Como saben los personajes son de la obra origial de Naruto, escrita por Masashi Kishimoto, yo solo escribo esta historia con fines de diversion y sin animos de lucro.
Espero la disfruten tanto como yo lo hice al escribirla.
Capitulo 2
Segundo amor
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7 años despues
Hinata se encontraba regresando de una misión, habían dejado su reporte en la torre Hokage, estaba cansada, pero era su deber. Después de una buena ducha quiso descansar en su cama, pero sintió a Hanabi llegar, así que se dirigió al pasillo donde podría interceptarla. Hablaron por un buen rato, Hanabi le contó sobre sus amigos y lo que hizo durante su ausencia, le contó que poco después que ella se fuera su padre había dicho que tenia que salir de la aldea, misión supuso, pero era su padre él no daba explicaciones. Eso explicaba porque cuando Hinata llego no sentía su presencia en la mansión.
—Bueno, me voy a mi cuarto, después de darle una paliza a esos chiquillos de la academia necesito un baño.
—Hanabi, ambos tienen la misma edad.
—Sí, pero nadie se compara conmigo -Hinata se preguntaba de quien había aprendido a ser así, pero cuando veía a su hermana comportarse de esa forma no podía hacer más que recordar a su abuela, definitivamente saco su carácter, y le encantaba, algún día se lo diría. Antes de que Hanabi se fuera regreso a verla recordando algo. —Cierto, se me olvidaba, padre ponía en su carta que preparas equipo para una misión, en cuanto él llegue te dará más detalles.
—Gracias Hanabi.
Bueno, sabia que si su padre mando un mensaje es porque no tardaba mucho en llegar, subió a su habitación a preparar sus cosas, entre palabras podía deducir que no seria cerca. Al acabar decidió descansar, pero era extraño, no podía cerrar los ojos. Y cuando uno no puede dormir, empieza a pensar sobre su vida, que singular, muchas cosas habían cambiado desde que era niña; Neji, Hanabi y su padre, ellos ya no la veían como una molestia, incluso Neji ahora la protegía de mas, le hubiera gustado que su abuela viera todo lo que había logrado, todos los nueve novatos ahora eran grandes ninjas incluyéndola a ella, Naruto había regresado a la aldea y hasta donde sabia se encontraba con Jiraiya-sama entrenando. Naruto, Naruto que siempre caminaba hacia delante, nunca se rendía y ella lo admiraba por eso, admiraba su camino ninja, es imposible no pensar en su meta de regresar a su mejor amigo Sasuke a la aldea, Sasuke Uchiha, Uchiha… No, no pensaría en él, hacia demasiado con usar el collar cada vez que salía de misión, Hinata no sacaría esos recuerdos y se esforzó, se esforzó para dormir sin pensar en más.
— …—
—Hinata!, Hinata!
—mm, Hanabi, ¿Qué pasa? -Hinata no noto algún cambio en su entorno, además Hanabi no le hablaba con temor, pero sí con prisa.
—Hinata, sé que estas cansada, pero padre acaba de llegar y pidió que fueras a su oficina.
Se levanto en cuento lo escucho, pero la vista a su ventana le decía que era de madrugada, no mas de las 4 am.
—Hanabi, ¿Qué hacías despierta? - Vio la sonrisa traviesa de su hermana —Esta bien, no me digas, enseguida voy.
—Supongo no te veré en la mañana, te cuidas oneesan.- Hinata sonrió y la abrazo, claro que se cuidaría, tenia que regresar con Hanabi.
—Ve a dormir Hanabi, y no hagas travesuras -Hanabi solo sonrió y se fue, sabia que definitivamente haría travesuras, pero eso era aparte, se encamino a la oficina de su padre, si la mando a llamar en cuento llego es porque era importante.
—Otōsan.
—Adelante Hinata, siéntate -Así lo hizo, aunque ella se sentó su padre estaba caminando con un pergamino, hasta que lo dejo en su escritorio enfrente de ella, ahora que miraba bien habían dos pergaminos en el escritorio.
—Hinata, conoces la meta de Sasuke Uchiha -No era una pregunta, toda la generación conocida la meta de Sasuke, matar al responsable de la matanza de su clan, matar a su hermano. —Sasuke no ha sido considerado un traidor porque el esta apuntando a un criminal del libro bingo. Hinata, ¿Crees que Itachi Uchiha es un criminal peligroso para Konoha?
—No -Ella no dudo, lo miro a los ojos, mientras le decía al líder de un clan de años de antigüedad que no creía que un criminal de rango S fuera peligroso para la aldea donde vivía.
—Entonces sigues creyendo en él, si hubieran pruebas que demostraran que Itachi esta en contra de Konoha, o de todo lo que conocemos como vida, ¿Qué harías?
—Protegería Konoha, protegería a la aldea que amo. Los recuerdos se quedaran como recuerdos, no hay razón para que influyan en mi decisión.
—¿Y si descubrieras que Konoha fue la causante de todos estos últimos males?
—Konoha no ha sido la causante de nada, quienes han causado cada guerra, cada batalla, cada perdida son las personas que creen que todo vale por un bien mayor, pero Konoha no.
Hiashi miraba a Hinata, su madre siempre le había dicho que Hinata tendría fuerza, y él pudo ver que la fuerza más necesaria a veces no era la física, si no la mental, tanto Hana como su madre se encargaron de criar a una niña con una determinación más grande que cualquier del clan, su hija no era débil. Realmente no quería mandarla a ese lugar, pero se los había prometido, y él cumplía sus promesas. Hinata podría con ello, ella regresaría siendo la misma Hinata.
—Estos pergaminos contienen dos cartas, en una esta una carta de una vieja amiga hacia alguien amado por ella, la segunda es mía, ambas deben de ser entregadas a la misma persona. Hinata, la misión que te doy como líder del clan Hyūga es que vayas al mar morado y entrega este pergamino a la persona que este en el lugar, sabrás reconocerlo, encontraras el lugar siguiendo esta ruta -Hiashi le entrego un pergamino pequeño —Es necesario que nadie te siga, y si lo hacen, mátalos. El mapa no dice dónde esta el mar morado pero no esta tan alejado, estoy seguro que lo encontraras, parte en este momento tienes que llegar exactamente en dos semanas solo puedes espera un día, esa fue la fecha establecida, si pasa ese tiempo regresa.
Hinata entendió que esa misión era una misión de su padre, no dé la aldea ni del clan, si no de su padre. No sabia que peso tendría en la aldea, pero para él era importante, realizaría esa misión, además la mención del Uchiha le dejaba en claro porque se lo había pedido, existía la posibilidad de volver a encontrarse con él, sabia que una vez estuvo cerca de Konoha, pero no más, se paro y tomo los pergaminos, cumpliría su misión.
—Hinata, ¿Sabes el significado del árbol de wisterias que viste en ese tiempo?
—Sí Otōsan, ahora lo sé. -Sonrió triste, eso era algo que le dolía, eso era algo que le hacia imposible no creer en Itachi.
—Cuando entregues los dos pergaminos debes de quedarte hasta que acaben de leer el pergamino que escribí, después lo dejo a tu decisión, ahora sigue con tu camino.
—Regresare en cuanto cumpla con mi misión Otōsan.
Una reverencia y una mirada diciendo que se vaya, siempre habían sido así sus despedidas, pero no le molestaban, así eran los Hyūga, aunque claro habían excepciones.
Hinata recogió sus cosas y guardo los pergaminos, dejo una nota para Hanabi y Neji. Así, ese día a las 4 am dejo Konoha para entregar esos pergaminos.
—-— … — …—… — …—…— …—
Llevaba casi las dos semanas viajando, estaba a nada de llegar hasta el ultimo punto que le indicaba el mapa, estaba en el tiempo correcto, claro si no tardaba en encontrar el lugar, en su camino se encontró con ninjas renegados, pero ninguno le causo problema, a partir del momento en que cruzara el risco estaba sola, de ahí en adelante tendría que buscar completamente a ciegas ese mar morado del que nunca había escuchado.
Y lo cruzo, no había nada más que rocas, no había plantas ni arboles, no había vida alguna en ese lado. Invoco a dos lechuzas mientras activaba su Byakugan, si quería encontrar rápido aquel mar tenia que usar todos los medios. Pero miro a todo al rededor, y nada, paso todo un día avanzando hacia distintos lugares, era una rastreadora, pero no tenia algo que rastrear. Se separo de Sora y Yuhi, así tenían mayor rango, pero ninguna encontró ese mar, no había un mar cerca, en dos días se cumplirían las dos semanas, y de acuerdo con el rango que cubrieron tanto ella como las dos lechuzas no había algún mar a una distancia menor de dos días, podía avanzar, pero eso significaba que si estaba equivocada estaría más lejos, no podía equivocarse.
Era demasiado noche, y tanto Sora como Yuhi vivían en la noche, para ellas era más fácil buscar en la oscuridad, así que decidió buscar otro rato.
Pero nada, no había pista alguna de ese lugar, necesitaba alejarse para que ella pudiera buscar más, pero algo le decía que no debía alejarse del risco sin estar segura, y escucho su instinto.
—Sora, Yuhi, descansen. Las volveré a llamar en un momento.
Se quedo sola, pensó en un buen lugar para descansar, y bajo el risco tenia rocas y un lago, era un buen lugar para descansar. Cuando Hinata despertó sabia que debía a apurarse, faltaba un día para su encuentro y ella no tenia idea que dirección tomar, se quedo mirando el agua, se pregunto si el agua la llevaría a algún mar, pero según Sora, llegaba hasta una laguna verde y bonita, una laguna, no un mar y no había morado en ella. Se acerco al lago para mojar su cara y seguir con la búsqueda, no le quedaba más que alejarse del risco hacia un lugar desconocido, no quería eso. Una vez mojada su cara fue a dirección a la laguna, corrió a lado del lago, hasta que se detuvo bruscamente. El lago no estaba llevando la misma cantidad de agua, hubo un punto en que el lago disminuyo su cantidad de carga, regreso, esta vez el Byakugan no miraba a los lados o hacia enfrente, miraba hacia el rio y lo vio, vio que había una corriente que se desviaba, curioso porque se desviaba bajo el suelo, siguió su camino con el Byakugan, se desviaba muy adentro del risco, cuando ella estaba arriba no vio nada en esa dirección, recordaba ver rocas y suelo, pero no algo que pudiera alimentarse del rio… seguir ese flujo seria alejarse del risco, pero esta vez era diferente, estaba escondido, no era fácil dar con ese cambio, ese era el camino que estaba buscando, se acerco a la parte del risco donde se supone abajo estaría la parte del rio que se desviaba. Con su Byakugan no veía un lugar para pasar ser vivo, vio más al fondo, pero no, no entraría por ningún lado, obligo a su Byakugan a ver más lejos, aun más lejos que su limite, no, en este momento no tenia que tener un limite, casi, casi ,casi, estaba segura, y vio una entrada, ya sabia sabia que hacer.
Hinata subió el risco, con su Dōjutsu seguía el camino del lago. Entrada la tarde volvió a invocar a su lechuza, esta vez solo una teniendo en cuenta cuanto estaba usando su linea, le pidió a Sora que la rodeara en un rango lo suficientemente grande para que ella no la viera con su Byakugan, tenia que asegurarse que nadie se encontrara cerca. Al anochecer llego a la entrada, para las personas que no conocían de ese lugar les tomaría días enteros en encontrar siquiera una grieta de la entrada, pero ella contaba con esos ojos que todo lo ven. Una vez que se adentro a las grietas del ahora casi olvidado risco seco, siguió hasta la entrada oculta en la profundidad, pudo ver que el camino continuaba, no se detendría. Después de un rato Sora le decía que ya había acabado el día, Hinata ya estaba en la fecha acordada, llegaría, tardaría pero creía, no, se apuraría para llegar antes del medio día.
Lo vio, vio cómo el laberinto enterrado se acababa, vio la salida, así como vio el lago salir de la tierra, saliendo de su escondite. Salió de aquel laberinto, la luz de no haber sido una Hyūga la cegaría por un momento, pero esos cambios no le afectaban, por tanto en cuanto salió lo vio, vio los árboles, arboles wisterias por todos lados, no había un mar, pero si había wisterias, sin esperar un minuto subió al punto mas alto que encontró cerca de ella, tenia razón, no era un mar en la total definición de la palabra, era un mar de wisterias, wisterias moradas… y quizo llorar, lo recordó, recordó el ungüento que le regalo para sus heridas en su primer encuentro, recordó su amabilidad al siempre encaminarla a su mansión, recordó cuando le dijo que iría a misión, recordó sus momentos juntos, sin hablar, sin reír de grandes anécdotas, pero recordó la paz que había cuando estaban juntos, recordó como le entrego el dije que ahora se encontraba en su cuello, recordó como es que fue consolada el día de la muerte de su abuela, recordó el día que se fue. Itachi ese día se llevo las esperanzas de su primer amor, pero eso era un amor idealista.
No era momento de ponerse sentimental, y se sentó, puedo ver con su ojo mas allá del final de las wisterias, no había otra persona cerca, así que no le quedaba más que esperar, mientras esperaba desactivó su Dōjutsu, Sora la ayudaría a mantener un rango mayor que el que ella veía, y así podía estar cerca de las wisterias, era un deseo tonto, pero empezó a buscar un árbol parecido al de su niñez, no tardo en encontrarlo, no se encontraba al centro, pero era más grande que el promedio, y se sentó en el, mirando al rededor, ese lugar era hermoso.
Así paso todo el día y la tarde, estaba anocheciendo, por un momento se imagino de niña, en el árbol, justo en el momento en que anochecía Itachi aparecía y le hablaba con esa voz fría y amable de siempre, curioso; ningún apersona podía ser fría y amable al mismo tiempo, ninguna que no fuera él, y lo sintió, sintió a alguien acercarse, se puso en guardia a esperar la llegada de este individuo, en cuento activo sus ojos lo vio. Su padre la había mandado no porque existiera la posibilidad de que ella se enterara del verdadero fin de Itachi Uchiha, si no porque era al mismo Itachi Uchiha a quien debía entregarle los pergaminos, su padre le dijo que ella sabría quién era, llego lo suficientemente cerca para ver su figura, sabia que verlo a los ojos era peligroso así que dirigió su vista a su cuello, estaba lista.
—Así que Hiashi mando a su heredera, o confía mucho en tu poder o se quiere deshacer de la niña que nunca cumplió las expectativas.
No podía ver su rostro, y eso significaba no estar segura si lo decía con la intención de lastimarla, o en eso se había convertido aquel chico amable.
—Uchiha, será mejor que me diga que asuntos tiene aquí, si no tiene ninguno entonces retírese, si los tiene y son conmigo será mejor que lo diga claramente.
—No puedes verme a los ojos, y me pides que te diga la razón de estar aquí, no nos conocemos, pero estoy seguro que has escuchado de mí, un criminal, ¿Crees que prefiero decirte la razón de estar aquí a matarte y extraer la información que traes?
—No le tengo miedo Uchiha, ademas, se equivoca en dos cosas -Hinata pensó que era tonto pero bajo las manos —Sí nos conocemos, nos conocimos hace más de 7 años, y usted no me matara.
—Vernos en una reunión no nos hace conocidos, ¿por qué no te mataría?
Era tonto, muy tonto, pero tenia que entregarle los pergaminos, sabia que era él, su padre se lo dijo indirectamente, por eso le pregunto si seguía creyendo en él, además, estaba segura que el pergamino era de Mikoto. Si quería que Itachi aceptara los pergaminos y confiara en ella, ella tendría que confiar en Itachi, y la verdad eso no le costaría.
Hinata desactivo su Dōjutsu, y lo miro a los ojos.
—No lo conocí en una reunión, lo conocí en un árbol muy parecido a los que se encuentran a nuestro alrededor, y sé que no me matara porque estuve con usted el día que partió de la aldea que ama.
Ojos hermosos, habían dejado de ser los ojos de una niña. Itachi cuando llego espero encontrarse con Hiashi, pero en ningún momento en su encuentro Hiashi menciono que seria él quien entregaría aquello que su madre dejo atrás, en cambio, tenia a la princesa Hyūga enfrente de él, en cuento la vio de lejos vio su cambio, había dejado ese aire de niña, más sin embargo seguía teniendo el aire inocente de siempre, se volvió fuerte, esta vez lo noto mucho antes de llegar a ella, antes no lo notaba cuando se acercaba, su flujo de chakra le decía que estaba lista para pelear, y su cabello había crecido hasta su cintura, definitivamente se había convertido en toda una dama, una dama hermosa. Empezó duro, ella no lo recordaba por tanto, seria difícil que le entregara esos pergaminos sin desconfiar que eran para él, supuso que seria más fácil vencerla y quitárselos por la fuerza, no la mataría, pero su primera respuesta le dijo que estaba equivocado, ella quería una confirmación de que era él con quien tenia asuntos, ¿Por qué?, acaso ella no sabia que era un criminal, imposible, todo Konoha lo sabia, acaso ¿Estaba dispuesta a tener contacto con un criminal que iba en contra de Konoha por una orden de su padre?, lo intento otra vez, pero vio como bajaba su guardia, ¿Qué le dijo Hiashi para que ella se portara así con alguien peligroso?, sabia que Hiashi no diría las razones detrás de la matanza Uchiha, pero ¿Por qué ella se comportaba así?, ¿Por qué creía que no la mataría? Directo, solo se lo pregunto.
Pero lo que siguió lo sorprendió aun mas, desactivo su byakugan y lo vio directo a los ojos, no eran los ojos inocentes que mostraba de niña, eran los ojos de una mujer que confiaba en la persona que estaba enfrente de ella, ¿Por qué confiaba en él? Pero la respuesta llego en cuento la escuchó, ella recordaba, lo recordaba, él había borrado su memoria, había borrado cada parte que pasaron juntos, ¿Cómo es que ella seguía recordando?, no tenia sentido el preguntarse porque, y decidió hablar.
—¿Cómo es que me recuerdas?
—¿Es conmigo con quién tiene asuntos?
—Responderás mis preguntas con lo mismo.
—Uchiha, es un criminal en el libro bingo, y yo una ninja de Konoha, si no tenemos asuntos entre nosotros es mejor no comunicarnos. -Testaruda, quién iba a pensar que esa pequeña niña se convertiría en una mujer testaruda, pero le divertía.
—Si eres una ninja de Konoha y yo un criminal ¿Por qué no me capturas, o me matas?
—Por que no quiero -Lo vio en sus ojos, ella no lo atacaría, y supo desde que se conocieron que Hinata tenia un poder absoluto en leer a las personas, lo acepto, como hace 7 años acepto que ella curara su brazo a pesar de estar lleno de sangre, acepto que Hinata era de confianza.
—El pergamino que te dio Hiashi es para mí, quedamos aquí con espera de un día, ¿Tienes forma de saber que lo que digo es verdad?
—Cuando llegó lo supe, pero quería una confirmación, además, mi padre mencionó que el pergamino era de una vieja amiga y antes que me lo encomendara me preguntó por usted.
—Sabes que mate a mi clan.
—Lo sé.
—¿Conoces las razones del porque los mate?
—No
—Aun así, ¿No crees que tu padre esta cometiendo traición hacia Konoha al darme eso que traes?
—No, mi padre es un hombre de palabra, juró proteger Konoha y lo cumplirá, estoy segura que ese pergamino no atenta contra la aldea… así como usted tampoco -Itachi prefirió no preguntar porque ella dijo lo último, era mejor terminar con esa reunión, ella era peligrosa.
—Entonces, ¿Me darás ese pergamino?, no tengo tiempo.
Hinata alzo su ceja, pero continuo con hacer los sellos para sacar los pergaminos. Él vio perfectamente que Hinata alzo una ceja, ella no le creyó, mujer testaruda. Aun así mantuvo su rostro plano.
—En realidad Uchiha, son dos pergaminos -¿Dos?, Hiashi menciono que el segundo lo entregaría después de ciertas condiciones —Ambos son para usted, aquí tiene el primero; de la vieja amiga, y el segundo es de mi padre.
Itachi acepto el primero, era momento de irse, vería el de Hiashi en su camino, cuando lo estaba por tomar Hinata interrumpió sus pensamientos.
—El de mi padre tiene que leerlo en mi presencia, una vez que lo lea decidiré si es momento de irnos.
Hinata cada vez que hablaba lo hacia con una voz delicada y tranquila, no lo hacia golpeado ni seco, ya no tartamudeaba. Si Hiashi quería que ella estuviera presente al momento de leerlo lo haría a su forma, suficiente hizo al guardar esos pergaminos de su madre, aun sabiendo que Danzo no estaría contento si se enterase, pero Hiashi era un hombre listo.
Así que así fue, empezó a leer el pergamino de Hiashi y cuando acabo no pudo mantener su boca cerrada.
—tch!
Hinata se sorprendió, no esperaba que Itachi quién siempre se comporto como alguien ejemplar soltara ese tipo de expresión.
En cambio Itachi al acabar de leer el pedido de Hiashi estuvo tentado a no aceptarlo, ¿Qué tramaba?, no estaba seguro de tener el tiempo para descifrar sellos tan pulcros y laboriosos además de tramposos como eran los de los Hyūga, sin mencionar que quedaba un pergamino más, ese no seria para él, y creía que era el más importante.
—Uchiha, ¿Ocurre algo malo? -volteo a verla, Hiashi estaba siendo sucio, pero, ya habían pasado 7 años de se relación con Hinata, y su plan no había sufrido por ello, unos días mas no lo cambiarían. Así que le tendió el pergamino.
—-Eso lo decides tu Hinata.
Entrena a Hinata, no menos de
dos semanas de entrenamiento;
haz que el tiempo y el viaje que realizó
no sea en vano.
Esa es la condición que pongo por haber
guardado los pergaminos por tantos años, y claro,
para hacer que el segundo siga intacto.
Hay un sello en ambos pergaminos,
Hinata podrá romper el que te fue entregado,
me temo que a pesar de ser un genio,
los sellos Hyūga no te serán fáciles.
La decisión recae en ambos.
Así que por eso su padre le había dicho que ella decidiera la final.
—Uchiha, ¿Conocía el significado del árbol de wisterias de la aldea?
No le podía mentir, los Hyūga veían a travez de las mentiras y Hinata desde pequeña mostró esa habilidad.
—Sí.
—Entonces, Uchiha tendrá que hacerse tiempo.
Definitivamente no seria blando con ella, una cosa es aceptar las condiciones, un trato es un trato, pero ella le estaba restregando la mentira de hace un momento.
—No podemos entrenar en este lugar -No aceptaría que le dolería destruir un lugar así. —Sígueme, hay un lugar a menos de un día, una vez ahí empezaremos el entrenamiento.
Estaba por avanzar cuando escucho su voz.
—Uchiha-san, estaré a su cuidado -Una bonita reverencia, pero ya no era sólo bonita, ahora era elegante, equilibrada, Itachi no recordaba haber visto una reverencia más hermosa como la de ella, y recordó cada vez que ella le daba las gracias por acompañarla.
Pero eso había sido el pasado, ahora solo tenia que cumplir con el entrenamiento para que el segundo pergamino llegara a las manos correctas. Así, ambos partieron.
—-
Hinata pudo observar el lugar, mientras se acercaban noto que se iban adentrando a un laberinto, sin el ojo Hyūga hubiera entrado a un laberinto sin haberse dado cuenta. Era un buen lugar para entrenar sin ser vistos, e Itachi se había adueñado de ese espacio, después de todo sabia que camino tomar, las trampas e incluso llego a ver cómo ponía más trampas al pasar por un camino. Llegaron al centro, un gran campo, espacio más que suficiente para entrenar, y noto que incluso había una pequeña cabaña, cuando estuvo a punto de preguntar estuvo a nada de recibir un golpe directo al tórax, de no haber sido por tener activo el byakugan eso hubiera dolido mucho.
Claro, él le dijo que entrenarían en cuanto llegaran, e Itachi era un hombre de palabra.
Ninjutsu, al principio Hinata pensó que seria cuerpo a cuerpo, pero Itachi la mantenía alejada, mostraba su velocidad, resistencia y reflejos, no quería defraudarlo, estaba haciendo un esfuerzo increíblemente grande, y no era capaz de alcanzar su velocidad.
Continuaron de esa forma por todo el día, Hinata estaba exhausta, si bien tenia más de dos semanas sin tener descanso alguno, eso era normal en el mundo ninja, pero entrenar con Itachi, esquivarlo, y encontrarlo era sumamente cansado, de seguir así Hinata no aguantaría tres días más.
—Suficiente, te entrenare, pero no te moleré a golpes. Tomemos un descanso.
Y se dirigió a la cabaña, en cambio Hinata colapso en el suelo, había pensado que se volvió fuerte, pensó que ya no era la niña débil que necesitaba que le curaran sus heridas por los entrenamientos con su padre. Sin embargo, ahí estaba ella, colapsando por ninjustu, no quería imaginar si el genio Uchiha la entrenaba en genjutsu. Estaba muy cansada, supuso que ese día se quedaría durmiendo en ese lugar. No creía que Itachi la tratara bien, no después de ver su comportamiento con ella, Itachi tenia sus razones para no acercarse a las personas y ella no era alguien para cambiarlas, así que simplemente cerro los ojos
Por su parte Itachi en la cabaña pensaba en que si era mejor que Hinata se quedara afuera, desde lejos pudo notar su pulso tranquilo mientras recuperaba sus fuerzas, tenia razón Hinata se había vuelto fuerte, no era floja ni mimada, ella sigue su entrenamiento sin rezongar, y lo había aguantado, pensó en probar su resistencia, pero cuando Hinata empezó a mostrar que tenia una buena resistencia paso a subir la dificultad, y ella lo siguió. Ahora estaba acostada, dejarla pasar y que se quedara afuera era lo mismo… pero como siempre pasaba con ella, prefería tenerla cerca.
—No te quedes ahí, vamos a la cabaña -Sabia que no estaba siendo coherente, pero no le quedaba mucho tiempo, lo que pasarían en esas dos semanas no cambiarían sus planes futuros.
Hinata lo volteo a ver con esos ojos color Luna, incluso por un momento pensó que la Luna se reflejaba en sus ojos, imposible se estaba quedando ciego. De igual forma en cuanto lo dijo volteo de regreso a la cabaña.
— Uchiha-san, ¿Esta bien que yo entre? -voz tranquila y amable
—Da lo mismo a que te quedes fuera.
—Entonces… con permiso.
Era una cabaña pequeña, una mini estufa, una mesa y un sillón, una cama al fondo, un almacén y un lugar apartado; supuso el baño. Sencilla, pero de alguna forma le gustaba, todo estaba limpio y ordenado, era como Itachi.
—¿Usted la construyo Uchiha-san?
—¿Por qué me hablas con respeto?, parece que olvidas que soy un criminal, ahora dudo de tu compromiso con Konoha.
Hinata no tenia porque ocultar las cosas, Itachi y ella ya no eran los amigos de aquellos tiempos, aquel lazo que ella tenia como un buen recuerdo, eso era, un recuerdo. No tenia porque ocultar sus pensamientos con él ni sus razones, a veces, era más fácil contarle aquello a un desconocido.
—Porque mi padre confía en usted, guardo pergaminos ajenos al clan y la aldea, me mando a entregarlos y le esta pidiendo que me entrene. Eso me dice que mi padre no ve en usted a un criminal que atente contra Konoha, por tanto no encuentro razón para no hablarle como a un mayor.
—Entonces mientras tu padre diga que esta bien no hay ningún problema, incluso si tu padre te dice que hagas algo que la aldea considere traición lo harás. -Su padre siempre le había dicho que los Hyūga eran humanos sin sentimientos, humanos que seguían ordenes sin preguntarse si estaba bien o mal.
—Veo que prefiere estar solo -No necesitaba verla para saber que estaba molesta. — No decidí venir por mi padre, lo hice por usted, porque yo confío en usted, desde hace 7 años he confiado en usted, y no, no necesito que siga cuestionando mi lealtad a Konoha, amo a Konoha, amo a las personas de la aldea, y así será siempre, se que los Hyūgas no son personas a las que se les vincule con sentimientos, pero le informo esto Uchiha, entre una orden que vaya en contra de nuestros principios y creencias, siempre escogeremos aquel camino que no esta trazado por otros.
Estaba lista para salir de la cabaña, pero se detuvo al escucharlo.
—Crees que Konoha es buena, pero dime ¿Acaso no ha estado en guerra?, ¿Acaso no ha preferido matar a sus aldeanos por un bien mayor?, tu tío es muestra de ello, hay incontables historias de ninjas donde tuvieron que matar a alguien querido por Konoha, o ver morir a personas por la misma razón.
¿Qué le decía al hombre que estaba delante de ella?, empezó a imaginar algo retorcido sobre la Konoha y sus misiones de rango S, misiones que eran conocidas por su radicalidad. No, ella ya había escuchado esto.
—Konoha no daña a los humanos, quienes causaron esas muertes fueron personas usando el nombre de Konoha, las personas que ocasionaron las historias que dice son personas que creían que la muerte es para un bien mayor, no Konoha. Mi tío no fue obligado a dar su vida, él escogió su forma de morir, él decidió su camino, nadie del clan lo hizo, incluso mi padre se rehuso, pero usted no es quien para saberlo.
Blanco y rojo, sus miradas se cruzaron, no estaban peleando, pero Itachi sentía que había perdido, él amaba Konoha, amaba todo de ella, y le hubiera gustado haber sido una persona común que pudiera disfrutar de Konoha fuera de las guerras, y ahora la veía a ella, determinada a defender a Konoha pero reconociendo que las personas atrás de las desiciones eran las responsables de las muertes. Quería seguir preguntando, pero algo le decía que seguir seria hablar de cosas que era mejor se quedaran solo con él, preguntarle la razón de que ella siga recordando le daba mala espina. Era mejor dejarlo ahí, entre ellos Hinata era mejor leyendo a las personas.
—Entonces dime cómo quieras, ahora es mejor que descanses, la cama es tuya.
Por alguna extraña razón Hinata quería sonreírle directamente a Itachi, pero le gano la vergüenza.
—Uchiha-san, no puedo!, me quedare en el sillón.
—No puedo dormir, es mejor que la ocupes tú. -Paso a ocupar el sillón, no había forma de ceder en eso.
—Sabe Uchiha-san, no ha cambiado. -Y rápido como lo dijo se fue a la cama, no quería que viera su rostro avergonzado. Itachi en cambio pensó en todo lo contrario, ella había cambiado mucho, no sabia describirlo.
—-— … — …—… — …—…— …—
Llevaban casi dos días enteros entrenando, después de que el primer día pudiera descansar al despertar habían comido lo que le sobraba a cada quien dé su viaje y empezaron a entrenar, pero no se habían detenido. Itachi le había pedido no activar el byakugan y él desactivo su Mangekyō, desconocía el porque lo mantenía activo pero le agradaba ver esos ojos negros.
Seguían con el ninjutsu, esta vez Itachi había visto que elementos manejaba, ambos manejaban aire, lo cual se entretuvieron en ese, Hinata tenia un control impresionante del fuego, estaba seguro que más adelante lucharían con su elemento. Hinata tenia gran resistencia, no se había quejado, y por lo que notaba podía aguantar otro día, pero ahora él necesitaba un descanso, no podía exigirse tanto, necesitaba que su enfermedad no avanzara ni un poco más.
—Acabemos por hoy Hinata, regresemos a la cabaña.
—Hai!
Itachi pensó que seria un regreso tranquilo y silencioso.
—Uchiha-san, ¿tiene comida guardada?
—No, podemos alimentarnos de nuestro entorno, te he visto hacerlo.
—Aun así no estaría mal comer algo, ya que usted me da asilo, ¿P-podria ocupar su estufa?
Solo asintió, no tenia razón para negárselo , ademas el tartamudeo le recordó a sus épocas en el árbol.
Llegando se sentó en el sillón, vio a Hinata dirigirse a la cocina con unos pergaminos, estaba sacando las ollas que estaban disponibles, mejor dejar de observarla, y empezó a dormitar, no tardo en que le llegara un buen olor, prefiero ignorarlo y seguir con dormitando, o esa era la idea hasta que escucho a Hinata poner los platos en la mesa delante de él y después su presencia a lado de él, abrió los ojos para verla.
—No sabia que le gustaba, pero prepare arroz con lentejas acompañado con bolas de soya. -Itachi no decía nada, solo la miraba —Adelante Uchiha-san.
—No voy a comer.
—-¿Por qué?, le dije que como usted me daba refugio lo menos que puedo hacer es preparar una comida.
—-No te deje pasar para que cocinaras, y no somos compañeros o amigos para hacer esto por el otro, n somos algo.
Vio una sonrisa triste, se arrepintió de decirlo tan directamente, pero no podían hacerse amigos como en los viejos tiempos.
—A pesar que no me considere su amiga, me esta entrenado, y estoy durmiendo aquí, ademas que yo soy quien ocupa su cama… si no quiere comerlo esta bien, déjelo ahí, mañana me haré cargo de ello -Hinata termino su comida en silencio, levanto todo lo sucio y se fue a la cama.
—-— … — …—… — …—…— …—
Al despertar Hinata no se sentía con muchas ganas, habían rechazado su comida, ella de alguna forma quería acercarse a él, pero al parecer era imposible. ¡Vamos Hinata!, el entrenamiento. Al ir de camino a la salida encontró los platos vacíos y lavados. Al parecer no seria imposible.
Salió sonriendo, vio la espalda de Itachi.
—Hinata, pude ver que tienes un contrato con las lechuzas, desconocía que los Hyūga también invocaban a lechuzas. -Recordaba ver la invocación de Hiashi; un águila gris.
—L-los Hyūga no forman contratos para una única invocación -Volteo a verla, tartamudeo, y cuando vio su cara encontró un sonrojo en sus mejillas.
—Pero lo tienes tú, ¿es cómo los Inuzuka? -Ahora puso las manos enfrente y juntas, esta jugando con ellas.
—P-padre no sabe de mi contrato con las lechuzas, n-no es que este en contra, algunos Hyūgas tienen contratos, pero las lechuzas, las lechuzas vienen de mi madre.
—¿Tienen diferentes invocaciones? -Eso no era común, con quién firmabas el contrato dependía del clan al que pertenecías, pero Hinata asintió. —¿Por qué? -No era normal, ademas tener diferentes contratos en el mismo clan con diferentes invenciones podría generar confusión entre misiones.
—Desconozco la razón, pero dicen que las lechuzas le causaban alergia a mi bisabuelo, por tanto busco otra invocación… y bueno si él podía no tenia razón para prohibírselo a los otros ninjas. Aunque no es normal para las misiones, es por eso que nuestras invocaciones deben ser blancos o grises para que nuestros compañeros los diferencien, y los Hyūgas saben reconocer invocaciones de otros Hyūgas.
Envidió un poco que los Hyūgas, en lugar de imponer una invocación les daban la opción que ellos escogieran, pero era porque ellos podían distinguirlos.
—Entonces entrenemos con las invocaciones y el ninjustu, ¿Cuál es tu invocación más fuerte?
Hinata paso a invocar a una lechuza blanca con tonos grises, era de un fuerte poder, pero no era el líder de las lechuzas, si estaba entrenando a Hinata lograría que pudiera invocar al líder, tenia la fuerza.
El entrenamiento esta vez duro un día, las invocaciones eran más cansadas con el ninjutsu junto, sus descansos serian menos largos, pero estarian bien distribuidos.
Esa noche Hinata volvió a calentar la comida y volvió a ofrecerle un poco, era demasiado amable, ella hubiera sido feliz en un mundo sin ninjas, y él también.
—Si queremos avanzar con el ninjutsu es mejor que vea tu taijutsu, ustedes se especializan es eso. -Eso fue raro para Hinata, estaban hablando en la comida, pero no desaprovecharía esas oportunidades que ni el mismo Itachi se daba cuenta le daba.
—Hai!, para que dominemos el puño suave necesitamos un mayor control del taijutsu.
—Entonces eso haremos al despertar.
—Hai!
Y ahí acabo la platica, cada quien lavo sus trastes. Hinata estaba emocionada, Itachi era un maestro estrictamente bueno.
Los siguientes dos días entrenaron como había dicho el ninjutsu con el taijutsu, terminaba sin fuerzas, pero cada día sentía un aumento y lo pudo ver al invocar después de estar cansada a una lechuza aun más grande.
Después de tomar un pequeño descanso Hinata salió a buscar a Itachi, no lo encontró a simple vista así que activo su Byakugan, no fue difícil encontrarlo, pero lo que vio la dejo helada, el flujo de chakra dentro de Itachi estaba inestable, estaba enfermo. Itachi era bueno manejando su chakra, por tanto era comprensible que su chakra no estuviera tan descontrolada como en este momento en el que estaba teniendo un ataque. Hinata se encamino a su encuentro, al estar cerca de él estaba por gritar su nombre, pero era Itachi a quien se estaba acercando, incluso en una recaída Itachi podía sentir a alguien acercarse y antes de que alguno de los dos pudiera pensar en otra cosa el blanco se encontró con el rojo, demasiado tarde, Hinata entró en su genjutsu.
Itachi la vio caer desmayada, por un segundo pensó que seria mejor despertarla, pero en cuento se acerco a ella el paisaje cambio, ya no estaba en el bosque de entrenamiento. Estaba en el genjutsu con ella, ¿No recordó querer entrar en él?, pero sí recordó unos ojos blancos, con venas que se marcaban al rededor, Hinata tenia el byakugan activo. Ese era el poder de uno de los grandes Dōjutsu, nunca se había enfrentado en un genjutsu con un Hyūga, con Hiashi no lo intento, por tanto no sabia qué tan fuerte seria.
Mientras caminaba podía ver la mansión Hyūga, llena de cuerpos en el suelo, sangre por todos lados, muertes, todo el área Hyūga era un campo de personas muertas, le recordó la matanza que el cometió, era importante sacar de ahí a Hinata, antes de que se quedara atrapada en esa visión, y la escucho. Escucho gritos de desesperación, cuando fue hacia la voz encontró la razón. Hinata estaba de rodillas viendo sus manos llenas de sangre mientras gritaba, en frente de ella estaba Hiashi muerto, un joven Hyūga, lo había visto con Guy antes, y en medio de todo una niña mirando con odio a Hinata. Entendió el genjutsu, Itachi le mostró la matanza Uchiha, pero Hinata causo un efecto espejo, hizo que él entrara con ella, y que ahora los Uchihas pasaran a ser Hyūgas.
Ese seria un golpe demasiado fuerte para Hinata, así que se acerco para que ambos salieran de ahí. Cuando estaba detrás de la que suponía era la hermana de Hinata hablo.
—Hinata -Ella volteo, lo miro con esos ojos color luna de siempre, ojos llenos de lagrimas, la vio pararse y correr hacia su dirección, aunque Hinata quisiera tocar la imagen de su hermana que estaba delante de él no podría hacer nada, el golpe ya estaba, solo queda que se repitiera en un ciclo, así que cuando la vio correr estaba listo para obligarla a salir, hasta que se dio cuenta de algo. Hinata no estaba viendo a la niña enfrente de él, lo estaba viendo directamente, sus ojos estaban conectados, para cuando lo entendió Hinata ya estaba cerrando sus brazos a su alrededor, Itachi se fue hacia tras de la sorpresa, Hinata lo estaba abrazando, a él, no a la niña ahí parada, no entendía que pasaba, pero siempre que estaba con ella pasaban cosas que no entendía, ¿Por qué Hinata lo estaba abrazando tan fuertemente?, ¿Por qué?
—Itachi, no es malo, por favor deje de recordar esa noche! -Itachi lo entendió, Hinata vio través del genjutsu, Hinata vio lo que él hizo, y aun así estaba aquí abrazándolo diciendo que no era malo. El abrazo no era para Hinata, era para él, pero de nada servia que siguieran ahí, era peligroso que ambos estuvieran en el genjutsu, así que primero saldría.
—Hinata, es momento que salgamos de aquí. -Ella no lo soltó, no lo miro, solo la sintió asentir en su pecho. A continuación para Itachi no era difícil salir de un genjutsu y pudo observar que Hinata volvía a activar su Byakugan, ambos salieron.
Su consciencia regresó al campo de entrenamiento, desactivo sus ojos, ya no podía volver a cometer el mismo error. Ahora busco a Hinata con sus ojos negros, ella se encontraba sentada mirando sus pies, nadie decía algo, él no quería hablar sobre eso, pero Hinata no mostraba desagrado o miedo mientras se iba acercando a ella, se sentó a su lado, quería entenderla, quería entender por que a pesar de ver lo que hizo no lo veía como un monstruo, en cambio, lo había abrazado cuando lo vio. Tenia tantas preguntas respecto a ella, pensó que hacerlas sólo ocasionarían problemas, y que Hinata confiara en él sabia que estaba mal, él no podía tener amigos, tener vínculos solo causaba dolor, por eso desde que la vio y supo que ella lo seguía recordando, se dijo que no le preguntaría nada, que sólo cumpliría con su parte del trato y la entrenaría, pero… Hinata nunca le había causado dolor, en el tiempo que estuvo fuera Hinata era un lindo recuerdo, uno de los recuerdos que lo mantenía cuerdo. Ella le prometio que la próxima vez ella seria una persona de confianza, suficiente confianza para que él pudiera confiarle sus problemas, suspiro; Hinata siempre había sido una persona de confianza.
—¿Por qué me recuerdas?, el día que mate a mi clan te borre la memoria, cualquier recuerdo que tuvieras de mi debía ser eliminado.
Hinata levando su vista, Itachi se encontraba viendo el paisaje, ella no tenia problemas en contarle, deseaba hablar con él.
—El árbol… el árbol de wisterias anula los genjutsus y ninjustu. -Cierto, nunca había probado sus habilidades mientras estaba en el árbol.
—Al parecer conoces mas de ese árbol de lo que yo vi en los pergaminos antiguos.
—Los encontré en la biblioteca Hyūga, en la biblioteca de Konoha no encontré nada. -Tenia sentido, él lo encontró en el área para anbus.
—¿Qué sabes sobre el?. -Pero no escucho respuesta por un buen rato, así que por fin voleo a verla, y ahora veía a una Hinata roja como una manzana.
—U-u-uchiha- san! Usted también conoce el significado. -Hinata estaba más que avergonzada, pensar que él le pediría que le dijera el significado del árbol.
Itachi la miro mientras hacia lindos gestos, lindo… hace mucho que no pensaba que algo era lindo.
—Itachi, dime Itachi -Hinata estaba a punto de decir que no podía pero antes de que lo hiciera él la corto. —Lo hiciste antes.
Cierto, mientras estaban el genjutsu. Supuso que ambos se estaban abriendo, Itachi la estaba viendo con curiosidad, Itachi estaba confiando en ella, así que lo haría, bajara cada barrera que tenga, no por pena perdería las oportunidades que Itachi le deba.
—I-itachi..san - Tenia que ser Hinata —¿Cuándo se entero del significado del árbol?
—Un día antes de tu cumpleaños, antes había tratado de ir con Sasuke pero no lo pudimos encontrar, cuando vi que alguien más lo podía ver me decidí a investigarlo.
—Ya veo, típico de usted, en mi caso fue en la academia, estábamos tomando una clase sobre los mitos y leyendas de Konoha, cuando fue el turno de una compañera menciono que existía un árbol …u-un árbol que, que j-juntaba -Hinata acerco su mano a la altura de su dije para darse valor, aunque este acto no fue visto por Itachi. — que juntaba las almas destinas a estar juntas, los niños empezaron a reír, pero Iruka-sensei los silencio; dijo que él también había escuchado esa leyenda, y que él si creía en ella, pues su inicio se dio con la esposa de primer Hokage. Al acabar la clase le pregunte qué tipo de árbol era, obviamente la leyenda dice que es un árbol de wisterias pero que el color cambia en las distintas versiones. Después de eso empece a investigar, en la biblioteca no encontré más que cuentos, pero nada real, hasta que le pedí permiso a mi padre para revisar los pergaminos, libros, notas y viejos escritos de la biblioteca Hyūga, el accedió, la búsqueda no fue nada rápida, pero al final encontré una libreta con la descripción de este árbol. El árbol de wisterias solo aparecía con las personas destinadas, mientras una de ellas no estuviera en la aldea no se mostraría, anulaba el genjutsu y ninjustu, podíamos usar nuestros ojos; pero no en otras personas, también el color de sus hojas es un color con el que ambas almas se sentían bien, y que el árbol fue construido por el primer Hokage para reunirse con su esposa. Eso es lo que sé del árbol Itachi-san.
Hinata no tenia la fuerza para verlo, así siguió con la vista hace el frente.
—Ya veo, en los pergaminos de la biblioteca no decía más que fue construido por el primer Hokage para reunirse con su esposa, y fue ella quien encontró un sello que hacia que dos almas se encontraran en él, así ella probaría su vinculo. -No podía equivocarse y darle un nombre.
Ambos quedaron callados, ¿cómo poder hablar después de aquello? Ambos eran conscientes del otro, pero ambos sabían que eso no se cumpliría.
Hinata se recostó a observar el cielo.
—Sabe, cuando leí sobre el árbol al principio se me hizo muy cruel, me estaban diciendo que mi vida estaba unida a alguien lejos de la aldea, y a alguien que no quería tener vínculos con Konoha -Itachi también pensaba en lo cruel de ese sello, el no tenia futuro que ofrecerle a nadie, imaginar que tan cruel lo sentía Hinata lo hizo sentir lamentable —Pero después pensé en lo afortunada que era, mientras que en el mundo ninja había personas que nunca encontrarían a su persona especial, yo pude conocerla, encontrarme con ella y no solo eso, sino también pasar tiempo y tener recuerdos con ella.
Ahí estaba otra vez, ella diciendo lo que nunca espero escuchar, pero en el fondo estaba tan agradecido de haberlo escuchado.
—Aun así, ¿Porque confías en mí? Viste como acabe con mi clan, soy un asesino.
—Sí, es un asesino, eso no es algo que negare, pero Itachi-san, ¿Por qué no mato a Sasuke?, ¿Por qué estaba llorando cuando asesino a todos?, ¿Por qué no ha atentado directamente contra Konoha?
Itachi se paro rápido, el rumbo iba muy peligroso, había aceptado que Hinata no lo viera como un monstruo, pero no que ella se enterara de que la matanza del clan fue hecha por una misión, una misión que no ensuciaría el nombre Uchiha.
—Es todo, ese árbol se equivoco, seguiremos con el entrenamiento y una vez acabemos cada uno regresara al lugar donde pertenece, tu siendo la princesa Hyūga y yo siendo un criminal, la próxima vez que nos encontremos te tratare como mi enemigo, ese es el camino que elegimos.
Hinata se paro enseguida para alcanzarlo, pero antes de que dijera algo. Itachi la llevo del cuello hasta que chocara con el tronco de una árbol.
—No Hinata, no sabes el camino que he hecho para llegar a mi meta, y no permitiré que alguien se interponga en ella, lo que estoy haciendo al entrenarte es asegurarme que parte de mi meta se cumpla, sabes que Hiashi tiene otro pergamino, y es la única razón para que haga esto. Lo que acaba de pasar solo fue para tranquilizarte del genjutsu, ahora que lo estas seguiremos entrenando.
La soltó, sin mirar atrás se fue directo a la cabaña, mientras Hinata solo pudo entristecer, le dolía que Itachi se comportara así por el hecho de pensar que no tenia un futuro, pero ella sabia la importancia de una meta propia, no podía interferir con ella.
—-— … — …—… — …—…— …—
El trato después de eso fue frio, las comidas eran silenciosas, los entrenamientos solo eran ataques y ordenes, no había comunicación entre ellos, aunque Hinata lo intentara era recibida por el mismo trato de siempre, un Itachi frio y sin intenciones de hablarle más que lo necesario.
Faltaban tres días para que se cumplieran las dos semanas, y ese día no tenia ganas de entrenar, estaba extraña, Itachi otra vez la noche anterior no le dirigió la palabra para nada. Así salió para entrenar y lo primero con lo que se encontró fue con un cuervo que le decía que debía de ir al centro del campo, le molestaba, le molestaba tanto el hecho que Itachi usara a sus cuervos para decirle cosas como esas. De igual forma fue hacia el centro del campo, activo sus ojos, y vio el ataque que Itachi quiso hacer, rudo, estaba siendo bestial, la estaba atacando por todos lados, incluso al notar que usaba su cuervo Hinata tuvo que llamar a una lechuza, esta vez podía invocar a una que luchara a la par con el cuervo de Itachi, fuego contra fuego, a pesar del esfuerzo Hinata fue directo al suelo después de un rato, el cuervo se empezó a reír de su fuerza. No esta de humor, nada de humor, Hinata se levanto, y concentró su chakra en sus manos, un golpe, estaría satisfecha con acertar un golpe lo suficientemente fuerte para lograr dejar su mano out. Golpe , tras golpe, estaba cansada pero lo haría, definitivamente lo haría, y Hinata lo vio; el momento, uso su técnica de Ocho trigramas sesenta y cuatro palmas, y lo golpeo, lo lanzo hasta que choco con un cuarto árbol.
Itachi no esperaba ese golpe, Hinata no lo había usado antes, pero su brazo derecho no se sentía bien, de igual forma estaba listo para continuar, si continuaban Hinata estaría lista para sacar al líder de su invocación, pero no llegaba a él, Hinata se quedo parada observando algo en el suelo, estaba en el camino que él hizo al ser golpeado, así que fue a su encuentro, la vio agacharse, le dio curiosidad por descubrir que era lo que la había desconcentrado de su pelea, cuando la vio levantarse con algo en su mano ya estaba lo suficientemente cerca para ver que era aquello por lo que decidió detener su ataque. Y lo identifico, era el ungüento que hace 7 años le había quitado a una Hinata desmayada.
—Así que usted lo tenia, pensé que había desaparecido con el árbol cuando usted se fue, pero no era así, usted lo tuvo todo este tiempo. -Hinata volteo a verlo, no, no era la Hinata que conocía, esta persona estaba terriblemente enojada, antes de que pudiera hablar vio como Hinata le dirigía un golpe directo, de no haber sido él definitivamente hubiera volado por el impacto, Hinata no lo estaba dejandolo hablar, ella era una bestia, lo ataco sin descanso, Itachi se estaba cansando, incluso trato de atacarle en aquel punto ciego de los Hyūga, pero Hinata se había puesto un escudo, ¿Quien era ella?, cuando se descuido Hinata alcanzo a darle tres golpes, dejando su brazo out. Itachi estaba listo para pelear con el genjutsu, pero ya no hubo continuación, Hinata dejo de atacarlo, ahora solo estaba mirándolo… enojada, Hinata mostraba su enojo en cada parte de su cuerpo.
—Tú!, me dices que no quieres vincularte con nadie!, me dices que los vínculos son innecesarios! cada vez que trato de acercarme a ti me tratas tan cruel y fríamente mientras me dices que no tenemos ningún tipo de relación! Tú!, me tratas como el mayor estorbo a tu meta!, no te cansas de negar mi existencia! Pero sigues guardando mi ungüento! un ungüento que estoy segura no necesitas! Si tanto te molesta mi presencia deberías tirar esto!
Itachi lo veía y no podía creerlo, Hinata no solo le estaba gritando, si no que ahora no había ningún respeto hacia él en su… regaño, y lo recordó, recordó una vieja platica con su madre, donde le decía que estaba segura que cuando Hana se enojaba daba más miedo que ella. Y sé rio, Itachi Uchiha soltó una pequeña muy pequeña risa, definitivamente Hinata daba miedo.
Hinata lo vio soltar esa risa casi inexistente, y se dio cuenta de lo que hizo, ella, le estaba gritando al genio Uchiha, cuando estaba a punto de disculparse llena de vergüenza Itachi le dijo lo más lindo que pudo esperar de él.
—Eres increíble Hinata, eres increíble. -Itachi recordó la sonrisa de su madre, quien diría que Hinata se convertiría en la única persona que podría hacer que recordara aquello, ahora empezaba a entender a aquel árbol —Desde la noche de en que asesine al clan, no recordaba nada más que sus cuerpos llenos de sangre, y ahora, ahora acabo de recordar la sonrisa de mi madre.
Itachi se encontraba sentado, después de decir aquello se quedo mirando las estrellas. Hinata atesoraría por siempre aquello que le dijo Itachi, estaba por sentarse cuando empezó a llover.
—-Hinata, ¿Sabes por qué asesine a mi clan? - Y él la esta mirando intensamente, las gotas de lluvia caían en su rostro perfecto daban el efecto de un Itachi llorando.. así que por eso no quería entrar a la cabaña, para ella estaba bien.
—No lo sé con certeza, sólo he podido hacer suposiciones, pero nada concreto. -Y tomo asiento enfrente de él.
—Dime, ¿Cuales son esas suposiciones?
—-A la única que llego es que el Hokage con los consejeros le dieron misión de eliminar a su clan. -Claro Hinata era lista, y sabia observar a las personas sabía observarlo, noto que él amaba Konoha, podía darse cuenta que él nunca había atentado contra la aldea, Hiashi fue uno de los pocos que conocía de la misma y estaba en contra de ella, por tanto ella notaba que su padre no lo veía como una traidor. —Pero, no logro entender la razón de la misma, por eso no estoy segura.
—-Mi clan estaba lastimado; después del ataque del Kyuubi muchos pensaron que habían sido los Uchihas quienes ocasionaron el suceso, algunos dentro del clan , liderados por mi padre empezaron a planear un golpe de estado, así que era eliminar la raíz o enfrentar una lucha interna, una lucha interna que causaría más muertes y odio.
Fue suficiente, todo cuadraba, Itachi dio parte de su humanidad por la aldea, hizo un sacrificio que nadie podía imaginar.
—Después de la masacre podría entrar a Akatsuki, y así mantener informado al Hokage de sus movimientos. La única condición fue que Sasuke viviera, pero si Sasuke se entera de que fue una misión; el odio lo consumirá, es mejor que todo ese odio fuera dirigido a mi.
Hinata no tenia palabras de aliento que darle, no encontraba que decir, así que lo único que podía hacer era llorar, llorar por el destino de Itachi, el odio de Sasuke mataría a Itachi, y él esta de acuerdo con eso. Pero él no veía que si Sasuke se enteraba de todo los resultados serian peores.
—Lo sé, lleve a Sasuke a un lugar de sombras, y me arrepiento, pero mi madre lo sabia, sabia todo esto y es ahí donde entra tu padre Hinata.
Por fin levanto la vista y lo miro a los ojos, claro que tenia curiosidad de la razón por la cual su padre tenia esos pergaminos, pero no imagino que Itachi fuera quién se lo contara.
—Regresemos a la cabaña, te contare el resto. -A continuación Itachi ayudo a Hinata a levantarse, ofreciéndole una mano, ella la acepto pero él no la soltó, ambos caminaron a la cabaña con las manos entrelazadas, no era un momento romántico, pero Itachi sentía compañía de Hinata, eso era lo único que necesitaba. Al llegar se separaron, cada uno se seco a su forma. Una vez secos Itachi tomo asiento en el sillón, indicándole a Hinata que lo acompañara y así lo hizo.
—Por lo que he visto tu padre no te ha contado mucho sobre como obtuvo los pergaminos.
—Nada, sólo me dijo que eran de una vieja amiga.
—Yo tampoco se mucho, me entere de ellos momentos antes de asesinar a mi madre, una vez muerto mi padre recuerdo cada palabra de mi madre, ambos me pidieron proteger a Sasuke, pero mi madre me pidió que revisara su cajón personal, ahí encontraría su único pedido, me pidió que lo cumpliera. Hinata, estaba asesinando a mi madre, su único deseo tendría que ser cumplido, y se lo prometí. Después ambos me dijeron que no dudara -Hinata no fue consiente pero estaba agarrando la mano de Itachi, e Itachi estaba encontrando ese simple agarre tan reconfortante. —Cuando revise aquel cajón solo había una nota.
Itachi de su ropa saco una nota, y se la tendió a Hinata, ella no quiso leerla, hacerlo significaba escarbar en la tristeza de Itachi, y ella no lo quería ver sufrir más, pero él se la estaba dando, no podía dejar su mano así.
Itachi, se que cuidaras de Sasuke,
pero se que el mundo ninja así como los
sentimientos
de las personas cambian,
si en algún momento de sus caminos se pierden,
hay dos pergaminos que podrían ayudarlos.
Los tiene el esposo de mi mejor amiga,
él prometio que llegarían a sus manos cuando los buscaran,
y es un hombre de palabra, no dudes en ir por ellos.
Por favor Itachi, cuando te sientas perdido y dudes de tus desiciones ve por ese pergamino, es una carta tonta de tu madre,
pero es una carta para este hijo que siempre ame.
Hinata nunca soltó la mano de Itachi, quería llorar por todo lo que escuchaba, pero en su lugar busco aquella mirada negra, lo escucharía hasta el final.
—Amo a Sasuke, pero esta caminando por un rumbo muy oscuro, me equivoque en lo que hice, ahora lo sé, llene a Sasuke de odio y rencor, él esta perdiendo su camino ninja. -Hinata quería decirle que Sasuke estaría bien, tenia a Naruto de su lado, él lo ayudaría, pero cuando Itachi apretó su mano continuo —Por eso estamos aquí, por la promesa que le hice a mi madre.
Ambos se quedaron quietos y en silencio por un buen rato, Itachi ya no tenia más que decir, Hinata no podía ofrecerle lagrimas, seria hipócrita, ni palabras llenas de animo como lo haría Kiba o Naruto, tampoco palabras llenas de significados profundos como Shino, pero podía ofrecerle su compañía, aquella silenciosa compañía que siempre tenia con ella siendo más jóvenes, y eso hizo, no soltó su mano, en cambio se acerco lo suficiente para que sus hombros chocaran, Itachi no se movió, en cambio puso sus manos entrelazadas en su rodilla.
Itachi por primera vez pudo dormir sin tener pesadillas, no estaba en una cama, no estaba solo. Estaba en un sillón incomodo, en una cabaña nada acogedora, en un lugar alejado de todo, estaba con la niña que consolaba hace tiempo atrás, y se dio cuenta que esa había sido su felicidad más grande desde hace mucho. Así, ambos durmieron.
Itachi despertó, había descansado como nunca, encontró su mano entrelazada con una mano pequeña, blanca pero fuerte, se notaba el entrenamiento en ellas, sintió un peso en su hombro, al voltear se encontró con un rostro hermoso y perfecto, una vista más hermosa que ese mar de arboles wisterias, lo supo, ese árbol de la aldea no se había equivocado, Itachi no podía seguirse negando que aquella niña de grandes pestañas era su persona destinada, sabia que un futuro juntos era imposible, pero cada momento que ha pasado con ella, cada particularidad que muestra, cada acto que lo sorprende, cada acción solo han sido porque es ella, de haber tenido otro destino estaba seguro que Hinata ser… No, no se podía dar el lujo de tener un deseo así, incluso si él viviera después de dar sus ojos, sus días estaban contados.
Sabia que Hinata no le impediría cumplir su meta, y su entrenamiento solo duraría dos días, pudo conseguir ese tiempo por Kisame, pero era todo. Sintió que el pulso de Hinata subía, así que volteo a verla, y si pensó que la imagen de una Hinata durmiendo en su hombro era bella, la imagen de una Hinata avergonzada con lindas chapas en sus mejillas viendo sus manos entrelazadas le ganaba por mucho.
—Es momento que sigamos con el entrenamiento -Lo volteo a ver, estaba avergonzada y aun así asintió —Entonces comamos algo.
Si a Hinata le pidieran describir aquel momento lo describiría como "Dulce", cuando se levantaron del sillón ambos miraron su mano, buscando quien la separaría primero, pero ninguno de los dos lo hacia, al final ambos al ser conscientes deshicieron el agarre, aquel acto los dejo en un estado de soledad, es como si a sus manos les faltara algo. Comieron lo necesario, en silencio, un silencio dulce, el entrenamiento fue duro, e incluso eso era agradable con aquel ambiente entre ellos, a mitad del día Hinata recordó que el pergamino tenia sellos Hyūgas, era egoísta, y un sueño tonto, pero quería estar con él cuando lo abriera. Deteniéndose en medio entrenamiento busco un descanso.
—Itachi-san, y-yo puedo quitar los sellos del pergamino. -Itachi entendió, y a decir verdad, el también quería que ella estuviera con él al abrirlo, no compartiría su contenido, pero su presencia la sentía necesaria.
Sólo asintió y ambos regresaron a la cabaña, una vez sentados en el sillón le entrego el pergamino para que le fueran quitados los sellos. Cuando Hinata lo tomó, activó su Byakugan, y empezó a hacer diferentes sellos, después de unos puso un poco de su sangre en una esquina del pergamino, y continuo. Como lo digo Hiashi, era un sello Hyūga, Hinata en ningún momento desactivo su linea, y cuando acabo, se lo regreso. Al observarlo se dio cuenta que no sólo contaba con los sellos Hyūga, también contaba con sellos Uchiha, su madre le había puesto sellos de su clan, sellos que solo él podría romper.
Hinata se acomodo en el extremo del sillón, volteo su vista hacia fuera de la cabaña, lo estaba acompañado, de igual forma le daba la privacidad, así empezó a leer lo que madre quería decirle.
Querido Itachi.
Me alegra pensar que esta carta llegara a ti, conozco a Hiashi, es un hombre de carácter fuerte, pero es el hombre que Hana amo, por eso es que puedo confiar en que él se encargara de esto.
Itachi, las desiciones del clan no fueron las correctas, ser la matriarca de un clan lastimado era una carga que no debía compartir, tu padre orgulloso no permitiría que su clan fuera tratado así, no compartí la idea de un golpe de estado, no al pensar que pelearíamos con nuestros amigos, pero una vez vi todo el daño que los Uchihas tenían no pude rebatirlo.
Aun así sabia que eras una persona amable, eres una persona que darías todo por aquello que amas. No fue fácil saber que amabas Konoha, una Konoha donde te hubiera gustado ser un niño sin clan, sin familia ninja, pero lo acepte. Cuando Sasuke nació, lo amaste, y supe que lo protegerías. Pero dime Itachi, ¿Quién te protegerá a ti?.
Deje esta carta con Hiashi porque Hana me estaba ayudando a cambiar el destino de los Uchihas, te preguntaras los motivos; empecé a notar tus cambios de actitud, me empece a preocupar pero hablar con tu padre sería ponerte en aprietos, la intuición de una madre es peligrosa Itachi, pero sabia que había una persona que podía ver a través de las persona, sumando que Hana sabia el daño que causaba la muerte de un miembro de su clan por un bien mayor, así que recurrí a ella, ambas empezamos a pensar en soluciones no para salvar a todo el clan pero si a algunos, antes siquiera de encontrar una aceptable, Hana murió. Itachi, no solo moría mi mejor amiga, se iba mi compañera, mis esperanzas de salvarlos a ustedes de un camino oscuro.
Después el tiempo paso, no tenia forma de buscar soluciones, el clan no me escucharía y tu padre ya estaba decidido. Hasta que un día Hiashi se me acerco, decidido como siempre me dijo lo que Konoha planeaba contigo, quise ir a la torre, quise pelar con todo mundo, ¿Cómo se atrevían a querer darte una orden así?, pero nosotros estábamos mal. Hiashi no solo fue a decirme eso, me fue a decir las últimas palabras de Hana, Hana en su lecho de muerte pidió por sus hijas… y por ustedes, le pidió a Hiashi que me buscara y me ayudara. Si no podíamos cambiar el destino de los Uchihas por lo menos lograría salvar las almas de mis hijos. Konoha acepto tus términos de la misión, porque Hiashi abogo por ellas, Danzo y los consejos querían exterminación total, pero Hiashi busco a Shikaku Nara para asegurar que sus vidas no fueran tocadas. Por esto es que es él quien tiene ambas cartas, por eso estoy segura que estas llegaran a ti.
No fui la mejor madre Itachi, me hubiera gustado ser más fuerte, pero de algo que no me arrepiento es de haber tenido a los dos mejores hijos, son mi mayor alegría, mi mayor orgullo, y los amo, Itachi, te ame desde el momento en que supimos de tu existencia, te ame en cada momento de tu vida, y te amo ahora.
Pedirte que no cargues con nuestras muertes es inútil, lo harás incluso si lo hago, así que te lo dire como ninja, Itachi, no dudes de tu camino, no dudes de proteger aquello que amas, y sobre todo no tengas miedo de tu amor, yo no lo pude comprender, pero no esta mal aquella intensidad con la que amas. Itachi no estas solo, quieres cargar con toda la culpa, desde siempre fuiste así, acepta la ayuda de tu al redor, deja de creer que los lazos que unen a las personas son peligrosos, no estas solo Itachi, nosotros estamos contigo. Nosotros elegimos nuestro destino, de aquí en adelante vuelve a elegir el tuyo, se el ninja que pueda despedirse con una sonrisa.
Itachi, mi niño amable, sigue tu camino, a mis ojos has hecho lo correcto.
Con amor, Mikoto Uchiha.
Fue un golpe directo a la cara, pero era de esos golpes que te redireccionan a aquel punto que habías perdido, sabia que estaba dudando del futuro se Sasuke y eso conlleva a dudar sobre darle sus ojos, amaba a Sasuke y amaba Konoha, pero ahora ya no estaba seguro que Sasuke no fuera un peligro para la aldea por la que renunció a su vida para protegerla, pero tenia razón su madre, no estaba solo, Naruto ayudaría a su hermano, confiaría en él, y aun así su madre dejo a atrás un esperanza para que Sasuke regresara a un mundo libre de venganza. No estaba solo, y lo pudo afirmar al ver a Hinata ahí sentada mirando afuera de la cabaña, estaba con él a pesar de saber la verdad, seria egoísta de su parte, pero quería estar con ella esos últimos momentos, no cambiaria su idea de darle sus ojos a Sasuke y con ello su vida, pero viviría en ese pequeño tiempo lo que como humano siempre se prohibió.
Agarro la mano de Hinata, antes de que ella volteara a verlo se recostó en su hombro, quería descansar, quería respirar aquel aroma a lavanda que ella siempre desprendía de su cuerpo, quería estar en silencio, tranquilo, quería estar con ella.
Hinata solo pudo sentir el peso de su cabeza en su hombro, el agarre de sus manos no se hizo débil. Aquellos simples actos le afirmaron que ella estaba en el corazón de Itachi, y eso a pesar de causarle alegría también le causaba una infinita tristeza, Itachi era un doble espía, y eso significaba que por mucho que ambos lo quisieran era imposible salir juntos de ahí, aunque no quisiera su menta iba a empezar a preguntarse sobre su futuro… eso era si tenían un futuro juntos, solo le quedaba día y medio, no eran suficientes para hablar de todo con él, ambos tenia que regresar a sus vidas, estaba por meterse más en sus pensamientos hasta que sintió a Itachi moverse y a continuación se encontró con esos ojos negros, ojos negros que la miraban solo a ella.
—Continuamos el entrenamiento, vamos.
Sin mas, Itachi la guió fuera de la cabaña a dirección al bosque que ahora sentía parte de ellos, hasta que llegaron fue que soltaron sus manos.
—Hinata, hoy será nuestro último día de entrenamiento -Hinata quiso preguntar por que si todavía quedaba un día completo, incluso un día era algo que ella quería pasar con él. — Estas lista para llamar al líder de tus invocaciones, y ese era mi objetivo, lo cumpliste un día antes, mañana será otro día y hablaremos de ello.
Al verlo a los ojos, ella entendió que Itachi confiaba en su poder, confiaba en que ella cumpliría sus expectativas, él tenia razón, acabando el entrenamiento pensarían en el mañana.
El entrenamiento fue duro, en el genjutsu y taijutsu Hinata sintió la mejora enormemente, cada paso y cada movimiento que daba era cuidadoso, sin desperdiciar energía ni dejar su punto débil al enemigo. Itachi ya había visto a Hinata dar todo en el taijutsu, su brazo fue prueba de ello, era una ninja capaz, cuando saltaba, cuando activaba el Byakugan el genjutsu era débil ante él, pensar en las maravillas de ese ojo blanco lo puso triste; él no estaría para ver cuanto avance podría tener, pero cada vez que su mente divagaba un poco Hinata le rozaba los brazos e incluso en una ocasión llego a rozar su abdomen, pero notaba que Hinata estaba siendo cuidadosa al momento de estar cerca de sus nervios, ella sabia que estaba enfermo, ella era fuerte era digna de ser una heredera, y la llevo al limite al invocar a su mejor cuervo, ella siguió la invocación; y ante él apareció una lechuza blanca con dorado a su alrededor, tan grande, majestuosa, incluso hermosa, pero llena de poder, era letal, incluso él no pudo evitar sorprenderse por lo bueno que resulto su trabajo en equipo, Hinata y la lechuza dorada eran bellezas letales. En medio de la pelea Itachi y su cuervo separaron a Hinata de Buza el líder de las lechuzas, ambos se enfrentaron con las invocaciones, con el Byakugan activo pudo notar que Itachi estaba tranquilo sobre Buza y este no se mostraba violento, se pregunto si había caído en un genjutsu, pero las lechuzas al ser compatibles con los Hyūgas tenían forma de releer ese ojo rojo y más hablando del Buza, pero la idea quedo en el olvido cuando Buza dio una voltereta torbellino haciendo que Itachi no saliera de su cuerpo, así los cuatro siguieron con su batalla, hasta que Itachi decidió que había cumplido con su objetivo, Hinata en dos semanas mejoro más de lo que cualquier ninja podría hacer en meses de entrenamiento.
Y así, al final del día, estaba lloviendo, ambos estaban cansados. Hinata se sentía bien, estaba tirada en el suelo, llena de sudor, lodo y heridas, pero estaba feliz, su entrenamiento a pesar de ser corto la ayudo a entender cosas de ella que no conocía, se dio cuenta que su entrenamiento no era el indicado, Itachi la llevo a un entrenamiento únicamente para ella, no porque Itachi supiera entrenarla por ser una Hyūga, es que Itachi se fijo en aquello que como ninja estaba dejando de lado.
Itachi se acerco a ella y la ayudo a levantarse, no quería soltarla, así ambos caminaron a la cabaña, una vez dentro dejo a Hinata en el sofá, fue al almacén donde tenia vendas y regreso con ella, cuando se sentó enfrente de ella con la intención de curar sus heridas ella lo interrumpió.
—Itachi-san, la pomada que uso es bastante efectiva. -Hinata se sonrojo un poco.
—La he visto antes, pero también vi que ya no tenia mas.
—Así fue, pero todavía tenemos una extra -De su chamarra saco aquella pomada que hace 7 años habría creído perdida, pero que realmente Itachi se la había llevado como recuerdo.
Itachi no dijo nada, en cambio la acepto entre sus manos y paso a darle el uso que debería. Antes él nunca la uso, no hubo realmente necesidad de ello, y no la usaba en simple heridas, cuando estaba solo y veía la luna siempre abría el recipiente, y así oler una esencia que le le recordaba a una pequeña niña de ojos luna.
—Me la quedare, estuvo todo este tiempo conmigo, ahora es parte de mí. -Y así paso a estar entre su túnica otra vez.
—Me parece un poco injusto -Itachi se descoloco un poco por eso, no era algo que esperaría de Hinata.
—Mientras usted me dio mi más preciado regalo, yo solo pude ofrecerle una pomada para sus heridas, heridas que no existen.
Itachi volteo a verla, esos ojos lunas se notaban contentos, pero… ¿Qué le había dado él que ella lo consideraba lo más preciado? , pero la respuesta llego con el movimiento de Hinata; sus manos se acercaron a su cuello y de ahí asomo un dije, un cuidado dije de un conejo blanco sosteniendo entre sus manos una manzana roja. Él no pudo evitar sorprenderse de ver aquel dije, ella lo usaba, e incluso si no lo usaba todo el tiempo ella lo cargaba, no estaba segura que su encuentro seria con él, y aun así ella lo tenia a su lado. Pensó en no preguntar las razones, pero ella era alguien que lo hacia sentir humano, con ella ya cometió tantas excepciones que una más no importaba. Estiro su mano, le decía su intención de querer tomarlo, y Hinata lo entendió, así que con movimientos delicados y hermosos sus manos agarraron el collar y paso de su hermoso cuello a las manos fuertes de él.
—Lo compre después de la platica que tuve con mi madre, y claro, después de entender el porque podía llegar a ese árbol. Estaba pensando en un regalo sencillo; como una pequeña acción que a mi madre le hubiera gustado hacer -Itachi se veía tranquilo mientras le hablaba, estaba siendo el Itachi de su niñez, no, estaba siendo él sin reprimirse. —Mientras caminaba buscando algo que a una señorita podría gustarle, mi mirada se poso en accesorios y diversos, hasta que de reojo vi una combinación bastante peculiar, blanco con rojo. -Al escucharlo a Hinata le brinco el corazón, estaba sintiendo que se le estaban declarando, algo tonto teniendo en cuenta de quien estaban hablando — Ya sabia el significado del árbol, así como sabia que era algo sin futuro, pase de largo, decidí no tomarlo. Pero… cuando camine más y no dejaba de pensar en esos colores supe que realmente era lo que yo quería regalarle. Cuando lo vi en tus manos y me sonreíste como si te hubieran bajado las estrellas supe que hice la mejor elección, o eso me dije en ese momento.
—¡Fue aun mejor! -Ambos se miraron sorprendidos, Hinata por haber alzado la voz de esa forma, e Itachi por haber escuchado a Hinata gritar de una forma tan avergonzada —Itachi-san, para mí este dije ha sido el objeto más bonito que he tenido en todo mi vida, si pudiera ponerlo en las mismas palabras que acaba de poner le diría que no fueron estrellas, yo sentí que me estaba regalando aquel cielo estrellado con una luna blanca y hermosa de fondo, así que este regalo fue mejor, mucho mejor de lo que usted imagina.
Itachi sonrió —Entonces hice bien. Me alegra saber que sigue apreciando este regalo -Al notar que Hinata quería decirle algo agarro su mano entre las suyas y mirándola directamente a esos ojos grandes y llenos de vida se sincero —Hinata, yo… no puedo regalarte un futuro -Ella lo sabia, lo supo ese día de lluvia donde entró a aquel genjutsu — Nuestros caminos se separaran al acabar el día de mañana, y ambos debemos seguir el camino que cada uno escogió -Acerco sus mano a sus labios mientras cerraba sus ojos, no podía ver su cara triste —Pero egoístamente quiero estar ese día completo contigo, se que pido mucho, pero si tu aceptas; me gustaría que desde este momento hasta que lleguemos al mar de wisterias olvidemos que somos ninjas, olvidemos un poco de nuestra realidad -No escucho nada, ni sintió algún movimiento de parte de ella, supuso que estaba pidiendo demasiado, que ella creyera en él y aceptara su presencia era una cosa, pero que lo viera como un hombre era completamente distinto, decepcionado con su error bajo sus manos —Aunque supongo que no es posible -necesitaba poner una buena cara para que ella no se sintiera comprometida con él, al momento de abrir sus ojos y dirigir su mirada a aquel rostro se encontró con unos ojos llorosos y después con una Hinata que se adelantaba a abrazarlo.
—Me encantaría! -La sitio entre sus brazos, su abrazo no era fuerte ni débil, era justo, justo para ellos, ella acepto estar con él, se permitió responder aquel abrazo.
— A pesar de -Pero antes de que pudiera continuar Hinata lo corto.
—Itachi! -se alejo para poder chocar mirada —Esta es nuestra realidad!, y ya sea en esta realidad u en otra, elegiría lo mismo, prefiero pasar un día contigo a pasar una vida lamentándome por no haber dicho que sí!
Ojos determinados, le gustaba mucho, Hinata le gustaba mucho, ella sabia que no podían caminar juntos, ella sabia que ambos tenían responsabilidades, que ambos tenían metas que cumplir, Hinata lo aceptaba, lo aceptaba a él. No lo pensó mucho, de hecho no lo pensó, solo movió su mano y acerco su rostro al de ella.
Itachi era un hombre sin experiencia, nunca sintió atracción por las distintas mujeres que encontró en su camino, podía reconocer las bellezas de la que muchos hablaban, pero él nunca se intereso, por tanto su relación con las mujeres era nula, no las encontró necesarias y menos interesantes. Pero ahora, ahora sentía que todos esos años se acumularon en un leve olor a lavanda.
Quería probar a que sabia la lavanda, si la luna tuviera sabor estaba seguro de poder probarlo a través de sus labios, y cuando toco sus labios lo supo, supo que la lavanda no solo olía, sabia y se sentía, al igual que la luna, ambas para él ahora tenían un sabor único y un tacto vicioso. Se adentro un poco, quería probar más pero se había olvidado de algo; de respirar, ¿Cómo un humano podía olvidar algo así?, Tuvo que separase para recuperar el aire, pero al verla otra vez dudo de poder continuar. Hinata no estaba roja como jitomate, tenia un bonito rubor en esa mejillas, sus labios estaban rojos como cerezas, sus ojos brillosos, ambos sentían lo mismo, ambos necesitaban aire, y ambos necesitaban alejarse, Itachi quería apreciar cada minuto con ella, sabia lo que podía pasar si continuaban así, y no es que no quisiera, pero prefería esperar… irónico, él no podía darse esos lujos, pero Hinata no merecía una experiencia así de importante en una fea y vieja cabaña, y menos con alguien que no podía ofrecerle más de un día.
Así que solo atino a chocar su frente con la de ella, respirar, eso es lo que ambos hacían, recuperaban el aire que les faltaba, recuperaban la voz que perdieron, recuperaban la tranquilidad que necesitaban. Cuando Itachi se sentía más calmado pensó en que podían hacer ahora.
—¿Vamos a dormir? -Hinata sintió su mano en su rostro, se restregó más en ella, mientras lo era con ese hermosos rostro, por un momento estuvo tentada a decir que sí, pero eso significaba que a pesar de estar con el dormirían, creía que desperdiciaría su tiempo con él de esa forma, así que negó.
—Quiero seguir despierta con usted.
Escucho a Itachi reír, era una delicia, pero aun así volteo a verlo confundida.
—No te has dado cuenta, pero a veces me hablas de usted y otras de tu
—Oh! -Era verdad, si lo pensaba no tenia una constancia en que momentos lo llamaba con familiaridad y en qué otros con reserva — No lo había pensado, pero si le parece bien
—Me parece bien, háblame con confianza, creo que ambos podemos hacerlo después de todo lo que hemos pasado -Le sonrió coquetamente, Hinata estaba segura que un Itachi sonriendo coquetamente era algo que siempre le causaría mariposas en el estomago.
—No es que no le tenga confianza, solo… me pone nerviosa - Podían quedare despiertos simplemente mirándose, con eso era feliz.—Entonces no quiero dormir, quiero estar despierta contigo.
—Entonces no dormiremos
Justo Hinata recordó que no habían comido, y bueno, cocinar con Itachi definitivamente seria interesante.
— Itachi-san! ¿Por qué no preparamos algo para comer? -Considerando la hora no seria algo pesado, pero el hecho de estar un buen rato despiertos lo hacia ideal, así que se limito a asentir.
Una vez juntos Hinata le enseño que hacer, ella era delicada en cada movimiento, se movía rápido al momento de cortar cualquier ingrediente, no tenían mucho pero ella era increíble. Por su lado Hinata creía que Itachi era rápido al aprender, un genio bien dicho, pero era que Itachi se limitaba a hacer exactamente lo que le decía, en la cocina no bastaba con seguir una receta con exactitud, cada quien tenia sus áreas para brillar, y sonrío al pensar que de ese lado ella podía sorprenderlo a él, triste, porque tenia amor a su lado pero saber que eso no duraría le dolía, pensaría en eso mañana.
Una vez que acabaron con la preparación se sentaron en la mesa para comer, Itachi le dio las gracias a Hinata, hace mucho no probaba algo tan sabroso. Después de acabar con sus alimentos decidieron sacar el sillón de la cabaña; así bajo la noche estrellada hablaron.
Hinata le contó sobre la academia, sobre como fue estar en la misma generación que los 11 novatos, grandes futuros ninjas, le contó de su relación con Neji, le contó que al principio fue difícil, el problema de su tío como se esperaba dejo una huella demasiado grande en el clan, pero también le contó sobre Naruto y su intervención en el torneo para convertirse en Chunnin, después de eso no solo la relación con Neji mejoro, si no también con su hermana y el clan en general, le costo que la aceptaran, e incluso ahora no muchos la terminan de aceptar pero ella era feliz con lo que estaba logrando, su sueño de erradicar ese sello del pájaro enjaulado debía desaparecer. Le contó sobre sus primeras misiones y sus compañeros de equipo, sobre lo cerca que era con ellos así como con su sensei, misiones donde sufría ahora le parecían lejanas, le contó sobre su relación con su padre; aprendió a comprenderlo y a pesar de lo que muchos dirían, su padre amaba a sus hijas, les enseñaba de forma estricta pero el se había asegurado que ninguna de sus hijas tuviera el sello, el líder del clan rechazaba ese acto tan atroz, le contó el hecho que cada año en la fecha que su abuela falleció le dejaba lirios en su tumba, así como cada año de la matanza Uchiha dejaba crisantemos amarillos cerca del área del árbol de wisterias, al principio eran anémonas rojas, pero las cambio cuando una vez se encontró con Sasuke y la interrogo sobre porque estaba ahí con esas flores. Itachi ante la mención de su hermano preguntó más detalle.
— Oh, bueno, ese día se habían cumplido 3 años de tu partida, y bueno, como los años anteriores fui a dejar un ramo de flores anémonas rojas por el árbol de wisterias, pero al llegar y dejarlas en el lugar me tope con Sasuke-kun, y bueno, Sasuke-kun siempre ha sido callado y de expresiones fuertes, así que cuando me vio por ahí con flores de ese color me empezó a preguntar que hacia ahí, porque había escogido ese color, porque las dejaba en ese lugar cada año y no en una tumba -Itachi entendía que Sasuke se puso en su momento de esa forma por que esos lugares eran donde ellos entrenaban cuando él tenia un poco de tiempo, además el color rojo en ese día debió de fastidiarlo un poco, pero pensar en un Sasuke con ese temperamento interrogando a una Hinata tan tímida no imaginaba que eso terminara bien, pero siguió escuchando a Hinata —Aunque claro, Sasuke-kun daba miedo por suerte, no pude responder nada de lo que el pregunto, me quede callada con la cabeza abajo, lo único que pude decir fue un "Es mi asunto" o algo así, Sasuke solo se enojo más pero bueno no dijo más, solo se fue… aunque ahora que lo pienso más después de eso, Sasuke se sentaba cerca de mi en la academia, cuando había actividades de equipo que tuviera que ver con el sexo opuesto Sasuke se ponía conmigo, en ese tiempo me daba mucho miedo, pero era fácil entender que Sasuke-kun se sentía mejor con alguien que no lo mirara a que estar con alguien que posiblemente lo acosaría -Itachi escucho la risa discreta de Hinata, y estaba de acuerdo en que su hermano prefería estar con alguien que no le pusiera atención a que con una molestia como él les diría, pero no al extremo de aceptar una respuesta como esa ante sus dudas, interesante; su hermano resulto ser orgulloso pero parecía entender el limite sobre ciertas conversaciones… o ese limite lo respetaba con ella. No, ignoraría esa idea. —Después de esa ocasión preferí ir con crisantemos amarillos y rojos, así ya no tendría que volver a preguntarme por el color.
—¿Por qué anémonas rojas? -Cuando la vio bajar la cebra avergonzada supo que le gustaría su respuesta.
—Po-porque me recordaban a los Uchihas.
—Cada flor tiene su lenguaje, ¿Qué significan las anémonas rojas?
—Antes que pienses mucho sobre ellos, escucha hasta el final para opinar sobre esto. Simbolizan un amor intenso -Eso le dijo todo del porque le recordaba a los uchihas, quedaban con ellos —Escucha hasta el final! -Hinata hizo un puchero, era tan buena leyendo a las personas que no le sorprendió el hecho que descubriera sus pensamientos, sonrió en disculpa —Como decía simbolizan un amor intenso, pero frágil, momentáneo o amenazado, y eso fue mi amor hacia ti, era tan frágil que no pudo ayudarlo, y fue tan memorable como momentáneo, por eso las anémonas
Cuando Hinata acabo Itachi quizo besarla, pero decidió seguir escuchándola, y porque no verla avergonzarse un poco más
—Esa es una declaración que no me esperaba -Hinata se exalto
—No es!, no es una declaración, no esa. -Bonitas mejillas rojas
—¿Por qué crisantemos amarillos?
—Por que los crisantemos significan felicidad, aunque depende del color también, los amarillos quieren decir rechazo o amistad, y los rojos… quieren decir Te quiero -Mientras lo dijo lo miro directo a los ojos, ahora sí se le estaba declarando, se sintió descolocado, pero ahora sí todo su cuerpo se movió hacia ella, un beso sabor a Luna y lleno de lavanda
—Yo también la quiero
Ambos siguieron hablando, cuando notaron que la noche estaba por llegar a su fin se dedicaron a observar el amanecer. Acabado ese acto optaron por entrar una vez más a esa pequeña cabaña, preparan un pequeño desayuno. Eran conscientes que al anochecer se acababa el plazo de dos semanas, su tiempo juntos acabaría. Itachi prefirió que era mejor seguir hablando de ellos a tener que pensar en eso, ahora fue su turno, el le contó sobre su niñez, como fue estar con Sasuke, omitió la parte de su vida como ninja, pero ella no lo cuestionaba, le contó sobre sus gustos en comida, que climas prefería, le contó sobre su mejor amigo, cuando llego a la parte después de la matanza Uchiha decidió contarle sobre los Akatsuki, no era una platica dulce, pero en ese momento la creyó necesaria.
—Hinata -En cuanto escucho salir su nombre en ese tono, le recordó vagamente a su abuela, cada vez que ella quería darle una lección usaba el mismo tono — Te contare sobre Akatsuki, y tendrás que recordar cada detalle de sus miembros, se que algunos de ustedes ya han tenido encuentros con ellos, pero si tu recuerdas la forma de luchar de ellos les abrirá una posibilidad de vencerlos
—Incluso si yo lo sé, será difícil que otros crean en esto sin sospechar.
—Lo harán, si dices todo correctamente y se lo cuentas a Hiashi ambos sabrán comunicárselo a otros.
Así avanzo la tarde, Itachi le contó sobre todos los miembros y lo que él pudo observar de cada uno, Pain era el más misterioso, pero tenia el Rinnegan, con eso era grande su ayuda, de quien más sospechaba era de un tipo de nombre Tobi, se decía nuevo pero no le daba ese sentimiento, le contó sobre su actual compañero. La tarde avanzo mientras le explicaba eso, al acabar con toda su platica ya había anochecido. Hinata supo que eran horas o incluso minutos lo que les quedaban juntos, una ultima comida no estaba de más.
Pero ahí estaban sentados en un sillón bien comidos y hablando de su tiempo en el árbol de wisterias.
—Sabes, al recibir el dije cada noche lo veía, no podio creer que algo tan bonito me había sido dado junto con palabras de mi madre. Después de eso creo te vi como mi primer amor, alguien amable y tranquilo, así que cuando llegue al mar de wisterias me imagine de niña, esperando que llegaras para poder estar sentada a tu lado y observar una noche que no tenia nada especial, pero era hermosa porque estabas ahí.
— Cuando te vi por primera vez no me miraste como un genio, me miraste como cualquier persona, había olvidado esa mirada que cuando la recibí me sentí tranquilo, después de encontrarnos en el árbol me dije que mi comportamiento solo era educado contigo. Incluso cuando me entere de su significado seguí penando que solo estaba haciendo lo que los modales de un hombre decían hacer, pero me estaba engañando -La miro a los ojos mientras agarraba sus manos —Yo sentía curiosidad por ti, después de acostumbrarme tan rápido a tu presencia supe que te tenia aprecio, y cuando me fui, supe que te habías convertido en alguien más especial de lo que quería aceptar, Hinata, yo no creo que quererte sea la definición correcta o no en este momento, este sentimiento tiene otro nombre, pero decirlo es demasiado difícil. Pero no es difícil decir que hoy he sido muy feliz, más feliz de lo que me merezco.
Hinata no espero a que continuara, no quería que él pensara en su pena, no en ese momento con ella, así que con sus manos juntas se acerco a él y le dio un pequeño beso.
—Yo soy feliz, no importa en que momento este, soy feliz hoy contigo aquí, soy muy feliz.
Itachi la beso otra vez, ahora ambos estaban encontrándose, habían estado tan lejos tantos años que en ese momento les pareció absurda la idea que vivieron tanto sin el otro, Itachi no estaba seguro que un beso fuera suficiente, pero Hinata era una señorita, y también era la princesa Hyūga, con autocontrol se pensaba alejar de ella mientras la miraba intensamente, pero, como siempre pasaba con ella fue sorprendido, Hinata no busco su sitio anterior, en cambio sus manos ahora libres buscaron su pecho, sus pequeñas y cálidas manos estaban buscando sus músculos, Itachi entendió que ella quería lo mismo que él.
—Hinata, este no un lugar que merezca verte, ni siquiera soy yo merecedor de esto, mereces algo más, algo especial -Pero fue interrumpido
-Itachi!, no quiero rosas en mis manos, no me gustan, no quiero un lugar blanco y hermoso, un lugar que solo será momentáneo, no quiero esas cosas. Quiero algo real, y esto es lo mas real que he tenido en mi vida, es hermoso, para mí es hermoso.
No dijo más, Itachi no necesito más para saberse reciproco en sus sentimientos, a él tampoco le importaba el lugar, solo la persona y en toda su vida solo ha habido un nombre el que él podría amar, solo Hinata, solo ella era su persona destinada.
Cada caricia era magia, sus dedos quemaban, el cuerpo de ella era magnifico, piernas largas y bien torneadas, curvas donde debían estar, verla acostada sin ropa, con la luz de la luna alumbrando parte de su cuerpo y con aquel cabello de un color tan peculiar la hacían ver como si la misma luna hubiera bajado y se hubiera convertido en humana, cada parte de ella era hermosa y no encontró otra forma de decirlo más que besar cada parte de su cuerpo. Ella estaba extasiada, ver a Itachi no parecía de ese mundo, era hermoso, su cabello negro cayendo de lado, sus grandes y poderosas manos explorando su cuerpo, su pecho bien formado mientras mostraba sus brazos fuertes, se sentía apreciada de una forma única, se sentía la mujer más amada del mundo.
Ambos se convirtieron en uno.
—-— … — …—… —
Hinata despertó con los rayos del sol, y deseo no haberlo hecho. Su corazón era un cumulo de emociones, estaba feliz por lo que paso con él, estaba infinitamente triste por separase de él, esta confundida sobre que pasaría en la próximas horas, se exalto, en cuento reacciono se levanto de la cama buscando su presencia, grata fue la imagen de un Itachi acercándose con una vaso de agua hacia ella.
—Hinata, te espero afuera -Un beso casto en los labios y salió.
Claro que no podía esperar un dulce despertar a su lado, y de haberlo recibido se hubiera sentido fatal. Procedió a levantase y darse una ducha rápida en el pequeño baño que tenia la cabaña, una vez preparada tomo su cosas y le dio una última mirada a esa pequeña cabaña, no podría ser feliz en ella, amos tenían que regresar, ella a la aldea con Hanabi y él… Él tenia una meta, sin embargo su estado estaba mal, no necesitaba ser una experta como Sakura para saber que si no se trataba iba a morir, ese día debió de haber puesto más atención, sabia que su salud no era buena, pero de alguna forma con lo que paso no lo recordaba e incluso en el momento en que lo recordó Itachi de alguna forma había tocado un tema más delicado, Itachi no quería pensar hablar sobre ello, y siendo sincera ella estaba con tanto que no toco el tema, una vez iba saliendo de la cabaña se encontró con la mirada de Itachi, esta estaba feliz de verla pero en cuento pudo observarla su expresión se volvió seria.
—Itachi, ¿Planeas morir? -Itachi hubiera deseado no tocar ese tema durante todo su viaje, de ser posible nunca con ella.
—Todos moriremos algún día Hinata.
—Itachi, sabes a que me refiero, tu objetivo no solo es cuidar a Sasuke, no estas cuidando de tu vida porque no tiene intención de vivir más tiempo.
Itachi sabia que seguir hablando de eso seria decirle sus planes a Hinata, y hacerlo era algo que ella no aprobaría es más, con su relación en ese momento Hinata haría lo posible para hablar de las diferentes opciones, pero ya no tenia tiempo, aplazarlo significaba una pelea interna y física con él, no podía aceptar que mientras el se tratara Sasuke estaría en rumbos peligrosos.
—Vamos Hinata, es momentos de irnos.-Le sonrió triste, Itachi esta vez tenia que engañarse a él mismo para poder engañarla a ella —Antes que sigas, es mejor ponernos en marcha, deja que tome el tiempo para que hablemos de eso -Sin esperar Itachi empezó a correr en aquella dirección hacia los arboles de wisterias. Hinata lo siguió de mala gana, no estaba de acuerdo pero así lo hizo.
Así ambos empezaron un camino tortuoso, dejando atrás sus momentos juntos, otra vez, el trayecto fue silencioso, no cruzaron miradas ni palabras, solo iban a una dirección, antes de llegar Itachi le hablo sin dejar de estar delante de ella, era mejor evitar su mirada y mejor siguió mientras hablaba.
—Hinata, tienes razón, no me he tratado y prefiero continuar así, de lo contrario Sasuke estará en peligro.
Hinata mientras iba detrás de él trataba de entender, ella tenia una hermana y daría su vida por ella, no podía juzgarlo, pero era difícil, era muy difícil saber que tu ser amado estaba camino a la muerto y no podías nada por él.
—Hay opciones!, no estas sol y tampoco Sasuke!, esta el equipo 7 que cuidara de él, e Itachi; estoy yo, yo estoy para ti.
Habían llegado, ese majestuosos mar de wisterias era especial, se adentraron a él mientras Hinata hablaba, se detuvo abruptamente Hinata quedo a nada de chocar con él. Itachi volteo y la abrazo.
—Lo sé, sé que estas a mi lado, todos estos años estuviste ahí aunque no lo supiéramos.
—Entonces no cometas un suicidio, podemos hacer algo, en-entiendo que estoy siendo egoísta y se supone que tengo que apoyarte, pero yo -Itachi movió sus cabezas de forma que sus frentes estaban chocando, antes de que Hinata pudiera continuar prefiero tomar el control.
—Lo sé Hinata, lo se -Moviendo su mano al dije que estaba en su cuello se lo quito de forma rápida, delicada y concisa, al sentir el acto Hinata busco sus ojos, y lo que encontró fueron unos ojos rojos en movimiento —Lo siento.
Fue demasiado tarde, Hinata confío tanto en Itachi que nunca imagino que usara sus ojos en ella. Itachi no podía permitirse que Hinata tratara de ayudarlo a su manera, ya había recibido mucho de ella. Delicadamente la dejo en uno de los árboles, esta vez sí olvidaría todo referente a él, con el dije en su mano se dio vuelta, Hinata no duraría mucho inconsciente, dejo un cuervo cerca para que desapareciera en cuento ella reaccionara.
Antes de irse la observo detenidamente, todo de ella le gustaba, y le dio un beso, un beso que le supo a derrota.
—-— … — …—… — …—
Itachi corrió, corrió lo más rápido que podía, ya llevaba un buen tiempo de trayecto, hasta el final de su camino pudo deslumbrar un cuerpo azul, Kisame lo estaba esperando según lo acordado.
—Eh! Itachi, tardaste un día más de lo que habías dicho -Kisame noto como llegaba Itachi, pero había un olor más fuerte en él, ya había distinguido el olor a lavanda de él, pero esta vez era mas fuerte —Ey!, tuviste una aventura en tu camino aquí?
Itachi se limito a mirarlo con su típica cara en blanco, pensó que no le respondería pero al momento de dirigirse a su destino lo escuchó.
—No tuve una aventura, me encontré con un conejo blanco.
—¿Qué hiciste con él?
—Lo deje donde pertenece, lejos de los depredadores.
Y se fue, Kisame estuvo tentando a preguntar más pero la mirada de Itachi le dije que no era bueno para su cuello, a veces creía que Itachi era el más humano de Akatsuki, pero también veía que su oscuridad era demasiado difícil de dejar atrás.
Por su parte Itachi imagino a un conejo blanco despertar de un dulce sueño, pero sin recordarlo, solo se levantaba camino a su casa. Itachi pudo descubrir que había acabado el amor entre ellos, él lo había borrado no solo de las memorias de ella, si no también encerrando las suyas.
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Listo! Llego el final del segundo capitulo. Fueron 49 paguinas completas,por lo cual me da una idea que sera el capitulo más largo (Espero porque no creo matener un ritmo constante si los capitulos son así de largos).
¡Importante! La idea de esto seria un one-shot, pero pues bueno, ya ven que esto es que si antes otros personajes entrarian al principio paso a por fin incluirlos en el siguente capitulo!, facil se agregan dos más, Tambien hay perosnajes super importantes pero ponerlos en la descripcion es spoiler. Adicional, la parte donde Hinata invoca a Buza durante el entrenamiento con Itachi es importante para el futuro.
Peeeero en fin, me gustaría leerlos, saber que opinan hasta el momento, que personajes creen que deberian de aparecer aunque sea un poco. La verdad senti muy bonito cuanod vi los reviews, así que espero leerlos!
Informo; Los siguentes capitulos tardaran más, esté ya llevaba un gran avance cuando publique el primero pero con los otros no es el caso. Imagino que los publicare antes de cumplir tres meses de cada capitulo.
Nos leemos!
15-Nov-2020 por Eirisviel.
