La razón y el corazón.

8. Confesión accidental.

Caminaba apresurada llevando una mano a su mejilla ¿en que estaba pensando? ¿cómo exclamar tal cosa frente a él, en esos instantes daba gracias a los cielos que su superior fuese un distraído de primera.

"¿Y... si esta vez sospechó algo? – murmuró por lo bajo sonrojándose aun mas"

No, él no debía saber nada, si el caso se daba podría incluso perder su trabajo lo cual significaba alejarse completamente.

Tamao entristeció, sabía que la razón por la cual seguía en ese cargo era por permanecer a su lado y el solo hecho de pensar en pasar días enteros con él la hacía colocarse nerviosa pero al mismo tiempo feliz.

Aunque ocurriese todo aquel incidente de abrir su boca, agradeció interiormente hacer las compras ese día.

Llegó al supermercado y compró todo aquello en la lista, decidió dejar algunas cosas que perfectamente sabía no podría cargar.

Durante el trayecto de regreso pasó de largo aquel cementerio, lo que menos deseaba era encontrárselo en ese instante.

Quedó pensativa por algunos minutos, se había enamorado de él sin saberlo, al ser tan cerrado solo deseaba que confiase mas en ella y al esconder una bondad la intrigaba mas en estar a su lado.

Pero sabía perfectamente que él no la miraba como mujer, mas bien solo como la pequeña asistente, muy dentro de ella deseaba decirle todo lo que sentía pero sabía que no era nada ético hacer tal cosa.

No eran unos niños ni siquiera era un simple amor, ellos estaban en un lugar de trabajo lo cual hacía mas serio el aprieto.

Por un segundo solo pudo pensar lo que él respondería si ella le decía algo, que por obvia razón debía ser muy directa gracias a lo despistado que él podía llegar hacer.

Se dice que los hombres locos, he incluso los falsos pueden enamorarse a excepción de los hombres ocupados.

¿estaba dispuesta a cambiar esa teoría, ¿lo arriesgaría todo?

"- Es mejor... que sufra de una sola vez con su respuesta... que estar esperándola toda mi vida – susurró entrecerrando sus ojos"

Tomó el transporte para luego bajar y poder entrar a la zona de apartamentos.

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Se sentía sumamente nervioso, miraba una y otra vez la carta que tenía en sus manos, caminó despacio y se inclinó para dejarla bajo la puerta ya que no sería capaz de entregársela frente a frente.

La deslizó lentamente mas cuando escuchó el ruido del ascensor y ver como Tamao entraba y le saludaba en voz alta se puso de un modo muy rígido.

"- Que bueno que regresaste – sonrió – puedo ayudarte si gustas"

La pelirosa sonrió tratando de olvidar lo que había ocurrido, sin embargo acarició la cabeza del chico.

"- Gracias a ti tuve un buen día – sonrió haciendo que el niño se notara dudoso"

Se escuchó el ruido de la puerta abrirse y mostrar a la pequeña de cabellos color negro; al encontrarse con semejante escena cerró de golpe mirando a Horo Horo como si desease matarlo.

"- Ahora... ¿qué es lo que ocurre? – parpadeó varias veces la joven"

el pequeño de cabellos azulados suspiró, sabía que su amiga podía llegar hacer demasiado celosa si él estaba con Tamao.

"- Entremos – le dijo animadamente, después de todo solo esperaba que su vecina encontrase esa carta"

La pelirosa asintió y se dispuso a entrar.

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Nuevamente el comienzo de la semana y otro momento en que llegaría tarde, pero esta vez sonrió de una manera que se mostró muy orgullosa.

Había conseguido pastillas muy potentes para poder conciliar el sueño plenamente; ya casi no soñaba nada, pero al estar varias noches sin dormir apropiadamente se había creado en él un insomnio el cual estaba siendo solucionado, mas no era algo muy estable y él era sabedor de eso.

Se alistó nuevamente no tenía intenciones de preocupare por su salud y menos por unas pastillas para dormir.

Se bamboleó un poco buscando un poco de equilibrio sosteniéndose así en la pared.

Tocó su cabeza, aun hacían efecto aquellos fármacos.

"- Tonterías – susurró tomando sus llaves y saliendo del lugar, sentía como su cuerpo aun pedía una horas extras de sueño, pero de nuevo se había retrasado y no haría caso a "debilidades" como él solía llamarlas"

Frotó sus ojos una vez que subió a su auto deportivo y comenzó su marcha; ciertamente no se miraba normal y un poco de mareo lo acompañaba. Giró el automóvil en una esquina solo para tratar de frenar rápidamente debido a que un auto venía justo frente a él.

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Miró su reloj de pulsera mientras arreglaba en orden estricto -como era su costumbre- todos los itinerarios del día, mas aquella extraña preocupación no parecía ayudarla.

"- ¿Aun no ha llegado? – preguntó Inoue quien se acercó al escritorio de la joven"

"- No... – murmuró inclinando un poco su cabeza – se que el joven se retrasa demasiado pero... esta vez es muy tarde"

"- No debería preocuparse tanto por él – dijo de modo divertido haciendo sonrojar a la joven"

"- Na-nada de eso... solo estoy algo... algo preocupada por el trabajo, de-debemos entregar un buen informe – Sus ojos estaban ocultos entre sus cabellos debido a que su cabeza estaba inclinada a los papeles sobre su escritorio, mas Inoue no pude dejar de apreciar un tono carmesí en las mejillas de aquella joven"

"- Ah, entiendo – exclamo, aun así no queriendo molestar mucho"

"- ¿Gusta que lo ayude en algo?- preguntó la joven"

"- No aun no – Respondió, debía admitir que no tenía una asistente estable mas bien pedía ayuda de todas las personas pero en especial la de la pelirosa ¿la razón? Simplemente el hecho de saber que al jefe de esta no le agradaba la idea que ella estuviese a su lado – Es un egoísta...hasta con sus empleados – murmuró"

"-¿Ocurre algo?"

"- Nada, ¿ha visto a Jeannie?"

"- La señorita Inoue dijo que vendría por la tarde sospechando el retraso del joven Tao pero... – su rostro volvió a mostrar aquella preocupación – esta vez... es muy tarde"

"- Lo se – exclamó pensativo ante tan extraño retraso – aunque aun hay tiempo, además la representante de los Asakura vendrá hasta en la tarde ¿no es así?"

"- S-si señor, así es – respondió cabizbaja"

Inoue le miró de reojo por un segundo y suspiró mientras en su rostro se mostraba una leve sonrisa que indicaba cinismo o simplemente diversión.

"- Extraño comportamiento el de usted señorita Tamamura"

"- Disculpe? – preguntó sin comprender"

"- Olvídelo – dijo indiferente ante la miradas de algunos en aquella oficina, en especial la mirada de la pelirazul quien sabía a la perfección no confiaba en él"

Se escuchó el ruido del teléfono al lado, Tamao se distrajo un poco a contestarlo y saludar como representante del sitio aunque poco a poco sus ojos fueron mostrando asombro y al mismo tiempo temor.

"-¿E-esta seguro? – preguntó nuevamente olvidando por completo las formalidades"

Desde la otra línea le respondieron de inmediato haciendo que se preocupase aun mas.

"- Si, si, de inmediato – respondió como si se le ordenaran algo; colgó el teléfono con cuidado y miró a Inoue como si le rogase algo con la mirada aunque ese no era el caso, mas bien que las lagrimas amenazaban salir de sus ojos que en ese instante se notaban cristalinos"

"- ¿Qué es lo que ha ocurrido? – preguntó impaciente debido al estado de la joven"

"- Me-me... han avisado – exclamó con calma y tratando que sus lagrimas no se notaran – que el joven Tao... esta en el hospital"

Inoue colocó ambas manos en el escritorio de la joven.

"- ¿Esta segura?"

La pelirosa asintió sin borrar de su rostro aquel semblante.

"- ¿Dónde lo han llevado?"

" Pu-pues esta..."

No dejó que respondiese, mas bien sacó su teléfono móvil y marcó un numero en especial dándole así la espalda a la pelirosa.

Cuando terminó se volvió al frente y la tomó del brazo y la haló justamente al elevador.

"- ¿Qué-que ocurre? – preguntó cuando entraban al elevador"

"- Indíqueme el sitio, pedí a Jeannie que me suplantara por un momento, ahora solo de se prisa - Le miró con seriedad y con determinación, una mirada que Tamao notaba muy familiar gracias a que su jefe ponía el mismo semblante cuando se trataba de pedir eficiencia"

La joven peliazul intentó acercarse al elevador, mas la voz de Inoue la detuvo.

"- Tome el lugar de la señorita Tamamura"

"- Pero..."

"- Solo hágalo"

Cuando las puertas del ascensor cerraron dejaron a todos los presentes sin alguna explicación lógica.

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Iban en el automóvil de aquel joven de cabellos grisáceos, Tamao le miraba de reojo, una sonrisa se formó al pensar que después de todo Inoue estaba preocupado por su superior.

Al estar tanto tiempo tratando de analizar las emociones de Tao, se había vuelto muy sensible al poder sentir o incluso descifrar ciertos sentimientos en las personas, con solo ver un poco sus acciones o sus gestos, aunque no podía negar que en algunas ocasiones solía confundirlos.

Su vista se centró cuando pudieron divisar el hospital del que se le fue informada. Le dio unas indicaciones al joven y este estacionó el auto cerca del lugar.

"- ¿Cree que sea correcto que lo acompañe? – Preguntó, mas deseaba con todo su ser poder ver al joven"

"- Bueno... – miró hacia arriba del auto como si se notase pensativo – tenía que acompañarme, después de todo usted sabía el lugar indicado"

"- Pe-pero... yo bien pude darle la dirección sin necesidad que..."

"- ¿No quiere verlo señorita Tamamura?"

Tamao abrió sus ojos a causa de la sorpresiva pregunta.

"- y-yo... solo estoy trabajando con él... – desvió su mirada no deseaba que nadie supiese sus sentimientos – No creo que..."

"- Bien, si gusta puede esperar aquí – bajó del auto haciendo que la joven hiciese lo mismo"

"- He-hemos venido hasta acá, sería falta de respeto no visitarlo – se excusó rápidamente haciendo que el chico sonriera"

"- Como guste"

Caminaron hasta llegar a la sala de espera donde una enfermera les indicó la habitación.

"- ¿Qué pudo haberle ocurrido? – Murmuró preocupada caminando por los pasillos"

"- No se preocupe demasiado, de seguro esta bien – le animó haciendo que la joven se tranquilizara solo un poco"

Giró la perilla y entraron a la habitación que se les fue indicada.

Ambos se sorprendieron al ver como el de cabellos violáceos estaba acostado sobre la cama y parecía tener una pequeña discusión con uno de los médicos.

"-Aun no es momento que salga – Dijo el hombre con calma pero con bastante seriedad"

"- No veo porque, no es nada grave ya se lo he dicho – El joven de cabellos violáceos le miraba con superioridad haciendo que el hombre estuviese por perder la poca paciencia que le quedaba"

"- Buenos días – saludó Inoue captando la atención de los dos"

Ren se sorprendió al mirarlo pero su semblante se pudo notar aun mas cuando se percató que su asistente lo acompañaba.

El hombre de bata blanca suspiró aliviado y entregó a los visitantes un pequeño frasco.

"-Supongo que son los familiares – dijo haciendo que Inoue asintiese como respuesta – sugiero que aconsejen al paciente no conducir cuando ha ingerido pastillas para dormir"

Salió del sitio sin mas que decir haciendo que Inoue mirara el frasco y riera abiertamente.

"- Y yo que pensaba que eras listo"

"- ¿A que has venido? – Preguntó molesto, estaba postrado en la cama pero gracias a la posición de la camilla se podía notar como si estuviese sentado"

Tenía su frente con vendajes, al igual que su hombro derecho y su brazo, parte de su torso también estaba vendado mientras que la sabanas que estaban en su cintura no dejaban ver mas.

Aunque tenía puesta una camisa sin abotonar, se podía observar lo severo del daño.

Tamao, pareció olvidarse por completo de todo y se acercó a él.

"- ¿Cómo se siente?"

Ren se sorprendió por aquella extraña muestra de preocupación que pudo observar en su mirada.

"- ¿Qué hace usted aquí? – Le preguntó con su notable frialdad haciendo que la pelirosa inclinase su cabeza debido a lo brusco que había sido"

"- No es manera de tratar a los que te hemos venido a visitar – le respondió Inoue de la misma manera al notar a la joven"

"- No pedí a nadie que lo hiciera – respondió molesto, estaba hastiado de todo y también de estar en un hospital – Si se les fue avisado no tenían porque venir"

"- Que manera tan altanera de agradecer – Murmuró Inoue como si no hubiese pasado nada"

"- Eso no es justo! – interrumpió la pelirosa presionando las manos en su pecho mientras mostraba demasiada tristeza – el señor Inoue venía a visitarlo, estaba preocupado"

Ren la miró fijamente y luego miró a Inoue, este por su parte tomó asiento evitando la mirada del peliviolaceo.

"- No es para tanto señorita Tamamura – exclamó algo apenado por las palabras de la chica"

"- Pero..."

"- No entiendo que hacen aquí pero no es necesario, pueden irse aun no he muerto – exclamó cortante"

"- Pero su irresponsabilidad pudieron llevarlo a la muerte – respondió la joven defendiendo lo que ella creía que en ese momento era correcto"

Ren al igual que Inoue se sorprendieron un poco, ella no solía cuestionar asuntos que ellos imponían, claro que en esta ocasión no era nada relacionado al trabajo.

"- Lo que haga o no con mi vida no le importa – le respondió frió haciendo que Inoue le mirara con desaprobación por el tono"

"- Ren, solo veníamos a ver si estabas a salvo deberías entender que..."

Ren desvió su mirada haciendo cuenta y caso que no le escucharía, Inoue no exigía demasiado a sabiendas del porque ese joven odiaba tanto los hospitales, pero en cuanto Tamao no le agradaba el hecho que se comportase así y menos con Inoue cuando solo estaban preocupados.

"- No debo comprender nada, tu mejor que nadie sabes que yo solo saldré de mis aprietos y usted... – miró a la pelirosa – No importa cuanto dinero se le haya ofrecido, usted haga su trabajo, en cuanto a mi persona yo podré encargarme"

Palabras que resultaron dagas en una vez... Tamao no entendía aquella frialdad y crueldad.

Sabía que no debía llorar pero sus ojos ya amenazaban con hacerlo ¿él creía que ella estaba ahí por horas extras, ya había especulado eso y se supone se había disculpado con la cena pero... ¿aun seguía creyéndolo?.

"- Yo... yo no hago nada de esto por algo a cambio – respondió mientras sus manos temblaban, Inoue notó aquello y miró a Ren con molestia"

"- Ya basta – Pidió el hombre a sabiendas que Ren no estaba midiendo en lo absoluto lo que decía"

"- No – miró a Inoue – esta vez necesito saber algo – volvió su vista a la pelirosa - ¿por qué hace todo esto? ¿cree que no he notado su forma tan extraña, ¿qué es lo quiere a cambio?"

Inoue tocó su frente al pensar en lo distraído que podía ser Ren y lo que la ira podía llevar a perderlo todo.

Era normal que después de todo lo que le había ocurrido ese joven no confiase en nadie, pero Tamao al no saber sus razones era mas que obvio que lo considerase cruel.

Tamao inclinó su cabeza, esta vez parecía estar llorando.

Al ver lagrimas en el rostro y en aquel semblante de la joven, el peliviolaceo calló, quedó sin habla por un momento y supo que se estaba dejándose llevar por la ira.

Tamao hizo una reverencia a ambos y comenzó retirarse, aunque al abrir la puerta se detuvo en el marco de esta.

Estaba molesta porque él pensara de esa manera, sabía que su respuesta no era la correcta pero trataría de no volver a verlo.

"- Porque... lo amo...siempre lo he hecho...- murmuró saliendo del lugar pero siendo escuchada por ambos"

Abriendo los ojos como platos y luego de segundos de silencio, volvió a emitir sonido.

"- Ella... – Ren estaba mas bien impresionado y no sabía como preguntar si había escuchado mal"

Inoue suspiró fastidiado.

"- Parece que arruiné su confesión – sonrió con calma sentándose en una silla al lado de la cama"

"- ¿Qué? – preguntó con seriedad mas un leve rubor al haber escuchado semejantes palabras"

"- ¿No te imaginabas algo así verdad? – preguntó de manera picaresca"

Ren frunció el entrecejo.

"- ¿Qué ocurre aquí?"

"- Pensé que ella te lo había dejado muy en claro"

"- No se que es lo que le pasa, tampoco se su razón de decir tales tonterías – Ren cerró sus ojos con fastidio"

"- Ah, son tonterías para ti, lo había olvidado, por esa razón tu asistente no te había dicho nada, ha estado así por ti desde que entró a trabajar contigo"

Ren abrió sus ojos con seriedad y desvió su mirada.

"- No entiendo y no me importa lo que ella diga, jamás le he dado razones para que piense que yo sienta lo mismo"

"- Eres un idiota – le propició un puñetazo haciendo que girase su cara – se que no me puedes hacer nada debido a tu estado, pero esto va por ella"

Ren sonrió sarcásticamente.

"- ¿Acaso quieres que solo porque una mujer me ha dicho estupideces acepté?"

"- No te confundas – acarició su puño con la otra mano – dudo mucho que haya sido la intención de ella, esa joven esta sabedora de todo"

"- Si no estuviese en este lugar..."

"- Hubiésemos comenzado otra pelea – Terminó Inoue – tu hubieses trabajado mas y ella te estuviese ayudando, no te estoy pidiendo que contestes lo que ella te ha confesado pero al decir tantas tonterías hiciste que hablara y recuerda que ella es nuestra representante"

"- Puedo hacerlo solo, no hay necesidad de llamarla"

"- De eso no lo dudo, sin embargo ¿ la despedirás por este accidente?"

"- No seas idiota – respondió Ren – no mezclo trabajo con asuntos personales"

"- Tal parece que ella si"

"- No me importa a que haya venido ella y tu, pero te sugiero que te vayas"

Inoue rió de una manera picaresca.

"- No te preocupes, después de lo que le dijiste dudo mucho que se atreva a aparecer por este lugar, ahora solo verificaré algunas cosas sobre tu estado"

"- has lo que quieras, solo no quiero visitas"

"- lo dudo, hay muchos que se preocupan por ti"

"- ¿acaso hay otra confesión de la que no me enterado?"

Inoue negó con su cabeza.

"- No puedo creer que esa joven se haya fijado en alguien como tu"

"- Cuando el interés esta de por medio eso es lo de menos- volvió a desviar su mirada aunque esta vez se notaba apagada y pareció recordar algo que no fue para nada placentero"

Salió de la habitación dejando a Ren muy pensativo.

Se reclinó hacia atrás; por un descuido había llegado a parar ahí y por un descuido supo cosas que jamás se le pasaron por la cabeza.

Se ruborizó, ¿pero que le pasaba a esa mujer? ¿amarlo, eso debía ser mentira al igual que todas las cosas que hacía por él, solo podía relacionarla como cualquier otra que trataba de conseguir algo en especial.

Se sentía un imbecil por el hecho... que estaba un poco arrepentido por todas sus palabras, lo mejor era alejarse de ella.

"- Huyendo de una mujer... – murmuró para él mismo, que bajo había caído"

Mas cuando recordaba ciertas facciones en ella, esa alegría para con él...

"- No debo dejarme llevar por semblantes... – volvió a recordar lo que había ocurrido con Kein, estaba usando la razón nuevamente y esta vez por nada del mundo pensaría con su corazón, se había prometido a si mismo jamás volver a hacerlo"

continuara...

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N/a: bueno aquí esta el otro cap, espero que sea de su mayor agrado y agredezco mucho a las personas que leen y dejan reviews, cuando esté de vacaciones (estaré de huevona) ejem.. y aparte de eso actualizaré mas seguido por ahora creo que solo los fines de semana como siempre.

PROXIMO CAP.

" Renunciando a todo"