Sé que dije que subiría el siguiente cap el viernes... pero mejor adelantar este regalito de Reyes ¿no?. aprovecho para recomendaros que os leais la primera parte de este fic otra vez (o sea, Las quejas del Arrogante Habitante de las Mazmorras I) traducido y publicado en esta misma página por Wizz323.

¡A leer!

Capítulo dos: Las quejas del Arrogante Habitante de las Mazmorras

Han vuelto

Mi plan está casi completado, todos los mocosos están comiendo en el Gran Comedor y yo estoy afuera esperando a que Potter y Weasley aparezcan. No será la gran entrada que esperaban. Hace frío aquí fuera y estoy hambriento. Por lo menos he tenido la sensatez de traerme mi taza de café. No quería malvavisco, pero sí crema, así que tuve que pescar el malvavisco y sacarlo fuera.

Potter y Weasley han atropellado al Sauce Boxeador

O mejor dicho, se han chocado contra él y ahora el Sauce está crujiendo amenazando con asesinarles sangrientamente. Estúpido árbol, nunca debieron plantarlo. El banquete ha empezado también, mejor que esos dos se den prisa. Están viniendo, creo que me esconderé en las sombras.

-El banquete ya ha empezado. ¡Ey, Harry, ven y mira, es la Selección!- Sí, y de hecho yo estoy perdiéndome la oportunidad de aterrorizar a muchos nuevos mocosos gracias a vosotros dos.

-Espera... Hay una silla vacía en la mesa de profesores... ¿Dónde está Snape?- Es Profesor Snape para ti, y estoy de pie justo detrás de vosotros.

-Puede que esté enfermo- Yo nunca me pongo enfermo, Weasley, e incluso si lo estuviera me arrastraría desde mi lecho de muerte para martirizaros.

-Puede que esté ausente porque de nuevo no le han dado el puesto de Defensa Contra las Artes Oscuras. - No, me estoy quedando para poder molestar a Canario-boy y así poder seguir enseñando a descerebrados como vosotros cómo hacer Pociones.

-O a lo mejor le han echado. Quiero decir, como todo el mundo le odia...- Hora de mi gran entrada, creo.

-O a lo mejor está esperando para enterarse de por qué ustedes dos no llegaron en el tren de la escuela - ¡Go Severus¡Go Severus! Sonrisa satisfecha en su sitio, brisa ligera ondulando la capa, la luz de la luna reflejándose en mis ojos que brillan peligrosamente. Dios, soy bueno.

-Síganme. – me siento como un loco con un hacha, llevando a sus víctimas a los bosques para ejecutarlos. ¡Hahahahaha Ahahahahaha! Ooo, risa terriblemente diabólica.

Creo que las mazmorras serán el mejor sitio, lejos del calor y la felicidad del Gran Comedor.

-¡Dentro!- Han roto cientos de reglas del colegio, serán expulsados y si no lo son, quemaré la cubretetera de McGonagall.

-Así que el tren no es lo suficientemente bueno para Potter y su fiel camarada Weasley. Queríais llegar a lo grande¿Eh, muchachos? –Bien, ciertamente habéis llegado a lo grande, una pena que fuera el único que lo viera. Ciertamente conseguiréis más atención de la que podíais haber imaginado cuando os den una patada fuera de Hogwarts. Ya puedo ver los titulares:

'Profesor de Pociones consigue medalla de honor del colegio.'

'Potty Potter y su compañero Weasley expulsados debido a un coche volador.'

'¡Potter ingresado en una institución mental por pensar que él es importante!'

'¿Potter quién¡Potter nadie!'

'Potter enviado a Azkaban por atacar al profesor de Pociones'

'¡Piden a Severus Snape que sea Ministro de la Magia!'

Vale, puede que la última sea un pelín excéntrica, pero me gusta.

-Fue la barrera de King's Cross lo que…- Una historia prometedora.

-¡Silencio! Habéis sido vistos.- Si pudiera encontrar la copia del Profeta ayudaría. Ah, aquí está.

-¡Os han visto!- coche volador desconcertando Muggles. Golpearía a Potter en toda la cabeza con el Profeta, mejor no, McGonagall vendría a discutir conmigo por eso.

-De mi inspección de los terrenos, puedo deducir que el Sauce Boxeador ha sufrido un daño considerable.- Probablemente él les haya hecho más daño a ellos, que les sirva de lección.

-Ese árbol nos ha hecho más daño a nosotros...- ¿Estoy poniendo cara de "a quién le importa Weasley"?

-¡Silencio! Desafortunadamente no estáis en mi casa y el poder de expulsaros no me corresponde. Voy a buscar a las personas a quienes compete esa grata decisión. Esperad aquí.- Rezo para que McGonagall les expulse. Si Potter estuviese en mi casa, le hubiera expulsado antes de que pusiera un pie en la puerta principal.

¡Ay¡McGonagall está furiosa!

Es incluso más molesta cuando está enfadada porque no para de cortarme, pero ¡No me importa¡Van a ser expulsados! Es absolutamente cierto. Ni siquiera Dumbledore podrá excusarlos de volar y encantar un coche dejando que los Muggles les vean. Potter y Weasley están explicando cómo no pudieron atravesar la barrera y después cogieron el coche. El hecho de que un fortuito coche que vuela estuviera aparcado en la estación de King's Cross se me escapa, pero si los expulsan, no me importa. Espera un momento, alguien está llamando a la puesta.

¡Es Dumbledore!

¡Sí¡Todas mis Navidades han venido a la vez¡Y él no está sonriendo ni haciendo bromas pero sí que está enfatizando cada palabra!

-POR FAVOR, explicad POR QUÉ habéis HECHO esto.

Potter vino con la misma historia que le había contado a McGonagall y Dumbledore sólo se sentó y le miró. Si hubiera sido yo, ya le habría gritado.

-Subiremos a recoger nuestras cosas.- Sí, mejor, Weasley; se podría usar tu cama como basurero.

-¿De qué está hablando, Weasley?- McGonagall no lo comprende, es estúpida. Nunca entenderé cómo llegó a ser profesora..

-Bueno, estamos expulsados¿no?- ¡SÍ¡SÍ¡SÍ!

-HOY no, Sr. Weasley.- ¡QUÉ¡POR TODAS LAS COSAS ESTÚPIDAS DEL MUNDO¿POR QUÉ YO¡LES MATARÉ¡ARRRGGGHHH! Él está muy disgustado, estúpido Dumbledore con sus estúpidas gafas de media luna, estúpidos ojos centelleantes y estúpida sonrisa. ¡Para de enfatizar tus estúpidas palabras tú, hombre estúpido!

-!Señor! Estos... niños... han roto cierto numero de reglas, sin mencionar el uso de la magia en menores de edad, daños a un árbol de gran valor, sin duda actos de esta naturaleza...- ¡Posiblemente podrías echarles!

-Corresponderá a la profesora MCGONAGALL decidir el castigo a ESTOS muchachos, Severus. Pertenecen a su casa y están POR TANTO bajo su responsabilidad. TENGO que irme Minerva; tengo que DAR algunas noticias en el banquete. VAMOS, Severus, hay una TARTA de crema que tiene muy buena pinta y tengo ganas de probarla. - ¿Qué¿Y necesitas mi ayuda para encontrar tu boca entre todo ese pelo¡Estoy al borde de una depresión y en todo en lo que eres capaz de pensar es en una condenada tarta de crema!

Odio el colegio

Potter y Weasley están sentados en la mesa de Gryffindor, sonriendo y riéndose con sus "amigos". El correo está llegando¿Qué hacen esos cincuenta millones de pájaros volando hacia la mesa de profesores¡A cubierto!

Nunca adivinaréis para quién son todas esas lechuzas... ¡para Canario-boy! Aparentemente todas sus 'fans' tienen que mantener contacto con él. Bien, nunca he tenido un fan y lo llevo bien. Estoy seguro de que el resto del mundo podría manejarlo.

Espera, Weasley ha recibido un sobre rojo que se parece sospechosamente a un Howler. ¡Lo es¡Ronald está siendo gritado por su madre¡Podría abrazar a alguien! Bueno, puede que eso haya ido un poco lejos. No es tan excitante. Y no sé a qué otros profesores podría abrazar.

Odio dar clases

Condenados niños. Acabo de tener a los de primer año catapultando ojos de rana por toda mi agradable mazmorra. Filch tendrá que limpiarla y no creo que le haga mucha gracia. Por lo menos tuve que quitar 70 puntos en total y dar tres detenciones. Visto que tengo tiempo libre, me dirijo a la sala de profesores. ¿Por qué está Canario- Boy haciendo malabarismos fuera de las puertas principales con montones de vendas¡Ja! Le está contando a Sprout cómo cuidar al Sauce Boxeador. Va a recibir un palazo sobre su cabeza si no se anda con cuidado. Yo ya he tenido el placer de recibir la cólera de Sprout antes, y tengo una cicatriz para probarlo. Necesito algo de café.

En la sala de Profesores

Parece que McGonagall tampoco tiene clase ahora. Qué alegría. Lockhart acaba de entrar dando brincos también. Hoy viste de verde; parece una lima gigante.

-Hola, Severus, Minerva.- Desaparece de mi vista. Ve a hacerte la manicura o algo así.

-Hola Gilderoy.- ¿Qué diría Dumbledore ? McGonagall fraternizando con otro hombre. Bueno, mitad hombre mitad fashion victim. (nt: adicto a la moda)

-Veo que has estado "aconsejando" sobre cómo cuidar al Sauce Boxeador.- Tenía que decir algo, él está ahí de pie mirándome con los ojos desorbitados haciéndome sentir incómodo.

-Sí, cuidé uno durante un par de años cuando era un niño.- Apuesto a que ese árbol no fue atropellado por dos lunáticos en un coche mágico.

-Estoy seguro de que la Profesora Sprout sabe lo que está haciendo. Ella enseña Herbología.- Eso le ha traumatizado. ¿Por qué me está mirando airadamente McGonagall?

-Sí, sólo le estaba ofreciendo algunos consejos.- ¿Consejos? Más bien órdenes.

-Puede que debieras empezar a responder a todas tus fans, Gilderoy- Cállate, McGonagall, nadie te ha pedido que te metieras.

-Sí, Minerva, supongo que realmente debería. Mis fans me necesitan; soy el cinco veces ganador del Premio a la Sonrisa Más Encantadora.- Oh ¡Qué bien! La excitación de ganar un premio a la sonrisa. No puedo entender a la gente que sonríe casi todo el tiempo. Cuesta menos esfuerzo parecer preocupado.

-Eso es lo que toda escuela necesita, un profesor capaz de sonreírle a la vida. Lo de enseñar cosas sobre los hombres lobo y otras materias no debería tener importancia. Aprendamos todos a sonreír y ganemos premios para poder tener fans que nos adoren y gastar nuestro tiempo respondiendo a sus cartas.- Creo que me ha oído. Su sonrisa ha disminuido visiblemente en cualquier caso. Por la cara que me pone, McGonagall va a tirarme la máquina de café encima a menos que me disculpe. Bueno, tengo mi propia taza de café especial; no necesitaré vuestra inútil cafetera nunca más.

-Tengo que regresar y... er... planificar mi siguiente clase.- y con esto, Lockhart consiguió salir por la puerta, justo antes de que un objeto grande pasara volando al lado de mi oreja y golpeara la pared de detrás de mí.

-¿Pararás alguna vez de ser tan malintencionado y viperino, Severus!- McGonagall acaba de tirarme una silla ¿y me dice a mí que deje de ser desagradable con otra gente?

-¿Por qué? Es un estúpido gusano que me molesta constantemente.

-¡Para de intimidarle!

-¿Intimidarle? Mataré al pequeño...

-¡Pon un dedo encima y serás expulsado de este colegio a patadas tan brutales que no serás capaz de sentarte durante una semana!

-¡Dile que me deje en paz, entonces!

-¡No! Si te molesta tanto entonces enciérrate en tu mazmorra y haznos un favor!- Y McGonagall salió corriendo tras Lockhart. ¿Tal vez estuve un poco áspero? Nah, qué idea más estúpida.