Bueno aqui les dejo este capitulo "especial" que me pidieron hacerlo en comentrios, de esta manera ya sabran quien es el descnocido y dejaran de pensar que es Sasori, saludos y gracias por leer encerio :D


Para ser sincero odiaba las fiestas de fraternidad, ya sea en EUA o en Japón siempre era la misma historia, alcohol, desenfreno y sexo duro cualquier puta que te abriera las piernas con tan solo una sonrisa; y cuidado ahí, que si quedara por una noche genial, todos tenemos derecho de disfrutar de un buen rato con cualquiera que elijamos. Pero no soporto que al día siguiente quieran una relación amorosa. El sexo y ser pareja son cosas distantes. Por todo lo anterior no quería ir a la fiesta de fraternidad de mi hermano, pero no tenía nada que hacer, tenía 4 meses libres antes de volver a la escuela y por ahora estaba analizando si podía volver a vivir y estudiar en Japón, aunque de ser así debía esperarme los 4 putos meses para matricularme en la misma universidad de mi hermano, comenzando en el segundo periodo del segundo año de medicina. Esperaba que no fuera muy fastidioso el arreglo de materias entre Kardex estedounidense y Kardex Japonés.

La estúpida fiesta donde me había traído no tenía nada de especial, era en una estúpida finca propiedad de la Universidad y la fiesta era igual que todas las fiestas a las que ya había ido. Me pasee por todo el lugar, pero lo único interesante eran los jardines, y nada más; pero al volver adentro me encontré con un excelente espectáculo que llamó mi atención. Una chica pelirosa, estaba en medio de la improvisada pista de baile; bailando sensualmente con una rubia, las caderas de la pelirosa se movían al compás de la música y era totalmente excitante ver como sus caderas subían y bajaban con su pequeña falda invitándome a invadirla. No suelo ser un pervertido acosador. Pero esa chica llamaba demasiado mi atención.

-Cierra el hocico ototo, o te entrara una mosca- Itachi me dio una fuerte palmada en la espalda.

-Cállate idiota y dime como se llama la rosadita- dije medio apuntando con la cabeza en dirección a la chica que llamo mi atención.

-¿Enserio te gusta precisamente ella?- soltó un bufido un tanto divertido.

-No me salgas conque te gusta Itachi, ella será mía y no me importa si la viste primero- me hervía la sangre de pensar que Itachi ya la había conquistado. ¿¿Que me esta pasando?? Mi hermano tenía su cara de burla.

-No idiota, es la mejor amiga de mi próxima conquista, pero ni pierdas el tiempo esta entregada a la medicina y evita a todos los mujeriegos- eso era una clara afirmación de que me excluía de los chicos con posibilidad de acercármele y tener éxito, pero no soy de los que se echana tras sin intentar.

-¿Tiene novio?-

-No que yo sepa-

-Perfecto- la rosadita se quedó sola en la pista después de que la rubia corriera en dirección a mi hermano y se le colgara al cuello.

La rosadita salió de la pista y comenzó a dar vueltas, me sentía todo un cazador, y quería golpear y quitarme del camino a todo aquel idiota que se le acercaba o me estorbaba en mi afán de verla... aunque ella los ahuyentaba sin delicadeza, por lo que veía era chica franca y directa, ya se me hacía agua la boca solo de pensar que sería mía, besar esa boquita grosera. Salió al jardín después de dar varias vueltas, supongo que en busca de su amiga, o para distraerse. Estaba sobria, solo la había visto tomar dos cervezas y no se veía ebria, me sería más interesante a la hora de convencerla y sería más correcto si esta sobria. La vi caminar por el túnel de árboles y la seguí de cerca, se quedó largo rato viendo el riachuelo de agua que circundaba con el túnel.

Se metió al agua y sentí que mi erección comenzaba a despertar, se veía jodidamente sensual bajo la luz blanca de la Luna con las piernas sumergidas en agua y su pequeña falda ser movida por el viento. Tenía un trasero, unos ojos y una boquita. No pude evitar el moverme para verla de más cerca, pero fue un completo error, ella me escucho y se tensó, así que tuve que actuar antes de que saliera huyendo, aunque mi cerebro se emboto y dijo lo que realmente pensaba en lugar de decirle algo para empezar a conocernos.

-¿Te han dicho que mojada te ves tan apetecible?- al menos su reacción no fue agresiva, aunque de inmediato me localizo pues giro su cuerpo en dirección a mí. Pero yo esperaba insultos, o aventarme algo que tenga a la mano, no su respuesta.

-¿Apetecible?- su voz sorprendida y su respuesta en sí, sumado a el perfil donde resaltaban cada una de sus curvas me excitaron aún más. Me sentía como un adolescente hormonal. Era demasiada mi atracción sexual por ella.

-Así es, para mi falo erecto por ejemplo- sé que no era la manera más adecuada de romper el hielo, pero no atinaba a ponerle freno a mi boca, la cual estaba siendo controlada por mi pene en lugar de mi cerebro. Se quedó callada, como pensando en que contestar -Hmp, ¿Es que acaso no vas a decir nada?- seguía sorprendida lo sé, pero no se había ido aun, lo que me daba más ápice para seguir tratando de seducirla, me gustaba esa chica. Toda bonita que se veía ahí en medio de todo y pensativa.

Por fin se movió y salió del agua, pero ahora estaba realmente excitado deseando follarme a esta niña, en cuanto la tuve cerca, no atiné a hacer otra cosa que tomarle de un brazo y jalarla hacia mí y la apegue a mi cuerpo tanto como pude, dandome la espalda, era pequeña como unos 15 centímetros menos que yo, su estatura me daba poder sobre ella. La acerque al árbol más próximo y le coloque las manos por encima de la cabeza, posee la mano libre sobre su pequeña cintura, solo esperaba que ella lo deseara tanto como yo y sino que por favor me lo dijera, no quería pasarme de listo con alguien que no estaba dispuesta. Nunca nadie me había dicho que no, pero ella bien podría ser la primera y tenía que juntar todo mi auto control, para no arruinarlo. La había visto tan altiva y sensual dentro de la fiesta, que me costaba algo creer que estuviera tan sumisa ahora.

-¿Siempre tan rebelde y ahora tan sumisa?- le susurré al oído izquierdo y la sentí estremecer. Sentía que mi voz salía más ronca de lo normal, tal vez eso la asustaba, ¿porque estaba tan callada?

-¿Que se supone que haces?- su voz sonaba tan jodidamente caliente, me le pegue más al cuerpo con mi erección en curso contra su recóndito trasero.

-Hmp- me le estaba restregando descaradamente y no iba a parar a menos que me lo pidiera. Ojalá que no lo hiciera, quería que quisiera esto tanto como yo.

-Me la estas clavando- su voz tenía ese tono de picardía que me estaba comenzando a volver loco.

-Wow, mentirosa la niña - ella no me dijo que parara y no lo haré.

-Mentirosa, ¿porque?- su voz sonaba ligeramente indignada.

-Yo No te estoy clavando nada- me le clave más en ese redondo trasero, que deseaba poder follarme salvajemente. La sentí removerse y mi bulto sintió un masaje de círculos que no hizo otra cosa que excitarme más.

Un gruñido se me salió de improvisto y le apreté el agarre en la cintura. Jodida niña hoy le iba a dar duro. Sabía como moverse, me restregue aún más si es que se podía. Me ponía de mal humor pensar con quien podría haber aprendido a ser tan desenvuelta y sensual.

-Me la estas clavando- me volvió a decir, pero esta vez en un ronroneo. Me le restregué mas descaradamente mientras reí por lo bajo. Casi se podía decir que le estaba enbistiendo por sobre la ropa.

-¿Quieres ver hasta dónde te la clavo?- la sentí respingar contra mi erección.

-No me gustan las pequeñeces- mi risa rompió el silencio de la noche y comencé a restregármele en círculos, baje mi mano de su cintura hasta adentrarme por debajo de su falda y comencé por recorrerle la forma del bóxer, estaba húmeda, eso fue la gloria no había marcha a tras esta noche la haría mía. Le lamí el cuello, y mis dedos resbalaron a su interior, comencé por darle un masaje sobre el clítoris, mientras me daba mi propio masaje contra su trasero firme. El primer gemido que salió de su boca me puso a mil, y la sentí abrir más las piernas después del tercero o cuarto gemido, mientras me clavaba las uñas, en la mano que la tenía inmovilizada. Se me acelero la respiración y comencé a bajar la intensidad del masaje, esto debía durar un poco más, la oí gruñir, esperaba que fuera de frustración, lo cual me hizo reír. Era raro que soltara tantas risas en un solo día, pero esta chica me excitaba demasiado y le comenzaba a coger gusto a sus respuestas.

-Por favor házmelo más rápido- volví a arremeter contra su clítoris simultáneamente reanime mi masaje a su trasero, le lamí de nuevo la nuca y me estaba jactando de sus estremecimientos. Le seguí el ritmo que me marcaban sus caderas y su orgasmo exploto entre un montón de estremecimientos.

-Espero que aún no te canses, esto apenas empieza...-

Le baje los bóxer, los cuales resbalaron por sus perfectas piernas, lo avente lejos de ambos y le di la vuelta, sus labios, los tome con violencia y pasión, su cintura me invitaba a invadirla, y pase mis manos de ahí y las metí por dentro de la blusa que llevaba. Sentí el borde del sujetador en mi ascendencia y mis manos no pudieron contenerse, tome sus senos entre mis manos apretujando en el proceso, aún estaban siendo protegidos por el sostén, pero me daba igual, se sentían genial, tenía unos senos lo suficientemente grandes y se sentían atabiados en encaje, lo sensual que sería verla en encaje, sus brazos se me colocaron en los hombros y sus manos me apretaron la espalda, no pude evitar gruñir en su boca.

Pare necesitaba tener más de ella, saque mis manos y le arranque la blusa, mis manos volaron a sus pechos de nuevo, baje mis labios por su cuello, hasta llegar a sus senos y los bese por fuera del sostén, busque el broche en su espalda, mientras sus pequeñas manos me acarician el cabello. Se lo quite y ella se tapó enseguida con las manos.

-Más vale que quites las manos - le susurré al oído, le coloque las manos en las caderas he hice ahínco de estamparla más contra el árbol, ella me beso y me jacte de su sensualidad, sus manos intentaron quitarme la camisa, le ayude un poco y cuando se deshizo de ella, me restregó los pechos contra mi torso, sentí sus pezones erizarse y no me pude contener. Gruñí en medio del beso, y la estampe más contra mi, mientras bajaba mis manos para tocar sus muslos, sus manos por el contrario, estaban desabrochándome el pantalón y el cinto.

Me termine de bajar el pantalón y los bóxer, y le quite la falda, la cargue tomándola de los glúteos redondos y ella me enredo las piernas en la cadera, mientras se abrazaba de mi cuello. La bese de nuevo mientras mi pene se hizo camino hasta penetrarla de una, era tan estrecha y calientita, me la joderia de la mejor manera.

-Eres tan suavecita y apretadita- gruñí no pude evitar el decirlo y la bese, mientras buscaba que se terminara de acostumbrar a mí, la escuche gemir de verdad por mí y me calentó la sangre el oírla tan jodidamente inocente, a lo que me causaba. -Eso gime para mí- la seguí acariciando donde alcanzaban mis manos, deteniendo con frecuencia en sus hermosas nalgas.

Me salí y volví entrar, quería escucharla gemir, quería escucharla mientras se derretía en la lujuria del momento y mis atenciones.

Me cago en dios, esto era por mucho el mejor sexo que había tenido, era morboso, como me la jodia en la oscuridad, mientras ella no tenía ni puta idea de quien era yo. Sus manos me estiraban el cabello, me clavaba las uñas en la espalda, incluso me mordió el hombro cuando la hice llegar a la cima y yo gruñí un par de envestidas después mientras la llenaba de mi semen en la oscuridad. Junte mi frente contra suya y le bese la mejilla, le bese toda la cara para terminar de nuevo en su boca. Necesitaba alejarme de ella esto era adictivo, la deje de besar y retire mi pene de dentro suyo. Acelere el tema de vestiros pasándole toda la ropa, mientras de reojo la veía vestirse o intuía, realmente no se veía mucho en esta parte de la finca.

La noche estaba fría le pase la estúpida sudadera y la tome desprevenida para cargarla, me sonrió antes de acercarme a su odio y la dormí con la palabra mágica y tabú que me habían enseñado en mi viaje a Rusia, pensé que no funcionaria... Camine de regreso a la finca con ella aun en mis brazos, pero que tierna se veía con cara de satisfacción y su semblante relajado, de lejos se veía guapa, pero realmente sus ojos eran más bonitos de lo que había pensando, un jade espectacular... La deje en una habitación cerca de la puerta principal, estaba pensándome en dejarla ahí, pero algo había en ella que no me podía alejar así de simple de ella y peor aun cuando pensé que alguien se podría aprovechar de encontrarla sola y dormida. Yo quería más, no se si conocerla, si más sexo o que, pero la quería cerca.

Busque al imbécil de mi hermano, le quite las llaves de su auto, le tuve que decir que había pasado algo con la rosadita y me dio unas palmadas de victoria. Salí lo más rápido que pude de ahí, me lleve a la pequeña al campus de medicina, cuando había ido por las llaves Itachi de la manera que tenía de averiguar mis planes antes de lo que pudiera decir yo, me entrego unas llaves y la dirección de donde dormía Sakura en la Universidad. Lo bueno de la estúpida fiesta es que no había nadie y logre llevar a Sakura rápido por el dormitorio de mujeres y la metí en su cama, debo decir que antes la desnude; el morbo me podía y quería verla de nuevo desnuda... solo la deje en la cama con la sudadera puesta, le quedaba extremadamente grande, pero se le veía genial, me encanta como le quedan mis cosas puestas...

Al final creo que revisaria el plan de estudios y el programa de intercambio, por lo cual eso haría que me quedara a dar unas vueltas por la universidad, y ver a esta señorita apetecible no estaría nada mal. Si le gustó, querría volver a repetirlo, le deje una nota algo estúpida e improvisada sobre el velador, no sin antes darle un suave beso en esos deliciosos labios rosas que comenzaban a encantarme….