ADVERTENCIA:

-Los respectivos personajes pertenecen a sus creadores.

-Lenguaje despectivo

-Uso de alcohol

-Situaciones lemon

Delia

El sol sale detrás de las colinas iluminando un pequeño pueblo, un lugar apartado en algún punto de la región Kanto de nombre Pueblo Paleta. Un joven entrenador de unos veintitantos; cabello negro corto, metro 70, tez entre blanca y morena, playera y pantalón de mezclilla negro, chaqueta azul, deportivas y sombrero cordobés negro salía de un pequeño establecimiento cuyo letrero decía "Posada"; Voltea y da un último vistazo antes de irse. La ventana de una de las habitaciones está abierta, el aire sopla dentro ondeando las blancas cortinas, la luz del sol ilumina levemente dicho lugar. Dentro hay una cama desarreglada, donde yace dormida desnuda una mujer caucásica de cabello castaño recién en sus 30. El joven solo sonríe y prosigue su camino.

-Se tienen que estar haciendo algunas preguntas en este momento. Quien soy, de donde vengo, a donde voy… y que tengo que ver con la bella mujer en esa posada… bueno, vamos por partes. Mi nombre es Eddy, de donde vengo no tiene importancia, solo soy un entrenador pokémon mas. Llevo un tiempo aquí en Kanto siguiendo mi instinto de viajero. A donde voy, no tengo idea. No tengo planes ni metas para el futuro. Lo que sí puedo decirles con seguridad es que me gustan 4 cosas. Los pokémon, la comida, viajar… y las mujeres.-

-Aquí es donde entra la dama en cuestión. Vieron que está en traje de Eva, ¿no es así? Bueno, es porque yo la deje así… que… ¿no me creen?... bueno, yo tampoco lo creería. Pero juro que es verdad, y les voy a contar lo que ocurrió. Verán, todo comenzó justo ayer en la tarde.-

Nubes oscuras se formaban en el cielo, señal de que una tormenta pronto azotaría. Eddy ya había entrado a pueblo paleta esperanzado a encontrar algún refugio para pasar la noche, solo necesitaba preguntarle a alguien donde podría tomar posada. De repente su vista se fijó en la espalda (o más bien en las posaderas) de una fémina que barría su jardín tarareando feliz mientras contoneaban sus caderas al ritmo. También logro ver a un Mr. Mime con sombrero haciendo jardinería pero no le dio importancia. Con una pícara sonrisa se acercó a la dama con toda la intención del mundo, *guiño guiño*.

-Disculpe Señorita- preguntó Eddy con cortesía– ¿podría indicarme dónde puedo pasar la noche en este lugar? –

-Por supuesto- respondió Delia encantada por la educación del joven –resulta que soy la propietaria de la posada del pueblo. Puedo prepararle una habitación si gusta-

-Si no es mucha molestia-

-Por supuesto que no- respondió con esa dulce actitud suya– permítame. Iremos por las llaves. Vamos, Mr. Mine

-Al darme la espalda no pude evitar sentirme embelezado por el involuntario contoneo de sus caderas. Tengo buen ojo para esto y puedo decir con seguridad… Mamá… que suerte del esposo de tener tan bella mujer a su lado. Aunque… no parece haber señas de él. Que genial seria pasar la noche con ella… bueno, veamos si este "pokémon" es capturado.

La posada era un humilde pero bien conservado establecimiento de madera con planta alta, una cabaña por así decirlo, nada extravagante y apenas con tecnología básica como luz, agua y telefonía. Delia preparaba la habitación donde el joven (junto con ella) pasaría la noche. En la recepción Eddy esperaba y se entretenía observando la poca decoración de la recepción, entre ellos cuadros con ilustraciones decorativas.

-La habitación esta lista- informó la dueña –debes tener hambre. Te preparare la cena-

-Lamento causarle tantas molestias, Señorita-

-Oh no, para nada- manosea nerviosa la dama –no es ninguna molestia.

-Gracias, Señorita- dijo Eddy con una leve reverencia

-No te preocupes. Y puedes llamarme Delia, quizás no lo parezca pero soy una mujer casada-

-Afortunado el hombre que tiene tan bella dama a su lado- dijo el joven tirando el primer anzuelo

-Ay muchacho, pero que cosas tan locas dices- dijo apenada sonriendo con sus manos en las mejillas –aunque tristemente mi esposo no ha estado en casa desde hace mucho.-

-Oh, que tenemos aquí… ama de casa solitaria-

-Voy a preparar la cena- Apenada por el incómodo momento la dueña de la posada se retiró junto a su pokémon mimo.

-Mujer dulce y conservadora más noches solitarias más deseos reprimidos es igual a una poderosa bomba lista para explotar-

Dentro de la cocina Delia no lo sabía pero había sido puesta en ella una semilla de dudas que no dejaban de rondar en su cabeza. Cuanto tiempo ha pasado desde que su esposo la dejo para continuar su viaje de ser entrenador pokémon. El tiempo que dedico para el cuidado y educación de su único hijo, renunciando básicamente a hacer su vida… sus sueños… Ash ya no estaba, por lo que básicamente ha tenido tiempo libre para sí misma, pero en algún punto cayó en el círculo de la monotonía, quedando atrapada en su burbuja. Trató de no pensar en eso y siguió cocinando. Tiempo después…

-¡Mmm, esto esta delicioso!-

-Adelante, puedes comer lo que quieras. Hay mucha comida- exclamo alagada

-En verdad se lo agradezco, Señorita… quiero decir, Delia-

-Como adoro una comida casera, nada de lujosidades y extravagancias… claro, me he dado esos lujos pero nada como algo simple y casero para sentirse… valga la redundancia, en casa-

-ahh, eso fue una delicia- dijo Eddy satisfecho

-me alegra que te gustara, espero que hayas guardado espacio para él Te y unos pokelitos… no deben tardar mucho-

-Muchas gracias… entonces, básicamente está sola… además de Mr. Mime-

-Sí, mi hijo también decidió ser un entrenador pokémon. Hace tiempo que salió de casa, ahora está en la región Kalos-

-Con el tiempo a tu disposición finalmente puedes hacer lo que quieres, ¿cierto?-

-Ah, b-bueno… yo…-

Nuevamente Eddy pone trampas a la fémina para atraparla, Delia vuelve a tener esos pensamientos de cómo ha desaprovechado su tiempo. Eddy tenía razón, sin su esposo y su hijo podría haber hecho más cosas. Pero…

-La verdad es que no he hecho mucho desde que Ash se fue de la casa- dijo algo apenada -supongo que quede atrapada en la monotonía… pero eso no es malo, en realidad no me siento sola, tengo a Minnie conmigo. ¿Verdad Minnie?- Su pokémon asiente, pero es obvio que las palabras de Eddy repercutieron en ella, aunque lo negara –y mi hijo esta allá afuera haciendo lo que le gusta. Así que, soy feliz.-

-Bueno, eso es lo importante. Además usted es joven y bella, aún tiene mucho tiempo para divertirse-

Los halagos del muchacho hacían efecto en ella, cuando fue la última vez que alguien dijo que era bella. Como alguien aun la podía considerar joven. Sentía que el chico se estaba tomando ciertas libertades. Pero a la vez, el que alguien joven mostrase interés en ella era estimulante… ¿interés? ¿Estimulante?... Delia ya se mostraba confundida, no creía que alguien más joven que ella se interesase en una mujer mayor… en especial de "esa manera".

Eddy la llamo un par de veces sacándola de su trance poniéndola aún más nerviosa, el muchacho pregunta si estaba bien a lo que Delia respondió que sí, pero seguía nerviosa por la incómoda situación. Para su suerte él te estaba listo y tras disculparse fue a la cocina. Trato de controlarse, no pensar en ello, Pero era algo inevitable. Al darle la espalda a su inquilino y dirigirse a la cocina se preguntaba si la estaba mirando. Cosa que de hecho era verdad. El reloj marcaba casi las nueve y tras disfrutar del té y de seguir incomodando a la Milf esta última opto por irse y terminar con el incómodo momento.

-Ya debo volver a casa- dijo algo apenada

-¿tan pronto? Pero nos estábamos divirtiendo-

-bueno, s-sí. Pero deje cosas que hacer en casa y bueno… ya me voy-

Para su mala (o tal vez buena) suerte la tormenta ya había comenzado y era realmente fuerte, y la distancia a su casa era considerable. A pesar de tener impermeable y paraguas el viento y los truenos también eran un factor a considerar. Delia sabía que no tenía otra opción, solo volteo hacia donde estaba el chico quien solo le sonrió dulce y hasta tiernamente, aunque esa sonrisa solo le daba más nervios.

El tiempo pasó, Eddy había cambiado un poco su estrategia dejando de bombardearla con frases y preguntas incomodas, ahora las conversaciones eran random, cosas que salían de momento, cosas graciosas, anécdotas, experiencias, todo esto había relajado a Delia quien se mostraba más accesible. Solo cada cuanto soltaba uno que otro chascarrillo pero en definitiva la dejo "tener el control". El tiempo había pasado, el reloj marcaba casi las 11 y Mr. Mime ya se había quedado dormido pero Delia y Eddy seguían platicando.

-y así fue como Charizard "salvó" la fiesta- decía delia contando una anécdota

-No puedo creerlo, vaya locura-

-Sí, pero poco tiempo después mi hijo pudo controlar, ahora son grandes amigos… vaya, ya casi son las 11- dijo mirando el reloj de la pared –y la lluvia no quiere ceder-

-Sin mencionar que Mr. Mime ya se durmió-

-Si- hablo resignada- creo que pasare la noche aquí-

-bueno, esta es su posada así que no hay inconveniente. Además no puede haber diferencia con su casa o si- dijo levantándose y caminando hacia ella- pero si necesitas compañía…- dijo posando su mano en su hombro. –puedes contar conmigo-

Esa última frase retumbo en ella dejándola en trance mientras el entrenador se retiraba. ¿Qué quiso decir con eso? ¿Fue una indirecta? ¿Realmente ese chico estaba interesado en ella?... pasó algo de tiempo para que Delia se recuperara, prefirió "olvidar" todo este asunto y prepararse para dormir, decidió por tomar una ducha y relajarse en el único baño del lugar, una vez dentro dejo que el agua caliente relajara todo su cuerpo. Pero las palabras de su huésped seguían sonando en su cabeza, ¿realmente eran indirectas?, ¿ese joven la veía a ella como mujer?... ¿la deseaba?... ¿desear?... hace cuánto tiempo que no ha estado con alguien… de hecho, solo ha estado con su esposo, ningún otro hombre la ha tocado en toda su vida. De hecho no tenía idea si algún otro hombre la haya visto como mujer. ¿Aun podía provocar?... mientras tenia esos pensamientos el rose de sus manos con su piel al asearse se hacían más intensos, sus más bajos instintos comenzaban a florecer de nuevo desde su matrimonio. La ducha caliente, el suave roce y los pensamientos aunados a sus frustraciones la hicieron vulnerable, al llegar a su intimidad dicho calor se intensifico aún más e instintivamente su mano se quedó ahí por un breve momento trayendo a la fémina sensaciones que hacía tiempo que no experimentaba. Pero de algún modo logro retomar el control y ceso con su autosatisfacción. –"que es lo que estoy haciendo"- se dijo para sus adentros avergonzada de sus acciones, concluyo su baño rápidamente y con solo bata de baño cubriéndola salió de la ducha y sin correr se dirigió lo mas rápido posible a su habitación, pero en el camino subiendo las escalera se encontró con el joven causante de sus inseguridades. Eddy solo iba con una camiseta blanca y unos pantaloncillos cortos para dormir y tenía un vaso de agua en la mano. Ambos se miraron por un breve tiempo hasta que el varón rompió el silencio.

-¿todo bien?- pregunto extrañado el muchacho

-ah, s-sí. Todo está bien- respondió nerviosa –¿problemas para dormir?-

-no realmente, solo fui por un vaso con agua-

-oh, ya veo-

Otro silencio incomodo se hizo presente entre ellos, por alguna razón la mujer no podía dejar de ver al chico. Como era de esperarse, la vida de un entrenador se encargó de moldear ese joven cuerpo poniéndolo en forma. Nada extravagante claro, pero si en una buena condición física.

-bueno, con su permiso… buenas noches- dijo el chico mostrando una vez más educación

-ah, claro… buenas noches- respondió Delia con cierto aire de decepción

Eddy se retiró de ella tranquilamente, pero apenas y logro tomar distancia Delia le llamó.

-Eddy… s-si quieres, podemos pasar otro rato hablando y así… conciliar el sueño-

Victoria… ese fue el pensamiento del joven seductor. La fuerte lluvia seguía azotando y no daba rastros de parar, el fuego de la chimenea aún se mantenía encendida iluminando el lobby, un adormilado Mr. Mime roncaba en el sofá de la recepción, y una lámpara de lectura en un cajón alumbrada una habitación donde un joven y una bella mujer sentados en la cama charlaban.

-¿en serio se casó tres meses despues de conocer a su esposo?

-un poco apresurado, lo se… pero era tan joven y estaba realmente enamorada.-

-valió la pena-

-fue hermoso en un principio… la sensación de despertar todos los días a lado de la persona que tanto amas… contemplar el atardecer juntos tomando una taza de café… ver a nuestro retoño crecer… las noches… bueno- dijo apenada.

-que sucedió entonces-

-*suspiro* al parecer la vida hogareña no le sentó bien. Un día simplemente dijo que quería retomar su viaje… trate de convencerlo de lo contrario, poniéndole la mesa de lo que estaba dejando pero… supongo que ya llevaba tiempo pensando en ello.

-lamento escuchar eso-

-no, está bien… es solo que…-

La tristeza comenzaba a invadir su corazón, los recuerdos que tanto había sepultado por mucho tiempo habían resurgido. Tras el abandono Delia tuvo que mantenerse fuerte para poder educar a su único hijo, anteponiendo su deber de madre sobre sus deseos de mujer.

-¿estás bien, Delia?

-dime algo- dijo soltando un par de lágrimas -¿crees que hice algo malo?... ¿crees… que yo ocasiones que se fuera?-

-dudo que hicieras algo malo. Más bien, creo fue culpa de él desde un principio… tu solo cumpliste como buena esposa y madre. Y si él no lo vio así, problema suyo.

-a veces pienso en ello… trato de no hacerlo pero a veces me viene a la mente… cuidar de mi hijo me mantuvo distraída pero cuando él se fue… a veces miro del lado de mi cama que esta vacía… y me siento sola… ha pasado tanto tiempo… me pregunto si mi esposo me viera, ¿seguiría sintiendo algo por mí?... ¿seguiría viéndome bella?... Eddy… ¿crees que soy bella?

-oh mujer… no cabe duda que tu esposo es un idiota… aun eres joven y bella, con mucho amor que dar- dijo posando su mano en su mejilla secando su lagrima con su pulgar-

Delia soltó una simple y sarcástica risa cabizbaja. –no sé si creerte- exclamo. Pero ella debía admitir que el sentir el calor de alguien por primera vez en mucho tiempo, era reconfortante. Y la sensación fue mayor al sentir su otra mano; o al menos los dedos, siendo tomados. Ya estaba todo definido, Delia correspondió las atenciones de su huésped tomando su mano, su frente se pegó al del chico mientras el aun sostenía su mejilla. La charla ceso, solamente se escuchaba la respiración de ambos, esperando a ver quién de los dos tomaría la iniciativa. Increíblemente ambos parecían estar coordinados pues los dos hicieron su movida… finalmente sus labios se juntaron en un tierno y dulce beso. Al principio el beso era simple, como el primer beso de una pareja, pero parecía que no era suficiente. El beso se hizo un poco más intenso pero sin caer en la lujuria, ambos labios buscaban pequeños mordiscos del otro, podía escucharse los muy leves y pequeños quejidos de la fémina. Esa sensación, esa llama… hacía tiempo que no la sentía. Sus labios se despegan pero el joven no pierde el tiempo y comienza a besar su cuello, la dama solamente se sostiene en sus hombros soltando leves gemidos sintiendo los labios de su amante, el calor se intensifica cada vez más. Sin pedir permiso Eddy invade dentro de la bata tocando un seno mientras seguía besando el cuello de su "captura", sintiendo el pezón endurecido por la excitación, Delia no se resiste. Eddy ataca de nuevo esta vez en la parte baja de la bata, justo en la intimidad de la fémina, sus manos sienten una gran cantidad de vello, resultado de su descuido, sus dedos exploran esa intensa selva hasta llegar a "la cueva del tesoro". Delia toma la muñeca del joven en un vago "intento" de detenerlo, a la vez que oprime la mano con sus piernas pero eso solo hacía más intensa la estimulación. Los gemidos se hicieron más intensos pero Eddy la hace callar con un beso, dentro sus lenguas tenían una batalla intensa y Delia iba perdiendo hasta que finalmente estalla en una lluvia de lujuria, sintiendo por primera vez en mucho tiempo un orgasmo.

Delia se encontraba rendida tirada en la cama tratando de recuperar aliento dejando expuesta uno de sus senos y su entrepierna, pero esto estaba lejos de terminar. El entrenador desata la bata finalmente dejándola desnuda y a su merced, pero se tomó su tiempo antes de entrar en acción. Se metió entre sus piernas y comenzó a oler el vello púbico de la madura mujer, un enervante aroma de jabón y fluidos, intoxicante. Finalmente su boca prueba los labios inferiores de su nueva captura y su boca comienza a explorar los mojados interiores de su intimidad. La dueña de la posada nuevamente corea cantos de placer de los lengüetazos dentro de sus labios vaginales. Eddy siguió así por un rato hasta que finalmente deja de besar esos deliciosos labios para pasar al evento principal quitándose los pantalones mostrando un nada extravagante pero varonil miembro, duro como un Metapod usando endurecimiento. Y tomando las piernas de la fémina se abrió paso para "usar embestida". Delia vio todo y estaba algo asustada pero aún no se lograba recuperar de aquel primer orgasmo.

-Eddy… espera… por favor- dijo jadeante y agotada.

-ahora no hay marcha atrás, mi bella-

-espera, por favor. Aun no me recupero del primer KYAAA!-

Eddy no la dejo terminar su frase pues finalmente la penetro. La vagina de la mujer madura estaba estrecha como una virgen pues no había recibido atención en mucho tiempo, el muchacho la penetro de manera leve, sin prisas. Delia ya no pudo oponerse de ninguna manera, solo se quedó ahí recibiendo cada golpe de la hombría de aquel joven, gimiendo. Sus senos rebotaban con cada embestida, su cabeza estaba perdida en el éxtasis. El ritmo del viajero aumentaba poco a poco mientras se acercaba más a la dama, finalmente se pone encima de ella con las piernas en sus hombros golpeando cada vez más frenético dentro de ella. Delia una vez más estaba a punto de venirse una vez más hasta que finalmente de manera sincronizada ambos lograron el orgasmo deseado. Eddy soltó todo su semen dentro de Delia sin importar nada. Hacía tiempo que la mujer no sentía los fluidos de un varón en su interior, una sensación tan placentera, tan orgásmica que nunca creyó volver a experimentar en su vida. Ambos amantes, con sus rostros cerca del otro trataban de recuperar el aliento.

-Eddy- dijo la fémina casi agotada

-la noche es joven… y nosotros también-

Eddy acaricia su cabello para brindarle otro lascivo beso. La tormenta seguía azotando afuera, la lámpara de lectura mostraba la silueta de un hombre y una mujer en pleno acto sexual, la habitación era nuevamente amenizada por los gemidos de placer de la fémina. Delia montaba a Eddy mientras abrazaba su cabeza, el chico chupaba un pezón mientras una mano acariciaba el otro seno y la otra mano sostenía su trasero. En el lobby la chimenea seguía encendida y el pokémon mimo seguía roncando y babeando. En la habitación Eddy la tenía tomada de las muñecas mientras la penetraba por detrás casi estilo perrito (no analmente), los senos víctimas de la gravedad se agitaban como gelatina. El reloj de la pared marcaba las 12:37 am. Delia le hacia una felación al muchacho con el trasero levantado con la mano de su amante en su cabeza. Tiempo después la milf montaba como vaquero manera invertida siendo ella quien llevaba el ritmo mientras su trasero era acariciado y admirado por el entrenador pokémon, la iba por su 4rto orgasmo y nada parecía detenerla. Tiempo después ambos estaban fuera de la cama, Delia ahora con su cabello suelto se sostenía en ella con sus manos y sus pues fuera de ella mientras Eddy nuevamente le daba por detrás sosteniendo firme su cintura. El rostro de Delia mostraba estar perdida, ya no le importaba nada, gemía y gemía embriagada del éxtasis, se sentía joven de nuevo, viva… amada. De nueva cuenta el joven se corre dentro de ella provocándole el último orgasmo de la noche, llegado a su límite se deja caer a la cama, Eddy aun no terminaba de correrse y soltó un poco en su cara manchándola, pero ella ni en cuenta, ya estaba cansada, satisfecha… y feliz.

Afuera la lluvia había cesado, pero el cielo aún se iluminaba con los rayos, en el lobby el fuego de la chimenea estaba perdiendo fuerza, el Mr. Mime seguía en el mundo de los sueños, el reloj de la pared marcaba las 3:07 am. La lámpara de lectura seguía encendida iluminando a un hombre y una mujer desnudos en la cama. Eddy se encontraba sentado tomando un vaso de agua dándole la espalda a su nueva captura, volteo a verla. La mujer estaba casi en posición fetal totalmente dormida, con fluidos saliendo de su entrepierna. Solo se escuchaba balbucear una palabra… Ash.

-A pesar de todo aún no ha olvidado a su hijo… pero eso es bueno. No tiene que anteponer sus deseos de mujer ante su amor de madre, pero tampoco debe hacer lo contrario. Ella debe aprender a equilibrar sus emociones-

Eddy volvió a verla y acaricio su cabeza acomodando su cabello, estuvo así un tiempo mientras asimilaba todo lo que paso.

El sol sale detrás de las colinas iluminando un pequeño pueblo, un lugar apartado en algún punto de la región Kanto de nombre Pueblo Paleta. Un joven entrenador de unos veintitantos salía de un pequeño establecimiento cuyo letrero decía "Posada"; Voltea y da un último vistazo antes de irse. La ventana de una de las habitaciones está abierta, el aire sopla dentro ondeando las blancas cortinas, la luz del sol ilumina levemente dicho lugar. Dentro hay una cama desarreglada, donde yace dormida desnuda una mujer caucásica de cabello castaño recién en sus 30. El joven solo sonríe y prosigue su camino.

-Ash Ketchum… sí, creo recordar ese nombre. Me enfrente una vez con él en una batalla pokémon en Hoenn, mi Scizor no tuvo mucha oportunidad, ese Pikachu estaba muy roto, WTF… ¿eh? se lo que están pensando, creen que esto fue una venganza ¿no? Yo no lo veo así, solo fue una coincidencia que me encontrara con su madre. Y créanme, he estado con muchas mamas en mi viaje.

Tiempo después unas delicadas manos femeninas sostenían una rosa y una carta la cual decía:

"sé que ahora experimentas dudas, miedos… arrepentimiento… pero no debes sentirte mal contigo misma, no eres una mujer sucia ni nada por el estilo, solo eres víctima de un descuido de la cual no eres culpable, tu único pecado fue amar a alguien que no supo valorarte como mereces y tu hijo no es un error ni nada parecido; al contrario, él es lo más hermoso que has hecho en tu vida y siéntete orgullosa de ello."

"tu aun eres joven y bella, con mucho amor que dar dentro de un mundo de posibilidades. No te estanques en la monotonía y sigue adelante, te aseguro que el mundo te espera con muchas sorpresas que harán más plena tu vida… anoche estuve con una mujer sumamente hermosa, tanto por dentro como por fuera… y no me arrepiento. Más bien, me siento afortunado de haber estado con tan bella dama… si el destino hace que volvamos a cruzar caminos, puedes golpearme si lo deseas, lo merezco. Pero jamás me arrepentiré de tan hermosa velada que me ofreciste… sigue hermosa, sigue fuerte… y sigue tus sueños.

Eddy.

Terminada la lectura la carta fue cerrada delicadamente tal como había estado, Delia quien usaba su bata pero aún tenía su cabello suelto contemplaba por la ventaba mientras el viento ondeaba las cortinas y su cabellera, tal como describía la carta se sentía mal, pero al recordar las bellas palabras solamente se acomodó su cabello que fue desordenado por el viento y sonrió. En la puerta de la habitación Mr. Mime aparecía con duda de lo que pasaba.

-Buenos días, Minnie- dijo con su característica personalidad alegre -¿dormiste bien?... parece que nuestro huésped salió temprano, una lástima. Quería prepararle el desayuno… Minnie, porque no le das una limpiada a la entrada, yo arreglare la cama-

El pokémon seguía confundido pero obedeció alegremente las órdenes de su ama y se retiró, Delia de nueva cuenta volvía a mirar por la ventana con una sonrisa de satisfacción, mientras Eddy continuaba su camino y se adentraba al bosque verde.