Después de la cena, los Slytherins se dirigieron a la sala común. Pansy y Blaise se quedaron un tiempo más en el Gran Comedor después de la conmoción que Narcissa había provocado.
Pansy miró momentáneamente a la mesa de Gryffindor buscando algo, pero no vio nada. Incluso Harry tenía la mirada puesta en su plato pareciendo que no le interesaba nada de lo que ocurría a su alrededor.
Pansy y Blaise caminaron por las mazmorras hacia la sala común, cada uno estaba sumido es sus propias preocupaciones. Cuando entraron en la sala común se sorprendieron de ver a Narcissa sentada en uno de los sillones siendo rodeada por todos los Slytherins, los más jóvenes trataban de hacer que jugara con ellos mientras los mayores mantenían una conversación en la que mencionaban todo lo que ocurrió con Draco y lo que vieron antes de que desapareciera. Algunos hablaban con formalidad al no ser lo suficientemente cercanos a los Malfoy, otros hablaban con normalidad.
Narcissa disfrutaba de la conversación abordando distintos temas en los que demostraba su gran conocimiento, también se ocupaba de jugar y mimar a los estudiantes. Lo cual tenía encantados a todos por el gran parecido que tenía Draco a su madre.
En cuanto Narcissa vio llegar a Pansy y Blaise interrumpió su conversación.
—Lady Narcissa—saludaron Blaise y Pansy con una breve inclinación para mostrarle respeto.
—Blaise, Pansy—pronunció Narcissa devolviendo el saludo mientras se ponía de pie. —Hay un asunto importante que debo discutir con ustedes, me alegra conocer a los compañeros de mi hijo. Puedo ver que todos mantienen una buena relación con Draco, gracias a eso puedo sentirme tranquila—. Dijo Narcissa mirando a todos los estudiantes y sonriéndoles, una escena que el mundo mágico nunca conocería.
—No se preocupe Lady Narcissa. Draco es muy amable con nosotros, además, sabemos que la situación no es favorable y tratamos de que Draco no se preocupe demasiado—. Respondió uno de los mayores al notar la tristeza de los demás cuando Narcissa mencionó a Draco.
Los Slytherins fueron a las habitaciones para dar privacidad a Narcissa y pudiera hablar con tranquilidad, aún si escuchaban algo de la conversación nunca lo revelarían.
—¿Por qué Draco desapareció? ¿Saben a donde pudo haber ido? —la voz de Narcissa tenía un tono más calmado y dulce, pero se notaba la preocupación.
—No sabemos por qué se fue, solo lo vi salir corriendo del castillo y no sé a dónde se fue—. Respondió Blaise.
—Creemos que se fue durante la tarde y no regresó—dijo Pansy para completar la información que sabían.
Narcissa les agradeció por la información y les pidió que se mantuvieran al tanto de la situación y mando a cada uno a sus habitaciones.
La mañana siguiente Narcissa revisó cada rincón del castillo junto a algunos Aurores que el ministro le concedió y algunos de sus propios elfos.
•••
Pansy y Blaise tuvieron que cumplir con los trabajos que Umbridge había encomendado a Draco, los cuales no eran tan desagradables. Se habían convertido en los soplones de la escuela, lo cual era en parte divertido porque podían controlar a los Gryffindors.
Claro que para Harry no era nada agradable tener a ambos vigilándolo todo el tiempo. Sentía que lo culpaban de algo que para ellos sería el peor crimen.
Faltaban pocos minutos para que Harry volviera a tener su castigo con Umbridge y caminaba en dirección a su oficina cuando escuchó unas voces familiares antes de llegar a la oficina de Umbridge.
—Humph, no sé a dónde se iba durante la noche en los últimos días, ahora recuerdo, cada vez que regresaba tenía una cara de idiota que me hacía querer golpearlo—. Mencionó Blaise durante su vigilancia junto a Pansy.
Harry se había detenido en su caminar cuando escuchó que estaba cerca de ellos, al escuchar esa parte de su conversación no pudo evitar reprocharse a sí mismo por no haberse dado cuenta antes de que quien le había hecho las visitas nocturnas para sanar su herida era Draco.
—Solo cuando él está cerca Draco tiene esa cara, ni siquiera tienes que preguntar para saber a donde fue—. Respondió Pansy con un tono enojado. —Ahora recuerdo que la Profesora Umbridge le dio un castigo a Potter. Eso explica la herida en su mano, ¡Ah, ese idiota me mintió al decirme que se había lastimado en pociones! No puedo creer que en verdad creí su excusa barata, él es el mejor en pociones ¿cómo podría cometer tal error? —reprochó Pansy por ser engañada. Le molestaba que Draco ocultara esos sucesos porque no sabrían que tanto le afectaría.
—Aunque fuera verdad su magia veela curaría sus heridas en poco tiempo. Así que tenía que estar realmente herido para que las vendara—. Analizó Blaise.
Harry se sentía confundido. Aunque en el pasado Draco evitó que Bellatrix lo entregara a Voldemort y que de alguna manera le regresó el favor al sacarlo del fuego en la Sala de Menesteres no creía que debía ser perdonado por todo el daño que causó durante años, además de que fue el causante de infiltrar mortífagos en Hogwarts, después lo salvo de morir a manos de un mortífago (lo cual no sirvió de mucho porque Narcissa lo asesinó al poco tiempo), tampoco borraba los daños.
No podía dejar de pensar sobre en qué momento Draco había empezado a intervenir sanando sus heridas y protegiéndolo desde las sombras.
—A veces siento un poco de lástima por Potter—. Dijo Pansy con un tono desanimado.
Harry volvió a poner atención a la conversación.
—¿Por qué sentir lástima por él? De todos los Slytherins eres quién más lo detesta—. Blaise se sorprendió por las palabras de su amiga.
—Bueno, si Potter fuera más inteligente no rechazaría a Draco—. Comenzó a explicar Pansy. —Probablemente no sabe que su magia es más fuerte cuando él está cerca. Si se enlazan, sus magias no tendrían un límite e incluso podría usar la magia veela para crear sus barreras en oclumancia y no habría manera de que invadan su mente.
—Si Potter llegara a querer lograr eso tendría que enlazarse a Draco, si lo hace sería solo para utilizarlo... —la voz de Blaise se redujo haciendo que Harry casi no pudiera escucharlo.
—Si Potter llegara a querer aprovecharse de Draco le lanzaré una maldición tan dolorosa que nunca podrá volver a pensar usar a alguien.
Harry no pudo entender del todo la conversación entre Parkinson y Zabini. Hasta ahora no había lastimado a Draco más de lo que se habían hecho antes, tampoco sabía que existían tales "ventajas" por enlazarse.
Su conocimiento sobre el mundo mágico era muy pobre, por lo que desconocía la mayor parte de las criaturas mágicas y el cómo funcionaba su magia. Además, no planeaba hacer nada que pudiera irritar a Parkinson.
Decidió ignorar por el momento la información que obtuvo y continuó con su camino hacia la oficina de Umbridge para cumplir con su castigo del día.
Pansy y Blaise dieron por terminado el tema en cuanto se percataron de la presencia de Harry y cambiaron su conversación para molestar a Harry hasta que entró a la oficina de Umbridge.
Con la llegada de la noche Narcissa comenzó a preocuparse más al no tener ninguna pista o alguna información sobre Draco.
Angustiada caminaba en dirección al Gran Comedor para la cena, al menos Dumbledore aún debía mantener la cortesía haciendo que ella cenara junto a los demás. En uno de los pasillos se encontró con Blaise y Pansy, quienes parecían discutir sobre algo.
—Lady Narcissa—saludó Pansy al verla.
—Hola Pansy—respondió Narcissa—¿han estado bien?
—Gracias por la preocupación, estamos bien. Solo que... Blaise y yo queremos preguntarle algo sobre la búsqueda de Draco.
—Adelante. Estoy consciente de que ambos se preocupan mucho por Draco.
—¿Podemos saber por qué inicio la búsqueda en Hogwarts? —Preguntó Blaise.
—Es realmente sencillo, gracias a la conexión veela puedo sentir rastros de la magia de Draco. Mientras no se alejó demasiado podré encontrarlo siguiendo la magia. Sé que Draco no salió de los límites de Hogwarts, por eso inicie mi búsqueda aquí.
Harry había comenzado a seguir a Narcissa poco antes de que se encontrara con Parkinson y Zabini debido a que no confiaba en sus acciones, no logró escuchar por completo la conversación, pero descubrió que Draco aún estaba dentro de los terrenos de Hogwarts.
Cuando terminaron de hablar y cada uno tomó su camino, Harry continuó siguiendo a Narcissa para evitar que hiciera algo peligroso. Sus años de entrenamiento como Auror le ayudaron a no confiar ciegamente.
Narcissa caminó por algunos pasillos para llegar al Gran Comedor hasta que en uno de ellos se encontró con Snape.
—¿Hay alguna pista? —preguntó Snape tan pronto llegó Narcissa.
—Aún no hay nada, pero... creo saber lo que le pasa a Draco y por qué no ha vuelto a pensar de todos los mensajes que le envié—. Respondió Narcissa con voz rota. A Harry le dio la impresión de que estaba a sólo unos momentos de llorar.
—¿Es algo grave?
—Draco está pasando por el rechazo, sin una transferencia de magia o la compañía de su pareja será difícil para él sopórtalo solo. Tal vez... no pueda sobrevivir—. Dijo Narcissa derramando pequeñas lágrimas que no pudo contener.
Para buena o mala suerte, Harry solo podía escuchar la conversación y no vio la reacción de Narcissa.