La razón y el corazón

Cáp.28: Profundos sentimientos.


Aparcó el auto y se dispuso a entrar. No podía creer que hiciera aquello.

Le cobraría mucho al Asakura y eso era lo que la motivaba a seguir.

Fue recibida por uno de los encargados y se dirigió al salón. Encontró a la madre de Ren sentada con una expresión bastante pensativa.

"- Buenas tardes – dijo con calma al recordar a esa mujer."

Ran levantó la mirada, se sorprendió un poco para luego sonreír con cansancio.

"- ¿A que se debe la inesperada visita?."

"- ¿Acaso tiene algo malo? – preguntó sonriente."

"- Últimamente he recibido muchas visitas por aquí."

"- Puedo darme una idea... – murmuró."

La mujer suspiró y miró hacia una habitación en especial.

"- En ese lugar se encuentra mi hijo, si es que deseas hablar con él."

"- La verdad venía a..."

"- Puedes pasar, después de todo esta celebrando su matrimonio."

"- ¿Qué? – preguntó Jeanne con genuina sorpresa."


"- Estoy esperando que firmes – dijo al fin cruzándose de brazos."

Había llegado ese día muy temprano encontrando a la joven de cabellos rosas fuera de cama y tal parecía que con mas fuerza.

Decidió sacar aquellos papeles que se le entregaron en la oficina, firmando uno de ellos y ahora esperando que ella firmara el otro. Si eso se daba, estarían casados o mas bien atados por seis meses.

A Tamao le tomó por sorpresa la inesperada petición de Ren y ciertamente se sentía nerviosa aunque leyó con cuidado para luego firmar con cierta calma.

Dejó el bolígrafo a un lado y le entregó el papel mirándole con timidez.

Ren lo reviso para luego mirarla con cierto desafió.

"- Nos iremos ahora."

"- ¿Irnos?."

"- A mi apartamento – dijo sin mas."

No fue la manera mas cordial, pero ya estaban casados, aunque ella se preguntaba si aquellos papeles eran legales.

Se había quitado por fin aquella pijama y se había vestido de manera informal esperando sentirse cómoda, pero ahora todo sus nervios estaban mas que alterados.

Ren le miró de arriba abajo con disimulado interés, pudo observar en uno de sus dedos aquel anillo, por un segundo se sintió posesivo con ella.

"- Si estamos casados tendremos que vivir juntos, y creo que aquí sería muy difícil."

"- ¿No le gusta este lugar? – preguntó con interés."

"- Para ser franco, este sitio esta muy alejado, sin mencionar que mis padres vienen muy a menudo. Por cierto, llámame sin formalidades – dijo resumiendo todo."

Seguro de sí mismo, arrogante, exigente, autoritario y sobre todo solitario, esos eran algunas palabras que describían al hombre que amaba y aun se preguntaba por qué sentía algo tan fuerte por él. Si bien era cierto que había mostrado caridad con ella, no pudo evitar aquella atracción. Cada ves que lo miraba llegaba a la conclusión que estando un tiempo con él era inevitable no enamorarse de una persona tan cambiante que se mostraba cruel pero que ella aun afirmaba ver sinceridad en él.

Había pasado por cosas muy duras, era obvio que su carácter se fuera amoldando a eso. Sintió pena por él pero luego cambió su expresión por la de un brillo que parecía mostrar mas cariño que el que deseaba expresar.

Ren se sorprendió por su semblante, a pesar de lo que estaba haciendo ¿era capaz de mostrarse tan dulce con él, aquello hizo que se sintiera culpable lo cual obligó a enfadarse con ella.

"- No deberías mirarme así."

Tamao se ruborizó pensando que estaba haciendo el ridículo.

"- Y-yo no me di cuenta... miró así a todo el mundo – mintió – es sin querer."

¿Qué miraba así a todo el mundo, cuando analizó aquellas palabras pareció enfadarse, sintió una oleada de furia ante la idea de que se mostraba tan emebelasada con cualquiera ¿acaso se había mostrado así con Nichrom, aquella estúpida idea hizo que se enfadase aun mas. Sabía que estaba siendo muy tonto pero lo analizó de modo que ella solo era una propiedad más, eso era todo y por eso se enfadaba.

Tamao estaba a punto de hablar cuando se escucharon los llamados a la puerta.

"- Adelante – dijo Ren pensando que era su madre pero se sorprendió al mirar a Jeanne."

"- ¿Interrumpí algo? – preguntó con calma."

"- No, solo estábamos acordando nuestro matrimonio – exclamó Ren quien miraba a la mujer a su lado - ¿qué ocurre?."

"- Necesitamos hablar... – murmuró mirando a la joven de cabellos rosas. Ciertamente tenía mucho tiempo de no verla."

"- Habla – le exigió Ren cruzándose de brazos."

"- Preferiría que... – se sintió incomoda mientras miraba a la pelirosa."

Tamao estaba a punto de excusarse hasta que sintió como Ren rodeaba su cintura y la obligaba a sentarse a su lado.

Sintió una oleada de calor, algo que había sentido con anterioridad, igual de intenso que aquel beso tan profundo.

"- No hay problema, te escuchó – dijo Ren quien mantenía aquella extraña visita como algo sospechoso."

Jeanne suspiró, definitivamente Asakura pagaría por aquello.

Tomó asiento y le miró directamente a sus ojos.

"- ¿Esta unión es legal? – preguntó de repente sin dejarle de mirar, notándose apenada por decir todo frente a la pelirosa"

Ren guardo silencio por un minuto mirando así de reojo a su nueva esposa.

"- Revisa los documentos si lo deseas."

Jeanne le miró espantada¿acaso creía que haría eso?.

Tamao, quien no podía separarse de él solamente miraba a la invitada con duda ¿acaso ella aun sentía algo por Ren y por ello le disgustaba todo eso, por su interés eso era obvio.

"- No me convenzo de nada ¿cuál es el fin de todo?."

Jeanne dudó por un momento para luego responder.

"- Si el documento es legal... puedes recuperar lo tuyo en solo dos meses y así... no estar atado por seis a este matrimonio."

Gracias a la cercanía y a la rudeza con la que Tao la había atraído a él, Tamao tenía su mano a la altura del pecho de aquel joven.

Debido al anuncio de Jeanne pudo sentir como la mano de la pelirosa se tensaba haciéndola puño y arrugando un poco su camisa.

No supo que lo impulso a responder pero sabía que se arrepentiría. Ya se había informado sobre acortar el plazo, por ello, los documentos que habían firmado eran completamente legales, pero en ese momento solo colocó una mano sobre la de la joven que lo tenía sujeto del pecho.

"- El plazo es de seis meses, pero estaré pendiente si deseo disminuirlo – afirmó sin inmutarse captando toda la atención de la pelirosa."

La mujer de cabellera grisáceo suspiró derrotada y algo avergonzada, lo ultimo que quería es que se mal entendiese todo aquello.

Miró con calma a Tao y sonrió levemente para mirar nuevamente a la pelirosa quien pareció tensarse con su mirada.

"- Bien, avisaré entonces – se puso de pie."

"- Se que este no ha sido iniciativa tuya – dijo Ren sin moverse de su lugar."

"- Si... pero tenía que intentarlo, felicidades – dijo girándose."

"- El lunes estaré en la oficina lo mas pronto posible."

Jeanne se giró nuevamente sorprendida.

"- Pero creí que..."

"- No, no hay luna de miel – advirtió Tao haciendo sonrojar a la pelirosa."

Jeanne le analizó un rato para luego sonreír con una maliciosa intención.

"- Pues por como puedo observar – dijo al percatarse de lo cerca que estaban – el celibato no te durara mucho."

Tamao estaba de verdad apenada por sus palabras mientras que Ren le mandaba una mirada amenazante.

Se despidió de ambos y comenzó a salir del salón.

"- N-no debería... ¿ofrecerle algo? – preguntó la pelirosa al ver la falta de cordialidad por alguien que una vez estuvo con él."

"- ¿Cómo que? – Preguntó separándose al fin con cierta rapidez al quedarse abrazado a ella por mas tiempo del que debería – deja de tratarme con formalidades."

"- Pero..."

"- Si queremos llevar esto como se debe, tienes que tratarme sin formalidades."

Tamao se mostró un poco aturdida pero asintió lentamente.


Aquella mañana volvió a su oficina, muy temprano.

"- Pensé que lo de trabajar solo era una broma – se escuchó tras él, justo cuando entraba a su oficina."

"- ¿Por qué tendría que quedarme por mas tiempo?."

"- ¿Talvez porque acabas de casarte? – dijo Inoue con tono sarcástico."

Ren suspiró dejando sus cosas sobre el escritorio. Sabía que se enfrentaría a esto, después de todo, Jeanne le habría contado a mas de un conocido.

"- ¿Lo sabe alguien ajeno a esto? – preguntó de pronto:"

"- Solo... tus mas íntimos conocidos – respondió encogiéndose de hombros."

Ren pensó en un segundo sobre Kein, aunque trató de disipar ese vago pensamiento.

"- Recién casado y te pasas todo el fin de semana encerrado en la oficina de tu apartamento... – murmuró sonriendo."

"- ¿Cómo es que...?"

"- Primero llamé a tu casa de campo, tu madre me respondió y me comentó todo, luego hablé a tu apartamento y entretuve un rato a tu esposa."

"- Así que tu eres el de las constantes llamadas – dijo Ren mas serio."

"- Esa mujer estaba muy preocupada – afirmó Inoue."

Ren recordó que durante todo aquel fin de semana fue ella quien se la pasaba pendiente de él y llevaba, a altas horas de la noche, un poco de té.

Al principio, ella no parecía adaptarse al lugar pero al ver que él cocinaba o incluso ordenaba sus cosas, se sorprendía.

Sonrió un poco al recordar la cara incrédula de ella.

"- La verdad... nunca pensé que... – murmuró al ver que él había preparado la cena."

"- He vivido solo, es normal que puedo hacer todo esto, no soy inútil – le miró con frialdad."

Al recordar eso sintió ganas de reír con ironía, parecía que nadie lo creía autosuficiente.

"- Vaya ¿recordaste algo placentero? – preguntó en tono pícaro."

"- ¿Qué? – respondió el Tao saliendo de sus recuerdos."

"- Siempre has tenido fama de desahogar tu furia o estrés tomando a una mujer – sonrió a un mas al ver que él desviaba su mirada – supongo que el rumor fue verdad, por eso tienes esa fama."

"- ¿A que viene eso? – preguntó al fin exasperado."

"- Como todo este tiempo no has estado con alguien, es normal que vinieses de mal humor al trabajo y te desquitaras con la que ahora es tu esposa – se encogió de hombros – ahora que ya tienes a alguien puede que quieras..."

"- ¡Cállate! – le exigió molesto, ya sabía a que dirección iba la conversación y aunque fuese verdad la mitad de lo que había dicho aquel hombre, no estaba dispuesto a tomar a una jovencita inexperta y aquella era la razón por la que se alejaba mas de ella."

"- Bueno, debo admitir que es un método para desestresarse pero que en tu caso es una mentira – Ren le miró dudoso lo cual obligó a Inoue a concluir – pues tu mal humor no cambia en lo absoluto."

Salió riendo por lo alto y Como Ren suponía, ya estaba empezando a fastidiarle con eso del matrimonio.

Se reclinó en su silla y toco su cabeza. Tenía muchos asuntos que atender y debía recuperar todo aquel capital, aunque debía hacerlo rápidamente.

Aun cuando tenía trabajo excesivo, a su mente volvió todo lo que pasó aquel fin de semana.

En ocasiones se acercaba a tomar algo de la cocina y encontraba a esa mujer de cabellos rosas haciendo algo o tarareando. La verdad, se sorprendía por la tranquilidad y familiaridad de vivir en un lugar aparte y juntos; claro que aquel pensamiento desaparecía cuando ella se percataba de su cercanía, solía arrojar las cosas al piso y disculparse por todo.

Ciertamente aquello no era nada normal, le sorprendía y le molestaba que de pronto ella le dedicase una sonrisa. Por esa razón se alejaba de ella, algo le desconcertaba en todo eso.


Había preparado y ordenado algunas cosas, después de todo, ya vivía en aquel lugar.

Suspiró cansada¿estaría haciendo algo mal, trató de comportarse más amable y accesible para él, pero este había pasado todo el tiempo evitándole.

Recordó las palabras de aquella elegante mujer antes de salir de la casa de campo donde había estado.

"- Mi hijo suele ser terco, pero estoy segura que llega a valorar lo que le rodea, además pienso que le costará acostumbrarse a convivir con alguien mucho tiempo."

Aquellas palabras habían sido el incentivo para que se comportase más accesible.

¿La motivaba la lastima, por su puesto que no, le quería demasiado.

Una vez fue su asistente, quería ayudarle ahora, pero él parecía alejarse mucho más.

Tanto ella como él, tenían su propia habitación; se ruborizó al tener el pensamiento que compartirían algo tan intimo.

Tenía en mente que el día de mañana volvería a su puesto con el anciano Shintani, eso era lo que la mantenía nerviosa, aunque al mismo tiempo tenía planeado visitar a los Usui.

Le reconfortaba hablar con alguien sin tener que sentir aquel nudo en su garganta y temblor en sus piernas, Ren aun le causaba aquello y sabiendo que vivía solamente con él la hacía mas torpe.

Quería mejorar, por lo menos para que él se sintiese cómodo y pudiese trabajar en paz en su hogar. Ahora podía darse cuenta de porque de sus retrasos en la oficina aunque esa vez había salido muy temprano a trabajar.

Pensaba que volvería pronto como todos aquello días en los que estuvo en la casa de campo, pero esta vez ya eran más de las diez de la noche.

Guardó lo que había sobrado de la cena. Esta vez pensaba comportarse natural para que él no tuviese que evitarla.

Se dirigió a su habitación. Esta estaba muy bien adornada, con muebles de madera al igual que el piso, era espacioso, parecía ser la habitación de las visitas pero le pareció muy bien decorado.

El apartamento contaba con cuatro habitaciones, pero la habitación donde se hospedaba ella era muy diferente, parecía que alguien hubiese elegido todo de su interior.

¿Habría vivido alguien con él, dudaba sobre todo ya que él mismo le indicó que esa habitación sería de ella.

Se colocó la pijama que llegaba hasta sus rodillas, esta de tela fina y blanca. Dejó la bata a un lado y se recostó en el cómodo colchón.

Intentó acomodarse haciendo que tardase en dormir pero lográndolo de todos modos.

Despertó por el fuerte ruido de una puerta cerrarse, se sentó de pronto en la cama para frotarse sus ojos. Miró a un lado que el reloj en la mesita de noche marcaba las once con menos treinta de la noche.

Le había dado la impresión de haber dormido mas pero tal parecía que se había equivocado.

Se colocó la bata y salió de la habitación con cuidado.

No escuchó nada más que unas maldiciones en la habitación alejada de aquel pasillo, y ese lugar era el cuarto de estudio o mas bien la oficina casera de aquel joven.

Suspiró calmando su temor.


Estaba cansado y molesto. Le habían entretenido pensando que ya tenía planeado todo lo que gastaría en el plazo de seis meses.

Debido a todo aquello, la única decisión sensata era acortar el plazo del matrimonio para obtener el dinero y no retrasar sus asuntos, que estaba conciente que poco a poco subirían de precio . La idea la apoyaba firmemente Asakura y Kein quienes estaban enterados de todo.

Al no saber otra alternativa para que se cumplieran los seis meses sin problemas, solo le había quedado avisar que acortaría el plazo todo lo que pudiera. Con aquella respuesta le dejaron ir sin mas replicas e interrupciones.

Todos parecían complacidos excepto él mismo, la pregunta era ¿por qué?.

Sacudió su cabeza y decidió preparase una bebida. Tenía licor aunque no acostumbraba a tomarlo pero en aquello momentos un poco no le vendría mal, - por lo menos eso le había dicho Inoue.-

Se sirvió en un vaso pequeño de cristal cerrando fuertemente sus ojos al tomarlo de una vez.

Maldijo por lo alto y murmuró cosas como las de no volver a hacerle caso a Inoue sobre las extrañas bebidas, Tamao había entrado justamente a escuchar la maldición. Le vio ruborizarse por su palabra.

"- Pensé que dormías – murmuró."

"- Pareces cansado... – respondió acercándose y dejando la taza de té a un lado. Se había entretenido en la cocina preparando aquello rápidamente."

"- No lo necesito – respondió sin quitarle los ojos de encima."

Traía puesta una bata color blanca lo cual le obligaba a pensar que es lo que probablemente había bajo ella.

Sus pensamientos parecieron asustarlos. Tomó de un sorbo lo ultimo que quedaba de esa bebida.

Tamao se apresuró a acercarse cuando él dejaba el vaso sobre la mesa con violencia y tosía un poco.

Ren solamente pensaba en matar a Inoue a la mañana siguiente.

Parecía haberse distraído un momento en ella y tomó el resto de aquel liquido tan fuerte por impulso.

Aun estaba cuerdo, solo había sido un vaso pero logró sentirse menos irritado.

Si hubiese sabido que el alcohol me hace lo suficientemente estúpido para calmarme, hubiera comenzado desde hace mucho – aquel comentario fue para si mismo luego que sonriera con amargura ante su estupidez de obedecer a Inoue."

Tamao se alarmó por las palabras, no había pensado que aquel liquido era licor.

"- No vuelva a hacer eso – le advirtió preocupada."

"- No me hables con formalismos – repitió en tono cansado respirando con cierta dificultad."

"- Usted... es decir, tu no eres de las personas que beben, no puedes tomarlo de una vez y más con este clima – no estaba segura de si él era experto en eso o no, pero su reacción le obligaba a pensar que nunca había bebido, tampoco obviaba el hecho de que el clima era caluroso y probando aquel licor era seguro que se sintiese peor."

"- No hables antes de tiempo – dijo mirándola con intensidad – tengo cosas que resolver."

"-¿Y lo hará poniéndose así? – preguntó retándole."

Ren dejó escapar una risa irónica, después de todo ella tenía razón.

"- Solo libero la tensión – se encogió de hombros."

"- ¡Esa no es la manera de hacerlo! – le dijo tratando de reprenderle por una decisión poco sensata, lo cual le sorprendía viniendo de él."

"- Créeme, esta es la manera mas razonable – dijo acercándose al sofá oscuro de la habitación."

El estudio contaba con varios accesorios de oficina, sin obviar muebles y estantería con libros. Tamao pensaba que todo aquel espacio usado por alguien que ni siquiera descansaba como se debía tenía que sentirse como un prisionero.

Tamao le siguió hasta el mueble notando que caminaba como si nada. Le alivió pensar que estaba bien, que por lo menos no estaba ebrio.

Estando él tan tenso, no era nada favorable que tomara cosas tan fuertes, por lo menos eso pensaba ella.

Se desplomó en el sofá y de manera rápida se quitó el saco que portaba e intentó quitarse la corbata, al hacerlo de una vez no lo logró provocando un pequeño mareo.

Tamao miraba cada uno de sus movimientos. Él era un joven con muchos problemas y con cargas que tuvo que enfrentar a corta edad.

Anteriormente cuando trabajaba para él solía ir a compromisos en los cuales parecía sentirse fuera de lugar, como si no se sintiese cómodo.

Era muy solitario y parecía gustarle. Se mostró mas decidida, debía enseñarle que podía vivir con mas personas sin sentirse de aquella manera.

Se acercó con cuidado y con ambas manos ayudó a deshacer aquel nudo provocando la mirada desconfiada de Ren.

Siguió hasta que pudo quitarle aquella tela y le miró con expresión triste.

Le escuchó murmurar una maldición, aunque no venía al caso, aquello la hizo sonreír poco a poco llevándola a pensar que talvez esa era un indicio que estaba bien.

Sintió de pronto como él se ponía de pie y era halada por la muñeca.

"- ¿Por qué siempre haces eso? – preguntó con fingida calma."

Tamao parpadeó sin comprender, aunque se daba cuenta que estaba molesto, no estaba nada temerosa. Y ya no le causaba sorpresa mirarlo en aquel estado.

"- ¿Qué he hecho?."

"- ¿Por qué sonríes?."

En aquel momento Tamao pensó que talvez estaba ebrio ¿le preguntaba por una sonrisa?.

No pudo contenerse y rió por lo bajo con genuina diversión dejándolo desconcertado.

Él no recordaba haberla tratado con nada de amabilidad que expresase un profundo agrado a ella, en cambio ella le correspondía como si él lo hiciese.

Aquello le produjo cierto remordimiento o por lo menos eso es lo que pudo descifrar ya que ella le hacia sentir cosas demasiado extrañas.

Ella volvió a mirarle con ojos expresivos, murmurando cosas sobre lo que él debería hacer para dormir tranquilo, pero este no parecía escucharla.

Le enfurecía toda esa amabilidad y paciencia para con él.

Maldijo por lo bajo obligándola a callar y la halo aun más para que quedasen mas cerca.

Aprovechó aquello para unir sus labios con los de ella en una acción repentina.

Para ella, toda su calma acabó en ese momento Sintió como su corazón se aceleraba y su cuerpo se calentaba por el contacto de él.

No la había vuelto a tocar de esa manera desde que estuvo enferma y debía admitir que extrañaba ese tacto.

Aprovechó el momento en que ella trataba de corresponderle abriendo así sus labios para penetrarlos y haciendo el roce mas intimo.

Ella volvió a sorprenderse. Con timidez subió sus manos desde el pecho hasta rodear su cuello tratando de acercarlo más.

Por alguna razón debía estar unida a él, sentía que necesitaba estarlo de algún modo.

Le escuchó gemir por la forma en la que él la besaba mientras la acercaba tomándola fuertemente de la cintura.

Escuchar aquella voz en una agonía que el mismo causó debido a su beso lo enloqueció haciendo que bajara sus manos hasta las caderas de ella y hacerla rozar con la suya con precisión absoluta.

Gimió con un poco de mas fuerza. Estaba sintiendo placer por aquellos actos y la excitaban más sabiendo que era él quien los provocaba.

Se sintió extraña. Era la primera vez que sentía algo tan profundo, una extraña necesidad que él llegase mas lejos.

Sintió su sangre correr con rapidez agolpándose en su rostro mientras sus piernas temblaban, era como si estuviese a punto de caer obligándola a aferrase a él con más fuerza.

Ren lo notó obligándola a acercarse a la pared para que se reclinase en ella y así poder acorralarla.

Se separó lentamente notando como ella se notaba tímida, indefensa y ciertamente deseosa que no acabase.

Cuando miró sus ojos directamente pudo encontrar una suplica silenciosa.

Tocó los labios de ella que comenzaban a hincharse.

"- Esta es otra manera de liberar la tensión – murmuró antes de volver a besarla con demanda."

Tamao pensó que aquellas palabras eran suficientes para arruinar el ambiente de excitación en la él la había sumergido, pero admitió que le deseaba y amaba demasiado para detener actos que solo la obligaban a gemir de puro placer.

Él comenzó a recorrer sus hombros cubiertos por aquella bata y con una mano rozó su pecho sobre aquellas telas.

Aquello hizo que ella se sobresaltara aunque hubiese gemido de placer por ese extraño e intimo toque; su gemido se ahogó en los labios de él.

Tamao pudo sentir que el presionó con delicadeza esa zona para luego deslizar sus manos hasta el cordón que amarraba la bata.

Ella se arqueó a él tratando de sentirle aun más pero el ruido del teléfono pareció despertarlos.

Al principió Ren le beso con mas ansias no queriendo ser interrumpido y ella le abrazaba más para que no se distrajera pero el ruido aun les interrumpía.

Se separó de ella tratando de contener su respiración volviendo prácticamente a la realidad. Golpeó con cierta fuerza la pared sabiendo que mataría a quien sea que hubiese llamado.

Le observó, ella parecía incomoda e irritada por haberla dejado en aquel estado. Ren sonrió para sí, por lo menos ella ahora sabía lo que era un deseo no satisfecho.

Se acercó y tomó el auricular.

"- Sabia que no dormías – dijo Inoue de la otra línea."

"- Otra razón mas para matarte... – murmuró."

"- ¿De mal humor, ya te he dicho la cura."

Razones no le faltaron para maldecir al hombre de la otra línea pero se mantuvo cuerdo.

"- ¿Qué quieres?."

"- Mañana tendremos una cena, espero lleves a tu esposa estoy seguro que se alegrará que hagas algo por ella."

"- Como sea... – murmuró molesto."

"- Ven temprano mañana, duerme bien . – colgó de inmediato sabiendo que el tono era el de mal humor."

"- No gracias a ti – respondió al dejar el auricular en su lugar."

Se giró a la joven nuevamente. Esta estaba nerviosa, y miró como sus manos temblaban.

Ren sacudió sus cabellos y se acercó a ella para abrazarla con fuerza.

Tamao no se esperaba aquello estaba tan deseosa de él ¿era aquella una muestra de afecto?.

"- Lo que sientes es normal – dijo en tono frió – con esto se te pasará."

Tamao pareció enrojecer aun más¡él la abrazaba para que ella ya no estuviera excitada!.

Se sentí avergonzada por su actitud, y de seguro él se sentiría incomodo. Suspiró frustrada mientras sus ideas comenzaban a enfriarse. En realidad aquello funcionaba muy bien.

Sus manos y cuerpo dejaron de temblarle y suspiró al fin cansada mientras intentaba corresponder el abrazo aunque le fue imposible. Él se separó de ella rápidamente y se dirigió al escritorio.

"- Ve a dormir mañana tendremos cosas que hacer."

"- Pe-pero... y ¿tu?."

"- Iré a dormir cuando termine esto – respondió sin mirarla mientras pensaba en darse una ducha muy fría ya que su estado no parecía calmarse en lo absoluto."

Tamao pensó en acompañarlo pero después de todo aquello, talvez él se sintiese más incomodo.

Se despidió y salió del salón, esta vez estaba segura que había tenido una gran atracción por él, mas fuerte de lo que ella pensó.

Continuará


n/a: bueno advertí (desde un principio) que aquí habrá lemon, que me ayudaran a hacerlo. Si de aquí en adelante hay mas... escenitas que se pasan bueno yo ya lo había dicho.

Espero el cap le guste.

Gracias por el apoyo de:

Andrea nefisto.:.:.:hibari usui:.:.:.:Inory:.:.Himeno asakura.:.:.:aoshmi seshlin:.:.:.:Akira tokugawa.:.:.:

Por cierto, me han dicho que trato muy mal a Tamao( ya me lo han dicho varias personas). No mal entiendan el personaje me agrada, pero el contraste de carácter es tan distinto que Tamao siendo tan tímida es obvio que Ren la lastime fácilmente (aunque por aguantarlo es muy fuerte) pero... ya le daré un escarmiento a Ren. (solo tenía que aclarar mi punto de vista )