Hola, aquí les dejo el nuev capitulo, gracias por los comentarios :3


Sentí la habitual tela de terciopelo a forma de venda sobre mis ojos, al igual que su característico aroma a madera y menta. Cuando estaba con Él era algo así como un requisito, no podía ni besarlo sin eso puesto sobre MÍ Y aunque al principio me ponía los nervios de punta, que su aroma me tranquilizaba. Las personas no podemos oler igual, pero aunque queramos, nadie puede igualar el olor de otro, aún y utilizando los mismos productos de higiene o perfumes. Cada uno tiene su propio sello proporcionado por las hormonas y nuestra variedad de proteínas codificadas. Me sentía feliz y excitada al olerlo, y debo decir que busque su aroma los primeros días entre los hombres de mi alrededor y no logré encontrarlo.

Me dio media vuelta y me beso en los labios; apasionado era un adjetivo que a veces podía parecer corto a lo que Él realmente era, siempre me costaba seguirle el ritmo de sus salvajes besos, en ocasiones sentía que le hacía falta a mi boca más humedad para llevarle el paso, a la hora de besar. Había intentado en vano hacerle preguntas, se las barría completas a punta de besos. Y al final acepte que él era el desfogue que no ncontraba en nadie más. No tenía tiempo para estar en una relación y esto al menos me daba la satisfacción sexual para calmar todos mis demonios internos basados en estrés y ansiedad. Mis notas seguían casi perfectas como siempre pero al menos tenía una estabilidad un poco mayor.

Entre cada beso, podía sentir como me empujaba gentilmente hasta llegar al borde de la cama; sus intenciones eran muy claras, cuando sentí el borde de la cama, dar contra mis piernas. Me extendí sobre la cama y se acostó parcialmente sobre mí, sin despegar sus labios de mi boca. Con algo de impaciencia sus labios generosos y varoniles viajaron a mi cuello. Logrando que cada beso mandara por mi columna vertebral vibraciones placenteras, que a su vez sentía descargas eléctricas por todo lugar por donde él tocará. Mi torrente sanguíneo procesaba la sangre a máxima velocidad, sentí todo mi cuerpo caliente.

Sus grandes manos viajaban por todo el costado de mi cuerpo en deliciosas caricias que solo me dejaban con ganas de más. Sus manos llegaron al botón de mi pantalón y sentí el jalón hacia abajo y como dicha prenda se atoraba en mis rodillas, solo fui consciente de que me quitaba el pantalón hasta que sentí como se separaba para retirármelo por completo, al igual que mis tenis y mi blusa. En ocasiones me daba por llevar menos ropa, pero hoy venia de una junta de estudio y no era fan de pasearme con menos ropa de la necesaria por el campus. Medicina tiene una gran variedad de libertinos, que que podían volverse algo pesados en ocasiones.

Y ahí estábamos de nuevo, en la misma situación, con el marcador a su favor; por favor debía al menos buscar algo de igualdad en el puto asunto. Mis manos querían sacarle la camisa y pasarme por dejado de sus pantalones a comprobar su excitación. Mis manos temblaban un poco pero sus botones cedieron ante la pequeña presión que ejercí sobre ellos, la fui quitando poco a poco, tomándome mi tiempo para disfrutarlo, lo bueno de estar privada de la visión era que podía desarrollar un poco más mis sentidos, podía olerlo con más claridad, oír pequeños suspiros de excitación de su parte y mi tacto era aún más sensible que antes.

- Te extrañe rosadita-.

- ¿Ya no soy la srta. Apetecible? - sonaba infantil, pero me había acostumbrado a oírle decir esa palabra, lo escuche reír bajo. - ¿Tienes a otra Señorita apetecible? - le dije para morderle el hombro.

- Celosa- me delineó el mentón con su nariz y lo escuche inspirar. Me jalo y estábamos medio sentados en la cama. - Hueles delicioso- beso mi cuello con besos húmedos. - Sabes delicioso-. Su ronca voz, me estremecía. Me encantaba, aunque estaba casi segura que la forzába un poco, para que fuera más ronca, que a veces me pregunta si lo hacía solo para mí.

Baje por sus brazos musculosos, acariciando cada parte, disfrutando el roce. Suspire al encontrar sus labios de nuevo y escuche claramente como bajaba su ziper lentamente, este hombre era algo bipolar, tenía velocidades para hacer que esto tomara el tiempo necesario para sentirnos satisfechos. Pero siempre comenzá en exceso apasionado y poco a poco bajaba la velocidad, hasta parecer incluso delicado.

Nos recostamos sobre la cama de nuevo y al estar desnudos, pude sentir sus vellos de las piernas hacer cosquillas sobre mis piernas perfectamente depiladas, ese solo roce ya me ponía los pelos de punta, y escuche su breve y leve risa por un segundo. Pase mis manos por su cuello y baje mis labios a su clavícula, no sé porque pero me encantaba besar esa parte de Él, tan varonil y exquisita. Sus manos bajaron a mi zona más sensible y me acaricio por encima de la tela de algodón, se deslizo por mis piernas hasta quedar en alguna parte del suelo. Después y de un solo tirón, fue el turno de mi sujetador en desaparecer.

A veces suelo pensar que el odia que los lleve puestos, siempre los arranca, tengo que arreglar una que otra costura suelta o tirante después de mis encuentros con él. Mi cabeza se detuvo en esos pensamientos después de que metió uno de sus dedos dentro de mi cavidad. Me estremecí de pies a cabeza ante la intromisión, su nariz roso uno de mis pezones y gemí de manera natural e involuntaria. Un segundo dedo resbalo por dentro de mi ser, mientras otro más toqueteaba coquetamente mi clitoris y comencé a sentir los espasmos de placer que anhele durante la semana.

Su lengua comenzó a jugar con mi pezón necesitado, su mano libre se ocupaba de masajear mi pezón izquierdo, comencé a jadear ante toda la excitación, no quería llegar tan pronto al clímax. Pero no tenía fuerza para soltarme, era estúpido como me sometía con tanta facilidad. Gemí sonoramente al llegar y mi grito resonó por todo el edificio vacío. Me sentí en el limbo con la respiración errática, su boca húmeda sobre mi pezón y sus dedos aun dentro de mí.

Tome todo el aire que pude y le di la vuelta, a tientas busque la orilla de sus bóxer, para deshacerme de ellos no necesito mucho esfuerzo. Al quitarlos por completo el ambiente se llenó del olor de su excitación. Recorrí su cuerpo con mis labios, comenzando por su pecho, hasta llegar de manera lenta y sugerente a su enorme miembro, este me esperaba con ansias de tener atención, lo metí a como pude dentro de mi boca y escuche fuerte y claro su gran gruñido, no me conformaría con eso, quería escuchar más de su ronca y sensual voz. Acaricie con mis manos sus testículos y llegue a la punta, la apreté lentamente y lo metí de nuevo en mi boca, mientras lo lamia y mordía de vez en vez. Cada vez sentía más sus palpitaciones, su temperatura y su tamaño aumentar dentro de mi boca.

-Saku, ya ca... Si... Detente- pero claro que no me iba a deter, no teniéndolo a mi merced y gimiendo y gruñendo mi nombre. Semen me lleno toda la boca y comencé por tragar el líquido viscoso que en los últimos meses me encantaba tragar cada vez que me encontraba con él. Sentí sus brazos alrededor de mis costillas alzarme hasta estar encima de él. Lo bese en la mejilla, aunque falle yo quería su boca, al encontrarse nuestras bocas, sentí su sonrisa antes de que me devorará los labios, de manera lenta y placentera. Mis manos estaban ansiosas de recorrer su pecho, recorrí toda la extensión de su pecho y abdomen, está llegar a su pene nuevamente, al percatarme que si estaba listo, me acomode con las piernas a cada costado de su cadera y lo roce con mi humedad, su pene erecto contra mí solo me hizo gemir de anticipación. Lo guie hasta estar en la entrada y me lo metí de lleno, la cabeza de su pene resbalo con facilidad dentro, hasta llegar a lo mas profundo, me sentí tocar el cielo solo con el hecho de que el estuviera dentro de mí.

Me quede unos segundos quieta disfrutando del contacto, su sexo dentro de mí era algo a lo que no terminaba de acostumbrarme, sus manos se posaron en mis glúteos de manera suave pero decisiva, me obligo a cabalgarlo lento, como si deseara desesperarme, estaba llegando solo con ese contacto y yo aún anhelaba más.

-Más rá…pi..dooooo- por segundos no podía respirar. –Más- grite totalmente excitada, escuche un fragmento de su risa y sus manos apretaron de manera lenta mis senos, lo agradecía de verdad, odiaba que me saltaron los senos al cabalgarlo.

-Tan impaciente -. Seguido de otra risa.

Aumento el ritmo y la fricción deliciosa me volvía loca, nuestros sexos se rozaban sin piedad ni descanso, me estaba llevando al cielo de nuevo, mis gemidos eran minimizados por sus labios sedientos de los míos. Levanto un poco su estructura hasta quedar sentada sobre él, sentía su erección entrar en mí potente mente de una aún más sugerente. Gemía sin parar y jalaba sus hebras sedosas para controlar un poco mi placer, no sabía de qué color era su cabello pero me encantaba tenerlo entre mis dedos. Llegue al orgasmo y posterior a la cumbre me desplome sobre él; sus envestidas seguían y ya me estaba contorsionando por el placer que se alargaba, hasta que el término.

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Era domingo por la mañana, desperté en mi cama como siempre después de un sábado con mi desconocido, cuando logre enfocar mi vista posterior al ensueño y letargo del sueño profundo, busque la tarjeta que como siempre había dejado sobre mi velador al lado de la lámpara. Estaba mi pantalón doblado junto a mis tenis por un lado de mi cama.

Preciosa, cada vez que estoy dentro de tu cuerpo, y tu vagina me succiona hasta dejarme seco, llego al cielo…. Me encanta follarte Señorita apetecible. Te espero el viernes en la fiesta de los Akatsuki, llega temprano al lugar donde nos conocimos rosadita…

Pd. No lleves sostén.

Att. S

Me levante algo entumecida y me di cuenta al instante que solo llevaba mi blusa y las pantis del día anterior, busque en el suelo el resto de la ropa, pero no buscando el sostén pero solo encontré el pantalón, al rebuscar dentro de los bolsillos encontré mis llaves y otra nota.

Me lleve tu sostén como recuerdo para mí, cuando no te tenga cerca, y como recuerdo para ti para que dejes de usarlos.

Att. S

La cara me enrojeció al instante y sentía el calor intenso, trate de calmarme tome mi pantalón del suelo y lo deje sobre la pila de ropa sucia, tome una toalla y me dirigí al baño, me quite el resto de mis prendas y camine en silencio, no sé dónde demonios paso ayer Ino la noche y si tomo y peor si tiene resaca es mejor no hacer ni el menos ruido posible o me matará; tiene pésima resaca la infeliz, pero no deja de tomar. Salí de mi mini cuarto para ir al baño.

Abrí la puerta del baño silenciosamente pero lo que vi, me dejo helada, un hombre fornido, alto, cabello negra azabache un poco largo, cara de ángel y ojos negro intenso, estaba parado frente a mí, me quede como boba mirándolo; pero OH MY era un jodido adonis, regrese mi mirada a sus ojos que miraban lujuriosos mis senos, eh ahí capte el mensaje de que estaba totalmente desnuda de la cintura para arriba, frente a un intruso, normalmente utilizaría la palabra desconocido, pero sería como hacer alusión a otro hombre al que tampoco conocía y que se sabía y había besado cada parte de mi cuerpo. Pero este chico al menos tenía una cara y sus ojos enserio... el problema eran sus ojos; intensos y llenos de lujuria, ya era demasiado atractivo y la miradita solo lo hacía más, sumado a eso su cabello totalmente empapado y con gotas de agua corriendo por toda su piel y una simple toalla que solo cubría de sus caderas hasta muy levemente sus piernas, lo hacía lucir sexy y salvaje ante mí. Sentí mi cara arder y trate de taparme como pude mi desnudes. Trate de buscar a Ino con la mirada y no la encontré, di un paso hacia atrás y resbale con el agua tirada, trate de agarrarme de algo, pero para mí mala suerte, me lleve al hombre enfrente de mi al suelo.

Claro que en exceso rápido la caída, pero sentí su mano protegiendo mi cabeza del duro golpe y un cuerpo encima de mí y un olor familiar a madera y menta lleno mis fosas nasales, abrí los ojos por completo que por un momento había cerrado y me encontré con la dura e intensa mirada de aquel hombre, me estaba atrayendo a besar sus varoniles pero carnosos labios, cuando escuche la voz de Ino rebanándome las oídos y la carcajada de Itachi retumbándome también dentro de los oídos y todo desde el marco de una puerta abierta de nuestro dormitorio


Amy y afrothea gracias gracias por leerme.

Hylianlover: segun yo la M es la clasificación mas alta, pero si estoy mal, dime, espero que te guste la continuación :D

KarliCM: mmmm lo sabras en el siguiente capitulo si es así no lo es.

Guest: En el siguiente capitulo, por lo pronto en este capitulo ya se integro un personaje que en lo particular lo adoro :D

saludos especiales para ustedes que me dejan comentarios y gracias en general a quienes leen la historia, un gusto en el siguiente capitulo nos vemos, cuidence :D