La razón y el corazón
Cáp.26: Preocupaciones.
Había amanecido ya, y su cabeza no dejaba de repetir las palabras del peliviolaceo.
Había bajado y nuevamente se negó a probar bocado sintiéndose extraña y temerosa de todo lo que vendría.
"- Debería comer algo – dijo una de las mujeres que ayudaban con el mantenimiento de aquella gran casa de campo."
"- N-no tengo apetito... pero le agradezco el gesto – sonrió sentándose en un sofá mullido."
Se sintió aliviada desde la noche anterior cuando pudo quitarse aquel vestido de novia aunque pensó que tendría que usarlo de nuevo con Ren.
Pero... ¿por qué tenía que casarse con él, no mentía cuando era lo que mas deseaba aunque no de aquella manera, aun así sería muy doloroso separarse una vez pasaran seis meses.
Al estar pensando tanto en él, pareció invocarlo ya que apareció en la sala justo cuando salía del comedor.
Este se detuvo observándola detenidamente. Portaba una falda ajustada de color azul claro mientras lo combinada con una camisa celeste que parecía ser por lo menos una talla mas grande que la de ella
No supo si le pareció agradable o molesto gracias a que inconscientemente frunció el entrecejo, llegando a la conclusión que se había molestado por encontrarla en cierta manera tierna.
"- ¿No comerás nada? – preguntó de repente."
"- No,... muchas gracias... – murmuró."
"- Deberías dejar de ser tan formal, después de todo nos casaremos muy pronto – dijo como si se tratase de un trato simple aunque le miró de reojo esperando la reacción de la pelirosa."
Ciertamente se molestó al ver que ella no decía nada. Se esperaba una típica actitud opuesta pero ¿por qué ella no hacia eso?.
Se acercó obligándola a colocarse de pie y examinarla, aunque prefirió no haberlo hecho al darse cuenta que los ojos de la joven brillaban por las lagrimas que comenzaron a salir empapando su rostro.
Él le miró sorprendido haciendo que ella limpiase torpemente las lagrimas que salían sin haberse dado cuenta.
"- ¿Tan desagradable es la idea? – preguntó frunciendo el entrecejo."
"- Para usted es desagradable... – respondió Tamao rápidamente mirándole mientras trataba de retener sus lagrimas."
No sabía porque no dejaba de llorar, talvez era haber retenido por tanto tiempo todo aquello, ahora no podía parar, hasta sollozos comenzaban a salir de sus labios.
Sintió de pronto como él colocaba una mano sobre su mejilla y bajaba lentamente hasta tomar su barbilla y acariciar su labio inferior.
Aquel contacto la hizo temblar y sonrojarse.
"- No sabes cuantas molestias causas... – murmuró sin dejar aquel tono frío mientras la cercaba a él y le besaba con una urgencia que Tamao pudo sentir."
Aquello le había sorprendido tanto que sintió como de pronto sus rodillas temblaban y su respiración se aceleraba. Hacia ya bastante tiempo que no sentía aquellos labios y el volver a recordar ese mismo calor y contacto solo logró que ella se aferrase a las solapas del traje formal que portaba Ren.
Comenzó a responder como pudo, tranquilizándose, lo demás ya no importaba, pero él parecía no detenerse haciéndola sentir aun mas inexperta.
¿Le volvería a golpear por aquel acto?. Ahora no, ella se sentía tan segura que intentó deslizar sus brazos alrededor de los hombros de aquel joven, pero se detuvo al sentir que él rompía el beso bruscamente.
Trató de inclinar su cabeza pensando que no le podría ver frente a frente debido a su vergüenza, pero le tomó por sorpresa el hecho que él no la obligó a mirarlo, mas bien solo rompió el beso y se limitó a colocar su cabeza en el hombro de la joven, sintiendo esta la respiración en su cuello.
Aquello la ponía mas tensa y mas al sentir las manos de él en su espalda.
Aquel hombre podía hipnotizarla con cada acto y lograr todo lo que se proponía con ella, y la simple respuesta a todo era que ella le amaba y por eso dejaba que todo aquello pasara.
Él no la abrazaba con desesperación ni con fuerza como se dio con el beso, mas bien solo trataba de calmar su respiración.
"- Debes comer algo... – se acercó a su oído y le susurró aquello."
Tamao volvió a sentir aquel estremecimiento. Deseaba tanto corresponder aquel abrazo pero temía que él la separase de inmediato, y así fue.
Se apartó de inmediato encaminándose a la puerta principal sin mirar atrás. Tamao pudo escuchar como se cerraba la puerta con fuerza.
¿Ahora estaba molesto por su culpa?. ¿cómo era posible, ella parecía corresponderle de aquella manera, aunque la pregunta era ¿por qué él hacía todo aquello?. ¿acaso sería para tratar de molestarla, lo dudaba mucho ya que a ella no le desagradaba en lo absoluto.
Lo mas probable era que lo estaba haciendo para divertirse un rato. Ella entristeció ante tal pensamiento.
"- ¿Tan mal te ha puesto mi hijo? – preguntó la mujer de pronto."
"- Se-señora... – murmuró la joven al sorprenderse."
"- Fue inevitable que haya mirado, estaba saliendo... – respondió."
"- No se preocupe... – trató de sonreír y mostrar que no había sucedido nada.,"
La mujer le miró pensativa y tan intensamente como lo hacía Ren. Aquello no hacía mas que hacer sonrojar a la joven.
Había conducido sin ninguna precaución, pero al parar frente a un semáforo trató de pensar con mas claridad.
Tenía ganas de fumar nuevamente y era el hecho que estaba furioso y alterado.
Pensó que ya no la deseaba pero no pudo resistir aquel impulso que lo llevó a besarla y tal parecía que ella no ponía alguna resistencia.
Cuando se dio cuenta de cómo ella reaccionaba sintió una especie de alivio ¿era acaso que le frustraría saber que ella ya no sentía nada por él?.
Esa idea se le ocurrió de pronto, intentando convencerse que era una tontería. Si seguía en aquel plan, solo lograría engañarla, él no sentía nada por ella y dudaba aun de que todo lo que ella profesara fuese cierto, pero no tenía dudas de algo, ella por lo menos le deseaba de la misma manera.
¿Qué otra explicación había para no haberlo rechazado, pero era extraño que mintiese siendo una inexperta en todo ese tema.
Suspiró derrotado, debía prestar atención y tener todo calculado, si no dejaba que su cabeza descansase, pronto se le ocurriría no dejar que esa mujer se alejase de él.
Decidió tranquilizarse cuando esa mañana volvió a su puesto de trabajo aunque no tuvo aquella suerte ya que todos le miraban sorprendidos y perplejos.
La mayoría se dio cuenta de todo aquel ajetreo por lo rápido de los rumores, dejando que todo mundo hiciese especulaciones, como las de haberlo hecho por algún interés personal.
Aquella teoría era la mas aceptada aunque lo que había sorprendido a muchos era que nadie había denunciado al Tao, por eso algunos pensaron que aquel acontecimiento estaba arreglado.
Algunos quisieron preguntar pero se abstuvieron cuando él no se mostró accesible.
Entró sin interrupción a su oficina, tratando de recobrar la calma pero aquella idea se escapó cuando se dio cuenta que no estaba solo en aquella oficina.
Primero mostró sorpresa y un extraño sentimiento que no pudo descifrar, luego de eso pasó a un expresión demasiado frívola.
"- ¿Qué ocurre ahora? – preguntó al mirar con fingida indiferencia aquella figura femenina."
"- He venido a avisarte que Asakura quiere hablar contigo... – respondió Kein aturdida de la misma manera que Ren y era el hecho de verlo después de todo ese ajetreo."
"- ¿Por qué no ha venido personalmente? – preguntó dirigiéndose a su escritorio."
"- Él desea saber que ha ocurrido... – dijo sin perderlo de vista."
"- Mantengo mi pregunta – respondió al ver que ella seguía con lo mismo."
"- él no ha venido porque... quiere encontrarte en tu casa de campo. –exclamó."
"- ¿Verme? – preguntó burlón y con ironía - ¿Acaso quiere ver a Tamamura?."
"- ¿Ella...esta contigo? – preguntó cruzándose de brazos y mostrándose calma."
"- Si – respondió sin perderla de vista. - ¿cuándo llegará? – decidió seguir con la conversación inicial."
"- Él dijo que esta noche..."
"- Perfecto, lo esperaré – respondió - ¿algo mas?."
"- Yo también iré – dijo con firmeza encaminándose a la salida y dejando algo sorprendido al Tao."
La tarde no la había pasado tan aburrida y preocupada después de todo. La madre de Ren parecía maravillarse con la idea de una boda y con los preparativos, aunque nunca hubiese hablado con su hijo sobre como se haría la boda específicamente.
Aquella mujer contaba con elegancia innata, a pesar que se emocionaba por una posible boda, se mantenía estable ante cada detalle, sin embargo sus ojos expresaban otra cosa haciendo que Tamao accedería a lo que pedía a excepción cuando se trataba de gastar en ella.
Tamao siempre había esperado un matrimonio con alguien que dijese que ella era importante para él o que ella era lo que faltaba en la vida de él o simplemente un te quiero.
Nunca había pensado casarse con Ren aparte de sus fantasías extrañas que luego trataba de borrar, sin embargo ahora que se estaba por cumplir uno de sus mas locos sueños se sentía alguien deplorable.
Ren no se casaba con ella por que lo deseaba, al contrario parecía fastidiarle todo y sin embargo le besaba sin permiso.
Sintió como fruncía un poco el entrecejo y lagrimas se acumulaban en sus ojos. Estaba molesta y al mismo tiempo no podía hacer nada, y ahora quería llorar de nuevo.
"- Esta bien, si no deseas comprarte un traje – agregó la mujer compresiva haciendo que la joven volviese de sus pensamientos."
"- No es por eso, no se preocupe – exclamó deprisa limpiando sus ojos."
"- Eso espero... – murmuró sin dejar de mirarle."
Tamao desvió su mirada de inmediato y es que esa mujer era muy astuta, en tan solo pocos días ya se había percatado de todo ello.
"- ¿M-me... dejarían ir a casa? – preguntó de pronto al ver algunos trajes en su habitación. Durante todo el día pareció rechazar la oferta de aquella mujer de quedárselos después de haberlos escogidos de un aparador."
Tamao se sorprendió que la llevara de compras sabiendo que podían reconocerla aunque simplemente no pudo negarse a aquella mujer que parecía demasiado influyente.
"- En ningún momento te retengo aquí, pero si te vas, es seguro que mi hijo irá tras de ti – estaba sentada en una silla frente a la cama donde la pelirosa tomaba asiento – recuerda que le debes algo."
"- Pero, no es lo que piensa, ni siquiera sabia... – trató de explicarse pero calló al ver que involucraría a aquel anciano."
"- No te preocupes, dudo mucho que hayas planeado esto. – agregó cruzándose de piernas – sé que Shintani ha metido sus narices en esto y sé hasta donde es capaz de llegar. Lo que me sorprende es que callaras antes de meterlo en esto."
"- Aunque... parezca tonto... él me explicó algunas razones por lo cual hizo esto, aun así... ya no deseo... – estaba nerviosa y asustada."
"- Al final aceptaste ya que mi hijo se había enterado y tu aprovecharías para salir de todo esto... – dijo con detenimiento – creo que es duro para alguien como tu, después de todo, tu vida parece una pagina en blanco a comparación de mi hijo."
Tamao se sonrojó, pensando que talvez aquella mujer le miraba incapaz de tomar decisiones, pero aquello no era cierto. Tomaba decisiones cuando creía poder ayudar a los demás, pero sin embargo tomó muchas por un cariño que profesaba a Ren y ahora pagaría por ello.
Estaba atardeciendo y deseaba hablar por lo menos a casa de los Usui para decirles que estaba bien o que no había problema, aunque luego de enterarse que Ren iría a su oficina, pensó que talvez pudo haber explicado algo a los demás.
Suspiró, de pronto se sentía algo mareada y pensó que era la tensión del ambiente.
"- Estas muy pálida, no has comido bien en estos días – le habló la mujer con calma."
"- Solo estoy cansada... no he dormido bien – mintió."
"- Pues pude percatarme que has dormido bien – sonrió – mi hijo te trajo a tu habitación la primera noche y parecías un tronco."
Tamao se sonrojó por la expresión divertida de aquella mujer para luego preguntar algo mas.
"- É-él... ¿me trajo hasta aquí?."
"- Claro – respondió la mujer distrayéndose un poco al escuchar pasos cerca de la puerta."
Ren entró sin avisar como era costumbre últimamente ganándose una mirada bastante severa de su madre.
"- Necesito hablar con ella... – dijo con algo de fastidio al tener que explicarse."
"- Has venido mas temprano ¿ no querrías saludar primero? – dijo la mujer al notar de reojo como la pelirosa se había sobresaltado."
"- Buenas tardes... – murmuró desviando su mirada algo ruborizado. Siempre se veía voluble ante su madre y aquello no pasó desapercibido para la pelirosa."
La mujer sonrió con victoria, era sabido que siempre tenía que salirse con la suya y aquella actitud sabía que su hijo la había heredado perfectamente.
Se puso de pie no perdiendo de vista a Tamao.
"- Luego hablaremos sobre estos trajes."
"- No es necesario, ya se lo he dicho... – intentó hacerla entender pero esa mujer solo se marchó como si no la hubiese escuchado."
Ren miró a la pelirosa como si desease explicación haciendo a la joven suspirar con calma.
"- Buenas..tardes... -. Respondió Tamao al saludo sin levantarse de la cama."
"- Parece que te llevas bien con ella – dijo sin tono cortés refiriéndose a su madre."
"- E-ella.. es muy amable – respondió presionando sus manos una contra la otra."
Ren notó aquel nerviosismo así que decidió ir al grano.
"- Este día vendrá Asakura, de seguro preguntará sobre todo lo que ha ocurrido y sobre el posible fracaso del proyecto de construcción."
Tamao le miró al asustada por ello.
"- Vendrá él y su... representante – calmó su voz al nombrarla haciendo que Tamao sacase su propia conclusión, refiriéndose obviamente a Kein."
¿para que atarla cuando él quería a otra persona?.
La pelirosa se puso de pie y le sonrió levemente mirándole con comprensión aunque cierta tristeza.
"- No se preocupe, no tengo intenciones de salir de esta habitación, puede quedarse con ellos cuanto guste – volvió a sentarse dejando perplejo a Tao."
"- ¿De que estas hablando? – preguntó algo molesto y era el hecho de que a pesar de todo, siempre parecía amable con él, no sabiendo si aquello le enfurecía mas o le agradaba de cierta manera."
"- Pienso que hablar con ellos estando yo, le podría dificultar..."
"- Bien, notaras que no se me dificulta, solo vine para avisarte que debes bajar pronto."
"- No quiero,... no me siento muy bien – exclamó tratando de no levantar la voz."
"- Bien, parte de esto es tu culpa, ahora explicar frente a ti será mas fácil – respondió frió."
¿Su culpa, era verdad que quería escapar de él para tranquilizar sus locos sentimientos pero también quería ayudarle haciendo un trato con Nichrom; tal parecía que al final era su culpa por creerse todo.
Ren salió de la habitación no sin antes avisarle que tendría que bajar lo mas pronto posible.
Cerró la puerta con brusquedad, en realidad solo venía a decirle que sería mas fácil que él explicase todo, pero algo le hizo enfadar y era aquella extraña mezcla de amabilidad y ternura que vio en sus ojos.
Le molestaba creyendo que todo aquello era falso, pero también le fastidiaba pensar que si esa actitud era normal, le estaba gustando mas de lo que se podía permitir.
Bien, si tratarla mal podía hacer que lo odiase, era mejor, en vez que le mirara de aquella manera.
Inoue le había dicho que ella lo había hecho para ayudarlo y le pareció increíble sabiendo del robo de Nichrom y de lo beneficiosa que salía ella.
Las pruebas la hacían ver de otra manera. Por eso se comportaba peor con ella, quería hacerla sacar aquella otra faceta que estaba seguro que tenía.
Salió de sus pensamientos al mirarla bajar. Pensó que se cambiaría de ropa al notar los hermosos vestidos en aquella habitación pero tal parecía que no había hecho nada.
"- Pensé que te cambiarias para cenar – murmuró mientras no dejaba de cruzar sus brazos sobre aquel cómodo sofá."
Tamao detuvo su paso y decidió responderle.
"- No lo creí necesario."
"- Mi madre ha conseguido esa ropa para ti – le dijo sin perderla de vista."
"- No, no es algo que pueda pagar."
"- ¿Pagar, nadie te lo está cobrando."
"- Solo puedo usar cosas que pueda pagar por mi misma – respondió mirándole sonrojada."
No sabía si estaba así por la vergüenza o por enojo, aunque Ren optó por la primera ya que casi no se enfadaba.
Le sorprendió aquella actitud, después de todo tenía algo de orgullo. Aquello le hizo sonreír de manera arrogante, tal parecía que algo tenían en común.
Aunque esa actitud tímida, cohibida, y demasiado tierna parecía enfermarlo. Miró su rostro y notó que el único color en las mejillas era provocado talvez por vergüenza, y que de verdad estaba muy pálida. De pronto se sintió algo molesto consigo mismo al obligarla a bajar.
Ren estuvo a punto de preguntar si había comido apropiadamente cuando escuchó la puerta principal.
El reloj de pie marcaba mas haya de las siete de la noche.
Ren no esperó que abriesen la puerta, él mismo se encaminó a ella y decidió hacerlo.
Al abrirla, como era de esperarse, se encontró a el mayor de los gemelos Asakura junto a Kein.
"- Bien, espero que la interrogación sea rápida – balbuceó haciéndose a un lado para que aquellas dos personas pasaran."
"- Si, suponía el recibimiento – exclamó Hao sin tono en especial hasta que su vista se posó en la pelirosa - ¿tiene que ver con ella?."
Tamao solamente saludó inclinándose un poco para después decidir retirase.
"- Creo que todos hablaremos – exclamó Ren al saber las intenciones de la pelirosa."
"- ¡Esta bien! – dijo la pelirosa con angustia y ciertamente ofendida - ¡cometí un error y lo pagaré, me casaré con él y ...le devolveré lo que le pertenece!."
Se tambaleó un poco, como si estuviese mareada cuando subió los primeros escalones. Subió sin importarle los llamados, no se sentía nada bien y debía admitir que no deseaba ver las miradas que Tao y aquella mujer se enviaban.
Ren decidió seguirla de inmediato hasta que Hao le detuvo.
"- Necesitamos hablar."
"- si no tienes un poco de tiempo puedes largarte, sino, puedes esperar – dijo furioso y era la reacción de la pelirosa lo que lo había puesto así, no se la esperaba.
Subió rápidamente los escalones, logrando alcanzarla por los pasillos, esta estaba a punto de girar la manecilla de su habitación cuando pudo observar como se mantenía de píe al tocar la puerta.
Ren pareció sorprenderse y sobre todo apresurarse al ver que ella estaba cayendo.
La sostuvo antes que tocara el piso. La giró para poder observarla. Se había desmayado y se notaba ciertamente pálida.
"- ¿Qué es lo que...? – se escuchó la voz de Kein quien le había seguido y su madre se acercaba debido al ruido."
"- Llamen a un medico ¡ahora! – exigió al mirarlas por la altura de su hombro y cargar a la pelirosa."
Su madre frunció el entrecejo pero obedeció pensando también en el estado de la joven y de cómo estaba de débil desde que llegó a esa casa.
Kein le miró con sorpresa pero decidió ayudar. Abrió la puerta de aquella habitación dejando pasar al joven quien cargaba a la pelirosa.
La depositó con cuidado en aquella cama. Estaba ciertamente débil. Cuando perdía el color no específicamente era el miedo, algo que lo hizo ponerse molesto consigo mismo.
Kein le miró con atención tratando de saber si aquello era en realidad una gran preocupación o solo caridad; después de todo, era mas que obvio que reaccionaran asustados ante la debilidad de una persona.
"- Pasa algo interesante y no me he dado cuenta... – murmuró Hao mirando a la mujer que acababa de bajar las escaleras."
"- Si, y pienso que es muy desagradable que no parezcas alterado."
"- Perdóneme – fingió respeto haciendo fruncir el entrecejo a aquella mujer – pero es que ¿Ren no puede controlar a esa mujer¿ le ha hecho algo?."
"- Ella no, pero le pasará algo si no llamo a un medico – exclamó levantando el auricular."
"- ¿Pasarle algo? – preguntó extrañado"
"- Si – respondió entendiendo que Hao no se había dado cuenta de nada – ha perdido la conciencia – dijo al fin marcando hacia el hospital."
Comenzó a abrir sus ojos. Estaba mareada aun, pero se sorprendió al sentir una sabana sobre ella y notar, por obvia razón, que estaba acostada.
Intentó sentarse por lo menos pero sintió que no tenía fuerza.
"- No se levante aun – murmuró."
Tamao se sobresaltó un poco al notar como un hombre alto de tez blanca y cabellos dorados estaba en la habitación. Este parecía estar guardando cosas dentro de un maletín, portaba una gabacha lo cual indicaba que era un medico.
Al analizar aquello, y todo en su alrededor recordó todo.
¿Se había desmayado?. El sujeto pareció leerle el pensamiento ya que con una sonrisa amigable trató de responder.
"-Esta muy débil, lo mejor es que descanse y comience a comer – sonrió al mirarla aun acostada - Perdió la conciencia, no me sorprende que esté mareada."
"- Yo no lo llamaría solo un mareo – dijo una voz tras ellos."
Tamao miró con sorpresa a Ren quien estaba de pie de brazos cruzados y las mangas de su camisa dobladas hasta sus codos.
Se había quitado la corbata y el saco dando una impresión algo desordenada aunque ciertamente atractiva.
"- ¿Tienes fiebre? – preguntó el medico sonriendo cuando miró el rostro de la pelirosa sonrojado."
Tamao se apenó, no podía evitar que al mirar a Ren su rostro tomara otro color.
"- ¿También tiene fiebre Fausto? – preguntó Ren con tono indiferente haciendo que Tamao entristeciese."
Era obvio que se había desmayado y por el rostro de Tao, parecía no estar nada contento. Sintió que le había causado molestias al llamar a un doctor.
"- Para nada Ren. Él mareo no es de un embarazo, no te preocupes por ello- trató de mostrarse divertido aunque un poco sarcástico."
Tamao se ruborizó a un más, haciendo que Ren le mirase con detenimiento y sin ninguna emoción en su rostro.
"- Si, es una lastima – respondió Ren con arrogancia – pensé que quedaban embarazadas con solo cargarlas hacia la cama."
El doctor le miró con reprobación sabiendo que aquella joven estaba delicada y que la presencia de él parecía alterarla. Aunque cuando apenas llegó a la casa esa misma tarde había pensado que aquella joven tenía alguna relación con el Tao y era el hecho de la extraña preocupación que miró en sus ojos.
Habían transcurrido mas de cinco horas y cuando revisó a la joven y salió para dar un diagnostico, pudo notar como Ren había acabado su tercer cigarrillo. Tal parecía que aunque lo negase estaba preocupado.
"- Te dije que esperaras afuera."
"- No es necesario, ya despertó. – respondió frío."
"- Puede que la jovencita aun no se sienta bien, no es como tu cuando solías lastimarte – dijo con tono autoritario."
"- ¿Solía? ... – murmuró la pelirosa inconscientemente."
"- Si, cuando era niño solía lastimarse demasiado por hacer ejercicios pesados. – sonrió el doctor al notarla mas despierta."
"- No estamos aquí para hablar de mi – dijo deteniendo la conversación."
Fausto no prestó atención y decidió ponerse de pie.
"- Debe comer, no excederse y descansar por un tiempo – dijo tomando su maleta."
"- Lo siento... mucho – murmuró la joven quien le rogaba con la mirada que se quedase mas tiempo y era que estaba muy débil para soportar la ira que de seguro Ren sentía aun mas con ella."
El doctor cerró sus ojos y negó con su cabeza, saliendo de la habitación no sin antes retar y advertir a Ren con su mirada.
Ren le miró desafiante hasta verlo cerrar la puerta, en ese instante se acercó a la cama de ella.
Estaba cansada, no hizo mas que cubrirse un poco mas con la sabana a pesar que estaba con la misma ropa. Suspiró y sus ojos parecieron perder brillo.
"- ¿Se puede saber en que piensas? – preguntó molesto al sentarse a la orilla de la cama. Tamao pensó que se sentaría en una silla que estaba al lado de la cama."
"- Yo..."
"- él dijo que este desmayo no solo es por este día, tal parece que no habías comido bien desde hace mucho."
"- No tenía apetito... – murmuró desviando su mirada."
"- ¿Sabes cuanto problema causas? – preguntó de pronto molesto."
Tamao estaba sobre las almohadas, decidió moverse un poco para poder permanecer sentada y hablar pero le sorprendió el hecho que Ren le ayudase.
"- Lo siento... – murmuró recordando la visita del medico."
"- Debes comer – dijo al fin con una mirada mas serena que la tomó por sorpresa. – No estoy dispuesto a casarme con una mujer que ni siquiera puede mantenerse en pie."
"- Si, puedo darme cuenta que no esta dispuesto a casarse... – murmuró desviando su mirada aunque su respiración se agitó y era el hecho que estaba débil."
"- Que bueno que te has dado cuenta – exclamó omitiendo la verdadera intención de la pelirosa al decir aquello. se inclinó acercándola un poco hacia sí por la cintura y sentir su respiración y la de ella muy juntas. Rozaba sus labios como si estuviese a punto de unirlos – Mas vale te recuperes o tendré que hacer que comas de alguno u otra manera, que por supuesto no será agradable."
Trataba de intimidarla más, pero ella le miraba con embelesamiento. ¿por qué hacía eso, solo deseaba besarla pero aquello no era muy juicioso estando ella en una cama.
Se abstuvo separándola poco a poco a pesar que ella ya se había aferrado a él tomándolo de la camisa. Aquella reacción le esta gustando demasiado.
"- Lo siento... – se disculpó nuevamente al volver a la realidad y darse cuenta de lo que estuvieron a punto de hacer."
"- No te disculpes, solo recupérate – se puso de pie sin dejar de mirarla con fingida dureza aunque el hecho era que él estaba tan alterado como ella – es en serio... – murmuró por lo bajo antes de salir aunque la pelirosa lo había escuchado."
"- Sé que no debí llamarte de presto pero era una emergencia – dijo la mujer en un suspiro."
"- Ren ya esta con ella – dijo el doctor quien le daba los últimos informes."
"- Me parece increíble que Ren te dejase entrar – dijo sin reparos el Asakura quien tomaba asiento como los demás."
"- Creo que es el caso – respondió molesto – ella estaba muy débil aunque no era algo grave."
"- Pero podría volverse grave – admitió la mujer al mirar con detenimiento a Kein."
Cuando Fausto había entrado, se había sorprendido al mirar nuevamente a esa joven en ese lugar y el hecho que Ran Tao, la madre de Ren, no la mirase con odio le sorprendió aun mas. Tal parecía que aquella mujer solía ser comprensiva pero era obvio que por la muerte de su hija no mirase con buenos ojos a esa joven.
Kein lo sabía a la perfección pero ansiaba saber que pasaba por la mente de Ren en cuanto a Tamamura. Pudo darse cuenta lo preocupado que se notaba, y aquello no lo ocultaba mucho.
Entristeció de pronto cuando pudo divisar a Ren quien bajaba los escalones.
"- No le has hecho nada ¿no es así? – preguntó el medico advirtiéndole."
"- Es mi prometida ¿qué mas quieres que haga?."
Lo escupió haciendo que Hao se atragantase con una bebida y que Kein le mirara horrorizada.
"- Vaya, cuando vine no creí que ella se pusiera mal y no sabía que la noticia sería... interesante – respondió Hao con malicia."
"- ¿Casarte! – dijo Kein inconscientemente logrando que la atención de Ren se concentrase en ella."
Ren sintió algo extraño al mirarla¿estaba dispuesto a casarse con alguien por quien no sentía nada, por su orgullo, así era, pero aunque quería disfrutar ver la reacción de Kein con la noticia solo logró sentir nostalgia, una muy extraña y odiosa nostalgia.
Continuara...
n/a: Bueno, uf así como voy con el fic tal parece que no acabará pronto, pero es por eso que hago los caps largos.
Espero el capitulo guste de quien lo lea.
Gracias a:
Inory.:.:.:Himeno Asakura:.:.:aoshmi seshlin:.:.:hibari usui:..:.: andrea nefisto:.:.:.y mayi ( lo siento si no te saludé la vez anterior)
Gracias por sus comentarios y su apoyo disculpen la tardanza esta vez pero es que me preparo ya que el lunes vuelvo a estudiar.
Con todo esto, reitero que espero que el cap les guste.
Hasta luego.
