Cuando Harry despertó pudo verificar que no se trataba de un sueño. Había pasado días trataba de actuar de la misma manera en la que lo hacía en el pasado para evitar sospechas y preguntas de Hermione que no podría contestar.
Trataba de recordar con mayor claridad todo lo que había pasado en ese año y lo que pasaría para así evitar futuros problemas. Podría salvar a más personas con sus recuerdos.
Cuando terminó de alistarse fue hacia el comedor junto a Ron y Hermione. Se sentaron en sus lugares y comenzaron a comer, Harry observó la mesa de Slytherin esperando ver a Draco y buscar una manera de hablar con él.
Se había dado cuenta de que ya era tarde, pensaba que tal vez podría arreglar las cosas, pero cuando vió a Draco huir de él, se percató de que ya lo había rechazado y lo evitaba casa que podía. Creía que tal vez podría evitar un rechazo cuando se le confesara, pero tampoco podía aceptarlo porque no lo amaba.
Él tenía a Ginny y no quería perderla, pero Draco era quién lo había salvado y protegido por años. Quería al menos evitar que se sacrificara por salvarlo.
Observó a Draco entrar junto a Parkinson y Zabini. Recordaba que ellos fueron los únicos de sus amigos que se habían quedado a su lado.
Después de la guerra ellos se habían ido a otro país para evitar el desprecio de los demás, solo Draco se había quedado, aunque en ese momento no supo el porqué, ahora sí sabía la razón.
Los observó mientras llegaban a sus lugares y comenzaban a comer teniendo una plática que hacía sonreír a Draco. Cuando Harry lo vió reír sintió como su magia producía un leve calor y también se sintió feliz. No era algo que sintiera por su voluntad, era su magia la que lo hacía sentirse así.
Cruzó mirada con Parkinson por unos momentos, pero su mirada cambió cuando se había encontrado con la de el, mostraba una frialdad y odio que Harry no supo cómo interpretar, pero cuando su vista regresó a Draco su mirada cambió por una más dulce.
Harry estaba tan entretenido mirando como Parkinson trataba de hacer que Draco comiera. Para su mala suerte no podía escuchar nada de lo que hablaban y no iba a tratar de averiguarlo.
—Ahora que lo pienso, escuché a Parkinson decor algo muy extraño—dijo Hermione captando la atención de Harry quien volteó a verla.
—¿Qué quieres decir?—preguntó Harry.
—Bueno, no estoy segura, ayer cuando venía para el comedor vi a Parkinson cerca del lago negro con Malfoy, no sé si hablaban de algo o alguien más pero la escuché decir algo como no dejar que Malfoy muriera cómo en el pasado. Se me hizo muy extraño—contestó.
Harry sintió un miedo y alivio, pensaba que sus dudas que tenía podrían ser respondidas, pero dudaba que Parkinson quisiera hablar con el. Cuando se dió cuenta de que salían del comedor se levantó para poder seguirlos, necesitaba respuestas, al parecer solo podría contestarlas Pansy.
La encontró no muy lejos caminando junto a Zabini y Draco, corrió para poder alcanzarlos y se detuvo quedando frente a ellos.
—¿Qué quieres Potter?—la voz de Pansy era fría, ya se había acostumbrado a ese tono de voz, Draco siempre lo usaba.
—Necesito hablar contigo, Parkinson —dijo mirando levemente a Draco. Zabini y Parkinson lo habíamos notado y de inmediato se colocaron delante de él, para poder protegerlo.
Draco había sujetado ligeramente la túnica de Pansy, pidiéndole que dejara las cosas como estaban y se fueran. Pansy miró a Draco levemente.
—No tengo nada que hablar contigo Potter—dijo siguiendo su camino sin voltear a velo y asegurándose de sacar a Draco lo más rápido posible de ese lugar.
Harry no sabía que hacer, necesitaba hablar con ella para que le dijera o que le diera una razón por la que había regresado al pasado. Pensaba que tal vez era obra de ella, pero necesitaba aclarar todo. Entonces se le ocurrió algo, si ella no reaccionaba como esperaba dejaría el asunto.
—"Narcissa Malfoy ha escapado de Azkaban"—susurró cuando Pansy pasó a su lado, de modo que solo ella pudiera oírlo.
Pansy se paralizó.
—¿Qué?
Eso no era posible, ¿por qué Potter sabía esa oración?, se supone que él no debería de saberla. Pero entonces... si Potter la conocía...
Pansy cambió de expresión por una de indiferencia y volteó a verlo.
—No tengo idea de lo que hablas, Potter—esperaba que su respuesta fuera suficiente para mantenerlo alejado. Necesitaba aclarar las cosas, necesitaba una respuesta sobre ¿por qué Potter recuerda el pasado?
Inconscientemente sujetó la mano de Draco. No, no iba a permitir que Draco fuese lastimado, lo había jurado.
Draco se habia dado cuanta de lo asustada que lucía Pansy, no sabía porque se había puesto así, pero cuando se aseguró de que no hubiera nadie cerca que pudiera verlos, la abrazó. Pansy siempre había sido muy sentimental, tenía un carácter y determinación fuerte, pero también se preocupaba demasiado por el y Blaise. Siempre protegía a quienes amaba, y eso era algo que admiraba. Pansy no solo era su amiga, era una compañera con la que siempre podía contar, su primer verdadero amigo, quien se encargaba de ponerle un alto a sus bromas cuando las consideraba demasiado pesadas.
Pansy había sido la primera chica con la que había hablado después de su madre. Ella era más que su amiga, la consideraba una hermana y haría cualquier cosa para protegerla. Ella era su más confiable y dulce confidente.
Por eso cada que Pansy estaba triste, el se encargaba de hacerla sonreír de nuevo, durante los primeros años tuvo que consolarla por todos lo insultos y miradas de odio que le dirigían. Siempre fingía que no le importaba, pero cuando llegaban a la sala común se ponía a llorar, preguntándose el porqué eran tan crueles con ella, Draco siempre le decía que no le tomara importancia, que para el y Blaise era la chica más linda y dulce que conocían.
Con el tiempo aprendió a no darle peso a sus palabras, por eso verla en un estado tan triste no era usual, y esa era la razón por la que siempre que estaba así la abrazaba. Segundos después Blaise se unió.
A veces las cosas se ponían así. Eran sólo ellos tres contra todos. Solo confiaban en ellos y no dejaban que nadie más entrara en su círculo. Se protegían y cuidaban entre ellos, era todo lo que necesitaban.
Pansy los abrazó de vuelta y susurraba palabras de disculpa, principalmente a Draco, por no haber podido cumplir su promesa y a Blaise por no haber podido salvarlo, pero esas disculpas no fueron escuchadas, ni Draco ni Blaise pudieron entender lo que Pansy decía, pero la dejaron desahogarse.
Al final decidieron no asistir a su clase, se fueron al lago negro y se sentaron en el lugar más apartado a esperar, hablaron sobre muchas cosas que no tuvieran nada que ver con lo que había sucedido en el día. Querían disfrutar de los pequeños momentos que tendrían antes de que todo les fuera arrebatado.
Después de la cena, Pansy se dirigió a la lechucería y tomó una lechuza al azar, le ató el mensaje y después de decirle a quien iba dirigida la soltó. Esperaba que lo que iba a ser marcara una diferencia, o que al menos le evitara más sufrimiento a Draco.
Cuando Harry entró a su habitación se desconcertó al ver a una lechuza que no reconocía en la ventana, se acercó y le quitó el mensaje que tenía atado. La lechuza emprendió vuelo.
Se sentó en su cama y comenzó a desdoblar la nota, no reconoció la letra hasta que pudo leerla más claramente.
"En la sala de menesteres a media noche, no llegues tarde o te hechizaré el trasero.P. Parkinson"
