Capítulo 10. ¿Conoces a Taro Misaki?
Alisse miró a Azumi, la cual se veía verdaderamente muy mal. La japonesa respiraba agitadamente, y su cuello ya se veía bastante rojo.
¿Te sientes bien?.- repitió Alisse.- ¿Qué te pasa?
Esto... Es... Un... Error... .- respiró Azumi agitadamente.- No... Debo... Casarme...
Ah, no digas eso, por favor.- Alisse dejó las flores que había comprado a un lado.- Es normal que te sientas nerviosa, es un gran paso el que vas a dar, pero en serio, así se han de sentir todos los novios...
No, de verdad.- respiró Azumi.- Esto es un error, no me puedo casar...
Sí, sí puedes.- Alisse abanicó el rostro de Azumi.- Mira, ya estás vestida, tu novio te está esperando. No puedes renunciar ahora por una duda de momento, ya estás muy cerca de cumplir uno de los mayores sueños de una mujer.
(Patético, pero cierto).
Azumi respiró, un poco más calmada. No sabía quien era esa linda extranjera vestida de azul, pero la había ayudado a calmarse un poco. De hecho, ésa era una de las cualidades de Alisse, tranquilizar a la gente que se encontraba poco más que histérica.
Mira.- Alisse hizo que Azumi se parara frente al espejo.- Te ves hermosa. Estás lista para decirle que sí al hombre al que amas, no renuncies ahora.
Gracias.- Azumi sonrió, levemente.- Creo que... Tienes razón, solo fue duda del momento...
No hay de qué.- sonrió la chilena.- Vamos, que te están esperando.
Azumi sonrió con más confianza y salió de la habitación. Alisse suspiró y se preguntó quién sería el novio. Se comenzaron a escuchar los primeros acordes de la marcha nupcial y la chilena supo que era momento de salir. Ella encontró a Lily retocándose la pintura de labios a las afueras de la catedral.
¿Ya estás lista?.- preguntó Lily.- ¿En dónde te habías metido?
Lo mismo te pregunto.- replicó Alisse.- Vamos a ver si alcanzamos un lugar.
Las chicas entraron, y se dieron cuenta de que ya la novia había llegado al altar. Lily buscaba un asiento disponible, pero Alisse se fijó entonces en las personas que estaban en el altar... Ahí se encontraba Misaki, en compañía de su amigo que se iba a casar, y la novia ya estaba ahí también, aunque se notaba que se había vuelto a poner nerviosa.
Ken y Paola, por su parte (jajaja), se dieron cuenta del par de dos locas que andaban buscando lugares vacíos. Paola intentó ponerse de pie, pero Ken la detuvo.
¿Qué haces?.- gruñó ella.
No puedes detenerlas ahorita.- murmuró Ken.- La boda ya inició.
¿Y si tratan de detener la ceremonia?.- cuestionó Paola.
¿Crees que tu amiga Alisse sea capaz de eso?
No, pero a Lily sí la creo capaz...
Sin embargo, Ken tenía razón (ay, Dios), la boda ya había iniciado y no había manera de detener a Alisse y a Lily sin hacer un escándalo... Mientras tanto, Alisse vio que Taro y Genzo cambiaban de lugar y era Misaki el que se ponía al lado de la novia...
Estamos aquí reunidos para unir a Azumi Hayakawa y a Taro Misaki.- dijo el sacerdote.
Alisse sintió como si un balde de agua fría le hubiese caído encima. ¿Taro iba a casarse? ¿Era él el que iba a casarse? Lily, por supuesto, también se quedó impávida.
¿Ése es tu Taro?.- musitó la mexicana.- ¿Tu Taro va a casarse?
Ya no es mi Taro.- replicó Alisse, dolida.- Vámonos.
Pero...
¡Vámonos!
Alisse jaló a Lily del brazo con mucha fuerza, lo que hizo que ella perdiera el equilibrio y ambas se fueran de bruces contra uno de los enormes floreros de latón que adornaban la catedral. Obviamente, todos los presentes se dieron cuenta y voltearon a verlas.
Ay, no.- musitó Paola.- Muy tarde...
Oh, oh... .- musitó Ken.
Genzo, Azumi, Taro, Sanae, Kumi, Yukari, Tsubasa, y todos los demás, voltearon a ver a Lily y a Alisse. La primera en incorporarse fue la mexicana, quien se compuso el vestido y el cabello, muy digna, y les regaló una hermosa sonrisa a todos.
Perdonen ustedes, creo que nos equivocamos de boda.- dijo Lily.- Continúen con la hermosa ceremonia, por favor.
¿Lily?.- Genzo enarcó las cejas, sorprendido.
Con su permiso.- Alisse se puso de pie también.- Perdonen la interrupción.
¿Alisse?.- musitó Taro, casi sin voz.- ¿Alisse?
Las dos chicas salieron con paso rápido de la catedral. Alisse iba casi llorando, y Lily prefirió no mirar hacia atrás. Paola se puso de pie y le pidió a Ken que se quedara ahí, en la boda de su amigo. La germano-japonesa salió también de la catedral, en busca de sus amigas, y las encontró en el atrio, Alisse llorando en el hombro de Lily.
¡Se iba a casar!.- musitó Alisse.- ¡Era él el que se iba a casar! ¡Maldito desgraciado!
Se pasó de infeliz.- murmuró Lily.- No debió haber jugado así contigo...
Por eso me dejó plantada la otra vez, no podía salir conmigo porque iba a casarse con otra...
Lo siento, Alisse.- dijo Paola.- Yo me di cuenta de esto cuando ustedes ya habían salido para Marsella, y traté de alcanzarlas para avisarles, pero no las encontré a tiempo...
¿Tú lo sabías?.- Alisse dejó de abrazar a Lily para mirar a Paola.
Me enteré apenas hace unas cuantas horas.- suspiró Paola.- Había algo raro en lo que decían, pero no me cayó el veinte hasta que Ken me lo dijo. Lo lamento...
No es culpa tuya.- Alisse se secó las lágrimas con furia.- Sino de ese infeliz de Taro Misaki...
Vámonos.- dijo Lily.- No tiene caso de que nos quedemos aquí.
No quiero que arruinen sus planes por mi culpa.- negó Alisse.- Quédense ustedes con sus amores, yo me regresaré sola.
De ninguna manera.- negó Lily.- No te voy a dejar sola. Me regreso a París contigo.
¿Estás segura?
Claro, no dejo a mis amigas solas cuando me necesitan.- sonrió Lily.- Además, no dejaré que choques mi coche.
Gracias, amiga.- Alisse puso cara de "hello con tu hello".
Y pues alguien tiene que encargarse de que no se metan en más líos.- Paola suspiró, resignada.- Así pues, yo también me regreso.
Qué buena amiga eres, de veras.- Lily también puso cara de "hello con tu hello".
Las tres amigas se dirigieron al sitio en donde Lily había estacionado su coche. Antes d subir al automóvil, Alisse le dirigió a la catedral un último vistazo...
Mientras tanto, adentro, las cosas ya se habían calmado un poco y la ceremonia se había reiniciado. Azumi se había alcanzado a dar cuenta de que Pierre había decidido presentarse de último momento y le sonrió con tristeza, y a ella le volvió la urticaria. Mientras el sacerdote hablaba, Azumi se rascaba los brazos y el cuello de forma desesperada. Taro estaba sumido en sus pensamientos, Alisse había creído en su mentira y se había presentado a la boda, y muy seguramente ahora que ella ya sabía la verdad lo iba a odiar por siempre...
¿Te sientes bien?.- preguntó Taro a Azumi, cuando la vio rascándose con desesperación.
No lo sé.- admitió Azumi.- Taro, creo que esto es...
Un error... .- completó Taro.- Lo sé...
Ambos se miraron con sorpresa, pero después se sonrieron y se tomaron de las manos.
Taro, te quiero mucho, pero no de esta manera.- dijo Azumi.
Eres importante para mí, pero no de la forma en como todos creen.- dijo Taro, a su vez.
No quiero casarme contigo.- dijeron ambos, al mismo tiempo.
El sacerdote miró a Genzo con gesto de duda. El portero se limitó a encogerse de hombros. Taro y Azumi le hicieron un gesto negativo con la cabeza, y sin soltarse de las manos, voltearon a ver a la multitud, sonrientes.
¡No nos vamos a casar!.- gritaron los dos al mismo tiempo.
Los presentes se quedaron atónitos con la declaración, pero más sorprendidos se vieron cuando Azumi soltó a Taro y se lanzó a los brazos de Pierre, el cual la abrazó y la besó, y cuando el padre de Azumi se le dejó ir a Taro para agarrarlo a golpes... Se hizo un gran escándalo, Genzo trató de defender a Taro, Azumi gritó que ella amaba a Pierre, mientras que él confesó que sus intenciones reales eran detener la boda, en fin, era un pandemónium completo, pero al menos Taro y Azumi ya no cometerían el error más grande de sus vidas...
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Pasaron algunos días. A Taro se le pasó la emoción de no haberse casado para dar paso al arrepentimiento por haber engañado a Alisse... Ella era lo mejor que le había pasado hasta ese momento... Genzo, para tratar de animar a su amigo, lo llevó a pasear por un pueblito pintoresco de la campiña francesa. Los dos se encontraban sentados en una banquita en la calle, ubicada delante de una tienda de ropa.
Me pasé de desgraciado, ¿no?.- suspiró Misaki.- Por haberla engañado...
¿Sigues pensando en ella?.- preguntó Genzo.
No puedo evitarlo.- comentó Taro.- La extraño... Sé que es absurdo, ya qu realmente no la conozco, pero es como si me hubiera enamorado a primera vista...
Te entiendo... .- suspiró Genzo.
Sin embargo, yo creo que ella no va a querer volver a verme jamás... .- musitó Taro.
Genzo no sabía si debía decirle a su amigo o no sobre que Alisse resultó ser amiga de Paola y de Lily. Si Taro realmente quería volver a ver a Alisse, bastaba con que Genzo lo llevara al departamento de su prima. En ese momento, unos maniquíes que estaban afuera de la tienda de ropa comenzaron a caerse por culpa de fuerte viento y la dueña del loca, una regordeta pelirroja zanahoria, se esforzaba por detenerlos. Genzo y Taro se levantaron inmediatamente a ayudar y metieron los maniquíes a la tienda.
Muchas gracias.- dijo la dueña, sonriente.- ¿Me ayudan a llevarlos a la bodega?
Por supuesto.- asintió Genzo.
A Taro le llamó la atención una libreta forrada de terciopelo rosado que estaba junto a la caja registradora. Mientras Genzo ayudaba a la dueña pelirroja, Misaki no resistió la tentación de leer la libreta. Hojeó varias páginas y llegó hasta una en donde estaba escrito un mensaje muy peculiar...
"Gracias por permitir que mi loca amiga consiga ropa decente para no aparecer en paños menores ante su amado Taro. Atentamente, yo. P.D: Alisse Farfán ama a Taro Misaki".
Taro se quedó impávido. ¿Alisse había estado ahí y había dejado ese mensaje? Eso quería decir que quizás ella lo quería...
¿Qué lees?.- preguntó Genzo en ese instante.
Mira.- Taro le enseñó a su amigo el mensaje.- Alisse estuvo aquí...
¿Qué piensas ahora?.- Genzo sonrió.
Que deseo, más que nada en el mundo, el volver a verla...
Eso, amigo mío.- Genzo se acomodó la gorra.- Se puede solucionar...
A varios cientos de kilómetros de ahí, Alisse regresaba a su departamento después de un arduo día de trabajo. Se encontraba decaída, aunque no lo quisiera reconocer, todo el asunto Taro Misaki la habían afectado mucho. Sin embargo, antes de llegar a su departamento, Alisse vio a Paola y a Lily sentadas en las escaleras de la entrada con Ken y Genzo. alisse no entendía nada...
Qué bueno que llegaste.- sonrió Lily.
Alguien te está esperando desde hace rato.- sonrió Paola.
¿Quién?.- preguntó Alisse.
Un pobre tonto enamorado.- respondió Taro, asomándose detrás de los otros cuatro.- Alisse, tengo que hablar contigo.
Alisse sintió que la rabia surgía en su interior. ¿Qué se estaba creyendo ese baboso? Primero la engañó y ahora que estaba casado iba a buscarla. ¡Y esas dos, Lily y Paola, le habían tendido una trampa! Alisse se dio la vuelta y echó a correr. Taro se fue tras ella, al tiempo que Lily, Genzo, Paola y Ken intercambiaban miradas.
¿Los seguimos?.- preguntó Lily.
¿Tú qué crees?.- gruñó Paola.
Alisse corrió por las calles, sin fijarse por donde iba. Taro se apresuró para darle alcance, no podía dejarla ir...
¡Alisse, espera!.- pidió Misaki.- ¡Por favor, espera!
¡Déjame en paz, desgraciado!.- gritó Alisse, sin detenerse.- ¿Qué quieres ahora? ¿Contarme acerca de lo bien que te fue en la luna de miel?
No me casé, Alisse.- dijo Taro, haciendo que ella se detuviera abruptamente.
¿Qué?
No me casé.
¿Por qué no?
Porque a ti es a quien quiero.- musitó Misaki.
Esto, sin embargo, hizo enojar mucho más a la chilena.
¿Qué soy, tu bufón o qué?.- gritó Alisse.- ¿Cómo quieres que te crea cuando me mentiste desde el primer momento en que te conocí? ¡Me hiciste viajar hasta Marsella para ir a tu boda!
Lo sé, y merezco que me odies por eso.- admitió Taro.- Pero es que entiende que esa noche en el bar yo ya estaba comprometido con la mujer con la que supuestamente amaba pero entonces me topé contigo, y al verte supe que todo era mentira, que no amaba a Azumi sino que solo podría amarte a ti por el resto de mi vida. ¿Cómo crees que me sentí en esos momentos? No tenía valor para romper el compromiso ni tampoco quería decirte que ya estaba por casarme...
Y supongo que eso justifica tus mentiras, ¿no?.- Alisse, sin saber por qué, se sentía menos molesta.
No, no las justifica..- negó Taro.- Por eso, te pido perdón, y que me concedas otra oportunidad. Te quiero, Alisse...
Ella no sabía que hacer. Realmente todo era una confusión terrible que los había llevado a los dos hasta ese punto... Misaki notó que Alisse había bajado sus defensas, así que se lo jugó el todo por el todo y besó a Alisse en los labios. Ella al principio se resistió, pero después se dejó llevar...
Si quieres que te perdone, tendrás que mejorar ese beso.- musitó Alisse, cuando se separaron.
¿No te gustó?.- inquirió Taro.
La verdad, no.- negó Alisse.- Estuvo muy simple.
¿Con que muy simple, eh?.- Taro aceptó el reto.
Ambos volvieron a besarse, esta vez con más pasión. Alisse le echó a él los brazos al cuello y Taro la tomó a ella por la cintura...
Escondidos detrás de un grupo de árboles, Genzo, Lily, Ken y Paola sonrieron e intercambiaron miradas. Genzo besó a Lily y Ken abrazó a Paola. Al final, parecía ser que las cosas habían resultado muy bien...
Fin.
Notas:
Este fic fue basado en la película "The sweetest thing", interpretada por Cameron Díaz, y con varias modificaciones hechas por mí, ya que si hubiera seguido fielmente la trama, este fic hubiera sido poco menos que lemon, jeje XD.
Olvidé decir que la canción que canturreó Lily en el capítulo pasado, la de "Lindo, lindo, parpadean" es de la película de "Alicia en el País de las Maravillas".
Bueno, no sé si la catedral de Marsella tenga estilo barroco o neoclásico. Es más, ni siquiera sé si Marsella tiene o no una catedral... Ya, esto solo es un fic XD.
Ya saben, falta el epílogo.
