Mi Dulce Tormento.

Capítulo 1.- ¿Conoces a Alisse Farfán?

¿Quién es Alisse Farfán?

Es una chica grandiosa.- dijeron algunos.

Un verdadero bombón.- dijeron otros.

Una auténtica mala onda.- dijeron algunos más.

De pronto, un chico pidió la palabra y se sentó frente a la cámara.

Bueno, Alisse es todo eso que dicen, y mucho más.- dijo.- Es una gran mujer, muy dulce cuando quiere, pero, ¡ay! Pobre de ti si ya decidió mandarte a la goma. A la chica no le gusta el compromiso, pero ya verán, algún día se le va a acabar la suerte y se va a topar con alguien que la deje plantada como ella me dejó a mí...

Detrás del muchacho, varios gritaron "¡Ardido!", mientras que otros más le aplaudieron.

Quizás es imposible el definir como es esta chica...

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Una chica caminaba por las calles de París, Francia. Sus ojos café verdoso estaban cubiertos por unas gafas oscuras y taconeaba por la calle al ritmo de la canción de "Matador", de los Fabulosos Cadillacs.

¿Hola?.- ella contestó su teléfono, sin dejar de bailar.

¿Qué tal, mi amiga?.- la saludó una mujer de acento extranjero.- ¿Ya saliste del trabajo?

¿Cuál trabajo?.- preguntó la joven.- ¿A eso le llamas trabajo?

Pues no es comer espárragos, eso es seguro.- replicó la otra.

Quizás no. ¿Qué tal el tuyo?

Ah, ya sabes, cortar aquí y cortar allá. ¿En dónde estás?

Pasando por el Arco del Triunfo.- respondió la primera chica.

Pues espérame, que allá voy.- dijo la segunda muchacha.

Ambas se encontraron frente al Arco del Triunfo y se pusieron a bailar.

Los Fabulosos Cadillacs.- rió Lily Del Valle, mexicana de cabello castaño oscuro y ojos negros.

No los cambio por nada.- respondió Alisse Farfán, la chica chilena de ojos café verdoso y gafas oscuras.- ¿Qué se te antoja cenar el día de hoy?

Cualquier cosa decente.- respondió Lily.- Y hablando de decencia... ¿Qué vamos a hacer con Paolita?

¿Ahora que hizo ese dulce angelito?.- cuestionó Alisse.

Angelito mis cal... cetines.- replicó Lily.- Otra vez vi a otro de sus monigotes desnudo en el baño.

No me digas...

Sí te digo...

¿Y estaba bueno?

Eso es lo de menos.- Lily frunció la nariz.- El caso es que ya me harté de encontrarme a sus galanes desnudos en el baño. Está bien que seamos libres de pensamiento, pero ella se pasa...

Naa, no es para tanto.- replicó Alisse.

¿Qué no?.- se bufó Lily.- Tú no eres la que tiene que aguantar ver miserias...

Pues regrésasela tú.- rió Alisse.

Perdona, pero yo no llevaré jamás a mis galanes al depa.- bufó Lily.- No mezclo el placer con la amistad.

Entonces habla con Paola y dile que ya te hartaste de ver a su patéticos novios on sus patéticas miserias.- aconsejó Alisse, aun riendo.

Sin embargo, cuando Lily ya se había decidido a decirle todo a Paola, las chicas llegaron al departamento que compartían y vieron que una mujer joven de ascendencia germano-japonesa y cabello negro y ojos verdes estaba sentada en el sillón de la sala, comiendo un plato enorme lleno de helado hasta rebosar.

¿Qué pasó, Paola?.- preguntó Alisse, preocupada.

Karl me dejó.- bufó Paola.- ¡Me dejó! El muy tarado...

¿En serio?.- se sorprendió Lily.- ¿Por qué?

Porque al idiota le gustó más Katrina.- gruñó Paola.- ¿Qué le vio a esa sosa?

Ay, no...

Lily y Alisse se sentaron a un lado de su amiga, para tratar de consolarla. Paola despotricó una y otra vez contra el rubio alemán pretencioso que la había cambiado por una rusa cualquiera. Al final, tanto Alisse como Lily comían helado del plato que tenía Paola.

Necesitas salir.- comentó Lily, pensativa.

¿Qué? ¿Estás loca?.- exclamó Paola.- No tengo ganas ni de asomarme a la ventana.

Cuando uno está deprimida por culpa de un hombre, lo mejor es desquitarse conociendo a otros hombres.- replicó Alisse.- Vamos al Molino Rojo.

¿A bailar como cabareteras o qué?.- cuestionó Paola.- Ese antro es de lo más...

Sí, lo sabemos, pero es ahí a donde te puedes encontrar a los mejores.- cortó Lily.- Anda, vamos, te vas a sentir mejor.

Paola siguió refunfuñando y gruñendo, pero aun así Alisse y Lily la obligaron a cambiarse de ropa para salir a bailar. En el ya mencionado antro, las dos segundas se divertían de lo lindo, pro Paola estaba enfurruñada. En una pausa, Lily se sentó a un lado de Paola en el sillón en donde ella estaba sentada.

Yo no sé que hago aquí, no encajo en sitios como éste.- musitó Paola.

Ay, vamos, si quisieras podrías ligarte a uno bueno.- dijo Lily.

No, gracias.

No seas aguada.- dijo Alisse, dejándose caer a un lado de Paola.

Frente a ellas pasó un hombre joven y apuesto, al que Lily siguió con los ojos.

Bueno, mientras tú lo piensas, yo iré a ver qué me encuentro.- Lily se paró para irse detrás del hombre.- Ahí se ven.

Se pasa de descarada... .- gruñó Paola.

O de lista.- rió Alisse.

Un par de muchachos pasaron frente a ellas. Los dos eran muy guapos, pero se notaba que eran extranjeros.

Mira, ésos dos vienen solos.- comentó Alisse.- Podrías agarrarte a uno.

Y antes de que Paola pudiera decir ni pío, Alisse la jaló y la empujó contra uno de los muchachos. Paola se estrelló contra el más alto de los jóvenes, el cual era moreno de cabello negro y ojos oscuros.

Perdón.- musitó Paola, sosteniéndose contra el muchacho.

No hay de qué.- sonrió el joven, tomando a la chica por los brazos.

Pero cuando ambos se miraron a los ojos, las sonrisas se les borraron de los rostros. Paola y el joven se separaron tan rápido que hicieron pensar que cada uno tenía ácido en las manos.

Vámonos, Misaki.- dijo el joven, frunciendo el entrecejo.

¿Qué te pasa?.- gruñó Alisse.- ¿Mi amiga no es lo suficientemente buena para ti?

Vamonos, Alisse.- pidió Paola.- No te molestes.

Ah, no, si no te considera buena para él, que lo diga.- insistió la chilena.

No, Farfán, ya déjalo.- pidió Paola, mirando al hombre con rechazo.

A mí me parece que a tu amiga tampoco le parece bien mi amigo.- intervino el otro muchacho, de cabello claro y ojos oscuros.

¿Y a ti quién te mete?.- Alisse miró fijamente al metiche.

Pues es que te quejas porque según tú, mi amigo despreció a tu amiga, pero ella tampoco se ve tan feliz.- replicó el muchacho.

Insisto, ¿quién te mete?

Deja de molestar a mi amigo.

¿Molestar? ¿Quién lo molesta?.- se indignó Alisse.- Yo solo quiero que mi amiga le haga un favor a tu amigo...

Paola y el primer hombre se miraron y después elevaron sus ojos al cielo. Paola se encogió de hombros y se marchó, mientras que el otro hizo lo mismo.

Eres muy gruñona.- dijo el hombre.

Y tú, muy payaso.- gruñó Alisse.

Bueno, como quieras.- bufó el muchacho.- Me voy, no tengo mucho tiempo como para perderlos contigo.

Pues lo mismo digo.- Alisse le mostró la lengua.- Payaso.

La chilena se dio la vuelta y echó a andar, refunfuñando.

¿Te diste cuenta?.- protestó Alisse, creyendo que Paola seguía con ella.- ¡Qué tarado!

Pero ella se dio cuenta de que su amiga la había dejado sola. Mientras tanto, el joven con el que Alisse había discutido se reencontró con su amigo.

¿Te deshiciste de ella, Misaki?.- preguntó el amigo, sonriendo con malicia.

Es tanto tonta.- gruñó Taro Misaki.- ¡Y rezongona!

Tal y como te gustan.- rió el joven.

Ya cállate, Wakabayashi.- bufó Taro.- ¿Qué tal que se hubiera peleado contigo?

La hubiera corrido en un dos por tres.- replicó Genzo Wakabayashi.- No me hubiera puesto a discutir con ella si soy un metiche o no.

Bah.- gruñó Taro.

Frente a ellos, Lily pasó bailando muy sensualmente con el hombre que ya había visto al principio, y Genzo la siguió con la mirada.

¿Tu nueva conquista?.- se mofó Misaki.

Es sexy.- admitió Genzo, mirando a Lily de arriba abajo.

Ya te la ganaron.- comentó Taro, viendo que el tipo con el que Lily bailaba de vez en cuando ponía sus manos en las caderas.

¡Ja!.- rió Genzo.- ¿Crees que él me duraría?

Taro sonrió y le dio un sorbo a su bebida y suspiró. Él no sabía qué rayos estaba haciendo ahí, él debería estar en otro lugar, con otra persona... Pero por alguna razón, Misaki se sentía más a gusto ahí...

Mientras tanto, Paola se fue a esconder a uno de los privados del antro. De pronto, un joven de largo y greñudo cabello negro apareció y, al verla, sonrió.

¿Te diviertes?.- preguntó él, sentándose a un lado de Paola.

¡Ken!.- exclamó ella.- ¿Qué haces aquí?

Vine con tu pri... .- comenzó a decir Ken Wakashimazu, pero fue interrumpido bruscamente por Paola.

Ni se te ocurra decirlo en voz alta.- amenazó ella.- ¡Quemas mi reputación!

Me da gusto ver que no has cambiado nada, Paola.- rió Ken.- ¿Qué haces tú aquí? Tú no acostumbras a venir a estos lugares.

La culpa la tiene Karl.- musitó Paola.- Ese tarado...

¿Qué te hizo ese alemán pretencioso esta vez?.- quiso saber Ken.

Paola comenzó a contarle todo a Ken. Ellos dos eran amigos desde hace tiempo, de manera que se tenían mucha confianza.

Pues déjame te digo que se Schneider es un idiota.- dijo Ken, después de escuchar la historia.- Solo un estúpido dejaría a una chica como tú...

Paola sonrió. Ni ella ni él supieron en qué momento comenzaron a besarse, ahí, en ese sillón privado...

Lily se cansó de bailar por un momento y fue a buscar una bebida. Alisse la miró con cara de mal humor.

¿Qué pasa?.- preguntó Lily.

Nada, me topé con un tardado.- gruñó Alisse.- ¡Y lo peor del caso es que Paola me dejó hablando sola!

Uhm, debió de haber visto algo interesante.- comentó Lily.- Vamos a buscarla.

No quiero distraerte de tu conquista.- replicó Alisse.

Naaa, no es gran cosa.

Después de no mucho buscar, Alisse vio a Paola besándose con Ken en el sillón. La chilena, con la boca abierta, jaló a Lily por la manga de su blusa negra.

¿Ya viste eso?.- musitó Alisse, perpleja.

¡Guácala!.- Lily hizo gesto de disgusto.- Paola debe estar muy desesperada como para besarse con ese tipo con facha de lavacoches. ¡Qué espanto!

¡Qué mala eres!.- Alisse se rió con muchas ganas.

El galán de Lily fue a buscarla, pero ella dudó en ir. No quería dejar a Alisse sola.

Ve.- dijo la chilena a su amiga.- Sé feliz.

Lily no lo pensó dos veces y se fue con el muchacho. Alisse optó por irse a sentar a la barra. Misaki la vio y se sintió algo culpable.

¿Te gusta el vodka?.- preguntó Taro, con la primera pregunta idiota que le llegó a la mente.

No lo he probado.- Alisse se encogió de hombros, sin mirarlo.- ¿Se te ofrece algo? ¿No tienes a otro amigo al cual defender?

Vaya que eres rencorosa.- rió Misaki.- Pobres de los chicos que salgan contigo.

¿Qué tratas de decir?.- cuestionó Alisse.

Que siempre actúas a la defensiva.- respondió Taro.- Cada vez que un hombre hace el intento de acercarse a ti, te comportas como si te hubieran faltado al respeto.

Eso no es cierto.- protestó Alisse.

Claro que lo es.- insistió Misaki.- Lo peor del caso es que en tu intento de alejarte, puedes parecer odiosa.

¿Quién te crees que eres para hablarme de esa manera?.- Alisse ya estaba muy enojada.

Solo alguien que quiere entablar conversación contigo.- contestó Taro, esbozando una sonrisa dulce.

Y esa sonrisa desarmó a Alisse. El muchacho se veía muy agradable...

Déjame empezar de nuevo.- pidió Taro, extendiendo la mano.- Hola, soy Taro Misaki. mucho gusto.

Alisse Farfán.- la chilena lo dudó unos segundos antes de aceptar el saludo.

Ambos se sonrieron. Y entre los dos se estableció una conexión.

Notas:

Este loco fic está basado en la loca película de "The swettest thing".

Los personajes de Captain Tsubasa son creación y pertenecen a Yoichi Takahashi y Shueisha.

Alisse Farfán es un personaje creado por Alisse.

Paola Wakabayashi es un personaje creado por Tsuki.

Lily Del Valle es un personaje creado por Lily de Wakabayashi.

Este fic va dedicado a Liss y a Xime, gracias por su amistad, y más que nada, por aguantarme