horario flexible para poder cumplir con todas las tareas que le exigía el concurso. Sip era bueno, hasta su uniforme era hermoso. La blusa era blanca con tres botones rojos grandes y la falda era negra y plisada hasta un poco más arriba de las rodillas, usaba unos zapatos deportivos rojos con unas medias blancas porque era muy torpe en zapatos altos.

¿Ya te vas?- preguntó Tae cuando vio a la pelinegra agarrar su nueva chaqueta de jeans negra y su cartera roja.

Si, ya es tarde. Se supone que tengo que estar en esa oficina en menos de quince minutos- dijo apresuradamente Kaoru quitándose el cabello que había quedado atrapado dentro de la chaqueta luego de ponérsela.

¿Y Misao-chan? No la he visto hoy- preguntó distraídamente Tae mientras una de las camareras se iba con el vuelto de un pago.

Yo tampoco la he visto mucho. Debe andar como loca detrás de Sanosuke- respondió Kaoru guardando su celular en la cartera.

Tae frunció el ceño un poco al nombre del muchacho. No era malo y mucho menos antipático, pero tenía la mala costumbre de comer allí e irse sin pagar con la excusa barata de que le pagaba luego. Pero ella tenía una idea... las puertas estaban rechinando mucho.

¿Y Misao-chan consiguió ya trabajo?- preguntó Tae haciéndole un ademan a Kaoru para que se acercara y pudiera arreglarle el cuello de la chaqueta.

No, aún no. Y Sanosuke menos, creo que él no conoce mucho esa palabra- respondió Kaoru suspirando cansadamente. Tae les había ofrecido a las dos trabajar en el Akabeko, pero Misao había rechazado la oferta porque ella quería conseguir un trabajo donde sus metas pudieran expandirse y completarse. Sólo ella sabía lo que eso significaba.

Bien, estoy lista- dijo Kaoru inhalando y exhalando lentamente. Abrió los ojos y le sonrió a su protectora.

Mucha suerte Kaoru-chan- dijo Tae sonriendo amablemente cuando Kaoru se volteó y empezó prácticamente a correr hasta la puerta - ¡Y feliz cumpleaños otra vez!-

Kaoru sonrió. Si, hoy sería un buen día.


Aniki: Hermano mayor. Dicho de una forma nada formal, más bien cariñosa.

Baa-san: Abuela

Moshi, moshi: Forma japonesa de contestar el teléfono.

Mata Ashita: Hasta mañana.

Anata: Pronombre japonés utilizado para decir "Tú". Un "tú" formal. Podría traducirse como "usted". Se utiliza con superiores, personas mayores, pero mayormente utilizado por la mujer hacia su esposo, etc.


Nota de la autora:

Ah... pues .. no tengo mucho que decir, sólo que mi vida esta muy enrollada ahora y que lamento la tardanza. Trataré de no tardar tanto para el próximo capitulo, es que mi musa esta de huelga. En el próximo capitulo voy a tratar de aclarar otras dudas que seguro salieron después de este capitulo.

Mer: Sip, divorciado y disponible ;) Y si, estas en lo correcto Hajime es mucho más orgulloso que la propia Kaoru y no creo que aparezca muy pronto. Gracias amiga!

mikomi shinomori: jajaja siento la tardanza pero espero que este capitulo te haya gustado!

Shadir: jajaja ahora si van a venir más pensamientos de ese tipo por parte de Sanosuke jejeje

gaby (hyatt: Suyas no son pero bue... ¿Quien sabe? ;)

Y-Yukiko-Y: jaja yo le regalo la frutería completa a mi Sano, y bueno ya supiste a donde se lo llevo la doctora. Jajaja de Saito aún no sabremos mucho pero hay una historia para él. Por cierto feliz cumpleaños!

Ania-san: jaja Tomoe me cae bien, tal vez tenga algo de protagonismo, no se :P

Roxy: Hola amiga! Jajaja si, eso suele pasar cuando la amistad es tan unida.

Naoko L-K: jejeje no tan pronto pero aquí esta :P

Narwen Weasley: jajaja yo AMO a Enishi, es un personaje que me encanta pero no va a ser tan cabrón, bueno por ahora no. Jejeje gracias, pero prometo que pronto las cosas irán a una velocidad mayor.

Hitokiri Himura 20: jejeje lo siento¡¡Aquí esta el capitulo!

Ghia-Hikari: Sip pues pronto pronto! Jeje no, Hajime va a dejar que Kaoru haga lo que quiera hasta que decida que no más. Gracias!

Justary-san: jejeje si en el próximo capitulo hay de eso!

Lady Ai Shinomori: jeje muchas gracias, me siento contenta : )

Giuliana: Gracias! Y Disculpa la demora!

Sip pues pronto pronto! Jeje no, Hajime va a dejar que Kaoru haga lo que quiera hasta que decida que no más. Gracias!

jejeje si en el próximo capitulo hay de eso!jeje muchas gracias, me siento contenta : ) Gracias! Y Disculpa la demora!

KaOrA-FGV-16: jajaja pues si, la actitud de Misao puede resultar graciosa pero... mejor me calló :¨P sino no tiene chiste. Y no, Enishi no será en si un personaje problemático pero tendrá su rol importante en la relación y en la historia. Gracias!

Angel Nemesis: Bueno en realidad no había actualizado porque tengo demasiadas obligaciones más importantes que escribir (lo cual no es una obligación sino una afición) y si, Aoshi-Misao serán pareja pero todo a su tiempo, si corro en la relación no hay sentido. ¡Gracias por tu mensaje!

Kao Kamiya: jajaja pues gracias! Y aquí esta!

Gracias a todos y espero sus muchos y largos mensajes! Besitos y Abrazos para todos!

Kary

Ja ne

jajaja pues si, la actitud de Misao puede resultar graciosa pero... mejor me calló :¨P sino no tiene chiste. Y no, Enishi no será en si un personaje problemático pero tendrá su rol importante en la relación y en la historia. Gracias!

Bueno en realidad no había actualizado porque tengo demasiadas obligaciones más importantes que escribir (lo cual no es una obligación sino una afición) y si, Aoshi-Misao serán pareja pero todo a su tiempo, si corro en la relación no hay sentido. ¡Gracias por tu mensaje! jajaja pues gracias! Y aquí esta!