Mi dulce tormento.
Capítulo 5. Conquistando corazones.
Las cosas no habían salido tan mal, a pesar de todo. Genzo salió del departamento para dejar que Paola y Ken se pusieran decentes. Wakabayashi encontró a Del Valle sentada en las escaleras, comiendo galletas Oreo.
No te ha de agradar el cachar a tu prima en el mañanero con un Lavacoches, ¿verdad?.- comentó Lily.
¿El mañanero?.- se sorprendió Genzo.
Ya sabes, eso que estaban haciendo.- rió Lily.- Darse cariño.
Ah.- Genzo rió también.- Bueno, Paola es libre de hacer lo que quiera. Lo que me molesta un poco es que siempre sea con mis rivales.
¡Ah!.- exclamó Lily.- ¡Tu eres ese primo!
¿Ese primo?.- Genzo no entendió.
Ese primo al que Paola detesta.- rió Lily, con muchas ganas.- Y al que le encanta llevarle la contraria. Incluso me dice que siempre se ha sentido atraída por todos sus rivales. Lo que no sé, es rivales de qué. ¿En amores?
No precisamente.- gruñó Genzo, frunciendo el entrecejo.- ¡Qué Paola! Increíble que te haya dicho eso sobre mí.
Y muchísimas cosas más, como el que te crees famoso y no lo eres.- continuó Lily.- Que alguien apellidado o llamado Wakashimazu es mejor que tú, y que incluso alguien que se llama Morisaki te supera.
¿Eso te dijo Paola?.- Genzo ya no pudo evitar reírse.- Qué linda, mi prima.
Sí, bueno, como sea.- suspiró Lily.- Ahora sé que eres tú, aunque ahora me pongo a pensar si no serán mentiras, ya que me había dicho que era feo como orangután, y eso no es cierto.
¿Crees que no soy feo?.- Genzo le agarró una galleta al paquete del que comía Lily.
¡Cuidado con mis galletas, no las comparto!.- protestó Lily.- Pues mira, no creo que seas feo, para serte sincera, lo que no sé es si serás famoso.
Gracias.- Genzo esbozó una media sonrisa cautivadora que ruborizó a Lily.- Y por cierto, tú no sabes quien soy, ¿cierto?
¿Debería saberlo?.- cuestionó la mexicana.- ¿De verdad eres famoso?
¿No te gusta el fútbol sóccer?.- quiso saber Genzo.
¿Qué si me gusta? ¡Me encanta!.- exclamó Lily.- Pero solo veo el torneo de México, Paola detesta el fútbol y a Alisse le trae malos recuerdos, por lo que solo yo veo la Liga Mexicana yo sola, y cuando tengo tiempo.
Ya veo.- Genzo sonrió por lo bajo.- Entonces, no tienes ni idea de quién soy yo.
No, la verdad.- respondió Lily.- Para qué te miento.
Genzo estaba fascinado, esa chica no sabía quién era él y no trataría de conquistarlo solo porque era famoso y reconocido. Si Lily se mostraba interesada en él, era porque en verdad le gustaba por ser él.
Ya, ¿eres algo así como el heredero de la mitad de tu país oriental?.- preguntó Lily.
No, no lo soy.- negó Genzo.- Aunque bueno, mi familia tiene algo de dinero...
"Algo de dinero", suena como a que son la mitad de los dueños de Europa.- se burló Lily.- Cosa rara, ya que Paola no es millonaria.
¿Eso te molestaría?.- quiso saber Genzo.
¿Qué cosa? ¿Qué fueras millonario o que Paola no lo sea?
Ambas cosas.
Ni la una ni la otra me afectan.- Lily se encogió de hombros.- No tiene por qué, ni que me fuera a casar contigo, y la verdad, Paola es mi amiga, tampoco me importa si tiene dinero o no.
Bueno, es verdad eso.- admitió Genzo.- Pero aunque no te vayas a casar conmigo, podría invitarte a salir.
¿Y quién te dice que voy a aceptar?.- retó Lily.
Me arriesgaré.- replicó Genzo.
Ni siquiera sé aun tu nombre.- replicó Lily.
Eso se puede corregir fácilmente.- sonrió Genzo, extendiendo la mano.- Soy Genzo, mucho gusto.
Lily.- respondió la mexicana, estrechando la mano del portero.
Muy lindo nombre.- sonrió él.
Gracias.- Lily se puso algo roja.- Así que Genzo Wakabayashi, ¿eh? Supongo que tienes el mismo apellido de Paola.
Claro, pero eso no importa ahora.- Genzo miró los labios rojos de Lily.
Y en un aventado movimiento, Genzo se acercó a Lily y la besó. Ésta bien que se dejó y le regresó el apasionado beso que duró bastantes minutos y que los dejó a los dos al final sin aliento.
Sabes a galleta.- murmuró Lily, cuando se separaron.
Y puedo saber a muchas cosas más.- susurró Genzo.- A lo que tú quieras...
A él le había gustado mucho el beso, así que volvió a unir sus labios con los de la chica. Lily por un momento dudó, pero después se dejó abrazar y besar, y acarició con sus dedos la nuca del portero. Así estuvieron un buen rato, hasta que Paola y Ken aparecieron y los miraron.
Wakabayashi nunca pierde el tiempo.- comentó Ken, divertido.
Dejará de ser mi primo.- suspiró Paola.
Los otros dos ni cuenta se dieron de que Ken y Paola los miraban, por lo que continuaron en lo suyo hasta que Ken carraspeó.
Ah, ya se vistieron.- comentó Lily, respirando un tanto agitada, mientras Genzo se limpiaba el labial que Lily le había dejado en la boca.
Sí, y ustedes ya estaban por desvestirse.- replicó Paola.
Ja, mira quién me viene a reclamar.- se mofó Genzo.
Bueno, ya, si quieres luego me matas.- intervino Lavacoches Ken.- Debes irte ya, o no llegarás a tiempo.
¿Te irás?.- Lily enarcó las cejas.
Tengo una labor de mejor amigo por cumplir.- respondió Genzo, poniéndose de pie.- Pero eso de "debes" está mal, Wakashimazu. "Debemos" irnos ya.
Yo te alcanzo después.- Ken miró fugazmente a Paola.
Lo que quieres es volver a estar con mi prima.- gruñó Genzo.
Ay, por favor, ya deja de quejarte.- replicó la aludida.- ¿No decías que no te gustaba Karl para mí?
Lily, Ken y Genzo la miraron con cara de "hello con tu hello".
Bueno, como sea.- bufó Genzo.- Es cierto que debo irme.
Ya me lo imaginaba.- suspiró Lily.
El que me vaya no significa que no te volveré a ver.- advirtió Genzo.- Ya sé que vives con mi prima, y no la dejaré en paz hasta que me diga como conquistarte.
¿Me viste cara de Doctora Corazón o qué?.- protestó Paola.
Genzo sonrió y comenzó a bajar las escaleras y Lily se animó a seguirlo. Paola iba a ir tras ellos pero Ken la detuvo por el brazo y aprovechó para besarla. Ya abajo, Lily quiso decirle a Genzo que mejor se olvidara de ella, pero él no la dejó hablar, ya que le propinó tremendo beso a que ella la dejó escuchando musiquita cursi.
Ven conmigo a Marsella.- murmuró Genzo, abrazándola.- Mi amigo se casa el sábado en la catedral. Ve y daremos un pasea por la ciudad, te llevaré a ver las estrellas.
Las estrellas se ven iguales aquí y en Marsella.- replicó Lily, sin dejarse llevar.
Es que no sabes qué estrellas te puedo enseñar.- contradijo Genzo, con voz seductora.
Lily tuvo un estremecimiento y dejó que Genzo la abrazara y la besara por última vez antes de irse. La mexicana supo que tendría que convencer a Alisse para irse a Marsella también...
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Alisse comenzó a sentir que algo le picaba en los ojos. Semidormida, ella se los talló con una mano, y una sustancia blanquecina se le embarró en los ojos. Lily y Paola, aguantándose la risa, volvieron a hacerle cosquillas a la chilena en los ojos con una pluma para después ponerle pasta dental en una mano y que Alisse volviera a embarrársela en los ojos.
Esta mujer sí que tiene el sueño pesado.- susurró Paola, entre risas.
Ha de estar soñando con su Tarito?.- rió Lily, por lo bajo.
¿Su Tarito?
Sí, así se llama el sujeto que le gusta.
A Paola le sonó una alarma en la mente, pero se distrajo en ese momento con Alisse, la cual comenzaba a despertar y se tallaba más fuerte los ojos, muy seguramente para alejar el ardor que le causaba la pasta de dientes, aunque mientras más se tallaba, más se embarraba el dentífrico.
Ay no.- comenzó a decir Alisse.- Me arden los ojos, ¡me estoy quedando ciega!
Lily y Paola se echaron a reír a carcajadas. Alisse se paró de prisa, casi cayéndose porque no podía ver. En el baño, la muchacha comenzó a echarse agua en los ojos, al tiempo que farfullaba palabras ininteligibles en español.
Par de desgraciadas.- gruñó Alisse.- ¡Me arden los ojos!
Ya, no es para tanto.- Lily se echó a reír a carcajadas.
Es divertido hacerte rabiar.- rió Paola, como loca.
Sí, claro, úsenme de su bufón.- Alisse salió del baño con una toalla en las manos y los ojos rojos.- ¿Qué demonios quieren?
¿No nos vamos a ir a Marsella?.- preguntó Lily, con total ingenuidad.
¿A Marsella?.- Alisse fingió demencia.- ¿A qué?
¿Cómo que a qué? ¿Qué no vas a ir a la boda del amigo de tu galán?.- Lily puso cara de "hello con tu hello".
Ah, no.- negó Alisse.- No quiero volver a ver a ese idiota en lo que me queda de vida.
¿Cuál idiota?.- preguntó Paola.- ¿Hablas de mi primo?
¿Tu primo?.- Alisse no entendió.
No le hagas caso.- Lily le lanzó una mirada de reproche a Paola.- ¿Por qué le llamas idiota al tipo que hasta ayer te traía loca?
Porque me dejó plantada.- respondió Alisse, enojada.- Por eso ya no lo quiero ni ver.
Ni que fueras arbolito.- se burló Paola.
Qué graciosa.- gruñó Alisse.
¿Te dejó plantada?.- se extrañó Lily.- ¿Y eso?
Pues que estaba tomando café con él y me paré al baño y cuando volví ya se había ido.- Alisse casi echaba chispas del coraje.
De seguro lo hizo para no pagar la cuenta.- se rió Paola.
No, lo extraño es que ya había pagado la cuenta.- suspiró Alisse.
Pues sí que está extraño eso.- comentó Lily, pensativa.- Quizás es un fugitivo de la ley que viene huyendo de su país y mientras te esperaba vio pasar a su archienemigo y tuvo que salir corriendo. Pagó la cuenta, para que no lo creyeras un desgraciado completo, y está esperándote en Marsella para después fugarse contigo y ser muy felices juntos en su mansión escondida en Siberia.
Paola y Alisse la miraron con cara de "hello con tu hello".
Bueno, ¿qué?.- replicó Lily.- Yo nomás decía.
Ya te afectó la idiotez de mi primo.- gruñó Paola.- Te pasas, de veras.
No creo que haya sido nada de eso.- protestó Alisse.- Lo que pasa, es que ese salió igual a todos...
Bueno, no lo vas a saber si no vamos a Marsella.- replicó Lily.
¿Por qué tanto tu interés en ir a Marsella?.- preguntó Alisse.
Bueno, estoy aburrida y quiero salir.- Lily se encogió de hombros.- ¿Qué más da?
A Paola todo le sonaba de lo más extraño. Primero, el nombre del galán de Alisse, Taro. Segundo, la insistencia de Lily de ir a Marsella. Paola sabía que alguien de los conocidos de su primo iba a casarse próximamente allá, por lo tanto, el primo iría para allá dentro de unos días y quizás era por eso por lo que Lily quería ir también... No, debía ser una coincidencia, Paola no creía que la boda a la que iría su primo fuera la misma a la que querían ir Alisse y Lily. Seguramente, había miles de personas que se casarían en Marsella...
Lo que sí, la germano-japonesa dudaba mucho que hubiera dos personas en parís que se llamaran Taro. Podría haber miles de Taros en Japón, pero no en Francia...
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Azumi miraba pasar los campos, las casas, las ciudades pasar por la ventanilla. El tren se movía al mismo ritmo, dejando cada vez más atrás París, y a Pierre Le Blanc...
La chica suspiró. Se suponía que debía estar feliz, pero por alguna razón, no lo estaba. El corazón se le encogía al pensar en la posibilidad de que el hombre que la estaba esperando no era el que ella quería...
La tarde anterior, cuando Azumi estuvo con Pierre, se la había pasado de maravilla, aun cuando los dos sabían que estaban buscando el símbolo de algo que a la larga terminaría por separarlos. En la florería, Azumi encontró lo que buscaba, aunque en vez de sentirse feliz, se sintió descorazonada. Y Pierre parecía sentirse igual...
Bueno, lo encontraste.- dijo Pierre.- Felicidades.
Gracias.- respondió Azumi, aunque no sabía si era eso lo que quería escuchar.
Pues buena suerte.- Pierre le extendió la mano a Azumi.- Que seas muy feliz.
¿Así nada más?.- Azumi se resistió a estrecharle la mano.
¿Qué más quieres que te diga?.- cuestionó Pierre.- Muchas felicidades, que seas feliz y que tengas un futuro dichoso.
¿No vas a ir conmigo a Marsella?.- quiso saber Azumi.
No.- negó Pierre.
¿Por qué?
No puedo decírtelo.- el francés desvió la mirada.
Azumi se mordió los labios. De repente, le dieron ganas de llorar.
Bueno, como quieras.- murmuró ella, dándose la vuelta y echando a andar.- Gracias por todo.
Pero no bien Azumi había caminado unos cuantos pasos cuando Pierre le dio alcance, la abrazó y la besó con intensidad en los labios. La chica Hayakawa se resistió en un principio, pero después se dejó llevar por esa muestra de cariño sincero. Pero después de un rato, ambos se separaron.
Ahora sabes por qué no puedo ir.- musitó Pierre.- Que seas muy feliz, Azumi.
El francés se dio la vuelta y echó a andar con rapidez. Ella no hizo el intento por seguirlo, no podía hacerlo, aunque quisiera.
Azumi suspiró, volviendo al presente. Faltaba poco para llegar a su destino. Marsella.
"Aun puedes arrepentirte", le dijo una voz a la chica.
Ya no estamos para eso.- le replicó Azumi a su cerebro.- Ya tomé mi decisión, y es la correcta.
Aunque, por supuesto, ella no estaba tan segura de eso...
Notas:
¡Lo olvidé, como siempre! El Colo Colo es un equipo de fútbol de Chile, y es el favorito de Alisse.
Lo de la broma de la pasta dental salió en "The swettest thing" y ya lo había usado Alisse en un fic XD.
Y bueno, quizás se entendió que Paola mete a su departamento a muchos tipos, pero no, lo que quise poner es que ella siempre mete al novio en turno, cosa de la cual se queja Lily, ya que Paola cambia frecuentemente de galán, bueno, no tan frecuente pero sí más o menos XD.
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Lily de Wakabayashi.